La confirmación de que un grupo de investigadores ha conseguido obtener por primera vez células madre embrionarias humanas mediante clonación ha supuesto un hito científico de primer orden. Quince años después del nacimiento de la oveja Dolly, y utilizando la misma técnica que permitió el nacimiento del primer mamífero clonado a partir de una célula adulta, un equipo de la prestigiosa universidad estadounidense OHSU (Oregon Health & Science University) ha cruzado al fin con éxito la frontera entre la teoría y la práctica, entre la ciencia real y lo que hasta no hace mucho se consideraba tan solo ciencia ficción.
Al lograr clonar células madre a partir de células de piel humana, los científicos han despejado como nunca antes la vía hacia la clonación con fines terapéuticos de órganos humanos. En una semana especialmente intensa para la biología, investigadores brasileños anunciaban a su vez, tan solo unos días después, el desarrollo del primer clon de un animal (una ternera) a partir de una célula adiposa.
Las posibilidades que, con toda la necesaria prudencia y lógicamente sin plazos aún, abre el avance logrado en Oregón en el camino hacia la curación de enfermedades como el Parkinson, la esclerosis múltiple, dolencias cardiacas o lesiones de médula espinal, por citar solo los ejemplos más mencionados, son inmensas. Es en esa dirección (crear órganos para trasplantes o para reparar tejidos dañados), y no en la aún fantasiosa, e ilegal, creación de seres humanos clonados, en la que llevan años batallando los científicos.
Pero además de la puerta de la esperanza, la posibilidad de la clonación humana y los métodos para conseguirla abren siempre, y ahora más que nunca, otra puerta, la de un debate ético para el que no es fácil encontrar una respuesta objetiva, ya que tiene su origen en conceptos filosóficos, religiosos o incluso terminológicos.
El problema es que para obtener las líneas celulares de la llamada clonación terapéutica hay que partir de un embrión humano de cinco o seis días, un ente al que los detractores de estas técnicas confieren los mismos derechos inviolables que a cualquier ser humano, al entender que se trata ya de una persona, por más que se encuentre aún en las primeras fases de su desarrollo.
No obstante, mientras se resuelven legalmente las implicaciones de esta discusión, la noticia más conciliadora es que la técnica utilizada en Oregón no es la única en la que están trabajando los científicos. La llamada reprogramación celular, desarrollada por el japonés Shinya Yamanaka, de la Universidad de Kioto (Japón), permite avanzar en la misma dirección, pero sin necesidad de utilizar embriones o donar óvulos, ya que se basa en hacer retroceder una célula adulta hasta estadios en los que se comporta como embrionaria, es decir, capaz de diferenciarse de nuevo y formar diferentes tejidos. Todavía no es un método lo suficientemente seguro como para poder hablar de un posible uso generalizado, pero la clave es, precisamente, ese «todavía».
Estas son, en preguntas y respuestas, diez elementos fundamentales del importante paso dado por los científicos en la esperanzadora, polémica y, en cualquier caso, fascinante aventura de la clonación humana:
1. ¿Qué han logrado los científicos de la Universidad de Oregón?
El equipo de investigadores dirigido por Shoukhrat Mitalipov ha conseguido, en resumen, solventar los problemas técnicos que impedían la clonación por transferencia nuclear de células madre embrionarias en seres humanos.
El avance, publicado este miércoles en la revista Cell, supone reproducir en humanos los primeros pasos que se lograron en su día con la oveja Dolly, pero esta vez no para obtener un individuo adulto, sino estadios más tempranos de embriogénesis, logrando así extraer células madre embrionarias. El logro de los investigadores de Oregón ha sido definir un protocolo que permite eliminar toda la información genética nuclear de un gameto femenino (óvulo) y transferirle el núcleo de una célula de piel adulta proveniente de otro individuo.
Según explicó a 20minutos.es la investigadora valenciana Nuria Marti Gutiérrez, una de las integrantes del equipo de la Universidad de Oregón, donde trabaja desde que se marchó de España tras ser despedida por un ERE en su anterior empleo, la transferencia nuclear de estas células «consiste en la enucleación de un ovocito donado y posteriormente la introducción de ese ovocito de una célula somática. Una vez fusionada la célula con el ovocito tiene lugar la activación y el embrión empieza a dividirse hasta el estadio de blastocito. Cuando el embrión llega a este estadio lo sembramos en fibroblasto de ratón y derivamos células madre de él».
2. ¿Qué aplicación práctica tiene?
La activación y división del óvulo posibilita, por tanto, que la célula original (ahora con el contenido genético nuclear del adulto donador) inicie el desarrollo embrionario y alcance, tras unos pocos días, la fase de blastocisto (unas 150 células). De este blastocito se pueden sacar células madre embrionarias que pueden usarse, entre otras cosas, para regenerar tejidos o crear órganos para trasplantes.
Lo esencial es que las células generadas por este procedimiento tienen la misma información genética nuclear del donante, por lo que éste las reconocería como propias y no generarían rechazo de su sistema inmune. Esta técnica es conocida como transferencia nuclear o clonación terapéutica y hasta ahora solo se había logrado en animales.
«Sabiendo que hace falta mucho trabajo para desarrollar tratamientos seguros y efectivos con células madre, creemos que este es un paso significativo hacia el desarrollo de las células que podrían usarse en medicina regenerativa», ha dicho el doctor Mitalipov.
3. ¿Por qué han tenido éxito ahora?
En declaraciones a la revista digital Materia, la investigadora Nuria Marti explica que uno de los factores clave ha sido el uso de la cafeína, que ha permitido manipular el óvulo para transferir el ADN del donante sin que se activase antes de tiempo. También ha sido clave, añade, la calidad de los óvulos usados: «Con los más sanos, las posibilidades de éxito son del 50%, con otros, solo del 12% y con algunos es imposible generar células madre», indica.
4. ¿Estamos hablando de copiar individuos?
No. Dentro de la clonación humana se distinguen dos tipos según su finalidad: la reproductiva, generalmente rechazada por razones éticas, vetada por la legislación, tanto de la ONU como de muchos países, y cuyo fin sería crear personas idénticas; y la terapeutica, que, aun siendo polémica, está mucho más aceptada desde el punto de vista ético que la anterior, y cuyo objetivo es conseguir embriones clónicos para, a partir de ellos, obtener células madre con las que tratar enfermedades.
En teoría, el embrión obtenido mediante la técnica de transferencia nuclear, o clonación terapéutica, daría lugar, de ser implantado en un útero femenino, a un ser idéntico al adulto del que se ha extraído el material genético. Pero, aparte de estar prohibida, esta posibilidad está aún muy lejos de poder conseguirse técnicamente.
La cuestión es que entre la producción de un embrión de cinco días y el alumbramiento del primer clon humano por una mujer hay un camino muy largo y, de momento, insalvable. El embrión necesitaría ser implantado por fecundación in vitro, pero la investigación en primates muestra que los resultados cuando nace el clon no son exitosos. Este mismo equipo de Oregón consiguió en 2007 aplicar la transferencia nuclear en macacos, pero tras cinco años de intentos, solo ha conseguido un embarazo que acabó en aborto.
El profesor Robin Lovell-Badge, del Instituto Nacional para la Investigación Médica del Reino Unido, indicó a la BBC que, aparte de ser ilegal en muchos países, se trata de «un procedimiento inseguro en animales que será igualmente inseguro en seres humanos». «Solo por esta razón no se debería intentar», afirma.
5. ¿Qué son las células madre?
Las células madre, también llamadas germinales, troncales o estaminales, son las principales células del cuerpo, ya que son capaces de multiplicarse indefinidamente y de dar lugar, así, a distintos tipos de células especializadas, como las de la sangre, los huesos, los músculos o cualquier tipo de tejido. En teoría, es posible usarlas para crear tejidos sanos que sustituyan a tejidos dañados, ya sea por un trauma o por una enfermedad. También se puede investigar en ellas el efecto de fármacos experimentales, u observar cómo se desarrollan tanto los tejidos como las enfermedades.
Las células madre embrionarias pluripotenciales fueron aisladas por primera vez en 1998 por un grupo de científicos de la Universidad de Madison (Wisconsin, EE UU), dirigido por James Thomson. En 2001 la empresa estadounidense Advanced Cell Technology (ACT) anunció la primera clonación de un embrión humano para obtener células madre con fines terapéuticos. En 2004, el investigador valenciano Carlos Simón presentó las dos primeras líneas celulares obtenidas en España a partir de células madre embrionarias, siendo, además, unas de las pocas líneas obtenidas hasta entonces en el mundo en condiciones libres de productos animales.
Dentro de las células madre se distinguen dos tipos: las células madre adultas, que se encuentran principalmente en la médula ósea, el cordón umbilical y la placenta, y pueden dar lugar a otro tipo de células, sobre todo sanguíneas, musculares y nerviosas, aunque su posibilidad de reprogramación es limitada; y las células madre embrionarias, que solo están presentes en los embriones, pero tienen muchas más posibilidades de diferenciación. Estas últimas son las más versátiles y prometedoras para la investigación, si bien este potencial está aún lejos de conseguirse. Son, también, las que más rechazos éticos generan.
6. ¿Por qué es polémico investigar con células madre embrionarias?
Porque al extraerlas del embrión, éste muere, ya que no puede seguir desarrollándose.
Los detractores de esta técnica consideran que un embrión es potencialmente una persona, independientemente de su estado de desarrollo (las células madre se extraen de embriones con solo unos cuantos días de gestación). En este sentido, la destrucción del embrión equivaldría a un aborto.
Los partidarios, sin embargo, consideran que los experimentos se realizan antes de que el embrión desarrolle un sistema nervioso y, que, por tanto, no puede ser definido como ser humano. Recuerdan también que existen cientos de miles de embriones congelados, procedentes de procesos de fecundación asistida, que actualmente se tiran a la basura.
7. ¿De dónde proceden los embriones?
Los embriones para investigar con células madre pueden proceder de los bancos de embriones congelados sobrantes de las clínicas de reproducción asistida o de embriones clonados con fines médicos. Esta última técnica evita problemas de rechazo en los tratamientos, pero también provoca muchas más reservas éticas. El cultivo de células madre embrionarias en laboratorio (de muchos tipos de ellas, al menos) es relativamente fácil. El de células madre adultas es mucho más complicado.
La investigadora Nuria Marti señala en Materia que «uno de los problemas que teníamos cuando trabajábamos en España era que solo podíamos usar los óvulos descartados de las técnicas de reproducción asistida, por lo que su calidad no era óptima». En EE UU, sin embargo, a cambio de entre 3.000 y 6.000 dólares, y según la revista Nature, las voluntarias del estudio han donado óvulos, los primeros que se ha logrado clonar para obtener células madre con el perfil de un segundo donante.
8. ¿Dónde está permitido investigar con células madre embrionarias?
Austria, Lituania y Polonia tienen leyes que prohíben la investigación con células madre de embriones humanos, pero ya se trabaja con ellas en España, Suecia, el Reino Unido, Canadá, Bélgica, Rusia, Japón, Corea del Sur, Singapur, Nueva Zelanda, Israel y China.
El Reino Unido fue el primer país que autorizó, en 2001, la clonación de embriones humanos con fines terapéuticos y también donde se concedieron las primeras autorizaciones para realizar ensayos de este tipo (en 2004).
Estados Unidos se sumó a la lista en 2009, tras el levantamiento por parte del presidente Barack Obama del veto impuesto por su antecesor en el cargo, George W. Bush, a la financiación pública de este tipo de ensayos.
9. ¿Cuáles han sido los principales hitos en la historia de la clonación?
- 1997. Científicos del Instituto Roslin, en Escocia, encabezados por Ian Wilmut, anuncian el nacimiento de la oveja Dolly, el primer mamífero clonado.
- 1998. Un equipo de la Universidad de Madison (Wisconsin, EEUU), dirigido por James Thompson, consigue aislar por primera vez células madre embrionarias pluripotenciales.
- 2001. La empresa estadounidense Advanced Cell Technology anuncia que ha clonado el primer embrión humano para la obtención de células madre con fines terapéuticos.
- 2002. Científicos de la Universidad A&M (Texas, EE UU) presentan un gato clonado de dos meses, bautizado como «CC», siglas de «copia al carbón». Comienza la clonación de animales domésticos.
- 2003. La oveja Dolly es sacrificada debido a una grave enfermedad. Investigadores de Advanced Cell Technology anuncian que han conseguido cultivar un embrión humano clonado hasta la fase de 16 células.
- 2004. El Reino Unido autoriza el primer ensayo de clonación terapéutica en Europa.
- 2005. La Asamblea General de la ONU adopta una declaración no vinculante que insta a los gobiernos a adoptar medidas para prohibir todas las formas de clonación. Por otra parte, se confirma que el científico coreano Hwang Woo-suk falsificó los resultados de sus experimentos con células madre. Hwang había anunciado en 2004 la clonación de embriones humanos, y en mayo de 2005 dijo haber extraido células madre de embriones clonados de pacientes con enfermedades.
- Junio de 2006. Científicos de EE UU logran devolver algo de movimiento a ratas paralíticas gracias a un injerto de células madre extraídas de los embriones de los roedores.
- Febrero de 2007. Científicos estadounidenses clonan ratones a partir de células madre adultas procedentes de la piel. El hospital Gregorio Marañón de Madrid realiza el primer implante del mundo de células madre en el corazón.
- Abril de 2007. Un equipo británico crea válvulas cardíacas a partir de células madre. De esta forma se superaría el problema del rechazo cuando un cuerpo tiene que asimilar un agente externo del propio sistema.
- Mayo de 2007. Advanced Cell Technology anuncia que ha encontrado una manera directa de sacar células precursoras de los vasos sanguíneos. De esta forma, las células madre obtenidas de embriones humanos podrían tratar enfermedades en los ojos, el corazón y las arterias de ratones y ratas y, aparentemente, iniciar reparaciones.
- Junio de 2007. España aprueba la Ley de Investigación Biomédica, que autoriza la clonación terapéutica. Científicos de las universidades británicas de Cambridge y Oxford descubren una nueva clase de células madre embrionarias en el organismo de ratones y ratas, muy similar a las humanas y que podría profundizar en la relación entre las células madre humanas y animales.
- Septiembre de 2007. El Reino Unido autoriza la creación de embriones híbridos de animal y humano (conocidos como «quimeras») para la investigación médica.
- Noviembre de 2007. Científicos estadounidenses y chinos dirigidos por Shoukhrat Mitalipov crean por primera vez embriones clonados a partir de simios adultos. Dos equipos científicos, japonés y estadounidense, publican sendos trabajos en los que explican cómo han conseguido reprogramar células de la piel para que actúen como si se tratara de células madre embrionarias. Este procedimiento evita recurrir a la utilización y destrucción de embriones.
- Enero de 2008. Científicos de EE UU producen embriones a partir de la clonación de células de dos personas, en un intento de producir células madre. Consiguieron crear embriones con material genético idéntico al de los donantes, pero no extrajeron las células madre.
- Noviembre de 2008. Médicos del Gregorio Marañón implantan células madre adultas para reconstruir una mama a cinco pacientes operadas de cáncer de pecho con grasa obtenida por una liposucción realizada a la propia paciente horas antes.
- Junio de 2009. Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona consiguen la primera clonación animal con éxito en España: tres hembras de ratón bautizadas como Cloe, Cleo y Clona.
- Mayo de 2010. Nace en Palencia el primer toro de lidia clonado, un becerro llamado «Got».
- Enero de 2012. Investigadores de la Universidad de Oregón crean los primeros monos quiméricos, con mezcla de células de hasta seis genomas diferentes.
- Mayo de 2013. El equpo científico encabezado por Shoukhrat Mitalipov obtiene mediante clonación células madre embrionarias humanas. Desarrollan en Brasil el primer clon de un animal a partir de una célula adiposa.
10. ¿Quién es Shoukhrat Mitalipov?
El director del equipo de la Universidad de Oregón responsable del exitoso trabajo con células humanas nació en Almaty, Kazajistán, en 1961, y ha centrado toda su carrera en el estudio de la genética.
Mitalipov estudió biología evolutiva y se especializó en células madre en el Centro de Investigación de Genética Médica de Moscú, y a mediados de los años noventa se marchó a Estados Unidos para continuar su formación en la Universidad de Utah State. En 1998 se trasladó a Oregón, donde comenzó a investigar con primates. Tras cerca de diez años de trabajo, Mitalipov dio el gran salto de su carrera al conseguir clonar embriones de mono, lo que fue interpretado como la antesala de la clonación humana.
Con información de Efe