El largo secuestro y la polémica liberación del Alakrana ha vuelto a poner en el punto de mira, como nunca antes, a los corsarios somalíes. El problema dura ya casi dos décadas y sus causas son complejas. Un estado sin gobierno, señores de la guerra, mafias y miseria, pesca ilegal, vertidos y, según algunos, hasta fundamentalismo islámico. Todo un coctel explosivo en torno al Golfo de Adén.
QUÉ
La piratería en el Océano Índico -en las costas de Somalia y en torno al Golfo de Adén- se ha convertido en los últimos años en la principal amenaza para el tráfico marítimo internacional en una zona clave (geográfica, económica y estratégicamente) y, a la vez, en el negocio más lucrativo de este castigado y empobrecido país africano.
Los datos
El Centro de Información sobre la Piratería, de la Oficina Marítima Internacional, contabilizó 306 ataques de piratas en todo el mundo en los nueve primeros meses de 2009, frente a los 293 documentados en 2008. De ellos, al menos 168 fueron cometidos por piratas somalíes.
A 17 de noviembre de 2009, eran 12 los barcos en poder de piratas somalíes, con al menos 272 tripulantes, según datos de Ecoterra, la ONG de vigilancia marítima en el este de África.
Los piratas prefieren asaltar cargueros y barcos de pesca, porque son más lentos. De los cometidos este año, 188 han sido a cargueros y contenedores, 52 a petroleros y 11 a pesqueros.
De acuerdo con el informe Bruxelles 2 (L’Europe de la Défense et de la Sécurité), entre el 1 abril de 2008 y el 13 de noviembre de 2009 la guerra contra los piratas del Índico se ha saldado con 41 muertos, 19 heridos, 148 liberados (a los que habría que sumar los 36 del Alakrana), 52 piratas condenados, 285 entregados a la justicia (a Kenia, Seychelles, Somalia, Yemen, Francia, EE UU, Holanda y España) y 558 detenidos.
El Ministerio de Defensa español gasta 166.000 euros diarios en la Operación Atalanta, (las fragatas y aviones que tiene en el Golfo de Adén).
Evolución
Con el paso de los años, los piratas han ido mejorando su infraestructura, tanto en equipos de comunicaciones, como en medios de navegación y armamento, que consiguen gracias al dinero logrado por los rescates para la liberación de los barcos secuestrados.
Además, han aumentado su radio de acción inicial de las costas somalíes y el Golfo de Adén, para adentrarse en zonas más lejanas como el Mar Rojo, el estrecho de Bab el Mandab (entre Yemen y Yibuti) y la costa de Omán.
No sólo rescates
El informe Piratería en el Golfo de Adén, realizado por el Instituto Noruego para la Investigación Urbana y Regional por encargo del Ministerio de Defensa de ese país, ha revelado que medio centenar de empresarios somalíes están financiando a los piratas, prestándoles dinero para los asaltos. Luego se reparten el botín con el jefe del clan y los corsarios.
QUIÉN
Se calcula que, actualmente, existen entre 1.000 y 1.500 corsarios en la zona. Disponen de en torno a 60 pequeñas embarcaciones y barcos nodriza que les permiten atacar a hasta 500 millas de la costa.
Pescadores y guardacostas
La mayoría de los piratas son jóvenes pescadores procedentes de zonas pobres del país que han visto en esta actividad un modo de sobrevivir. Pero, además de los pescadores, las bandas (o clanes) están integradas también por ex combatientes, técnicos expertos en aparatos de última tecnología y antiguos miembros del servicio de guardacostas somalí, entrenados en su día, según informa La voz de Galicia, por compañías británicas. Muchos, por tanto, tienen altos conocimientos de navegación.
Especializados
Las bandas están muy organizadas. Aparte de los que se encargan de los secuestros en sí, hay especialistas negociadores (como Mohamed Aden -en la foto junto a estas líneas-, jefe de uno de los cuatro clanes que intervinieron en el secuestro del Alakrana y uno de los hombres clave en las negociaciones para el pago del rescate y la liberación del atunero vasco), contables, traductores… Un traductor, según informó El País, puede ganar unos 5.000 euros por subirse a un barco y conversar con los rehenes.
Lujos
Según informó la BBC, el flujo de dinero por los rescates ha llevado a muchos piratas a llevar una vida ostentosa y de lujos. La cadena británica señalaba que algunos se están construyendo casas nuevas y se permiten tener dos y hasta tres esposas.
Todo ello, sin embargo, ha resultado en el encarecimiento de la economía local por la gran cantidad de dólares, que varía las tasas de cambio de moneda. El poder de compra, además, está incentivando el consumo de drogas y alcohol.
Drogas
Muchos de ellos consumen de forma habitual khat (también llamado qat, o chat), unas hojas que mastican y les provocan estados de agresividad y euforia durante los secuestros.
Clanes
Los piratas están divididos en muchos grupos, pero los principales son cuatro: los Marines Somalíes (el más organizado y uno de los participantes en el secuestro del atunero vasco Playa de Bakio), los Grupos de Putlandia, los Grupos de Marka y los llamados Guardacostas Voluntarios Nacionales.
Se estructuran en una especie de jerarquía militar, con almirantes, vicealmirantes, jefes de operaciones…
‘Boca ancha’
Pese a que no existe ningún jefe reconocido de todos los grupos, muchos expertos señalan como máximo líder a Mohamed Ali Hassann alias Afweyne (apodo que significa «boca ancha», por la cuantía de los rescates que cobra).
Uno de sus hijos dirigía a uno de los grupos implicados en el secuestro del Alakrana. Según La voz de Galicia, Afweyne suele estar en Libia, donde le protegería Gadafi, y tiene negocios en los Emiratos Árabes Unidos, India y Kenia.
CÓMO
Cómo actúan
Los grupos de corsarios más preparados están compuestos por entre 15 y 35 miembros. Cuando planean un ataque se dividen en dos subgrupos: el de asalto y el de bodega, que se hará cargo de los secuestrados.
La empresa danesa Risk Intelligence (especializada en asesorar a empresas y gobiernos en la lucha contra la piratería) ha calculado que las tripulaciones son retenidas unas cinco semanas de media hasta ser liberadas a cambio de un rescate.
En los asaltos, que suelen realizar con ganchos, cuerdas y escaleras por las que trepan a los barcos, llevan fusiles de asalto Kalashnikov, pistolas, pequeñas ametralladoras e incluso lanzagranadas.
Disponen de teléfonos por satélite, de sistemas GPS y hasta de gafas de visión nocturna. Parte de este material se lo facilitan los empresarios que les financian.
Atacan en grupos de entre dos y cuatro embarcaciones rápidas, y el asalto suele durar unos 15 minutos. Una vez secuestrado, llevan el barco a alguno de sus puertos seguros en la costa.
Aunque no hay referencia de ningún secuestrado asesinado, los piratas tratan a los secuestrados con violencia. El patrón del Alakrana calificó su secuestro de «infierno»: «Nos trataron mal, peor imposible», dijo.
Cómo se les está combatiendo
En junio de 2008, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó la resolución 1816 que autorizaba a navíos de guerra extranjeros a perseguir las embarcaciones piratas hasta diciembre siguiente, si contaban con el consentimiento del Gobierno somalí.
En noviembre de ese año, la ONU impuso nuevas sanciones a personas y entidades vinculadas a los piratas, y, en diciembre, el Consejo de Seguridad autorizó el uso de «toda las medidas necesarias» en tierra y aire a los países que contaran con consentimiento somalí.
En octubre de 2008, el presidente del Gobierno de Transición, Abdulahi Yusuf Ahmed, pidió a las fuerzas navales internacionales en el Índico que luchasen contra la piratería.
Tras ser secuestrado el Playa de Bakio en abril de 2008, un avión español P-3 Orión comenzó a patrullar en septiembre la costa norte somalí, en aguas internacionales.
Hasta mayo del año pasado, las fuerzas internacionales habían frustrado 85 ataques. La UE lanzó, en diciembre de 2008, la misión Atalanta, en la que participan diez países, incluida España, y que durará hasta finales de 2010. España estuvo al mando desde el pasado 6 de abril hasta el 13 de agosto. Es la primera operación naval común de la UE. El pasado marzo, la UE firmó un acuerdo con Kenia para juzgar y recluir a los piratas en este país africano.
La Armada estadounidense, por su parte, ha creado una fuerza especial, la Fuerza Combinada 151, para luchar contra los piratas.
Hasta mayo del año pasado, las fuerzas internacionales habían frustrado 85 ataques de corsarios.
En la defensa de los barcos están implicados también agentes privados de seguridad, ex militares y mercenarios. La semana pasada, setenta agentes privados de seguridad españoles, todos ellos ex militares, volaron a las islas Seychelles para embarcarse el lunes en 13 atuneros vascos. Cobrarán 5.165 euros al mes.
En general, los intentos por acabar con la piratería se ven limitados por la barrera que significa las aguas territoriales de Somalia. Las persecuciones a embarcaciones piratas se ven interrumpidas cuando éstas ingresan en el mar territorial, ya que no existe un permiso por parte del Gobierno para poder entrar.
DÓNDE
Puntland
La mayor parte de las bases de los piratas se encuentran en la provincia de Puntland (Puntlandia, en español) y, concretamente, en el poblado de Eyl.
Situada en uno de los puntos geográficos más estratégicos del Mar Rojo y el Océano Índico, en el Cuerno de África, Puntland no ha sido reconocida por país ni organización internacional alguno, pese a que se autoproclamó independiente de Somalia el 24 de julio de 1998, hace ya más de 10 años.
En diciembre de 2004 la costa somalí, y especialmente la de Puntland, sufrió serios daños por el tsunami que barrió las costas del Índico tras el terremoto de Indonesia. Se acusó entonces a la comunidad internacional de ignorar tanto Puntland como otras zonas afectadas.
CUÁNDO
Desde 2007 dos pesqueros españoles han sido secuestrados por piratas somalíes, el Playa de Bakio que permaneció retenido del 20 al 26 de abril de 2008 y el atunero vasco Alakrana, secuestrado en aguas internacionales del Océano Índico, con 36 tripulantes a bordo, el 2 de octubre de 2009 y liberado el 17 de noviembre tras el pago de un rescate que oscila entre 2,3 y 2,7 millones de euros, según distintos medios de comunicación..
No obstante, se han producido varios intentos de asalto a embarcaciones españolas en las costas de Somalia. Ésta es la cronología de estos ataques:
2008
- Del 20 al 26 de abril. Secuestro del atunero Playa de Bakio.
- 11 de septiembre. El Playa de Anzoras, un atunero, escapa de un intento de secuestro.
2009
- 13 de marzo. Los piratas intentan secuestrar el atunero Felipe Ruano, que logra huir tras ser perseguido y acosado por lanchas.
- 3 de septiembre. El Alakrana consigue huir de los piratas.
- 7 deseptiembre. El Campo Libre Alai abandona la zona en la que se encontraba tras detectar una embarcación de piratas.
- 9 de septiembre. El atunero Intertuna dos, con base en Seychelles, escapa de un intento de asalto cuando faenaba a 420 millas de la costa de Somalia.
- 2 de octubre. El pesquero vasco Alakrana, con base en el municipio vizcaíno de Bermeo, es secuestrado en aguas internacionales, a unas 800 millas del perímetro de la operación de seguridad Atalanta y a unas 400 millas de la costa de Somalia. Era el segundo ataque sufrido por esta embarcación, el anterior fue el 3 de septiembre. Fue liberado el 17 de noviembre.
- 30 de octubre. Unos piratas en un esquife intentan secuestrar el buque Iria Flavia, embarcación auxiliar de la flota atunera. El buque español aprovechó una avería en la embarcación pirata que le seguía para escapar y refugiarse en el archipiélago de Chagos.
- 31 de octubre. El atunero vasco Artza, que faena con bandera de Seychelles, logra escapar de tres embarcaciones piratas gracias a los disparos efectuados por la seguridad privada que viaja abordo. El pesquero, con una treintena de tripulantes, se encontraba a unas 250 millas de las costas de Somalia.
- 19 de noviembre. El atunero vasco Txori Gorri avista una embarcación pirata, pero los guardias de seguridad privada que llevaba a bordo les disuaden de un posible abordaje.
POR QUÉ
La piratería en Somalia surge a principios de los años noventa, propiciada por la caída del Gobierno tras el inicio la guerra civil en este país. Sus causas son múltiples y complejas. Los siguientes factores juegan, todos ellos, un papel fundamental.
Caos político
Somalia está inmersa en el caos y sin un gobierno efectivo desde 1991, cuando fue derrocado el régimen del dictador Siad Barre por un grupo de señores de la guerra, que controlan distintas zonas del país.
La inexistencia de un gobierno central hace de Somalia un estado fallido, incapaz de imponer autoridad y en una situación de ausencia total de legalidad. Los señores de la guerra y los clanes mafiosos se han multiplicado. El problema, además, está unido a la inestabilidad política de las provincias somalíes de Puntland y Galmudug, que cuentan con gobiernos propios.
Beneficio económico
Según un informe de la ONU de 2008, los piratas obtuvieron ese año más de 24 millones de euros en concepto de rescates. Otras fuentes hablan de 50 millones. Para financiar un ataque pirata hacen falta unos 30.000 dólares (20.000 euros). Mantener un secuestro en alta mar cuesta unos 70 euros diarios.
Los piratas ganan un millón de dólares de media por barco, mientras que el ingreso per cápita somalí es de 600 dólares anuales. Estas ganancias han atraído a señores de la guerra e inversores, que apoyan y financian sus actividades.
Pesca ilegal y vertidos tóxicos
Desde la caída del Gobierno, flotas extranjeras comenzaron a practicar la pesca ilegal en aguas de Somalia, esquilmando las costas de este país. Actualmente se calcula que hay unos 700 barcos extranjeros faenando ilegalmente en la zona. Algunas compañías han aprovechado, además, para verter toneladas de residuos tóxicos en un mar no vigilado.
Los piratas habrían decidido proteger la costa para asegurar sus recursos, antes de que la milicia se viera envuelta.
El asunto, no obstante, es polémico. Para unos, los piratas son víctimas de la explotación del primer mundo, y han encontrado en esta actividad la única forma de defender lo poco que tienen y de sobrevivir. Para otros, son simples delincuentes envueltos en redes mafiosas.
¿Fundamentalismo islámico?
Otro de los aspectos controvertidos es la posible implicación de grupos fundamentalistas islámicos en la piratería. La compañía danesa Risk Intelligence, por ejemplo, rechaza esta teoría y asegura que «carece de fundamento», añadiendo que los movimientos islámicos han sido sus principales oponentes.
En este sentido, recuerda que la piratería comenzó a decaer tras el alzamiento de la Unión de Cortes Islámicas en 2006, y que volvió a crecer con la invasión etíope en diciembre de ese mismo año.
Sin embargo, y según informó la página Jane’s Terrorism and Security Monitor, citada por el periodista Hernán Zin en su blog Viaje a la guerra, cuando la invasión etíope respaldada por EE UU volvió a sumir al país en el caos, los islamistas del sur del país establecieron una nueva relación con los piratas, usándolos para que les transportasen armas desde Eritrea.
Y AHORA QUÉ
A corto plazo, Risk Intelligence propone aumentar el control y la presencia naval en la zona, pero a medio plazo señala que será necesario estabilizar las estructuras políticas e impulsar el desarrollo.
La UE, para ayudar a estabilizar Somalia, aprobó el 17 de noviembre de 2009 la creacion de una misión militar para la formación de miembros de las fuerzas de seguridad en este país. Ésta podría comenzar sus trabajos antes de 2010, tendría una duración inicial de un año y los entrenamientos se llevarían a cabo en campos de Uganda.
Las aguas del Golfo de Adén son ahora las más peligrosas del mundo, seguidas de la costa este somalí. A continuación figuran las aguas de Nigeria y Perú, que han desplazado al Estrecho de Malaca, antaño la ruta más insegura.