Desde finales de los años 90 hasta 2008 la tendencia expansiva de la economía nacional se vio reflejada también en la forma en que muchos españoles planificaban y pasaban sus vacaciones: Más viajes, cada vez más lejos y durante más días, más gasto en hoteles, coche de estreno, alquileres prohibitivos, más salidas a restaurantes, más tratamientos de belleza, más compras…
Pero la crisis, reflejada principalmente en una elevadísima tasa de paro y en una dificultad cada vez mayor para acceder a créditos, está cambiando nuestros hábitos vacacionales. No hemos renunciado a disfrutar, pero nos hemos vuelto más austeros y nos informamos mejor antes de gastar.
La contención en el gasto, no obstante, es tan sólo uno de los nuevos elementos que están definiendo cada vez más nuestras vacaciones, y no todos ellos son fruto de la recesión económica. Muchos, como el mayor uso de la tecnología (especialmente de Internet) forman parte de tendencias más generales que la crisis no ha hecho más que acentuar.
1. Gastamos menos
Según cifras del Banco de España, entre 1999 y 2007 los pagos de los viajeros españoles en el extranjero aumentaron año tras año (en 2004 y 2005 se alcanzaron crecimientos del 22% y el 24%, respectivamente). En 2008, sin embargo, este indicador cayó un 3,7% y en 2009 el descenso fue de casi el 14%.
La mayoría de los turistas españoles que saldrán o han salido ya de vacaciones este año reducirán su gasto: Según una encuesta del Eurobarómetro sobre el turismo en 2010, un 13,9% lo hará en restaurantes y cafeterías, un 21% en compras, casi un 25% en tratamientos de salud y belleza, y un 7,8% en todos los aspectos de su viaje.
De acuerdo con un sondeo elaborado por la agencia francesa Ipsos, las familias españolas gastarán este año 1.879 euros de media. La media europea es de 2.083 euros por familia.
2. Todo mas caro
Los últimos datos del IPC tampoco invitan a pensar en grandes ahorros: Los precios subieron en junio un 1,5% con respecto al mismo mes de 2009, los carburantes cuestan entre un 13% y un 18% más que el año pasado por estas fechas, el tabaco es un 6,7% más caro… Pero es, sobre todo, la subida del IVA (el general pasa del 16% al 18%) lo que va a encarecer prácticamente todo producto y servicio este verano.
3. Pero seguiremos saliendo
En 2009, en plena recesión económica, un 33% de los ciudadanos europeos no salió de vacaciones. En 2010, sin embargo, el porcentaje de los que declaran estar «casi seguros» de que no van a viajar este verano ha caído hasta el 20%, según la mencionada encuesta del Eurobarómetro, llevada a cabo el pasado mes de febrero entre 30.000 personas de los 27 estados de la UE.
En lo que respecta a España, este año piensan quedarse en casa el 26% (uno de cada cuatro, aproximadamente), si bien un 26% todavía no lo había decidido cuando se realizó el sondeo.
De momento, y a pesar de la crisis y del precio de los carburantes, la Dirección General de Tráfico (DGT) prevé que se realicen 86,2 millones de desplazamientos por carretera este verano -41.900.00 en julio y 44.350.000 en agosto-, un 0,4% más que en 2009.
4. Aunque no muy lejos
Lo que sí haremos será volver a destinos más llevaderos para el bolsillo. Cada vez más, los ciudadanos de la UE prefieren pasar sus vacaciones en destinos turísticos tradicionales (57%), mientras que un 28% se decanta por dirigirse a los llamados destinos emergentes. El 50% de los europeos prevé pasar sus vacaciones en su propio país o en otro país de la UE.
En España esta tendencia es aún mayor: El 64% se quedará dentro de nuestras fronteras, y de ellos, un 36% optará por viajar a las playas de Cataluña, Valencia o Andalucía (la opción del mar se sigue imponiendo a la de montaña).
Entre los que han decidido salir de España, el 21% irá al Reino Unido y el 14% a Italia. El 14,5% irá a otro país de la UE, el 2% a América del Norte, otro 2% a Asia, un 1,8% a África, un 1,4% a Latinoamérica y un 0,3% al Pacífico.
Una parte del descenso en el número de veraneantes extranjeros será compensada, por tanto, por el turismo nacional.
5. Lo primero, descansar
Según la mencionada encuesta del Eurobarómetro, el principal motivo para viajar aducido por los ciudadanos de la UE es la búsqueda de «descanso y esparcimiento» (un 37 %). Les siguen la búsqueda de «sol y playa» (19 %) y «visitar a parientes y amigos» (17 %).
6. Y a ser posible, en España
España, que ya fue el destino número uno en 2008 y 2009 para los europeos, seguirá este año en cabeza de la lista, seguida de cerca por Francia e Italia. El 25% de los turistas europeos prefieren nuestro país como destino vacacional, según el tercer barómetro elaborado por la aseguradora Mondial Assitance.
7. Pero ojo con China
En el año 2020, y según un reciente estudio realizado por Amadeus, proveedor mundial de productos tecnológicos y de distribución para la industria del viaje, China ascenderá del cuarto al tercer puesto como destino turístico mundial, desplazando del podio a España.
Las previsiones de los expertos consultados por esta empresa se basan en «los grandes cambios de comportamiento de los viajeros impulsados por Internet, que se extenderán aún más, gracias a la innovación tecnológica».
Fruto de esta evolución, y en contraste con la tendencia actual de buscar destinos tradicionales, se irá imponiendo poco a poco un nuevo concepto de viajero «experto», más informado, exigente y aventurero a la hora de elegir nuevos destinos, lo que hará que los viajes al extranjero, especialmente a Asia y África, sean más demandados que nunca.
Por otra parte, la Organización Mundial de Turismo augura que China está llamada a convertirse en uno de los principales mercados turísticos emisores del mundo, con más de 50 millones de turistas en 2010 y cerca de 100 millones en 2020. El sector turístico de China registrará un crecimiento del 13% en 2010, según predicciones del Instituto de Investigación Turística de este país. El año pasado China recibió un total de 2.000 millones de visitas de turistas nacionales y extranjeros, y entre 2008 y 2009 la tasa de viajes de los chinos al exterior ascendió del 128,9% al 140%.
España ocupa actualmente la tercera posición en el ránking de países más visitados, después de ser adelantada en 2008 por EE UU, el mismo país al que había sobrepasado tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. El primer lugar es para Francia, que en 2008 recibió 79,3 millones de turistas internacionales. Ese mismo año llegaron a EE UU 58 millones de turistas, y a España, 57,3 millones.
8. ¿Ha pasado lo peor?
En 2009 las llegadas de turistas internacionales en todo el mundo cayeron a 880 millones, lo que supuso una disminución del 4% con respecto a 2008. La región más afectada fue Europa, con una caída del 6%. Este retroceso se debió, principalmente, a la recesión económica, cuyos efectos se comenzaron a sentir en el turismo desde junio de 2008, agravándose aún más en algunas regiones debido al brote de la gripe A del año siguiente.
Sin embargo, las previsiones para 2010 son positivas para el sector, que crecerá entre un 3% o 4%, si bien habrá diferencias por regiones. Según explicó a El Economista.es el experto en turismo Juergen Ringbeck, vicepresidente de la consultora Booz & Company, en Asia, África, y Oriente Medio el turismo crecerá a un ritmo más rápido que la media global.
9. Bajón, pero menos
Por lo pronto, los destinos tradicionales españoles de «sol y playa» -Costa del Sol, Costa Blanca, Baleares, Canarias- registraban ya a principios de julio cifras de visitantes «muy cercanas a lo normal», gracias a una recuperación que incluye también algunos destinos de larga distancia, como el Caribe, según indicó a Telecinco el presidente de la Unión de Agencias de Viajes (UNAV), José Luis Prieto.
En Valencia, por ejemplo, la Federación Empresarial de Hostelería (FEHV) prevé que este verano el impacto de la crisis sobre el turismo se vaya «suavizando», con un retroceso del 4,50,%, la mitad que el del pasado año, que fue del 8,15%.
10. Internet como agencia de viajes
En tiempos en los que cada euro cuenta, la Red se ha convertido en la mejor manera de comparar precios y leer las experiencias de otros usuarios antes de decidirse a realizar un gasto importante. De acuerdo con la mencionada encuesta de Ipsos, si en 2008 el 36% de los españoles utilizaba Internet para programar sus vacaciones, en 2010 este porcentaje ha subido hasta el 45%.
De todos modos, y tal y como explica Toni Cursach, director general de Viajes Barceló, a la revista de Hosteltur, lo que está aumentando, más que el número de reservas por Internet, es, sobre todo, la búsqueda de información: «Cada vez es más habitual -señala- que el cliente llegue a la agencia con una idea de lo que quiere, a partir de lo que ha visto en Internet».
Como indica también Javier Villanueva, director de Silken, a esta misma revista: «Ahora más que nunca, la gente se basa en las opiniones que publican otros consumidores. Ya que salen, se van a gastar determinada cantidad de dinero y no saben si éste va a ser el único viaje del año, quieren asegurarse de que el sitio va a estar bien».
11. Por libre y en vuelos baratos
En este sentido, cada vez son menos los españoles que contratan paquetes de las agencias de viajes (sólo un 25%, según la encuesta de Ipsos). La mayoría (un 71%) prefiere organizar las vacaciones por su cuenta.
Por otra parte, los españoles son los europeos que, proporcionalmente, más vuelos contratarán este verano en compañías de bajo coste, seguidos de los británicos.
Otra de las características de este año, según representantes de las empresas del sector turístico, es la reserva de las vacaciones lo más tarde posible. La explicación podría encontrarse, por un lado, en cierta situación de incertidumbre laboral, y, por otro, en el deseo de encontrar los mejores precios en ofertas de última hora.
12. Menos tiempo
Muchos circuitos europeos que tradicionalmente se ofrecían por una semana completa se han reducido ahora a cinco días, ante el aumento de la demanda de periodos más cortos.
La mayoría de los españoles que participaron en la encuesta de la agencia Ipsos sobre las vacaciones de este año aseguró que estará dos semanas fuera de casa.
13. La baza del alquiler
El gran número de viviendas sin vender que ha dejado (sobre todo en la costa) el boom inmobiliario tras la llegada de la crisis ha convertido al alquiler en una salida para tratar de rentabilizar estas inversiones, lo que, por otro lado, supone una dura competencia para los hoteles.
Mientras, el alquiler de la segunda vivienda (la «casa de la playa») puede ser un balón de oxígeno para muchas familias necesitadas de un ingreso extra. Según informa El País, sin embargo, las temporadas de alquiler también empiezan a acortarse, y cada vez es más frecuente que los veraneantes alquilen las viviendas por quincenas en vez de por un mes completo.
14. ¿Hay vida más allá de agosto?
Pese a que factores como los periodos de descanso en las empresas o las vacaciones escolares hacen que la inmensa mayoría de los españoles siga yéndose de vacaciones en los meses de verano, existe una tendencia (lenta, eso sí) a una mayor desestacionalización, con un ligero incremento en las ocupaciones hoteleras y las salidas en épocas de temporada baja, cuando los precios son mucho menores.
15. El futuro y el cambio climático
Según un estudio de la Fundación Empresa y Clima presentado en Barcelona el año pasado, el aumento de la temperatura como consecuencia del cambio climático podría contribuir también a la desestacionalización turística, así como al alargamiento de la temporada tradicional de turismo.
Este estudio sostiene que en las zonas de playa, la subida de las temperaturas, que podrían acercarse a los 40º C de media en los meses de julio y agosto, acabaría provocando un desplazamiento hacia el norte del flujo turístico, «en busca de un mejor confort climático». Zonas como el litoral cantábrico y gallego cobrarían un mayor protagonismo, como también lo harían determinados destinos turísticos del norte de Europa.
16. No tan sagradas
El dicho de que las vacaciones son sagradas también ha empezado a ponerse en cuestión, al menos para un 30% de los trabajadores españoles que, según una encuesta realizada por el portal de empleo Monsterno consume la totalidad de su periodo de descanso. y publicada el pasado mes de mayo,
A la pregunta «¿Consumes al año todos tus días de vacaciones?», el 24% respondió: «No, lo intento pero tengo demasiado trabajo»; el 11%: «No, negocio con mi jefe dejar alguno para el próximo año o que me los paguen»; el 13%; «Sí, mi jefe me obliga» y el 53%: «Sí, necesito descansar».
17. Enganchados
Uno de cada cuatro trabajadores, el 25% del total, no consigue desconectar del trabajo durante sus vacaciones, según un estudio realizado el año pasado por la empresa de trabajo temporal Randstad.
El informe, elaborado a partir de más de 1.000 encuestas, indica que cerca de 40% de los consultados reconoce que mantiene algún tipo de contacto con su empresa durante sus días de asueto, principalmente a través del teléfono (70%), y el correo electrónico (21%).
Por tramos de edad, el estudio explica que el grupo de trabajadores de entre 30 y 44 años es al que más le cuesta desconectar del trabajo y los que más tardan en hacerlo.
La mayoría de los que están más conectados con su empresa durante las vacaciones son mujeres: Ellas mantienen algún tipo de contacto con su empresa en el 41% de los casos, frente al 36% de los hombres.
18. ¿Vuelta al divorcio postvacacional?
Aunque los datos que ofrece el Instituto Nacional de Estadística sobre nulidades, separaciones y divorcios en España no incluyen los meses del año en que se llevan a cabo éstos, la mayoría de los expertos coinciden en señalar que septiembre es el «mes estrella» en lo que a disoluciones matrimoniales se refiere. El Instituto de Política Familiar, por ejemplo, señala que uno de cada tres divorcios se produce tras las vacaciones de verano, debido al deterioro que sufre la pareja como consecuencia de una convivencia más intensa.
Este incremento postvacacional, no obstante, se ha visto frenado, al igual que a lo largo del resto del año, por la crisis económica. En Madrid, por ejemplo, se produjeron el año pasado 15.883 divorcios, 1.003 separaciones legales y 19 anulaciones. En total, 16.905 matrimonios rotos, que en conjunto suponen un 4,43% menos que los 17.689 de 2008.
Habrá que ver si la tendencia a la baja logra sobrevivir un verano más. Por lo pronto, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha detectado durante el primer trimestre de este año el primer repunte en el número de separaciones y divorcios desde que comenzó la crisis. En el primer trimestre de 2009 se registraron 31.661 separaciones y divorcios, que ascendieron hasta los 34.725 entre septiembre y diciembre del mismo año. En los tres primeros meses de 2010 se registraron 33.187 separaciones y divorcios en los juzgados españoles, 1.526 más que en el mismo periodo del año anterior.
19. Poco familiares, hipocondriacos, llueva o truene, y de cámping, lo justo
Los españoles son los europeos con menos ganas de pasar las vacaciones en familia, según una encuesta hecha pública en 2008 por la aseguradora Europ Assistance. El sondeo, realizado entre 3.500 personas procedentes de España, Francia, el Reino Unido, Alemania, Italia, Bélgica y Austria, indicaba que un 14,5% de los españoles encuestados prefería pasar las vacaciones lejos de sus familiares.
Según este mismo estudio, los españoles son los que más miedo tienen a posibles problemas de salud durante el período estival, y los que menos se fijan en el clima a la hora de desplazarse.
Por otro lado, la mencionada encuesta de Ipsos para las vacaciones de 2010 revela que sólo el 4% de los españoles se irá de cámping este verano.
20. Hablemos de sexo
Mantener relaciones sexuales dentro del agua es la fantasía favorita de los españoles para este verano, por delante de practicar un trío o tener un encuentro con un completo desconocido, según la Encuesta Nacional de Tendencias Sexuales que ha realizado sexologia.net entre más de 2.000 usuarios de su web.
Se trata de un estudio que quiere demostrar que la libido de los españoles aumenta en los meses más calurosos del año, tal y como asegura el 75% de los encuestados. De ellos el 40% dice que su apetito es mayor «a todas horas», un 28% ha reconocido que el deseo le aumenta «por la noche», un 12% «al despertarse», un 9% «por la tarde», un 5 % «durante la siesta», un 4% «de madrugada» y el 2% restante «al mediodía».
Para aquellos que sí se excitan más en verano una de las principales razones es el bronceado. De hecho el 52% indica que siente mayores deseos al ver una piel tostada al sol. De esta situación se deben aprovechar el 55% de los encuestados, que afirma ligar más durante los meses de julio, agosto y septiembre.
En este sentido, un 33% de los entrevistados señala que ha sido infiel a su pareja en esta época, al contrario que un 67% que nunca lo ha sido. No obstante, cuando se pregunta a los encuestados si les gustaría ser infiel en las vacaciones, los porcentajes aumentan: un 40% responde que sí frente al 60% que no le gustaría.