Este lunes se cumplirán 30 años desde que, a las 6.22 h del 2 de abril de 1982, un viernes, los primeros soldados del Regimiento de Infantería número 25 del Ejército argentino comenzaron a desembarcar en las islas Malvinas, un remoto archipiélago del Atlántico Sur barrido por los gélidos vientos de la Antártida, y situado a unos 490 kilómetros del continente suramericano y a más de 13.000 del Reino Unido, el país que, bajo el nombre de islas Falklands, lo ocupaba desde hacía un siglo y medio.
La guerra (que nunca fue declarada oficialmente) duró 74 días y se saldó con más de 900 muertos. La aplastante victoria británica dejó las Malvinas como estaban, dio la puntilla a la dictadura argentina y supuso un balón de oxígeno para la entonces primera ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher. Tres décadas después, la herida, que parecía, si no cerrada, sí al menos anestesiada, ha vuelto a abrirse, en un conflicto donde se mezclan el sentimiento nacionalista y los intereses económicos.
1. ¿A qué se debe el momento actual de tensión?
A principios de 2010, las autoridades locales de las Malvinas, guiadas por Londres, empezaron a hacer concesiones unilaterales a empresas británicas para la exploración de gas y petróleo en la zona del archipiélago. Buenos Aires, que nunca ha dejado de reclamar la soberanía de las islas, acusó a Londres de «depredar» los recursos naturales de la zona, y de ignorar las resoluciones de Naciones Unidas, que conminan a ambas partes a sentarse a negociar.
Aparte de su importancia estratégica en el contexto geopolítico antártico, las Malvinas, donde viven unas 2.900 personas, son ricas en recursos pesqueros y en reservas probables de hidrocarburos, y tienen un alto potencial para la extracción de minerales del fondo marino.
2. ¿Cómo ha ido aumentando?
Las reivindicaciones argentinas encontraron un amplio apoyo de los países latinoamericanos, y en diciembre de 2011 los gobiernos integrantes del Mercosur acordaron impedir el ingreso en sus puertos de barcos con bandera de las Malvinas.
Un mes después, en enero de 2012, el primer ministro británico, David Cameron, acusó a Argentina de ser un país «colonialista» y envió el HMS Dauntless, el destructor más moderno de la Marina Real, al archipiélago, a donde viajó también el príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión al trono, para realizar instrucción militar durante seis semanas, un hecho que Argentina calificó de acto de «provocación y «bravuconería».
En febrero de 2012, el desencuentro fue más allá, al acusar Argentina a Gran Bretaña ante el Consejo de Seguridad de la ONU de introducir armas nucleares y militarizar el Atlántico Sur. La denuncia fue rechazada por Londres, que aseguró que no tenía «ningún deseo o intención de incrementar la intensidad» del debate en torno a la soberanía de las islas.
Argentina aceptó entonces la oferta de mediación de la ONU para «coordinar una solución pacífica», pero el enfrentamiento continuó después de que Buenos Aires propusiera que empresas argentinas y multinacionales boicotearan la importación de productos británicos. Londres reaccionó llamando al encargado de negocios argentino para pedirle explicaciones, al tiempo que acusaba a Argentina de recurrir a una «política de la confrontación», y solicitaba el apoyo de la Unión Europea.
La UE instó a Argentina a respetar sus compromisos comerciales internacionales, requerimiento que Buenos Aires rechazó, mostrando su «sorpresa» por el «silencio» de la UE ante la negativa del Reino Unido a cumplir las resoluciones de Naciones Unidas que «le exigen» negociar por la soberanía.
3. ¿Cuál es la situación ahora?
A comienzos del mes de marzo, la presidenta argentina, Cristina Fernández, rebajó la tensión al proponer organizar vuelos a las Malvinas desde Argentina, para mejorar la conexión aérea. El enfrentamiento, sin embargo, volvió a subir cuando, el pasado día 15, Argentina anunció que emprenderá «acciones administrativas, civiles y penales» en tribunales locales e internacionales contra las empresas petroleras que participan en «la explotación ilegítima» de los recursos naturales en la zona.
El Gobierno británico calificó de «ilegal, impropia y totalmente contraproducente» esta «intimidación» de Argentina, tras considerar que la exploración de hidrocarburos en aguas de las islas del Atlántico Sur es «una acción comercial legítima» de los isleños. Las empresas británicas ya han invertido 1.500 millones de dólares en varias plataformas de exploración y tienen previsto invertir otros 2.000 millones en los próximos años.
Para tratar de apaciguar los ánimos, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) instó al Reino Unido a negociar una solución a la disputa de soberanía de las Malvinas, tras reiterar, no obstante, su respaldo a «los legítimos derechos» de Argentina.
El 22 de marzo, Argentina informó a las bolsas de Nueva York y Londres de cinco compañías que se exponen a «castigos» por su actividad petrolera «ilegítima» en las Malvinas.
4. ¿Cuáles son los argumentos de ambos países?
La controversia sobre la soberanía de las islas afecta incluso al descubrimiento del archipiélago. Según Argentina, las Malvinas fueron descubiertas en 1520 por la expedición del portugués Fernando de Magallanes, quien navegaba al servicio de España. Gran Bretaña, sin embargo, afirma que el primero en pisar las islas fue el capitán inglés John Strong, en 1690, y que éste les dio el nombre de su patrón, el vizconde de Falkland.
A partir de ahí, Argentina sostiene que sus derechos sobre las Malvinas los heredó al independizarse de la coroña española, en 1816. España había administrado el archipiélago desde que le fuera cedido por los franceses en 1767. El Reino Unido, por su parte, asegura que una expedición británica se asentó en las islas un año antes, en 1766, y que, aunque después se retiró, «la soberanía nunca fue cedida ni abandonada».
Con respecto a la presencia española, Londres mantiene que acabó en 1811, «dejando a las islas sin habitantes y sin ninguna forma de gobierno». Argentina, mientras, indica que el Reino Unido «permaneció en silencio más de 50 años», y que solo reclamó la soberanía cuando Buenos Aires comenzó a consolidar su influencia sobre el archipiélago tras la independencia.
5. ¿Cómo comenzó la ocupación británica?
El 2 de enero de 1833 llegó a las Malvinas una fragata de guerra británica al mando del capitán John James Onslow, quien comunicó a las autoridades argentinas que se disponía a reafirmar la soberanía del Reino Unido y a retomar la posesión de las islas en nombre del rey de Inglaterra. El capitán argentino José María Pinedo no se vio en condiciones de resistir y optó por retirar a sus hombres. Al día siguiente desembarcaron las fuerzas británicas e izaron su bandera.
6. ¿En qué se basan las reclamaciones de soberanía?
Aparte de las razones históricas y de la gran cantidad de años que lleva administrando el territorio, Londres invoca el principio de autodeterminación reconocido por la ONU, ya que la gran mayoría de los isleños (en torno al 90%, según los últimos sondeos realizados en el Reino Unido) desean seguir perteneciendo al Reino Unido.
Para Argentina, sin embargo, este principio no es aplicable, ya que para que lo sea debe existir una relación legítima entre la población y el territorio, algo que no existe en las Malvinas, porque fueron «ocupadas por la fuerza».
7. ¿Qué dice la ONU?
Naciones Unidas considera que la soberanía de las Malvinas, tanto de las islas como de sus espacios marítimos circundantes, está en litigio, si bien, hasta que ambas partes resuelvan el contencioso, permite que continúe la administración británica.
El archipiélago es uno de los 16 territorios no autónomos que la ONU mantiene bajo la supervisión de su Comité de Descolonización, un organismo que revisa anualmente la situación de las islas. Los otros territorios incluidos en este grupo son Anguila, Bermudas, Gibraltar, Guam, Islas Caimán, Islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes Británicas, Islas Vírgenes de los Estados Unidos, Montserrat, Nueva Caledonia, Pitcairn, Sáhara Occidental, Samoa Americana, Isla Santa Elena y Tokelau.
8. ¿Por qué decidió el régimen argentino ocupar el archipiélago?
A principios de los años ochenta, el modelo económico neoliberal impuesto en Argentina por la dictadura (autodenominada «Proceso de Reorganización Nacional») estaba agotado: un 90% de inflación anual, recesión profunda, interrupción de buena parte de la actividad económica, empobrecimiento de las clases medias, brusco aumento de la deuda externa, salarios cada vez más depreciados… La toma de las Malvinas fue, fundamentalmente, un desesperado intento del régimen por mantenerse a flote, en un periodo en el que, además de la grave situación económica, las protestas ciudadanas tras años de brutal represión eran cada vez mayores.
El gobierno del general Leopoldo Galtieri, quien había sustituido al general Roberto Viola, sucesor, a su vez, del jefe de la primera Junta Militar, Jorge Rafael Videla, capitalizó el arraigado sentimiento nacionalista argentino con respecto a las «islas perdidas», en una guerra que fue apoyada ampliamente por la población y que, al menos durante unos meses, logró incrementar la popularidad del régimen.
9. ¿Qué creía tener a su favor?
El Gobierno de Galtieri confiaba en que la toma de las islas obtendría el suficiente apoyo internacional, amparándose en una serie de resoluciones de la ONU que reconocían explícitamente la legitimidad de las guerras de liberación.
Además, la Junta Militar creía que el Reino Unido había dado señales de desinterés por el archipiélago (recortes presupuestarios, reducción de la presencia militar) y, en cualquier caso, contaba con que la guarnición británica en las islas era reducida. También daba por hecho que la lejanía a la metrópoli impediría la llegada de refuerzos a tiempo.
10. ¿Cuándo se decidió la invasión?
La llamada Operación Rosario, que incluía, además de las Malvinas, la toma de los archipiélagos de Georgias del Sur y Sandwich del Sur, también en disputa, fue diseñada en estricto secreto entre finales de 1981 y principios de 1982 por el almirante Jorge Isaac Anaya, miembro de la Junta presidida por Galtieri.
11. ¿Qué la desencadenó?
La crisis comenzó, en realidad, en las islas Georgias del Sur, pertenecientes también al Reino Unido, cuando, el 25 de marzo de 1982, Argentina abasteció allí sus buques nodriza y unos operarios izaron la bandera albiceleste en este territorio. Londres autorizó el envío de un buque de guerra como medida disuasoria y el gobierno de Galtieri respondió aprobando el despliegue de un escuadrón de fuerzas especiales.
El incidente precipitó el plan ideado por los militares argentinos para recuperar las Malvinas.
12. ¿Cómo transcurrió la guerra?
El conflicto bélico, paso a paso:
- 1 de abril de 1982. Gran Bretaña reclama la reunión urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, ante la inminente invasión argentina.
- 2 de abril. Diez mil soldados argentinos desembarcan en las islas. El gobernador británico se rinde a las pocas horas. El general Galtieri anuncia que las tropas han tomado tierra en las islas y reclama su soberanía: «Si quieren venir, que vengan, les presentaremos batalla», proclamará días después ante una multitud en Buenos Aires.
- 3 de abril. El Consejo de Seguridad aprueba la propuesta británica de la retirada de las tropas argentinas y la apertura de negociaciones. Gran Bretaña rompe relaciones con Argentina.
- 4 de abril. Fuerzas argentinas ocupan las islas Georgias.
- 5 de abril. Gran Bretaña envía tropas al Atlántico Sur, despues de que la primera ministra, Margaret Thatcher, diera su aprobación para recuperar las Malvinas. La Comunidad Económica Europea apoya al Reino Unido. Perú expresa su respaldo a Argentina, algo que al final se negará hacer el Chile de Pinochet.
- 6 de abril. El entonces presidente estadounidense, Ronald Reagan, designa para interceder en el conflicto al general Alexander Haig, quien se reúne en Washington con el canciller argentino, Nicanor Costa.
- 8 de abril. Haig se entrevista con Margaret Thatcher en Londres.
- 12 de abril. Gran Bretaña impone un bloqueo naval alrededor de las islas.
- 14 de abril. Thatcher recibe el respaldo de la Cámara de los Comunes.
- 22 de abril. Galtieri visita a las tropas acantonadas en las Malvinas.
- 25 de abril. Ataques británicos en las islas Georgias. El teniente de navío Alfredo Astiz, al mando de los efectivos argentinos, firma la rendición sin oponer resistencia. Astiz sería condenado años después por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la represión de la dictadura entre 1976 y 1983.
- 1 de mayo. Aviones y buques británicos bombardean el aeropuerto de la capital de las Malvinas (Puerto Argentino/Port Stanley).
- 3 de mayo. Un submarino británico de propulsión nuclear torpedea el crucero de guerra argentino General Belgrano fuera de las 200 millas de la zona de exclusión establecida alrededor de las islas. El barco se hunde y mueren más de 250 hombres.
- 4 de mayo. Aviones argentinos, equipados con misiles Exocet, hunden al destructor Sheffield.
- 21 de mayo. Cinco batallones británicos desembarcan en San Carlos, a 100 kilómetros al oeste de Stanley. Aviones argentinos hunden la fragata Ardent. Son abatidos 17 cazabombarderos argentinos. Ruptura definitiva de negociaciones.
- 23 de mayo. La fragata Antelope es severamente dañada por aviones argentinos. En la cabecera de playa de San Carlos hay ya 5.000 soldados británicos.
- 25 de mayo. En dos ataques aéreos son hundidos el destructor Coventry y la nave carguera Atlantic Conveyor, que transportaba una docena de helicópteros de los Royal Marines.
- 28 de mayo. Tropas británicas capturan Darwin y Goose Green.
- 8 de junio. Reagan ratifica el respaldo de EE UU al Reino Unido.
- 12 de junio. Ofensiva final británica sobre Port Stanley.
- 14 de junio. Rendición de las tropas argentinas. Las fuerzas británicas toman las islas, y Galtieri anuncia que está preparado para un alto el fuego. Un día después se dirige a la nación por televisión: «El combate de Puerto Argentino ha finalizado». El 18 de junio abandona el cargo.
13. ¿Por qué fue derrotada Argentina?
La superioridad logística y tecnológica británica acabó imponiéndose, favorecida además por graves fallos en la planificación de la defensa argentina. Los soldados argentinos, motivados por la propaganda y por el sentimiento nacionalista, pero, en muchos casos, jóvenes sin experiencia, mal equipados y mal abastecidos, se enfrentaron a tropas altamente profesionales, mucho mejor preparadas para el combate (uniformes térmicos, visores nocturnos, calzado adecuado, proyectiles trazadores, chalecos antibala, las armas más modernas, alimentación suficiente…) en un terreno tan hostil como las Malvinas.
Por otra parte, mientras que Gran Bretaña contó desde el primer momento con el enérgico apoyo de los países occidentales (incluyendo Estados Unidos, algo con lo que al parecer no contaban los militares argentinos, confiados en obtener la recompensa por su colaboración en las operaciones de Washington en Centroamérica) y del Consejo de Seguridad -la CE decretó incluso el embargo comercial a Argentina-, Buenos Aires sólo recibió el respaldo moral de la mayor parte de la comunidad iberoamericana, de los Países No Alineados, de la ex Unión Soviética y, en una calculada ambigüedad, de España (el Gobierno español condenó el uso de la fuerza, a la vez que defendió «la descolonización de las islas en favor de la integridad territorial argentina»).
14. ¿Cuántas víctimas hubo?
Por el lado argentino se contabilizaron 649 muertos y más de 1.200 heridos; por el británico, 255 muertos y más de 750 heridos. Entre las víctimas hubo también tres civiles (tres mujeres isleñas).
Además, se calcula (no hay cifras oficiales) que más de 450 excombatientes argentinos y otros 300 británicos se han suicidado desde entonces. Un estudio publicado por el Gobierno argentino al cumplirse el 25 aniversario de la guerra indicó que hasta el 40% de los soldados argentinos que participaron en el conflicto pensó en suicidarse después de la contienda.
15. ¿Cuáles fueron las consecuencias políticas?
En Argentina, la derrota acabó políticamente con la dictadura de los generales. Cuatro días después de la rendición, Galtieri fue destituido y Reynaldo Bignone, su sustituto, comenzó a dar los primeros pasos hacia la transición democrática.
En el Reino Unido, la victoria sacó al gobierno conservador de Margaret Thatcher del agujero de popularidad en que se encontraba por sus duras políticas sociales. La ‘dama de hierro’ ganó las elecciones de 1982 con la más amplia mayoría conseguida por un candidato desde 1935.
16. ¿Cómo evolucionó después el conflicto?
Al año siguiente de la guerra, y con la democracia, presidida por Raúl Alfonsín, recién estrenada en Argentina, la tensión entre las dos naciones se fue reduciendo, aunque sin grandes avances. Sin embargo, el sucesor de Alfonsín, Carlos Menem, se volcó desde el principio de su mandato en promover las negociaciones para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas.
En octubre de 1989 quedaron restauradas las relaciones consulares y el 17 de febrero de 1990, tras cuatro días de conversaciones en Madrid, se reanudaron las relaciones diplomáticas, con la condición de que el tema de la soberanía de las Malvinas quedara bajo un «paraguas diplomático», figura jurídica que significa que se discutirán todos los asuntos bilaterales a excepción del contencioso territorial, ignorando así el punto de la resolución 502 que instaba a las dos partes a iniciar negociaciones para decidir el futuro de las islas. La reivindicación de Buenos Aires sobre la soberanía del archipiélago volvió a sus cauces habituales.
En marzo de 2007, el gobierno de Néstor Kirchner anunció la finalización del acuerdo de cooperación suscrito entre Argentina y el Reino Unido en 1995 para la explotación de los hidrocarburos en las islas Malvinas.
17. ¿Qué pasó con los veteranos?
Algunos veteranos argentinos de la guerra de las Malvinas han denunciado las malas condiciones en que se les envió al combate y aseguran que fueron maltratados por sus superiores, al tiempo que siguen exigiendo indemnizaciones y que se haga justicia.
Según indicó a la agencia Efe Ernesto Alonso, del Centro de Ex-combatientes Islas Malvinas de La Plata (Cecim), los procesos por abusos en las Malvinas suman más de un centenar e involucran a 80 oficiales y suboficiales. Pese que varios tribunales han dado la razón a los veteranos, «ningún mando militar ha sido condenado hasta ahora», denunció.
Por otro lado, a muchos veteranos, traumatizados por la guerra o mutilados, y la mayoría procedentes de clases económicas desfavorecidas, les resultó imposible encontrar un empleo para poder rehacer sus vidas.
Tuvieron que pasar más de diez años desde el final del conflicto para que los veteranos empezaran a recibir pensiones mensuales, y la primera clínica psiquiátrica dedicada a su atención abrió el mes pasado. La única encuesta sobre la salud mental de los veteranos, realizada en 1995, reveló que más del 80% todavía padecían ansiedad e irritabilidad, y que el 58% sufrían depresiones frecuentes.
18. ¿Qué opinan hoy los británicos?
Hace dos semanas, una encuesta encargada por el diario británico The Guardian señalaba que los ciudadanos del Reino Unido se muestran mayoritariamente a favor de «proteger el archipiélago» de las Malvinas, «mientras sus habitantes quieran ser protegidos, y sin importar el coste». Según el sondeo, el 61% optaría por esta postura, mientras que el 32% cree que el Reino Unido «debería estar preparado para negociar con Argentina una eventual entrega de las islas».
19. ¿Y los argentinos?
En Argentina, donde la causa de las Malvinas ha recibido recientemente el apoyo de artistas españoles como Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat, un sondeo elaborado por el Centro de Opinión Pública de la Universidad de Belgrano, en Buenos Aires, y publicado por el diario La Nación, indica que, mientras el 69% de los encuestados cree importantes los intentos diplomáticos que realice el gobierno argentino para recuperar la soberanía, el 91% rechaza una intervención violenta. El 65% piensa que el país está en mejores condiciones hoy para negociar la soberanía, pero la mitad de los encuestados están convencidos de que nunca se resolverá el conflicto. La mayoría no aceptaría soluciones negociadas, como compartir la soberanía con Gran Bretaña, y el 70% afirma que los británicos jamás estarán dispuestos a sentarse a negociar. Solo para el 18% la soberanía sobre las islas pertenece a Gran Bretaña, y un 10% cree que ambos países tienen iguales derechos.
20. ¿Cómo son las Malvinas?
El archipiélago de las Malvinas, con unos 2.900 habitantes, aproximadamente el 70% de origen británico, está formado por algo más de 200 islas, entre las que destacan dos principales: la isla Gran Malvina, al oeste, con una superficie de 4.377 km²; y la isla Soledad, al este, con 6.353 km².
El clima es oceánico subantártico, muy influenciado por el mar. La temperatura máxima promedio en enero es de 12,8 °C, mientras que en julio es de cerca de 3,9 °C. Más de la mitad del año los días son lluviosos, y la humedad y los vientos son constantemente altos.
La economía estaba basada tradicionalmente en la ganadería, principalmente la cría ovina, pero hoy en día la pesca constituye el núcleo principal de la actividad.
A los residentes de las Malvinas se les conoce como kelpers, un gentilicio que deriva de las algas que se encuentran alrededor de las islas (kelp en inglés). No obstante, ellos prefieren llamarse islanders (isleños). En español, el gentilicio es «malvinenses».