La voz metálica y mandona de la vieja cassette en aquellas clases de francés reclama al fin, tantos años después, su auténtico sentido. Écoutez et répétez.
—¿Te quieres creer que llevo tres días acordándome de ti?
Parada del 148, Embajadores, Madrid, 20 de julio de 2006, sobre las diez de la mañana. Una mujer mayor —pelo blanco y camisa de abuela estampada con flores de abuela, pero aún no una anciana— le tiende los brazos a otra mujer como ella en todo menos en las canas, que disimula con mechas. Las dos, con su bolso. La primera avanza luciendo una sonrisa sincera, contagiosa; la segunda mantiene el rostro serio.
Miguel Máiquez, 4/4/2023