El infierno interminable del Congo

Ape­nas seis años después del fin de una bru­tal guer­ra civ­il en la que, direc­ta o indi­rec­ta­mente, murieron más de cin­co mil­lones de per­sonas, la Repúbli­ca Democráti­ca del Con­go vuelve a estar sacu­d­i­da por la violencia.

La situación en el país cen­troafricano, que no era pre­cisa­mente estable, se ha vis­to agrava­da des­de finales del mes pasa­do por el avance de los sol­da­dos del gen­er­al rebelde Lau­rent Nkun­da en la zona ori­en­tal, ante la impo­ten­cia de las tropas gubernamentales.

Después de sem­anas de atro­ci­dades con­tra la población civ­il, éxo­dos masivos y miles de per­sonas atra­padas en la zona del con­flic­to, Nkun­da acep­tó el pasa­do día 16 ini­ciar un pro­ce­so de paz. Por el momen­to se mantiene un pre­cario alto el fuego, pero la situación puede volver a estal­lar en cualquier instante, y las muertes y vio­la­ciones de dere­chos humanos han segui­do produciéndose.

Este jueves la ONU aprobó enviar a la zona 3.000 cas­cos azules más (ya hay desple­ga­dos 17.000, la may­or mis­ión de paz de Naciones Unidas en el mun­do), en la con­fi­an­za de acabar con una guer­ra que hunde sus raíces en la vie­ja rival­i­dad entre hutus (respon­s­ables del geno­cidio de Ruan­da) y tut­sis, que ame­naza con inter­na­cionalizarse y en la que tam­bién el fac­tor económi­co jue­ga un papel fundamental.

Éstas son, en 20 pre­gun­tas y respues­tas, las prin­ci­pales claves del conflicto.

1. ¿Cuál es la situación general del país?

Situ­a­do en África Cen­tral, la Repúbli­ca Democráti­ca del Con­go, una exten­sa nación de 2,34 mil­lones de Km. cuadra­dos (casi cin­co veces España), 62,6 mil­lones de habi­tantes y enormes recur­sos económi­cos (dia­mantes, cobre, café, cobal­to, petróleo), tra­ta de recu­per­arse de un dev­as­ta­dor con­flic­to arma­do cuyas con­se­cuen­cias, tan­to béli­cas como económi­cas, sigue padeciendo.

La esper­an­za de vida es de 44 años, la renta per cápi­ta anu­al, 120 dólares, y, en 2005, unas mil per­sonas morían aún cada día a causa de la guer­ra, ya fuera direc­ta­mente o víc­ti­mas del ham­bre y la pobreza que ésta genera.

2. ¿Cuáles son los orígenes de la crisis?

La his­to­ria del Con­go ha esta­do mar­ca­da por la explotación, la guer­ra y la cor­rup­ción. Diez­ma­do sal­va­je­mente durante toda la primera mitad del siglo XX por el colo­nial­is­mo bel­ga, el país obtu­vo su inde­pen­den­cia en 1960 y cin­co años después una primera rebe­lión acaba­ba con el asesina­to del primer min­istro y la subi­da al poder de Joseph Mobu­tu. Mobu­tu con­vir­tió el entonces lla­ma­do Zaire en un ejem­p­lo de clep­toc­ra­cia y desas­tre económi­co mien­tras él amasa­ba una gran for­tu­na per­son­al al amparo de la guer­ra fría y el apoyo de EE UU.

El geno­cidio de los tut­sis en la veci­na Ruan­da, en 1994, provocó un éxo­do hutu hacia el país que pre­cip­itó la caí­da del dic­ta­dor en 1997, en una nue­va rebe­lión. Lau­rent Kabi­la fue nom­bra­do pres­i­dente, el Zaire fue reba­u­ti­za­do como Repúbli­ca Democráti­ca del Con­go y la guer­ra civ­il volvió a estal­lar en un con­flic­to que causó cin­co mil­lones de muer­tos e involu­cró, entre 1998 y 2002, a seis país­es de la región: Ango­la, Zim­babue y Namib­ia, del lado guber­na­men­tal, y Ruan­da, Ugan­da y Burun­di, del lado rebelde.

A Kabi­la, asesina­do en enero de 2001, le sucedió su hijo Joseph (actu­al pres­i­dente), elegi­do en las primeras elec­ciones democráti­cas cel­e­bradas en el país. Joseph Kabi­la ini­ció un peri­o­do de tran­si­ción, man­te­nien­do la paz a duras penas y con las brasas de la guer­ra ardi­en­do aún en la zona ori­en­tal del país, esce­nario de los com­bat­es actuales.

3. ¿Cómo y cuándo empezó el conflicto actual?

Algunos de los hutus respon­s­ables del geno­cidio de Ruan­da (más de un mil­lón de tut­sis asesina­dos en ape­nas un año) que huyeron has­ta la R. D. del Con­go per­manecieron en la zona ori­en­tal de este país y for­maron una mili­cia que, según el nue­vo gob­ier­no tut­si ruandés, pre­tendía per­pe­trar una nue­va masacre.

Ése fue uno de los gérmenes de la guer­ra civ­il, que aho­ra se ha vis­to reforza­do por la acción rebelde de una fuerza tut­si con­goleña: Con la excusa de defend­er a los habi­tantes de esta minoría, estas mili­cias, acti­vas des­de la toma de Bukavu, en 2004, ini­cia­ron el pasa­do mes de agos­to una ofen­si­va. Los com­bat­es se recrudecieron a finales de octubre, des­en­ca­de­nan­do la cri­sis actual.

4. ¿Dónde está ocurriendo?

En la zona ori­en­tal del país, y, conc­re­ta­mente, en la provin­cia de Kivu Norte, fron­ter­i­za con Ruan­da y Ugan­da. Kivu Norte, de 59.000 Km. cuadra­dos y con unos tres mil­lones y medio de habi­tantes, fue uno de los prin­ci­pales esce­nar­ios de la guer­ra civ­il (lla­ma­da tam­bién Segun­da Guer­ra del Con­go) de 1998–2002.

Los rebeldes han toma­do el con­trol en exten­sas zonas de esta región, incluyen­do el par­que nacional de Virun­ga, Pat­ri­mo­nio de la Humanidad. La ciu­dad más afec­ta­da es la cap­i­tal, Goma, donde han bus­ca­do refu­gio miles de desplaza­dos por la guerra.

5. ¿Por qué ha resurgido ahora?

En agos­to expira­ba el pla­zo dado al Gob­ier­no para actu­ar con­tra los ataques hutus en el inte­ri­or del ter­ri­to­rio con­goleño. Según los rebeldes, estas medi­das no se pro­du­jeron, por lo que, al man­do de Lau­rent Nkun­da, ini­cia­ron la ofensiva.

6. ¿Quién es Laurent Nkunda?

El auto procla­ma­do gen­er­al Lau­rent Nkun­da, naci­do en 1967, es el líder actu­al del grupo rebelde (el Rea­gru­pamien­to Con­goleño para la Democ­ra­cia) que actúa en el este del país des­de 1998.

Perteneciente a la etnia banya­mu­lengue, fue entre­na­do por el Frente Patrióti­co Ruandés que dirigía entonces el tut­si Paul Kagame, hoy pres­i­dente de Ruan­da, país del que Nkun­da parece seguir reci­bi­en­do apoyo (así lo denun­cia el Gob­ier­no con­goleño), aunque el Gob­ier­no de Kagame lo niegue.

Nkun­da ase­gu­ra que lucha por defend­er los intere­ses de la minoría hutu en el Con­go ante la pasivi­dad del Gob­ier­no. Sobre él pesa una orden inter­na­cional de bus­ca y cap­tura des­de sep­tiem­bre de 2005 y sus activi­dades han sido con­de­nadas por EE UU. Se le acusa de ser el respon­s­able de numerosos crímenes de guer­ra y con­tra la humanidad. Entre sus aspira­ciones se encuen­tra la división del Con­go en esta­dos étnicos.

Nkun­da, un cris­tiano que ase­gu­ra ser pas­tor evangéli­co, dirige a sus entre 7.000 y 8.000 hom­bres (mili­cianos tut­sis) con una mez­cla de fer­vor rev­olu­cionario y mesian­is­mo reli­gioso. Tiene seis hijos.

7. ¿Qué otros intereses hay en juego?

La parte ori­en­tal de la R. D. del Con­go es una zona muy rica en recur­sos nat­u­rales, unos recur­sos que han sido, al mis­mo tiem­po, parte impor­tante en el ori­gen de la guer­ra y fuente de finan­ciación para los com­bat­ientes en la mis­ma. Conc­re­ta­mente, en el este del país existe una gran abun­dan­cia tan­to de oro como de un min­er­al lla­ma­do coltán, del cual el Con­go posee el 80% de las reser­vas mundiales.

Según han denun­ci­a­do numerosas ONG, la exportación de coltán ayudó a finan­ciar a var­ios ban­dos durante la Segun­da Guer­ra del Con­go y sigue sien­do un fac­tor pri­mor­dial en el con­flic­to actu­al. Ruan­da y Ugan­da expor­tan coltán a Occi­dente (sobre todo a Esta­dos Unidos).

La explotación del coltán con­ll­e­va, por otra parte, serios prob­le­mas medioam­bi­en­tales y ape­nas gen­era ben­efi­cios para la R. D. del Con­go. Según datos de la ONU, entre 1998 y 2002 se extra­jeron en este país 3,9 mil­lones de kilos de coltán, que alcan­zaron en el mun­do desar­rol­la­do un val­or de 793 mil­lones de dólares, ninguno de los cuales se quedó en la nación africana. La ONU llegó a denun­ciar que el Ejérci­to Patrióti­co Ruandés super­vis­a­ba la activi­dad min­era en el Congo.

8. ¿Para qué se utiliza el coltán?

Con el coltán se elab­o­ran los con­den­sadores elec­trolíti­cos de tan­ta­lio que se usan en la fab­ri­cación de telé­fonos móviles, con­so­las, GPS, tele­vi­sores de plas­ma, orde­nadores portátiles, repro­duc­tores de mp3…

9. ¿Qué está pasando con la población?

Ambos ban­dos han sido acu­sa­dos de per­pe­trar crímenes con­tra civiles, incluyen­do asesinatos, actos de pil­la­je y miles de vio­la­ciones. A finales del mes pasa­do la ONU advir­tió de la inmi­nen­cia de una «cri­sis human­i­taria de dimen­siones cat­a­stró­fi­cas» en el Con­go tras la reanudación de los com­bat­es, con dece­nas de miles de civiles atra­pa­dos en la zona de guer­ra y otros tan­tos desplazados.

10. ¿Cuántos desplazados hay y cómo viven?

Los cer­ca de tres meses de con­flic­to en el este del Con­go han suma­do 250.000 civiles desplaza­dos a los cer­ca de un mil­lón que ya había pre­vi­a­mente en la región de Kivu Norte.

La may­oría han bus­ca­do refu­gio en la cap­i­tal de la provin­cia afec­ta­da, la ciu­dad de Goma, donde, no obstante, tam­bién se han suce­di­do los com­bat­es. Otros han empeza­do a huir a la veci­na Ruanda.

Muchos de estos refu­gia­dos se ven oblig­a­dos a sobre­vivir en tien­das de plás­ti­co no más grandes que un coche, en escue­las vacías, en igle­sias o a la intem­perie. En los cam­pos de refu­gia­dos vive una media de entre 900 y 1.000 per­sonas, que com­parten unas cin­co duchas.

11. ¿Qué otras amenazas existen?

La guer­ra ha traí­do con­si­go una situación per­ma­nente de ham­bre y mis­e­ria. Se cal­cu­la que cada mes mueren en la R. D. del Con­go unas 45.000 per­sonas a causa de la mal­nu­tri­ción y enfer­medades como la malar­ia. En el últi­mo mes cer­ca de un mil­lar de refu­gia­dos se han vis­to afec­ta­dos por una epi­demia de cólera.

12. ¿Cómo lo están sufriendo los niños?

Las orga­ni­za­ciones Save The Chil­dren y Amnistía Inter­na­cional han denun­ci­a­do que los com­bat­es en la R. D. del Con­go han provo­ca­do un aumen­to en el secue­stro de menores por parte de gru­pos arma­dos, donde son oblig­a­dos a pelear, lle­var muni­ciones o con­ver­tirse, inclu­so, en esclavos sex­u­ales.

Durante la guer­ra civ­il de 1998–2002, la may­oría de las fac­ciones que com­bat­ieron en el con­flic­to uti­lizaron niños sol­da­do (fueron ‘reclu­ta­dos’ más de 3.000, según la men­ciona­da orga­ni­zación). Según un informe de UNICEF, el Con­go es «el peor lugar del mun­do para un niño».

13. ¿Cómo ha reaccionado la Unión Africana?

La Unión Africana con­denó la ofen­si­va rebelde e instó a la reanudación del pro­ce­so de paz, pero en su Con­se­jo, inte­gra­do por 15 Esta­dos miem­bros que van rotan­do, se sien­tan actual­mente los dos prin­ci­pales supuestos par­tidar­ios de Nkun­da, Ruan­da y Ango­la, por lo que su efec­tivi­dad ha sido pues­ta en entredicho.

14. ¿Y Occidente?

Tan­to los Esta­dos Unidos como la Unión Euro­pea han lle­va­do a cabo una inten­sa cam­paña diplomáti­ca para tratar de encon­trar una solu­ción al con­flic­to. El sub­sec­re­tario de Esta­do de EE UU para asun­tos africanos, Jendai Fraz­er, se reunió con el pres­i­dente con­goleño, Joseph Kabi­la, y tenía pre­vis­to via­jar a Ruanda.

La UE está con­sideran­do enviar tropas para apo­yar a las fuerzas de paz de la ONU. El Reino Unido y Fran­cia enviaron a sus respec­tivos can­cilleres a Goma para reforzar los esfuer­zos de EE UU.

15. ¿Qué está haciendo la ONU?

Tras el fra­ca­so de la fuerza de paz de Naciones Unidas que esta­ba pre­sente en Ruan­da cuan­do ocur­rió el geno­cidio en 1994, la ONU puso espe­cial interés en que masacres seme­jantes no volviesen a repe­tirse en la zona. De hecho, el con­tin­gente de cas­cos azules pre­sente actual­mente en el Con­go (cer­ca de 17.000 sol­da­dos, 714 obser­vadores mil­itares y 1.063 policías de 53 país­es) con­sti­tuye la may­or mis­ión de paz del organ­is­mo inter­na­cional. Esta fuerza, no obstante, ha resul­ta­do ser insu­fi­ciente, aparte de que muchos con­goleños acu­san a los cas­cos azules de pasividad.

El sec­re­tario gen­er­al de la ONU, Ban Ki Moon, mandó sendos envi­a­dos espe­ciales a las cap­i­tales de Ruan­da y de la propia R. D. del Con­go, y bajo los aus­pi­cios de esta orga­ni­zación inter­na­cional se logró que el líder rebelde acep­tara un alto el fuego, el pasa­do día 16.

16. ¿Va a ampliar su misión en la R. D. del Congo?

Sí. Este jueves, el Con­se­jo de Seguri­dad aprobó incre­men­tar en 3.000 efec­tivos (2.785 mil­itares y 300 policías) su pres­en­cia en el país africano, con el obje­ti­vo de tratar de esta­bi­lizar el con­flic­to y facil­i­tar una sal­i­da negociada.

Amnistía Inter­na­cional, por su parte, ha pedi­do a la ONU que el refuer­zo se despliegue «lo antes posi­ble», ya que «seguimos reci­bi­en­do infor­ma­ciones de asesinatos, vio­la­ciones y secue­stros de niños, y con­tin­uare­mos reci­bi­en­do estas infor­ma­ciones mien­tras la pro­tec­ción de los civiles no sea una realidad».

17. ¿Qué está haciendo España?

La sec­re­taria de Esta­do de Coop­eración Inter­na­cional, Soraya Rodríguez, via­jó esta sem­ana a la R. D. del Con­go para eval­u­ar la situación sobre el ter­reno, y anun­ció que España incre­men­tará su ayu­da al país africano en 8 mil­lones de euros. Esta can­ti­dad se suma a los 20 mil­lones que España des­ti­na ya a la R. D. del Con­go (14 mil­lones a través de la Agen­cia Españo­la de Coop­eración Inter­na­cional para el Desar­rol­lo y 6 mil­lones proce­dentes de las comu­nidades autónomas).

18. ¿A dónde va ese dinero?

Esta ayu­da adi­cional españo­la irá a parar al Fon­do Cen­tral de Respues­ta ante la Emer­gen­cia de Naciones Unidas (un mil­lón de euros), al Fon­do del Pro­gra­ma de Naciones Unidas para el Desar­rol­lo (tres mil­lones), a vue­los human­i­tar­ios y actua­ciones de emer­gen­cia del Pro­gra­ma Mundi­al de Ali­men­tos de las Naciones Unidas (dos mil­lones) y al lla­mamien­to espe­cial de emer­gen­cia real­iza­do por la ONU para la R. D. del Con­go (otros dos millones).

19. ¿Está llegando la ayuda internacional?

Sí, pero con muchos prob­le­mas, y no toda. Las ONG que oper­an en la zona han denun­ci­a­do que la pres­en­cia con­tin­ua de mil­itares en el ter­reno hace muy difí­cil que la ayu­da human­i­taria proce­dente del exte­ri­or llegue a los afectados.

El pasa­do 28 de octubre, medio cen­te­nar de coop­er­antes extran­jeros tuvieron que ser evac­ua­dos por los cas­cos azules de la ciu­dad de Rut­shu­ru, que acoge a miles de desplaza­dos, ante el avance de los insurgentes.

20. ¿Hay españoles en la zona de guerra?

En la zona afec­ta­da por el con­flic­to tra­ba­jan actual­mente en labores human­i­tarias entre quince y veinte coop­er­antes y reli­giosos españoles, todos ellos local­iza­dos y adver­tidos de la gravedad de la situación, según la Ofic­i­na de Acción Human­i­taria de la Agen­cia Españo­la de Coop­eración Internacional.

Según datos de 2007 de la Coor­di­nado­ra de ONGD, en la R. D. del Con­go tra­ba­jan actual­mente 13 orga­ni­za­ciones no guber­na­men­tales españo­las, que desar­rol­lan un total de 109 proyec­tos, con un fon­do de 5,1 mil­lones de euros.

El pasa­do 28 de octubre, la mon­ja mision­era y enfer­mera diplo­ma­da María Pre­sentación López Vivar, bur­gale­sa de 64 años, resultó heri­da por la explosión de una bom­ba en Rut­shu­ru, en ple­na zona del con­flic­to. Los médi­cos tuvieron que amputar­le los dos pies. Lle­va tra­ba­jan­do en el Con­go 14 años.