Las claves de la tregua entre Israel y Hamás: un acuerdo con el que ambos claman victoria tras casi 250 muertos

Israel y el movimien­to islamista palesti­no Hamás, que con­tro­la la Fran­ja de Gaza, anun­cia­ron a últi­ma hora de este jueves una tregua bilat­er­al para pon­er fin a once días de escal­a­da béli­ca que se han sal­da­do con cer­ca de 250 muer­tos, la inmen­sa may­oría en el lado palesti­no. Estas son, a fal­ta de detalles sobre el con­tenido del pacto, las claves de un alto el fuego que ambas partes inter­pre­tan como una victoria:

¿Cuándo ha entrado en vigor la tregua, y hasta cuándo?

El alto el fuego se hizo efec­ti­vo a las 2.00 hora local de este viernes (23.00 GMT del jueves). En prin­ci­pio, se tra­ta de una tregua indefinida.

¿Se está cumpliendo?

El Ejérci­to israelí no había infor­ma­do en la madru­ga­da de este viernes de nuevas alar­mas anti­aéreas en las comu­nidades israelíes col­in­dantes a la Fran­ja, sien­do la últi­ma noti­fi­ca­da a la 01.51 hora local (10.51 GMT), infor­ma Efe. Tam­poco hubo bom­bardeos israelíes en Gaza durante la noche.

¿A qué se han comprometido?

Se da por sen­ta­do que ambas partes se han com­pro­meti­do a deten­er las hos­til­i­dades (esen­cial­mente, bom­bardeos con­tra Gaza por parte de Israel, y lan­za­mien­to de cohetes con­tra ter­ri­to­rio israelí por parte de Hamás). 

El Gob­ier­no israelí, que no suele pro­nun­cia­rse sobre los altos el fuego con las mili­cias, con­fir­mó que se tra­ta de un acuer­do incondi­cional. La ofic­i­na del primer min­istro, Ben­jamin Netanyahu, señaló en ese sen­ti­do que se había acor­da­do por una­n­im­i­dad «acep­tar la prop­ues­ta de Egip­to de un alto el fuego mutuo y sin condiciones».

El por­tavoz de Hamás, Hazem Qassem, ase­guró por su parte que habían obtenido «garan­tías de los medi­adores» para una tregua «mutua y simultánea».

¿Qué incluye el acuerdo?

Este jueves por la noche no se conocían aún con detalle los tér­mi­nos de la tregua, pero, según medios cita­dos por Efe, estos no incluirían, pese a las exi­gen­cias de Hamás, ref­er­en­cias a las ten­siones por el desa­lo­jo de famil­ias palesti­nas en Jerusalén Este ocu­pa­do o por las incur­siones en la Explana­da de las Mezquitas, hechos que el pasa­do día 10 de mayo des­en­ca­denaron la escal­a­da béli­ca, sin prece­dentes en los últi­mos siete años.

¿Quién ha mediado para lograrlo?

El Gob­ier­no israelí ase­guró que se llegó a un acuer­do a par­tir de una prop­ues­ta de Egip­to, medi­ador tradi­cional entre las dos partes. 

Como parte de su papel como medi­ador, El Cairo enviará en los próx­i­mos días dos del­e­ga­ciones de seguri­dad a Tel Aviv, en Israel, y a los ter­ri­to­rios palesti­nos para vig­i­lar y hac­er seguimien­to de la tregua alcan­za­da, según infor­mó la agen­cia palesti­na WAFA, cita­da por Europa Press.

¿Qué factores han influido para conseguirlo?

La pre­sión inter­na­cional para un alto el fuego ante el con­stante incre­men­to de víc­ti­mas y de destruc­ción puede haber sido una de las claves. No obstante, Netanyahu ya había rec­haz­a­do ante­ri­or­mente dos prop­ues­tas de tregua, insistien­do en que los ataques con­tin­uarían «el tiem­po que fuese nece­sario», has­ta que Israel alcan­zase todos sus obje­tivos (en teoría, debil­i­tar a Hamás elim­i­nan­do a miem­bros de su cúpu­la, destruyen­do sus infraestruc­turas y lim­i­tan­do su capaci­dad de atacar a Israel). Es posi­ble tam­bién, por tan­to, que los haya con­segui­do ya, o que con­sidere sufi­ciente lo logra­do, tan­to en el aspec­to mil­i­tar como en el político.

Por otro lado, con el paso de los días se iban incre­men­tan­do las protes­tas palesti­nas, no solo en Gaza y, sig­ni­fica­ti­va­mente, en Cisjor­da­nia, sino tam­bién por parte de los árabes de ori­gen palesti­no que viv­en den­tro del ter­ri­to­rio israelí, lo que ha supuesto un pun­to de inflex­ión impor­tante que quizá Israel ha queri­do atajar.

¿Cómo ha sido la presión internacional?

La pre­sión de la comu­nidad inter­na­cional a Netanyahu para que declarase un alto el fuego se incre­men­tó en las últi­mas horas, incluyen­do una peti­ción de su gran ali­a­do, el pres­i­dente de EE UU, Joe Biden, para que acep­tase el cese de hos­til­i­dades. En con­cre­to, Biden pidió este miér­coles al primer min­istro israelí una «sig­ni­fica­ti­va desescal­a­da béli­ca» inmedi­a­ta, y el envi­a­do espe­cial esta­dounidense para Ori­ente Medio, Tor Wen­nes­land, tam­bién inten­si­ficó los con­tac­tos para facil­i­tar la tregua.

La activi­dad diplomáti­ca fue espe­cial­mente inten­sa este jueves en la región. Una del­e­gación egip­cia via­jó a Ramala, en Cisjor­da­nia, para infor­mar a la Autori­dad Nacional Palesti­na (ANP) de la posi­ble tregua, mien­tras el min­istro alemán de Exte­ri­ores, Heiko Maas, vis­ita­ba tan­to Israel como los ter­ri­to­rios palesti­nos, en medio de los esfuer­zos inter­na­cionales por lograr una desescal­a­da de la violencia.

De hecho, el anun­cio del cese de las hotil­i­dades se pro­du­jo mien­tras aún se cel­e­bra­ba una reunión de la Asam­blea Gen­er­al de la ONU con­vo­ca­da para pre­sion­ar a las partes.

¿Cómo han reaccionado las dos partes?

Ambos con­sid­er­an que han sali­do reforza­dos del con­flic­to. El jefe del Esta­do May­or israelí, el jefe del ser­vi­cio de inteligen­cia inte­ri­or y altos man­dos del Ejérci­to «infor­maron a los min­istros sobre los impor­tantes logros de Israel en la operación, algunos de los cuales no tienen prece­dentes», según detal­ló un comu­ni­ca­do ofi­cial recogi­do por Efe.

Mien­tras, el por­tavoz de Hamás, Hazem Qassem, indicó en otro comu­ni­ca­do que «la resisten­cia demues­tra en todos sus pasos que es el escu­do del pueblo y el más capaz de pro­te­ger los fun­da­men­tos de la causa palestina».

En una entre­vista para el diario Al Mayadeen, recogi­da por Europa Press, uno de los líderes de Hamás, Mushir al Mas­ry, se refir­ió al alto el fuego como una «declaración de der­ro­ta» por parte de Israel y una «hui­da del cam­po de batal­la». Al Mas­ry cele­bró «la saga de vic­to­rias» de Hamás durante este últi­mo enfrentamien­to, así como «la unidad y la rev­olu­ción del pueblo», que supieron «pen­e­trar en las for­t­alezas ene­mi­gas, disi­pan­do sus ilu­siones e imponien­do nuevas reglas».

¿Qué otras reacciones ha habido?

El pres­i­dente esta­dounidense, Joe Biden, prometió este jueves, tras anun­cia­rse el alto el fuego, seguir con su «diplo­ma­cia silen­ciosa e incans­able» con Israel y Palesti­na. «Creo que los palesti­nos e israelíes mere­cen igual­mente vivir de for­ma segu­ra y dis­fru­tar de las mis­mas medi­das de lib­er­tad, pros­peri­dad y democ­ra­cia. Mi Admin­is­tración seguirá con su diplo­ma­cia silen­ciosa e incans­able con ese fin», afir­mó, en una alocu­ción televisada.

El sec­re­tario gen­er­al de la ONU, António Guter­res, dio la bien­veni­da al alto el fuego, pero a la vez pidió a los líderes de las partes enfrentadas que comien­cen un «serio diál­o­go» sobre la raíz del conflicto.

¿Cuál es el balance de víctimas?

El lan­za­mien­to de cohetes des­de Gaza, más de 4.400 des­de el ini­cio de la escal­a­da, fue segui­do por la operación mil­i­tar israelí bau­ti­za­da como «Guardian de los Muer­tos», que ha tenido un alto coste mate­r­i­al y humano en el blo­quea­do enclave cos­tero, donde viv­en dos mil­lones de palestinos.

El Ejérci­to israelí atacó más de 800 obje­tivos de las mili­cias y sus oper­a­tivos, y ase­gu­ra haber mata­do a más de 130 milicianos.

En los once días de escal­a­da béli­ca han muer­to al menos 232 palesti­nos, entre ellos 65 menores, y otros 1.900 han resul­ta­do heri­dos. En Israel han muer­to 12 per­sonas, entre ellas dos menores, y más de 340 han resul­ta­do heridas.

Durante estos días tam­bién se ha exten­di­do la vio­len­cia y los enfrentamien­tos civiles entre palesti­nos e israelíes que, más allá de la escal­a­da béli­ca que podría ter­mi­nar este viernes, pare­cen haber abier­to una cri­sis más pro­fun­da en la región.


Con infor­ma­ción de Efe y Europa Press

Las claves de un ‘acuerdo del siglo’ a la medida de Israel, inaceptable para los palestinos y oportuno para Trump

«Mi prop­ues­ta pre­sen­ta una opor­tu­nidad con la que ganarían los dos lados, una solu­ción real­ista de dos Esta­dos que resuelve el ries­go que suponía para la seguri­dad de Israel un Esta­do palesti­no». Así desve­la­ba este martes Don­ald Trump en la Casa Blan­ca su «acuer­do del siglo» para Israel y Palesti­na, en una solemne cer­e­mo­nia en la que el pres­i­dente esta­dounidense apare­ció acom­paña­do del primer min­istro israelí en fun­ciones, Ben­jamin Netanyahu, y en la que, sig­ni­fica­ti­va­mente, no hubo rep­re­sentación palesti­na algu­na, ni de ningún otro man­datario internacional.

El acuer­do fue rec­haz­a­do de inmedi­a­to y con vehe­men­cia por el pres­i­dente palesti­no, Mah­mud Abás (lo cal­i­ficó como «la bofe­ta­da del siglo»), y tam­bién por las dis­tin­tas fac­ciones palesti­nas, en una poco habit­u­al mues­tra de unidad. En las calles de Gaza y Cisjor­da­nia el anun­cio fue recibido con airadas protes­tas, mien­tras que Amnistía Inter­na­cional señal­a­ba que se tra­ta de «un man­u­al para más sufrim­ien­to y abusos».

Esper­a­do des­de hace más de dos años, el plan se ha dado final­mente a cono­cer en un momen­to políti­ca­mente cru­cial, tan­to para Trump como para Netanyahu. El primero bus­ca pon­er­le un broche históri­co a su políti­ca inter­na­cional y, según muchos anal­is­tas, desviar tam­bién el foco del juicio políti­co (impeach­ment) al que está sien­do someti­do en el Sena­do; el segun­do, imputa­do por fraude, cohe­cho y abu­so de con­fi­an­za en tres casos de cor­rup­ción, y can­dida­to asimis­mo en los comi­cios gen­erales que cel­e­brará Israel en mar­zo (los ter­ceros en menos de un año), recibe un espal­dara­zo fun­da­men­tal de su prin­ci­pal y más poderoso socio, y prác­ti­ca­mente car­ta blan­ca para con­sol­i­dar prome­sas elec­torales que has­ta aho­ra eran con­sid­er­adas prob­lemáti­cas, como la anex­ión de las colo­nias en los ter­ri­to­rios ocupados.

¿Cuáles son los principales puntos del acuerdo?

En esen­cia, el plan de Trump mantiene la lla­ma­da solu­ción de los dos Esta­dos, recono­cien­do el dere­cho palesti­no a ten­er uno, pero anteponien­do en cualquier caso la seguri­dad de Israel y dan­do por muer­tas las demar­ca­ciones que aún reconoce la ONU. Para ello con­tem­pla cam­bios fron­ter­i­zos que per­mi­tirían a Israel anex­ionarse parte de Cisjor­da­nia. Tam­bién amplía el ter­ri­to­rio palesti­no, pero lo frag­men­ta más aún, dejan­do den­tro los asen­tamien­tos israelíes. Además, en uno de sus aspec­tos más polémi­cos, apun­ta­la Jerusalén como «cap­i­tal indi­vis­i­ble» de Israel y, en prin­ci­pio, de un futuro Esta­do palesti­no que se anto­ja inviable.

¿Quién lo ha negociado y cómo?

Uno de los prin­ci­pales artí­fices del plan es Jared Kush­n­er, yer­no de Trump y asesor del pres­i­dente. Kush­n­er elaboró la hoja de ruta jun­to con el emba­jador esta­dounidense en Israel, David Fried­man, y el aho­ra exen­vi­a­do de la Casa Blan­ca para Ori­ente Medio, Jason Green­blatt.

El equipo hizo un primer ama­go de pre­sen­tar su acuer­do hace dos años, pero acabó aplazán­do­lo una y otra vez, ale­gan­do que quería esper­ar a con­tar con un gob­ier­no estable en Israel, y esperan­do con­seguir asimis­mo más apoyos de los país­es árabes. Mien­tras, Trump seguía hacien­do gestos políti­cos hacia Netanyahu, como el reconocimien­to por parte de Wash­ing­ton de la sober­anía israelí sobre los Altos del Golán.

Los líderes palesti­nos se han nega­do a nego­ciar en los tér­mi­nos pre­vis­tos y, de hecho, no tienen con­tac­to ofi­cial con Wash­ing­ton des­de que Trump recono­ció a Jerusalén como cap­i­tal de Israel en 2017.

¿En qué se diferencia de acuerdos anteriores?

El acuer­do pre­sen­ta­do por Trump incluye nuevas prop­ues­tas ref­er­entes al traza­do de fron­teras entre Israel y los ter­ri­to­rios ocu­pa­dos, y conc­re­ta el esta­tus de Jerusalén, que en pro­ce­sos de paz ante­ri­ores se había deja­do siem­pre como uno de los pun­tos finales sobre los que lle­gar a un con­sen­so, una vez que se hubiesen con­segui­do los demás objetivos.

Resuci­ta además la solu­ción de los dos Esta­dos, que empezó a ges­tarse tras el reconocimien­to mutuo entre Israel y la OLP en 1993, a través de los Acuer­dos de Oslo de ese mis­mo año, pero que esta­ba enter­ra­da en la práctica.

Trump argu­men­tó este martes que su plan de paz es «difer­ente» al de sus pre­de­ce­sores porque con­tiene muchos más detalles «téc­ni­cos» de par­ti­da, con 80 pági­nas de prop­ues­tas. «Esta es la primera vez que Israel ha autor­iza­do la pub­li­cación de un mapa con­cep­tu­al que ilus­tra las con­ce­siones ter­ri­to­ri­ales que está dis­puesto a hac­er para con­seguir la paz», subrayó.

Lo más nove­doso, no obstante, quizá sea que, a difer­en­cia de todos los demás acuer­dos de paz nego­ci­a­dos por Esta­dos Unidos, la Casa Blan­ca no ha bus­ca­do esta vez la aprobación de Palesti­na antes de cer­rar el plan, sino que le ha bas­ta­do la luz verde israelí.

¿Desde cuándo están estancadas las negociaciones?

El últi­mo plan de paz de Wash­ing­ton para la zona lo pre­sen­tó Barack Oba­ma en 2011, e incluía un Esta­do palesti­no basa­do en las fron­teras pre­vias a la Guer­ra de los Seis Días de 1967, «con inter­cam­bios de tier­ra acor­da­dos mutu­a­mente», algo que Netanyahu rechazó.

Aunque hubo un inten­to, fal­li­do, de retomar con­ver­sa­ciones direc­tas entre palesti­nos e israelíes en 2010, la nego­cia­ciones están estancadas des­de 2008, cuan­do Israel lanzó la operación Plo­mo Fun­di­do en la fran­ja de Gaza en respues­ta al lan­za­mien­to de cohetes por Hamás, una operación que dejó más de 1.400 palesti­nos muertos.

¿Cómo cambiarían las fronteras actuales con el plan de Trump, y cómo sería el Estado palestino?

La Casa Blan­ca señala que su plan «quiere lograr un reconocimien­to mutuo del Esta­do de Israel como una nación-Esta­do para el pueblo judío y el futuro Esta­do de Palesti­na como el Esta­do-nación del pueblo palesti­no, con los mis­mos dere­chos civiles para todos los ciudadanos».

El mapa que mar­ca mues­tra, no obstante, un Esta­do palesti­no hiper­frag­men­ta­do a modo de archip­iéla­go, con asen­tamien­tos israelíes en su inte­ri­or, conec­ta­dos con el Esta­do israelí a través de corre­dores que parten el territorio.

Asimis­mo, con­cede a Israel zonas al oeste del valle del río Jordán, situ­adas en Cisjor­da­nia, con lo que este área ocu­pa­da quedaría sin sal­i­da direc­ta a Jor­da­nia, a la que estaría vin­cu­la­da por dos car­reteras que cruzarían ter­ri­to­rio israelí. «El valle del Jordán, que es críti­co para la seguri­dad nacional de Israel, estará bajo la sober­anía de Israel», sen­ten­cia el tex­to. Se tra­ta de una zona que con­sti­tuye alrede­dor del 30% del ter­ri­to­rio de Cisjor­da­nia, y su anex­ión es un reclamo históri­co de la derecha israelí.

Cisjor­da­nia y Gaza estarían unidas a través de un túnel que las conec­taría y que atrav­es­aría Israel.

Según el plan, las nuevas fron­teras garan­ti­zan una «expan­sión ter­ri­to­r­i­al» a los palesti­nos a través de ter­ri­to­rios en el desier­to del Negev, que supon­drían un ter­ri­to­rio «com­pa­ra­ble en tamaño» al que con­tro­la­ban antes de 1967.

Mapa del plan del gob­ier­no esta­dounidense de Don­ald Trump para Israel y Palesti­na. Mapa: Pres­i­den­cia de Esta­dos Unidos

¿Qué pasaría con los asentamientos?

Los asen­tamien­tos israelíes exis­tentes en Cisjor­da­nia (con­sid­er­a­dos ile­gales por la leg­is­lación inter­na­cional) serían incor­po­ra­dos al Esta­do de Israel, que se com­pro­m­e­tería a no con­stru­ir nuevos asen­tamien­tos, expandir los exis­tentes o apro­bar planes para con­struc­ción en las zonas que serán parte del Esta­do de Palestino.

Israel no pro­ced­erá a demol­er estruc­turas exis­tentes, una mora­to­ria que no incluye «con­struc­ciones ile­gales» ni aque­l­las que «supon­gan un ries­go de seguri­dad, según deter­mine el Esta­do de Israel», o «demo­li­ciones de cas­ti­go por actos de terrorismo».

Cer­ca del 97% de los israelíes en asen­tamien­tos en Cisjor­da­nia quedarían en ter­ri­to­rio israelí ady­a­cente, cifra sim­i­lar para los palesti­nos en Cisjor­da­nia que quedarían en ter­ri­to­rio palestino.

¿Y con Jerusalén?

La prop­ues­ta de la Casa Blan­ca reconoce a «Jerusalén como cap­i­tal de Israel» y reit­era que «debería per­manecer como una ciu­dad íntegra».

Además, sostiene que Israel debe ser guardián de los lugares reli­giosos en Jerusalén, tan­to judíos, como cris­tianos y musul­manes, y abo­ga por man­ten­er el «esta­tus quo actual».

En cuan­to a la cap­i­tal del hipotéti­co Esta­do palesti­no, el plan recoge que debería ubi­carse en Jerusalén Este, conc­re­ta­mente, en «todas las zonas al este y el norte de las bar­reras de seguri­dad exis­tentes, incluyen­do Kafr Aqab, la parte este de Shuafat y Abu Dis», y que podría ser renom­bra­da como Al Quds (como la denom­i­nan los árabes) o con otra denom­i­nación que deci­dan los palestinos.

Esto sig­nifi­ca que la posi­ble cap­i­tal palesti­na se localizaría en bar­rios ubi­ca­dos en las afueras de la Jerusalén actual.

¿Algún cambio sobre Gaza?

El plan recuer­da que Gaza ha esta­do gob­er­na­da por el grupo islámi­co Hamás, al que describe como una «orga­ni­zación ter­ror­ista, respon­s­able de asesinatos y ataques a miles de israelíes», y con­cede a Israel la sober­anía de las aguas ter­ri­to­ri­ales de la fran­ja, al con­sid­er­ar que son vitales para la seguri­dad del Esta­do israelí.

Advierte además de que «no habrá mejo­ras sig­ni­fica­ti­vas en Gaza has­ta que haya un alto el fuego con Israel, una desmil­i­ta­rización com­ple­ta de la fran­ja y una estruc­tura de gob­ier­no que per­mi­ta a la comu­nidad inter­na­cional inver­tir de for­ma segu­ra y cómo­da» para mejo­rar su economía.

La ini­cia­ti­va pro­pone tam­bién que Israel ceda ter­ri­to­rio a los palesti­nos cer­ca de Gaza, que pueden ser «áreas pobladas y no pobladas».

¿Quién se encargaría de la seguridad, y cómo?

Israel man­ten­dría una «respon­s­abil­i­dad de seguri­dad pre­dom­i­nante» del Esta­do de Palesti­na, con las fuerzas palesti­nas encar­gadas úni­ca­mente de la seguri­dad inter­na, de la lucha antiter­ror­ista, la seguri­dad fron­ter­i­za y la respues­ta a desastres.

Israel sería respon­s­able de la seguri­dad en los cruces inter­na­cionales y, en el caso de Rafá, en la fron­tera con Egip­to, se abor­darían acuer­dos especí­fi­cos con El Cairo.

Además, Israel man­ten­dría el con­trol del espa­cio aéreo al oeste del río Jordán, mien­tras que la Arma­da israelí podría blo­quear la entre­ga de «armas y mate­ri­ales para la fab­ri­cación de mate­ri­ales en el Esta­do de Palesti­na, inclu­i­da Gaza».

¿Podrían regresar los refugiados palestinos?

La ini­cia­ti­va abor­da uno de los temas más espinosos en unas hipotéti­cas nego­cia­ciones entre israelíes y palesti­nos: el dere­cho de retorno de los refugiados.

A ese respec­to, y pese a lo que establece la res­olu­ción 194 de la ONU, el plan mar­ca que «no habrá dere­cho de retorno, o absor­ción de ningún refu­gia­do palesti­no en Israel».

Establece, no obstante, tres opciones para los refu­gia­dos palesti­nos que busquen un sitio per­ma­nente de res­i­den­cia: «absor­ción» para aque­l­los reg­istra­dos en la Agen­cia de la ONU para los Refu­gia­dos Palesti­nos (UNRWA) en el futuro Esta­do palesti­no; inte­gración en sus país­es actuales de acogi­da; o su reasen­tamien­to en los país­es miem­bros de la Orga­ni­zación de Coop­eración Islámi­ca (OCI), que los acepten.

En ese sen­ti­do, el plan indi­ca que «los her­manos árabes tienen la respon­s­abil­i­dad moral de inte­grar a los refu­gia­dos en sus ter­ri­to­rios del mis­mo modo que los judíos fueron inte­gra­dos en el Esta­do de Israel».

¿Qué limitaciones tendría el nuevo Estado palestino

Entre otras, Palesti­na no podría alcan­zar acuer­dos mil­itares, de Inteligen­cia o seguri­dad con ningún Esta­do u orga­ni­zación que «afecte de for­ma adver­sa la seguri­dad de Israel» ni podrá desar­rol­lar capaci­dades «mil­itares o para­mil­itares» den­tro o fuera de su territorio.

Tam­poco podría unirse a orga­ni­za­ciones inter­na­cionales sin el con­sen­timien­to de Israel, y debería reti­rar sus deman­das con­tra Israel, EE UU y los ciu­dadanos de estos país­es ante el TPI, la CIJ o cualquier otro tri­bunal, así como no recur­rir a Inter­pol con­tra ellos.

Así, el nue­vo esta­do no podría ten­er «capaci­dades que puedan ame­nazar al Esta­do de Israel», mien­tras que Israel ten­dría dere­cho a «des­man­te­lar o destru­ir» insta­la­ciones uti­lizadas para pro­ducir armas o con «propósi­tos hos­tiles», así como para adop­tar medi­das de seguri­dad para man­ten­er Palesti­na «desmil­i­ta­riza­da».

¿Recoge el plan alguna demanda palestina?

Según declaró a Efe el exper­to de la Uni­ver­si­dad George Wash­ing­ton Nizar Farsakh, antiguo asesor del ex primer min­istro palesti­no Salam Fayad y miem­bro en el pasa­do del equipo nego­ci­ador palesti­no, cuan­do se lee el plan, «si se com­para con la pos­tu­ra palesti­na pub­li­ca­da en la pági­na web del Depar­ta­men­to de Esta­do, es exac­ta­mente lo opuesto a lo que los palesti­nos piden».

Trump prometió a los palesti­nos una inver­sión de 50.000 mil­lones de dólares para duplicar su PIB y crear un mil­lón de empleos, pero exigió a cam­bio un alto el fuego con Israel, cam­bios en su estruc­tura de Gob­ier­no y la desmil­i­ta­rización de Gaza.

¿Hay un plazo para negociar?

Aunque Abás ya ha dicho «mil veces no» a la prop­ues­ta, Trump le ha dado cua­tro años para super­ar sus reser­vas y sen­tarse a la mesa de nego­ciación, y el Gob­ier­no israelí ha indi­ca­do asimis­mo que está dis­puesto a esper­ar ese tiempo.

¿Cómo ha reaccionado la comunidad internacional?

La ONU seguirá defen­di­en­do una solu­ción al con­flic­to que pase por la creación de dos Esta­dos basa­dos en las fron­teras pre­vias a 1967, según dijo este mis­mo martes el sec­re­tario gen­er­al de la orga­ni­zación, António Guter­res.

Entre los país­es árabes, Egip­to llamó a Israel y Palesti­na a con­sid­er­ar «a fon­do» el plan de Trump, y aplaudió los esfuer­zos de Wash­ing­ton para lograr un acuer­do «amplio y jus­to». En una línea seme­jante se expresó Ara­bia Saudí, val­o­ran­do pos­i­ti­va­mente los esfuer­zos de EE UU y reafir­man­do su «apoyo a lograr una solu­ción jus­ta y com­ple­ta al con­flic­to palestino».

Rusia con­sid­era que el plan debe ser anal­iza­do por el lla­ma­do Cuar­te­to de Madrid, for­ma­do por EE UU, la ONU, la UE y la propia Rusia, mien­tras que Irán afir­mó que el acuer­do bus­ca «humil­lar» a los musul­manes, y que «está muer­to» antes de ver la luz. Es un plan que «nace muer­to», indicó igual­mente el Gob­ier­no de Turquía.

El primer min­istro del Reino Unido, Boris John­son, afir­mó por su parte que el plan de paz «podría ser un paso pos­i­ti­vo hacia ade­lante», y la Unión Euro­pea señaló, a través de su Alto Rep­re­sen­tante para Políti­ca Exte­ri­or y Seguri­dad Común, Josep Bor­rell, que la prop­ues­ta «supone una opor­tu­nidad para relan­zar los muy nece­sar­ios esfuer­zos» para lograr un acuerdo.

El primer min­istro del Reino Unido, Boris John­son, afir­mó por su parte que el plan de paz «podría ser un paso pos­i­ti­vo hacia ade­lante», y la Unión Euro­pea señaló, a través de su Alto Rep­re­sen­tante para Políti­ca Exte­ri­or y Seguri­dad Común, Josep Bor­rell, que la prop­ues­ta «supone una opor­tu­nidad para relan­zar los muy nece­sar­ios esfuer­zos» para lograr un acuerdo.


Con infor­ma­ción de Efe y Europa Press

Hamás: la piedra en la bota de Israel

«Un per­son­aje enorme y bar­bu­do, muy respeta­do por todos los seguidores de Hamás, par­tidario de la línea más dura con­tra Israel». Así describe Alan John­ston, ex cor­re­spon­sal de la BBC en Gaza, a Nizar Rayyan, uno de los máx­i­mos líderes del movimien­to islámi­co en el ter­ri­to­rio palestino.

John­ston estu­vo secuestra­do durante cua­tro meses por mil­i­tantes del Ejérci­to del Islam en un aparta­men­to de esta super­pobla­da y extremada­mente pobre zona del plan­e­ta. Fue lib­er­a­do el 4 de julio de 2007, poco después de que, tras haber gana­do las elec­ciones un año antes, Hamás se hiciera con el con­trol total en la Fran­ja, y en una demostración del gran poder que esta orga­ni­zación tiene en Gaza.

Des­de el día históri­co en que ganó las elec­ciones, y pese al ais­lamien­to al que la somete una comu­nidad inter­na­cional que, en su may­oría, la con­sid­era un grupo ter­ror­ista, la fuerza de Hamás no ha deja­do de cre­cer y la orga­ni­zación se ha con­ver­tido en la may­or piedra en el zap­a­to del Gob­ier­no israelí.

Hace una sem­ana, Israel decidió sacarse la piedra a base de bom­bas y des­en­ca­denó la may­or ofen­si­va en 40 años con­tra los palesti­nos. El ataque ha deja­do, has­ta el momen­to, miles de heri­dos y más de 400 muer­tos. Entre estos últi­mos, Nizar Rayyan y 15 miem­bros de su famil­ia, incluyen­do var­ios niños.

Rayyan no es el primer líder de Hamás asesina­do por Israel, pero su muerte, en el con­tex­to del bru­tal ataque israelí a Gaza, será aprovecha­da por Hamás como ningu­na otra has­ta aho­ra. Por lo pron­to, la orga­ni­zación ya ha dec­re­ta­do un «Día de la Ira», y ha lla­ma­do a los palesti­nos a «atacar a Israel por todos los medios».

¿Qué es Hamás? ¿Cuál es su ori­gen? ¿Quiénes han sido y son sus líderes? ¿Cómo se orga­ni­za? ¿Cuáles han sido sus aten­ta­dos más san­gri­en­tos? ¿Qué papel jue­ga en la sociedad palesti­na? Todas las claves del movimien­to cuya errad­i­cación ha toma­do Israel como excusa para su masi­va ofen­si­va con­tra la Fran­ja de Gaza, en 25 puntos.

¿Qué es Hamás?

1. Resisten­cia islámica

Hamás («fer­vor», en árabe, y tam­bién el acrón­i­mo de Harakat al-Muqáwa­ma al-Islamiya: Movimien­to de Resisten­cia Islámi­co) es una orga­ni­zación palesti­na de carác­ter nacional­ista y reli­gioso (islámi­co, den­tro de la rama suní).

2. Palesti­na

El obje­ti­vo de Hamás es el establec­imien­to, con cap­i­tal en Jerusalén, de un esta­do inde­pen­di­ente islámi­co en la región históri­ca de Palesti­na, lo que com­pren­dería todo el actu­al ter­ri­to­rio de Israel, más Cisjor­da­nia y la Fran­ja de Gaza.

3. Verde

El col­or sim­bóli­co de Hamás, y tam­bién el de su ban­dera, es el verde (el col­or del Islam).

¿Cuál es su origen?

4. Los Her­manos Musul­manes y la Yihad

Tras el surgimien­to, des­de los años cin­cuen­ta, de diver­sos gru­pos de resisten­cia palesti­nos de carác­ter laico e ide­ologías marx­is­tas y social­is­tas, los Her­manos Musul­manes (grupo fun­da­do en Egip­to en 1928 y que prop­ugna la apli­cación de la ley islámi­ca en la vida diaria) retomaron en 1973 su guer­ra con­tra los gob­er­nantes árabes laicos en Siria y Egipto.

Miem­bros de esta orga­ni­zación crearon entonces en El Cairo el movimien­to Yihad Islámi­ca, defen­sor de la con­se­cu­ción de sus obje­tivos medi­ante la lucha arma­da y la violencia.

Poco después, en la Fran­ja de Gaza, una sub­di­visión de este grupo comen­zó una guer­ra de baja inten­si­dad con­tra el ejérci­to de Israel y la admin­is­tración que este país ejer­cía en los ter­ri­to­rios palesti­nos des­de 1967. Su poco éxi­to hizo que Al Fatah (el par­tido del ex pres­i­dente palesti­no Yasir Arafat) y otros gru­pos palesti­nos en el exilio tuviesen más apoyos.

5. «El ter­ror­ista en sil­la de ruedas»

A finales de los años seten­ta, un alum­no tetrapléji­co de la escuela coráni­ca de Gaza, el jeque Ahmed Yasín, logra crear un movimien­to social en la Fran­ja que, además de abog­ar por la destruc­ción de Israel, tiene un ele­va­do com­po­nente de moral islámi­ca fun­da­men­tal­ista y lle­va su lucha a otros aspec­tos más sociales como la pros­ti­tu­ción, el nar­cotrá­fi­co, la «rela­jación» de las cos­tum­bres tradi­cionales, la pobreza, la cor­rup­ción, la influ­en­cia extranjera…

Yasín, cono­ci­do por la pren­sa como «el ter­ror­ista en sil­la de ruedas», fue detenido y encar­ce­la­do por Israel en 1984 tras encon­trarse armas en su casa y des­cubrirse que prepara­ba una sub­l­e­vación en Gaza.

Durante su estancia en prisión su fama se hizo mucho may­or y sus seguidores, que con­tro­la­ban ya una bue­na parte de la red social y reli­giosa de la Fran­ja, fueron con­sol­i­dan­do la orga­ni­zación y obte­nien­do cada vez más fon­dos entre empre­sar­ios y jeques petroleros del Golfo.

6. «El camino del sac­ri­fi­cio y el martirio»

Final­mente, en 1987, y durante el estal­li­do de la Primera Intifa­da, Yasín sale de la cár­cel y Hamás nace de man­era ofi­cial con su primer comu­ni­ca­do, emi­ti­do en diciem­bre de ese año: «La Intifa­da de nue­stro pueblo rec­haza la ocu­pación y sus pre­siones, la con­fis­cación de la tier­ra, la con­struc­ción de asen­tamien­tos y la políti­ca de some­timien­to de los sion­istas […]. El Islam es la solu­ción y la alter­na­ti­va. Nue­stro pueblo conoce el camino del sac­ri­fi­cio y el mar­tirio. Haced que entien­dan que la vio­len­cia no engen­dra más que vio­len­cia, que la muerte no trae más que muerte».

Se trata­ba del cam­bio más rad­i­cal exper­i­men­ta­do en el esce­nario políti­co palesti­no des­de la ocu­pación de Cisjor­da­nia, Gaza y Jerusalén Este por Israel en 1967.

¿Cuál es su objetivo?

7. Su propia «hoja de ruta»

En su car­ta fun­da­cional, Hamás afir­ma que «el Islam es el pro­gra­ma de Hamás. Del Islam se derivan sus ideas y pre­cep­tos fun­da­men­tales, su visión de la vida y su entendimien­to del hom­bre y del universo».

Añade que Palesti­na es un esta­do islámi­co «con­fi­a­do a todas las gen­era­ciones musul­manas has­ta el día del Juicio Final, por lo que nadie tiene dere­cho a entre­gar el con­jun­to o parte de ella: ningún Esta­do árabe, ningún rey, ningún pres­i­dente y ningu­na organización».

«Renun­ciar a una parte de Palesti­na –señala– es como renun­ciar a la propia religión […]. No hay solu­ción a la cuestión palesti­na sino por medio de la yihad».

Hamás, por tan­to, no reconoce la legit­im­i­dad del Esta­do de Israel, ni acep­ta la res­olu­ción de la ONU de 1947 en la que se establecía la par­ti­ción de Palesti­na en dos estados.

Sus líderes han cal­i­fi­ca­do en reit­er­adas oca­siones los diál­o­gos entre árabes e israelíes (los Acuer­dos de Oslo, inclu­i­dos) como una «pér­di­da de tiem­po». Apoy­an la lucha arma­da y los ataques sui­ci­das con­tra civiles como medio para el logro de sus objetivos.

8. Adaptación

A lo largo de los años, no obstante, en algu­nas fac­ciones de Hamás la destruc­ción del Esta­do de Israel como obje­ti­vo prin­ci­pal ha ido cedi­en­do ter­reno frente a la con­se­cu­ción de un esta­do palesti­no independiente.

De hecho, el movimien­to se ha declar­a­do dis­puesto a acep­tar como «solu­ción tem­po­ral» un Esta­do palesti­no en los ter­ri­to­rios ocu­pa­dos en 1967 por Israel, pero sin recono­cer el dere­cho a la exis­ten­cia del Esta­do judío.

9. Anti­semitismo

Hamás ha sido acu­sa­da de anti­semitismo por el con­tenido de algunos de los artícu­los en su car­ta fun­da­cional. El número 22, por ejem­p­lo, dice: «Orga­ni­za­ciones sion­istas acu­mu­la­ron una riqueza mate­r­i­al grande e influyente, con la cual tomaron el con­trol de la pren­sa mundi­al […]. Estu­vieron detrás de la Rev­olu­ción France­sa y las rev­olu­ciones comu­nistas […], de la Primera Guer­ra Mundi­al […] y de la Segun­da […]. No hay guer­ra que haya estal­la­do en lugar alguno que no lleve sus huel­las digitales».

¿Cómo está organizada?

10. Dos ramas de un mis­mo árbol

Hamás está orga­ni­za­da en torno a múlti­ples orga­ni­za­ciones depen­di­entes entre sí, que se encar­gan de dar respues­ta a las difer­entes deman­das de la sociedad palestina.

No obstante, la orga­ni­zación se divide, prin­ci­pal­mente, en dos ramas, la políti­ca (que, surgi­da de la lista Cam­bio y Refor­ma con que se pre­sen­tó a las elec­ciones, osten­ta actual­mente el Gob­ier­no en Gaza) y el bra­zo arma­do (las Brigadas de Azedín Al-Kasam, encar­gadas de man­ten­er la lucha con­tra Israel).

11. Los líderes

El Gob­ier­no en Gaza está lid­er­a­do por Ismail Haniya. El 14 de junio de 2007 Haniya fue des­ti­tu­i­do por el pres­i­dente de la Autori­dad Nacional Palesti­na, Mah­mud Abás, quien le susti­tuyó por Salam Fayad, ex fun­cionario del FMI. Haniya no admi­tió la des­ti­tu­ción y con­tinúa gob­er­nan­do Gaza de facto.

Para muchos anal­is­tas, sin embar­go, el poder real lo deten­ta Jaled Mechal, jefe de la Ofic­i­na Estatal (la rama exter­na de Hamás, con sede en Dam­as­co, Siria), y par­tidario de una línea más dura que Haniya.

Entre las víc­ti­mas mor­tales de la actu­al ofen­si­va israelí se encuen­tra otro de los prin­ci­pales líderes de la orga­ni­zación: Nizar Rayyan. Rayyan era el diri­gente más impor­tante de Hamás en el norte de Gaza y el encar­ga­do de coor­di­nar las ramas políti­ca y mil­i­tar de Hamás. Es, has­ta aho­ra, la víc­ti­ma de may­or ran­go de la ofensiva.

¿Cómo y cuándo obtuvo el poder?

12. La vic­to­ria electoral

Hamás se man­tu­vo aparta­da de la vida políti­ca de la Autori­dad Nacional Palesti­na des­de la creación de ésta, en 1994, has­ta que decidió pre­sen­tarse a las elec­ciones, en 2006. El 25 de enero de ese año, la orga­ni­zación islámi­ca ganó los comi­cios en Gaza de for­ma arrol­lado­ra, ven­cien­do clara­mente a Al Fatah, el par­tido fun­da­do por Yasir Arafat y que había encabeza­do las aspira­ciones palesti­nas durante medio siglo.

13. La batal­la de Gaza

El con­flic­to entre Al Fatah y Hamás, lar­va­do des­de siem­pre, estal­ló final­mente cuan­do ésta últi­ma ganó las elec­ciones. Israel y EE UU apo­yaron y armaron a Al Fatah para una even­tu­al «guer­ra civil».

La ten­sión cre­ció cuan­do, en enero de 2006, las mili­cias de Hamás inten­taron susti­tuir a la Policía palesti­na en el con­trol de la seguri­dad en Gaza. La lucha prin­ci­pal se pro­du­jo entre el 7 y el 15 de junio de 2007: Hamás forzó la sal­i­da de Al Fatah de la Fran­ja, después de un con­flic­to que dejó al menos 118 muer­tos y unos 550 heridos.

14. El ejer­ci­cio del poder y el bloqueo

El Gob­ier­no de Hamás, boicotea­do financiera y diplomáti­ca­mente por la may­or parte de la comu­nidad inter­na­cional, con­tro­la un ter­ri­to­rio de ape­nas 360 kilómet­ros cuadra­dos donde se haci­nan casi un mil­lón y medio de per­sonas (la den­si­dad de población es de más de 4.000 habi­tantes por Km cuadrado).

Someti­da a un férreo blo­queo por parte del Gob­ier­no israelí des­de junio de 2007, la situación económi­ca en Gaza es deses­per­a­da: el 90% de la activi­dad indus­tri­al está sus­pendi­da, la tasa de paro supera el 40% y sus habi­tantes, a la inmen­sa de may­oría de los cuales no se les per­mite cruzar la fron­tera, depen­den en un 80% de la ayu­da human­i­taria extran­jera. Ape­nas hay sum­in­istro de elec­t­ri­ci­dad y gas.

Muchos ciu­dadanos mal­viv­en con lo que con­siguen del con­tra­ban­do o tras cruzar clan­des­ti­na­mente la fron­tera de Egip­to a través de cien­tos de túne­les (en enero de 2008 mili­cianos de Hamás volaron parte del muro fron­ter­i­zo, lo que per­mi­tió durante 11 días la entra­da masi­va de palesti­nos a Egip­to para com­prar productos).

En estas condi­ciones, Hamás ha con­segui­do cier­tos logros des­de que está en el poder, empezan­do por una may­or seguri­dad en las calles y sigu­ien­do por un niv­el mucho menor de cor­rup­ción en los órganos oficiales.

En el plano exte­ri­or, Hamás ha segui­do apoyan­do (táci­ta o expre­sa­mente) los ataques con­tra Israel (mis­iles lan­za­dos des­de la Fran­ja a las ciu­dades cer­canas) lle­va­dos a cabo por mil­i­tantes palestinos.

¿Son terroristas?

15. En la lista negra

Hamás ha sido declar­a­da orga­ni­zación ter­ror­ista por Esta­dos Unidos, la Unión Euro­pea (España, inclu­i­da), Japón, Aus­tralia, Canadá y, por supuesto, Israel.

En 2002 la ONG Human Rights Watch la acusó de come­ter crímenes de guer­ra y crímenes con­tra la humanidad.

Muchos de los aten­ta­dos de las Brigadas de Azedín Al-Kasam han tenido como blan­co obje­tivos civiles.

16. Los atentados

La may­or olea­da de aten­ta­dos ter­ror­is­tas cometi­dos por Hamás, muchos de ellos sui­ci­das, se pro­du­jo entre 1994 y 2004. Entre el prin­ci­pio del pro­ce­so de paz en Oslo (1993) y 2003 Hamás envió 113 sui­ci­das a per­pe­trar aten­ta­dos con bom­ba en Israel.

Muchos de estos aten­ta­dos, cometi­dos en sue­lo israelí, tuvieron lugar en calles, restau­rantes y cafés, auto­bus­es públi­cos, cen­tros com­er­ciales… En 2001 murieron en Israel, víc­ti­mas de aten­ta­dos de Hamás, medio cen­te­nar de per­sonas; en 2002, 81; en 2003, 76; en 2004, 23… A ellos hay que sumar los cen­tenares de heri­dos y las víc­ti­mas de aten­ta­dos de otras orga­ni­za­ciones, como Yihad Islámi­ca o las Brigadas de los Már­tires de Al Aqsa.

Hamás dejó de come­ter aten­ta­dos tras su lle­ga­da al poder en Gaza, pero no ha impe­di­do hac­er­lo a otras milicias.

17. Los aten­ta­dos selectivos

Aparte de al men­ciona­do Nizar Rayyan, Israel ha mata­do (sin juicio pre­vio) a numerosos líderes de Hamás en los lla­ma­dos «asesinatos selectivos».

Entre los más impor­tantes, Ahmad Yasín, fun­dador y líder espir­i­tu­al de la orga­ni­zación (asesina­do el 22 de mar­zo de 2004); Abdel Aziz ar-Rantisi, por­tavoz del movimien­to y su jefe políti­co y civ­il (el 17 de abril, 2004); Adnan Rrul y Imad Abás (21 de octubre de 2004); Salaj Che­jade (22 de Julio, 2002) e Izzedín Sub­ji (26 de Sep­tiem­bre, 2004).

¿Quién la apoya?

18. El dinero

A lo largo de su his­to­ria, Hamás ha recibido apoyo económi­co de muchas partes, incluyen­do a jeques petroleros del Gol­fo y, según las acusa­ciones de EE UU e Israel, a gob­ier­nos como el de Irán (pese a pertenecer a la rama chií del islam, rival de la suní imper­ante en Hamás), Ara­bia Saudí o Siria. Tam­bién otros gob­ier­nos, como el de Venezuela o el de Cuba, han sido acu­sa­dos de prestar­le apoyo.

Por otra parte, Hamás está estruc­tura­da en torno a la dawa el prin­ci­pio musul­mán de asis­ten­cia a los nece­si­ta­dos y a los con­cep­tos de zaqqat (cari­dad) y sadaqat (dona­ciones), a través de los cuales recibe fon­dos de muchas orga­ni­za­ciones de benef­i­cen­cia situ­adas fuera de los ter­ri­to­rios palestinos.

Israel ha declar­a­do como «orga­ni­za­ciones clan­des­ti­nas» a 20 comités de benef­i­cen­cia de Hamás den­tro de Cisjor­da­nia y Gaza y a 8 enti­dades de cari­dad de fuera de los ter­ri­to­rios, debido a su relación con Hamás.

El pasa­do mes de noviem­bre, cin­co diri­gentes de una insti­tu­ción de cari­dad musul­mana de Esta­dos Unidos fueron declar­a­dos cul­pa­bles de apo­yar el ter­ror­is­mo, de lava­do de dinero y de fraude tributario.

Hamás mantiene en secre­to sus prin­ci­pales canales de financiación.

¿De qué fuerza dispone?

19. La fuerza humana

Des­de que se desple­gara por primera vez en las calles de Gaza, en mayo de 2006, las fuerzas de seguri­dad de Hamás han aumen­ta­do de 3.000 a 13.000 miem­bros, divi­di­dos en varias unidades. De ellos, al menos 180 han muer­to has­ta aho­ra por los ataques aére­os de la actu­al ofen­si­va israelí.

El núcleo prin­ci­pal de esta fuerza está com­puesto may­ori­tari­a­mente por inte­grantes del ala arma­da de Hamás, aunque incluye tam­bién miem­bros de fac­ciones mil­i­tantes ali­adas, como el Comité de Resisten­cia Popular.

Se cal­cu­la que las Brigadas de Azedín Al-Kasam tienen unos 25.000 com­bat­ientes, equipa­dos con rifles de asalto y granadas. Algunos poseen tam­bién armas anti­tanque que intro­ducen de contrabando.

20. Las armas

Hamás cuen­ta con unos 40.000 cohetes de cor­to alcance y con dece­nas de mis­iles de largo alcance. Estos últi­mos pueden impactar en cen­tros pobla­dos israelíes situ­a­dos has­ta a 40 kilómet­ros de Gaza. Algunos de sus cohetes son capaces de lle­gar a tan sólo 20 kilómet­ros de Tel Aviv.

¿Cómo ha sido la tregua?

21. El alto el fuego

A fines de 2006 y prin­ci­p­ios de 2007 Hamás declaró una primera tregua y puso fin ofi­cial­mente a su cam­paña de aten­ta­dos ter­ror­is­tas con­tra Israel.

En junio del pasa­do año 2008, y gra­cias a la mediación de Egip­to, Hamás acordó una tregua de seis meses con Israel, des­ti­na­da a aliviar el blo­queo y a per­mi­tir la lib­eración de un sol­da­do israelí retenido por el grupo islámico.

22. El fin de la ‘cal­ma’

El pasa­do 14 de diciem­bre el líder de Hamás afir­mó que el grupo islámi­co no iba a ren­o­var la tregua de seis meses, una vez que ésta hubiese vencido.

«Anun­ci­amos que la cal­ma entre nosotros y el ene­mi­go sion­ista ha ter­mi­na­do por com­ple­to y no será ren­o­va­da como resul­ta­do de la neg­a­ti­va de la ocu­pación a cumplir sus condi­ciones y obliga­ciones fun­da­men­tales», dijeron en un comu­ni­ca­do las Brigadas de Azedín Al-Kasam.

Días después, y tras el lan­za­mien­to de var­ios cohetes sobre ter­ri­to­rio israelí, comen­zó la ofen­si­va con­tra Gaza.

¿En qué situación se encuentra Hamás ahora?

23. Reforza­da, pero aislada

La tregua per­mi­tió a Hamás reforzarse mil­i­tar­mente, sobre todo gra­cias al con­tra­ban­do des­de Egip­to. La orga­ni­zación aprovechó asimis­mo para elim­i­nar los restos de oposi­ción interna.

Como con­tra­parti­da, Hamás se encuen­tra aho­ra más ais­la­da que nun­ca, sin el apoyo de la Autori­dad Nacional Palesti­na ni del pro­pio Egip­to, y asfix­i­a­da por el blo­queo israelí y de la comu­nidad internacional.

24. El efec­to de la ofen­si­va israelí

En espera de la temi­da invasión ter­restre por parte de Israel, y de sus con­se­cuen­cias para el futuro de la orga­ni­zación y de la propia Fran­ja de Gaza, los ataques de estos días han debil­i­ta­do seri­amente a Hamás, al menos en lo que se refiere a sus líderes y com­bat­ientes (muchos de ellos han muer­to en los bom­bardeos), y a su infraestruc­tura (han sido destru­i­dos min­is­te­rios, ofic­i­nas, insta­la­ciones de seguri­dad, mil­itares y culturales…).

Por otro lado, Hamás ha gana­do estos días el apoyo de muchos palesti­nos de Cisjor­da­nia y de musul­manes de todo el mun­do. Miles de per­sonas tomaron este viernes las calles de los ter­ri­to­rios en respues­ta al lla­mamien­to al «Día de la Ira» real­iza­do por Hamás tras el asesina­to de Nizar Rayyan.

¿Cómo funciona su red social?

25. Un apoyo entre la miseria

Una de las claves de la pop­u­lar­i­dad de Hamás entre la población palesti­na es la efi­ca­cia de su red de apoyo social, la úni­ca con la que, aparte de la ayu­da human­i­taria inter­na­cional, cuen­tan los habi­tantes de Gaza.

La orga­ni­zación mantiene económi­ca­mente a los famil­iares de sus activis­tas y mil­i­tantes encar­ce­la­dos, y a los de los muer­tos en ataques israelíes o en ataques con­tra Israel.

Hamás tiene asimis­mo una gran red de escue­las coráni­cas y de cen­tros de aten­ción san­i­taria, y en las épocas de may­or escasez orga­ni­za repar­tos de comida.