Tranquilo, con el gesto serio y contenido, y acompañado por su esposa Michelle y por sus dos hijas, el recién electo primer presidente negro de los Estados Unidos, Barack Obama, compareció ante la multitud que le aclamaba en el Parque Grant de Chicago al filo de las seis de la mañana (hora española).
«Si alguien duda aún de que en América todo es posible, de que se pueden conseguir los sueños de nuestros padres, si alguien duda aún del poder de la democracia, aquí tienen la respuesta», dijo Obama, continuamente interrumpido por los aplausos. «Hemos tardado mucho en llegar hasta aquí, pero esta noche, el cambio ha llegado», afirmó.
«La victoria es vuestra, de la gente», aseguró, dirigiéndose a todos los ciudadanos y, en especial, a todos los que han colaborado en su campaña electoral.
McCain, «un gran líder»
Obama comenzó su discurso alabando a su rival, el candidato demócrata John McCain, de quien dijo que «ha sacrificado por América mucho más de lo que podemos imaginar», y gracias al cual «América es un lugar mejor». «Es un gran líder», dijo, «y le felicito». También felicitó a Sarah Palin, la candidata republicana a la vicepresidencia.
El nuevo presidente electo tuvo a continuación palabras de agradecimiento al que será su vicepresidente, Joe Biden («mi compañero de viaje»), y afirmó después que «no estaría aquí sin el apoyo de mi mejor amiga, mi gran amor, mi esposa Michelle». A continuación se dirigió a sus hijas: «Os quiero, os quiero mucho», dijo.
También recordó a su abuela materna, que ayudó a criarlo cuando era niño, y que falleció de cáncer este lunes, en vísperas de las elecciones.
«La peor crisis»
Obama, que prometió ser el presidente tanto de los que le han votado como de los que no lo han hecho, tuvo asimismo palabras para las tropas estadounidenses en Afganistán e Irak. Con respecto a estas dos guerras, afirmó: «Habrá algún revés y vuelta a empezar, pero siempre seremos honestos con los desafíos a los que nos enfrentamos».
Pasó después a hablar del difícil momento económico que atraviesa el país, que calificó como «la peor crisis financiera del siglo», y expresó su confianza en que «juntos podremos superarlo». «No voy a olvidar a las familias que tienen problemas para pagar sus facturas», destacó.
Obama concluyó su discurso con el que ha sido el lema de toda su campaña: «Yes, we can» (sí, podemos).