La empresa Coca-Cola Iberian Partners, la embotelladora para España, Portugal y Andorra de la multinacional de bebidas más famosa del mundo, anunció el pasado día 23 su intención de despedir a 750 empleados y recolocar a 500. En total serán unos 1.250 los trabajadores afectados por un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que llega apenas un año después de que las siete empresas españolas que envasaban el producto se integraran en una única sociedad, y cuando la compañía acaba de celebrar el 50 aniversario de su aterrizaje en España.
La noticia ha caído como una bomba entre los empleados, pero muchos de ellos ya se temían lo peor desde que el grupo de empresas que formaban Iberian Partners decidió constituirse en una gran sociedad. La fusión, que se estuvo fraguando durante todo 2012 y culminó en 2013, supuso una gran reestructuración que redujo el número de plantas y de oficinas y que parece afectar también ahora al número de trabajadores.
Estas son las claves de Coca-Cola en España y del momento que atraviesa una compañía cuya trayectoria ha estado marcada por el éxito a lo largo de medio siglo.
Cuatro plantas y 750 trabajadores menos
El primer aviso llegó en diciembre, cuando la embotelladora única de Coca-Cola en España, Iberian Partners, anunció su intención de cambiar su organización y reestructurar la firma tras el proceso de fusión de las siete empresas de envasado que formaban anteriormente el grupo (Casbega, Colebega, Cobega, Rendelsur, Begano, Norbega y Asturbega). Los representantes de los trabajadores se quejaron entonces de falta de concreción en los planes, y expresaron su temor a que se produjeran despidos masivos.
La concreción ha llegado ahora, en forma de un ERE «por causas organizativas y productivas», que afectará a unos 1.250 empleados, 500 de los cuales serán recolocados internamente, y de la decisión de cerrar cuatro de las once plantas que tiene la compañía, las ubicadas en Alicante, Colloto (Asturias), Palma de Mallorca y Fuenlabrada (Madrid).
La embotelladora ha anunciado asimismo cambios en la organización comercial, con el objetivo de hacerla «más eficiente»: Madrid, Barcelona y Sevilla centrarán a partir de ahora los servicios de atención al cliente, y las áreas de soporte de las diferentes filiales (financiera, compras, recursos humanos, desarrollo corporativo, comunicación, legal y auditoría interna) quedarán integradas en Madrid, sede social de la compañía.
Este «nuevo ámbito productivo» se configurará en torno a lo que la empresa denomina un «mapa circular», basado en una «racionalización de las plantas del norte de España», con Galdakao y A Coruña como pilares, cada una en un extremo de la franja cantábrica. El arco mediterráneo estará formado por los centros de Barcelona y Valencia, y en el sur quedarán las instalaciones de Málaga y Sevilla. Ambas, junto a las de Tenerife, tendrán más producción y plantilla, según fuentes de Iberian Partners.
La empresa da trabajo actualmente a unos 4.200 trabajadores en España, por lo que el ajuste acordado afectará a aproximadamente el 30% de la plantilla. Iberian Partners ha expresado su intención de articular prejubilaciones para casi la mitad de los 750 despidos previstos.
Centro por centro
El ERE presentado por Iberian Partners afectará a 404 de los 749 puestos de trabajo fijos que la empresa tiene en Madrid, y que suponen una tercera parte del total que recoge el expediente. Tras Madrid, entre los centros de trabajo más dañados se sitúa Alicante, donde, según la propuesta de la empresa, el número de afectados asciende a 111, de las 153 personas que componen la plantilla. En Palma de Mallorca serán 64 trabajadores de un total de 138 personas, y en la planta de Asturias, 87 de 102 trabajadores. En A Coruña serán 71 los trabajadores afectados, y en Valencia, 87.
«Lógica empresarial»
El presidente de Coca-Cola en España, Marcos de Quinto, ha mostrado su apoyo a la decisión de Iberian Partners, a través de su cuenta de Twitter. En su mensaje, el máximo responsable de la multinacional en España señala: «El ERE de Iberian Partners resulta de la fusión de 8 empresas españolas. Apoyamos su lógica empresarial aunque nos duela su impacto laboral».
«Habrá conflicto y será duro»
Los sindicatos ya han advertido de que «habrá conflicto y será duro» (CC OO), y están promoviendo paros y concentraciones en las diferentes plantas de la compañía en el territorio nacional. Representantes del Comité de Empresa indicaron, en declaraciones recogidas por Europa Press, que la situación que plantea la empresa con el ERE es «ilógica», ya que, «mientras que en Madrid el 28 de febrero se cerrará toda la planta industrial productiva, en otras regiones como Cataluña hay solo un afectado». Denuncian asimismo que tras la decisión hay, por un lado, un «interés económico con el que se pretende erradicar los salarios aceptables» y, por otro, un «interés político, ya que no hay una equidad en la reestructuración».
El pasado viernes, los sindicatos convocaron una huelga indefinida en la planta de Fuenlabrada a partir de este lunes, y el sábado se sumaron a esta iniciativa los empleados de la planta de Alicante, aunque en este caso el paro está convocado para el 3 de febrero.
Trabajadores de la fábrica de Fuenlabrada se manifestaron este fin de semana frente al estadio Santiago Bernabéu. Por su parte, el alcalde de esta localidad madrileña, Manuel Robles (PSOE) ha culpado del cierre de la planta a «la reforma laboral del PP», que, según dijo, «permite que las empresas hagan Expedientes de Regulación de Empleo con el único objetivo de obtener más beneficio a costa de los trabajadores y de sus familias».
Las cuentas
Según el informe técnico en el que se justifican las medidas adoptadas, los márgenes de Coca-Cola, especialmente en el canal de restauración, han sufrido con dureza el impacto de la crisis económica. En este sentido, los embotelladores de Coca-Cola en España redujeron en un 14% su capacidad productiva entre 2008 y 2013, lo que supuso pasar de generar 332,1 millones de cajas a 285,8 millones, con una mayor incidencia en las compañías Casbega y Colebega, que experimentaron caídas del 24% y del 21,1%, respectivamente.
Aún así, Coca-Cola Iberian Partners (CCIP) ha planteado un ERE pese a ofrecer unos resultados positivos en los últimos meses: entre enero y noviembre del año pasado, el grupo obtuvo un beneficio neto de 60,57 millones de euros y logró una facturación de 4.043,61 millones, con datos agregados de las siete embotelladoras y de CCIP, informa Efe.
Según la cuenta de resultados agregada de enero-noviembre 2013, todas las embotelladoras presentaban resultados positivos, a excepción de dos y del embotellador único, que perdían dinero. Se trata de Asturbega, que perdió 3,33 millones con una cifra de negocio de 59,98 millones, seguida de CCIP, con unos números rojos de 4,04 millones y unas ventas de 1.504 millones; y Norbega, que sufrió 221.000 euros de pérdidas y con unas ventas de 501,66 millones.
De acuerdo con estos datos, de las cuatro plantas que la compañía quiere cerrar (Madrid, Alicante, Palma de Mallorca y Asturias), solo Asturbega (clausura la planta asturiana de Colloto, Siero) presenta números rojos.
Una caso excepcional
El ERE anunciado ha arrojado dudas sobre la capacidad de libre actuación de las embotelladoras españolas, y sobre el papel que The Coca-Cola Company ha podido desempeñar en todo el proceso, pero lo cierto es que la decisión de reestructurar el sistema de la firma fue adoptada por Iberian Partners, la embotelladora oficial de la marca en la Península Ibérica, y «una empresa con capital 100% español».
Desde los años 50, cuando se establecieron las embotelladoras en España (llegó a haber hasta 17 en la década de los 80), el capital de estas empresas ha sido español. A lo largo de los últimos 20 años se habían mantenido siete embotelladoras con once plantas, y cada una contaba con su propio mapa accionarial, aunque, según informa el diario El Comercio, muchos nombres aparecían en más de una.
De hecho, la historia de Coca-Cola en España es, hasta cierto punto, excepcional. Como explicaba Carlos Évalo en El Mundo, con motivo del 50 aniversario de la llegada de la bebida a nuestro país, «la marca ha sido siempre un vehículo de juventud, entusiasmo, deporte, música y Navidad. Hasta ahí, en lo positivo, puede pensarse que el hijo español no era muy diferente al pater de Atlanta. Sin embargo, la diferencia fue la habilidad para evitar los malos tragos. Ni la New Coke –el cambio de sabor que se lanzó en EE UU y parte de Europa– ni el escándalo de la contaminación de unos palés de bebidas en Bélgica ni la agresividad mundial de Pepsi dañaron la situación de Coca-Cola España, cuyas convicciones fueron sólidas en épocas de turbulencias».
Así, cuando The Coca-Cola Company varió su estrategia mundial de franquicias y quiso aplicarla en España, acabó renunciando, debido a la fortaleza que exhibían entonces los embotelladores españoles y, sobre todo, a los espectaculares resultados de ventas: la llamada División Ibérica de Coca-Cola es la segunda en volumen de ventas en Europa (14%), sólo por detrás de Alemania (16%), y la undécima en el mundo. Comercializa 24 marcas y 69 productos, y llega a más de 400.000 clientes. La producción, que en 1953 fue de 200.000 cajas, ronda hoy los 450 millones. En 50 años, Coca-Cola España ha vendido 45.000 millones de litros y la compañía, incluyendo a las empresas embotelladoras, dan empleo directo a más de 6.000 personas.
La fusión
La unión de las siete embotelladoras de Coca-Cola en España, un proceso complicado debido a los intereses de las distintas familias propietarias, se inició en 2011 y culminó el 17 de febrero de 2013, cuando recibió el visto bueno de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC). Actualmente, Coca-Cola Iberian Partners es el único embotellador autorizado por Coca-Cola y constituye la mayor industria del sector agroalimentario del país. La empresa está presidida por Sol Daurella, de la familia propietaria de Cobega. El director general es Víctor Rufart, responsable de la anunciada reorganización.
Uno de los objetivos de esta unión fue, de acuerdo con fuentes de la propia compañía, lograr competir en una posición de mayor fuerza en mercados de embotellado extranjeros, como, por ejemplo, el alemán, uno de los más importantes.
Coca-Cola, de un vistazo
- La gaseosa efervescente conocida como Coca-Cola fue inventada hace 127 años por el farmacéutico estadounidense John Pemberton, quien la patentó como medicina. Posteriormente fue adquirida por el empresario Asa Griggs Candler, cuyas tácticas de marketing acabarían convirtiéndola en una de las bebidas más consumidas del siglo XX. Actualmente, The Coca-Cola Company, con sede central en Atlanta (EE UU), está presente en 206 países, donde se consumen 1.600 millones de bebidas de las marcas propiedad de la compañía. Coca-Cola Light (también conocida como Coke Light o Diet Coke), la versión de Coca-Cola con pocas calorías y sin azúcar, fue introducida en el mercado de Estados Unidos en julio de 1982.
- La historia de Coca-Cola en España se remonta a los años veinte del siglo pasado, cuando esta bebida «medicinal» podía encontrarse ya en regiones como Canarias y Cataluña, gracias a la iniciativa de algunos empresarios españoles. El desembarco oficial, sin embargo, no se produjo hasta 1953, cuando salió al mercado la primera botella fabricada en una planta de producción española (en Barcelona), con máquinas que embotellaban 2.000 envases por hora.
- Refrescos Envasados, la filial española de Coca-Cola, puso en enero de 2013 punto final a las diferencias fiscales que desde hace años mantenía con Hacienda, al ingresar 22 millones de euros en las arcas públicas, después de que una sentencia del Tribunal Supremo diera la razón al fisco sobre la forma en la que la multinacional imputaba a su negocio de latas los gastos de marketing. La clave se encuentra en el hecho de que Coca-Cola no fabrica sus bebidas en España. Lo que realmente produce la compañía estadounidense es un concentrado, que luego vende a las empresas embotelladoras licenciadas, las cuales lo mezclan con agua filtrada y edulcorantes para, posteriormente, vender y distribuir la bebida en latas y botellas en los comercios minoristas o mayoristas. Para el mercado español, el concentrado se elabora en Irlanda, donde hay mejores condiciones fiscales. Según informó El País, Refrescos Envasados es una sociedad sin personal (con beneficios de 637.000 euros en 2009), pero de la que cuelgan Compañía de Servicios de Bebidas Refrescantes, Pemberton Productions y Coca-Cola Gestión. Las reclamaciones por el IVA siguen en los tribunales.
- El alcance de los mensajes promocionales y el gran impacto de sus cuidadas campañas publicitarias (incluyendo no solo el eslogan, sino también la música o iconos como el color rojo, la forma de la botella o el camión de Navidad) han sido unas de las principales claves del éxito de la compañía, tanto en España como en el mundo. Desde aquel escueto y directo «Beba Coca-Cola» en los primeros anuncios y vallas, hasta el último corto de animación con sus conocidos osos polares, producido por Ridley Scott, Coca-Cola ha invertido miles de millones en afianzar su posición como el más universal de los refrescos, y ha conseguido asociar su imagen a la de famosos como Demi Moore, Maradona, Elton John, Whitney Houston, o, en España, Carmen Sevilla y Marisol. La primera campaña española de publicidad se lanzó en 1953, bajo el eslogan «Coca-Cola, deliciosa y refrescante». Más tarde llegarían «Coca-Cola, la pausa que refresca» (1959), «Coca-Cola doble… le da mucho más» (1960), «Todo va mejor con Coca-Cola» (1963), el probablemente más famoso y duradero «La chispa de la vida» (1976), «Una Coca-Cola y una sonrisa» (1979), «Coca-Cola es así» (1982), «Sensación de vivir» (1988), o, entre los más recientes, «Destapa la felicidad» (2010).
- La fórmula exacta del concentrado a partir del cual se elabora la Coca-Cola es uno de los secretos industriales mejor guardados de la historia. El 15 de febrero de 2011, la revista Time informó de que un grupo de «detectives» había tenido acceso a la lista de ingredientes, si bien la empresa lo desmintió. El sabor cola básico de la Coca-Cola y de las bebidas de cola de sus competidores es, en cualquier caso, el resultado de una mezcla de saborizantes cítricos como naranja, lima y limón, especias como canela y nuez moscada, y vainilla. En diciembre de 2011, Coca-Cola cambió, por primera vez desde 1925, la ubicación de la fórmula, que durante 86 años había permanecido en una caja fuerte en el banco SunTrust de Atlanta (Georgia), y la trasladó al museo El mundo de Coca-Cola, localizado en esa misma ciudad, y que visitan cada día más de 3.000 personas.