Las claves de la tregua entre Israel y Hamás: un acuerdo con el que ambos claman victoria tras casi 250 muertos

Israel y el movimien­to islamista palesti­no Hamás, que con­tro­la la Fran­ja de Gaza, anun­cia­ron a últi­ma hora de este jueves una tregua bilat­er­al para pon­er fin a once días de escal­a­da béli­ca que se han sal­da­do con cer­ca de 250 muer­tos, la inmen­sa may­oría en el lado palesti­no. Estas son, a fal­ta de detalles sobre el con­tenido del pacto, las claves de un alto el fuego que ambas partes inter­pre­tan como una victoria:

¿Cuándo ha entrado en vigor la tregua, y hasta cuándo?

El alto el fuego se hizo efec­ti­vo a las 2.00 hora local de este viernes (23.00 GMT del jueves). En prin­ci­pio, se tra­ta de una tregua indefinida.

¿Se está cumpliendo?

El Ejérci­to israelí no había infor­ma­do en la madru­ga­da de este viernes de nuevas alar­mas anti­aéreas en las comu­nidades israelíes col­in­dantes a la Fran­ja, sien­do la últi­ma noti­fi­ca­da a la 01.51 hora local (10.51 GMT), infor­ma Efe. Tam­poco hubo bom­bardeos israelíes en Gaza durante la noche.

¿A qué se han comprometido?

Se da por sen­ta­do que ambas partes se han com­pro­meti­do a deten­er las hos­til­i­dades (esen­cial­mente, bom­bardeos con­tra Gaza por parte de Israel, y lan­za­mien­to de cohetes con­tra ter­ri­to­rio israelí por parte de Hamás). 

El Gob­ier­no israelí, que no suele pro­nun­cia­rse sobre los altos el fuego con las mili­cias, con­fir­mó que se tra­ta de un acuer­do incondi­cional. La ofic­i­na del primer min­istro, Ben­jamin Netanyahu, señaló en ese sen­ti­do que se había acor­da­do por una­n­im­i­dad «acep­tar la prop­ues­ta de Egip­to de un alto el fuego mutuo y sin condiciones».

El por­tavoz de Hamás, Hazem Qassem, ase­guró por su parte que habían obtenido «garan­tías de los medi­adores» para una tregua «mutua y simultánea».

¿Qué incluye el acuerdo?

Este jueves por la noche no se conocían aún con detalle los tér­mi­nos de la tregua, pero, según medios cita­dos por Efe, estos no incluirían, pese a las exi­gen­cias de Hamás, ref­er­en­cias a las ten­siones por el desa­lo­jo de famil­ias palesti­nas en Jerusalén Este ocu­pa­do o por las incur­siones en la Explana­da de las Mezquitas, hechos que el pasa­do día 10 de mayo des­en­ca­denaron la escal­a­da béli­ca, sin prece­dentes en los últi­mos siete años.

¿Quién ha mediado para lograrlo?

El Gob­ier­no israelí ase­guró que se llegó a un acuer­do a par­tir de una prop­ues­ta de Egip­to, medi­ador tradi­cional entre las dos partes. 

Como parte de su papel como medi­ador, El Cairo enviará en los próx­i­mos días dos del­e­ga­ciones de seguri­dad a Tel Aviv, en Israel, y a los ter­ri­to­rios palesti­nos para vig­i­lar y hac­er seguimien­to de la tregua alcan­za­da, según infor­mó la agen­cia palesti­na WAFA, cita­da por Europa Press.

¿Qué factores han influido para conseguirlo?

La pre­sión inter­na­cional para un alto el fuego ante el con­stante incre­men­to de víc­ti­mas y de destruc­ción puede haber sido una de las claves. No obstante, Netanyahu ya había rec­haz­a­do ante­ri­or­mente dos prop­ues­tas de tregua, insistien­do en que los ataques con­tin­uarían «el tiem­po que fuese nece­sario», has­ta que Israel alcan­zase todos sus obje­tivos (en teoría, debil­i­tar a Hamás elim­i­nan­do a miem­bros de su cúpu­la, destruyen­do sus infraestruc­turas y lim­i­tan­do su capaci­dad de atacar a Israel). Es posi­ble tam­bién, por tan­to, que los haya con­segui­do ya, o que con­sidere sufi­ciente lo logra­do, tan­to en el aspec­to mil­i­tar como en el político.

Por otro lado, con el paso de los días se iban incre­men­tan­do las protes­tas palesti­nas, no solo en Gaza y, sig­ni­fica­ti­va­mente, en Cisjor­da­nia, sino tam­bién por parte de los árabes de ori­gen palesti­no que viv­en den­tro del ter­ri­to­rio israelí, lo que ha supuesto un pun­to de inflex­ión impor­tante que quizá Israel ha queri­do atajar.

¿Cómo ha sido la presión internacional?

La pre­sión de la comu­nidad inter­na­cional a Netanyahu para que declarase un alto el fuego se incre­men­tó en las últi­mas horas, incluyen­do una peti­ción de su gran ali­a­do, el pres­i­dente de EE UU, Joe Biden, para que acep­tase el cese de hos­til­i­dades. En con­cre­to, Biden pidió este miér­coles al primer min­istro israelí una «sig­ni­fica­ti­va desescal­a­da béli­ca» inmedi­a­ta, y el envi­a­do espe­cial esta­dounidense para Ori­ente Medio, Tor Wen­nes­land, tam­bién inten­si­ficó los con­tac­tos para facil­i­tar la tregua.

La activi­dad diplomáti­ca fue espe­cial­mente inten­sa este jueves en la región. Una del­e­gación egip­cia via­jó a Ramala, en Cisjor­da­nia, para infor­mar a la Autori­dad Nacional Palesti­na (ANP) de la posi­ble tregua, mien­tras el min­istro alemán de Exte­ri­ores, Heiko Maas, vis­ita­ba tan­to Israel como los ter­ri­to­rios palesti­nos, en medio de los esfuer­zos inter­na­cionales por lograr una desescal­a­da de la violencia.

De hecho, el anun­cio del cese de las hotil­i­dades se pro­du­jo mien­tras aún se cel­e­bra­ba una reunión de la Asam­blea Gen­er­al de la ONU con­vo­ca­da para pre­sion­ar a las partes.

¿Cómo han reaccionado las dos partes?

Ambos con­sid­er­an que han sali­do reforza­dos del con­flic­to. El jefe del Esta­do May­or israelí, el jefe del ser­vi­cio de inteligen­cia inte­ri­or y altos man­dos del Ejérci­to «infor­maron a los min­istros sobre los impor­tantes logros de Israel en la operación, algunos de los cuales no tienen prece­dentes», según detal­ló un comu­ni­ca­do ofi­cial recogi­do por Efe.

Mien­tras, el por­tavoz de Hamás, Hazem Qassem, indicó en otro comu­ni­ca­do que «la resisten­cia demues­tra en todos sus pasos que es el escu­do del pueblo y el más capaz de pro­te­ger los fun­da­men­tos de la causa palestina».

En una entre­vista para el diario Al Mayadeen, recogi­da por Europa Press, uno de los líderes de Hamás, Mushir al Mas­ry, se refir­ió al alto el fuego como una «declaración de der­ro­ta» por parte de Israel y una «hui­da del cam­po de batal­la». Al Mas­ry cele­bró «la saga de vic­to­rias» de Hamás durante este últi­mo enfrentamien­to, así como «la unidad y la rev­olu­ción del pueblo», que supieron «pen­e­trar en las for­t­alezas ene­mi­gas, disi­pan­do sus ilu­siones e imponien­do nuevas reglas».

¿Qué otras reacciones ha habido?

El pres­i­dente esta­dounidense, Joe Biden, prometió este jueves, tras anun­cia­rse el alto el fuego, seguir con su «diplo­ma­cia silen­ciosa e incans­able» con Israel y Palesti­na. «Creo que los palesti­nos e israelíes mere­cen igual­mente vivir de for­ma segu­ra y dis­fru­tar de las mis­mas medi­das de lib­er­tad, pros­peri­dad y democ­ra­cia. Mi Admin­is­tración seguirá con su diplo­ma­cia silen­ciosa e incans­able con ese fin», afir­mó, en una alocu­ción televisada.

El sec­re­tario gen­er­al de la ONU, António Guter­res, dio la bien­veni­da al alto el fuego, pero a la vez pidió a los líderes de las partes enfrentadas que comien­cen un «serio diál­o­go» sobre la raíz del conflicto.

¿Cuál es el balance de víctimas?

El lan­za­mien­to de cohetes des­de Gaza, más de 4.400 des­de el ini­cio de la escal­a­da, fue segui­do por la operación mil­i­tar israelí bau­ti­za­da como «Guardian de los Muer­tos», que ha tenido un alto coste mate­r­i­al y humano en el blo­quea­do enclave cos­tero, donde viv­en dos mil­lones de palestinos.

El Ejérci­to israelí atacó más de 800 obje­tivos de las mili­cias y sus oper­a­tivos, y ase­gu­ra haber mata­do a más de 130 milicianos.

En los once días de escal­a­da béli­ca han muer­to al menos 232 palesti­nos, entre ellos 65 menores, y otros 1.900 han resul­ta­do heri­dos. En Israel han muer­to 12 per­sonas, entre ellas dos menores, y más de 340 han resul­ta­do heridas.

Durante estos días tam­bién se ha exten­di­do la vio­len­cia y los enfrentamien­tos civiles entre palesti­nos e israelíes que, más allá de la escal­a­da béli­ca que podría ter­mi­nar este viernes, pare­cen haber abier­to una cri­sis más pro­fun­da en la región.


Con infor­ma­ción de Efe y Europa Press

Las claves de un ‘acuerdo del siglo’ a la medida de Israel, inaceptable para los palestinos y oportuno para Trump

«Mi prop­ues­ta pre­sen­ta una opor­tu­nidad con la que ganarían los dos lados, una solu­ción real­ista de dos Esta­dos que resuelve el ries­go que suponía para la seguri­dad de Israel un Esta­do palesti­no». Así desve­la­ba este martes Don­ald Trump en la Casa Blan­ca su «acuer­do del siglo» para Israel y Palesti­na, en una solemne cer­e­mo­nia en la que el pres­i­dente esta­dounidense apare­ció acom­paña­do del primer min­istro israelí en fun­ciones, Ben­jamin Netanyahu, y en la que, sig­ni­fica­ti­va­mente, no hubo rep­re­sentación palesti­na algu­na, ni de ningún otro man­datario internacional.

El acuer­do fue rec­haz­a­do de inmedi­a­to y con vehe­men­cia por el pres­i­dente palesti­no, Mah­mud Abás (lo cal­i­ficó como «la bofe­ta­da del siglo»), y tam­bién por las dis­tin­tas fac­ciones palesti­nas, en una poco habit­u­al mues­tra de unidad. En las calles de Gaza y Cisjor­da­nia el anun­cio fue recibido con airadas protes­tas, mien­tras que Amnistía Inter­na­cional señal­a­ba que se tra­ta de «un man­u­al para más sufrim­ien­to y abusos».

Esper­a­do des­de hace más de dos años, el plan se ha dado final­mente a cono­cer en un momen­to políti­ca­mente cru­cial, tan­to para Trump como para Netanyahu. El primero bus­ca pon­er­le un broche históri­co a su políti­ca inter­na­cional y, según muchos anal­is­tas, desviar tam­bién el foco del juicio políti­co (impeach­ment) al que está sien­do someti­do en el Sena­do; el segun­do, imputa­do por fraude, cohe­cho y abu­so de con­fi­an­za en tres casos de cor­rup­ción, y can­dida­to asimis­mo en los comi­cios gen­erales que cel­e­brará Israel en mar­zo (los ter­ceros en menos de un año), recibe un espal­dara­zo fun­da­men­tal de su prin­ci­pal y más poderoso socio, y prác­ti­ca­mente car­ta blan­ca para con­sol­i­dar prome­sas elec­torales que has­ta aho­ra eran con­sid­er­adas prob­lemáti­cas, como la anex­ión de las colo­nias en los ter­ri­to­rios ocupados.

¿Cuáles son los principales puntos del acuerdo?

En esen­cia, el plan de Trump mantiene la lla­ma­da solu­ción de los dos Esta­dos, recono­cien­do el dere­cho palesti­no a ten­er uno, pero anteponien­do en cualquier caso la seguri­dad de Israel y dan­do por muer­tas las demar­ca­ciones que aún reconoce la ONU. Para ello con­tem­pla cam­bios fron­ter­i­zos que per­mi­tirían a Israel anex­ionarse parte de Cisjor­da­nia. Tam­bién amplía el ter­ri­to­rio palesti­no, pero lo frag­men­ta más aún, dejan­do den­tro los asen­tamien­tos israelíes. Además, en uno de sus aspec­tos más polémi­cos, apun­ta­la Jerusalén como «cap­i­tal indi­vis­i­ble» de Israel y, en prin­ci­pio, de un futuro Esta­do palesti­no que se anto­ja inviable.

¿Quién lo ha negociado y cómo?

Uno de los prin­ci­pales artí­fices del plan es Jared Kush­n­er, yer­no de Trump y asesor del pres­i­dente. Kush­n­er elaboró la hoja de ruta jun­to con el emba­jador esta­dounidense en Israel, David Fried­man, y el aho­ra exen­vi­a­do de la Casa Blan­ca para Ori­ente Medio, Jason Green­blatt.

El equipo hizo un primer ama­go de pre­sen­tar su acuer­do hace dos años, pero acabó aplazán­do­lo una y otra vez, ale­gan­do que quería esper­ar a con­tar con un gob­ier­no estable en Israel, y esperan­do con­seguir asimis­mo más apoyos de los país­es árabes. Mien­tras, Trump seguía hacien­do gestos políti­cos hacia Netanyahu, como el reconocimien­to por parte de Wash­ing­ton de la sober­anía israelí sobre los Altos del Golán.

Los líderes palesti­nos se han nega­do a nego­ciar en los tér­mi­nos pre­vis­tos y, de hecho, no tienen con­tac­to ofi­cial con Wash­ing­ton des­de que Trump recono­ció a Jerusalén como cap­i­tal de Israel en 2017.

¿En qué se diferencia de acuerdos anteriores?

El acuer­do pre­sen­ta­do por Trump incluye nuevas prop­ues­tas ref­er­entes al traza­do de fron­teras entre Israel y los ter­ri­to­rios ocu­pa­dos, y conc­re­ta el esta­tus de Jerusalén, que en pro­ce­sos de paz ante­ri­ores se había deja­do siem­pre como uno de los pun­tos finales sobre los que lle­gar a un con­sen­so, una vez que se hubiesen con­segui­do los demás objetivos.

Resuci­ta además la solu­ción de los dos Esta­dos, que empezó a ges­tarse tras el reconocimien­to mutuo entre Israel y la OLP en 1993, a través de los Acuer­dos de Oslo de ese mis­mo año, pero que esta­ba enter­ra­da en la práctica.

Trump argu­men­tó este martes que su plan de paz es «difer­ente» al de sus pre­de­ce­sores porque con­tiene muchos más detalles «téc­ni­cos» de par­ti­da, con 80 pági­nas de prop­ues­tas. «Esta es la primera vez que Israel ha autor­iza­do la pub­li­cación de un mapa con­cep­tu­al que ilus­tra las con­ce­siones ter­ri­to­ri­ales que está dis­puesto a hac­er para con­seguir la paz», subrayó.

Lo más nove­doso, no obstante, quizá sea que, a difer­en­cia de todos los demás acuer­dos de paz nego­ci­a­dos por Esta­dos Unidos, la Casa Blan­ca no ha bus­ca­do esta vez la aprobación de Palesti­na antes de cer­rar el plan, sino que le ha bas­ta­do la luz verde israelí.

¿Desde cuándo están estancadas las negociaciones?

El últi­mo plan de paz de Wash­ing­ton para la zona lo pre­sen­tó Barack Oba­ma en 2011, e incluía un Esta­do palesti­no basa­do en las fron­teras pre­vias a la Guer­ra de los Seis Días de 1967, «con inter­cam­bios de tier­ra acor­da­dos mutu­a­mente», algo que Netanyahu rechazó.

Aunque hubo un inten­to, fal­li­do, de retomar con­ver­sa­ciones direc­tas entre palesti­nos e israelíes en 2010, la nego­cia­ciones están estancadas des­de 2008, cuan­do Israel lanzó la operación Plo­mo Fun­di­do en la fran­ja de Gaza en respues­ta al lan­za­mien­to de cohetes por Hamás, una operación que dejó más de 1.400 palesti­nos muertos.

¿Cómo cambiarían las fronteras actuales con el plan de Trump, y cómo sería el Estado palestino?

La Casa Blan­ca señala que su plan «quiere lograr un reconocimien­to mutuo del Esta­do de Israel como una nación-Esta­do para el pueblo judío y el futuro Esta­do de Palesti­na como el Esta­do-nación del pueblo palesti­no, con los mis­mos dere­chos civiles para todos los ciudadanos».

El mapa que mar­ca mues­tra, no obstante, un Esta­do palesti­no hiper­frag­men­ta­do a modo de archip­iéla­go, con asen­tamien­tos israelíes en su inte­ri­or, conec­ta­dos con el Esta­do israelí a través de corre­dores que parten el territorio.

Asimis­mo, con­cede a Israel zonas al oeste del valle del río Jordán, situ­adas en Cisjor­da­nia, con lo que este área ocu­pa­da quedaría sin sal­i­da direc­ta a Jor­da­nia, a la que estaría vin­cu­la­da por dos car­reteras que cruzarían ter­ri­to­rio israelí. «El valle del Jordán, que es críti­co para la seguri­dad nacional de Israel, estará bajo la sober­anía de Israel», sen­ten­cia el tex­to. Se tra­ta de una zona que con­sti­tuye alrede­dor del 30% del ter­ri­to­rio de Cisjor­da­nia, y su anex­ión es un reclamo históri­co de la derecha israelí.

Cisjor­da­nia y Gaza estarían unidas a través de un túnel que las conec­taría y que atrav­es­aría Israel.

Según el plan, las nuevas fron­teras garan­ti­zan una «expan­sión ter­ri­to­r­i­al» a los palesti­nos a través de ter­ri­to­rios en el desier­to del Negev, que supon­drían un ter­ri­to­rio «com­pa­ra­ble en tamaño» al que con­tro­la­ban antes de 1967.

Mapa del plan del gob­ier­no esta­dounidense de Don­ald Trump para Israel y Palesti­na. Mapa: Pres­i­den­cia de Esta­dos Unidos

¿Qué pasaría con los asentamientos?

Los asen­tamien­tos israelíes exis­tentes en Cisjor­da­nia (con­sid­er­a­dos ile­gales por la leg­is­lación inter­na­cional) serían incor­po­ra­dos al Esta­do de Israel, que se com­pro­m­e­tería a no con­stru­ir nuevos asen­tamien­tos, expandir los exis­tentes o apro­bar planes para con­struc­ción en las zonas que serán parte del Esta­do de Palestino.

Israel no pro­ced­erá a demol­er estruc­turas exis­tentes, una mora­to­ria que no incluye «con­struc­ciones ile­gales» ni aque­l­las que «supon­gan un ries­go de seguri­dad, según deter­mine el Esta­do de Israel», o «demo­li­ciones de cas­ti­go por actos de terrorismo».

Cer­ca del 97% de los israelíes en asen­tamien­tos en Cisjor­da­nia quedarían en ter­ri­to­rio israelí ady­a­cente, cifra sim­i­lar para los palesti­nos en Cisjor­da­nia que quedarían en ter­ri­to­rio palestino.

¿Y con Jerusalén?

La prop­ues­ta de la Casa Blan­ca reconoce a «Jerusalén como cap­i­tal de Israel» y reit­era que «debería per­manecer como una ciu­dad íntegra».

Además, sostiene que Israel debe ser guardián de los lugares reli­giosos en Jerusalén, tan­to judíos, como cris­tianos y musul­manes, y abo­ga por man­ten­er el «esta­tus quo actual».

En cuan­to a la cap­i­tal del hipotéti­co Esta­do palesti­no, el plan recoge que debería ubi­carse en Jerusalén Este, conc­re­ta­mente, en «todas las zonas al este y el norte de las bar­reras de seguri­dad exis­tentes, incluyen­do Kafr Aqab, la parte este de Shuafat y Abu Dis», y que podría ser renom­bra­da como Al Quds (como la denom­i­nan los árabes) o con otra denom­i­nación que deci­dan los palestinos.

Esto sig­nifi­ca que la posi­ble cap­i­tal palesti­na se localizaría en bar­rios ubi­ca­dos en las afueras de la Jerusalén actual.

¿Algún cambio sobre Gaza?

El plan recuer­da que Gaza ha esta­do gob­er­na­da por el grupo islámi­co Hamás, al que describe como una «orga­ni­zación ter­ror­ista, respon­s­able de asesinatos y ataques a miles de israelíes», y con­cede a Israel la sober­anía de las aguas ter­ri­to­ri­ales de la fran­ja, al con­sid­er­ar que son vitales para la seguri­dad del Esta­do israelí.

Advierte además de que «no habrá mejo­ras sig­ni­fica­ti­vas en Gaza has­ta que haya un alto el fuego con Israel, una desmil­i­ta­rización com­ple­ta de la fran­ja y una estruc­tura de gob­ier­no que per­mi­ta a la comu­nidad inter­na­cional inver­tir de for­ma segu­ra y cómo­da» para mejo­rar su economía.

La ini­cia­ti­va pro­pone tam­bién que Israel ceda ter­ri­to­rio a los palesti­nos cer­ca de Gaza, que pueden ser «áreas pobladas y no pobladas».

¿Quién se encargaría de la seguridad, y cómo?

Israel man­ten­dría una «respon­s­abil­i­dad de seguri­dad pre­dom­i­nante» del Esta­do de Palesti­na, con las fuerzas palesti­nas encar­gadas úni­ca­mente de la seguri­dad inter­na, de la lucha antiter­ror­ista, la seguri­dad fron­ter­i­za y la respues­ta a desastres.

Israel sería respon­s­able de la seguri­dad en los cruces inter­na­cionales y, en el caso de Rafá, en la fron­tera con Egip­to, se abor­darían acuer­dos especí­fi­cos con El Cairo.

Además, Israel man­ten­dría el con­trol del espa­cio aéreo al oeste del río Jordán, mien­tras que la Arma­da israelí podría blo­quear la entre­ga de «armas y mate­ri­ales para la fab­ri­cación de mate­ri­ales en el Esta­do de Palesti­na, inclu­i­da Gaza».

¿Podrían regresar los refugiados palestinos?

La ini­cia­ti­va abor­da uno de los temas más espinosos en unas hipotéti­cas nego­cia­ciones entre israelíes y palesti­nos: el dere­cho de retorno de los refugiados.

A ese respec­to, y pese a lo que establece la res­olu­ción 194 de la ONU, el plan mar­ca que «no habrá dere­cho de retorno, o absor­ción de ningún refu­gia­do palesti­no en Israel».

Establece, no obstante, tres opciones para los refu­gia­dos palesti­nos que busquen un sitio per­ma­nente de res­i­den­cia: «absor­ción» para aque­l­los reg­istra­dos en la Agen­cia de la ONU para los Refu­gia­dos Palesti­nos (UNRWA) en el futuro Esta­do palesti­no; inte­gración en sus país­es actuales de acogi­da; o su reasen­tamien­to en los país­es miem­bros de la Orga­ni­zación de Coop­eración Islámi­ca (OCI), que los acepten.

En ese sen­ti­do, el plan indi­ca que «los her­manos árabes tienen la respon­s­abil­i­dad moral de inte­grar a los refu­gia­dos en sus ter­ri­to­rios del mis­mo modo que los judíos fueron inte­gra­dos en el Esta­do de Israel».

¿Qué limitaciones tendría el nuevo Estado palestino

Entre otras, Palesti­na no podría alcan­zar acuer­dos mil­itares, de Inteligen­cia o seguri­dad con ningún Esta­do u orga­ni­zación que «afecte de for­ma adver­sa la seguri­dad de Israel» ni podrá desar­rol­lar capaci­dades «mil­itares o para­mil­itares» den­tro o fuera de su territorio.

Tam­poco podría unirse a orga­ni­za­ciones inter­na­cionales sin el con­sen­timien­to de Israel, y debería reti­rar sus deman­das con­tra Israel, EE UU y los ciu­dadanos de estos país­es ante el TPI, la CIJ o cualquier otro tri­bunal, así como no recur­rir a Inter­pol con­tra ellos.

Así, el nue­vo esta­do no podría ten­er «capaci­dades que puedan ame­nazar al Esta­do de Israel», mien­tras que Israel ten­dría dere­cho a «des­man­te­lar o destru­ir» insta­la­ciones uti­lizadas para pro­ducir armas o con «propósi­tos hos­tiles», así como para adop­tar medi­das de seguri­dad para man­ten­er Palesti­na «desmil­i­ta­riza­da».

¿Recoge el plan alguna demanda palestina?

Según declaró a Efe el exper­to de la Uni­ver­si­dad George Wash­ing­ton Nizar Farsakh, antiguo asesor del ex primer min­istro palesti­no Salam Fayad y miem­bro en el pasa­do del equipo nego­ci­ador palesti­no, cuan­do se lee el plan, «si se com­para con la pos­tu­ra palesti­na pub­li­ca­da en la pági­na web del Depar­ta­men­to de Esta­do, es exac­ta­mente lo opuesto a lo que los palesti­nos piden».

Trump prometió a los palesti­nos una inver­sión de 50.000 mil­lones de dólares para duplicar su PIB y crear un mil­lón de empleos, pero exigió a cam­bio un alto el fuego con Israel, cam­bios en su estruc­tura de Gob­ier­no y la desmil­i­ta­rización de Gaza.

¿Hay un plazo para negociar?

Aunque Abás ya ha dicho «mil veces no» a la prop­ues­ta, Trump le ha dado cua­tro años para super­ar sus reser­vas y sen­tarse a la mesa de nego­ciación, y el Gob­ier­no israelí ha indi­ca­do asimis­mo que está dis­puesto a esper­ar ese tiempo.

¿Cómo ha reaccionado la comunidad internacional?

La ONU seguirá defen­di­en­do una solu­ción al con­flic­to que pase por la creación de dos Esta­dos basa­dos en las fron­teras pre­vias a 1967, según dijo este mis­mo martes el sec­re­tario gen­er­al de la orga­ni­zación, António Guter­res.

Entre los país­es árabes, Egip­to llamó a Israel y Palesti­na a con­sid­er­ar «a fon­do» el plan de Trump, y aplaudió los esfuer­zos de Wash­ing­ton para lograr un acuer­do «amplio y jus­to». En una línea seme­jante se expresó Ara­bia Saudí, val­o­ran­do pos­i­ti­va­mente los esfuer­zos de EE UU y reafir­man­do su «apoyo a lograr una solu­ción jus­ta y com­ple­ta al con­flic­to palestino».

Rusia con­sid­era que el plan debe ser anal­iza­do por el lla­ma­do Cuar­te­to de Madrid, for­ma­do por EE UU, la ONU, la UE y la propia Rusia, mien­tras que Irán afir­mó que el acuer­do bus­ca «humil­lar» a los musul­manes, y que «está muer­to» antes de ver la luz. Es un plan que «nace muer­to», indicó igual­mente el Gob­ier­no de Turquía.

El primer min­istro del Reino Unido, Boris John­son, afir­mó por su parte que el plan de paz «podría ser un paso pos­i­ti­vo hacia ade­lante», y la Unión Euro­pea señaló, a través de su Alto Rep­re­sen­tante para Políti­ca Exte­ri­or y Seguri­dad Común, Josep Bor­rell, que la prop­ues­ta «supone una opor­tu­nidad para relan­zar los muy nece­sar­ios esfuer­zos» para lograr un acuerdo.

El primer min­istro del Reino Unido, Boris John­son, afir­mó por su parte que el plan de paz «podría ser un paso pos­i­ti­vo hacia ade­lante», y la Unión Euro­pea señaló, a través de su Alto Rep­re­sen­tante para Políti­ca Exte­ri­or y Seguri­dad Común, Josep Bor­rell, que la prop­ues­ta «supone una opor­tu­nidad para relan­zar los muy nece­sar­ios esfuer­zos» para lograr un acuerdo.


Con infor­ma­ción de Efe y Europa Press

Veinte incógnitas sobre la muerte de Osama bin Laden

Es mucho lo que sabe­mos ya acer­ca de las cir­cun­stan­cias que han rodea­do la muerte de Osama bin Laden; mucho más lo que, con toda prob­a­bil­i­dad, ire­mos sabi­en­do en los próx­i­mos días y mucho, tam­bién, lo que igno­ramos aún, igno­raremos siem­pre o, sen­cil­la­mente, está suje­to a difer­entes ver­siones, más o menos subjetivas.

En gen­er­al, las pre­gun­tas bási­cas están respon­di­das, al menos, de for­ma ofi­cial. Cono­ce­mos el qué, el cómo, el cuán­do, el dónde y, aunque esta cuestión pue­da ser más inter­pretable, tam­bién el porqué.

Sabe­mos que coman­dos espe­ciales de la Mari­na de EE UU mataron al líder de Al Qae­da en una operación mil­i­tar la noche del pasa­do domin­go. Que los hechos ocur­rieron en la local­i­dad paquis­taní de Abot­tabad, al norte del país, no muy lejos de Islam­abad. Que Bin Laden vivía en un com­ple­jo res­i­den­cial rel­a­ti­va­mente ais­la­do, que fue toma­do al asalto con la ayu­da de helicópteros. Que hubo «inter­cam­bio de dis­paros» y que, además de Bin Laden, murieron otras tres per­sonas. Que el líder ter­ror­ista no esta­ba arma­do y que fal­l­e­ció tras recibir un dis­paro en la cabeza y var­ios en el pecho.

Sabe­mos tam­bién que la operación duró exac­ta­mente 38 min­u­tos, que el ries­go de fra­ca­so era ele­va­do (las posi­bil­i­dades de encon­trar allí a Bin Laden eran del 60%) y que el gob­ier­no paquis­taní no había sido infor­ma­do. Y sabe­mos, además, que la orden direc­ta del ataque la dio el pres­i­dente de EE UU, Barack Oba­ma, y que lo hizo sin el pleno con­sen­so de su equipo. No sólo eso. Sabe­mos que la orden no era cap­turar­lo vivo, sino matar­lo, a menos que Bin Laden «lev­an­tase las manos y se rindiera», algo que, según había expre­sa­do el pro­pio líder de Al Qae­da en muchas oca­siones, era prác­ti­ca­mente imposi­ble que ocurriese.

¿Qué más? Hemos vis­to grá­fi­cos detal­la­dos de la casa, de cómo atac­aron los sol­da­dos y has­ta de las armas que llev­a­ban. Nos han dicho que el cuer­po de Bin Laden fue «arro­ja­do al mar» y que su ADN está com­pro­ba­do. Y con la infor­ma­ción que hay ya sobre las pis­tas, infor­mantes y tor­turas en Guan­tá­namo (asfix­ia sim­u­la­da inclu­i­da) que con­du­jeron has­ta el (aún pre­sun­to) cere­bro del 11‑S, con­ta­mos con mate­r­i­al de sobra para escribir el guión de una pelícu­la (Hol­ly­wood ya la está preparan­do).

Ya ten­emos inclu­so una lec­tura políti­ca: La pop­u­lar­i­dad de Oba­ma ha subido como la espuma, tras haber caí­do en los últi­mos meses como con­se­cuen­cia de estar acor­ral­a­do en el Con­gre­so y de haber per­di­do parte de su pres­ti­gio internacional.

Y, sin embar­go, los inter­ro­gantes siguen sien­do, como poco, igual de numerosos.

Muchos de ellos tienen que ver con la legal­i­dad de la operación mil­i­tar en sí y, en este caso, hay respues­tas en los dos sen­ti­dos. Otros, como qué va a ocur­rir aho­ra con Al Qae­da, o has­ta qué pun­to la muerte de Bin Laden supon­drá un antes y un después en la lla­ma­da guer­ra con­tra el ter­ror­is­mo, sólo pueden respon­der­se todavía en el ter­reno de la espec­u­lación, en caliente. Y algu­nas de las pre­gun­tas que todavía no tienen respues­ta son, por últi­mo, mucho más conc­re­tas, pero, por una u otra razón, no ten­emos una ver­sión ofi­cial clara, o sim­ple­mente per­manecen en secreto.

Estos son, sin necesi­dad de acud­ir a las muchas teorías ‘con­spir­anói­cas’ que ya han surgi­do, 20 de los muchos mis­te­rios que envuel­ven aún la muerte del ter­ror­ista más bus­ca­do del mundo.

1. ¿Ha sido una operación legal según el derecho internacional?

Tenien­do en cuen­ta que las fuerzas esta­dounidens­es no con­ta­ban con autor­ización expre­sa del gob­ier­no paquis­taní para entrar en el país y lle­var a cabo una operación mil­i­tar, la respues­ta es que no. Esta­mos ante una vio­lación de la sober­anía de un Estado.

El direc­tor de la CIA, Leon Panet­ta, no se ha anda­do por las ramas: «El Gob­ier­no paquis­taní nun­ca supo nada sobre esta mis­ión, porque Esta­dos Unidos se planteó de for­ma delib­er­a­da que se trataría de una mis­ión uni­lat­er­al. El pres­i­dente Oba­ma había deja­do muy claro a los paquis­taníes que si teníamos prue­bas sól­i­das de dónde esta­ba local­iza­do Bin Laden, entraríamos a por él. Y eso es jus­to lo que ocurrió».

Algunos exper­tos, sin embar­go, lo jus­ti­f­i­can apelando a la condi­ción de crim­i­nal inter­na­cional de Bin Laden y a la inefi­ca­cia (en el mejor de los casos) para cap­turar­le demostra­da por el país en el que se encon­tra­ba. Argu­men­tan asimis­mo que la leg­is­lación inter­na­cional es ambigua y deja espa­cio sufi­ciente como para que un Esta­do que está inmer­so en un con­flic­to arma­do, o en una legí­ti­ma defen­sa, pue­da lle­var a cabo este tipo de acciones sin necesi­dad de aplicar pro­ce­sos legales.

2. ¿Y según la legislación interna estadounidense?

Depende. Según exper­tos con­sul­ta­dos por la BBC, las dos nor­mas fun­da­men­tales para respon­der a esta pre­gun­ta son la «Autor­ización para el uso de la fuerza mil­i­tar» y la «Res­olu­ción de poderes de guer­ra». La primera fue emi­ti­da tras el 11‑S y autor­iza al pres­i­dente a emplear toda la fuerza nece­saria con­tra quienes «con­sidere que de for­ma deter­mi­nante» son respon­s­ables de los atentados.

Pero esta fac­ul­tad estaría suped­i­ta­da, en prin­ci­pio, a la segun­da nor­ma men­ciona­da, aproba­da en 1973, y que exige que el ini­cio de hos­til­i­dades béli­cas sea con­sul­ta­do al Con­gre­so, algo que no se ha hecho en esta ocasión.

El debate que­da recon­duci­do, por tan­to, a si se ha trata­do de un acto de guer­ra o no.

3. ¿Ha sido un acto de guerra?

Implíci­ta­mente, EE UU con­sid­era que sí. Bin Laden se declaró en guer­ra con­tra el país norteam­er­i­cano, y eso le habría con­ver­tido automáti­ca­mente en ene­mi­go. Pero, por una parte, muchos exper­tos opinan que sólo puede exi­s­tir guer­ra, jurídica­mente hablan­do, cuan­do ambos con­ten­di­entes son Esta­dos y, por otro lado, Wash­ing­ton no se ha declar­a­do nun­ca ofi­cial­mente en guer­ra con­tra Bin Laden (o con­tra Al Qae­da, para el caso). De hecho, EE UU sólo ha declar­a­do ofi­cial­mente la guer­ra cin­co veces a ocho país­es en toda su his­to­ria. Muchos de los con­flic­tos en los que ha par­tic­i­pa­do (Viet­nam, Irak, Afgan­istán) han sido cal­i­fi­ca­dos de «enfrentamien­tos militares».

4. Una operación así, ¿no debería autorizarla el Consejo de Seguridad de la ONU, o algún otro organismo internacional?

Si se tra­ta de una inter­ven­ción mil­i­tar en un país extran­jero, parece lógi­co pen­sar que habría sido nece­sario el vis­to bueno del Con­se­jo de Seguri­dad de la ONU (el caso de Lib­ia, por ejem­p­lo). No, evi­den­te­mente, en el momen­to mis­mo de la operación, sino como una especie de aval, «ocur­ra cuan­do ocur­ra». EE UU, des­de luego, no lo tenía.

Tam­poco se ha trata­do de una operación coor­di­na­da por organ­is­mos poli­ciales como la Inter­pol, con capaci­dad legí­ti­ma para actu­ar inter­na­cional­mente. En este sen­ti­do, la pre­gun­ta vuelve a remi­tir al pun­to de par­ti­da: ¿Era una operación mil­i­tar o una operación policial?

5. ¿Qué era Bin Laden? ¿Un delincuente o un enemigo?

Tam­poco está claro. Si se le con­sid­er­a­ba un delin­cuente, un crim­i­nal, entonces se ha vio­la­do la pre­sun­ción de inocen­cia, el dere­cho a un juicio jus­to y el dere­cho a una defen­sa legal. Se le ha apli­ca­do la pena de muerte (a él y a las otras per­sonas que murieron en el asalto) sin pro­ce­so alguno.

Y si se le con­sid­er­a­ba un ene­mi­go, entonces tenía dere­cho a la pro­tec­ción que establece, entre otros acuer­dos, la Con­ven­ción de Gine­bra, a menos que su muerte se haya pro­duci­do durante una acción béli­ca. En cualquier caso, la inten­ción, como ha recono­ci­do el pro­pio jefe de la CIA, era acabar con su vida.

6. ¿Era inevitable acabar con su vida?

No lo sabe­mos. Nos han dicho que hubo «resisten­cia», pero no exac­ta­mente cuán­ta ni de qué tipo.

El por­tavoz de la Casa Blan­ca, Jay Car­ney, rev­eló el martes que Bin Laden esta­ba desar­ma­do en el momen­to en el que las fuerzas espe­ciales de EE UU accedieron a su domi­cilio, pero que «se resis­tió» a ser cap­tura­do y no mostró inten­ción de rendirse. Este rela­to con­tradice la primera ver­sión ofre­ci­da por el prin­ci­pal asesor de seguri­dad de la Casa Blan­ca, John Bren­nan, quien ase­guró que Bin Laden «estu­vo impli­ca­do en el tiroteo».

Las opera­ciones espe­ciales son pat­ri­mo­nio de hom­bres someti­dos a durísi­mos entre­namien­tos de resisten­cia físi­ca y psi­cológ­i­ca. Solo las per­sonas más exce­lentes tienen acce­so a cuer­pos de élite como los Navy SEALS, respon­s­ables de la operación que acabó con la vida de Bin Laden. Bren­nan matizó que «si se hubiese podi­do cap­turar vivo a Bin Laden, se habría hecho». Resul­ta cuan­do menos dudoso pen­sar que este coman­do no pudo haber reduci­do a un hom­bre desar­ma­do de 54 años sin necesi­dad de matar­lo a tiros. «Exis­ten for­mas de resisten­cia que no impli­can esgrim­ir un arma», pun­tu­al­izó Carney.

Una hija del ter­ror­ista, bajo cus­to­dia paquis­taní, ase­guró que su padre fue cap­tura­do vivo por sol­da­dos antes de recibir un tiro en la cabeza y en el pecho ante su familia.

7. ¿Qué habría pasado si le hubiesen capturado vivo?

Aunque aquí entramos en el ter­reno de la elu­cubración, los defen­sores de la acción esta­dounidense desta­can que un Bin Laden vivo y ante los tri­bunales habría sido aprovecha­do de for­ma pro­pa­gandís­ti­ca por Al Qae­da y el inte­gris­mo islámi­co. Argu­men­tan, tam­bién, que ningu­na de las posi­bles opciones era recomend­able: ¿Lo habrían envi­a­do a Guan­tá­namo o habría sido juz­ga­do en sue­lo esta­dounidense (en Nue­va York o en Wash­ing­ton, en este caso, que es donde cometió los deli­tos)? ¿Bin Laden en Nue­va York? ¿O habría sido juz­ga­do, tal vez, en Afgan­istán (el país que invadió EE UU para cap­turar­lo), en ple­na guer­ra con­tra los tal­ibanes? ¿Y qué habría pasa­do si los saudíes, ali­a­dos de EE UU, hubiesen queri­do extraditarlo?

Los detrac­tores de la operación de EE UU, sin embar­go, indi­can que con su muerte se ha fab­ri­ca­do un már­tir, un héroe al que no han logra­do cap­turar vivo, una leyen­da. Y otros, como el peri­odista británi­co Robert Fisk, van más allá aún: «Un tri­bunal podría haber pre­ocu­pa­do a más gente, no sólo a Bin Laden. Después de todo, Bin Laden podría haber habla­do de sus con­tac­tos con la CIA durante la ocu­pación soviéti­ca de Afgan­istán, o acer­ca de sus encuen­tros ínti­mos en Islam­abad con el príncipe Tur­ki, el jefe de la inteligen­cia saudí. Jus­to igual que ocur­rió con Sadam, que fue juz­ga­do por el asesina­to de sólo 153 per­sonas, y no por los miles de kur­dos a los que gaseó, y que fue ahor­ca­do antes de que tuviese la opor­tu­nidad de con­tarnos cosas sobre los com­po­nentes de las armas quími­cas proce­dentes de EE UU, o sobre su amis­tad con Don­ald Rums­feld, a quien recibió en 1980 después de invadir Irán, sien­do éste asis­tente mil­i­tar del ejérci­to estadounidense».

8. ¿Es cierto que no hubo ninguna baja estadounidense durante la operación?

En prin­ci­pio, esa es la ver­sión ofi­cial, pero algunos anal­is­tas mil­itares con­sid­er­an poco prob­a­ble que, si real­mente hubo un tiro­teo inten­so, no se pro­du­jese ni un solo heri­do, aunque fuese leve, entre los sol­da­dos de EE UU.

En cualquier caso, se tra­ta de la fuerza de élite de los marines, espe­cial­mente entre­na­da para este tipo de misiones y de una efi­ca­cia letal (no en vano le cues­tan al con­tribuyente de EE UU unos 1.000 mil­lones de dólares al año), por lo que, de haber con­ta­do con el ele­men­to sor­pre­sa, tam­poco es descartable que no se pro­du­jer­an bajas.

9. ¿Cuántos helicópteros se emplearon en el ataque y de dónde venían?

Según el diario británi­co Dai­ly Tele­graph, que cita fuentes de la inteligen­cia de Pak­istán, en la operación tomaron parte cua­tro helicópteros que despe­garon de una base paquis­taní, en el norte del país (otras infor­ma­ciones sitúan en Afgan­istán el ini­cio de la operación). La revista Time tam­bién infor­ma de cua­tro aparatos, pero The Wall Street Jour­nal habla de sólo dos, y The New York Times señaló que tes­ti­gos habían vis­to un total de tres.

10. ¿Qué pasó con el helicóptero destruido?

Tam­poco está claro qué pasó con el helicóptero que fue destru­i­do con explo­sivos por los pro­pios sol­da­dos esta­dounidens­es tras el asalto, teóri­ca­mente, para que los restos no fue­sen con­fis­ca­dos. Según algu­nas ver­siones, había sido alcan­za­do por dis­paros efec­tu­a­dos des­de tier­ra, mien­tras que en otras, la may­oría, se espec­u­la con la posi­bil­i­dad de un fal­lo mecánico.

11. ¿Por qué han arrojado al mar el cuerpo?

Según se ha infor­ma­do, el cuer­po de Bin Laden fue traslada­do has­ta el Mar Arábi­go, envuel­to en un man­to blan­co y lan­za­do al mar. Esta­dos Unidos jus­ti­ficó la rapi­dez de esta acción amparán­dose en la ley islámi­ca, que acon­se­ja enter­rar a los difun­tos en un cor­to pla­zo de tiem­po. Sin embar­go, exper­tos en el islam han expli­ca­do que arro­jar un cadáver al mar con­tradice la sharia.

¿Cuál es, en cualquier caso, la ver­dadera razón para hac­er desa­pare­cer el cadáver? ¿Evi­tar que una posi­ble tum­ba se con­vier­ta en san­tu­ario para sus seguidores y fuente de futur­os con­flic­tos? Por otro lado, si se tiene en cuen­ta que Bin Laden nació en Yemen, cre­ció en Ara­bia Saudí y luego renegó de este país y vivió en Sudán, Afgan­istán y Pak­istán, tam­poco resulta­ba fácil decidir dónde enviar sus restos para ser enterrados.

Y que­da pen­di­ente, además, otra cuestión impor­tante: ¿Qué pasa con el dere­cho de los famil­iares a recu­per­ar el cuerpo?

12. ¿Veremos las fotos del cadáver?

El direc­tor de la CIA dice que sí, pero Barack Oba­ma ha deci­di­do que no se publiquen porque el cadáver de Bin Laden «no es un tro­feo». La fotografía, supues­ta­mente, mues­tra una enorme heri­da enci­ma del ojo izquier­do que deja entr­ev­er parte del cerebro.

La ima­gen de un Bin Laden cosi­do a tiros puede resul­tar, en pal­abras de fun­cionar­ios del pro­pio gob­ier­no esta­dounidense, «incen­di­aria». Pero, a la vez, sería una prue­ba más sól­i­da que las mues­tras de ADN (unas mues­tras que tam­poco se han hecho públi­cas has­ta aho­ra) de cara a que, tan­to los más escép­ti­cos como muchos de sus seguidores, pud­iesen con­vencerse de que real­mente ha muerto.

13. ¿Es cierto que Bin Laden usó a una de sus mujeres como escudo humano?

El Pen­tá­gono, Wash­ing­ton y el pro­pio John Bren­nan defendieron en un primer momen­to que Bin Laden había uti­liza­do a una de sus mujeres como escu­do humano para refu­gia­rse de los dis­paros. La infor­ma­ción ha sido des­men­ti­da pos­te­ri­or­mente por todas las partes. La mujer en cuestión per­manece hos­pi­tal­iza­da con un tiro en la pier­na y no fue uti­liza­da como escudo.

14. ¿Llegaron a decirle algo antes de matarlo?

No ha trascen­di­do si los mil­itares esta­dounidens­es y Bin Laden inter­cam­biaron o no pal­abra algu­na, o si Bin Laden llegó a expre­sar algún men­saje antes de ser abatido.

15. ¿Quiénes son las otras víctimas de la operación?

Lo úni­co que se sabe es que se tra­ta de dos hom­bres y una mujer, pero nada más. Tam­poco se ha infor­ma­do de qué se ha hecho con sus cuerpos.

16. ¿Quién más había en la casa? ¿Hay algún detenido?

Según la agen­cia AP, los sol­da­dos dejaron en el recin­to a 23 niños y nueve mujeres, pero un fun­cionario paquis­taní indicó que están bajo cus­to­dia solo nueve niños de entre dos y 12 años. El gob­ier­no de Pak­istán, por su parte, habría ase­gu­ra­do ten­er bajo cus­to­dia a una mujer de Bin Laden y a una de sus hijas, detenidas tras el asalto a la residencia.

La agen­cia Efe, citan­do una fuente de los ser­vi­cios secre­tos de Pak­istán, añade que ambas se encon­tra­ban en la casa cuan­do entraron los soldados.

A día de hoy, se desconoce el número de colab­o­radores de Bin Laden detenidos en la operación, o quiénes son.

17. ¿Tiene derecho EE UU a llevarse la información obtenida en la casa de Bin Laden?

Según infor­mó el por­tal de Inter­net Politi­co, el coman­do que asaltó la casa de Bin Laden logró hac­erse con gran can­ti­dad de equipo infor­máti­co y dis­cos duros pertenecientes al jefe de Al Qae­da. Los ser­vi­cios de inteligen­cia de EE UU estarían revisan­do estos dis­cos duros y exter­nos en un enclave secre­to en Afgan­istán, des­de donde, tam­bién teóri­ca­mente, se lanzó la operación. Pero, ¿tiene Esta­dos Unidos dere­cho legal a sacar ese tipo de mate­r­i­al del país donde ha sido requisado?

18. ¿Cómo es posible que llevase al menos tres años viviendo en Pakistán sin que lo supiesen los servicios secretos de este país?

Es las pre­gun­ta del mil­lón. Bin Laden ocu­pa­ba un com­ple­jo nada dis­cre­to, a unas cuan­tas dece­nas de kilómet­ros de la cap­i­tal paquis­taní, cer­ca de una ciu­dad en la que hay una base y una acad­e­mia mil­i­tar del ejérci­to de Pak­istán. En prin­ci­pio, con los ser­vi­cios de inteligen­cia de medio mun­do detrás de él, no parece el mejor escon­dite. Muchos en EE UU apun­tan ya direc­ta­mente a una com­pli­ci­dad de Pak­istán. Las otras opciones son dos, una inefi­ca­cia total por parte de los ser­vi­cios secre­tos de este país, o una habil­i­dad increíble por parte de Bin Laden.

En este sen­ti­do, la revista The New York­er plantea un buen número de inter­ro­gantes que, no por obvios, tienen menos impor­tan­cia: ¿De quién es la tier­ra donde con­struyó Bin Laden la casa? ¿Cómo adquir­ió el ter­reno o a través de quién? ¿Quién le dis­eñó la vivien­da? ¿Quiénes tra­ba­ja­ban allí? ¿Le vis­ita­ba alguien? ¿Con qué frecuencia?

Y, más aún: ¿No salía nun­ca? ¿No le vio nun­ca nadie? ¿Había cam­bi­a­do de aspec­to para evi­tar ser recono­ci­do? ¿Qué aspec­to tenía? ¿Cuán­tas per­sonas sabían de su pres­en­cia allí? ¿Algu­na de ellas tenía algún tipo de car­go público?

19. ¿Dónde se ocultó Bin Laden antes de allí? ¿Llegó a vivir en cuevas?

No hay ningu­na prue­ba real de que Bin Laden haya vivi­do en cuevas durante estos años, pese a que eso es lo que se creyó durante mucho tiempo.

A prin­ci­p­ios de los noven­ta, y con propósi­tos pro­pa­gandís­ti­cos, Bin Laden invita­ba a algunos peri­odis­tas a entre­vis­tar­le en cuevas de Tora Bora, en Afgan­istán, pero él vivía real­mente en un con­fort­able com­ple­jo perteneciente a uno de los señores de la guer­ra locales. A finales de esa déca­da se mudó a otro com­ple­jo cer­ca de Kan­da­har, tam­bién en Afgan­istán, y aho­ra vivía en otra gran vivien­da en Pakistán.

Entre medias, aún no se sabe, pero la Casa Blan­ca ha indi­ca­do que, tras años de búsque­da, EE UU se dió cuen­ta final­mente de que Al Qae­da pre­fiere «áreas muy pobladas» a «cuevas o pequeños pueblos».

20. ¿Quién filtró la foto falsa de Bin Laden?

Una ima­gen del supuesto cadáver de Osama bin Laden fue divul­ga­da por var­ios medios y redes sociales poco después de cono­cerse la muerte del líder de Al Qae­da. Sin embar­go, según un comu­ni­ca­do de la Unión Euro­pea de Radiod­i­fusión (UER) emi­ti­do horas después, la ima­gen era fal­sa. ¿Quién fil­tró la fotografía? ¿Con qué intención?

El permiso de la ONU para atacar Libia, ¿oxígeno para las revueltas árabes?

La luz verde del Con­se­jo de Seguri­dad de Naciones Unidas para el uso de la fuerza con­tra el rég­i­men libio y para el establec­imien­to de una zona de exclusión aérea en este país puede ten­er un doble efec­to inmedi­a­to: sal­var las vidas de muchos de los rebeldes que esper­a­ban en el bastión de Ben­gasi la acometi­da final del Ejérci­to de Gadafi, y man­ten­er tam­bién con vida la olea­da de revueltas que sacude Ori­ente Medio y el Magreb des­de hace cer­ca de tres meses.

Lo primero depen­derá de la veloci­dad con que sea capaz de actu­ar la comu­nidad inter­na­cional. En la noche del jueves se esper­a­ba que los bom­bardeos fue­sen inmedi­atos, con el fin de evi­tar la caí­da de Ben­gasi.

Y en cuan­to a lo que se ha venido en lla­mar la ‘pri­mav­era árabe’, la decisión de Naciones Unidas lle­ga en buen momen­to. La resisten­cia del rég­i­men en Lib­ia ha estanca­do un movimien­to pop­u­lar cuyo éxi­to se esta­ba basan­do, en bue­na parte, en la veloci­dad de propa­gación. Egip­to sucedió a Túnez en cuestión de sem­anas y el con­ta­gio por toda la región fue prác­ti­ca­mente instan­tá­neo. Pero, tras los primeros lev­an­tamien­tos y protes­tas en Argelia, Mar­rue­cos, Bahréin, Yemen, Omán e inclu­so Irán, el tes­ti­go pasó clara­mente a Lib­ia, y, a difer­en­cia del pres­i­dente egip­cio Hos­ni Mubarak y del tune­ci­no Ben Alí, que acabaron renun­cian­do a sus car­gos, Muam­mar el Gadafi optó por atrincher­arse y jugar la baza de la repre­sión y la guer­ra civil.

Fre­nazo

La comu­nidad inter­na­cional, ali­a­da del dic­ta­dor libio has­ta antes de ayer por intere­ses energéti­cos, com­er­ciales y teóri­ca­mente antiter­ror­is­tas, respondió con titubeos. La primera reac­ción de Italia fue recor­dar que Lib­ia era un país ami­go; la UE dejó pasar días has­ta que fue capaz de emi­tir una con­de­na; el pres­i­dente de EE UU, Barak Oba­ma, fue el últi­mo en pro­nun­cia­rse con­tra la vio­len­cia de Gadafi, y Ale­ma­nia aún se abstu­vo este jueves en la votación del Con­se­jo de Seguri­dad, argu­men­tan­do que una acción mil­i­tar supon­drá «con­sid­er­ables daños y ries­gos», algo en lo que, por otra parte, coin­ci­den tam­bién diver­sos anal­is­tas tras el fias­co de Irak.

Sobre el ter­reno, mien­tras tan­to, los rebeldes y las tribus lib­ias disidentes no han sido capaces de hac­er frente a un ejérci­to pro­fe­sion­al reforza­do con mer­ce­nar­ios.

El resul­ta­do: Gadafi ha aprovecha­do para con­traat­acar sin piedad.

Repre­sión

Los gob­ier­nos de los país­es del Gol­fo Pér­si­co, por su parte, han empeza­do a prac­ticar un doble juego, encam­i­na­do a man­ten­er en el poder a sus diri­gentes mien­tras guardan la ropa con­de­nan­do al ‘tira­no ofi­cial’ (Gadafi).

Por un lado, la Liga Árabe ha sido, jun­to con Fran­cia y el Reino Unido, el organ­is­mo que más ha pre­sion­a­do para el establec­imien­to de una zona de exclusión aérea en Lib­ia. Por otro, la repre­sión en sus pro­pios ter­ri­to­rios se ha incre­men­ta­do en estos últi­mos días, espe­cial­mente tras la entra­da en Bahréin de miles de sol­da­dos de Ara­bia Saudí y los Emi­ratos, bajo el paraguas del Con­se­jo de Coop­eración del Gol­fo, y con el obje­ti­vo de «man­ten­er el orden».

Amparán­dose en el esta­do de emer­gen­cia (y con el sec­re­tario de Defen­sa de EE UU de visi­ta en la zona, el pasa­do fin de sem­ana), las fuerzas del orden no se han anda­do con con­tem­pla­ciones a la hora de dis­olver a los man­i­fes­tantes acam­pa­dos en la Plaza de la Per­la de Man­a­ma, la cap­i­tal de Bahréin.

A favor de esta escal­a­da repre­si­va jue­ga asimis­mo el hecho de que la aten­ción mundi­al se haya desplaza­do inevitable­mente a Japón, dadas las ter­ri­bles con­se­cuen­cias del ter­re­mo­to y el tsuna­mi que han dev­as­ta­do el país asiáti­co, generan­do además un gravísi­mo ries­go nuclear.

Des­de hace días, la revuelta árabe, que antes ocu­pa­ba invari­able­mente los prin­ci­pales tit­u­lares de todos los medios de comu­ni­cación del mun­do, ha pasa­do a segun­do plano.

Olvi­da­dos

Con el foco cen­tra­do en la guer­ra lib­ia, Bahréin fuerte­mente con­tro­la­do, y Egip­to y Túnez sum­i­dos en una tran­si­ción que siem­pre es difí­cil, larga y poco gen­er­ado­ra de grandes tit­u­lares, otros país­es han empeza­do a caer en el olvi­do, a pesar de que muchos de sus ciu­dadanos mantienen viva, en may­or o menor medi­da, la lla­ma de la rebelión.

Es el caso, prin­ci­pal­mente, de Yemen, que gozó de una gran aten­ción hace unas sem­anas, pero que parece haber per­di­do algo de interés infor­ma­ti­vo; de Omán, un país con­sid­er­a­do por la may­oría de los país­es occi­den­tales como «estable y reformista», a pesar del carác­ter autocráti­co y abso­lutista de su rég­i­men, o inclu­so de Irak, donde la comu­nidad kur­da se ha rebe­la­do durante sem­anas con­tra la lenti­tud del pro­ce­so de reformas.

Al mis­mo tiem­po, en otros país­es los gob­er­nantes han aprovecha­do la ralen­ti­zación para prom­e­ter refor­mas encam­i­nadas tan­to a mejo­rar la situación económi­ca como, en teoría, a aumen­tar las lib­er­tades. Entre estos últi­mos desta­can Mar­rue­cos, Jor­da­nia y Argelia.

Pales­tina e Irán

El caso palesti­no es más com­pli­ca­do. Tan­to en Gaza como en Cisjor­da­nia, los gob­er­nantes (Hamás y Al Fatah, respec­ti­va­mente) están tratan­do de desin­flar las (de momen­to, escasas) protes­tas con el argu­men­to de que la lucha debe cen­trarse en com­bat­ir al ocu­pante israelí.

La revuelta aquí se enfrenta, pues, a dos prob­le­mas: La ocu­pación (con la con­sigu­iente repre­sión y lim­itación de movimien­tos), y la pre­sión de unos gob­ier­nos cuyos nive­les de cor­rup­ción están, sin duda, a la altura de muchos de sus vecinos.

¿Y en Irán? De momen­to, el rég­i­men islámi­co ha logra­do man­ten­er a raya los nuevos conatos de protes­ta, herederos de la ‘rev­olu­ción verde‘, y ha encar­ce­la­do a los líderes de la oposición.

Con respec­to a las revueltas en sus veci­nos árabes, Teherán mantiene una posi­ción un tan­to ambigua con la que tra­ta de sacar par­tido ante lo que con­sid­era un nue­vo equi­lib­rio de fuerzas en Ori­ente Medio: Menos regímenes ali­a­dos de Esta­dos Unidos (en prin­ci­pio), gob­ier­nos dom­i­na­dos por chiíes en Líbano e Irak, y el pro­pio país per­sa como posi­ble nue­va poten­cia regional.

Las revueltas, además, han surgi­do jus­to cuan­do Irán esta­ba sin­tiendo la pre­sión de las san­cio­nes inter­na­cio­na­les en torno a su pro­grama nuclear, algo de lo que pocos pare­cen acor­darse ahora.

Todo ello, aña­di­do a la cre­ciente incli­nación de Turquía hacia Ori­ente en lugar de hacia Occi­dente (en parte, por el rec­ha­zo de la Unión Euro­pea), está ponien­do espe­cial­mente nervioso al Gob­ier­no israelí. Y la fal­ta de vol­un­tad de este últi­mo para fre­nar las colo­nias ile­gales en ter­ri­to­rio palesti­no ha empeza­do a minar el apoyo inter­na­cional con el que siem­pre cuenta.

¿Pri­ma­vera o invierno?

La gran pre­gun­ta a estas alturas es si la inter­ven­ción de la comu­nidad inter­na­cional lle­ga o no demasi­a­do tarde. O, como escribe el pro­fe­sor Paul Rogers en open­Democ­ra­cy, si la pri­mav­era árabe acabará o no con­vir­tién­dose en invier­no, jus­to en vísperas de la pri­mav­era real.

Ello depen­derá de la capaci­dad de Gadafi para resi­s­tir (la may­oría de los anal­is­tas le dan por acaba­do, pero el pro­ce­so puede durar sem­anas), y del éxi­to que ten­gan las élites gob­er­nantes del Gol­fo a la hora de reprim­ir las protestas.

La acción mil­i­tar autor­iza­da por la ONU tam­poco va a ser fácil. Los obje­tivos no están todavía muy claros, y, además, puede tratarse de la ter­cera invasión a un país musul­mán de una coali­ción en la que par­tic­i­pa EE UU en menos de una déca­da, algo que puede lev­an­tar sus­pi­ca­cias, y que Gadafi inten­tará aprovechar con fines propagandísticos.

Pero inclu­so en el peor de los casos, es muy poco prob­a­ble que el fuego de las revueltas se extin­ga por com­ple­to. La mag­ni­tud de lo ocur­ri­do en Túnez y, sobre todo, en Egip­to, ha ini­ci­a­do un pro­ce­so sin vuelta atrás, aunque bien podría pro­lon­garse durante años.

Y mien­tras, la onda expan­si­va de la rev­olu­ción y sus con­se­cuen­cias están hacien­do extraños com­pañeros de cama. Líbano, cuyo gob­ier­no está dom­i­na­do des­de hace unos meses por los chiíes de Hizbulá (grupo rad­i­cal­mente anti­aes­ta­dounidense), ha sido el país árabe impul­sor de la res­olu­ción de la ONU, en com­pañía de Fran­cia, el Reino Unido y… Esta­dos Unidos.

No hay que olvi­dar, sin embar­go, que uno de los líderes históri­cos chiíes, Mousa al-Sadr, desa­pare­ció pre­cisa­mente en la Lib­ia de Gadafi, pre­sum­i­ble­mente asesina­do por el rég­i­men libio. Ocur­rió en 1978, pero, al pare­cer, la ven­gan­za sigue sien­do un pla­to que se sirve frío.

Las 10 tareas de Barack Obama en el exterior

El pres­i­dente elec­to de Esta­dos Unidos tiene ante sí el tra­ba­jo de finalizar dos guer­ras, y asume el poder en medio de una de las peo­res cri­sis de los últi­mos años en Ori­ente Próx­i­mo. Tam­bién ten­drá que lidiar con Rusia, Irán, Venezuela…

Estos son los 10 temas prin­ci­pales sobre los que ten­drá que tra­ba­jar Barack Oba­ma en el exte­ri­or, tras su toma de pos­esión este martes.

1. IRAK

La tarea

Resolver la empan­tana­da situación crea­da por la guer­ra de Irak, logran­do un país esta­bi­liza­do y sin tropas esta­dounidens­es, será una de las tar­eas más impor­tantes y, a la vez, más difí­ciles del nue­vo gob­ier­no de Barack Obama.

Casi seis años después de la invasión de Irak por EE UU y sus ali­a­dos, George W. Bush dijo esta mis­ma sem­ana en su dis­cur­so de des­pe­di­da que el país árabe es «una democ­ra­cia en el corazón de Ori­ente Medio».

Al mar­gen de que el Gob­ier­no iraquí depen­da aún total­mente de EE UU, o de que la situación políti­ca esté aún muy lejos de esta­bi­lizarse, y pese a que la vio­len­cia ha dis­minui­do en los últi­mos meses, el bal­ance de la ocu­pación esta­dounidense en Irak resul­ta, sin embar­go, demoledor.

En los años pos­te­ri­ores a la invasión, y sin con­tar las bajas pro­duci­das durante la ocu­pación en sí o las de otros país­es ali­a­dos, han muer­to en Irak, en com­bat­es, enfrentamien­tos y aten­ta­dos ter­ror­is­tas, más de 4.000 sol­da­dos esta­dounidens­es y han resul­ta­do heri­dos 30.000. El número de víc­ti­mas civiles no se sabe con exac­ti­tud. Según Bush, ron­da las 30.000. Otras fuentes ele­van esta cifra a 82.000. La may­oría hablan de 600.000 iraquíes muer­tos y algunos, con­tan­do causas direc­tas e indi­rec­tas, has­ta de un millón.

La guer­ra le ha costa­do a EE UU entre 60.000 mil­lones de dólares (según Bush) y 3 bil­lones (según algunos exper­tos). Casi un ter­cio de la población iraquí nece­si­ta ayu­da de emer­gen­cia para sobre­vivir y escán­da­los como las tor­turas en Abu Ghraib o los ben­efi­cios obtenidos por empre­sas pri­vadas esta­dounidens­es han dete­ri­o­ra­do con­sid­er­able­mente la ima­gen de EE UU en el mundo.

Las promesas

Oba­ma ha dicho que su Gob­ier­no sacará de Irak a las unidades de com­bate esta­dounidens­es en un pla­zo de 16 meses. En una entre­vista a The New York Times, el pres­i­dente elec­to dijo que «en Irak no hay opciones bue­nas. No las hay des­de hace mucho tiem­po. No me sor­pren­dería que hubiera picos de vio­len­cia al ini­ciar la reti­ra­da. Pero durante esos 16 meses voy a instru­men­tar una gestión diplomáti­ca firme y sis­temáti­ca, no sólo con las fac­ciones de la región, sino tam­bién con Irán, Siria, los saudíes, Jor­da­nia y con los miem­bros del Con­se­jo de Seguri­dad de la ONU».

2. AFGANISTÁN

La tarea

Han pasa­do más de ocho años des­de que EE UU invadiera Afgan­istán y der­ro­cara al gob­ier­no tal­ibán, como parte de la lucha del Gob­ier­no de Bush con­tra el ter­ror­is­mo inter­na­cional tras los aten­ta­dos del 11‑S, y en un inten­to de cap­turar al líder de Al Qae­da, Osama Bin Laden, quien sigue libre.

Según Bush, Afgan­istán es aho­ra «una joven democ­ra­cia que lucha con­tra el ter­ror­is­mo y ani­ma a las niñas a ir a la escuela», pero la real­i­dad es que se tra­ta, tam­bién, de un país destroza­do por la guer­ra en el que aún no han cesa­do los com­bat­es entre tropas guber­na­men­tales e insur­gentes, y des­de donde se sigue pro­ducien­do un goteo ince­sante de muer­tos, tan­to civiles afganos como sol­da­dos de las tropas inter­na­cionales desple­gadas (españoles incluidos).

En 2008 las bajas de la OTAN aumen­taron con­sid­er­able­mente, con más muer­tos en junio, julio y agos­to que en Irak. A finales de año, el país seguía en un cli­ma de guer­ra con­stante y, según pub­licó el Finan­cial Times, con un descon­tento cre­ciente con el gob­ier­no de Hamid Karzai.

Entre las tar­eas de Oba­ma, una de las más impor­tantes será el establec­imien­to de una fecha para la con­clusión de esta guerra.

Las promesas

Jun­to a la reti­ra­da de las tropas de Irak, la otra gran prome­sa de Oba­ma ha sido incre­men­tar el número de sol­da­dos esta­dounidens­es en Afgan­istán para tratar de aumen­tar las condi­ciones de seguri­dad en el país asiático.

Para el ver­a­no de 2009 podrían ser envi­a­dos a este país entre 20.000 y 30.000 mil­itares más, dupli­can­do el número de efec­tivos que se encuen­tran desple­ga­dos actualmente.

3. ORIENTE PRÓXIMO

La tarea

Oba­ma lle­ga al poder en uno de los momen­tos más críti­cos y difí­ciles den­tro de la ya de por sí com­pli­ca­da situación de Ori­ente Próx­i­mo, tras una ofen­si­va israelí sobre Gaza que, has­ta el momen­to, ha deja­do ya más de mil muer­tos (la mitad de ellos, civiles), y con las pos­turas de ambas partes com­ple­ta­mente radicalizadas.

Tras los tími­dos avances alcan­za­dos durante la era Clin­ton, la Admin­is­tración Bush ape­nas ha hecho nada para impul­sar un pro­ce­so de paz que lle­va ya más de una déca­da más muer­to que vivo, y lo que ha hecho (inclu­i­da la últi­ma con­fer­en­cia apadri­na­da por Bush hace tan sólo unos meses, de la que ya no que­da ni el recuer­do) ha sido poco efec­ti­vo o sen­cil­la­mente contraproducente.

Gran parte de lo que pase depen­derá de cómo se resuel­va la ofen­si­va actu­al, pero, en cualquier caso, Oba­ma ten­drá que medi­ar con, por un lado, un Gob­ier­no israelí en ple­na tran­si­ción políti­ca y mar­ca­do por la últi­ma inter­ven­ción mil­i­tar y sus con­se­cuen­cias, y, por otro, con unos palesti­nos com­ple­ta­mente divi­di­dos entre los nacional­is­tas laicos de la despres­ti­gia­da e inop­er­ante Autori­dad Nacional Palesti­na y los fun­da­men­tal­is­tas islámi­cos de Hamás, seri­amente diez­ma­dos tras el últi­mo ataque.

Y todo ello sin olvi­dar los otros dos frentes: Los rad­i­cales islamis­tas chiíes de Hizbulá al norte, en el Líbano, y la cuestión, eter­na­mente pen­di­ente con Siria, de los ocu­pa­dos Altos del Golán.

Cuan­do se cal­maron los aten­ta­dos en sue­lo israelí vinieron los ataques de cohetes. Tras la invasión de Gaza volverán, prob­a­ble­mente, los aten­ta­dos, y, entre tan­to, con­tinúan sin ser resuel­tos prob­le­mas como la cuestión de los dos Esta­dos (el manda­to de la ONU tiene ya 60 años), el des­ti­no de los refu­gia­dos y exil­i­a­dos palesti­nos, o el esta­tus de Jerusalén.

Las promesas

Oba­ma ape­nas se ha impli­ca­do en la cri­sis actu­al, aducien­do que Esta­dos Unidos ya tiene un pres­i­dente (lo que no le ha impe­di­do opinar de otros asun­tos, como la cri­sis económica).

En cualquier caso, el pres­i­dente elec­to ha man­i­fes­ta­do clara­mente en varias oca­siones que su Gob­ier­no jamás «dejará de lado» al esta­do de Israel, si bien tam­bién se ha declar­a­do par­tidario de la exis­ten­cia de un esta­do palesti­no: «La seguri­dad de Israel es sacrosan­ta. No es nego­cia­ble. Los palesti­nos nece­si­tan un esta­do que sea con­tiguo y que esté cohe­sion­a­do y que les per­mi­ta pros­per­ar. Pero cualquier acuer­do con el pueblo palesti­no debe preser­var la iden­ti­dad de Israel como un Esta­do judío con fron­teras seguras, recono­ci­das y defendibles. Jerusalén seguirá sien­do la cap­i­tal de Israel, y debe per­manecer indivisa’.

Fuentes cer­canas al pres­i­dente elec­to han ase­gu­ra­do que su equipo estu­dia la posi­bil­i­dad de abrir canales de diál­o­go con Hamás. La orga­ni­zación islamista, que gob­ier­na (o gob­ern­a­ba) Gaza tras haber gana­do las elec­ciones, ha esta­do has­ta aho­ra com­ple­ta­mente ais­la­da por todos los Gob­ier­nos occi­den­tales, que la con­sid­er­an una orga­ni­zación terrorista.

4. IRÁN Y COREA DEL NORTE

La tarea

Ambos país­es for­man parte del bau­ti­za­do por George W. Bush como «eje del mal», y con ambos las rela­ciones de EE UU han ido, durante estos últi­mos años, de mal en peor. A ello ha con­tribui­do la emer­gen­cia en el poder iraní del rad­i­cal y desafi­ante pres­i­dente Mah­mud Ahmadineyad, y la pos­tu­ra ais­la­cionista de la bru­tal dic­tadu­ra nor­core­ana, ésta últi­ma, además, con el aña­di­do de las armas nucleares.

La situación es espe­cial­mente grave por el peli­gro poten­cial que estos país­es, espe­cial­mente Irán, tienen a la hora de crear dese­qui­lib­rios en la zona.
La energía nuclear y su supuesto desar­rol­lo para fines mil­itares ha sido, pre­cisa­mente, el prin­ci­pal cabal­lo de batal­la con el rég­i­men de Teherán, que, no obstante, saludó como pos­i­ti­va la elec­ción de Barack Obama.

Las promesas

En prin­ci­pio, Oba­ma se ha mostra­do abier­to a cier­to diál­o­go con Teherán siem­pre y cuan­do el rég­i­men iraní acepte una serie de condi­ciones.
«No ten­go interés –ha dicho el pres­i­dente elec­to– en hablar con nue­stros adver­sar­ios sólo por hablar. Pero estaría dis­puesto a encabezar una diplo­ma­cia dura y con prin­ci­p­ios con el diri­gente iraní ade­cua­do en el momen­to y lugar que yo esco­ja, si, y sólo si, puede hac­er avan­zar los intere­ses de Esta­dos Unidos. Haré todo lo que esté en mi poder para pre­venir que Irán obten­ga un arma nuclear, todo».

5. RUSIA

La tarea

En el últi­mo año, el Gob­ier­no de Moscú ha ido dis­tan­cián­dose cada vez más de Occi­dente, en un inten­to de recla­mar su condi­ción de poten­cia mundi­al y de no perder lo que le que­da de área de influ­en­cia. Ello se ha tra­duci­do en una may­or ten­sión de las rela­ciones entre Rusia y Occi­dente en gen­er­al, y entre Rusia y la OTAN y EE UU, más en particular.

La inter­ven­ción rusa en Geor­gia del ver­a­no pasa­do supu­so el peor pun­to en las rela­ciones entre Wash­ing­ton y Moscú des­de hacía años, y la reciente guer­ra del gas ha demostra­do los pun­tos vul­ner­a­bles a los que se enfrentan las naciones euro­peas ali­adas de EE UU a causa de su depen­den­cia energética.

Otro pun­to de fric­ción ha sido el establec­imien­to de escu­d­os antimisiles esta­dounidens­es en el este de Europa, asun­to que Moscú con­sid­era un peli­gro para su seguri­dad nacional.

Oba­ma tiene por delante la tarea de nor­malizar estas rela­ciones, algo que, hoy por hoy, depen­derá en bue­na medi­da de la acti­tud del Krem­lin y de has­ta dónde esté dis­puesto a ten­sar la cuer­da el primer min­istro ruso, Vladimir Putin.

Las promesas

Más allá de desear bue­nas rela­ciones entre Wash­ing­ton y Moscú, y de «con­seguir una may­or unidad transatlán­ti­ca que nos per­mi­ta nego­ciar con Rusia con una sola voz», Oba­ma no ha deja­do muy claro cómo va a ser su pos­tu­ra respec­to a Rusia. Durante la cam­paña crit­icó la inter­ven­ción mil­i­tar en Geor­gia y, una vez elegi­do, se declaró dis­puesto a coop­er­ar con Moscú en el desarme nuclear.

6. VENEZUELA Y LATINOAMÉRICA

La tarea

Durante el manda­to de Bush, Esta­dos Unidos se ha con­ver­tido en el ene­mi­go públi­co número uno del Gob­ier­no vene­zolano de Hugo Chávez y, sigu­ien­do su estela, de los otros nuevos gob­ier­nos ‘neoso­cial­is­tas’ de Améri­ca Lati­na, como Bolivia, Ecuador y Nicaragua.

La relación con Cara­cas se ha dete­ri­o­ra­do has­ta el pun­to de la expul­sión mutua de emba­jadores y, en el caso de Chávez, del insul­to direc­to.

La impor­tan­cia estratég­i­ca de Venezuela, tan­to como pro­duc­tor de petróleo como por su influ­en­cia en muchos país­es lati­noamer­i­canos, con­vierte no obstante la mejo­ra de estas rela­ciones en una impor­tante tarea para el gob­ier­no del nue­vo presidente.

Chávez ha deposi­ta­do sus esper­an­zas en el cam­bio que pue­da rep­re­sen­tar la lle­ga­da de Oba­ma al poder.

Las promesas

El equipo de Oba­ma ha lle­ga­do a la pres­i­den­cia sin una agen­da clara sobre Lati­noaméri­ca. No obstante, Hillary Clin­ton, la des­ig­na­da por Oba­ma como sec­re­taria de Esta­do (min­is­tra de Exte­ri­ores), ya ha ade­lan­ta­do que el pres­i­dente elec­to desea «una nue­va cara» en la diplo­ma­cia de EE UU hacia Améri­ca Lati­na. «Esta­dos Unidos debe reforzar sus pro­gra­mas de coop­eración con Améri­ca Lati­na para fre­nar el dete­ri­oro de la democ­ra­cia en una región clave que Wash­ing­ton tiene abandonada».

El pro­pio Oba­ma no ha descar­ta­do la posi­bil­i­dad de «sen­tarse a hablar con Hugo Chávez bajo cier­tas condiciones».

7. CUBA

La tarea

La ene­mis­tad entre Cuba y EE UU no ha hecho más que cre­cer durante los años de gob­ier­no de George W. Bush. El férreo embar­go a la isla con­tinúa y las esper­adas refor­mas siguen hacién­dose esper­ar en el país caribeño, a pesar de la ape­nas per­cep­ti­ble aper­tu­ra que ha supuesto la reti­ra­da de Fidel Cas­tro y la lle­ga­da al poder de su her­mano Raúl.

Cuba está sum­i­da en una gravísi­ma cri­sis económi­ca y con­fía en que la nue­va admin­is­tración esta­dounidense aporte gestos que le per­mi­tan intro­ducir cam­bios sin que parez­ca que ha per­di­do su batal­la de 50 años.

Las promesas

Durante la cam­paña, Oba­ma habló de la posi­bil­i­dad de elim­i­nar las restric­ciones para via­jes y deter­mi­na­dos pro­duc­tos que ha apli­ca­do durante estos últi­mos años el Gob­ier­no de Bush, una medi­da que estaría acom­paña­da con ir nego­cian­do el embar­go com­er­cial, a cam­bio de pasos en favor de la democ­ra­ti­zación en Cuba, incluyen­do la excarcelación de todos los pre­sos políticos.

8. TRATADOS DE LIBRE COMERCIO

La tarea

Fiel a sus con­se­jeros neo­con­ser­vadores, el pres­i­dente saliente de EE UU, George W Bush, ha hecho en numerosas oca­siones lla­mamien­tos con­tra el pro­tec­cionis­mo y a favor del libre com­er­cio, medi­ante la fir­ma de trata­dos bilat­erales que supo­nen, esen­cial­mente, la elim­i­nación de arance­les y tra­bas. Ésta sido, tradi­cional­mente, una de sus solu­ciones ante la cri­sis económica.

El Gob­ier­no de Oba­ma deberá rene­go­ciar, anu­lar o impul­sar var­ios trata­dos que esta­dos Unidos tiene pen­di­entes, entre ellos, uno con Colombia.

En ple­na cri­sis económi­ca, los esta­dounidens­es se han vuel­to cada vez más pro­tec­cionistas y menos par­tidar­ios de los trata­dos de libre com­er­cio (el 53% se mostra­ba con­trario al NAFTA, el trata­do con Méx­i­co y Canadá, según una encues­ta reciente).

Las promesas

Oba­ma, que fue acu­sa­do de «pro­tec­cionista encu­bier­to» por su rival elec­toral, el repub­li­cano John McCain, se ha mostra­do par­tidario, en gen­er­al, del libre com­er­cio mundi­al, si bien mati­zan­do que «no todos los acuer­dos son buenos».

En este sen­ti­do, ha abo­ga­do por una rene­go­ciación del polémi­co trata­do de libre com­er­cio con Méx­i­co y Canadá (Naf­ta), votó en su día en con­tra del trata­do de libre com­er­cio de Améri­ca Cen­tral, y se ha opuesto a futur­os acuer­dos con Corea y Colombia.

9. CONFLICTOS Y DRAMAS OLVIDADOS

La tarea

Esta mis­ma sem­ana, la ONG Médi­cos son Fron­teras ha pub­li­ca­do el informe Las diez cri­sis humanas más desa­ten­di­das de 2008, en el que da cuen­ta de la situación en que se encuen­tran «mil­lones de per­sonas afec­tadas por guer­ras y por enfer­medades, cuyas necesi­dades de salud más inmedi­atas se ven rel­e­gadas al olvi­do y cuyo sufrim­ien­to a menudo pasa desapercibido».

Entre las cri­sis y los con­flic­tos enu­mer­a­dos, la may­oría de ellos en África, se men­cio­nan las guer­ras en Soma­lia, la Repúbli­ca Democráti­ca del Con­go o Sudán, la desnu­tri­ción y las con­se­cuen­cias de enfer­medades pandémi­cas como el sida.

Como primera poten­cia mundi­al, la labor de Esta­dos Unidos es clave a la hora de reducir la brecha exis­tente entre los país­es ricos y los país­es pobres, una labor que va a depen­der direc­ta­mente de la vol­un­tad y las pri­or­i­dades que se mar­que el nue­vo equipo de gobierno.

Las promesas

Oba­ma se ha com­pro­meti­do, entre otras cosas, a tratar de parar «lo antes posi­ble» el geno­cidio en Dar­fur, a duplicar la inver­sión anu­al de Esta­dos Unidos en ayu­da para el desar­rol­lo (has­ta 50.000 mil­lones de dólares) y a favore­cer la implantación de pequeñas empre­sas basadas en el uso de energías limpias, tan­to en África como en Latinoamérica.

Tam­bién ha ase­gu­ra­do que abrazará los Obje­tivos del Mile­nio prop­uestos por la ONU, cuyo fin es reducir a la mitad la pobreza extrema en el mun­do para el año 2015.

10. LA IMAGEN DE EE UU EN EL MUNDO

La tarea

Una de las prin­ci­pales con­se­cuen­cias de los gob­ier­nos del pres­i­dente Bush ha sido el dete­ri­oro de la ima­gen de Esta­dos Unidos en bue­na parte del mun­do, a raíz de acciones como la invasión de Irak, los escán­da­los de tor­turas per­pe­tradas por mil­itares y fun­cionar­ios esta­dounidens­es, tan­to en este país como en Guan­tá­namo; la pos­tu­ra de EE UU frente al cam­bio climáti­co; la reac­ción ante cri­sis y trage­dias como la cau­sa­da por el huracán Kat­ri­na o la neg­a­ti­va sis­temáti­ca de la Admin­is­tración Bush a entablar diál­o­go con sus rivales o ene­mi­gos en políti­ca internacional.

Todo ello se ha tra­duci­do en un descrédi­to gen­er­al de la políti­ca esta­dounidense, tan­to den­tro como fuera de las fron­teras del país, que ha mina­do la esen­cial capaci­dad de mediación de la primera poten­cia mundi­al en muchos conflictos.

Las promesas

El pres­i­dente elec­to ha afir­ma­do que su Gob­ier­no «hablará con todo el mun­do, ya sean ami­gos o ene­mi­gos». «Si Améri­ca está dis­pues­ta a acud­ir a la mesa, el resto del mun­do estará más dis­puesto a asumir el lid­er­az­go de Améri­ca a la hora de resolver prob­le­mas como Irán, Corea del Norte o el ter­ror­is­mo internacional».


Leer tam­bién: Las 10 tar­eas de Barack Oba­ma en casa

Hamás: la piedra en la bota de Israel

«Un per­son­aje enorme y bar­bu­do, muy respeta­do por todos los seguidores de Hamás, par­tidario de la línea más dura con­tra Israel». Así describe Alan John­ston, ex cor­re­spon­sal de la BBC en Gaza, a Nizar Rayyan, uno de los máx­i­mos líderes del movimien­to islámi­co en el ter­ri­to­rio palestino.

John­ston estu­vo secuestra­do durante cua­tro meses por mil­i­tantes del Ejérci­to del Islam en un aparta­men­to de esta super­pobla­da y extremada­mente pobre zona del plan­e­ta. Fue lib­er­a­do el 4 de julio de 2007, poco después de que, tras haber gana­do las elec­ciones un año antes, Hamás se hiciera con el con­trol total en la Fran­ja, y en una demostración del gran poder que esta orga­ni­zación tiene en Gaza.

Des­de el día históri­co en que ganó las elec­ciones, y pese al ais­lamien­to al que la somete una comu­nidad inter­na­cional que, en su may­oría, la con­sid­era un grupo ter­ror­ista, la fuerza de Hamás no ha deja­do de cre­cer y la orga­ni­zación se ha con­ver­tido en la may­or piedra en el zap­a­to del Gob­ier­no israelí.

Hace una sem­ana, Israel decidió sacarse la piedra a base de bom­bas y des­en­ca­denó la may­or ofen­si­va en 40 años con­tra los palesti­nos. El ataque ha deja­do, has­ta el momen­to, miles de heri­dos y más de 400 muer­tos. Entre estos últi­mos, Nizar Rayyan y 15 miem­bros de su famil­ia, incluyen­do var­ios niños.

Rayyan no es el primer líder de Hamás asesina­do por Israel, pero su muerte, en el con­tex­to del bru­tal ataque israelí a Gaza, será aprovecha­da por Hamás como ningu­na otra has­ta aho­ra. Por lo pron­to, la orga­ni­zación ya ha dec­re­ta­do un «Día de la Ira», y ha lla­ma­do a los palesti­nos a «atacar a Israel por todos los medios».

¿Qué es Hamás? ¿Cuál es su ori­gen? ¿Quiénes han sido y son sus líderes? ¿Cómo se orga­ni­za? ¿Cuáles han sido sus aten­ta­dos más san­gri­en­tos? ¿Qué papel jue­ga en la sociedad palesti­na? Todas las claves del movimien­to cuya errad­i­cación ha toma­do Israel como excusa para su masi­va ofen­si­va con­tra la Fran­ja de Gaza, en 25 puntos.

¿Qué es Hamás?

1. Resisten­cia islámica

Hamás («fer­vor», en árabe, y tam­bién el acrón­i­mo de Harakat al-Muqáwa­ma al-Islamiya: Movimien­to de Resisten­cia Islámi­co) es una orga­ni­zación palesti­na de carác­ter nacional­ista y reli­gioso (islámi­co, den­tro de la rama suní).

2. Palesti­na

El obje­ti­vo de Hamás es el establec­imien­to, con cap­i­tal en Jerusalén, de un esta­do inde­pen­di­ente islámi­co en la región históri­ca de Palesti­na, lo que com­pren­dería todo el actu­al ter­ri­to­rio de Israel, más Cisjor­da­nia y la Fran­ja de Gaza.

3. Verde

El col­or sim­bóli­co de Hamás, y tam­bién el de su ban­dera, es el verde (el col­or del Islam).

¿Cuál es su origen?

4. Los Her­manos Musul­manes y la Yihad

Tras el surgimien­to, des­de los años cin­cuen­ta, de diver­sos gru­pos de resisten­cia palesti­nos de carác­ter laico e ide­ologías marx­is­tas y social­is­tas, los Her­manos Musul­manes (grupo fun­da­do en Egip­to en 1928 y que prop­ugna la apli­cación de la ley islámi­ca en la vida diaria) retomaron en 1973 su guer­ra con­tra los gob­er­nantes árabes laicos en Siria y Egipto.

Miem­bros de esta orga­ni­zación crearon entonces en El Cairo el movimien­to Yihad Islámi­ca, defen­sor de la con­se­cu­ción de sus obje­tivos medi­ante la lucha arma­da y la violencia.

Poco después, en la Fran­ja de Gaza, una sub­di­visión de este grupo comen­zó una guer­ra de baja inten­si­dad con­tra el ejérci­to de Israel y la admin­is­tración que este país ejer­cía en los ter­ri­to­rios palesti­nos des­de 1967. Su poco éxi­to hizo que Al Fatah (el par­tido del ex pres­i­dente palesti­no Yasir Arafat) y otros gru­pos palesti­nos en el exilio tuviesen más apoyos.

5. «El ter­ror­ista en sil­la de ruedas»

A finales de los años seten­ta, un alum­no tetrapléji­co de la escuela coráni­ca de Gaza, el jeque Ahmed Yasín, logra crear un movimien­to social en la Fran­ja que, además de abog­ar por la destruc­ción de Israel, tiene un ele­va­do com­po­nente de moral islámi­ca fun­da­men­tal­ista y lle­va su lucha a otros aspec­tos más sociales como la pros­ti­tu­ción, el nar­cotrá­fi­co, la «rela­jación» de las cos­tum­bres tradi­cionales, la pobreza, la cor­rup­ción, la influ­en­cia extranjera…

Yasín, cono­ci­do por la pren­sa como «el ter­ror­ista en sil­la de ruedas», fue detenido y encar­ce­la­do por Israel en 1984 tras encon­trarse armas en su casa y des­cubrirse que prepara­ba una sub­l­e­vación en Gaza.

Durante su estancia en prisión su fama se hizo mucho may­or y sus seguidores, que con­tro­la­ban ya una bue­na parte de la red social y reli­giosa de la Fran­ja, fueron con­sol­i­dan­do la orga­ni­zación y obte­nien­do cada vez más fon­dos entre empre­sar­ios y jeques petroleros del Golfo.

6. «El camino del sac­ri­fi­cio y el martirio»

Final­mente, en 1987, y durante el estal­li­do de la Primera Intifa­da, Yasín sale de la cár­cel y Hamás nace de man­era ofi­cial con su primer comu­ni­ca­do, emi­ti­do en diciem­bre de ese año: «La Intifa­da de nue­stro pueblo rec­haza la ocu­pación y sus pre­siones, la con­fis­cación de la tier­ra, la con­struc­ción de asen­tamien­tos y la políti­ca de some­timien­to de los sion­istas […]. El Islam es la solu­ción y la alter­na­ti­va. Nue­stro pueblo conoce el camino del sac­ri­fi­cio y el mar­tirio. Haced que entien­dan que la vio­len­cia no engen­dra más que vio­len­cia, que la muerte no trae más que muerte».

Se trata­ba del cam­bio más rad­i­cal exper­i­men­ta­do en el esce­nario políti­co palesti­no des­de la ocu­pación de Cisjor­da­nia, Gaza y Jerusalén Este por Israel en 1967.

¿Cuál es su objetivo?

7. Su propia «hoja de ruta»

En su car­ta fun­da­cional, Hamás afir­ma que «el Islam es el pro­gra­ma de Hamás. Del Islam se derivan sus ideas y pre­cep­tos fun­da­men­tales, su visión de la vida y su entendimien­to del hom­bre y del universo».

Añade que Palesti­na es un esta­do islámi­co «con­fi­a­do a todas las gen­era­ciones musul­manas has­ta el día del Juicio Final, por lo que nadie tiene dere­cho a entre­gar el con­jun­to o parte de ella: ningún Esta­do árabe, ningún rey, ningún pres­i­dente y ningu­na organización».

«Renun­ciar a una parte de Palesti­na –señala– es como renun­ciar a la propia religión […]. No hay solu­ción a la cuestión palesti­na sino por medio de la yihad».

Hamás, por tan­to, no reconoce la legit­im­i­dad del Esta­do de Israel, ni acep­ta la res­olu­ción de la ONU de 1947 en la que se establecía la par­ti­ción de Palesti­na en dos estados.

Sus líderes han cal­i­fi­ca­do en reit­er­adas oca­siones los diál­o­gos entre árabes e israelíes (los Acuer­dos de Oslo, inclu­i­dos) como una «pér­di­da de tiem­po». Apoy­an la lucha arma­da y los ataques sui­ci­das con­tra civiles como medio para el logro de sus objetivos.

8. Adaptación

A lo largo de los años, no obstante, en algu­nas fac­ciones de Hamás la destruc­ción del Esta­do de Israel como obje­ti­vo prin­ci­pal ha ido cedi­en­do ter­reno frente a la con­se­cu­ción de un esta­do palesti­no independiente.

De hecho, el movimien­to se ha declar­a­do dis­puesto a acep­tar como «solu­ción tem­po­ral» un Esta­do palesti­no en los ter­ri­to­rios ocu­pa­dos en 1967 por Israel, pero sin recono­cer el dere­cho a la exis­ten­cia del Esta­do judío.

9. Anti­semitismo

Hamás ha sido acu­sa­da de anti­semitismo por el con­tenido de algunos de los artícu­los en su car­ta fun­da­cional. El número 22, por ejem­p­lo, dice: «Orga­ni­za­ciones sion­istas acu­mu­la­ron una riqueza mate­r­i­al grande e influyente, con la cual tomaron el con­trol de la pren­sa mundi­al […]. Estu­vieron detrás de la Rev­olu­ción France­sa y las rev­olu­ciones comu­nistas […], de la Primera Guer­ra Mundi­al […] y de la Segun­da […]. No hay guer­ra que haya estal­la­do en lugar alguno que no lleve sus huel­las digitales».

¿Cómo está organizada?

10. Dos ramas de un mis­mo árbol

Hamás está orga­ni­za­da en torno a múlti­ples orga­ni­za­ciones depen­di­entes entre sí, que se encar­gan de dar respues­ta a las difer­entes deman­das de la sociedad palestina.

No obstante, la orga­ni­zación se divide, prin­ci­pal­mente, en dos ramas, la políti­ca (que, surgi­da de la lista Cam­bio y Refor­ma con que se pre­sen­tó a las elec­ciones, osten­ta actual­mente el Gob­ier­no en Gaza) y el bra­zo arma­do (las Brigadas de Azedín Al-Kasam, encar­gadas de man­ten­er la lucha con­tra Israel).

11. Los líderes

El Gob­ier­no en Gaza está lid­er­a­do por Ismail Haniya. El 14 de junio de 2007 Haniya fue des­ti­tu­i­do por el pres­i­dente de la Autori­dad Nacional Palesti­na, Mah­mud Abás, quien le susti­tuyó por Salam Fayad, ex fun­cionario del FMI. Haniya no admi­tió la des­ti­tu­ción y con­tinúa gob­er­nan­do Gaza de facto.

Para muchos anal­is­tas, sin embar­go, el poder real lo deten­ta Jaled Mechal, jefe de la Ofic­i­na Estatal (la rama exter­na de Hamás, con sede en Dam­as­co, Siria), y par­tidario de una línea más dura que Haniya.

Entre las víc­ti­mas mor­tales de la actu­al ofen­si­va israelí se encuen­tra otro de los prin­ci­pales líderes de la orga­ni­zación: Nizar Rayyan. Rayyan era el diri­gente más impor­tante de Hamás en el norte de Gaza y el encar­ga­do de coor­di­nar las ramas políti­ca y mil­i­tar de Hamás. Es, has­ta aho­ra, la víc­ti­ma de may­or ran­go de la ofensiva.

¿Cómo y cuándo obtuvo el poder?

12. La vic­to­ria electoral

Hamás se man­tu­vo aparta­da de la vida políti­ca de la Autori­dad Nacional Palesti­na des­de la creación de ésta, en 1994, has­ta que decidió pre­sen­tarse a las elec­ciones, en 2006. El 25 de enero de ese año, la orga­ni­zación islámi­ca ganó los comi­cios en Gaza de for­ma arrol­lado­ra, ven­cien­do clara­mente a Al Fatah, el par­tido fun­da­do por Yasir Arafat y que había encabeza­do las aspira­ciones palesti­nas durante medio siglo.

13. La batal­la de Gaza

El con­flic­to entre Al Fatah y Hamás, lar­va­do des­de siem­pre, estal­ló final­mente cuan­do ésta últi­ma ganó las elec­ciones. Israel y EE UU apo­yaron y armaron a Al Fatah para una even­tu­al «guer­ra civil».

La ten­sión cre­ció cuan­do, en enero de 2006, las mili­cias de Hamás inten­taron susti­tuir a la Policía palesti­na en el con­trol de la seguri­dad en Gaza. La lucha prin­ci­pal se pro­du­jo entre el 7 y el 15 de junio de 2007: Hamás forzó la sal­i­da de Al Fatah de la Fran­ja, después de un con­flic­to que dejó al menos 118 muer­tos y unos 550 heridos.

14. El ejer­ci­cio del poder y el bloqueo

El Gob­ier­no de Hamás, boicotea­do financiera y diplomáti­ca­mente por la may­or parte de la comu­nidad inter­na­cional, con­tro­la un ter­ri­to­rio de ape­nas 360 kilómet­ros cuadra­dos donde se haci­nan casi un mil­lón y medio de per­sonas (la den­si­dad de población es de más de 4.000 habi­tantes por Km cuadrado).

Someti­da a un férreo blo­queo por parte del Gob­ier­no israelí des­de junio de 2007, la situación económi­ca en Gaza es deses­per­a­da: el 90% de la activi­dad indus­tri­al está sus­pendi­da, la tasa de paro supera el 40% y sus habi­tantes, a la inmen­sa de may­oría de los cuales no se les per­mite cruzar la fron­tera, depen­den en un 80% de la ayu­da human­i­taria extran­jera. Ape­nas hay sum­in­istro de elec­t­ri­ci­dad y gas.

Muchos ciu­dadanos mal­viv­en con lo que con­siguen del con­tra­ban­do o tras cruzar clan­des­ti­na­mente la fron­tera de Egip­to a través de cien­tos de túne­les (en enero de 2008 mili­cianos de Hamás volaron parte del muro fron­ter­i­zo, lo que per­mi­tió durante 11 días la entra­da masi­va de palesti­nos a Egip­to para com­prar productos).

En estas condi­ciones, Hamás ha con­segui­do cier­tos logros des­de que está en el poder, empezan­do por una may­or seguri­dad en las calles y sigu­ien­do por un niv­el mucho menor de cor­rup­ción en los órganos oficiales.

En el plano exte­ri­or, Hamás ha segui­do apoyan­do (táci­ta o expre­sa­mente) los ataques con­tra Israel (mis­iles lan­za­dos des­de la Fran­ja a las ciu­dades cer­canas) lle­va­dos a cabo por mil­i­tantes palestinos.

¿Son terroristas?

15. En la lista negra

Hamás ha sido declar­a­da orga­ni­zación ter­ror­ista por Esta­dos Unidos, la Unión Euro­pea (España, inclu­i­da), Japón, Aus­tralia, Canadá y, por supuesto, Israel.

En 2002 la ONG Human Rights Watch la acusó de come­ter crímenes de guer­ra y crímenes con­tra la humanidad.

Muchos de los aten­ta­dos de las Brigadas de Azedín Al-Kasam han tenido como blan­co obje­tivos civiles.

16. Los atentados

La may­or olea­da de aten­ta­dos ter­ror­is­tas cometi­dos por Hamás, muchos de ellos sui­ci­das, se pro­du­jo entre 1994 y 2004. Entre el prin­ci­pio del pro­ce­so de paz en Oslo (1993) y 2003 Hamás envió 113 sui­ci­das a per­pe­trar aten­ta­dos con bom­ba en Israel.

Muchos de estos aten­ta­dos, cometi­dos en sue­lo israelí, tuvieron lugar en calles, restau­rantes y cafés, auto­bus­es públi­cos, cen­tros com­er­ciales… En 2001 murieron en Israel, víc­ti­mas de aten­ta­dos de Hamás, medio cen­te­nar de per­sonas; en 2002, 81; en 2003, 76; en 2004, 23… A ellos hay que sumar los cen­tenares de heri­dos y las víc­ti­mas de aten­ta­dos de otras orga­ni­za­ciones, como Yihad Islámi­ca o las Brigadas de los Már­tires de Al Aqsa.

Hamás dejó de come­ter aten­ta­dos tras su lle­ga­da al poder en Gaza, pero no ha impe­di­do hac­er­lo a otras milicias.

17. Los aten­ta­dos selectivos

Aparte de al men­ciona­do Nizar Rayyan, Israel ha mata­do (sin juicio pre­vio) a numerosos líderes de Hamás en los lla­ma­dos «asesinatos selectivos».

Entre los más impor­tantes, Ahmad Yasín, fun­dador y líder espir­i­tu­al de la orga­ni­zación (asesina­do el 22 de mar­zo de 2004); Abdel Aziz ar-Rantisi, por­tavoz del movimien­to y su jefe políti­co y civ­il (el 17 de abril, 2004); Adnan Rrul y Imad Abás (21 de octubre de 2004); Salaj Che­jade (22 de Julio, 2002) e Izzedín Sub­ji (26 de Sep­tiem­bre, 2004).

¿Quién la apoya?

18. El dinero

A lo largo de su his­to­ria, Hamás ha recibido apoyo económi­co de muchas partes, incluyen­do a jeques petroleros del Gol­fo y, según las acusa­ciones de EE UU e Israel, a gob­ier­nos como el de Irán (pese a pertenecer a la rama chií del islam, rival de la suní imper­ante en Hamás), Ara­bia Saudí o Siria. Tam­bién otros gob­ier­nos, como el de Venezuela o el de Cuba, han sido acu­sa­dos de prestar­le apoyo.

Por otra parte, Hamás está estruc­tura­da en torno a la dawa el prin­ci­pio musul­mán de asis­ten­cia a los nece­si­ta­dos y a los con­cep­tos de zaqqat (cari­dad) y sadaqat (dona­ciones), a través de los cuales recibe fon­dos de muchas orga­ni­za­ciones de benef­i­cen­cia situ­adas fuera de los ter­ri­to­rios palestinos.

Israel ha declar­a­do como «orga­ni­za­ciones clan­des­ti­nas» a 20 comités de benef­i­cen­cia de Hamás den­tro de Cisjor­da­nia y Gaza y a 8 enti­dades de cari­dad de fuera de los ter­ri­to­rios, debido a su relación con Hamás.

El pasa­do mes de noviem­bre, cin­co diri­gentes de una insti­tu­ción de cari­dad musul­mana de Esta­dos Unidos fueron declar­a­dos cul­pa­bles de apo­yar el ter­ror­is­mo, de lava­do de dinero y de fraude tributario.

Hamás mantiene en secre­to sus prin­ci­pales canales de financiación.

¿De qué fuerza dispone?

19. La fuerza humana

Des­de que se desple­gara por primera vez en las calles de Gaza, en mayo de 2006, las fuerzas de seguri­dad de Hamás han aumen­ta­do de 3.000 a 13.000 miem­bros, divi­di­dos en varias unidades. De ellos, al menos 180 han muer­to has­ta aho­ra por los ataques aére­os de la actu­al ofen­si­va israelí.

El núcleo prin­ci­pal de esta fuerza está com­puesto may­ori­tari­a­mente por inte­grantes del ala arma­da de Hamás, aunque incluye tam­bién miem­bros de fac­ciones mil­i­tantes ali­adas, como el Comité de Resisten­cia Popular.

Se cal­cu­la que las Brigadas de Azedín Al-Kasam tienen unos 25.000 com­bat­ientes, equipa­dos con rifles de asalto y granadas. Algunos poseen tam­bién armas anti­tanque que intro­ducen de contrabando.

20. Las armas

Hamás cuen­ta con unos 40.000 cohetes de cor­to alcance y con dece­nas de mis­iles de largo alcance. Estos últi­mos pueden impactar en cen­tros pobla­dos israelíes situ­a­dos has­ta a 40 kilómet­ros de Gaza. Algunos de sus cohetes son capaces de lle­gar a tan sólo 20 kilómet­ros de Tel Aviv.

¿Cómo ha sido la tregua?

21. El alto el fuego

A fines de 2006 y prin­ci­p­ios de 2007 Hamás declaró una primera tregua y puso fin ofi­cial­mente a su cam­paña de aten­ta­dos ter­ror­is­tas con­tra Israel.

En junio del pasa­do año 2008, y gra­cias a la mediación de Egip­to, Hamás acordó una tregua de seis meses con Israel, des­ti­na­da a aliviar el blo­queo y a per­mi­tir la lib­eración de un sol­da­do israelí retenido por el grupo islámico.

22. El fin de la ‘cal­ma’

El pasa­do 14 de diciem­bre el líder de Hamás afir­mó que el grupo islámi­co no iba a ren­o­var la tregua de seis meses, una vez que ésta hubiese vencido.

«Anun­ci­amos que la cal­ma entre nosotros y el ene­mi­go sion­ista ha ter­mi­na­do por com­ple­to y no será ren­o­va­da como resul­ta­do de la neg­a­ti­va de la ocu­pación a cumplir sus condi­ciones y obliga­ciones fun­da­men­tales», dijeron en un comu­ni­ca­do las Brigadas de Azedín Al-Kasam.

Días después, y tras el lan­za­mien­to de var­ios cohetes sobre ter­ri­to­rio israelí, comen­zó la ofen­si­va con­tra Gaza.

¿En qué situación se encuentra Hamás ahora?

23. Reforza­da, pero aislada

La tregua per­mi­tió a Hamás reforzarse mil­i­tar­mente, sobre todo gra­cias al con­tra­ban­do des­de Egip­to. La orga­ni­zación aprovechó asimis­mo para elim­i­nar los restos de oposi­ción interna.

Como con­tra­parti­da, Hamás se encuen­tra aho­ra más ais­la­da que nun­ca, sin el apoyo de la Autori­dad Nacional Palesti­na ni del pro­pio Egip­to, y asfix­i­a­da por el blo­queo israelí y de la comu­nidad internacional.

24. El efec­to de la ofen­si­va israelí

En espera de la temi­da invasión ter­restre por parte de Israel, y de sus con­se­cuen­cias para el futuro de la orga­ni­zación y de la propia Fran­ja de Gaza, los ataques de estos días han debil­i­ta­do seri­amente a Hamás, al menos en lo que se refiere a sus líderes y com­bat­ientes (muchos de ellos han muer­to en los bom­bardeos), y a su infraestruc­tura (han sido destru­i­dos min­is­te­rios, ofic­i­nas, insta­la­ciones de seguri­dad, mil­itares y culturales…).

Por otro lado, Hamás ha gana­do estos días el apoyo de muchos palesti­nos de Cisjor­da­nia y de musul­manes de todo el mun­do. Miles de per­sonas tomaron este viernes las calles de los ter­ri­to­rios en respues­ta al lla­mamien­to al «Día de la Ira» real­iza­do por Hamás tras el asesina­to de Nizar Rayyan.

¿Cómo funciona su red social?

25. Un apoyo entre la miseria

Una de las claves de la pop­u­lar­i­dad de Hamás entre la población palesti­na es la efi­ca­cia de su red de apoyo social, la úni­ca con la que, aparte de la ayu­da human­i­taria inter­na­cional, cuen­tan los habi­tantes de Gaza.

La orga­ni­zación mantiene económi­ca­mente a los famil­iares de sus activis­tas y mil­i­tantes encar­ce­la­dos, y a los de los muer­tos en ataques israelíes o en ataques con­tra Israel.

Hamás tiene asimis­mo una gran red de escue­las coráni­cas y de cen­tros de aten­ción san­i­taria, y en las épocas de may­or escasez orga­ni­za repar­tos de comida.

Cinco años desde la captura de Sadam

Este sába­do se cumplen cin­co años de la cap­tura de Sadam Husein por parte de sol­da­dos esta­dounidens­es. Eran las ocho y cuar­to de la tarde del 13 de diciem­bre de 2003. Habían pasa­do ocho meses des­de la invasión de Irak y siete des­de el der­ro­camien­to de su rég­i­men. El dic­ta­dor iraquí esta­ba escon­di­do en lo que se definió como un «agu­jero de arañas», un zulo ape­nas ocul­to en una gran­ja al sur de Tikrit, su ciu­dad natal. Pre­senta­ba el aspec­to de un anciano cansa­do y enfer­mo, con el cabel­lo y la bar­ba cre­ci­dos. Se entregó sin opon­er resisten­cia. Tres años después fue ahor­ca­do en Bag­dad.

Décadas de cru­el tiranía en Irak, la primera Guer­ra del Gol­fo, el 11 de sep­tiem­bre, Afgan­istán, el «eje del mal», el cuen­to de las armas de destruc­ción masi­va, los desafíos, los inter­minables e inútiles debates en la ONU, las man­i­festa­ciones de mil­lones de ciu­dadanos en todo el mun­do con­tra la guer­ra, la invasión y, final­mente, el arresto y el patíbulo.

Y, sin embar­go, la guer­ra esta­ba aún lejos de acabarse. Des­de entonces, dece­nas de miles de muer­tos (civiles y mil­itares), tor­turas y escán­da­los políti­cos y económi­cos, cien­tos de aten­ta­dos, un país destroza­do, miles de mil­lones de dólares en pérdidas…

Esta mis­ma sem­ana, 13 muer­tos en Bag­dad (con la ciu­dad en toque de que­da ante el aniver­sario de este sába­do), y al menos otros 47 en un aten­ta­do sui­ci­da en un restau­rante en Kirkuk.

Un lus­tro después de la caí­da de Sadam, a Irak le fal­ta aún un largo y com­pli­ca­do camino para ser real­mente una «mis­ión cumpl­i­da», la desafor­tu­na­da frase que pro­nun­ció en 2005 el pres­i­dente de EE UU, George W. Bush.

No será él, en cualquier caso, quien se encar­gue de ello. Cuan­do el próx­i­mo mes de enero Bush aban­done la Casa Blan­ca, el nue­vo pres­i­dente elec­to, Barack Oba­ma, recogerá una heren­cia que no le será fácil corregir.

Al final, el agu­jero de las arañas ha acaba­do con­vir­tién­dose en un gran agu­jero negro, tan­to para el gob­ier­no de EE UU como para la población iraquí.

Lo más rel­e­vante de estos cin­co años, un bal­ance y las per­spec­ti­vas de futuro, en las sigu­ientes 20 claves:

1. El coste humano

Más de 2.2 mil­lones de per­sonas han sido desplazadas inter­na­mente durante la guer­ra y la pos­guer­ra, y otras tan­tas viv­en como refu­gia­dos en país­es limítro­fes, como Siria y Jor­da­nia. Estas cifras rep­re­sen­tan alrede­dor del 15% del total de la población de Irak, esti­ma­da en unos 27 mil­lones de habitantes.

En estos cin­co años han muer­to más de 4.000 sol­da­dos esta­dounidens­es (sólo 171 de ellos fal­l­ecieron durante la invasión) y han resul­ta­do heri­dos 30.000. Tam­bién han fal­l­e­ci­do 175 sol­da­dos británi­cos y unos 140 de otros país­es, entre ellos, 33 ital­ianos, 20 pola­cos, 18 ucra­ni­anos, 11 españoles (incluyen­do siete agentes del CNI y un coman­dante de la Guardia Civil)…

El número de víc­ti­mas civiles no se sabe a cien­cia cier­ta. Bush dijo hace algunos meses que ron­da las 30.000. Otras fuentes, las esti­ma­ciones más bajas, ele­van esta cifra a 82.000. La may­oría hablan de 600.000 iraquíes muer­tos y algunos, con­tan­do causas direc­tas e indi­rec­tas, has­ta de un millón.

A pesar de que la vio­len­cia ha decre­ci­do con­sid­er­able­mente en los últi­mos meses, prác­ti­ca­mente a diario se siguen pro­ducien­do ataques, escara­muzas o aten­ta­dos. Según la ONU, la vio­len­cia se ha con­ver­tido en la prin­ci­pal causa de muerte entre los hom­bres iraquíes de 15 a 59 años des­de 2003.

Des­de el comien­zo de la invasión han muer­to en Irak 174 peri­odis­tas, entre ellos, dos españoles, José Couso y Julio Angui­ta Parado.

2. Los atentados sin fin

Des­de la caí­da de Sadam, los aten­ta­dos, muchos de ellos cometi­dos por sui­ci­das, han sido el pan nue­stro de casi cada día. Miles de per­sonas han per­di­do la vida en ellos, ante una opinión públi­ca occi­den­tal cada vez más insen­si­bi­liza­da, como resul­ta­do de la repeti­ción con­tinúa de noti­cias similares.

El acto de vio­len­cia más bru­tal en estos cin­co años ocur­rió el 14 de agos­to de 2007 en la provin­cia de Nínive. La explosión de cua­tro camiones bom­ba mató al menos a 250 per­sonas (se llegó a hablar de medio mil­lar de muertos).

La sigu­iente cronología, con datos recogi­dos por la agen­cia Efe, resume los aten­ta­dos más graves. A las cifras frías de los muer­tos hay que sumar las de los super­vivientes: las famil­ias, los seres queri­dos, los huér­fanos, los heri­dos y los muti­la­dos, el cli­ma de ter­ror continuo.

  • 29.08.2003. Al menos 85 muer­tos, entre ellos el aya­tolá Al-Hakim, máx­i­mo líder chií, al explotar un coche bom­ba jun­to a la mezqui­ta del Imán Ali, en la ciu­dad san­ta de Nayaf.
  • 01.02.2004. Dos ter­ror­is­tas sui­ci­das cau­san la muerte de al menos 105 per­sonas en las sedes de los dos prin­ci­pales par­tidos kur­dos en Erbil.
  • 02.03.2004. Una cade­na de aten­ta­dos sui­ci­das casi simultá­neos ‑cin­co en Ker­bala y cua­tro en Bag­dad- causa al menos 181 muer­tos, coin­ci­di­en­do con el día de la Ashu­ra chií.
  • 28.02.2005. Al menos 125 muer­tos al explotar un coche bom­ba frente a un cen­tro médi­co en Hilla.
  • 16.07.2005. Al menos 98 muer­tos y 152 heri­dos al accionar un sui­ci­da una car­ga explo­si­va jun­to a un camión de com­bustible en Al Musayeb.
  • 14.09.2005. Al menos 113 muer­tos y 162 heri­dos al explotar un coche bom­ba en el bar­rio chií de Kadimiya, al norte de Bagdad.
  • 18.11.2005. Al menos 83 muer­tos en un doble aten­ta­do sui­ci­da con­tra sendas mezquitas en Janakin.
  • 05.01.2006. Más de cien muer­tos y dece­nas de heri­dos en dos aten­ta­dos sui­ci­das per­pe­tra­dos en la ciu­dad san­ta chií de Ker­bala y en Rama­di, bastión insurgente.
  • 23.11.2006. Al menos 203 muer­tos y más de 250 heri­dos al explotar seis coches bom­ba y var­ios proyec­tiles de mortero, en el bar­rio chií de Ciu­dad Sadr, en Bagdad.
  • 16.01.2007. Al menos 105 muer­tos como con­se­cuen­cia de una cade­na de aten­ta­dos en Bag­dad. De ellos, 70 perecieron en un ataque a la Universidad.
  • 03.02.2007. Un total de 131 muer­tos y 305 heri­dos al explotar un camión bom­ba en un cén­tri­co mer­ca­do de Bagdad.
  • 06.03.2007. Al menos 105 pere­gri­nos chiíes muer­tos y otros 190 heri­dos al hac­er explotar dos sui­ci­das los cin­tur­ones que llev­a­ban car­ga­dos con explo­sivos en Hilla.
  • 27.03.2007. Al menos 152 muer­tos y más de 300 heri­dos en un doble aten­ta­do con camión y coche bom­ba, en Tel Afar. Un día después, al menos otros 47 civiles perdieron la vida en los ataques de repre­salia por esos atentados.
  • 18.04.2007. Al menos 176 muer­tos y casi 200 heri­dos en jor­na­da san­gri­en­ta en Bag­dad. Sólo en uno de los aten­ta­dos, al menos 140 per­sonas murieron tras una explosión en una plaza del cén­tri­co dis­tri­to de Sadriya.
  • 07.07.2007. Un total de 156 muer­tos al explotar un camión car­ga­do con explo­sivos en un mer­ca­do de la zona de Amar­li, al norte de Bagdad.
  • 16-07-2007. Al menos 83 muer­tos en un doble aten­ta­do en Kirkuk. La explosión más grave tuvo lugar en un mer­ca­do, donde estal­ló un camión car­ga­do de explo­sivos. La segun­da tuvo como blan­co la sede del Unión del Pueblo del Kur­dis­tán (UPK).
  • 14.08.2007. Los men­ciona­dos 250 muer­tos de Nínive. Los ataques tuvieron como blan­co la pequeña comu­nidad reli­giosa kur­da de los yazadíes.
  • 01.02.2008. Un total de 98 muer­tos en un doble aten­ta­do con­tra dos mer­ca­dos de ani­males domés­ti­cos en Bag­dad, per­pe­tra­do por dos mujeres sui­ci­das, una de ellas dis­capac­i­ta­da mental.

3. El despilfarro económico

En los días pre­vios a la invasión, Bush fijó el coste de la guer­ra entre 50.000 y 60.000 mil­lones de dólares. Actual­mente, los cál­cu­los más con­ser­vadores sitúan esta can­ti­dad en un bil­lón de dólares, y el pre­mio Nobel de economía Joseph Stiglitz ele­va la cifra has­ta los 3 bil­lones, un coste que Bush ha cal­i­fi­ca­do de «exager­a­do».

«El fraude, el despil­far­ro, el abu­so y la cor­rup­ción en Irak han obsta­c­uliza­do la recon­struc­ción, la pro­duc­ción de petróleo no ha exce­di­do los nive­les de antes de la guer­ra, y los ser­vi­cios de luz y agua potable no están disponibles para la may­oría de iraquíes» (de un informe del Comité de Asi­gna­ciones del Sena­do de EE UU, del pasa­do 11 de marzo).

4. Un país deshecho

Mil­lones de iraquíes carecían aún de acce­so a agua potable y a aten­ción san­i­taria cin­co años después del ini­cio de la guer­ra, en lo que el Comité Inter­na­cional de la Cruz Roja (CICR) con­sid­era «una de las más graves situa­ciones human­i­tarias del mundo».

Casi un ter­cio de la población –unos ocho mil­lones de per­sonas– nece­si­ta ayu­da de emer­gen­cia para sobrevivir.

Según la Orga­ni­zación Mundi­al de la Salud (OMS), siete de cada diez pacientes heri­dos de gravedad en algún hecho de vio­len­cia en Irak mueren en las unidades de urgen­cias y cuida­dos inten­sivos por la escasez de per­son­al médi­co, así como por la fal­ta de med­i­c­i­nas y equipamiento.

5. Un Estado federal y desunido

Aproba­da en refer­én­dum pop­u­lar el 15 de octubre de 2005, con el 78% de los votos, la actu­al Con­sti­tu­ción iraquí describe Irak como un esta­do fed­er­al, en un inten­to de dar respues­ta a los intere­ses con­tra­puestos de las difer­entes comu­nidades que lo integran.

6. Minorías en guerra

La antes hegemóni­ca minoría suní ha per­di­do sus priv­i­le­gios frente a chiíes y kur­dos, que con­trolan el Gob­ier­no, el Par­la­men­to y el Ejérci­to. Por otra parte, la lle­ga­da de los com­bat­ientes de Al Qae­da ha puesto en una situación muy difí­cil a los suníes más mod­er­a­dos. Suníes y chiíes han esta­do inmer­sos durante estos años en una autén­ti­ca guer­ra civil.

7. Un gobierno a medias

El 30 de enero de 2004 se cel­e­braron las primeras elec­ciones leg­isla­ti­vas, que ganó la chií Alian­za Uni­da Iraquí. Ibrahim al Yafari fue elegi­do primer min­istro. En abril, el kur­do Yalal Tabal­a­bani fue nom­bra­do nue­vo presidente.

Tras la aprobación de la nue­va Con­sti­tu­ción, el 15 de diciem­bre de 2005 tuvieron lugar primeras elec­ciones par­la­men­tarias. Chíies y kur­dos reval­i­daron victoria.

Aunque teóri­ca­mente inde­pen­di­ente, y surgi­do de unas elec­ciones democráti­cas, el Gob­ier­no iraquí sigue de hecho bajo la tutela de EE UU y depen­di­en­do de Wash­ing­ton para man­ten­er la seguri­dad en el país. En amplias zonas del país, el líder chií Muq­ta­da Al Sadr y sus insur­gentes tienen tan­to poder o más que el pro­pio Gobierno.

El poder admin­is­tra­ti­vo lo osten­ta actual­mente el Gob­ier­no que pre­side el chií Nuri al Mali­ki, el primer ejec­u­ti­vo estable tras la invasión que acabó con el rég­i­men de Sadam. Inte­gra­do, en prin­ci­pio, por min­istros de todas las ten­den­cias (suníes, chiíes y kur­dos), su con­tinuidad se ha vis­to ame­naza­da tras la reti­ra­da de var­ios gru­pos políti­cos, que coin­ci­den en acusar a al Mali­ki de gob­ernar sin consenso.

Su autori­dad tiene, además, la lim­itación que supone la pres­en­cia en el país de unos 156.000 sol­da­dos extranjeros.

8. Las tropas extranjeras

Cer­ca de 40 país­es, entre ellos España, que secundó la invasión con el Gob­ier­no de José María Aznar, con­tribuyeron con sus tropas en 2003 a la coali­ción multi­na­cional desple­ga­da en Irak.

Más del 50%, sin embar­go, ya ha aban­don­a­do el país. Es el caso de España, que retiró sus tropas a finales de abril de 2004 tras dar la orden en mar­zo el recién elegi­do pres­i­dente, José Luis Rodríguez Zap­a­tero; Sin­ga­pur, Nicaragua, la Repúbli­ca Domini­cana, Hon­duras, Fil­ip­inas, Norue­ga, Tai­lan­dia, Nue­va Zelan­da, Ton­ga, Hun­gría, Por­tu­gal, Holan­da, Ucra­nia, Bul­gar­ia, Japón, Italia, Eslo­vaquia, Dina­mar­ca, Litu­a­nia, Aus­tralia, Geor­gia, Kaza­jistán, Polo­nia y Bosnia Herze­gov­ina, el últi­mo país en hacerlo.

Según cál­cu­los de la agen­cia Efe, en torno a 156.000 efec­tivos inte­gran actual­mente la fuerza inter­na­cional desple­ga­da en el país árabe, com­pues­ta may­ori­tari­a­mente por esta­dounidens­es, y den­tro de la cual tam­bién par­tic­i­pan el Reino Unido, Corea del Sur, Rumanía y otros país­es en un número más reduci­do. Corea del Sur ya ha anun­ci­a­do la reti­ra­da de sus tropas para el próx­i­mo día 20.

Esta­dos Unidos invadió Irak con 150.000 sol­da­dos, y ha lle­ga­do a desple­gar a 160.000 en oca­siones espe­ciales, como el refer­én­dum con­sti­tu­cional de 2006 o durante peri­o­dos de espe­cial violencia.

En julio de 2008, el con­tin­gente esta­dounidense se redu­jo has­ta los 146.000 sol­da­dos tras la reti­ra­da de unos 24.000, cifra que sigu­ió reba­ján­dose has­ta los 140.000 efec­tivos has­ta sep­tiem­bre. En enero de 2009, está pre­vis­to que una de las brigadas, integra­da por cer­ca de 5.000 sol­da­dos, no sea reem­plaza­da.

El Reino Unido, por su parte, es el segun­do país en número de efec­tivos: 4.000 en la actu­al­i­dad, todos ellos en Baso­ra, en el sur de Irak.

9. Los derechos humanos

Irak sigue sien­do uno de los país­es más peli­grosos del mun­do en lo que se refiere a los dere­chos humanos, según informe de Amnistía Inter­na­cional del pasa­do mes de marzo.

En el mis­mo informe se señala que siguen recibién­dose informes de deten­ciones arbi­trarias, reclu­siones y tor­tu­ra inclu­so en las provin­cias kur­das, y que la disiden­cia políti­ca pací­fi­ca ape­nas se tol­era. Se ha detenido sin car­gos a opos­i­tores políti­cos, y los homi­cidios por motivos de ‘hon­or’ (mujeres que mueren a manos de sus famil­ias) con­tinúan sien­do un problema.

10. Abu Ghraib

La ocu­pación de Irak ha sido tam­bién el esce­nario de uno de los episo­dios más negros de la his­to­ria reciente de EE UU: las tor­turas y abu­sos per­pe­tra­dos por sol­da­dos esta­dounidens­es a pri­sioneros iraquíes en la cár­cel de Abu Ghraib, un lugar que ya era tris­te­mente famoso, a su vez, por las tor­turas del rég­i­men de Sadam a sus pri­sioneros políticos.

Los hechos ocur­rieron a prin­ci­p­ios del 2003 y fueron cometi­dos por el per­son­al de la Briga­da 372 de la Policía Mil­i­tar de los EE UU, agentes de la CIA y con­tratis­tas involu­cra­dos en la ocu­pación de Irak. La his­to­ria sal­ió a la luz gra­cias a diver­sos informes e infor­ma­ciones peri­odís­ti­cas, y al darse a cono­cer fotografías de las tor­turas que con­mo­cionaron a la opinión públi­ca mundial.

El Depar­ta­men­to de Defen­sa expul­só a 17 sol­da­dos y ofi­ciales del ser­vi­cio y siete sol­da­dos fueron acu­sa­dos de aban­dono del ser­vi­cio, mal­tra­to, asalto agrava­do y lesiones per­son­ales. Otros siete sol­da­dos fueron sen­ten­ci­a­dos a prisión, reba­ja­dos de ran­go y dados de baja del ser­vi­cio en for­ma deshon­rosa. Dos más, el espe­cial­ista Charles Grane y su novia Lyn­ndie Eng­land, fueron sen­ten­ci­a­dos a 10 y 3 años de cár­cel. La respon­s­able de la prisión, Brigadier Gen­er­al Janis Karpin­s­ki, fue reba­ja­da de su ran­go a coronel.

En 2006, una vein­te­na de aso­cia­ciones de dere­chos humanos deman­daron al entonces sec­re­tario de Defen­sa de EE UU, Don­ald Rums­feld y a otros car­gos esta­dounidens­es en el Tri­bunal Supre­mo alemán de Karl­sruhe por crímenes de guerra.

El pasa­do jueves, la comisión de Ser­vi­cios Arma­dos del Sena­do de EE UU hizo respon­s­able a Rums­feld y a otros altos car­gos de los abu­sos cometi­dos, tan­to en Abu Ghraib como en Guantánamo.

El informe, pre­sen­ta­do por el ex can­dida­to repub­li­cano a la pres­i­den­cia John McCain y por el demócra­ta Carl Levin, desta­ca que «el abu­so de detenidos no se puede atribuir sim­ple­mente a ‘malas hier­bas’ que actu­a­ban por su cuen­ta» y con­sid­era que con­sid­er­an que el ori­gen del uso de estos méto­dos será un mem­o­rán­dum fir­ma­do por Bush el 7 de febrero de 2002 en el que declar­a­ba que las Con­ven­ciones de Gine­bra no pro­te­gen a los detenidos sospe­chosos de ser miem­bros de Al Qae­da o del movimien­to talibán.

Has­ta aho­ra, la Casa Blan­ca ha cul­pa­do siem­pre a man­dos intermedios.

11. Blackwater

Uno de los momen­tos de may­or ten­sión entre los gob­ier­nos esta­dounidense e iraquí fue el lla­ma­do caso Black­wa­ter. En 2007, cin­co miem­bros de esta empre­sa de seguri­dad pri­va­da (uti­liza­da por EE UU como apoyo a sus tropas en Irak y Afgan­istán) dis­pararon sin provo­cación pre­via sobre civiles desar­ma­dos en Bag­dad y mataron a 14 per­sonas, ningu­na de ellas pertenecientes a la insurgencia.

Fueron acu­sa­dos de homi­cidio y, final­mente, el pasa­do lunes se entre­garon, jun­to con un sol­da­do, ante las autori­dades fed­erales estadounidenses.

12. El petróleo

El con­trol de los enormes recur­sos petroleros iraquíes fue una de las prin­ci­pales causas de la guer­ra. No obstante, cin­co años después, estas reser­vas no han logra­do fre­nar el alza del pre­cio del crudo.

Irak era, has­ta el embar­go impuesto por la ONU en 1991, el segun­do país expor­ta­dor de petróleo después de Ara­bia Saudí. Miem­bro de la Orga­ni­zación de País­es Expor­ta­dores de Petróleo (OPEP), el país se encuen­tra actual­mente exclu­i­do del sis­tema de cuo­tas del car­tel debido a la inesta­bil­i­dad y la vio­len­cia que padece, y su pro­duc­ción ron­da actual­mente los 2,3 mil­lones de bar­riles diar­ios, infor­ma Efe.

13. Beneficiados

Uno de los pocos ben­e­fi­ci­a­dos de la guer­ra ha sido, prob­a­ble­mente, la empre­sa Kel­log Brown and Root, ex fil­ial de Hal­libur­ton, una com­pañía de ser­vi­cios petroleros que estu­vo dirigi­da por el actu­al vicepres­i­dente de EE UU, Dick Cheney, y que ha obtenido impor­tantes con­tratos des­ti­na­dos a ali­men­tar a sol­da­dos, sum­in­is­trar com­bustible y con­stru­ir infraestruc­turas para el Ejérci­to de EE UU desple­ga­do en Irak.

Según Defense Indus­try Dai­ly, las activi­dades de esta empre­sa le han repor­ta­do ingre­sos de 15.400 mil­lones de dólares (9.865 mil­lones de euros).

14. Afganistán

Obse­sion­a­do por la guer­ra de Irak y empan­tana­do en los prob­le­mas que ha con­ll­e­va­do la ocu­pación, el Gob­ier­no de EE UU dejó de lado la situación de Afgan­istán, cuya solu­ción parece aho­ra más lejos inclu­so que hace cin­co años.

«Se suponía que la de Afgan­istán iba a ser la guer­ra jus­ta, la guer­ra que EE UU iba a ganar, pero, debido a la desa­ten­ción de la Admin­is­tración Bush, inclu­so la guer­ra jus­ta va mal» (The New York Times en un editorial).

15. Oriente Medio

La guer­ra en Irak durante los cin­co años tran­scur­ri­dos des­de la caí­da de Sadam ha con­tribui­do de un modo muy impor­tante a la rad­i­cal­ización del con­flic­to gen­er­al en Ori­ente Medio, y par­tic­u­lar­mente entre israelíes y palesti­nos y en Irán.

La políti­ca de la Admin­is­tración Bush ha elim­i­na­do a Esta­dos Unidos como poten­cia respeta­da por todas las partes a la hora de medi­ar, y ha ali­men­ta­do el odio de los gru­pos más extrem­is­tas, que han encon­tra­do en la guer­ra de Irak una jus­ti­fi­cación para sus actos.

16. Los otros desastres

Jun­to a la catástrofe humana y económi­ca, la invasión tra­jo tam­bién un desas­tre cul­tur­al sin precedentes.

Además de los daños cau­sa­dos en restos arque­ológi­cos y del aban­dono de yacimien­tos (unos 10.000 fueron deja­dos a su suerte y han sido pas­to de ladrones y saque­adores) y de bienes cul­tur­ales de todo tipo, los hechos más graves se pro­du­jeron a los pocos días de la toma de Bag­dad, cuan­do, ante la pasivi­dad de las tropas de ocu­pación, se pro­du­jo el saqueo del Museo Nacional de Bag­dad (más de 200.000 piezas robadas) y de la Bib­liote­ca Nacional.

Las piezas sus­traí­das van recu­perán­dose poco a poco, pero una gran parte del daño per­pe­tra­do es ya irreversible.

Tam­bién los daños medioam­bi­en­tales con­se­cuen­cia de las guer­ras (ésta y la Primera Guer­ra del Gol­fo) han sido impor­tantes. EE UU usó armas con uranio empo­bre­ci­do, un ele­men­to alta­mente con­t­a­m­i­nante y que puede resul­tar tóx­i­co, según informes de Naciones Unidas. Se cal­cu­la que al menos 350 lugares de Irak fueron con­t­a­m­i­na­dos durante los bombardeos.

17. Lo que piensan los iraquíes

Una encues­ta real­iza­da entre 2.000 iraquíes, encar­ga­da por la BBC, ABC News y NHK, y pub­li­ca­da a finales del año pasa­do, rev­e­la­ba que cer­ca del 70% con­sid­er­a­ban un fra­ca­so la actuación las tropas estadounidenses.

Además, el 60% de los iraquíes opin­a­ba que los ataques con­tra las fuerzas lid­er­adas por EE UU están jus­ti­fi­ca­dos (afir­ma­ción que com­partía el 93% de los suníes, frente al 50% de los chiíes).

A pesar de todo, los iraquíes son opti­mis­tas: más del 50% pien­san que sus vidas son bue­nas, por lo menos des­de los últi­mos tres años, según otra encues­ta pos­te­ri­or encar­ga­da hace unos meses por los mis­mos medios.

Este son­deo rev­ela asimis­mo que, aunque la may­oría de los iraquíes creen que las tropas de los EE UU están hacien­do las cosas mal, el número de gente que quiere que los esta­dounidens­es se vayan del país ha ido dis­min­uyen­do poco a poco.

El estu­dio tam­bién señala, por otro lado, que la población está cada vez más divi­di­da: sólo el 33% de los suníes son felices con sus vidas, com­para­do con el 62% de los chiíes y el 73% de los kurdos.

18. Lo que piensan los estadounidenses

En EE UU, mien­tras tan­to, las encues­tas dicen que alrede­dor de dos ter­ceras partes de los ciu­dadanos esta­dounidens­es con­sid­er­an que la guer­ra fue un error. Un reciente son­deo real­iza­do para la CNN rev­e­la­ba que el 66% de los ciu­dadanos se mues­tra con­trario a la guer­ra de Irak y sólo el 32% la defiende.

19. Bush

La guer­ra y la ocu­pación de Irak es el prin­ci­pal moti­vo por el que George W. Bush dejará la Casa Blan­ca con el índice de pop­u­lar­i­dad más bajo de un pres­i­dente de EE UU en la era mod­er­na (desaprue­ba su gestión el 76% de los ciu­dadanos según una últi­ma encues­ta de la CNN).

Bush ha recono­ci­do parte del fra­ca­so y recien­te­mente llegó a admi­tir inclu­so que «haber creí­do» que había armas de destruc­ción masi­va en Irak ha sido el «gran error» de su manda­to.

En cualquier caso el pres­i­dente entiende que, aunque «nadie puede dis­cu­tir que esta guer­ra ha tenido un alto coste en vidas y en dinero, esos costes eran nece­sar­ios cuan­do con­sid­er­amos el coste que ten­dría la vic­to­ria de nue­stros ene­mi­gos en Irak. El mun­do es mejor y EE UU más seguro porque inter­vin­i­mos en Irak».

20. El futuro

Las tropas esta­dounidens­es están pre­sentes en Irak gra­cias a un manda­to dado por el Con­se­jo de Seguri­dad de la ONU que vence el próx­i­mo 31 de diciem­bre. No obstante, el pasa­do 28 de noviem­bre el Par­la­men­to iraquí aprobó un acuer­do con EE UU para per­mi­tir a los sol­da­dos esta­dounidens­es con­tin­uar en el país has­ta finales de 2011.

El pres­i­dente elec­to de EE UU, el demócra­ta Barack Oba­ma, ha dicho que su Gob­ier­no, que se ini­cia el 20 de enero, sacará de Irak a las unidades de com­bate en 16 meses. En con­tra de sus planes jue­ga la demostra­da inca­paci­dad de las fuerzas de seguri­dad locales a la hora de man­ten­er la esta­bil­i­dad en el país.

Con respec­to a las tropas del Reino Unido, el Ejec­u­ti­vo británi­co fil­tró este miér­coles a la pren­sa que comen­zará a reti­rar sus tropas de Irak el próx­i­mo mes de mar­zo y que pre­tende cul­mi­nar el repliegue en junio, cuan­do ya sólo quedarán en el país árabe unos cuan­tos cien­tos de ofi­ciales del Ejérci­to ded­i­ca­dos a la for­ma­ción de las tropas y fuerzas de seguri­dad locales.

Bin Laden: el gran clan del apellido maldito

Se lla­ma Omar y es, prob­a­ble­mente, el hijo más cono­ci­do del ter­ror­ista más bus­ca­do del plan­e­ta. Aún joven (28 años), Omar Osama bin Laden se define a sí mis­mo como paci­fista, con­de­na los actos de su padre, está casa­do con una británi­ca que le dobla la edad y esta sem­ana ha sido expul­sa­do de España al no haber admi­ti­do el Gob­ier­no su peti­ción de asi­lo. Tiene 18 her­manos (algunos dicen que has­ta 23) y pertenece a una famil­ia ben­de­ci­da por los nego­cios, maldita por el ter­ror­is­mo y, en cualquier caso, muy extensa.

Naci­do en Jed­dah (Ara­bia Saudí) en 1957, su padre, el líder máx­i­mo de Al Qae­da, tiene 53 her­manos (de difer­entes madres) y cin­co esposas (la primera se divor­ció de él). En total, se cal­cu­la que actual­mente exis­ten unos 600 pari­entes direc­tos del respon­s­able de los ataques del 11‑S. Entre ellos, unos le apoy­an y, la may­oría, no, pero casi todos com­parten un común denom­i­nador: mucho dinero.

Éstas son las claves de la famil­ia con el apel­li­do más incó­mo­do del mundo.

¿De dónde proceden los Bin Laden?

Los Bin Laden son orig­i­nar­ios del sur de Yemen, lugar de nacimien­to de Mohamed bin Laden, un estibador que, según la may­oría de las fuentes, había naci­do prác­ti­ca­mente en la pobreza, y a quien se con­sid­era el fun­dador de la familia.

Mohamed emi­gró a Ara­bia Saudí, donde, de sus 11 esposas, nacieron sus 54 hijos, entre ellos, el número 17, Osama bin Laden. Una vez estable­ci­do en Ara­bia Saudí, Mohamed fundó una empre­sa con­struc­to­ra y logró hac­er una for­tu­na al hac­erse con los dere­chos de la edi­fi­cación y restau­ración de mezquitas. Murió en 1967, en un acci­dente de helicóptero.

¿A qué se dedican?

Los intere­ses de la famil­ia Bin Laden en la actu­al­i­dad están rep­re­sen­ta­dos por el grupo Saudí Bin­laden, un con­glom­er­a­do mundi­al de empre­sas de la con­struc­ción y de gestión de activos financieros, cuyos ingre­sos anuales se cal­cu­lan en unos 5.000 mil­lones de dólares.

Se tra­ta de una de las com­pañías con­struc­toras más grandes del mun­do islámi­co, y tiene ofic­i­nas en Lon­dres y en Gine­bra. Cuan­do ocur­rieron los aten­ta­dos del 11‑S, el grupo emplea­ba a 36.000 per­sonas en 30 país­es, estando la may­oría del nego­cio en Ara­bia Saudí.

El pasa­do mes de julio, var­ios diar­ios ingle­ses infor­maron de que el grupo Sau­di Bin­laden quería com­prar el equipo de fút­bol New­cas­tle Unit­ed, lo que fue nega­do por el pro­pio club.

¿Cuáles son los principales grupos de la familia?

Tradi­cional­mente, la famil­ia se divide en gru­pos que vienen definidos por la nacional­i­dad de las esposas. Los más impor­tantes son el grupo saudí, el sirio, el libanés y el egipcio.

¿Quién es la madre de Osama bin Laden?

Osama bin Laden es el úni­co hijo que la déci­ma esposa de Mohamed bin Laden, Hami­da, tuvo con el patri­ar­ca de la famil­ia. Naci­da en Siria (el líder de Al Qae­da pertenece, pues, al grupo sirio), Hami­da se divor­ció poco después de dar a luz a Osama y se casó después con Mohamed Al Attas, con quien tuvo otros cua­tro hijos (tres niños y una niña, her­manas­tros de Osama). Ambos cri­aron a Osama en Jed­dah (Ara­bia Saudí).

¿Quiénes son sus hermanos?

Muchos de los her­manos (en real­i­dad, her­manas­tros, de padre) de Osama fueron edu­ca­dos en Occi­dente y var­ios con­tinúan al frente del impe­rio económi­co de la famil­ia. Algunos de los más relevantes:

  • Salem. Gui­tar­rista afi­ciona­do de rock en los años seten­ta, se casó con una ingle­sa y apoyó al Gob­ier­no de Ronald Rea­gan en los ochen­ta (se le llegó a acusar de pro­por­cionar dinero a la con­tra nicaragüense con­tra el Gob­ier­no san­din­ista). Fue pres­i­dente del grupo Sau­di Bin­laden, que expandió has­ta Esta­dos Unidos, des­de 1972, cuan­do el Esta­do saudí devolvió la empre­sa al con­trol famil­iar, has­ta su muerte, en un acci­dente aéreo en Texas, en 1988.
  • Tarek. Fue super­vi­sor de la Inter­na­tion­al Islam­ic Relief Orga­ni­za­tion (orga­ni­zación inter­na­cional de ayu­da islámi­ca) en los años noventa.
  • Mahrous. Estu­vo impli­ca­do en la revuelta de insur­gentes islamis­tas que tomaron el con­trol de la Gran Mezqui­ta de La Meca, en 1979. Fue arresta­do, pero puesto en lib­er­tad más tarde. Se unió al nego­cio famil­iar y dirige la rama de la empre­sa en Medina.
  • Bakr. El suce­sor de Salem al frente del grupo Sau­di Bin­laden y una de las per­sonas más poderosas de Jeddah.
  • Yeslam. Estudió en la Uni­ver­si­dad del Sur de Cal­i­for­nia, en Los Ánge­les y se estable­ció después en Europa, con­vir­tién­dose en ciu­dadano suizo en 2001. Dirige des­de Gine­bra la rama euro­pea de la com­pañía. Ase­gu­ra que no ha tenido con­tac­to con Osama des­de 1981.
  • Abdu­lah. Grad­u­a­do en Har­vard. Fue el úni­co pari­ente de Osama que per­maneció durante un tiem­po en EE UU tras los ataques del 11‑S.
  • Shafik. Uno de los 13 miem­bros de la famil­ia que aban­donó EE UU tras el 11‑S.

¿Cuántas esposas tiene?

Osama bin Laden se ha casa­do cin­co veces. A sus esposas, como es tradi­cional en muchas partes del mun­do árabe, se las conoce por el nom­bre de «Madre (en árabe: umm) de»:

  • Umm Abdu­lah (Najwa). Su primera mujer (pri­ma suya), con la que se casó en 1974 y con la que com­par­tió las pri­va­ciones del exilio en Sudán, una vida dura que acabó en divor­cio. Ha tenido con ella ocho hijos.
  • Umm Hamza. Doc­to­ra en psi­cología infan­til, se casó con Osama en 1982. Sólo ha tenido un hijo del líder de Al Qae­da. Dicen que es su favorita.
  • Umm Jaled. Orig­i­nar­ia de Med­i­na y tam­bién con un doc­tor­a­do (en gramáti­ca árabe), ha tenido con Osama cua­tro hijos (tres niñas y un niño).
  • Umm Ali. Naci­da en La Meca, ha tenido tres hijos con el líder de Al Qae­da. Hace unos años expresó su deseo de divorciarse.
  • Amal. La últi­ma y la más joven, una joven yemení con la que se casó cuan­do ella tenía 17 años (aho­ra tiene 24), después de divor­cia­rse de Najwa. Tuvieron su primer hijo en 2002.

¿Quiénes son sus hijos?

Osama bin Laden tiene 19 hijos, aunque algu­nas fuentes ele­van la cifra has­ta 24. De ellos, tuvo ocho con Najwa (su primera mujer), siete niños y una niña: Abdalah (30 años), Abdel Rah­man (¿29?), Saad (28), Omar (28), Utman (24), Mohamed (23), Hamza (16) y Fati­ma (27).

Mien­tras que algunos, como Omar, se han dis­tan­ci­a­do de su padre, Saad, Mohamed y Hamza se cree que luchan en las filas de Al Qae­da. Del resto de sus hijos con otras esposas ape­nas se sabe nada.

  • Abdalah. Es el hijo may­or. El Gob­ier­no de EE UU ase­gu­ra que no tiene nada que ver con su padre, si bien él no ha repu­di­a­do nun­ca al líder de Al Qae­da. Dirige su propia empre­sa en Jed­dah y está vig­i­la­do por el Gob­ier­no saudí, que ha restringi­do sus movimien­tos en el país.
  • Saad. Acom­pañó a su padre en el exilio en Sudán entre 1991 y 1996. Se cree que par­ticipó en el aten­ta­do con­tra una sin­a­goga en Túnez, en mar­zo de 2002, en el que murieron 17 per­sonas, la may­oría tur­is­tas ale­manes. Según el Gob­ier­no esta­dounidense, actual­mente se encuen­tra en Irán, bajo cus­to­dia de las autori­dades de este país.
  • Omar. Aban­donó a su padre en el año 2000 para con­ver­tirse en con­tratista en Egip­to, después de haber sido entre­na­do en uno de los cam­pos de Al Qae­da en Afgan­istán. Antes, había vivi­do tam­bién con su padre durante 10 años en el exilio en Sudán. En el 11‑S se encon­tra­ba en Ara­bia Saudí.
    En 2006 se casó en Egip­to con la británi­ca Jane Felix-Browne, de 51 años (24 años más que él), quien tenía ya tres hijos y cin­co nietos de cin­co mat­ri­mo­nios ante­ri­ores. Pese a que, debido a pre­siones de la famil­ia de él, lle­garon a anun­ciar su divor­cio en 2007, final­mente deci­dieron con­tin­uar con su mat­ri­mo­nio.
    Jane, con­ver­ti­da al Islam, rev­eló que su abue­lo era judío y ase­guró que su mari­do «lo sabe y lo acep­ta» porque ella es musul­mana.
    De gran pare­ci­do físi­co con su padre, Omar se define a sí mis­mo como paci­fista y ha declar­a­do que su obje­ti­vo es luchar por defend­er el Islam por medios muy difer­entes a los de su padre y dester­rar «los pre­juicios de Occi­dente según los cuales todos los árabes somos ter­ror­is­tas».
    Esta sem­ana pidió asi­lo en España. El Min­is­te­rio del Inte­ri­or se lo ha dene­ga­do ale­gan­do que su vida no corre peli­gro y este sába­do ha sido expul­sa­do del país.
  • Mohamed. Es, al pare­cer, el favorito del líder de Al Qae­da. Está casa­do con una hija de Mohamed Atef, un líder de Al Qae­da que murió durante un ataque esta­dounidense en 2001.
  • Hamza. El hijo menor de Osama bin Laden (se cree que via­ja­ba con su padre en Afgan­istán) sólo tiene 16 años pero ya es denom­i­na­do por muchos medios como «El príncipe del ter­ror». Com­pu­so y pub­licó en una web una poesía donde pide la muerte de todos los ene­mi­gos de Al Qae­da y cel­e­bra­ba los aten­ta­dos del 7 de julio de 2005 en Londres.
  • Fati­ma. Su úni­ca hija con Najwa. Está casa­da y ha hecho abue­lo a su padre. Algunos informes sin con­fir­mar señalan que su mari­do mili­ta en las filas de Al Qaeda.

¿Quién era Yamal Jalifa?

El com­er­ciante de dia­mantes saudí Yamal Jal­i­fa era cuña­do de Osama bin Laden (el líder de Al Qae­da arregló su mat­ri­mo­nio con una de sus her­manas) y uno de sus antigu­os mejores ami­gos. Fue asesina­do en enero de 2007 mien­tras efec­tu­a­ba un via­je de nego­cios a Mada­gas­car, según las autori­dades saudíes, por ban­di­dos locales, aunque la famil­ia puso en duda esta versión.

En los años seten­ta, el empre­sario fue uno de los colab­o­radores más estre­chos de Bin Laden, con el que se implicó en la lucha de la resisten­cia afgana con­tra la invasión soviéti­ca (1979–1989). Pero Jal­i­fa insistía en que había roto con su cuña­do a finales de los ochen­ta por desacuer­dos sobre la cam­paña de lucha con­tra Occi­dente que Bin Laden quería lan­zar. De hecho, en 2003 pub­licó una car­ta abier­ta al líder de Al Qae­da en un per­iódi­co saudí en el que le insta­ba a renun­ciar al terrorismo.

No obstante, sus conex­iones per­son­ales y famil­iares con Bin Laden le man­tu­vieron siem­pre bajo sospecha, y se le llegó a rela­cionar en Fil­ip­inas con el grupo sep­a­ratista musul­mán Abu Sayyaf.

¿Quién es Carmen Bin Ladin?

De madre iraní y padre suizo, la suiza Car­men Dufou adop­tó el apel­li­do Bin Laden (ella lo escribe «Bin Ladin», o «Bin­ladin», en con­so­nan­cia con la fonéti­ca árabe) al casarse con Yeslam bin Laden, déci­mo hijo de Mohamed bin Laden y her­mano del líder de Al Qaeda.

El mat­ri­mo­nio duró nueve años, y Car­men cono­ció bien a la famil­ia Bin Laden durante los años que vivió en Jed­dah. Es madre de tres hijas, Wafah, Najia y Noor y actual­mente está sep­a­ra­da y vive en Suiza.

En 2004 pub­licó un libro: Inside the King­dom: My Life in Sau­di Ara­bia (edi­ta­do en castel­lano como Un reino lejano, mi vida con la famil­ia Bin Laden –Temas de Hoy–). Ase­gu­ra que su apel­li­do es «un las­tre», a pesar de lo cual no quiere cam­biar­lo porque «ni yo ni mis hijas ten­emos nada que ocul­tar, pese a que sé que se ha con­ver­tido en sinón­i­mo de vio­len­cia cie­ga y terror».

¿Existen vínculos entre los Bin Laden y los Bush?

Las rela­ciones com­er­ciales entre la famil­ia Bin Laden y la famil­ia del todavía pres­i­dente de los EE UU, George W. Bush, fueron denun­ci­adas, entre otros, por el cineas­ta esta­dounidense Michael Moore en su polémi­co doc­u­men­tal Fahren­heit 9/11, estre­na­do en 2004.

En él, Moore, que basa la may­oría de sus acusa­ciones en el libro de Craig Unger, House of Bush, House of Saud (Casa de Bush, Casa de Saud), detal­la las conex­iones económi­cas que, a lo largo de 30 años, han man­tenido los Bush con miem­bros de famil­ias de Ara­bia Saudí (inclu­i­da la de Bin Laden), y desta­ca la evac­uación de famil­iares del líder de Al Qae­da orga­ni­za­da por el Gob­ier­no de George W. Bush tras el 11‑S.

Entre otras cosas, el doc­u­men­tal, cuyo obje­ti­vo es denun­ciar que bue­na parte de las razones de los ataques esta­dounidens­es a Afgan­istán e Irak se encon­tra­ban en intere­ses económi­cos per­son­ales, expli­ca que Salem bin Laden invir­tió en Arbus­to Ener­gy, una com­pañía dirigi­da entonces por George W. Bush, por mediación de un rep­re­sen­tante com­er­cial en los Esta­dos Unidos.

Fahren­heit 9/11 obtu­vo la Pal­ma de Oro en el Fes­ti­val de Cannes.

¿Qué pasó tras el 11‑S con los Bin Laden que vivían en EE UU?

Acom­paña­dos de guardaes­pal­das y per­sonas cer­canas, al menos 13 pari­entes de Osama bin Laden habrían recibido per­miso espe­cial de las autori­dades esta­dounidens­es para aban­donar el país en un vue­lo espe­cial­mente fle­ta­do para ello, nueve días después de los aten­ta­dos del 11‑S.

Los hechos han sido relata­dos detal­lada­mente por el peri­odista y ganador de un pre­mio Pulitzer Steve Coll, en su libro Los Bin Laden. Una famil­ia árabe en un mun­do sin fron­teras (RBA, 2008).

La may­oría de estos famil­iares se refu­gia­ron en Egip­to, donde con­tin­uaron con sus nego­cios, cam­bian­do, eso sí, el nom­bre de la empre­sa, que, con el fin de evi­tar la mala rep­utación del apel­li­do Bin Laden, pasó a lla­marse Al Murasim.

¿Ha recibido Osama bin Laden apoyo de su familia?

Durante los años que Osama bin Laden pasó en el exilio, en Sudán, y según rev­eló en su día el sem­a­nario alemán Der Spiegel, el Gob­ier­no saudí envió varias veces a su her­mano Bakr y a su madre para que trataran de con­vencer­le de que aban­donase las activi­dades terroristas.

Los por­tav­o­ces de la famil­ia ase­gu­ran que ésta repudió y desh­eredó a Osama bin Laden en 1994, pero diver­sas inves­ti­ga­ciones señalan que los lazos y el apoyo económi­co, tan­to a Osama como a Al Qae­da, sigu­ieron existien­do de algún modo, y por parte de algunos miem­bros del clan, después de esa fecha.

En diciem­bre de 2004, el diario francés Le Monde infor­mó de que un juez plane­a­ba inves­ti­gar las opera­ciones financieras de la famil­ia Bin Laden, a raíz de una cuen­ta abier­ta en 1994 por los her­manos Omar y Hei­dar bin Laden en un ban­co suizo, con un depósi­to ini­cial de 450.000 dólares y a la que, según algu­nas infor­ma­ciones, sólo tenían acce­so dos per­sonas: Yeslam bin Laden (her­manas­tro del líder de Al Qae­da) y el pro­pio Osama. El juez pre­tendía inves­ti­gar el des­ti­no de 241 mil­lones de euros que habrían sido desvi­a­dos des­de Suiza a cuen­tas ban­car­ias fan­tas­ma en Pakistán.

¿Quién es el «hijo colombiano» de Bin Laden?

Se lla­ma Fer­nan­do Aguirre, es cono­ci­do en Bogotá como «Osama bin Laden», y patrul­la un bar­rio mar­gin­al en la cap­i­tal colom­biana. Ase­gu­ra ser hijo del líder de Al Qae­da. Se ded­i­ca a vig­i­lar calles peli­grosas y vive de lo que la gente le da por vig­i­lar locales o vivien­das arma­do con un rifle fal­so, que lle­va con per­miso de la Policía.