A finales de la década de los noventa, las Bolsas de las naciones occidentales experimentaron un aumento vertiginoso de sus valores como consecuencia del avance, que parecía imparable, de las empresas tecnológicas vinculadas al nuevo sector de Internet. Fue un periodo marcado por la fundación de numerosas compañías basadas en la Red, designadas comúnmente como empresas punto com. El rápido aumento de los precios de las acciones, la especulación individual y la gran disponibilidad de capital de riesgo crearon un ambiente de euforia que acabó viniéndose abajo con espectaculares quiebras. Fue el estallido de la llamada «burbuja.com».
Diez años después, sin embargo, Internet, gracias, entre otras cosas, al enorme potencial económico de las redes sociales y de los nuevos hábitos culturales de consumo, hace tiempo que dejó de ser un arriesgado sector emergente, para convertirse en uno de los pilares del mundo financiero, y las «empresas.com», ahora que han encontrado ya su camino, parecen estar demostrando que la crisis no va con ellas, o al menos, no tanto.
El pasado viernes 22 de julio, el Nasdaq 100, nombre con que se conoce al índice bursátil que dominan los gigantes de la tecnología de Estados Unidos, cerró en uno de sus niveles más altos de los últimos diez años, a pesar de la enorme incertidumbre generada en este país por el bloqueo de las negociaciones sobre la deuda, y en medio de una crisis de desconfianza de los mercados en Europa que también afecta al otro lado del Atlántico, y que la aprobación de un nuevo rescate a Grecia tan sólo ha puesto en punto muerto.
En un día bastante aciago para el índice Dow Jones industrial, que cayó 42,25 puntos, hasta los 12.681 (un -0,34%), arrastrado por los malos resultados de Caterpillar, una empresa de maquinaria pesada, los inversores se volcaron en las acciones de las tecnológicas y empujaron al Nasdaq hasta los 2.858 puntos, con una subida de 24.40 puntos (0,86%), alentados por la buena marcha de empresas del sector de semiconductores como AMD (sus acciones se dispararon un 19,2%) o Sandisk, un fabricante de chips de memoria flash utilizados en teléfonos inteligentes y en ordenadores de tipo tableta como el iPad.
Y a cierre del martes 26 de julio algo había caído, unos pírricos 18 puntos, pero acababa la jornada en la alentadora cifra de 2.840 puntos. El Dow Jones en cambio sumaba una caída desde el viernes de otros 180 puntos.
De beneficio en beneficio
Buena parte de la culpa de este optimismo la tienen los buenos resultados anunciados estos últimos días por tres grandes de Internet: Yahoo, Microsoft y Apple. Yahoo obtuvo un beneficio neto de 237 millones de dólares en el segundo trimestre de 2011, un 11% más que en el mismo periodo de 2010; Microsoft incrementó el suyo en un 30%, hasta los 5.874 millones de dólares, y totalizó en el año 23.150 millones de dólares, un 23% más (unos resultados que superaron las expectativas de los analistas, que habían previsto unos beneficios parciales de 4.900 millones de dólares en el trimestre y unos totales de 22.100 millones de dólares para la conclusión del año fiscal); y Apple, la gran triunfadora, hizo historia al lograr un crecimiento en sus beneficios de un 125%, con ventas récord de 20,34 millones de iPhones y 9,25 millones de iPads. Eso supone unas ganancias de nada menos que 7.310 millones de dólares, con ventas por valor de 28.570 millones dólares en el trimestre cerrado el pasado 25 de junio. Como dijo Steve Jobs, cofundador y actual dirigente de la compañía de la manzana, al conocer los resultados, «estoy emocionado».
Y no son los únicos: a mediados de junio Google batió también su propio récord de beneficio neto en el segundo trimestre del año, con un aumento de más de un 36% (2.505 millones de dolares), y, en lo que respecta al sector puramente tecnológico, el fabricante de procesadores Intel ganó 2.950 millones de dólares en el segundo trimestre, un 2% más que hace un año, y sus ingresos subieron en el mismo periodo de 10.800 millones a 13.000 millones.
Los últimos en dar buenos datos han sido el gigante de los videojuegos Electronic Arts y Amazon. El primero en su primer trimestre ha logrado que sus ingresos crezcan un 130% y sus beneficios un 23% respecto al mismo periodo del año anterior superando las expectativas de los analistas. Unas expectativas que también ha superado Amazon, el comercio online por excelencia, cuyos beneficios cayeron un 8% por una buena causa (inversiones estratégicas), pero con unos ingresos que crecieron un 51%.
Los recién llegados, además, también son bien recibidos por los inversores, al menos en EE UU, donde vuelve a existir una gran expectación ante cada compañía online que decide estrenarse en el parqué bursátil. El último ejemplo lo protagonizó la web de listados de ventas inmobiliarias Zillow, cuyo debut en el Nasdaq disparó sus acciones en más de un 200% en cuestión de minutos, alcanzando un valor de mercado que superó los 1.000 millones de dólares.
Menos ventas
No todo, obviamente, son buenas noticias, ni todas las empresas tecnológicas o basadas en Internet están capeando la crisis de la misma manera. El portal de subastas eBay, por ejemplo, cerró el segundo trimestre con un beneficio neto de 283 millones de dólares, por debajo de los 412 millones de hace un año, una caída que se produjo a pesar de que los ingresos subieron un 25%, hasta los 2.760 millones.
Y las propias Yahoo y Microsoft siguen viendo decrecer sus ventas, pese a los beneficios conseguidos. Así, los ingresos de Yahoo entre abril y junio se situaron en 1.076 millones de dólares, lo que supuso un descenso del 5% interanual, frente a los 1.128 millones del segundo trimestre de 2010, y las ventas del emblemático sistema operativo Windows de la compañía de Bill Gates decepcionaron por tercer trimestre consecutivo, al caer a 4.740 millones de dólares en el último trimestre del año fiscal, frente a los 4.780 millones del mismo periodo del pasado año, algo que Microsoft, sin embargo, pudo compensar gracias a las buenas ventas de Office y de la consola Xbox, y de una fuerte rebaja en su factura fiscal.
Eso sin contar que Cisco Systems, el mayor fabricante de tecnología de redes informáticas del mundo, anunció hace solo unos días que prevé eliminar unos 6.500 empleos, entre los que se encuentran numerosos puestos ejecutivos, como parte de un plan de reducción de costes.
Cambio de liderazgo
Muchos analistas coinciden en señalar que lo que está ocurriendo es un cambio de liderazgo en el sector tecnológico. El ritmo no lo marcan ya los pesos pesados de la industria (como Cisco), sino un nuevo grupo de compañías que giran en torno a los servicios, los contenidos, el consumo y las redes sociales, y no tanto en torno a la tecnología pura y dura. Es decir, Apple, Google, Facebook, Amazon…
Apple ha revolucionado el mundo del móvil y la manera en que se utiliza Internet; Google ha trascendido de su posición de líder indiscutible como buscador y ha entrado en otros ámbitos (Google+, en clara competencia con Facebook, es el último de ellos); Facebook, pese a amenazas como la de Google+, ha logrado convertirse en la gran red social de referencia, con 750 millones de usuarios y un valor de mercado de 80.000 millones de dólares, y Amazon sigue siendo el gran rey del comercio electrónico.
El sector, además, cuenta con otro gran número de empresas que vienen pisando cada vez más fuerte, y que aspiran a unirse a este selecto club. Es el caso, según informa el diario Cinco Días, de Zynga, la firma de juegos sociales en Facebook, con más de 60 millones de usuarios activos al día, 232 millones al mes y casi 600 millones de dólares de ingresos el año pasado; Square, fundada por uno de los padres de Facebook; el servicio online de música en streaming Spotify, que ha logrado entrar al fin en Estados Unidos; o, por supuesto, Twitter, cuyos 200 millones de usuarios registrados envían cada día más de 200 millones de tweets, un 208% más que hace un año.
No faltan los analistas del sector que vaticinan una segunda «burbuja.com», peor aún incluso que la primera. Pero para la mayoría de los expertos, esta vez los cimientos están mucho mejor sentados. De momento, en cualquier caso, Internet parece estar siendo, literalmente, una buena red para amortiguar los efectos de la caída de la crisis.