¿Los últimos días de Guantánamo?

Miguel Máiquez, 11/10/2008
 

El centro de detención estadounidense de Guantánamo, en Cuba, puede tener sus días contados si el próximo presidente de EE UU mantiene su promesa. Ambos candidatos, el demócrata Barack Obama y el republicano John McCain, se han comprometido a cerrarlo si llegan al poder. 

No obstante, a día de hoy, la prisión sigue siendo un quebradero de cabeza para la Administración Bush y un escándalo para las organizaciones de derechos humanos.

Casi siete años después de que llegasen los primeros detenidos, aún permanecen encerrados en la base más de dos centenares de presos, desprovistos de los más elementales derechos constitucionales. La presión para que se clausure no ha dejado de crecer, tanto desde los políticos y los defensores de los derechos civiles como desde los tribunales.

Esta misma semana, un juez federal ordenaba la primera liberación en suelo estadounidense de un grupo de prisioneros, pero la orden ha sido paralizada por un tribunal de apelación a instancias del Gobierno de George W. Bush, que se resiste tanto a crear un precedente como a cerrar, antes de que se produzcan condenas, una prisión que ha sido uno de los emblemas en su guerra contra el terrorismo.

Éstas son, en 20 preguntas y respuestas, las principales claves sobre la cárcel fuera de la ley más famosa del mundo.

1. ¿Qué es el centro de detención de Guantánamo?

Una prisión de alta seguridad situada en una base naval que EE UU tiene en la bahía de Guantánamo, en Cuba. Desde 2002, las autoridades estadounidenses la han usado como centro de detención para detenidos acusados de terrorismo, la mayoría de ellos capturados en Afganistán durante la invasión de este país que siguió a los brutales atentados del 11‑S en EE UU (más de 3.000 muertos).

Guantánamo es sólo una parte del sistema de centros de detención que mantiene EE UU en el exterior, y que incluye cárceles en Irak y Afganistán. Decenas de detenidos han sido llevados a Guantánamo desde otros centros de detención secretos de la CIA.

2. ¿Cómo es la base?

La base fue instalada en Cuba por EE UU a principios del siglo XX gracias a un acuerdo firmado entre los dos países, acuerdo que Cuba rechaza alegando que fue firmado bajo presión. Situada junto a la bahía de Guantánamo, a 920 kilómetros al sureste de La Habana, tiene 117,6 kilómetros cuadrados, de los que sólo 49,4 son de tierra firme, y una línea costera de 17,5 kilómetros. Está cercada por una alambrada electrificada de tres metros de altura. Tiene una dotación permanente de 435 marines que conviven con otros militares y civiles estadounidenses. La población total se cifra en unas 8.500 personas. Fue acondicionada como centro de detención tras la invasión de Afganistán, a finales de 2001.

3. ¿Cómo se autorizó un centro de detención así?

Dos días después del 11‑S. el Congreso de EE UU aprobó una resolución por la que se otorgaba al presidente (George W. Bush) una autorización sin precedentes para emplear la fuerza contra «naciones, organizaciones e individuos» que, según su criterio, estuviesen relacionados en cualquier modo con los atentados o con actos futuros de terrorismo internacional.

El 17 de septiembre Bush habría firmado un memorando en el que autorizaba a la CIA a instalar centros de detención fuera del territorio de EE UU. Este documento tiene carácter secreto.

En noviembre de 2001 Bush firma una orden ejecutiva en materia militar sobre «Detención, tratamiento y enjuiciamiento de ciertos extranjeros en la guerra contra el terrorismo», por la que autoriza al Pentágono a mantener a ciudadanos no estadounidenses bajo custodia indefinida sin cargos.

4. ¿Cuándo llegaron los primeros detenidos?

Los 20 primeros prisioneros llegaron el 11 de enero de 2002.

5. ¿Qué consideración legal tienen los prisioneros?

EE UU los considera «combatientes enemigos ilegales» (la mayoría están acusados de pertenecer a los talibanes o a Al Qaeda), y no prisioneros de guerra, por lo que entiende que no tiene por qué aplicarles la Convención de Ginebra y, por tanto, que puede retenerlos indefinidamente sin juicio y sin derecho a la representación de un abogado, algo que ha sido criticado por gobiernos y organizaciones de derechos humanos de todo el mundo.

Washington admitió posteriormente que, salvo los miembros de Al Qaeda, el resto de los prisioneros sí estarían amparados por las convenciones internacionales. Algunos juristas consideran que la situación se encuentra en un «vacío legal».

6. ¿Cuántos detenidos hay y de dónde son?

Hasta 2008 habían pasado por la base alrededor de 800 prisioneros de 42 países, la gran mayoría afganos y paquistaníes. Este número fue descendiendo paulatinamente desde 2003, al ser devueltos cerca de medio millar a sus países de origen, la mayoría a Afganistán y Paquistán, pero también a muchos países europeos (España, Francia, Reino Unido, Rusia, Suecia, Turquía y Bélgica) y a otros como Arabia Saudí, Australia, Bahréin, Bangladesh, Egipto, Irak, Irán, Jordania, Kuwait, Libia, Maldivas, Marruecos, Mauritania, Sudán, Tayikistán, Uganda y Yemen. En septiembre de 2008 quedaban alrededor de 250.

Según Amnistía Internacional, hasta 17 de los detenidos en la prisión eran menores de edad cuando fueron puestos bajo custodia. Un estudio de esta misma organización, efectuado a cerca de 500 detenidos, indica que sólo el 5% de los prisioneros habían sido capturados originalmente por fuerzas estadounidenses. El 86% habían sido arrestados por fuerzas paquistaníes o de combatientes en Afganistán, y frecuentemente entregados a EE UU a cambio de recompensas.

7. ¿Ha habido algún español?

En febrero de 2002 el Gobierno español apuntó la posibilidad de que hubiese dos españoles detenidos en Guantánamo, si bien finalmente sólo reconoció como tal uno, el ceutí Hamed Abderramán, ya que el otro, Reswam A. Abdulsam, admitió ser marroquí y disponer de pasaporte español falso.

En diciembre de 2003 el juez Baltasar Garzón solicitó a EE UU la extradición de cuatro detenidos en Guantánamo, entre ellos Hamed Abderraman Ahmed, quien llegó a España en febrero de 2004 e ingresó en prisión incondicional. Más tarde, Garzón decretó su libertad bajo fianza de 3.000 euros al computar su reclusión en Guantánamo como tiempo de prisión preventiva.

Un año después, la Audiencia Nacional condenó a Ahmed a seis años de prisión, por pertenencia a Al Qaeda, pero sin computarle los dos años que estuvo en Guantánamo tras su captura en Pakistán poco después de los atentados del 11‑S. En julio de 2006 fue absuelto por el Tribunal Supremo por insuficiencia de pruebas.

Además de este caso, en 2005 EE UU extraditó a España al marroquí Lahcen Ikassrien, «Chej Hasan», pero un año después fue absuelto por la Audiencia Nacional.

8. ¿Cómo son tratados los detenidos?

Washington insiste en que reciben un «trato humanitario». No obstante, el hecho de que no se encuentren en suelo estadounidense (las autoridades de EE UU no consideran la base de Guantánamo como parte del país) hace que no disfruten de los derechos que otorga la constitución de EE UU a los detenidos, entre ellos, la presunción de inocencia o el derecho a un juicio con jurado.

Informes de Naciones Unidas señalan que existen evidencias de que algunos detenidos han sido torturados y denuncian alimentaciones forzosas a prisioneros en huelga de hambre (docenas de ellos protestaron de este modo en 2006) e interrogatorios llevados a cabo tras confinamientos solitarios prolongados o en condiciones extremas de temperatura, luz y ruido. Otros tratos vejatorios han sido denunciados por organizaciones como Amnistía Internacional.

A finales de 2004 un informe de la Cruz Roja Internacional y la filtración de memorandos del FBI reconocían el uso en la base de tácticas de coerción psicológica y física equivalentes a torturas, hechos que fueron reconocidos en una investigación militar y en junio de 2005 por el Departamento de Defensa.

Según Amnistía Internacional, 14 detenidos fueron trasladados a Guantánamo en septiembre de 2006 tras permanecer recluidos en régimen de incomunicación bajo custodia secreta de la CIA durante periodos de hasta 4 años y medio.

9. ¿Cómo es el centro de detención y cómo viven los presos?

Los prisioneros están distribuidos en cuatro campos rodeados de alambradas de malla metálica, donde pasan las 24 horas del día. Cada bloque tiene un total de 48 celdas. Tienen algo de intimidad y se les permite realizar media hora de ejercicio diario (a algunos sólo tres días a la semana) en un campo de deportes que mide 7,6 por 9,1 metros.

Reciben visitas de la Cruz Roja, organización que se encarga también de llevarles las cartas de sus familias. Oficiales estadounidenses inspeccionan el contenido de toda la correspondencia. Los prisioneros no pueden recibir visitas de sus familiares ni se les permitía, hasta el pasado mes de marzo, hablar con ellos por teléfono de forma regular. Las luces de los pasillos y las instalaciones están encendidas noche y día.

Amnistía Internacional calcula que el 80% de los detenidos están recluidos en régimen de aislamiento en el Campo 5, el Campo 6 o el Campo llamado «Eco».

10. ¿Qué es el Campo 6?

El Campo 6 se construyó para albergar a 178 detenidos. Es la instalación donde las condiciones son más severas. Los detenidos están confinados durante un mínimo de 22 horas al día en celdas individuales de acero sin ventanas al exterior.

11. ¿Se ha celebrado algún juicio?

Los juicios, ante tribunales militares, comenzaron el pasado mes de junio con el proceso a Jalid Sheik Mohammed, el acusado de ser el cerebro de los ataques del 11‑S, quien, junto a otros cuatro acusados, se enfrenta a cargos que incluyen 2.973 acusaciones por asesinato ‑uno por cada persona que murió en los atentados. Eran los primeros cargos directamente relacionados con 11‑S presentados contra detenidos en Guantánamo.

El relator especial de la ONU sobre Ejecuciones Arbitrarias, Sumarias y Extrajudiciales, Philip Alston, exigió a EE UU que suspendiera los juicios militares en Guantánamo, señalando que los procesos «no cumplen en absoluto las normas internacionales».

De los cerca de 250 detenidos que siguen en Guantánamo, entre 60 y 80 enfrentan tribunales militares especiales y alrededor de 60 están en proceso de ser devueltos a sus países. El futuro de los otros 115 es incierto, porque no existe evidencia suficiente para acusarlos pero son considerados demasiado peligrosos para quedar en libertad.

12. ¿Cómo son los tribunales militares?

La comisión militar que juzga a los presos está formada por entre cinco y doce oficiales de las fuerzas armadas estadounidenses. Un juez militar calificado preside la sesión. Para lograr una condena, al menos dos tercios de los miembros tienen que estar a favor, pero si se trata de una sentencia de muerte ‑que puede solicitarse si llega a probarse que alguien murió por culpa del acusado‑, la decisión tiene que ser unánime y ratificada en última instancia por el presidente de EE UU.

13. ¿Se ha declarado algún culpable?

Sólo uno: en marzo de 2007, David Hicks se declaró culpable de «proporcionar apoyo material al terrorismo» en virtud de un acuerdo previo al juicio que garantizaba su liberación de la custodia de Estados Unidos después de cinco años y el regreso a su país natal, Australia, para cumplir nueve meses de prisión.

14. ¿Qué han dicho sobre la base los tribunales de EE UU?

La primera decisión judicial la tomó el 31 de julio de 2002 la juez federal de Columbia Colleen Kollar-Kotelly, quien determinó que el sistema legal estadounidense carecía de jurisdicción sobre personas retenidas en Guantánamo. Este fallo fue ratificado en marzo de 2003 por un juez federal.

En junio de 2004 el Tribunal Supremo de EE UU (máximo tribunal del país) dictaminó que «los tribunales de EE UU tienen la jurisdicción requerida para disputar la legalidad de la detención de ciudadanos extranjeros capturados en el extranjero en actividades hostiles y encarcelados en la bahía de Guantánamo» y falló que tres prisioneros que habían invocado su derecho a ser juzgados podían llevar su caso ante tribunales civiles .

No obstante, la mayoría de jueces federales, en cuyas manos está cómo aplicar la doctrina marcada por el Supremo, secundó las tesis de la Administración Bush de que es posible retener a los «combatientes extranjeros» indefinidamente, sin presentar cargos contra ellos o someterles a juicio.

En 2006 el Supremo volvió a atacar la estrategia del Pentágono, señalando que organizar tribunales militares para prisioneros de guerra extranjeros «viola el Código de Justicia Militar y la Convención de Ginebra», y que, además, no está recogido en norma alguna. El Congreso, de mayoría republicana entonces, reaccionó aprobando una ley en la que se daba cobertura expresamente a estos tribunales militares.

El pasado 12 de junio, el Supremo dictaminó que los sospechosos de terrorismo detenidos en la base militar tienen el derecho constitucional de defenderse ante los tribunales civiles estadounidenses.

15. ¿Ha sido liberado en suelo estadounidense algún prisionero?

No. Un juez federal de EE UU ordenó el pasado martes por primera vez la liberación en territorio estadounidense de un grupo de detenidos en Guantánamo compuesto por 17 musulmanes chinos de la minoría Uigur. El juez consideraba que no había pruebas de que este grupo estuviera formado por «combatientes enemigos», o de que supusieran un riesgo para el país. El Pentágono ya había determinado esto con anterioridad, pero se había negado a liberarlos en suelo estadounidense y no había encontrado a ningún país que quisiese acogerlos.

No obstante, un día después, un tribunal federal de apelación de bloqueó temporalmente la liberación, aceptando una moción urgente en contra interpuesta por la administración del presidente George W. Bush.

16. ¿Ha muerto algún detenido en la base?

En los dos últimos años han muerto cinco prisioneros en Guantánamo (tres de ellos se suicidaron en junio de 2006 ahorcándose con las sábanas de sus camas). Pese a estar bajo custodia, no se les ha practicado ninguna autopsia.

17. ¿Ha colaborado España con EE UU?

Amnistía Internacional ha denunciado que más de 200 presos han sido trasladados a Guantánamo pasando por España, sin que el actual Gobierno español haya hecho nada por impedirlo. Según el Ministerio de Defensa, EE UU justificó esos vuelos, realizados entre las bases españolas de Torrejón de Ardoz (Madrid), Morón de la Frontera (Sevilla) y Rota (Cádiz), y Guantánamo, como «suministro de apoyo lógico».

Por otra parte, en 2002, durante el Gobierno de Aznar, policías españoles, acompañados por agentes de la CIA, interrogaron a 20 marroquíes en Guantánamo.

18. ¿Cuál es la postura de los candidatos a la presidencia de EE UU?

El candidato demócrata, Barack Obama, ha declarado que cerrará la prisión de Guantánamo y derogará los tribunales militares para juzgar a terroristas, si bien añadió que no vacilará en usar la fuerza militar para eliminar «en cualquier parte del mundo» focos terroristas que amenacen a Estados Unidos.

Por su parte, el candidato republicano, John McCain, también expresó su intención de cerrar el centro de detención en cuanto se resuelva el estatus legal de los prisioneros: «Si gano —señaló– ordenaré el cierre de Guantánamo y el traslado de los reclusos a Fort Leavenworth, en Kansas».

19. ¿Qué dice el actual gobierno de Bush?

Tanto el Gobierno de EE UU como el propio presidente, George W. Bush, han expresado varias veces en este último año su deseo de cerrar Guantánamo, al tiempo que han aducido razones legales y prácticas para no poder hacerlo todavía, incluyendo los procesos que aún no han concluido o que siguen pendientes, o la negativa de muchos países a aceptar de vuelta a los detenidos.

Con respecto a las condiciones del centro de detención, la Administración estadounidense niega que se practique la tortura, insiste en que se trata de «una instalación modelo», y recuerda que ha sido visitada por más de 2.000 periodistas de 400 medios de comunicación de todo el mundo.

20. ¿Qué cuentan los ex detenidos?

El pasado mes de mayo, uno de los liberados, Murat Kurnaz, un ciudadano turco nacido en Alemania, rindió testimonio vía satélite ante el Congreso de EE UU. Kurnaz contó a los congresistas su historia de cinco años de detención, incluyendo torturas y abusos. Aseguró que fue sometido a palizas, descargas eléctricas y lo que llamó «el tratamiento de agua», en el que le mantuvieron la cabeza bajo agua mientras era golpeado en el estómago y forzado a aspirar el agua (una práctica habitual en la Inquisición española). Kurnaz fue liberado de Guantánamo en 2006 tras una petición personal de la canciller alemana Ángela Merkel.

Amnistía Internacional también ha recogido testimonios de muchos ex detenidos en Guantánamo (aquellos que han sido devueltos a sus países de origen). Estos son algunos de ellos:

  • Mohamed Al Amin (mauritano): «Pasé cinco años en Guantánamo, pero no conozco a nadie de Al Qaeda; no tengo relación con esa gente».
  • Ahmed Errachidi (marroquí): «Estoy en el límite, no quiero caer» (fue detenido por terrorismo nada más llegar a Marruecos).
  • Jumah Al-Dossari (saudí): Su hermano cuenta que «cuando lo miraba pensaba, Dios mío, ¿este es mi hermano? Luego nos describía el dolor que había sufrido en Guantánamo, los días en que estaba realmente enfermo… Está intentando olvidar todo aquello».
  • Sami Al Laithi (egipcio): «En cierta ocasión los agentes de la policía militar me pisotearon la espalda. Uno de ellos me arrojó al suelo. Luego me levantaron y me dejaron caer de golpe de nuevo».
  • Ajtar Qassim Bassit (chino de la minoría uigur): «Hemos sufrido muchísimo en Guantánamo, pero seguimos sufriendo aquí. Los demás detenidos tenían su país; nosotros no tenemos donde ir» (fue trasladado a Albania).

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