Guerra total a los impuestos y al control de armas, nada de sanidad pública, abstinencia sexual, antiabortismo, Estado reducido a su mínima expresión, tolerancia cero con la inmigración… Es el credo de los cada vez más estadounidenses que, agrupados fundamentalmente en torno al movimiento conocido como Tea Party, se sitúan a la derecha de la derecha y abogan por un individualismo a ultranza en el marco de los valores más conservadores.
Con Sarah Palin presidiendo su particular panteón de dioses, y el presidente Barack Obama convertido en la mismísima personificación del diablo, los nuevos ultras de EE UU amenazan con resquebrajar el Partido Republicano (en cuyo seno militan muchos de sus representantes más visibles) y con tensarlo hacia un extremismo que haría parecer moderados al ex presidente Bush e incluso al ex vicepresidente Cheney.
El triunfo de los candidatos del Tea Party en las recientes elecciones primarias de los republicanos ha abierto una brecha en los conservadores que puede costarles muy cara en las próximas elecciones de noviembre, ya que muchos votantes podrían emigrar ante la radicalización del partido.
Pero la amenaza puede alcanzar también al propio inquilino de la Casa Blanca, en el caso de que los comicios den como resultado una mayor presencia de senadores y congresistas extremistas. Si hasta ahora la aprobación de las grandes iniciativas del presidente no ha sido precisamente un camino de rosas, la marginación de los republicanos más moderados puede torpedear todavía más muchas de las reformas que Obama tiene aún pendientes, y para las que necesita el mayor apoyo posible.
¿Qué es el Tea Party? ¿Cuál es su ideología? ¿Por qué está ganando adeptos? ¿Quiénes son sus líderes? ¿Qué efecto puede tener el auge de la ultraderecha en la política de la primera potencia mundial? Las claves, en 20 preguntas y respuestas.
1. ¿Qué es el Tea Party?
El Tea Party Movement (Movimiento del Partido del Té) es una iniciativa política ultraconservadora surgida como grupo de presión en EE UU, a partir de una serie de protestas coordinadas en contra de la política fiscal del Gobierno de Barack Obama.
En el marco de la crisis económica y financiera, del rescate económico de los bancos con dinero público y del escándalo por el pago de bonos millonarios a los ejecutivos de AIG, el movimiento nació como respuesta al paquete de estímulo fiscal aprobado por el presidente en febrero de 2009, pero pronto amplió su agenda, atrayendo a los sectores más radicales.
El Tea Party reclama una «segunda revolución americana», desarmando la estructura del Estado e instaurando los valores más tradicionales.
2. ¿Cuándo surgió?
Muchos consideran como punto de partida del movimiento un discurso en directo del locutor Rick Santelli, el 19 de febrero de 2009, en la cadena de televisión CNBC, en el que éste protestaba contra el rescate hipotecario. Dos organizaciones reaccionaron organizando una protesta frente a la Casa Blanca y, a partir de ahí, cadenas conservadoras como la FOX empezaron a cubrir concentraciones similares por todo el país.
3. ¿De dónde viene el nombre?
El nombre Tea Party, que podría traducirse igualmente como «partido del té» o «fiesta del té», hace referencia al Boston Tea Party (el Motín del Té, como se le conoce en castellano), uno de los acontecimientos que desencadenaron la revolución americana contra la metrópolis británica, en 1773: En un acto de protesta contra los altas tasas que imponía Londres, los colonos lanzaron al mar un cargamento de té (uno de los productos gravados por los impuestos), dando origen a una revuelta cuyo resultado acabaría siendo la independencia de Estados Unidos.
En las marchas organizadas por el Tea Party se usan a menudo imágenes, consignas y temas de este periodo de la historia estadounidense.
4. ¿Cuál es su ideario político?
El ideario político del Tea Party tiene un marcado carácter populista y hunde sus raíces en la tradición más nacionalista, individualista y ultraliberal (en el sentido estadounidense de la palabra) de EE UU.
El Gobierno de Washington y la, según esta corriente, «corrupta» clase política en general son el principal blanco de sus ataques. Abogan por una presencia mínima del Estado en la sociedad (se oponen firmemente a la reforma de Obama que ha fortalecido la sanidad pública; están en contra de cualquier ayuda o impuesto estatal; rechazan cualquier control sobre la posesión de armas), y abogan por la libertad total del individuo, al tiempo que exigen una «América para los americanos», rechazando el multiculturalismo y la inmigración.
5. ¿Qué agenda tiene?
Pese a que no se trata de un partido político como tal, y de que no tiene un programa oficial, el Tea Party ha hecho suyas muchas propuestas concretas presentadas por ciudadanos u organizaciones afines. La más popular es la denominada «Contract from America», lanzada por el abogado de Houston Ryan Hecker. Estos son algunos de sus puntos fundamentales:
- Examinar la constitucionalidad de cada nueva ley.
- Acabar con los incentivos económicos del Gobierno a las empresas para que reduzcan sus emisiones contaminantes.
- Equilibrar el presupuesto del Estado.
- Establecer en dos tercios el número de votos necesarios en el Congreso para poder modificar un impuesto, recucir las tasas actuales y simplificar el sistema fiscal.
- Limitar el gasto público anual.
- Abolir la reforma sanitaria aprobada el pasado mes de marzo.
- Autorizar la explotación de nuevas reservas en suelo estadounidense (en Alaska, por ejemplo), para reducir la dependencia energética exterior.
6. ¿Cómo son sus simpatizantes?
Muchos de los seguidores del Tea Party profesan valores muy conservadores, incluyendo la castidad o el antiabortismo radical, y un credo basado en la consecución de una sociedad fundamentada en torno a criterios morales, religiosos y patrióticos.
Según una encuesta de la Universidad de Washington, el 73% de los simpatizantes del Tea Party rechaza los acercamientos hacia países musulmanes realizados por Obama, el 88% aprueba la polémica ley contra los inmigrantes indocumentados aprobada recientemente en Arizona, el 82% está en contra del matrimonio entre homosexuales, el 52% opina que «los gays y las lesbianas tienen demasiado poder político» y un 25% considera que el Gobierno favorece a los negros por encima de los blancos.
7. ¿Cuál es su base social?
El Tea Party es un movimiento de base que, como escribe Yolanda Monge en El País, «aglutina a hombres blancos de clase media en estado de pánico y golpeados por la crisis económica y la llegada de un negro a la Casa Blanca, al que lo mismo consideran un marxista, que un nazi o un racista contra los blancos».
Entre sus simpatizantes se encuentran desde los autodenominados «libertarios» (opuestos al Estado y a cualquier sumisión a normas internacionales, en una especie de versión ultraderechista del anarquismo) hasta habitantes de zonas rurales que ven amenazado su modo de vida tradicional, pasando por ciudadanos que culpan al Gobierno de la crisis económica. El 80% son blancos (según una encuesta reciente de la CNN).
8. ¿Cómo ha logrado crecer?
El movimiento ha ido cobrando visibilidad a través de las distintas protestas, mítines y concentraciones que ha llevado a cabo desde principios de 2009, y mediante el uso de redes sociales de Internet, como Facebook, Twitter y MySpace, así como de blogs en medios de comunicación de carácter derechista.
9. ¿Quién está detrás?
Según informó la revista Atlantic Monthly, el principal soporte organizativo del movimiento está constituido fundamentalmente por tres grupos de presión: FreedomWorks, dontGO y Americans for Prosperity. El diario The Washington Post, por su parte, ha ligado la corriente al «empuje ultra conservador que intenta hacerse un hueco ante la crisis de identidad de los republicanos».
Según este periódico, una de las organizaciones que más han trabajado por dar forma al movimiento, FreedomWorks, está ligada a empresas de tinte conservador como Philip Morris o Met Life.
El papel de los medios de comunicación conservadores en el auge del Tea Party también ha sido muy importante. Uno de los presentadores estrella de la cadena de televisión FOX, Glenn Beck, por ejemplo, defiende al Tea Party en sus intervenciones en directo y ha sido acusado de incitar a la audiencia a unirse al movimiento.
10. ¿Cuál ha sido su acto más importante hasta ahora?
El pasado 28 de agosto, miles de ciudadanos simpatizantes del Tea Party acudieron a una manifestación masiva, presentada por el mencionado locutor Glenn Beck, convertido ya en una celebridad dentro del movimiento. El acto se celebró en el Lincoln Memorial de Washington, lo que despertó la irritación de los sectores por la defensa de los derechos civiles, al tratarse del mismo lugar donde el reverendo Martin Luther King pronunció su famoso discurso ‘Tengo un Sueño’ hace 47 años, y teniendo en cuenta que el Tea Party ha sido acusado frecuentemente de racista y xenófobo.
La ex gobernadora de Alaska y candidata republicana a la Vicepresidencia en 2009, Sarah Palin, compareció también ante los asistentes.
11. ¿Qué le reprochan a Obama?
Aparte de cargar contra las políticas de rescate financiero aprobadas por su Administración, y de oponerse a su reforma sanitaria, a la futura reforma de la normativa sobre inmigración, a los límites a la explotación de recursos energéticos o a los planes para penalizar a las industrias por prácticas contaminantes, en los actos del Tea Party son comunes pancartas y consignas en las que se le acusa incluso de no ser estadounidense. Detrás de la campaña por negar la ciudadanía de Obama (aseguran que «es africano» y niegan que naciese en Hawai) está un intento por deslegitimarle como presidente.
12. ¿Quién es Christine O’Donnell?
El Tea Party no tiene un líder oficial, pero Christine O’Donnell, una republicana de 41 años, se ha convertido en la estrella del movimiento después de que el pasado martes se impusiera por sorpresa en las primarias republicanas para un escaño en el Senado por el Estado de Delaware.
Fundadora en los años 90 de un grupo que, según informa El Periódico, promovía la abstinencia sexual, defendía los valores de la castidad, comparaba la masturbación con el adulterio, se oponía al aborto incluso en caso de violación, criticaba el dinero destinado a programas contra el sida y denostaba la evolución y defendía el creacionismo, O’Donnell ha sido comparada con Sarah Palin, con la que, además, guarda cierto parecido físico.
Su tirón entre ciertos sectores de la población como representante de un nuevo tipo de político populista y alejado de Washington se ha visto afectado, no obstante, por un pasado dudoso (cuentas pendientes con Hacienda) y por la publicación de un vídeo en el que la candidata al Senado admite haber hecho «experimentos de brujería».
13. ¿Cómo ha sido el triunfo del Tea Party en las primarias republicanas?
El Tea Party se apuntó este miércoles una sonada victoria en la última gran jornada de elecciones primarias antes de los comicios legislativos del 2 de noviembre.
En Delaware, Christine O’Donnell, apoyada por Sarah Palin, se impuso con más del 53% de los votos al candidato del ala moderada del Partido Republicano, Mike Castle. En New Hampshire, también con la bendición de Palin, el ex procurador estatal y simpatizante asimismo del Tea Party Kelly Ayotte ganó al republicano moderado Ovide Lamontagne.
Con estas dos victorias, el Tea Party ya tiene candidatos propios para el Congreso en siete estados: Alaska, Kentucky, Utah, Nevada, Colorado y los mencionados Delaware y New Hampshire.
14. ¿Qué supone esta victoria para el Partido Republicano?
Por un lado, la división del electorado puede restar fuerza a los candidatos apoyados oficialmente por el partido de cara a los comicios de noviembre. Por otro, la radicalización que supone una mayor presencia de miembros del Tea Party puede restar votos entre los electores más moderados.
Como recuerda el analista Jorge Díaz-Cardial, en las elecciones presidenciales de 1992 y 1996 la aparición de un candidato conservador al margen del Partido Republicano (Ross Perot, entonces), restó posibilidades de ganar a George Bush padre (1992) y al senador por Kansas, Bob Dole (1996), entregando la presidencia, en ambas ocasiones, al demócrata Bill Clinton.
Mientras, el Tea Party ha amenazado con retirar su apoyo a los candidatos republicanos que no sean suficientemente conservadores o que lleguen a acuerdos con los demócratas.
15. ¿Cómo ha reaccionado el partido?
La primera respuesta republicana llegó, según informó The New York Times, de la boca de Karl Rove, ex estratega de George W. Bush. Rove intensificó sus ataques contra O’Donnell y dijo que no está capacitada para el cargo. «Ha dicho un montón de cosas descabelladas», afirmó.
No obstante, los jefes de la campaña republicana para el Senado buscaron minimizar las versiones de una ruptura en el interior del partido: «Que nadie se equivoque. El Comité Nacional Republicano del Senado apoya a todos nuestros candidatos, incluida Christine O’Donnell», declaró el senador John Cornyn.
16. ¿Qué ha dicho O’Donnell?
Calificó de «haraganes» a los «jerarcas» del Partido Republicano, y les acusó de «canibalismo político» por el modo en que habían atacado a los candidatos surgidos, como ella, del Tea Party. «Tal vez mis palabras hieran el orgullo de algunos, pero para ganar las internas primarias yo no conté con el apoyo de la cúpula del partido», señaló a la cadena ABC.
17. ¿Cómo puede obstaculizar el Tea Party la política de Obama?
Pese a contar con mayoría en las dos Cámaras, Obama ha tenido hasta ahora muchas dificultades a la hora de sacar adelante algunas de sus reformas más importantes. La llegada al Congreso y al Senado de los extremistas del Tea Party puede acabar dinamitando muchas de las iniciativas previstas por el presidente, para las que necesita un amplio apoyo parlamentario.
Por otra parte, y más allá de la fractura abierta en el Partido Republicano, las encuestas llevan varias semanas mostrando un descenso en el índice de popularidad de Obama, con lo que las esperanzas de los demócratas de mantener el control del Senado (la Cámara en la que tienen menos fuerza) se están erosionando.
El mensaje surgido de las primarias de Delaware proviene de una parte muy pequeña de la población (votaron apenas 55.000 personas, y O’Donnell se impuso por sólo 3.000 sufragios), pero, tal y como escribe Michael D. Shear en The New York Times, «mientras los demócratas sigan siendo el blanco del voto de castigo por los altos índices de desempleo, la caída de la construcción y la falta de confianza en la economía del país, los republicanos seguirán confiados en obtener un significativo avance en las elecciones del 2 de noviembre».
18. ¿Qué se va a decidir en las elecciones de noviembre?
En las llamadas «elecciones de medio mandato», que se celebrarán el próximo el 2 de noviembre, serán renovados los 435 escaños de la Cámara de Representantes (Congreso) y los 100 escaños del Senado, así como 38 gobernadores, varias legislaturas estatales y cuatro legislaturas territoriales. También tendrán lugar varias elecciones a nivel local y estatal.
19. ¿Qué se juega Obama en estos comicios?
Obama llega a las legislativas de noviembre de 2010 habiendo conseguido sacar adelante una parte crucial de su programa electoral: Pese a la oposición del Partido Republicano y de buena parte de la sociedad estadounidense, ha logrado aprobar su reforma sanitaria, una de las más importantes en toda la historia del país.
Por delante tiene, no obstante, otras dos reformas clave en su mandato, la del sistema financiero y la de la inmigración. Para ambas va a necesitar un gran consenso, incluyendo el apoyo de parte de la oposición.
Lo mismo ocurre en el apartado internacional, donde el presidente está inmerso en numerosos frentes (las negociaciones de paz de Oriente Próximo, la tensión con Irán y Corea del Norte, la normalización de las relaciones con Rusia, el control del armamento nuclear…).
20. ¿Volverá Sarah Palin?
La controvertida ex gobernadora de Alaska ha asegurado que estaría dispuesta a volver a presentarse como candidata a las elecciones presidenciales de 2012: «Si el pueblo americano está preparado para alguien que desea estimularles y que desea volver a las verdades demostrables con el tiempo, y ayudar a liderar nuestro país hacia un futuro más próspero y seguro y si ellos piensan que yo soy la idónea, si fuera lo mejor para mi familia y para mi país, por supuesto que lo intentaría», manifestó.
El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, opinó no obstante que Palin podría estar lanzando un «globo sonda» sobre la posibilidad de su candidatura. Añadió que «no cabe duda de que [Palin] es una fuerza formidable dentro del Partido Republicano. Posiblemente sea la fuerza más formidable dentro del Partido Republicano ahora mismo».