Trabajar y tener hijos: el aún largo camino hacia la plena conciliación familiar en Europa

Miguel Máiquez, 12/10/2014

Fue la presidenta del Círculo de Empresarios, Mónica de Oriol, quien lo dijo en voz en alta, pero la dura realidad es que es una práctica extendida en muchas empresas. De Oriol declaró, hace una semana, que prefería contratar mujeres «después de los 45 o antes de los 25» para evitar los embarazos y las leyes que protegen a las madres. Este viernes se disculpó («He sido víctima de mí misma. Pido perdón», dijo), pero la polémica ya estaba servida, y el debate sobre la conciliación familiar, reabierto.

Lo cierto es que en España la tasa de ocupación femenina disminuye acusadamente a medida que aumenta el número de hijos, pasando del 77% sin hijos al 52% cuando se tienen tres o más. La tasa de ocupación masculina, en cambio, no se ve alterada por la paternidad. Es más, los varones con tres o más hijos tienen una ocupación más alta que los que no tienen ninguno.

Por otra parte, más del 80% de las trabajadoras embarazadas en España sufren, en mayor o menor grado, algún tipo de lo que se ha venido en llamar ‘mobbing maternal’ (acoso o discriminación en el trabajo por el hecho de estar embarazadas), según un informe de la Fundación Madrina, una asociación que asiste a jóvenes y adolescentes embarazadas sin recursos y en riesgo de exclusión social, las más perjudicadas en estos casos. De acuerdo con este estudio, cerca del 25% de las trabajadoras embarazadas de entre 18 y 25 años acaban siendo despedidas.

De Oriol, que pronunció su polémica frase ante la XXV Asamblea Plenaria del Consejo Empresarial de América Latina (CEAL), celebrada en Madrid, se preguntó durante su intervención «si una mujer se queda embarazada y no se la puede echar durante los once años siguientes a tener a su hijo, ¿a quién contratará el empresario?». Ella misma respondió y se mostró partidaria de contratar a jóvenes de menos de 25 años y mujeres de más de 45. Poco después emitió un comunicado en el que aseguró que sus palabras habían sido malinterpretadas.

Bloqueo europeo

No es la primera vez que representantes empresariales se quejan de las leyes que respaldan a las madres trabajadoras. Cuando, hace unos años, la Comisión Europea estudiaba ampliar la baja por maternidad a 18 semanas (con el objetivo, entre otras cosas, de impulsar la natalidad y frenar el envejecimiento de la población en el continente), la patronal europea se opuso tajantemente. El motivo esgrimido: un mayor tiempo de permiso puede «afectar de forma negativa» a la competitividad de las empresas y retrasar las soluciones para salir de la crisis económica.

En contra de esta visión, sin embargo, la Comisión, respaldada por los sindicatos y por numerosas asociaciones de apoyo a la mujer o a la familia, argumentaba que la iniciativa no sólo favorecería la creación de empleo (femenino, en este caso), sino que, además, supondría una apuesta de futuro, ya que, a falta de una integración real y justa de los inmigrantes en el mercado de trabajo, cuantos menos niños nazcan, menos trabajarán el día de mañana para garantizar los sistemas de pensiones de una sociedad cada vez más envejecida. También, afirmaba, contribuiría a progresar en la igualdad de oportunidades laborales entre el hombre y la mujer.

En octubre de 2010, el Parlamento Europeo avanzaba en esta línea al aprobar un informe en el que señalaba que las madres necesitan más tiempo y mejor pagado para estar con sus hijos, y que es necesario asimismo que la ley obligue a los padres (hombres) a tomarse, al menos, dos semanas de parón por paternidad. La propuesta, que fue aprobada por la comisión parlamentaria de Igualdad de Género y Derechos de la Mujer de la Eurocámara, fijaba un mínimo común para todos los países de la UE de 20 semanas, lejos de las 14 que marca la directiva vigente en la actualidad, o de las 16 que aplica España.

El informe tenía que ser ratificado por el pleno de la institución y consensuado con los 27 estados miembros de la UE, lo que, finalmente, no ocurrió. En diciembre de ese mismo año, la propuesta fue rechazada por los ministros europeos de Empleo y Asuntos Sociales. Los países que más claramente se opusieron fueron el Reino Unido, Francia y Alemania, que argumentaron la inconveniencia de la medida en un momento de crisis económica. Otros, como Italia, apoyaron llegar hasta las 20 semanas, pero se opusieron frontalmente a que la remuneración durante toda la baja equivalga al 100% del último salario de la trabajadora.

Así están las cosas actualmente en Europa para quien quiera aventurarse en el difícil camino de conciliar la vida familiar con la laboral:

Permiso maternal: qué es y para qué sirve

La baja por maternidad, conocida también como baja maternal, es el periodo de descanso laboral legalmente establecido para todos los trabajadores en los supuestos de maternidad biológica, adopción y acogimiento familiar, durante el cual la Seguridad Social les paga un subsidio económico (prestación por maternidad).

Muchas organizaciones, no obstante, consideran preferibles los términos «descanso» o «permiso» a «baja», entendiendo que la baja alude a una enfermedad, algo que la maternidad no es.

El objetivo fundamental de la prestación por maternidad es cubrir la pérdida de ingresos que sufren los trabajadores cuando se suspende el contrato o se interrumpe su actividad para disfrutar de los periodos de descanso por maternidad, adopción y acogimiento.

Con ello se reconoce el derecho de los padres a cuidar de sus hijos en las primeras semanas después del parto, sin que esto les suponga un perjuicio económico, intentando favorecer así, al menos en teoría, la conciliación de la vida familiar y laboral, y el incremento de la natalidad.

En España: 16 semanas

En España, la duración general del periodo de la baja por maternidad es de 16 semanas ininterrumpidas. Hay excepciones atendiendo a casos como partos, adopciones o acogimientos múltiples, o a situaciones de discapacidad u hospitalización del recién nacido.

El derecho a la prestación nace desde el día mismo del parto o desde el inicio del periodo de descanso, en el caso de que éste, generalmente por razones médicas, sea anterior. En los casos de adopción o acogimiento, empieza a partir de la resolución judicial de adopción o de la decisión administrativa o judicial de acogimiento.

Las 16 semanas son ampliables en dos semanas más por cada hijo a partir del segundo en los casos de parto múltiple. Y si el bebé es prematuro o requiere hospitalización tras el parto, una vez transcurridas las seis primeras semanas posteriores al alumbramiento, los padres pueden suspender el resto del disfrute de esta prestación (10 semanas) y reanudarla a partir de la fecha del alta hospitalaria.

Las mujeres menores de 21 años que den a luz tienen derecho a un subsidio durante 42 días, siempre que estén dadas de alta en la Seguridad Social y aunque no hayan cotizado con anterioridad. En el caso de que la madre tenga entre 21 y 26 años, se fija el mismo subsidio (equivalente al Indicador Público de Renta de Efectos Públicos), si han cotizado 90 días en los siete años inmediatamente anteriores al parto o 180 días en toda su vida laboral.

Por lo que se refiere a las trabajadoras autónomas, quedan exentas del pago de las cuotas a la Seguridad Social durante las 16 semanas de baja por maternidad y tampoco deberán abonar las del sustituto que ocupe su puesto.

En muchos casos, la baja maternal coincide con el periodo vacacional de la empresa, y, a veces, ésta deniega las vacaciones aludiendo a que, por ley, el mes de vacaciones debe disfrutarse dentro del mismo año. Sin embargo, una sentencia del Tribunal de Justicia de la Comunidades Europeas establece que cualquier trabajadora debe disfrutar de sus vacaciones anuales en un periodo distinto al del permiso por maternidad, a lo que el Tribunal Constitucional agregó que debe ser así «incluso cuando al servirse de tal permiso se haya superado la fecha límite para el goce de las vacaciones».

El padre, mejor pero todavía esperando

En marzo de 2007 el Gobierno aprobó la Ley de Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, con la intención de «acabar con la discriminación que sufre la mujer en España y hacer real la igualdad de hombres y mujeres», mediante una serie de medidas laborales, políticas y sociales. Uno de los puntos novedosos en materia laboral introducido por esta norma fue el permiso de paternidad de quince días, que el padre puede coger durante las 16 semanas de la baja de maternidad o inmediatamente después.

La ley establece asimismo que cualquiera de los dos progenitores puede acogerse al derecho de acumular las horas de lactancia, y reconoce el derecho del padre a disfrutar el permiso de maternidad en caso de fallecimiento de la madre, así como la no reducción del permiso de maternidad en caso de fallecimiento del hijo.

El padre puede ampliar su permiso por paternidad si la madre le cede parte del suyo, en el caso de que ambos trabajen. Una vez transcurridas las primeras seis semanas de descanso obligatorio, la madre puede ceder las diez semanas restantes al padre, siempre que éste reuna los requisitos necesarios de cotización. El padre puede optar por disfrutar del tiempo de permiso cedido por la madre al mismo tiempo que ella o a continuación.

La ley prevé la ampliación del permiso de paternidad hasta las cuatro semanas, y de hecho estaba previsto que dicha ampliación entrara en vigor el 1 de enero de 2011. Sin embargo, en septiembre de 2010, y con la excusa de la crisis económica, el Gobierno paralizó la medida y la pospuso hasta 2012. El pasado 30 de octubre la ley volvió a ser aplazada por el Ejecutivo, esta vez hasta el 1 de enero de 2016.

El efecto del paro y la menor natalidad

Los permisos por maternidad tramitados en España durante 2013 descendieron un 3,31% respecto al año anterior y se situaron en 288.842, en tanto que los de paternidad bajaron el 3,2%, hasta los 237.988, según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

La Seguridad Social destinó 1.808,4 millones de euros en total a estas prestaciones (el 7,3 % menosque un año antes), de los que 1.609,5 fueron para las licencias por maternidad (el 7,58% menos) y 198,9 millones de euros para las de paternidad (el 4,64% menos). De los subsidios de maternidad tramitados, la mayor parte, 283.923, fueron disfrutados por la madre (el 3,33% menos) y 4.919 por el padre (el 2,17% menos).

Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en el primer semestre del año (últimos datos publicados) se registraron 210.778 nacimientos, un 6,2% menos que en el mismo periodo de 2012. Se mantiene así la tendencia decreciente de la natalidad española, iniciada en el año 2009. En todo 2012 se produjeron en España 454.648 nacimientos.

El descenso del número de nacimientos es uno de los motivos principales del descenso de permisos de maternidad y paternidad, pero hay otros. Según CC OO, el paro también es un factor decisivo: «Se está viendo un aumento alarmante del paro femenino, además de la destrucción de empleo general, y si no tienes trabajo no tienes derecho a la prestación».

En Europa: Escandinavia a la cabeza

Los países nórdicos (Finlandia, Islandia, Dinamarca, Suecia y Noruega) son, en general, los más avanzados de Europa en políticas sociales, con amplias medidas que fomentan la igualdad entre padre y madre y facilitan la conciliación laboral y familiar.

España, con 112 días para la madre y 15 días para el padre, ocupa los últimos puestos de la lista, por detrás de Turquía y Suiza (ambos con 112 días para la madre y 3 para el padre), Letonia (112 días para la madre, 10 para el padre), Chipre (solo 112 días para la madre), Bélgica (105 días la madre y 10 el padre), Eslovenia (84 días para la madre y 11 para el padre) y Liechtenstein (solo 56 días para la madre). No obstante, España está a la cabeza en cuanto a salario durante la baja, ya que conserva el 100% del mismo.

Alemania tiene un periodo más corto que el de España para la madre, con un total de 98 días (14 semanas), de los cuales 42 días son anteriores al parto. Pero después del parto se le suma un año al 67% de ayuda con un tope de 1.800 euros. Lo mismo ocurre durante un año para el padre. Además, aunque la pareja pueda ver reducidos sus ingresos durante este año, se otorgan importantes ayudas por nacimiento.

Los permisos de maternidad y paternidad más largos son los de Suecia, con 480 días (16 meses) compartidos entre padre y madre, y percibiendo el 80% hasta los 390 días. El padre tiene la obligación de tomarse al menos 60 días más 10 días laborables a partir del nacimiento.

A Suecia le sigue Noruega, con 392 días (56 semanas) al 80% o 322 días (46 semanas) al 100%. El padre tiene derecho a 70 días de ayuda (10 semanas), percibiendo el 100% de su salario. La madre está obligada a tomarse 21 días antes del parto y 42 días después del parto, y el resto puede compartirse con el padre.

Liechtenstein tiene el permiso más corto para la madre, 56 días, y ningún día para el padre, seguido de Eslovenia con 84 días para la madre y 11 días para el padre. En cuanto al padre, los periodos de baja más cortos son los de Holanda y Malta, con solo dos días. Le siguen Suiza y Turquía con 3 días.

Dinero

Hace unos años, el famoso «cheque-bebé» concedía en España 2.500 euros por cada hijo. Actualmente, sin embargo, la cuantía es mucho menor.

La Seguridad Social proporciona diferentes ayudas según las condiciones de cada familia. Existen tres casos en los que se contempla otorgar una prestación de 1.000 euros (pago único): en el caso de que sea una familia numerosa, si se trata de una familia monoparental o en el caso de que la madre tenga una discapacidad de más del 65%.

Por un parto de gemelos corresponde una prestación de 2.565 euros, una cuantía que varía en función del número de hijos que se tenga, y que se incrementa hasta 5.131,20 euros en el caso de trillizos, y hasta 7696,80 euros para cuatro o más hijos. Es, también, una ayuda de pago único.

Con estas cantidades, España se sitúa a la cola de Europa, ocupando el puesto decimoctavo de una lista de 24 países europeos, con una asignación mensual por hijo nacido que no alcanza los 25 euros mensuales, frente a los entre 150 y 180 euros que reciben en países como Alemania, Dinamarca, Suiza, Suecia, Noruega y Austria hasta que el hijo cumple los 18 años o acaba sus estudios, según el informe Políticas de apoyo a la maternidad, breve estudio comparativo en países de la UE, elaborado por la asociación Redmadre y publicado en 2012.

El informe recuerda que, mientras que en España se da un pago único de 1.000 euros por nacimiento (con un nivel de renta máximo de 12.352 euros al año, o de 18.049 euros en el caso de las familias numerosas, al nacer el tercer hijo y 291 euros al año por hijo a cargo menor de 18 años si la renta es menor de 11.376 euros), en Alemania la prestación por hijo a cargo es de 184 euros al mes y no depende del nivel de renta familiar. Además, los padres alemanes tienen una asignación mínima de 300 euros al mes como mínimo durante 12 meses.

Guarderías, cuidadores y otras ayudas

En España, la plaza en guardería pública o beca en guadería privada con financiación del 40% solo se ofrece a familias monoparentales y familias numerosas (dependiendo del nivel de renta), y únicamente en el caso de madres trabajadoras.

En otros países, como Francia, el padre o la madre que deja de trabajar para cuidar de su hijo recibe 568 euros mensuales –si no se cobra el subsidio familiar– , 688 euros al mes si deciden llevarlo a la guardería –hasta un nivel de renta de 20.000 euros al año–, y 600 euros o más para aquellos que opten por contratar a una persona cuidadora en casa, con rentas superiores a 45.000 euros.

Además, al comienzo del curso, las familias francesas reciben entre 289 y 315 euros a partir de los seis años para comprar libros, material escolar y uniformes, y existe asimismo una ayuda para una mudanza (957 euros), y un subisidio familiar por vivienda de alquiler. En 2008, Francia consiguió el reemplazo generacional (2,1 hijos por mujer), tras décadas de políticas de apoyo a la maternidad.

Lo recomendado

Organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o UNICEF creen que una baja seis meses de duración es la idónea para favorecer la lactancia materna y garantizar un mejor desarrollo del bebé. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) recomienda 18 semanas.