Más de 4.000 muertos en lo que va de año, decenas de asesinados casi cada día, cadáveres decapitados, sin piel en los rostros, torturados, amontonados en solares frente a colegios, horriblemente mutilados…
En España o en cualquiera de los países de nuestro entorno semejante situación de violencia resultaría inconcebible. Pero en México, un país que no está oficialmente en guerra con nadie, que recibe cada año más de 21 millones de turistas, y que tampoco es precisamente una nación del Tercer Mundo (tiene el decimotercer PIB del planeta y ocupa el puesto 52 en el ranking de desarrollo de la ONU, dentro aún de la franja de «desarrollo alto», donde también está España), la violencia extrema se ha convertido en el pan nuestro de cada día.
El crimen, especialmente el crimen organizado, y particularmente el crimen provocado por los cárteles del narcotráfico, lleva cobrándose vidas en México desde hace décadas. La situación, sin embargo, se ha desbocado en los últimos meses: De los mencionados 4.000 asesinados en 2008, más de 1.000 han muerto sólo en los meses de septiembre y lo que llevamos de octubre.
Las guerras entre cárteles, las venganzas, los secuestros y la corrupción del sistema policial han hecho la situación prácticamente insostenible, por más que, al mismo tiempo, se sucedan las detenciones y los golpes al narcotráfico.
Éstas son, en 20 preguntas y respuestas, las claves para entender qué está pasando.
1. ¿Por qué hay tanto narcotráfico en México?
México es el proveedor más grande de marihuana y la segunda mayor fuente de heroína en el mercado estadounidense. Entre el 60 y el 70% de las metanfetaminas que se venden en EE UU se producen en México, y muchos laboratorios que operan al norte de la frontera, sobre todo en California, están controlados por mexicanos.
En 2003, los traficantes mexicanos eran ya responsables del 77% de la cocaína que ingresaba en EE UU, una cifra que al año siguiente había subido hasta el 92%, según datos de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA).
Por su situación geográfica, México hace de puente para toda la droga procedente de Sudamérica (principalmente de Colombia, pero también de Bolivia, Ecuador y Perú) con destino a EE UU. Y se trata de un negocio ilegal que mueve más de 65.000 millones de dólares al año.
Los cárteles de droga mexicanos tienen lazos con los traficantes de drogas colombianos (el cártel de Cali, el de Medellín) y con el crimen organizado internacional.
Otro factor importante es el hecho de que, según los organismos encargados de la lucha contra la droga en EE UU, tanto una buena parte de la Administración mexicana como de las élites y, sobre todo, de la policía de este país, estén involucrados con el mundo del narcotráfico,
México sufre una de las tramas de corrupción y de delincuencia organizada más duraderas y enquistadas del mundo.
2. ¿Cómo nacieron los cárteles mexicanos?
El origen se encuentra en los años ochenta, tras la ofensiva estadounidense contra el negocio de la droga en el Caribe, que dejó a México como principal puente de entrada del narcotráfico procedente de Sudamérica hacia EE UU.
Para evitar lavados de dinero, los cárteles colombianos empezaron a pagar a las bandas mexicanas con droga, en lugar de en efectivo, y éstas empezaron a crear su propio mercado. Más adelante, los colombianos, acosados por EE UU, se fueron concentrando más en la producción que en la distribución, una parte del negocio que fue derivando a manos mexicanas.
3. ¿Cuáles son los principales cárteles?
El número de cárteles que operan en México varía según las fuentes. La DEA cifra en 30 las grandes organizaciones criminales mexicanas que están a cargo del tráfico de drogas. El Gobierno suele hablar de siete grandes cárteles: el de Juárez (creado por Carrillo Fuentes), el del Golfo (controlado por Osiel Cárdenas), el de Tijuana (Arellano Félix), el de Colima (Amézcua Contreras), el de Sinaloa-Pacífico (Guzmán Loera), el Milenio (Valencia) y el de Oaxaca (Díaz Parada).
Los cuatro mayores son el del Golfo, el de Sinaloa-Pacífico, el de Tijuana y el de Juárez:
- El cártel del Golfo. Lo fundó en los años cuarenta Juan Nepomuceno Guerra, y estuvo bajo el liderazgo de Juan García Abrego hasta 1996, año en el que, tras una lucha por el poder, le sucedió Osiel Cárdenas Guillén. Cárdenas fue detenido en 2003 pero continuó dirigiendo el cártel desde prisión hasta que le extraditaron a EE UU en 2007. Este cártel cuenta con el grupo de sicarios más peligrosos, «Los Zetas», nacido en los años noventa. El ex presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari y varios congresistas fueron relacionados con casos de corrupción vinculados a este cártel. Opera alrededor del Golfo de México y en algunos estados centrales.
- El cártel de Sinaloa-Pacífico. En 1989 fue capturado el jefe del gran cártel de Guadalajara, Miguel Ángel Félix Gallardo, y este grupo se dividió en dos cárteles diferentes, el de Tijuana, controlado por Ramón Arellano Félix, y el de Sinaloa, dirigido por Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo, que fue detenido pero se fugó de la cárcel en 2001. El cartel de Sinaloa controla la heroína procedente de Asia, la cocaína de Colombia y la marihuana mexicana, mantiene su área de influencia en 17 estados. Mantienen una guerra feroz con los jefes de los cárteles de Arellano Félix. Entre sus víctimas se encuentra el cardenal Juan Jesús Posadas. Opera en un total de 17 estados, en toda la costa del Océano Pacífico.
- El cártel de Tijuana. Conocido también como cártel de Arellano-Félix, es uno de los más violentos en la actualidad. Su líder, Ramón Arellano Félix, murió en un enfrentamiento armado con la policía en febrero del 2002, y desde entonces el cártel está bajo el mando de sus hermanos, tres de los cuales han sido ya detenidos. El cártel de Tijuana coopera en ocasiones con el del Golfo, y es responsable de cientos de homicidios. Opera en Baja California, en torno a la ciudad de Tijuana.
- El cártel de Juárez. Fue creado por Amado Carrillo Fuentes, alias El Señor de los Cielos (transportaba la cocaína en una flota completa de aviones Boeing 727). A Carrillo se le considera el auténtico ‘padre’ del narcotráfico en México. Consolidó el llamado «triángulo de oro» (Sonora-Chihuahua-Durango) y llegó a tener más de 25.000 millones de dólares, lo que le convirtió en el hombre más rico de México. Bajo su mando, el cártel de Juárez ganaba 200 millones de dólares cada semana (tras la muerte de Pablo Escobar en Colombia, el Carrillo pasó a ser el principal proveedor de cocaína). Tras su muerte el cártel quedó bajo la dirección de un consejo. Opera principalmente en Ciudad Juárez y en Chihuahua.
4. ¿Cómo funcionan?
Los cárteles mexicanos son, junto con los de Colombia (a los que están reemplazando desde hace años en el mercado estadounidense de la droga) los más poderosos del mundo.
En las zonas donde operan, los narcotraficantes impulsan, a su modo, la economía local, y ejercen un control absoluto sobre la población, entre la que suscitan una mezcla de terror, con amenazas, asesinatos y sobornos, y admiración por el nivel de vida de que disfrutan.
Claramente identificables (viajando en sus todoterrenos a prueba de bala), controlan cada movimiento que se realiza en sus zonas de influencia, toman fotografías de cada persona que llega o se va.
La mayoría de los cárteles están dirigidos por ex potentados agrícolas o ex policías procedentes de las zonas, como Sinaloa o el Pacífico, donde florecieron los cultivos de droga durante la prohibición de los años veinte y treinta en EE UU.
Los narcotraficantes cuentan con la complicidad de muchos policías corruptos, y con la impunidad que supone el hecho de que el 85% de las denuncias presentadas contra ellos quede sin resolver.
5. ¿Quiénes son sus víctimas?
Principalmente, miembros de cárteles enemigos, pero también cualquiera que se les oponga, desde agricultores a empresarios y políticos, pasando por militares (la semana pasada aparecieron degollados 13 miembros del Ejército en la zona de León) o periodistas (desde el año 2000, Reporteros sin Fronteras ha contabilizado medio centenar de asesinatos y una decena de desapariciones de periodistas en México. Más de la mitad estaban investigando casos ligados al narcotráfico).
6. ¿Cómo son los asesinatos?
Muy crueles y pensados para que sean expuestos como ejemplo público, ya sea como amenaza, como demostración de poder o como cumplimiento de una venganza o un castigo.
Algunos ejemplos:
En Tijuana fueron asesinadas 50 personas sólo en la primera semana de octubre. Dos de los cadáveres estaban en plena vía pública. Uno tenía la cabeza sobre las piernas; el otro, a un lado. Otros cuerpos aparecieron amordazados y maniatados, desnudos o sin parte de su ropa, con la cabeza cubierta con una bolsa de plástico y con un disparo. Algunos presentaban amputaciones de dedos y lengua.
En Chihuahua, cuatro personas fueron decapitadas y sus cabezas fueron entregadas por un servicio de paquetería en una comandancia de la Policía.
Un ganadero de Sinaloa fue asesinado de seis balazos en la cama de un hospital de León, Guanajuato, donde convalecía de un atentado que había sufrido en su casa.
En mayo, Edgar Guzmán, de 22 años, e hijo de El Chapo, líder del cártel de Sinaloa, fue asesinado en el aparcamiento de un centro comercial de su natal Culiacán. Le dispararon más de 500 balas.
7. ¿Cuándo comenzaron las guerras entre cárteles?
Las luchas más importantes comenzaron en 1989, tras la detención de Miguel Ángel Félix, que controlaba la práctica totalidad del negocio de la cocaína en México. La violencia cesó un poco a finales de los noventa, pero volvió a empeorar de forma progresiva desde el año 2000.
Hasta ahora, los peores años habían sido 2005, por las luchas entre los cárteles del Golfo y Sinaloa, y 2006, cuando cerca de 500 personas fueron asesinadas en disputas por el control del territorio de Michoacán.
8. ¿Por qué hay tantas muertes ahora?
Por un lado, los cárteles están respondiendo con mucha violencia al acoso al que les está sometiendo el Gobierno de Felipe Calderón, un acoso basado en dos ejes principales: la lucha contra la corrupción policial y la utilización del ejército en la guerra contra el narcotráfico.
Por otra parte, los cárteles han pasado de centrarse en las rutas de distribución de droga hacia Estados Unidos a preocuparse, sobre todo, por el control de territorios en el mismo México, lo que ha desencadenado feroces guerras entre ellos.
9. ¿Por qué están luchando por los territorios?
Al haber descendido el volumen del comercio de droga hacia EE UU, las organizaciones criminales están mirando más hacia el mercado interior. No les interesa tanto el abrir nuevas rutas hacia el norte como controlar los distintos Estados en los que operan, desde las ciudades más grandes hasta las aldeas.
10. ¿Por qué ha descendido el tráfico hacia EE UU?
El descenso se debe, principalmente, a dos razones: la demanda de cocaína en Estados Unidos está bajando, y los controles en la frontera son cada vez más difíciles de sortear.
11. ¿Qué otras consecuencias tiene este cambio?
Aparte de las guerras entre cárteles y la fragmentación de éstos, el menor comercio con EE UU significa que grandes cantidades de cocaína se están quedando en México, y a esta droga hay que darle salida. Para ello, los cárteles están bajando los precios y cada vez es mayor el número de mexicanos, sobre todo jóvenes, que se están enganchando.
12. ¿Qué cárteles están en guerra ahora?
Los cárteles del norte se encuentran sumidos desde hace meses en una despiadada lucha, tanto por el control de territorios como por el poder.
La jefatura del cártel de los hermanos Arellano Félix, en Tijuana, está siendo disputada por uno de los sicarios (El Teo), quien rechaza como jefe al histórico al capo Sánchez Arellano, alias El Ingeniero. Pese a que han sido detenidos varios de sus miembros, la familia Arellano Félix se niega a abandonar el control del grupo.
Los sicarios disidentes de este cártel estarían siendo apoyados por el poderoso cártel del Golfo, enemigo acérrimo, a su vez, del de Sinaloa-Pacífico, con el que lucha a sangre y fuego por el control de varios territorios para la venta de droga en el mercado local y las rutas hacia Estados Unidos.
Por otro lado, en Chihuahua (el estado donde se están produciendo más muertes), los cárteles de Juárez y el Golfo luchan también por el control de las rutas de cocaína hacia Estados Unidos.
13. ¿Dónde están ocurriendo la mayoría de los crímenes?
En la parte norte del país (el noroeste, sobre todo), la más cercana a la frontera con EE UU. Son las zonas controladas por los principales cárteles de la droga, y los lugares desde donde se practican la mayoría de los negocios relacionados con la introducción de droga en EE UU.
Tras las oleadas de violencia que en años anteriores sacudieron estados como Michoacán o Guerrero, los principales Estados afectados ahora son la Baja California (325 muertes desde enero de 2008, 157 de ellas desde el pasado 2 de septiembre), Chihuahua (más de 1.600 asesinados este año, 422 desde septiembre), Sinaloa (695 muertos en 2008, 139 en los últimos dos meses), Durango (209 muertos este año, 44 desde septiembre) y, en el centro del país, el Estado de México (118 asesinados en 2008, 54 desde septiembre).
14. ¿Cuáles han sido las últimas matanzas?
- Trece militares degollados en el estado de Nuevo León esta semana.
- 21 muertos en una cárcel de Tamaulipas, también esta semana, y otros 20 en una prisión de Tijuana, el 18 de septiembre.
- 11 asesinados en un bar de Chihuahua el pasado día 10, y otros 50 en Tijuana la semana anterior.
- 24 cadáveres encontrados en un bosque cerca de Ciudad de México, el 13 de septiembre.
- Una decena de decapitados en el Estado de Yucatán, en agosto.
- Dos mujeres, dos niñas y tres policías asesinados en el Estado de Guerrero, también en agosto.
15. ¿Qué está haciendo el Gobierno?
El Presidente de México, Felipe Calderón, ha hecho de la lucha contra el narcotráfico uno de los ejes de su política. En una operación sin precedentes, desplegó a más de 30.000 efectivos del ejército y la policía federal, lo que, a su vez, ha provocado una respuesta violenta de los cárteles, que han asesinado a cientos de policías y soldados.
Otra de las armas del Gobierno son los procesos de extradición. En el último año y medio México ha extraditado a EE UU a más de 120 delincuentes.
16. ¿Cuáles han sido los últimos golpes comtra el narcotráfico?
Esta misma semana, las autoridades han asestados dos duros golpes al narcotráfico en México.
El lunes, la policía detuvo en la capital a 15 presuntos miembros del cártel colombiano de Cali mientras celebraban una fiesta. Entre los detenidos se encontraba uno de los presuntos cabecillas de este cártel, el colombiano Teodoro Mauricio Fino Restrepo, alias El Gaviota, que comandaba el tráfico de cocaína hacia México por vía marítima.
Dos días después caía Jesús Zambada García, alias Rey Zambada, considerado uno de los cabecillas del cartel del Pacifico, junto con otros 15 sospechosos de estar implicados en esta organización.
Zambada, de 47 años, es uno de los principales narcotraficantes de México y socio de El Chapo Guzmán, líder del mencionado cártel. Se ocupaba de la actividad criminal del cartel en el Valle de México y de la importación de cocaína.
El pasado día 8, en otra gran operación, fueron detenidos otros 14 presuntos miembros de este mismo cártel.
En todo 2007 fueron detenidas 15.000 personas y una veintena de capos.
17. ¿Qué ocurre en las cárceles?
Los jefes del narcotráfico encarcelados continúan manejando los hilos de sus negocios desde las prisiones, y llevan hasta los penales las guerras que se libran fuera, al tiempo que controlan a su antojo a un buen número de funcionarios y policías (en enero de 2001, el jefe del cártel de Sinaloa y uno de los narcotraficantes más importantes de México, se fugó sin problemas de una prisión de máxima seguridad).
Esta situación, unida a la masificación que padecen muchas cárceles mexicanas, hace de las prisiones auténticos polvorines donde estalla la violencia.
A principios de esta semana murieron 21 reos en el centro penitenciario del Estado de Tamaulipas, apenas un mes después del asesinato de otra veintena de presos en una cárcel de Tijuana.
18. ¿Cómo viven los grandes narcos?
A todo tren. La mayoría poseen grandes fortunas y lujosas mansiones y vehículos. Su poder es incontestable.
En la redada realizada por la policía esta semana en la mansión donde miembros asociados al cártel de Cali celebraban una fiesta, la policía encontró un pequeño zoológico con tigres y panteras, una sala usada como local de stripstease, una casa de tres plantas construida enteramente con madera labrada y vidrio, 14 coches de alta gama…
La mansión permanecía oculta a la vista de los vecinos por dos hileras de árboles, y a ella se accedía a través de una gran puerta de piedra esculpida con forma de animales y custodiada por un vigilante.
19. ¿Cómo responde la sociedad?
Bajo el lema «Iluminemos México», el pasado 31 de agosto decenas de miles de mexicanos se manifestaron durante más de tres horas en Ciudad de México contra la violencia del crimen organizado. Muchos vestían ropas blancas y portaban velas, al tiempo que gritaban consignas como «Ya basta», «Queremos paz y seguridad» o «México unido jamás será vencido».
Era la tercera gran marcha en 11 años, todas con la misma exigencia. La primera fue en 1997 y la segunda, a la que asistió un cuarto de millón de personas, en 2004.
Según una encuesta realizada este año por la BBC, el narcotráfico es el segundo mayor problema del país, después de la corrupción, para los mexicanos.
El 68% aprueba las medidas militares emprendidas por el Gobierno y el 58% cree que la guerra contra las drogas puede ser ganada, a pesar de lo cual el 80% considera que es necesario encontrar otras alternativas para ganar esta lucha.
Para el 62%, el crecimiento de los cárteles tiene su origen en problemas sociales como el paro o el estado actual de la economía. El 22% dijo conocer directamente a alguien que estuvo o está vinculado al negocio del narcotráfico, y el 9% asegura haber sido afectado directamente por la violencia vinculada al narcotráfico.
Por otro lado, el 80% de los encuestados considera que la cultura de las pandillas narcotraficantes está siendo cada vez más exaltada en México, y el 81% opina que el narcotráfico está penetrando distintos aspectos de la cultura del país.
20. ¿Qué es la narcocultura?
Centrada sobre todo en la música (los llamados narcocorridos) y el cine, en torno al narcotráfico ha crecido toda una cultura en la que, a medio camino entre el drama y la autojustificación, se cantan y a veces hasta se glorifican las «gestas» de los narcos, a modo de nuevos héroes de la sociedad: la forma en cómo lograron hacerse sitio partiendo de la pobreza más absoluta, los principales eventos, sus amores y odios, el mundo de la droga y la violencia…
Los protagonistas de esta cultura también son víctimas de la violencia. Entre 2006 y 2007 fueron asesinados en México nueve músicos del narcocorridos, la mayoría por deudas con los narcotraficantes o por ensalzar las virtudes de grupos rivales.
Los principales exponentes del narcocorrido son Los Tigres del Norte, grupo fundado en 1968.
El mercado de canciones y películas sobre narcotraficantes está prohibido, tanto en emisoras de radio como en salas de exhibición, pero proliferan los discos piratas y las películas en DVD.