No se pueden hojear, no huelen a libro ni tienen su tacto, no te los puede firmar el autor ni se pueden fotocopiar, no pueden decorar igual una pared de la casa, no necesitan bonitos marcapáginas… Pero son interactivos, más ecológicos, los puede editar cualquiera, apenas pesan, no acumulan polvo y podemos llevarlos por miles en el bolsillo de la chaqueta.
Los libros electrónicos, y su complemento natural, el lector de libros electrónicos, no son aún un fenómeno de masas ni suponen todavía un gran dolor de cabeza para los editores tradicionales, pero tampoco son ya la rareza sólo para adictos a la tecnología que eran hace unos años. El mercado los va acogiendo poco a poco, con cada vez más y mejores modelos y de una forma que, según muchos expertos del sector, ya no tiene vuelta atrás.
La perfección como objeto del libro tradicional (apenas ha cambiado a lo largo de los siglos) hacía más complicado su salto al mundo digital, como ha ocurrido, por ejemplo, con la música. Sin embargo, el avance de la tecnología y la expansión de Internet están consiguiendo salvar la mayoría de los obstáculos y, por primera vez desde que Gutenberg inventara la imprenta hace 559 años, los libros de papel podrían tener sus días contados, aunque sea todavía a largo plazo (de los 95.000 libros publicados en España en 2008, sólo unos 8.500 fueron versiones digitales, según el Ministerio de Cultura).
Por lo pronto, la tienda online Amazon está capeando la crisis económica gracias a las ventas del Kindle, su lector de libros electrónicos. Este mismo viernes anunció un aumento en sus beneficios del 23,3% y recordó que el aparato es su producto más vendido, tanto en número de unidades como en dólares, y no sólo en el departamento de electrónica, sino en todas las categorías.
Y Arnold Schwarzenegger ya ha anunciado que quiere que los estudiantes del estado que gobierna (California) empiecen a sustituir los libros de toda la vida por los electrónicos.
Esencialmente, la clave parece ser la misma que se encuentra tras cualquier otro paso de lo analógico a lo digital: el contenido acaba ganándole la batalla al continente. En 2004 sólo había un modelo de lector electrónico. En 2006 había tres y en 2007, media docena. En 2009 existen ya unos 20.
¿Qué es exactamente un libro electrónico? ¿Cómo y dónde se leen? ¿Qué ventajas e inconvenientes tienen? ¿Qué modelos de lectores hay actualmente? ¿Quién los fabrica y cuántos libros ofrecen? ¿Cambiarán nuestros hábitos de lectura? ¿Llegará a cambiar también hasta la forma de escribir? ¿Y qué pasa con los derechos de autor? Éstas son algunas de las claves de la penúltima revolución tecnológica:
De un vistazo
Una definición. Un libro electrónico (e-book, o ebook, de electronic book, para quien prefiera el inglés) es la versión en formato digital de una obra escrita. La obra puede haber sido escrita directamente en formato digital, o haber sido escaneada. El término, no obstante, es ambiguo, ya que a menudo también se llama libros electrónicos a los aparatos diseñados para leerlos (lectores electrónicos, o e-readers, en inglés). Pese a que en su primera acepción la Real Academia Española define el térmimo «libro» como «conjunto de muchas hojas de papel u otro material semejante que, encuadernadas, forman un volumen», en la segunda habla ya de «obra científica, literaria o de cualquier otra índole con extensión suficiente para formar volumen, que puede aparecer impresa o en otro soporte».
El soporte. Para poder leer un libro electrónico se necesita un soporte que, fundamentalmente, disponga de una pantalla y de memoria. Pueden leerse en un ordenador personal, en un móvil, en una PDA (agenda electrónica), en un lector especialmente diseñado para ello, etc. Los libros electrónicos pueden almacenarse en tarjetas de memoria, disquetes, CD-Rom, en Internet… Permiten incorporar elementos multimedia (vídeo, audio) y enlaces a Internet si el soporte está conectado a la Red.
Los formatos. Existen dos formatos principales para poder leer un libro electrónico: el PDF (de Adobe) y el LIT (de Microsoft). Otros formatos utilizados son FictionBook o PDB (de Mobipocket).
Lo que ofrecen. Los lectores especializados tienen un tamaño semejante al de un libro tradicional, pesan poco, soportan todo tipo de documentos de texto (no sólo libros), la batería puede durar hasta una semana, se pueden leer a plena luz del día y no cansan la vista como la pantalla de un ordenador. Según de qué tipo se trate, permiten tomar notas y añadir marcadores, leer periódicos y blogs, aumentar o disminuir el tipo de letra, recordar la página en la que se interrumpe la lectura, organizar la biblioteca, acudir a un diccionario… Son especialmente útiles para viajeros, estudiantes, profesionales que tengan que manejar mucha documentación o para acceder a libros raros o descatalogados que sólo pueden encontrarse en Internet.
Las pegas. Los lectores electrónicos todavía son caros (en torno a los 300 euros, aunque ya los hay algo más baratos). Según una encuesta realizada por The Cocktail Analysis entre usuarios de Internet, recogida en la revista Consumer, el 52% de los internautas muestra interés por adquirir un dispositivo de este tipo, aunque sólo con un precio situado en torno a los 71 euros de media. Por otra parte, la mayoría de los libros disponibles todavía están sólo en inglés. Para muchos lectores, además, el libro electrónico elimina el placer, físico y estético, que supone el formato y el tacto de un libro tradicional. También son más frágiles.
¿Ecológicos? Una de las principales ventajas de los libros electrónicos, en lo que respecta al medio ambiente, es que no están hechos de papel. No es necesario talar árboles para fabricarlos. Sin embargo, a diferencia de los libros tradicionales, los electrónicos necesitan consumir energía para poder ser utilizados. En este sentido, la empresa LG presentó hace sólo unos días el prototipo Solar Cell e-Book, un panel solar diseñado para colocarse en la funda de un libro electrónico y suministrarle energía. Pero aún son sólo prototipos.
Blindados. Los libros electrónicos disponen de sofisticados sistemas anti copia. Así, para tranquilizar al mundo editorial ante la posible pérdida de derechos sobre el contenido de sus obras, Adobe creó un complejo sistema de seguridad para los libros electrónicos, dentro del sistema de gestión de derechos digitales (DRM). Muchos expertos recuerdan, sin embargo que, al igual que ocurre en el mundo de la música, los sistemas de seguridad suelen tardar poco en ser burlados.
Paso a paso
El medio es el mensaje. Ya en 1965, el filósofo y visionario de la sociedad de la información Marshall McLuhan predijo el impacto que tendría en el futuro la combinación de la electrónica y los libros.
El proyecto Gutenberg. Los orígenes del libro electrónico se remontan al año 1971, cuando el estadounidense Michael Hart pone en marcha en la Universidad de Illinois el Proyecto Gutenberg, una biblioteca digital gratuita formada por obras clásicas y libros no sujetos a derechos de autor. En 2006 tenían digitalizados más de 19.000 libros, con una media de 400 nuevos títulos añadidos cada mes por voluntarios de todo el mundo. La meta es un millón.
Un diccionario. El primer libro electrónico publicado con fines comerciales fue un diccionario, el de la editorial Random House. Salió en 1981.
En el discman. En 1991 los discman de datos Sony ya permiten visualizar libros en CD-Rom en una pantalla 8 cm.
Un cohete, un libro blando… En 1998 son lanzados dos de los primeros lectores de libros electrónicos: el Rocket (cohete) y el Softbook (libro blando). Surgen también los primeros sitios en Internet que venden libros electrónicos, como eReader y eReads.
… y un libro abierto. Para unificar el formato de publicación utilizado por las distintas editoriales electrónicas, se presentó en la primera Feria del Libro Electrónico (celebrada en 1998 en Gaithersburg, EE UU) la Norma Open eBook (libro electrónico abierto). En 1999 se determinaron las plataformas html y xml como las estándares para los libros electrónicos.
Stephen King y Vladimir Putin. En marzo de 2001 el famoso novelista Stephen King, con la editora electrónica Simon&Schuster, lanza en exclusiva a través de Internet su novela Riding The Bullet. En tan sólo 48 horas vende 500.000 copias, cada una por 2 dólares y medio. Un mes después, Vladimir Putin, entonces presidente de Rusia, publica sus memorias en la red.
En castellano. Ese mismo año arranca el primer distribuidor de libros electrónicos en español: todoebook.
Los gigantes se suben al carro. En 2002 las editoriales Random House y HarperCollins comienzan a vender en Internet versiones electrónicas de sus títulos.
El gran salto
El milagro de la tinta electrónica. La verdadera revolución en el libro electrónico llega con la llamada tinta electrónica (o papel electrónico), una tecnología que permite crear un «efecto papel» debido a su gran contraste y a que no necesita, a diferencia de la pantalla de un ordenador, iluminación propia, por lo que tiene, además, un consumo de energía muy bajo. De momento, sin embargo, la mayoría de estas pantallas sólo pueden representar información en blanco y negro (un problema, por ejemplo, para uno de los tipos de libro digital más popular en Internet: los cómics). Tampoco permiten visualizar imágenes en movimiento.
Reader, iLiad, Kindle, Papyre… Basándose en esta tecnología, Sony lanza en 2006 su lector Reader, cuya última versión incorpora ya una pantalla táctil. También sale ese año el lector iLiad (comercializado en España por la empresa Leer-e). Un año después Amazon hace lo propio con su primer lector, el Kindle, cuya segunda versión, el Kindle 2, comienza a distribuirse en febrero de 2009. Kindle, probablemente el lector más popular, tiene el tamaño de un libro de bolsillo, pesa 300 gramos e incluye conexión inalámbrica a Internet que permite descargar volúmenes de la tienda online de Amazon (más de 230.000 títulos). En España la empresa Grammata, con sede en Granada, saca al mercado en 2007 el lector Papyre 6.1, una versión del Hanlin V3.
Google. La empresa del gran buscador de Internet pretende que en 2010 los estadounidenses usuarios del iPhone y de teléfonos con software Android dispongan de 1,5 millones de títulos de su biblioteca virtual Google Book Search. El servicio será gratuito, aunque no incluye best-sellers, y la resolución y el tamaño de la pantalla es mucho menor que la de los lectores de libros electrónicos. Antes, no obstante, Google deberá modificar los términos del acuerdo con autores y editores estadounidenses para hacerse con los derechos digitales de los libros. Los usuarios del Reader de Sony ya pueden acceder de forma gratuita a multitud de libros exentos de derechos de autor y disponibles en Google.
Nook. El pasado día 21, la cadena de librerías Barnes & Noble presentó su primer lector electrónico, un aparato al que ha llamado Nook y que cuesta 259 dólares. Las principales novedades: una parte de la pantalla es táctil y a color (no la parte de lectura), y permite a los usuarios prestarse libros. El catálogo: más de un millón de títulos.
HP, al revés. En plena fiebre del libro electrónico, el grupo tecnológico HP ha anunciado este mismo fin de semana el lanzamiento de una tecnología para imprimir libros electrónicos a demanda. Este servicio llamado BookPrep permite encargar copias en papel en formato de bolsillo de unos 500.000 títulos de la biblioteca de la Universidad de Michigan, la mayoría de los cuales fueron impresos antes de 1923 y es prácticamente imposible encontrarlos en las librerías.
Eligiendo
Consejos generales a la hora de comprar un lector electrónico
- Fijarse en el tamaño de la pantalla, la duración de la batería y los formatos que puede leer.
- Comprobar la comodidad de los botones y valorar si queremos pantalla táctil.
- Ver si dispone de conexión inalámbrica a Internet.
- Comprobar el peso.
- Valorar pros y contras (el Kindle, por ejemplo, que acaba de empezar a comercializarse fuera de EE UU, es uno de los soportes más atractivos, pero su mayor ventaja, el catálogo de Amazon, está principalmente en inglés; el iLiad (holandés) tiene wi fi y una pantalla de gran calidad, pero es el más pesado, puede resultar algo lento y es muy caro…)
- Consultar tablas comparativas de los diferentes modelos. Se puden encontrar en muchos sitios de Internet, como, por ejemplo, ZonaEbook, Soitu, todopocketpc…
Estanterías virtuales
Las nuevas bibliotecas. Algunos sitios donde pueden leerse libros electrónicos:
- Gutenberg, Biblioteca Cervantes Virtual, Biblioteca Virtual EUMEDNET, Biblioteca Digital Ciudad Seva, Biblopía, Biblioteca Virtual-Libros Digitales.
Las nuevas librerías. Algunos sitios donde pueden conseguirse libros electrónicos:
- En español: todoebook, libros-electronicos, e-libro, noveles, librodot, tlahui.
- En inglés: ebooks, gemstar-ebook, powells, amazon.
El futuro
La mitad del negocio. Editores, libreros y profesionales relacionados con la industria del libro y las nuevas tecnologías prevén que el libro electrónico representará en 2015 el 50% del negocio de los editores, pese a que actualmente el volumen de este tipo de libros apenas llega al 1%. La firma tecnológica iSuppli predice que los beneficios de los libros electrónicos crecerán desde los 3,5 millones de dólares (2,6 millones euros) en 2007 hasta alcanzar los 291 millones de dólares en 2012.
Cambio radical. La editora Magda Polo Pujadas considera que la generalización del libro electrónico producirá importantes cambios en el mundo editorial, ya que desaparecerán impresores y encuadernadores, mientras que el editor, además de cumplir sus actuales funciones, deberá implicarse más en la creación de originales. Por otra parte, cualquiera puede, en principio, editar su propio libro, y además, el fenómeno del ‘boca a boca’ en Internet (cada vez más potente gracias a portales como YouTube o las redes sociales) supone cambios importantes con respecto a los modelos tradicionales de comercialización.
Oportunidad para los pequeños. El libro electrónico puede dar visibilidad mundial a las pequeñas editoriales, que tendrán una oportunidad comercial importante si se incorporan al mundo digital.
Nuevas formas de escribir y de leer. En algunos casos, y en algunos géneros, la posibilidad de incluir enlaces en el texto o interactuar con el lector podría acercar los formatos literarios tradicionales a otros más próximos a los que se usan, por ejemplo, en los blogs.
Los implicados. Algunas opiniones recogidas por la agencia Efe en la Feria Internacional del Libro (Líber 2009) de Madrid:
- «El libro electrónico es una gran oportunidad de negocio, pero de ninguna manera supondrá la muerte del papel (Gremio de Editores).
- «Por primera vez hay un gran movimiento en el mundo editorial, pero también mucha inquietud, porque nadie sabe qué va a pasar» (Leer-e, empresa especializada en la comercialización de e-books).
- «Las editoriales tienen que cambiar sus esquemas de trabajo y adaptarse a un proceso que no tiene marcha atrás» (Ulzama Digital).