Los bancos españoles han reaccionado ante la actual crisis económica y financiera tratando de disminuir sus riesgos todo lo posible, en un contexto generalizado de falta de confianza y malos augurios. Los tiempos de los créditos fáciles y masivos han tocado a su fin, y ahora cada vez se conceden (y se piden) menos préstamos, al tiempo que se endurecen las condiciones para otorgarlos, tanto a las empresas como a los particulares.
El problema, además, traspasa fronteras: según una encuesta del Banco Central Europeo, realizada entre 112 entidades bancarias de la UE, dos de cada tres bancos han endurecido las condiciones de préstamos a las empresas, y cerca del 50%, también a los particulares.
¿Qué está pasando con los créditos? ¿Por qué se están volviendo tan escasos y tan difíciles de conseguir? ¿Existe una bajada real o sólo una «moderación», como sostienen los bancos? ¿Cuál es el origen de esta situación? ¿Qué se está haciendo para solucionarlo? ¿Quiénes son los principales afectados? ¿Qué pasa con el consumo?
Las claves, en 20 preguntas y respuestas.
1. ¿Qué está ocurriendo?
Menos créditos y más duros. Aunque el número total de préstamos en realidad no ha bajado con respecto a años anteriores (entre noviembre de 2007 y el mismo mes de 2008 subió un 6,8%), sí ha crecido a un ritmo muchísimo menor (ha subido menos de la mitad). Las condiciones en que estos créditos se conceden son, además, cada vez más duras.
Los datos. Las entidades financieras que operan en España concedieron 87.074 millones de euros en créditos para la compra de vivienda en 2008, lo que supone un 40% menos que en 2007, según datos del Banco de España. Los créditos de consumo (41.960 millones), cayeron un 23,95 % en el mismo periodo. Y los concedidos para otros fines (56.861 millones) retrocedieron un 13,5%.
Las condiciones. El 80% de las pymes que han pedido préstamos en los últimos tres meses han tenido problemas para obtenerlos, y el 17% de las peticiones han sido rechazadas. Además, se han encarecido los gastos y las comisiones para el 76% de las empresas. El importe medio de las hipotecas ha bajado hasta los 141.725 euros, pero las cuotas mensuales han subido mucho: en el primer trimestre de 2008 estaban ya a 832 euros. El 63% los españoles dedican ya más de la mitad de todos sus ingresos brutos a pagar la hipoteca.
Los tipos de interés. Todo esto está sucediendo a pesar las continuas bajadas del Euribor (el índice de referencia en los préstamos hipotecarios), que el mes pasado marcó su tasa diaria más baja desde septiembre de 2005, y que cerró enero en el 2,6%, tras encadenar cuatro meses consecutivos de descensos. Tampoco parecen estar dando un resultado inmediado los esfuerzos del Banco Central Europeo, que decidió el pasado 16 de enero bajar los tipos básicos de interés en la zona euro en medio punto porcentual, hasta el 2%, el nivel más bajo desde junio de 2003.
2. ¿Dónde está el origen del problema?
La situación actual contrasta con la concesión «excesivamente generosa» de créditos (en palabras del ministro de Economía, Pedro Solbes) que ha imperado en los últimos años, una situación que ha sido a la vez causa y consecuencia del boom inmobiliario en cuyo desplome está uno de los principales orígenes de la crisis actual.
Animados por tipos muy bajos desde el año 2001 y por un despegue de la construcción sin precedentes, los bancos fueron ofreciendo cada vez más créditos y las familias se fueron hipotecando cada vez más, al tiempo que crecía la especulación, y hasta que finalmente la burbuja estalló.
El panorama se ha visto agravado, aunque en España no tanto como en otros países, por la crisis de las hipotecas basura en EE UU, donde muchos bancos se quedaron sin dinero para créditos después de conceder préstamos a clientes poco seguros, resultando afectadas también las entidades europeas que, a su vez, prestaban dinero a las estadounidenses, y derivando todo ello en una falta de confianza generalizada.
3. ¿Ha caído el crédito al mismo ritmo que la economía?
No, ha caído a un ritmo mayor, según los expertos, y eso que la economía española ha entrado ya técnicamente en recesión, al sufrir dos caídas trimestrales consecutivas en 2008, acentuando su deterioro en los tres últimos meses del año con un retroceso del 1%, según el indicador avanzado esta misma semana por el Instituto Nacional de Estadística (se trata de la peor caída del PIB en 15 años).
4. ¿Por qué han cerrado el grifo los bancos?
Porque, en una situación de crisis económica generalizada, los bancos no quieren asumir riesgos y tienen miedo a no poder cobrar los créditos que conceden, con lo que no podrían presentar balances fuertes al final del ejercicio. De hecho, en España, con uno de los endeudamientos familiares mayores de Europa, la morosidad subió en un 273% en 2008 con respecto a 2007.
En el mes de noviembre, la tasa de morosidad, tanto de particulares como de empresas, alcanzó el 3,11%, la cifra más alta en 11 años, según datos del Banco de España (para reducir su número de morosos, el BBVA, por ejemplo, y según informó El País, renegoció en 2008 6.565 millones de euros en créditos concedidos a clientes con problemas, la mayoría de ellos, empresas).
Además, más del 60% de las hipotecas que conceden los bancos se financian en el mercado financiero internacional, un mercado que ha quedado muy dañado por la crisis de las hipotecas basura en EE UU.
No obstante, la mayoría de los grandes bancos se siguen mostrando reticentes a la hora de admitir que están concediendo menos préstamos (prefieren hablar de «moderación» o «ralentización»), aunque empiezan a pasar ya de negarlo a indicar que no les queda otra opción.
El presidente del grupo Santander, Emilio Botín, insiste en que la banca no ha cerrado el grifo crediticio, sino que ha caído la demanda por la crisis, y añade que las entidades harían un «flaco favor» a la economía española si concedieran créditos «de forma irresponsable». En la situación actual, dijo, «es difícil, si no imposible, que el crédito aumente».
5. ¿Han bajado las peticiones de préstamos?
No existen datos oficiales, pero el BBVA, el Santander y Caja Madrid coinciden en que la bajada está en torno a un 22%. El 50% de los banqueros de la UE asegura asimismo que la demanda ha caído.
6. ¿Quiénes son los mayores afectados?
La concesión de créditos se ha desplomado, principalmente, en todos los sectores relacionados con el ladrillo (con el consiguiente parón en la construcción de viviendas nuevas, empresas en quiebra, descenso en la contratación, despidos…).
En cualquier caso, también aquí se trata más de una ralentización que de una bajada real, ya que, con datos del tercer trimestre de 2008, las empresas de la construcción e inmobiliarias obtuvieron un 4% y un 8% más, respectivamente, de créditos.
Además de este sector, el frenazo ha afectado también a los préstamos concedidos al consumo y a las pequeñas y mediadas empresas (pymes).
7. ¿Están perdiendo dinero los bancos?
No. El problema no es que estén perdiendo dinero, sino que temen perderlo, o ganar menos. El año pasado, y pese a la crisis, los cinco grandes bancos españoles (Santander, BBVA, Caja Madrid, Popular y La Caixa) ganaron 17.590 millones de euros. Ello supone un 19,3% menos que en 2007, pero sigue siendo 48 millones al día, lo mismo que ganaban en 2006, cuando aún no había crisis.
8. ¿Qué dice el presidente del Gobierno?
José Luis Rodríguez Zapatero ha declarado que en los últimos años «se han cometido muchos excesos» y que ahora los ciudadanos están pagando «la codicia ilimitada» y la «especulación irresponsable» en la que incurrieron aquellos que se aprovecharon de unos mercados financieros «mal regulados».
Zapatero se ha reunido ya tres veces con los representantes de los grandes bancos, a quienes ha pedido un «esfuerzo adicional» en la concesión de créditos y que faciliten a los desempleados la moratoria en el pago de sus hipotecas. Pero también ha reconocido que no puede pedir a la banca que dé «créditos sin más», porque ahora «tienen mucha más dificultad para obtener recursos».
9. ¿Qué dicen sus ministros?
El vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, aseguró que el mercado crediticio «está mejor que hace seis meses», y entiende como «algo normal» la actitud más restrictiva de los bancos: «No es el momento de reprobarles por un comportamiento precavido».
Su actitud contrasta con la de su compañero en el Gobierno, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, quien dijo que al Ejecutivo «se le está acabando la paciencia con los bancos», y que actuará «en consecuencia» si las empresas y las familias no reciben financiación.
Por su parte, la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, ha pedido a los bancos que «miren con cariño a las familias» cuando pidan una hipoteca, ya que, en su mayoría, «son plenamente solventes».
10. ¿Qué ha hecho el Gobierno?
Aparte de pedir un esfuerzo a los bancos, el Ejecutivo se ha comprometido a reforzar, flexibilizar y ampliar las líneas del Instituto de Crédito Oficial (ICO) a las empresas, a cambio de que las entidades financieras den más publicidad e impulso a este tipo de créditos.
En este sentido, los bancos recibirán más comisiones cuando faciliten créditos mediante el ICO. Zapatero señaló que el Gobierno ha establecido la mayor movilización de recursos financieros de la historia, a través del ICO, con cerca de 30.000 millones de euros.
A diferencia de las políticas llevadas a cabo en otros países para hacer frente a la crisis, consistentes en inyectar capital directamente a las entidades financieras, o en avalar créditos con la garantía del Estado, el Gobierno español ha optado por primar el crédito en las subastas que realiza el Tesoro para la compra de activos a la banca.
De este modo, el Fondo de Adquisición de Activos Financieros ha realizado ya cuatro operaciones de compra de activos (según Zapatero, «de máxima calidad») por un importe superior a los 19.000 millones de euros, al tiempo que se ha concedido la autorización a 53 entidades de crédito para utilizar, previo pago de la prima correspondiente, la garantía del Estado en las emisiones de deuda que lleven a cabo durante 2009.
Zapatero consideró que «todo apunta» a que la nueva línea ICO-Liquidez, destinada a financiar el capital circulante de las pymes, «tendrá tanta aceptación» que agotará, en pocas semanas, su dotación (10.000 millones de euros).
11. Y el Banco de España, ¿qué opina?
Su gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, dijo que no descarta una intervención del Estado en alguna entidad financiera española, aunque considera que por el momento «no es una cuestión necesaria».
Ordóñez reconoció que la caída del consumo ha hecho bajar la demanda de préstamos («si se compran menos coches se piden menos créditos», señaló), y aseguró comprender la «actitud más cuidadosa» de bancos y cajas a la hora de ofrecer financiación.
12. ¿Por qué no usan las ayudas para dar más crédito?
Una posible razón es que la ayuda pública que están recibiendo las entidades financieras no depende directamente de que aumenten la concesión de préstamos, y los bancos prefieren utilizarla para cuadrar mejor sus balances o para realizar inversiones de poco riesgo.
13. ¿Mejorará la cosa en un futuro próximo?
Todo parece indicar que no, al menos en los próximos meses. Durante la burbuja inmobiliaria, los bancos tuvieron que recurrir al ahorro de otros países europeos para poder dar respuesta a la demanda de préstamos de los españoles, y ahora, además de que ese dinero hay que devolverlo, sólo cuentan con el ahorro nacional, debido a la crisis financiera internacional.
Algunos expertos calculan que a lo largo de este año el crédito puede llegar a disminuir hasta un 5%.
14. ¿Pueden contener el crédito indefinidamente?
Teóricamente, no, ya que se corre el riesgo de provocar un colapso económico general, cuyas consecuencias serían miles de préstamos sin pagar y situaciones de quiebra.
15. ¿Tienen algún modo de reducir riesgos?
Sí, de hecho, y según informó El Economista, los bancos estarían optando ya por ejecutar los créditos concedidos a promotoras de difícil cobro mediante el pago en inmuebles, con el fin de alargar así los plazos de riesgo y salvaguardar sus balances. En 2008, ocho entidades bancarias españolas asumieron activos inmobiliarios por más de 7.800 millones de euros.
16. ¿Qué medidas han adoptado otros países?
El gobierno británico ha ofrecido avales al 50% de los créditos con garantía estatal. El Estado asumirá el riesgo de las pérdidas de los llamados activos tóxicos, que se estiman en miles de millones de euros. El Tesoro británico negociará con cada entidad el valor de estos activos.
En Francia se podrá acudir a un intermediario especial de crédito para que compruebe si el rechazo de un préstamo por parte de un banco está justificado.
17. ¿Qué son los «activos tóxicos»?
Son las hipotecas concedidas sobre propiedades sobrevaloradas (un caso generalizado en España en los últimos años) o con escasas garantías de cobro (como las de la crisis de las hipotecas basura, o subprime, en EE UU).
Para la banca, una hipoteca es un activo hasta que se impaga, pero, en este caso, el activo se ha convertido en un lastre.
18. ¿Ha tomado la UE cartas en el asunto?
A propuesta del presidente francés, Nicolas Sarkozy, hay convocada una cumbre para finales de este mes, con el objetivo de impulsar el saneamiento de la banca.
Tanto Sarkozy como la canciller alemana, Angela Merkel, consideran que es necesario que los Estados adopten medidas para que el crédito vuelva a fluir, aunque admiten que, aunque basadas en unos principios comunes, estás medidas serán distintas para cada país miembro, o incluso para cada banco.
19. ¿Qué son los «bancos malos»?
La Unión Europea está estudiando la posibilidad de crear «bancos malos» que se queden con los activos tóxicos de todas las entidades financieras para sanearlas. Los Estados que optasen por esta opción depositarían en estas entidades «malas» los activos que contaminan a la banca, y los bancos, libres ya de este peso, podrían reanudar su actividad con normalidad y volver a conceder más créditos.
La medida permitió a Suecia salir de una crisis similar en los años noventa, pero presenta varios interrogantes, entre ellos, si se crearía un «banco malo» para cada entidad afectada, o tan sólo uno para el conjunto de la banca.
También habría que tener en cuenta el precio al que el Estado compraría los activos tóxicos a las entidades afectadas, ya que, si es demasiado barato, el banco podría quedarse sin capital).
El ministro de Economía, Pedro Solbes, ha descartado esta iniciativa en España, y ha pedido que si algunos países de la UE optan finalmente por ella, se garantice la igualdad de trato y no se den ventajas indebidas a los bancos que estén en peor situación.
20. ¿Por qué nos piden que consumamos más?
A finales del pasado mes de enero, el presidente del Gobierno hizo un llamamiento a los ciudadanos que conservan un empleo estable para que «sigan consumiendo» y ayuden así a reactivar la economía, de modo que «el temor no produzca más daño en el conjunto de la sociedad».
La principal razón de la reducción de los créditos se encuentra en la crisis económica y financiera, un problema real, pero también en la psicosis generada y en la falta de confianza en la economía, derivada a su vez del llamado «efecto bola de nieve».
Como en una pescadilla que se muerde la cola, los bancos no dan créditos a los ciudadanos y las empresas porque no confían en su solvencia, y los ciudadanos y las empresas no son solventes porque, entre otras cosas, al no obtener préstamos, consumen menos o reducen su actividad, y la economía no se recupera, lo que supone salarios bajos, vida más cara, más paro…
El problema es especialmente importante en un sistema financiero que se fundamenta no tanto en el dinero real existente como en las deudas de los consumidores, principalmente, con los bancos, y en sus necesidades (reales o no) de consumo.
En un reciente artículo publicado en el diario Sur, el catedrático de Hacienda Pública de la Universidad de Málaga José M. Domínguez recoge la siguiente cita del Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva Federal de EE UU: «Si las personas se retiran de la vida económica diaria se produce un efecto de bola de nieve. Es la psicología la que lleva al pánico y a las recesiones».