Se supone que el amor verdadero no entiende de papeles, pero el día a día puede reflejar una realidad diferente. Pongamos, por ejemplo, el caso de Marissa R., una mujer estadounidense a la que se le tuvo que practicar una cesárea de urgencia cuando los gemelos que esperaba llegaron de forma prematura, y que sufrió después una difícil convalecencia. Según cuenta Janet Walsh, directora de la sección de derechos de las mujeres de Human Rights Watch, la pareja de Marissa, otra mujer, pidió permiso en el trabajo para estar a su lado, y también para poder encargarse tanto de los recién nacidos como del otro hijo de su compañera. Su empleador, con la ley en la mano, se opuso: Marissa y su pareja no están casadas, porque el estado donde viven no reconoce el matrimonio homosexual. Los niños nacieron en fin de semana, y la compañera de Marissa tuvo que volver al trabajo el lunes siguiente.
Según un informe de la Oficina de Contabilidad General de EE UU, más de 1.100 derechos y protecciones son conferidos a los ciudadanos estadounidenses casados a través del Gobierno Federal, incluyendo beneficios del seguro social, beneficios de veteranos, seguro médico, visita hospitalaria, impuestos a la propiedad, ahorros de retiro, pensiones, vacaciones familiares, herencia y leyes de inmigración.
Es cierto que muchos de los aspectos de las leyes matrimoniales que afectan a la vida cotidiana son determinados por los estados, y no por el Gobierno Federal, pero de los cincuenta estados que componen EE UU, actualmente solo seis, incluyendo el Distrito de Columbia, reconocen el matrimonio entre personas del mismo sexo. El último en votar, Carolina del Norte, acaba de rechazarlo en referéndum.
La causa, sin embargo, acaba de recibir un apoyo histórico de la mano del presidente del país.
Barack Obama, quien en las pasadas elecciones de 2008 se había manifestado en contra de llamar «matrimonio» a las uniones homosexuales, ha cambiado públicamente de opinión, o, en sus propias palabras, ha «evolucionado»: «Creo que las parejas del mismo sexo deberían poder casarse», dijo este miércoles, durante una entrevista en televisión.
Las palabras de Obama no tienen valor legal (no ha dicho que vaya a impulsar una norma federal), son solo un gesto. Pero el gesto es muy importante. Obama es el primer presidente de Estados Unidos en apoyar el matrimonio gay (su predecesor demócrata en el cargo, Bill Clinton, firmó en 1996 una ley en defensa del matrimonio entre un hombre y una mujer) y lo ha hecho, además, a tan solo seis meses de las elecciones presidenciales.
Por una lado su afirmación puede interpretarse como una declaración de intenciones sobre la posibilidad de promulgar una ley nacional en caso de ser elegido; por otro, sienta las bases de la postura oficial del Partido Demócrata, cuyos futuros candidatos difícilmente podrán dar marcha atrás en este asunto.
Sean cuales sean las consecuencias electorales, de momento, el presidente ha puesto en primera línea un debate que divide profundamente a la población estadounidense, ya que, pese a que ya son mayoría quienes apoyan el matrimonio homosexual (un 52%, según las últimas encuestas, frente al 41% de hace ocho años), este respaldo baja espectacularmente fuera de las grandes ciudades, así como en los estados más conservadores del centro y el sur del país.
Estas son, en preguntas y respuestas, las claves de una lucha que saltó definitivamente a la arena pública en los años setenta y en la que Obama podría haber empezado a escribir uno de sus capítulos finales.
¿Qué dijo exactamente Obama?
El presidente de Estados Unidos ya había dicho anteriormente que las parejas de gays y lesbianas «merecen los mismos derechos y las mismas protecciones legales que disfrutan las parejas heterosexuales». Asimismo, durante su mandato Obama ha abolido la norma conocida como «No preguntes y no te cuento» (‘Don’t Ask, Don’t Tell’), que prohibía que los homosexuales que admitieran serlo formaran parte de las Fuerzas Armadas, y ha extendido los derechos de los funcionarios a las uniones del mismo sexo. Lo que hizo el jueves fue un dar un paso más allá.
En la entrevista, concedida a la cadena ABC, Obama comenzó diciendo que es «contundente» en la creencia de que «todos los estadounidenses deben ser tratados por igual y de manera justa», y explicó que inicialmente pensó que la aprobación de uniones civiles sería suficiente para la comunidad homosexual, al legalizar «elementos» que los demás dan «por descontado». También dijo que tenía asimismo en mente «tradiciones muy arraigadas y creencias religiosas muy poderosas».
A continuación, sin embargo, el presidente afirmó que «a lo largo de varios años, y después de hablar con amigos, con la familia, con vecinos… Cuando pienso en miembros de mi equipo que están increíblementes comprometidos en relaciones monógamas del mismo sexo, que están criando hijos juntos; cuando pienso en todos esos soldados y marines que están luchando en mi nombre y que, a pesar de que la norma ‘No preguntes y no te cuento’ está abolida, se sienten limitados porque no pueden casarse… Simplemente concluí que, para mí, personalmente, es importante dar un paso adelante y afirmar que las personas del mismo sexo deberían poder casarse».
¿Por qué lo ha dicho ahora?
La postura del presidente a favor del derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo no es nueva. Como recuerda el periodista Jordi Pérez Colomé, ya en 1996, cuando era senador estatal en Illinois, Obama dijo que estaba a favor de que los gays pudieran casarse. De hecho, muchos analistas políticos de Washington creen que Obama habría estado planeando hacer público el resultado de su «evolución» desde principios de 2012.
La declaración pudo precipitarse por el hecho de que, tan solo unos días antes de la entrevista, el vicepresidente, Joe Biden, y el secretario de Educación, Arne Duncan, se manifestaran a favor de la igualdad matrimonial, lo que pudo abonar el terreno para las palabras del presidente. En cualquier caso, se trató de una declaración muy medida y calculada por su equipo de campaña, que sin duda tuvo en cuenta las últimas encuestas, los posibles benificios electorales (incluyendo el potencial apoyo financiero) y, también, los riesgos.
Otro factor más coyuntural puede ser el hecho de que el mes que viene Obama tenga previsto viajar a Los Ángeles para participar en una gala de apoyo al colectivo de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT), a la que acudirán 700 personas.
¿Cuáles son los riesgos electorales?
Pese a que la opinión pública estadounidense apoya cada vez más el matrimonio entre personas del mismo sexo, los riesgos electorales que ha asumido Obama al expresar su postura siguen siendo muchos. Una gran parte del rechazo se concentra en estados clave, en los que el presidente deberá obtener buenos resultados si quiere volver a ocupar la Casa Blanca: Florida, Ohio, Colorado, Virginia y, especialmente, Carolina del Norte, donde Obama ganó por una escasa ventaja (apenas 14.000 votos) en las pasadas elecciones, y cuyos votantes decidieron este martes en referéndum, por 20 puntos de diferencia, que el matrimonio solo es legal entre un hombre y una mujer.
Otro riesgo posible es la pérdida de voto hispano, una comunidad de tendencia generalmente conservadora en este asunto y que además, según un análisis del Centro de Investigación Pew, está molesta con Obama por no haber cumplido su promesa de realizar una reforma migratoria.
La comunidad negra, otro de los pilares del apoyo demócrata, es también una de las más reacias al reconocimiento del matrimonio homosexual: Solo el 39% de los afroamericanos están a favor, según una encuesta de Pew del pasado abril, y la mayoría de los negros que se oponen lo hacen por motivos religiosos. No obstante, los analistas coinciden en que es poco probable que este colectivo abandone a Obama.
¿Y los posibles beneficios?
El más inmediato es el apoyo total del llamado lobby gay, un grupo de asociaciones y donantes que comenzó a funcionar en Washington en los años ochenta. En tan solo noventa minutos después de que el presidente hiciese público su apoyo al matrimonio homosexual, la campaña electoral de Obama recaudó un millón de dólares, una cifra que precedió al récord de 12 millones de dólares que se esperaba recaudar en la exclusiva cena organizada para el día siguiente por el actor George Clooney en Los Ángeles. A esta cena suelen acudir destacados miembros de la comunidad homosexual, ya que el actor ha defendido en reiteradas ocasiones el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Según datos publicados por el diario The Washington Post, una de cada seis personas que se ocupan de buscar fondos para el virtual candidato demócrata son gays declarados.
Aparte del beneficio económico, la decisión del presidente puede devolverle el voto de muchos jóvenes, un sector de la población que apoya mayoritariamente el matrimonio gay y que fue clave en la victoria de Obama en 2008, pero entre el que el líder demócrata ha ido perdiendo un apoyo considerable desde entonces.
Por otra parte, algunos analistas subrayan que el asunto clave de la campaña electoral no va a ser, en cualquier caso, el matrimonio homosexual, sino el estado de la economía, por lo que el anuncio del presidente no será lo que le haga perder votos. La mayoría de los votantes que rechazan el matrimonio homosexual ya iban a votar en su contra de todos modos. Sin embargo, para algunos electores demócratas que permanecen indecisos, la postura de Obama puede ser uno de los revulsivos que necesitan para volver a confiar en él.
¿Qué ha dicho Mitt Romney?
El republicano Mitt Romney, cuya candidatura presidencial tiene ya prácticamente asegurada, ha reafirmado su oposición no solo al matrimonio, sino también a las uniones civiles entre homosexuales: «Mi punto de vista es que el matrimonio en sí mismo es una relación entre un hombre y una mujer y esa es mi preferencia», dijo Romney en un acto celebrado en Oklahoma, poco después de las declaraciones de Obama. Romney destacó que ha mantenido «el mismo punto de vista» durante toda la contienda por la candidatura republicana.
«No estoy a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo y no soy partidario de las uniones civiles sin son idénticas al matrimonio pero bajo otro nombre», sostuvo Romney asimismo en una entrevista con una televisión local en Denver, una idea sobre la que volvió a insistir este sábado ante los estudiantes de una universidad cristiana de Virginia:
El portavoz sobre Política Exterior de Mitt Romney, Richard Grenell, abiertamente homosexual, presentó su renuncia por «motivos personales», menos de dos semanas después de haber sido contratado para el cargo.
¿En qué estados pueden casarse los homosexuales?
El matrimonio entre personas del mismo sexo en los Estados Unidos no está reconocido por el Gobierno federal, que mantiene vigente la llamada Ley de Defensa del Matrimonio (DOMA, por sus siglas en inglés), sancionada en 1996 bajo la presidencia de Bill Clinton.
A nivel estatal, sin embargo, está reconocido en seis estados, Massachusetts, Connecticut, Iowa, Vermont, New Hampshire, el Distrito de Columbia y Nueva York, y en dos jurisdicciones tribales, las de las tribus Coquille y Suquamish, dentro de los estados de Oregón y Washington, respectivamente. Los estados de Washington y Maryland tienen previsto permitir las uniones este año, a menos que sendos referéndums previstos para el mes de noviembre digan lo contrario. Actualmente, Maryland reconoce los matrimonios realizados en otros estados, pero no puede realizarlos en su territorio.
¿Cuál ha sido el camino hasta aquí?
El movimiento social para obtener los derechos y las responsabilidades del matrimonio en los Estados Unidos para las parejas del mismo sexo comenzó a principios de la década de los setenta, y ocupó un lugar destacado en la política estadounidense durante los años noventa, especialmente tras la aprobación de la mencionada ley DOMA. Durante la primera década del siglo XXI, el apoyo de la opinión pública a la legalización creció considerablemente.
- 1973. La Asociación Americana de Psiquiatría decide, después de un siglo, eliminar de sus documentos oficiales la clasificación de la homosexualidad como dolencia mental tratable.
- 1977. San Francisco elige al primer político abiertamente gay de EE UU, Harvey Milk, quien logró un puesto como miembro de la Junta de Supervisores.
- 1979. Unas 50.000 personas marchan en Washington por los derechos civiles de los homosexuales.
- 1982. El Pentágono aprueba una norma por la que se niega a los homosexuales su ingreso en el ejército.
- 1993. Aprobación de la ley «No preguntes y no te cuento» (‘Don’t Ask, Don’t Tell’) para los militares homoxuales. Gays y lesbianas solo pueden entrar en el ejército si ocultan su homosexualidad. La norma será revocada en 2010.
- 1996. Aprobación de la Ley Federal de Defensa del Matrimonio.
2000. El estado de Vermont es el primero en reconocer las uniones civiles entre homosexuales, aunque no llega a autorizar el matrimonio. - 2003. El Tribunal Supremo dictamina que las leyes que prohíben los matrimonios homosexuales violan la Constitución.
- Febrero de 2004. El Supremo señala que las parejas homosexuales tienen derecho a contraer matrimonio y no sólo a formar «uniones civiles». El alcalde de San Francisco, el demócrata Gavin Newsom, en un desafio a las leyes del estado de California, comienza a expedir licencias de matrimonio para parejas homosexuales. Una pareja de lesbianas -Phyllis Lyon, de 79 años, y Del Martin, de 83- fue la primera en contraer matrimonio. En los días siguientes se celebraron más de 4.000 enlaces de personas del mismo sexo, que luego serían anulados (en julio de 2004) por el Tribunal Supremo de California.
- Mayo de 2004. Massachusetts reconoce el matrimonio homosexual.
- Julio de 2004. El Congreso rechaza una propuesta del presidente George W. Bush a favor de una enmienda a la Constitución para especificar que el matrimonio sea exclusivamente la unión entre un hombre y una mujer. En los meses siguientes, sin embargo, varios estados aprueban enmiendas prohibiendo las uniones homosexuales. Los primeros en hacerlo fueron Missouri y Luisiana, y a ellos se sumaron después Oklahoma, Ohio, Georgia, Kentucky, Misisipi, Michigan, Dakota del Norte, Arkansas, Montana, Utah, Oregón y, más tarde, Kansas.
- Noviembre de 2004. El Supremo valida el derecho de los estados a legalizar el matrimonio homosexual, lo que hacen posteriormente Connecticut (2005), Nueva Jersey (2006), y New Hampshire (2007).
- Abril de 2005. En Oregón, el Tribunal Supremo anula cerca de 3.000 licencias de matrimonio que había emitido el condado de Multnomah en 2004 a parejas homosexuales.
- Septiembre de 2005. El gobernador de California, el republicano Arnold Schwarzenegger veta un proyecto del Congreso de este estado para autorizar los matrimonios homosexuales, lo que supone la paralización de los matrimonios gays hasta mayo de 2008, cuando el Supremo californiano levantó la prohibición. Desde entonces y hasta noviembre de ese año se celebraron alrededor de 18.000 matrimonios homosexuales en California. En 2010, Schwarzenegger se mostrará a favor del matrimonio homosexual.
- Octubre de 2008. En Connecticut, el Tribunal Supremo del estado avala el derecho de las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio. Un mes después, un juez de New Haven autoriza la distribución de licencias de matrimonio entre los homosexuales que lo soliciten.
- Noviembre de 2008. Coincidiendo con las elecciones presidenciales, se celebra un referéndum en el que un 52,5% de los californianos vota a favor de la llamada Proposición 8, una iniciativa de enmienda de la Constitución del Estado para que se defina el matrimonio como un enlace entre un hombre y una mujer. Los estados de Arizona y Florida votan contra el matrimonio gay.
- Abril de 2009. El matrimonio homosexual es autorizado en Iowa (por una resolución de la Corte Suprema) y Vermont (mediante el voto de la asamblea legislativa estatal).
- Mayo de 2009. La Corte Suprema de California da el visto bueno a la polémica Proposición 8, confirmando con ello la prohibición de las bodas entre personas del mismo sexo. Maine aprueba este tipo de uniones, pero el texto es rechazado en un referéndum popular en noviembre de ese mismo año.
- Enero de 2010. Comienzan a celebrarse bodas de personas del mismo sexo en New Hampshire. En marzo, también en Washington D.C.
- Agosto de 2010. La batalla judicial en California vuelve a desencadenarse cuando el juez federal Vaughn Walker sentencia a favor de las bodas homosexuales en este estado, y considera que la Proposición 8 no es compatible con los principios de igualdad y proceso legal.
- Junio de 2011. El Senado de Nueva York aprueba la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo, con lo que este estado se convierte en el sexto de EE UU (y el más poblado) que permite estas uniones.
- Febrero de 2012. Washington (en la costa oeste) sigue los pasos de Nueva York. En Maryland, el gobernador firmó la ley el 1 de marzo de 2012, para su entrada en vigor en enero de 2013. En Nueva Jersey, la Asamblea Legislativa aprueba un proyecto de ley para legalizar el matrimonio gay, que, sin embargo, es vetado días después por el gobernador, Chris Christie.
¿Qué dicen las encuestas?
Según un sondeo reciente de la cadena ABC y el diario The Washington Post, el porcentaje de los que creen que el matrimonio entre homosexuales debería ser legal ha pasado de un 41% en 2004 a un 52% este año. De acuerdo con datos publicados en el diario El Mundo, están a favor los ateos (88%), las mujeres (56%), los jóvenes (66%), los graduados universitarios (57%) y los creyentes no practicantes (67%). En contra, los varones (42%), los protestantes (38%), las personas sin estudios (43%), los republicanos (22%) y los mayores de 55 años (40%).
¿Cuál es la situación del matrimonio homosexual en el mundo?
El matrimonio entre personas del mismo sexo está reconocido legalmente en diez países: Holanda (el primer país que lo reconoció, en 2001), Bélgica (desde 2003), Canadá (2005), España (2005), Sudáfrica (2006), Noruega (2009), Suecia (2009), Portugal (2010), Islandia (2010) y Argentina (2010).
El primer país que sometió la cuestión de las parejas homosexuales a referéndum fue Suiza. La consulta se celebró el 5 de junio de 2005 y supuso la aceptación, con el 58% de los votos a favor, un régimen jurídico que reconoce estas uniones, aunque no les permite la adopción de niños.
Las uniones de personas del mismo sexo, aunque no se denominen matrimonio, están admitidas, según un informe de la Asociación Internacional de Gays y Lesbianas (ILGA) presentado en mayo de 2011, en al menos 32 países (en 10 de ellos como matrimonio) y 30 territorios del mundo. La adopción conjunta de menores por parejas del mismo se reconoce en 13 países (Sudáfrica, Argentina, Brasil, Israel, Andorra, Bélgica, Dinamarca, Islandia, Holanda, Noruega, España, Suecia y Reino Unido); en México D.F. y en territorios de Canadá, EE UU y Australia. Además, la adopción por parte del segundo progenitoren parejas del mismo sexo es legal en Alemania, Finlandia y los estados de Tasmania (Australia) y Alberta (Canadá).
España fue el cuarto país en regular los matrimonios homosexuales, dos días después que Canadá, aunque la ley canadiense entró en vigor más tarde. Impulsada por el Gobierno socialista, la ley española fue aprobada por el Congreso de los Diputados el 30 de junio de 2005 con 187 votos a favor, 147 en contra (PP y Unió) y cuatro abstenciones (CiU). Entró en vigor el 3 de julio de ese año.
Al menos 76 países tienen actualmente leyes que criminalizan la homosexualidad.