«¿Cuándo dejaron los republicanos de preocuparse por el dinero y empezaron a preocuparse por Jesucristo, los homosexuales y las teorías de Darwin?». La broma del popular cómico y presentador estadounidense Bill Maher ilustra el perfil cada vez más conservador, en el sentido moral e ideológico, que ha ido adoptando el Partido Republicano de EE UU a lo largo de estos últimos años, reflejado en los candidatos que acaban de comenzar la carrera para enfrentarse a Obama en las próximas elecciones presidenciales.
Del ultraliberalismo al fundamentalismo cristiano, entre los seis aspirantes republicanos a sentarse en el Despacho Oval hay mormones, acérrimos defensores de la pena de muerte, enemigos radicales de la intervención del Gobierno, militantes contra el aborto y los matrimonios gays, partidarios de bombardear Irán, abandonar la ONU, prohibir los anticonceptivos o levantar más muros en la frontera con México, y hasta creyentes en el creacionismo. Más allá del común denominador de ser ajenos a Washington y a su «cultura del gasto público» y la intervención estatal, los seis luchan por diferenciar sus propuestas ante un electorado dividido, radicalizado, golpeado por la crisis, profundamente anti Obama, y en el que el Tea Party ha logrado ganar una gran influencia.
La apuesta ideológica, sin embargo, puede salirle cara al partido, si al final acaba favoreciendo a candidatos que, en principio, tienen menos posibilidades de derrotar al actual inquilino de la Casa Blanca. Mitt Romey, por ejemplo, el aspirante que, según la mayoría de los analistas, podría situarse mejor en un cuerpo a cuerpo con el presidente, por su exitoso currículum como político y empresario, le sacó tan solo ocho votos de ventaja al ultra Rick Santorum en las asambleas populares (caucus) de Iowa. Y el más moderado, Jon Huntsman, se mantiene invariablemente en el fondo de los sondeos de intención de voto.
La encuesta más reciente, realizada por la Universidad de Suffolk y el canal local 7/News, sobre la intención de voto en New Hampshire, donde los candidatos se volverán a enfrentar este martes, da a Mitt Romney un apoyo del 39%, seguido de Ron Paul (17%), Newt Gingrich (10%), Rick Santorum y Jon Huntsman (ambos con el 9%), y Rick Perry (1%).
No obstante, según un sondeo del diario Christian Science Monitor, uno de cada tres votantes está todavía indeciso. La batalla parece centrarse en una elección entre el corazón y el cerebro. La cabeza aconsejaría apostar por el candidato con más posibilidades, pero Romney sigue sin convencer al ala más derechista del partido, a pesar de que ha procurado dejar muy atrás los tiempos en los que defendía la ley del aborto y las reformas sanitarias. El corazón republicano, sin embargo, se inclina por candidatos que representan mejor el alma más conservadora del partido, ya sea ésta moral y religiosa (Santorum), o anti gobierno y libertaria (Paul).
Estos son los perfiles básicos de los seis candidatos republicanos a enfrentarse a Barack Obama para llegar a la Casa Blanca:
Mitt Romney
Quién es. Willard Mitt Romeny nació en Detroit, Míchigan, hace 64 años, en el seno de una familia mormona e involucrada en la política y en los negocios (su padre fue gobernador y presidente de American Motors). Durante dos años y medio sirvió en Francia como misionero de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. A su regreso, se graduó cum laude en Derecho en la Universidad de Harvard y en Administración de Empresas en la Harvard Business School. Romney fundó y dirigió un fondo privado de inversión, y gestionó con éxito las olimpiadas de invierno de Salt Lake City en 2002. Está casado con Anne desde hace 42 años y tiene cinco hijos, que le apoyan activamente en la campaña. Su mujer padece esclerosis múltiple y ha hablado de su enfermedad en diversos actos electorales, enfatizando que su marido la ha ayudado a atravesar los momentos más duros. Multimillonario y empresario destacado, Romney es el peso pesado del bando republicano.
Qué propone. Romney ha dado un gran giro hacia la derecha desde sus tiempos como gobernador de Massachusetts, aunque sigue procurando no radicalizar demasiado su discurso. Durante la campaña ha reiterado la falta de liderazgo en EE UU y ha presentado un plan de empleo basado en reducir impuestos, producir más energía y aplicar sanciones a China por sus prácticas comerciales «injustas», si bien, según un estudio del Centro de Política Tributaria, su plan conllevaría mayores beneficios para los ricos y las corporaciones y aumentaría el déficit. Romney acusa a Obama de haber causado el declive del país al tratar de construir «un estado del bienestar europeo» y, en política exterior, defiende la permanencia de las tropas estadounidenses en Afganistán y una escalada de las sanciones contra Irán. Asegura que, de ser elegido, su primer viaje como presidente sería a Israel.
Qué posibilidades tiene. Tras perder las primarias ante John McCain en 2008, Romney intentará por segunda vez conseguir la nominación, con la dificultad de convencer a la parte más derechista del partido de que su religión mormona y sus políticas progresistas en Massachusetts, donde implantó una reforma sanitaria similar a la llevada a cabo por Obama y no bloqueó la aprobación de los matrimonios homosexuales, no lo hacen menos republicano. De momento es el que más dinero ha recaudado para su campaña, y lidera las últimas encuestas, aunque el margen es todavía insuficiente. Los resultados de los caucus de Iowa, en los que se impuso por tan solo ocho votos a Rick Santorum, demostraron que tendrá que trabajar duro si quiere acabar imponiéndose a sus rivales.
Ron Paul
Quién es. Ronald Ernest Paul nació en Pittsburgh, Pensilvania, hace 76 años. Se ha postulado dos veces para la presidencia de los Estados Unidos, primero en 1988 como candidato del Partido Libertario y de nuevo en 2008 como republicano. Desde 1997 es congresista por el Estado de Texas, en la Cámara de Representantes. Médico de profesión, se casó en 1957 con Carol Wells, con quien tiene cinco hijos y 18 nietos. Uno de sus hijos pertenece al movimiento derechista Tea Party, es senador por Kentucky desde 2010 y juega un papel fundamental en el éxito que tiene su padre entre los votantes jóvenes.
Qué propone. Paul es un purista constitucional, un ultraliberal convencido, partidario de reducir al mínimo el tamaño del Gobierno y de una política exterior no expansionista. Quiere volver al patrón oro, abolir los impuestos sobre la renta, eliminar la Reserva Federal e implantar la libertad total de mercado. Se le tiene por uno de los padres espirituales del Tea Party, que aboga por la mínima intervención estatal y por la austeridad fiscal, y es un antibelicista que ha criticado duramente la ocupación de Irak y defiende la retirada total de las tropas estadounidenses de Afganistán. Sus puntos de vista han calado en muchos jóvenes, no solo de derechas, seducidos por la radicalidad de sus propuestas idealistas y antisistema. En política migratoria rechaza una amnistía, defiende aumentar el control de las fronteras y aboga por eliminar el derecho a la ciudadanía por nacimiento.
Qué posibilidades tiene. Las últimas encuestas le sitúan en una frágil segunda posición, pero del apoyo de las bases republicanas al de la cúpula del partido hay un gran trecho, especialmente para un candidato como Paul, que es visto por la vieja guardia como un político demasiado excéntrico. Logrado el objetivo de atraer la atención en Iowa, donde se hizo con el 21% de los votos, su reto ahora es obtener más apoyo financiero para poder seguir en la carrera electoral. Está respaldado por un ejército de voluntarios que promueven la denominada «Ron Paul Revolution», y que le han llegado a convertir en uno de los personajes más citados en los motores de búsqueda de Internet y en foros políticos.
Newt Gingrich
Quién es. Nacido hace 68 años en el seno de una familia humilde en Harrisburg (Pensilvania), Newton Leroy Gingrich es doctor en historia y ha escrito una veintena de libros, la mayoría sobre historia y política, pero también de ficción. Gingrich encabezó la «revolución» con la que, por primera vez en cuatro décadas, los conservadores retomaron, en 1994, el control de la Cámara de Representantes, institución que presidió entre 1995 y 1999. En esa época, se convirtió en una auténtica pesadilla para el presidente Bill Clinton, a quien fustigó por el caso Lewinsky, pese a que él mismo tenía por entonces una relación extramatrimonial con la que es hoy su mujer, Callista. Tiene dos hijas, fruto de su primer matrimonio.
Qué propone. Conferenciante prolífico y amante de la retórica y de hablar sin pelos en la lengua, entre sus políticas más polémicas Gingrich ha propuesto regularizar a parte de la población indocumentada de Estados Unidos, a sabiendas de que es una idea inaceptable en el ala derechista de su partido. Por otra parte, recientemente dijo en una entrevista con un canal judío que los palestinos son «un pueblo inventado» y criticó la política exterior de Obama en la región. Además, ha llegado a pedir la abolición de las leyes que prohíben el trabajo infantil para sacar a los niños desfavorecidos de la pobreza, y es partidario de permitir las perforaciones petrolíferas en el Ártico.
Qué posibilidades tiene. Gingrich se presenta como un líder político probado y, sobre todo, con firmes credenciales conservadoras acumuladas a lo largo de más de tres décadas. No obstante, su larga carrera política no es suficiente para los más conservadores, que ven una incoherencia entre sus valores (defiende que se fomenten las expresiones religiosas en la esfera pública, por ejemplo) con su vida personal, marcada por infidelidades matrimoniales. Además, está casado en terceras nupcias con la que fue su amante, algo que la rigidez moral de muchos de sus potenciales electorales no le perdona. Aún así, el desplome en la popularidad de sus adversarios le hizo despegar el pasado mes de noviembre, si bien la euforia se enfrío en Iowa, con un modesto cuarto puesto. Los últimos sondeos le colocan en tercera posición, y tiene posibilidades en las importantes primarias de Carolina del Sur y Florida.
Rick Santorum
Quién es. Hijo y nieto de inmigrantes irlandeses e italianos, Richard John Santorum nació en Winchester, Virginia, hace 53 años. Abogado de formación y comentarista ocasional en la cadena de televisión Fox, ésta es la segunda vez que se presenta a unas primarias del Partido Republicano. La primera, en la que no logró ganar en ningún Estado, fue en 2008. Santorum fue senador por Pensilvania entre 1995 y 2007 y llegó a ser elegido presidente de la Conferencia Republicana del Senado. Está casado desde hace 21 años con Karen Garver y tiene siete hijos. Su hija más pequeña, Bella, sufre una rara enfermedad genética (síndrome de Edwards). Santorum la menciona en muchas de sus intervenciones y dice que le da fuerza para continuar en la contienda.
Qué propone. Además de un ferviente partidario de un conservadurismo social y fiscal, Santorum es un católico fundamentalista. Se opone al aborto y al matrimonio homosexual y defiende las teorías creacionistas del «diseño inteligente», cuyos partidarios reclaman que en las escuelas públicas se enseñe, junto con la teoría de la evolución, la noción de que el Universo tiene un diseño y, en consecuencia, un autor (Dios). A Santorum le gusta presentarse como la esencia del conservadurismo, se refiere constantemente a la importancia de la familia tradicional y defiende el derecho de todo estadounidense a tener un arma. En 2003 apoyó la invasión de Irak, y en 2006 se opuso en el Senado a una propuesta de reforma integral de la ley de inmigración. Considera que los indocumentados tendrían que ser deportados y propone la construcción de más barreras en la frontera de EE UU con México. Niega el cambio climático, recuperaría el veto del Ejército a los homosexuales, y está a favor de permitir a los Estados leyes que criminalicen la sodomía.
Qué posibilidades tiene. Después de haber estado último en las encuestas durante mucho tiempo, Santorum dio la sorpresa en Iowa, al quedar prácticamente empatado en el primer puesto con Mitt Romney («Dios nos ha dado este gran país para permitir a su ciudadanía que sea libre. Le doy las gracias públicamente a Dios», dijo, tras conocer los resultados). Tiene a su favor el haberse criado en Pensilvania, un estado clave para enfrentarse a Obama en las elecciones de noviembre, pero, pese a su reciente popularidad, le falta mucho apoyo a nivel nacional, y muchos en el seno del partido le consideran demasiado extremista. Los últimos sondeos le sitúan cuarto, igualado a Jon Huntsman.
Jon Huntsman
Quién es. Nacido hace 51 años en Redwood City, California, e hijo de un hombre de negocios multimillonario y filántropo, Jon Meade Huntsman Jr. se crió en una familia de varias generaciones de mormones, religión de la que fue misionero en Taiwan durante dos años. Licenciado en Política Internacional por la Universidad de Pensilvania, Huntsman cuenta con una amplia carrera empresarial, política y diplomática. Ha servido en las administraciones de cuatro presidentes de Estados Unidos: Comenzó en la Casa Blanca de Ronald Reagan cuando era muy joven y luego se involucró en los gobiernos de George Bush padre y George Bush hijo; fue embajador en Singapur, bajo el mandato de George Bush padre, y después en China, nombrado por la Administración Obama. Con su política económica como gobernador de Utah, este estado se convirtió en uno de los principales creadores de empleo del país. Huntsman está casado desde 1983 con Mary Kaye Cooper y tiene siete hijos, los dos menores, adoptados en China y la India. Sus tres hijas mayores se han hecho famosas por sus parodias en YouTube y tienen una cuenta en Twitter con más de 18.000 seguidores.
Qué propone. Hutsman se define a sí mismo como un político de centro derecha, y está considerado como la alternativa más moderada del campo republicano, pese a que defiende posturas conservadoras en cuestiones económicas. Ha apoyado los recortes de emisiones de gases contaminantes y fue uno de los gobernadores que se pronunció a favor de la reforma migratoria cuando el Congreso intentó impulsarla, finalmente sin éxito, en 2007. Su programa es el más consistente en política internacional.
Qué posibilidades tiene. La base republicana no le perdona que en los últimos dos años haya sido el embajador del Gobierno de Obama en Pekín, y ha estado constantemente en la parte más baja de las encuestas. Ante la falta de opciones en Iowa, optó por concentrar sus fuerzas en las primarias de New Hampshire.
Rick Perry
Quién es. James Richard Perry nació hace 61 años en Paint Creek, un pequeño pueblo de Texas, estado del que es gobernador desde diciembre de 2000 (el mandato más largo en la historia de este territorio), cuando sustituyó en el cargo a George W. Bush. Fue piloto de la Fuerza Aérea de EE UU entre 1972 y 1977, y se retiró con el grado de capitán. Después se dedicó a los negocios con una granja de algodón. Está casado con Anita Thigpen y tiene dos hijos. Su esposa colabora activamente en la campaña electoral.
Qué propone. Ferviente cristiano evangélico y ultraconservador, Perry considera que el Gobierno debe abrir camino a una mayor producción nacional de energía, aboga por «desechar las regulaciones que están estrangulando al espíritu empresarial» y propone un mayor control en las fronteras para detener la inmigración ilegal, a pesar de que sus rivales le acusan de haber realizado políticas favorables a los sin papeles en su estado. Niega la teoría de la evolución y la influencia humana en el cambio climático; está en contra de la separación de fe y Estado, y ha llegado a organizar sesiones de rezo para pedir el final de una sequía o de la crisis económica. Acusa al presidente Obama de encabezar una guerra contra la religión y, en un vídeo electoral, dijo: «Algo falla cuando los gays pueden servir en el Ejército y nuestros hijos no pueden celebrar abiertamente la Navidad o rezar en las escuelas. La fe hizo fuerte a América y la hará fuerte de nuevo». Rick Perry ostenta el «récord» de haber aprobado el mayor número de ejecuciones firmadas en EE UU, un total de 234, 82 más que las que firmó su antecesor, George W. Bush. Perry, que ha explotado su imagen de granjero y de piloto militar, dos perfiles muy del gusto de la mayoría de los votantes republicanos, se presenta como el único de los aspirantes realmente alejado de las políticas de Washington que tanto han indignado este año a los electores de su partido.
Qué posibilidades tiene. Su ascenso en las encuestas fue tan fulgurante como ha sido abrupta su caída. Favorito tras el verano, su popularidad se ha desinflado rápidamente por sus lapsus verbales (fue incapaz de citar los tres ministerios que asegura que eliminaría si resulta elegido, llamó varias veces a Kim Jong-il «Kim Jong Segundo», cambió el apellido a la jueza asociada del Tribunal Supremo, Sonia Sotomayor, por el de Montemayor…), su falta de un discurso convincente en caso de llegar a la Casa Blanca y el ascenso de sus rivales. Las encuestas le sitúan en el último lugar.