Las claves de la tregua entre Israel y Hamás: un acuerdo con el que ambos claman victoria tras casi 250 muertos

Israel y el movimiento islamista palestino Hamás, que controla la Franja de Gaza, anunciaron a última hora de este jueves una tregua bilateral para poner fin a once días de escalada bélica que se han saldado con cerca de 250 muertos, la inmensa mayoría en el lado palestino. Estas son, a falta de detalles sobre el contenido del pacto, las claves de un alto el fuego que ambas partes interpretan como una victoria:

¿Cuándo ha entrado en vigor la tregua, y hasta cuándo?

El alto el fuego se hizo efectivo a las 2.00 hora local de este viernes (23.00 GMT del jueves). En principio, se trata de una tregua indefinida.

¿Se está cumpliendo?

El Ejército israelí no había informado en la madrugada de este viernes de nuevas alarmas antiaéreas en las comunidades israelíes colindantes a la Franja, siendo la última notificada a la 01.51 hora local (10.51 GMT), informa Efe. Tampoco hubo bombardeos israelíes en Gaza durante la noche.

¿A qué se han comprometido?

Se da por sentado que ambas partes se han comprometido a detener las hostilidades (esencialmente, bombardeos contra Gaza por parte de Israel, y lanzamiento de cohetes contra territorio israelí por parte de Hamás). 

El Gobierno israelí, que no suele pronunciarse sobre los altos el fuego con las milicias, confirmó que se trata de un acuerdo incondicional. La oficina del primer ministro, Benjamin Netanyahu, señaló en ese sentido que se había acordado por unanimidad «aceptar la propuesta de Egipto de un alto el fuego mutuo y sin condiciones».

El portavoz de Hamás, Hazem Qassem, aseguró por su parte que habían obtenido «garantías de los mediadores» para una tregua «mutua y simultánea».

¿Qué incluye el acuerdo?

Este jueves por la noche no se conocían aún con detalle los términos de la tregua, pero, según medios citados por Efe, estos no incluirían, pese a las exigencias de Hamás, referencias a las tensiones por el desalojo de familias palestinas en Jerusalén Este ocupado o por las incursiones en la Explanada de las Mezquitas, hechos que el pasado día 10 de mayo desencadenaron la escalada bélica, sin precedentes en los últimos siete años.

¿Quién ha mediado para lograrlo?

El Gobierno israelí aseguró que se llegó a un acuerdo a partir de una propuesta de Egipto, mediador tradicional entre las dos partes. 

Como parte de su papel como mediador, El Cairo enviará en los próximos días dos delegaciones de seguridad a Tel Aviv, en Israel, y a los territorios palestinos para vigilar y hacer seguimiento de la tregua alcanzada, según informó la agencia palestina WAFA, citada por Europa Press.

¿Qué factores han influido para conseguirlo?

La presión internacional para un alto el fuego ante el constante incremento de víctimas y de destrucción puede haber sido una de las claves. No obstante, Netanyahu ya había rechazado anteriormente dos propuestas de tregua, insistiendo en que los ataques continuarían «el tiempo que fuese necesario», hasta que Israel alcanzase todos sus objetivos (en teoría, debilitar a Hamás eliminando a miembros de su cúpula, destruyendo sus infraestructuras y limitando su capacidad de atacar a Israel). Es posible también, por tanto, que los haya conseguido ya, o que considere suficiente lo logrado, tanto en el aspecto militar como en el político.

Por otro lado, con el paso de los días se iban incrementando las protestas palestinas, no solo en Gaza y, significativamente, en Cisjordania, sino también por parte de los árabes de origen palestino que viven dentro del territorio israelí, lo que ha supuesto un punto de inflexión importante que quizá Israel ha querido atajar.

¿Cómo ha sido la presión internacional?

La presión de la comunidad internacional a Netanyahu para que declarase un alto el fuego se incrementó en las últimas horas, incluyendo una petición de su gran aliado, el presidente de EE UU, Joe Biden, para que aceptase el cese de hostilidades. En concreto, Biden pidió este miércoles al primer ministro israelí una «significativa desescalada bélica» inmediata, y el enviado especial estadounidense para Oriente Medio, Tor Wennesland, también intensificó los contactos para facilitar la tregua.

La actividad diplomática fue especialmente intensa este jueves en la región. Una delegación egipcia viajó a Ramala, en Cisjordania, para informar a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de la posible tregua, mientras el ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas, visitaba tanto Israel como los territorios palestinos, en medio de los esfuerzos internacionales por lograr una desescalada de la violencia.

De hecho, el anuncio del cese de las hotilidades se produjo mientras aún se celebraba una reunión de la Asamblea General de la ONU convocada para presionar a las partes.

¿Cómo han reaccionado las dos partes?

Ambos consideran que han salido reforzados del conflicto. El jefe del Estado Mayor israelí, el jefe del servicio de inteligencia interior y altos mandos del Ejército «informaron a los ministros sobre los importantes logros de Israel en la operación, algunos de los cuales no tienen precedentes», según detalló un comunicado oficial recogido por Efe.

Mientras, el portavoz de Hamás, Hazem Qassem, indicó en otro comunicado que «la resistencia demuestra en todos sus pasos que es el escudo del pueblo y el más capaz de proteger los fundamentos de la causa palestina».

En una entrevista para el diario Al Mayadeen, recogida por Europa Press, uno de los líderes de Hamás, Mushir al Masry, se refirió al alto el fuego como una «declaración de derrota» por parte de Israel y una «huida del campo de batalla». Al Masry celebró «la saga de victorias» de Hamás durante este último enfrentamiento, así como «la unidad y la revolución del pueblo», que supieron «penetrar en las fortalezas enemigas, disipando sus ilusiones e imponiendo nuevas reglas».

¿Qué otras reacciones ha habido?

El presidente estadounidense, Joe Biden, prometió este jueves, tras anunciarse el alto el fuego, seguir con su «diplomacia silenciosa e incansable» con Israel y Palestina. «Creo que los palestinos e israelíes merecen igualmente vivir de forma segura y disfrutar de las mismas medidas de libertad, prosperidad y democracia. Mi Administración seguirá con su diplomacia silenciosa e incansable con ese fin», afirmó, en una alocución televisada.

El secretario general de la ONU, António Guterres, dio la bienvenida al alto el fuego, pero a la vez pidió a los líderes de las partes enfrentadas que comiencen un «serio diálogo» sobre la raíz del conflicto.

¿Cuál es el balance de víctimas?

El lanzamiento de cohetes desde Gaza, más de 4.400 desde el inicio de la escalada, fue seguido por la operación militar israelí bautizada como «Guardian de los Muertos», que ha tenido un alto coste material y humano en el bloqueado enclave costero, donde viven dos millones de palestinos.

El Ejército israelí atacó más de 800 objetivos de las milicias y sus operativos, y asegura haber matado a más de 130 milicianos.

En los once días de escalada bélica han muerto al menos 232 palestinos, entre ellos 65 menores, y otros 1.900 han resultado heridos. En Israel han muerto 12 personas, entre ellas dos menores, y más de 340 han resultado heridas.

Durante estos días también se ha extendido la violencia y los enfrentamientos civiles entre palestinos e israelíes que, más allá de la escalada bélica que podría terminar este viernes, parecen haber abierto una crisis más profunda en la región.


Con información de Efe y Europa Press

Las claves de un ‘acuerdo del siglo’ a la medida de Israel, inaceptable para los palestinos y oportuno para Trump

«Mi propuesta presenta una oportunidad con la que ganarían los dos lados, una solución realista de dos Estados que resuelve el riesgo que suponía para la seguridad de Israel un Estado palestino». Así desvelaba este martes Donald Trump en la Casa Blanca su «acuerdo del siglo» para Israel y Palestina, en una solemne ceremonia en la que el presidente estadounidense apareció acompañado del primer ministro israelí en funciones, Benjamin Netanyahu, y en la que, significativamente, no hubo representación palestina alguna, ni de ningún otro mandatario internacional.

El acuerdo fue rechazado de inmediato y con vehemencia por el presidente palestino, Mahmud Abás (lo calificó como «la bofetada del siglo»), y también por las distintas facciones palestinas, en una poco habitual muestra de unidad. En las calles de Gaza y Cisjordania el anuncio fue recibido con airadas protestas, mientras que Amnistía Internacional señalaba que se trata de «un manual para más sufrimiento y abusos».

Esperado desde hace más de dos años, el plan se ha dado finalmente a conocer en un momento políticamente crucial, tanto para Trump como para Netanyahu. El primero busca ponerle un broche histórico a su política internacional y, según muchos analistas, desviar también el foco del juicio político (impeachment) al que está siendo sometido en el Senado; el segundo, imputado por fraude, cohecho y abuso de confianza en tres casos de corrupción, y candidato asimismo en los comicios generales que celebrará Israel en marzo (los terceros en menos de un año), recibe un espaldarazo fundamental de su principal y más poderoso socio, y prácticamente carta blanca para consolidar promesas electorales que hasta ahora eran consideradas problemáticas, como la anexión de las colonias en los territorios ocupados.

¿Cuáles son los principales puntos del acuerdo?

En esencia, el plan de Trump mantiene la llamada solución de los dos Estados, reconociendo el derecho palestino a tener uno, pero anteponiendo en cualquier caso la seguridad de Israel y dando por muertas las demarcaciones que aún reconoce la ONU. Para ello contempla cambios fronterizos que permitirían a Israel anexionarse parte de Cisjordania. También amplía el territorio palestino, pero lo fragmenta más aún, dejando dentro los asentamientos israelíes. Además, en uno de sus aspectos más polémicos, apuntala Jerusalén como «capital indivisible» de Israel y, en principio, de un futuro Estado palestino que se antoja inviable.

¿Quién lo ha negociado y cómo?

Uno de los principales artífices del plan es Jared Kushner, yerno de Trump y asesor del presidente. Kushner elaboró la hoja de ruta junto con el embajador estadounidense en Israel, David Friedman, y el ahora exenviado de la Casa Blanca para Oriente Medio, Jason Greenblatt.

El equipo hizo un primer amago de presentar su acuerdo hace dos años, pero acabó aplazándolo una y otra vez, alegando que quería esperar a contar con un gobierno estable en Israel, y esperando conseguir asimismo más apoyos de los países árabes. Mientras, Trump seguía haciendo gestos políticos hacia Netanyahu, como el reconocimiento por parte de Washington de la soberanía israelí sobre los Altos del Golán.

Los líderes palestinos se han negado a negociar en los términos previstos y, de hecho, no tienen contacto oficial con Washington desde que Trump reconoció a Jerusalén como capital de Israel en 2017.

¿En qué se diferencia de acuerdos anteriores?

El acuerdo presentado por Trump incluye nuevas propuestas referentes al trazado de fronteras entre Israel y los territorios ocupados, y concreta el estatus de Jerusalén, que en procesos de paz anteriores se había dejado siempre como uno de los puntos finales sobre los que llegar a un consenso, una vez que se hubiesen conseguido los demás objetivos.

Resucita además la solución de los dos Estados, que empezó a gestarse tras el reconocimiento mutuo entre Israel y la OLP en 1993, a través de los Acuerdos de Oslo de ese mismo año, pero que estaba enterrada en la práctica.

Trump argumentó este martes que su plan de paz es «diferente» al de sus predecesores porque contiene muchos más detalles «técnicos» de partida, con 80 páginas de propuestas. «Esta es la primera vez que Israel ha autorizado la publicación de un mapa conceptual que ilustra las concesiones territoriales que está dispuesto a hacer para conseguir la paz», subrayó.

Lo más novedoso, no obstante, quizá sea que, a diferencia de todos los demás acuerdos de paz negociados por Estados Unidos, la Casa Blanca no ha buscado esta vez la aprobación de Palestina antes de cerrar el plan, sino que le ha bastado la luz verde israelí.

Enlace a YouTube: President Trump Delivers Joint Remarks with the Prime Minister of the State of Israel (White House)

¿Desde cuándo están estancadas las negociaciones?

El último plan de paz de Washington para la zona lo presentó Barack Obama en 2011, e incluía un Estado palestino basado en las fronteras previas a la Guerra de los Seis Días de 1967, «con intercambios de tierra acordados mutuamente», algo que Netanyahu rechazó.

Aunque hubo un intento, fallido, de retomar conversaciones directas entre palestinos e israelíes en 2010, la negociaciones están estancadas desde 2008, cuando Israel lanzó la operación Plomo Fundido en la franja de Gaza en respuesta al lanzamiento de cohetes por Hamás, una operación que dejó más de 1.400 palestinos muertos.

¿Cómo cambiarían las fronteras actuales con el plan de Trump, y cómo sería el Estado palestino?

La Casa Blanca señala que su plan «quiere lograr un reconocimiento mutuo del Estado de Israel como una nación-Estado para el pueblo judío y el futuro Estado de Palestina como el Estado-nación del pueblo palestino, con los mismos derechos civiles para todos los ciudadanos».

El mapa que marca muestra, no obstante, un Estado palestino hiperfragmentado a modo de archipiélago, con asentamientos israelíes en su interior, conectados con el Estado israelí a través de corredores que parten el territorio.

Asimismo, concede a Israel zonas al oeste del valle del río Jordán, situadas en Cisjordania, con lo que este área ocupada quedaría sin salida directa a Jordania, a la que estaría vinculada por dos carreteras que cruzarían territorio israelí. «El valle del Jordán, que es crítico para la seguridad nacional de Israel, estará bajo la soberanía de Israel», sentencia el texto. Se trata de una zona que constituye alrededor del 30% del territorio de Cisjordania, y su anexión es un reclamo histórico de la derecha israelí.

Cisjordania y Gaza estarían unidas a través de un túnel que las conectaría y que atravesaría Israel.

Según el plan, las nuevas fronteras garantizan una «expansión territorial» a los palestinos a través de territorios en el desierto del Negev, que supondrían un territorio «comparable en tamaño» al que controlaban antes de 1967.

Mapa del plan del gobierno estadounidense de Donald Trump para Israel y Palestina. Mapa: Presidencia de Estados Unidos

¿Qué pasaría con los asentamientos?

Los asentamientos israelíes existentes en Cisjordania (considerados ilegales por la legislación internacional) serían incorporados al Estado de Israel, que se comprometería a no construir nuevos asentamientos, expandir los existentes o aprobar planes para construcción en las zonas que serán parte del Estado de Palestino.

Israel no procederá a demoler estructuras existentes, una moratoria que no incluye «construcciones ilegales» ni aquellas que «supongan un riesgo de seguridad, según determine el Estado de Israel», o «demoliciones de castigo por actos de terrorismo».

Cerca del 97% de los israelíes en asentamientos en Cisjordania quedarían en territorio israelí adyacente, cifra similar para los palestinos en Cisjordania que quedarían en territorio palestino.

¿Y con Jerusalén?

La propuesta de la Casa Blanca reconoce a «Jerusalén como capital de Israel» y reitera que «debería permanecer como una ciudad íntegra».

Además, sostiene que Israel debe ser guardián de los lugares religiosos en Jerusalén, tanto judíos, como cristianos y musulmanes, y aboga por mantener el «estatus quo actual».

En cuanto a la capital del hipotético Estado palestino, el plan recoge que debería ubicarse en Jerusalén Este, concretamente, en «todas las zonas al este y el norte de las barreras de seguridad existentes, incluyendo Kafr Aqab, la parte este de Shuafat y Abu Dis», y que podría ser renombrada como Al Quds (como la denominan los árabes) o con otra denominación que decidan los palestinos.

Esto significa que la posible capital palestina se localizaría en barrios ubicados en las afueras de la Jerusalén actual.

¿Algún cambio sobre Gaza?

El plan recuerda que Gaza ha estado gobernada por el grupo islámico Hamás, al que describe como una «organización terrorista, responsable de asesinatos y ataques a miles de israelíes», y concede a Israel la soberanía de las aguas territoriales de la franja, al considerar que son vitales para la seguridad del Estado israelí.

Advierte además de que «no habrá mejoras significativas en Gaza hasta que haya un alto el fuego con Israel, una desmilitarización completa de la franja y una estructura de gobierno que permita a la comunidad internacional invertir de forma segura y cómoda» para mejorar su economía.

La iniciativa propone también que Israel ceda territorio a los palestinos cerca de Gaza, que pueden ser «áreas pobladas y no pobladas».

¿Quién se encargaría de la seguridad, y cómo?

Israel mantendría una «responsabilidad de seguridad predominante» del Estado de Palestina, con las fuerzas palestinas encargadas únicamente de la seguridad interna, de la lucha antiterrorista, la seguridad fronteriza y la respuesta a desastres.

Israel sería responsable de la seguridad en los cruces internacionales y, en el caso de Rafá, en la frontera con Egipto, se abordarían acuerdos específicos con El Cairo.

Además, Israel mantendría el control del espacio aéreo al oeste del río Jordán, mientras que la Armada israelí podría bloquear la entrega de «armas y materiales para la fabricación de materiales en el Estado de Palestina, incluida Gaza».

¿Podrían regresar los refugiados palestinos?

La iniciativa aborda uno de los temas más espinosos en unas hipotéticas negociaciones entre israelíes y palestinos: el derecho de retorno de los refugiados.

A ese respecto, y pese a lo que establece la resolución 194 de la ONU, el plan marca que «no habrá derecho de retorno, o absorción de ningún refugiado palestino en Israel».

Establece, no obstante, tres opciones para los refugiados palestinos que busquen un sitio permanente de residencia: «absorción» para aquellos registrados en la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en el futuro Estado palestino; integración en sus países actuales de acogida; o su reasentamiento en los países miembros de la Organización de Cooperación Islámica (OCI), que los acepten.

En ese sentido, el plan indica que «los hermanos árabes tienen la responsabilidad moral de integrar a los refugiados en sus territorios del mismo modo que los judíos fueron integrados en el Estado de Israel».

¿Qué limitaciones tendría el nuevo Estado palestino

Entre otras, Palestina no podría alcanzar acuerdos militares, de Inteligencia o seguridad con ningún Estado u organización que «afecte de forma adversa la seguridad de Israel» ni podrá desarrollar capacidades «militares o paramilitares» dentro o fuera de su territorio.

Tampoco podría unirse a organizaciones internacionales sin el consentimiento de Israel, y debería retirar sus demandas contra Israel, EE UU y los ciudadanos de estos países ante el TPI, la CIJ o cualquier otro tribunal, así como no recurrir a Interpol contra ellos.

Así, el nuevo estado no podría tener «capacidades que puedan amenazar al Estado de Israel», mientras que Israel tendría derecho a «desmantelar o destruir» instalaciones utilizadas para producir armas o con «propósitos hostiles», así como para adoptar medidas de seguridad para mantener Palestina «desmilitarizada».

¿Recoge el plan alguna demanda palestina?

Según declaró a Efe el experto de la Universidad George Washington Nizar Farsakh, antiguo asesor del ex primer ministro palestino Salam Fayad y miembro en el pasado del equipo negociador palestino, cuando se lee el plan, «si se compara con la postura palestina publicada en la página web del Departamento de Estado, es exactamente lo opuesto a lo que los palestinos piden».

Trump prometió a los palestinos una inversión de 50.000 millones de dólares para duplicar su PIB y crear un millón de empleos, pero exigió a cambio un alto el fuego con Israel, cambios en su estructura de Gobierno y la desmilitarización de Gaza.

¿Hay un plazo para negociar?

Aunque Abás ya ha dicho «mil veces no» a la propuesta, Trump le ha dado cuatro años para superar sus reservas y sentarse a la mesa de negociación, y el Gobierno israelí ha indicado asimismo que está dispuesto a esperar ese tiempo.

¿Cómo ha reaccionado la comunidad internacional?

La ONU seguirá defendiendo una solución al conflicto que pase por la creación de dos Estados basados en las fronteras previas a 1967, según dijo este mismo martes el secretario general de la organización, António Guterres.

Entre los países árabes, Egipto llamó a Israel y Palestina a considerar «a fondo» el plan de Trump, y aplaudió los esfuerzos de Washington para lograr un acuerdo «amplio y justo». En una línea semejante se expresó Arabia Saudí, valorando positivamente los esfuerzos de EE UU y reafirmando su «apoyo a lograr una solución justa y completa al conflicto palestino».

Rusia considera que el plan debe ser analizado por el llamado Cuarteto de Madrid, formado por EE UU, la ONU, la UE y la propia Rusia, mientras que Irán afirmó que el acuerdo busca «humillar» a los musulmanes, y que «está muerto» antes de ver la luz. Es un plan que «nace muerto», indicó igualmente el Gobierno de Turquía.

El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, afirmó por su parte que el plan de paz «podría ser un paso positivo hacia adelante», y la Unión Europea señaló, a través de su Alto Representante para Política Exterior y Seguridad Común, Josep Borrell, que la propuesta «supone una oportunidad para relanzar los muy necesarios esfuerzos» para lograr un acuerdo.

El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, afirmó por su parte que el plan de paz «podría ser un paso positivo hacia adelante», y la Unión Europea señaló, a través de su Alto Representante para Política Exterior y Seguridad Común, Josep Borrell, que la propuesta «supone una oportunidad para relanzar los muy necesarios esfuerzos» para lograr un acuerdo.


Con información de Efe y Europa Press

Hamás: la piedra en la bota de Israel

«Un personaje enorme y barbudo, muy respetado por todos los seguidores de Hamás, partidario de la línea más dura contra Israel». Así describe Alan Johnston, ex corresponsal de la BBC en Gaza, a Nizar Rayyan, uno de los máximos líderes del movimiento islámico en el territorio palestino.

Johnston estuvo secuestrado durante cuatro meses por militantes del Ejército del Islam en un apartamento de esta superpoblada y extremadamente pobre zona del planeta. Fue liberado el 4 de julio de 2007, poco después de que, tras haber ganado las elecciones un año antes, Hamás se hiciera con el control total en la Franja, y en una demostración del gran poder que esta organización tiene en Gaza.

Desde el día histórico en que ganó las elecciones, y pese al aislamiento al que la somete una comunidad internacional que, en su mayoría, la considera un grupo terrorista, la fuerza de Hamás no ha dejado de crecer y la organización se ha convertido en la mayor piedra en el zapato del Gobierno israelí.

Hace una semana, Israel decidió sacarse la piedra a base de bombas y desencadenó la mayor ofensiva en 40 años contra los palestinos. El ataque ha dejado, hasta el momento, miles de heridos y más de 400 muertos. Entre estos últimos, Nizar Rayyan y 15 miembros de su familia, incluyendo varios niños.

Rayyan no es el primer líder de Hamás asesinado por Israel, pero su muerte, en el contexto del brutal ataque israelí a Gaza, será aprovechada por Hamás como ninguna otra hasta ahora. Por lo pronto, la organización ya ha decretado un «Día de la Ira», y ha llamado a los palestinos a «atacar a Israel por todos los medios».

¿Qué es Hamás? ¿Cuál es su origen? ¿Quiénes han sido y son sus líderes? ¿Cómo se organiza? ¿Cuáles han sido sus atentados más sangrientos? ¿Qué papel juega en la sociedad palestina? Todas las claves del movimiento cuya erradicación ha tomado Israel como excusa para su masiva ofensiva contra la Franja de Gaza, en 25 puntos.

¿Qué es Hamás?

1. Resistencia islámica

Hamás («fervor», en árabe, y también el acrónimo de Harakat al-Muqáwama al-Islamiya: Movimiento de Resistencia Islámico) es una organización palestina de carácter nacionalista y religioso (islámico, dentro de la rama suní).

2. Palestina

El objetivo de Hamás es el establecimiento, con capital en Jerusalén, de un estado independiente islámico en la región histórica de Palestina, lo que comprendería todo el actual territorio de Israel, más Cisjordania y la Franja de Gaza.

3. Verde

El color simbólico de Hamás, y también el de su bandera, es el verde (el color del Islam).

¿Cuál es su origen?

4. Los Hermanos Musulmanes y la Yihad

Tras el surgimiento, desde los años cincuenta, de diversos grupos de resistencia palestinos de carácter laico e ideologías marxistas y socialistas, los Hermanos Musulmanes (grupo fundado en Egipto en 1928 y que propugna la aplicación de la ley islámica en la vida diaria) retomaron en 1973 su guerra contra los gobernantes árabes laicos en Siria y Egipto.

Miembros de esta organización crearon entonces en El Cairo el movimiento Yihad Islámica, defensor de la consecución de sus objetivos mediante la lucha armada y la violencia.

Poco después, en la Franja de Gaza, una subdivisión de este grupo comenzó una guerra de baja intensidad contra el ejército de Israel y la administración que este país ejercía en los territorios palestinos desde 1967. Su poco éxito hizo que Al Fatah (el partido del ex presidente palestino Yasir Arafat) y otros grupos palestinos en el exilio tuviesen más apoyos.

5. «El terrorista en silla de ruedas»

A finales de los años setenta, un alumno tetrapléjico de la escuela coránica de Gaza, el jeque Ahmed Yasín, logra crear un movimiento social en la Franja que, además de abogar por la destrucción de Israel, tiene un elevado componente de moral islámica fundamentalista y lleva su lucha a otros aspectos más sociales como la prostitución, el narcotráfico, la «relajación» de las costumbres tradicionales, la pobreza, la corrupción, la influencia extranjera…

Yasín, conocido por la prensa como «el terrorista en silla de ruedas», fue detenido y encarcelado por Israel en 1984 tras encontrarse armas en su casa y descubrirse que preparaba una sublevación en Gaza.

Durante su estancia en prisión su fama se hizo mucho mayor y sus seguidores, que controlaban ya una buena parte de la red social y religiosa de la Franja, fueron consolidando la organización y obteniendo cada vez más fondos entre empresarios y jeques petroleros del Golfo.

6. «El camino del sacrificio y el martirio»

Finalmente, en 1987, y durante el estallido de la Primera Intifada, Yasín sale de la cárcel y Hamás nace de manera oficial con su primer comunicado, emitido en diciembre de ese año: «La Intifada de nuestro pueblo rechaza la ocupación y sus presiones, la confiscación de la tierra, la construcción de asentamientos y la política de sometimiento de los sionistas […]. El Islam es la solución y la alternativa. Nuestro pueblo conoce el camino del sacrificio y el martirio. Haced que entiendan que la violencia no engendra más que violencia, que la muerte no trae más que muerte».

Se trataba del cambio más radical experimentado en el escenario político palestino desde la ocupación de Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este por Israel en 1967.

¿Cuál es su objetivo?

7. Su propia «hoja de ruta»

En su carta fundacional, Hamás afirma que «el Islam es el programa de Hamás. Del Islam se derivan sus ideas y preceptos fundamentales, su visión de la vida y su entendimiento del hombre y del universo».

Añade que Palestina es un estado islámico «confiado a todas las generaciones musulmanas hasta el día del Juicio Final, por lo que nadie tiene derecho a entregar el conjunto o parte de ella: ningún Estado árabe, ningún rey, ningún presidente y ninguna organización».

«Renunciar a una parte de Palestina –señala– es como renunciar a la propia religión […]. No hay solución a la cuestión palestina sino por medio de la yihad».

Hamás, por tanto, no reconoce la legitimidad del Estado de Israel, ni acepta la resolución de la ONU de 1947 en la que se establecía la partición de Palestina en dos estados.

Sus líderes han calificado en reiteradas ocasiones los diálogos entre árabes e israelíes (los Acuerdos de Oslo, incluidos) como una «pérdida de tiempo». Apoyan la lucha armada y los ataques suicidas contra civiles como medio para el logro de sus objetivos.

8. Adaptación

A lo largo de los años, no obstante, en algunas facciones de Hamás la destrucción del Estado de Israel como objetivo principal ha ido cediendo terreno frente a la consecución de un estado palestino independiente.

De hecho, el movimiento se ha declarado dispuesto a aceptar como «solución temporal» un Estado palestino en los territorios ocupados en 1967 por Israel, pero sin reconocer el derecho a la existencia del Estado judío.

9. Antisemitismo

Hamás ha sido acusada de antisemitismo por el contenido de algunos de los artículos en su carta fundacional. El número 22, por ejemplo, dice: «Organizaciones sionistas acumularon una riqueza material grande e influyente, con la cual tomaron el control de la prensa mundial […]. Estuvieron detrás de la Revolución Francesa y las revoluciones comunistas […], de la Primera Guerra Mundial […] y de la Segunda […]. No hay guerra que haya estallado en lugar alguno que no lleve sus huellas digitales».

¿Cómo está organizada?

10. Dos ramas de un mismo árbol

Hamás está organizada en torno a múltiples organizaciones dependientes entre sí, que se encargan de dar respuesta a las diferentes demandas de la sociedad palestina.

No obstante, la organización se divide, principalmente, en dos ramas, la política (que, surgida de la lista Cambio y Reforma con que se presentó a las elecciones, ostenta actualmente el Gobierno en Gaza) y el brazo armado (las Brigadas de Azedín Al-Kasam, encargadas de mantener la lucha contra Israel).

11. Los líderes

El Gobierno en Gaza está liderado por Ismail Haniya. El 14 de junio de 2007 Haniya fue destituido por el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, quien le sustituyó por Salam Fayad, ex funcionario del FMI. Haniya no admitió la destitución y continúa gobernando Gaza de facto.

Para muchos analistas, sin embargo, el poder real lo detenta Jaled Mechal, jefe de la Oficina Estatal (la rama externa de Hamás, con sede en Damasco, Siria), y partidario de una línea más dura que Haniya.

Entre las víctimas mortales de la actual ofensiva israelí se encuentra otro de los principales líderes de la organización: Nizar Rayyan. Rayyan era el dirigente más importante de Hamás en el norte de Gaza y el encargado de coordinar las ramas política y militar de Hamás. Es, hasta ahora, la víctima de mayor rango de la ofensiva.

¿Cómo y cuándo obtuvo el poder?

12. La victoria electoral

Hamás se mantuvo apartada de la vida política de la Autoridad Nacional Palestina desde la creación de ésta, en 1994, hasta que decidió presentarse a las elecciones, en 2006. El 25 de enero de ese año, la organización islámica ganó los comicios en Gaza de forma arrolladora, venciendo claramente a Al Fatah, el partido fundado por Yasir Arafat y que había encabezado las aspiraciones palestinas durante medio siglo.

13. La batalla de Gaza

El conflicto entre Al Fatah y Hamás, larvado desde siempre, estalló finalmente cuando ésta última ganó las elecciones. Israel y EE UU apoyaron y armaron a Al Fatah para una eventual «guerra civil».

La tensión creció cuando, en enero de 2006, las milicias de Hamás intentaron sustituir a la Policía palestina en el control de la seguridad en Gaza. La lucha principal se produjo entre el 7 y el 15 de junio de 2007: Hamás forzó la salida de Al Fatah de la Franja, después de un conflicto que dejó al menos 118 muertos y unos 550 heridos.

14. El ejercicio del poder y el bloqueo

El Gobierno de Hamás, boicoteado financiera y diplomáticamente por la mayor parte de la comunidad internacional, controla un territorio de apenas 360 kilómetros cuadrados donde se hacinan casi un millón y medio de personas (la densidad de población es de más de 4.000 habitantes por Km cuadrado).

Sometida a un férreo bloqueo por parte del Gobierno israelí desde junio de 2007, la situación económica en Gaza es desesperada: el 90% de la actividad industrial está suspendida, la tasa de paro supera el 40% y sus habitantes, a la inmensa de mayoría de los cuales no se les permite cruzar la frontera, dependen en un 80% de la ayuda humanitaria extranjera. Apenas hay suministro de electricidad y gas.

Muchos ciudadanos malviven con lo que consiguen del contrabando o tras cruzar clandestinamente la frontera de Egipto a través de cientos de túneles (en enero de 2008 milicianos de Hamás volaron parte del muro fronterizo, lo que permitió durante 11 días la entrada masiva de palestinos a Egipto para comprar productos).

En estas condiciones, Hamás ha conseguido ciertos logros desde que está en el poder, empezando por una mayor seguridad en las calles y siguiendo por un nivel mucho menor de corrupción en los órganos oficiales.

En el plano exterior, Hamás ha seguido apoyando (tácita o expresamente) los ataques contra Israel (misiles lanzados desde la Franja a las ciudades cercanas) llevados a cabo por militantes palestinos.

¿Son terroristas?

15. En la lista negra

Hamás ha sido declarada organización terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea (España, incluida), Japón, Australia, Canadá y, por supuesto, Israel.

En 2002 la ONG Human Rights Watch la acusó de cometer crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.

Muchos de los atentados de las Brigadas de Azedín Al-Kasam han tenido como blanco objetivos civiles.

16. Los atentados

La mayor oleada de atentados terroristas cometidos por Hamás, muchos de ellos suicidas, se produjo entre 1994 y 2004. Entre el principio del proceso de paz en Oslo (1993) y 2003 Hamás envió 113 suicidas a perpetrar atentados con bomba en Israel.

Muchos de estos atentados, cometidos en suelo israelí, tuvieron lugar en calles, restaurantes y cafés, autobuses públicos, centros comerciales… En 2001 murieron en Israel, víctimas de atentados de Hamás, medio centenar de personas; en 2002, 81; en 2003, 76; en 2004, 23… A ellos hay que sumar los centenares de heridos y las víctimas de atentados de otras organizaciones, como Yihad Islámica o las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa.

Hamás dejó de cometer atentados tras su llegada al poder en Gaza, pero no ha impedido hacerlo a otras milicias.

17. Los atentados selectivos

Aparte de al mencionado Nizar Rayyan, Israel ha matado (sin juicio previo) a numerosos líderes de Hamás en los llamados «asesinatos selectivos».

Entre los más importantes, Ahmad Yasín, fundador y líder espiritual de la organización (asesinado el 22 de marzo de 2004); Abdel Aziz ar-Rantisi, portavoz del movimiento y su jefe político y civil (el 17 de abril, 2004); Adnan Rrul y Imad Abás (21 de octubre de 2004); Salaj Chejade (22 de Julio, 2002) e Izzedín Subji (26 de Septiembre, 2004).

¿Quién la apoya?

18. El dinero

A lo largo de su historia, Hamás ha recibido apoyo económico de muchas partes, incluyendo a jeques petroleros del Golfo y, según las acusaciones de EE UU e Israel, a gobiernos como el de Irán (pese a pertenecer a la rama chií del islam, rival de la suní imperante en Hamás), Arabia Saudí o Siria. También otros gobiernos, como el de Venezuela o el de Cuba, han sido acusados de prestarle apoyo.

Por otra parte, Hamás está estructurada en torno a la dawa el principio musulmán de asistencia a los necesitados y a los conceptos de zaqqat (caridad) y sadaqat (donaciones), a través de los cuales recibe fondos de muchas organizaciones de beneficencia situadas fuera de los territorios palestinos.

Israel ha declarado como «organizaciones clandestinas» a 20 comités de beneficencia de Hamás dentro de Cisjordania y Gaza y a 8 entidades de caridad de fuera de los territorios, debido a su relación con Hamás.

El pasado mes de noviembre, cinco dirigentes de una institución de caridad musulmana de Estados Unidos fueron declarados culpables de apoyar el terrorismo, de lavado de dinero y de fraude tributario.

Hamás mantiene en secreto sus principales canales de financiación.

¿De qué fuerza dispone?

19. La fuerza humana

Desde que se desplegara por primera vez en las calles de Gaza, en mayo de 2006, las fuerzas de seguridad de Hamás han aumentado de 3.000 a 13.000 miembros, divididos en varias unidades. De ellos, al menos 180 han muerto hasta ahora por los ataques aéreos de la actual ofensiva israelí.

El núcleo principal de esta fuerza está compuesto mayoritariamente por integrantes del ala armada de Hamás, aunque incluye también miembros de facciones militantes aliadas, como el Comité de Resistencia Popular.

Se calcula que las Brigadas de Azedín Al-Kasam tienen unos 25.000 combatientes, equipados con rifles de asalto y granadas. Algunos poseen también armas antitanque que introducen de contrabando.

20. Las armas

Hamás cuenta con unos 40.000 cohetes de corto alcance y con decenas de misiles de largo alcance. Estos últimos pueden impactar en centros poblados israelíes situados hasta a 40 kilómetros de Gaza. Algunos de sus cohetes son capaces de llegar a tan sólo 20 kilómetros de Tel Aviv.

¿Cómo ha sido la tregua?

21. El alto el fuego

A fines de 2006 y principios de 2007 Hamás declaró una primera tregua y puso fin oficialmente a su campaña de atentados terroristas contra Israel.

En junio del pasado año 2008, y gracias a la mediación de Egipto, Hamás acordó una tregua de seis meses con Israel, destinada a aliviar el bloqueo y a permitir la liberación de un soldado israelí retenido por el grupo islámico.

22. El fin de la ‘calma’

El pasado 14 de diciembre el líder de Hamás afirmó que el grupo islámico no iba a renovar la tregua de seis meses, una vez que ésta hubiese vencido.

«Anunciamos que la calma entre nosotros y el enemigo sionista ha terminado por completo y no será renovada como resultado de la negativa de la ocupación a cumplir sus condiciones y obligaciones fundamentales», dijeron en un comunicado las Brigadas de Azedín Al-Kasam.

Días después, y tras el lanzamiento de varios cohetes sobre territorio israelí, comenzó la ofensiva contra Gaza.

¿En qué situación se encuentra Hamás ahora?

23. Reforzada, pero aislada

La tregua permitió a Hamás reforzarse militarmente, sobre todo gracias al contrabando desde Egipto. La organización aprovechó asimismo para eliminar los restos de oposición interna.

Como contrapartida, Hamás se encuentra ahora más aislada que nunca, sin el apoyo de la Autoridad Nacional Palestina ni del propio Egipto, y asfixiada por el bloqueo israelí y de la comunidad internacional.

24. El efecto de la ofensiva israelí

En espera de la temida invasión terrestre por parte de Israel, y de sus consecuencias para el futuro de la organización y de la propia Franja de Gaza, los ataques de estos días han debilitado seriamente a Hamás, al menos en lo que se refiere a sus líderes y combatientes (muchos de ellos han muerto en los bombardeos), y a su infraestructura (han sido destruidos ministerios, oficinas, instalaciones de seguridad, militares y culturales…).

Por otro lado, Hamás ha ganado estos días el apoyo de muchos palestinos de Cisjordania y de musulmanes de todo el mundo. Miles de personas tomaron este viernes las calles de los territorios en respuesta al llamamiento al «Día de la Ira» realizado por Hamás tras el asesinato de Nizar Rayyan.

¿Cómo funciona su red social?

25. Un apoyo entre la miseria

Una de las claves de la popularidad de Hamás entre la población palestina es la eficacia de su red de apoyo social, la única con la que, aparte de la ayuda humanitaria internacional, cuentan los habitantes de Gaza.

La organización mantiene económicamente a los familiares de sus activistas y militantes encarcelados, y a los de los muertos en ataques israelíes o en ataques contra Israel.

Hamás tiene asimismo una gran red de escuelas coránicas y de centros de atención sanitaria, y en las épocas de mayor escasez organiza repartos de comida.