El duro camino de la primavera árabe, siete meses después
Las revueltas populares en Oriente Medio y el Magreb parecen estancadas. La represión o la guerra en unos casos, supuestas reformas en otros, y la tibieza internacional han frenado un ímpetu revolucionario que parecía imparable. El descontento y las protestas continúan, pero su supervivencia puede depender, fundamentalmente, de lo que ocurra en Libia y Egipto.