El apóstol

Miguel Máiquez, 10/02/2009

La velocidad me pega a la tierra, hace que la sienta como una parte de mí. O a mí como parte de ella. Siento la dureza o la suavidad del suelo. Cambia constantemente, más rápido que el pensamiento. Siento la humedad y la sequedad. Apenas controlo el movimiento de mis patas. No lo controlo en absoluto. Me dejo llevar, como arrastrado por una fuerza fuera de mí. Es el viento y no lo es; también la luna, pero no sólo ella. Es como un corazón exterior, como si mi propio corazón estuviese al mismo tiempo dentro y fuera de mí. Impulsándome y empujándome.

El hambre me pega a la vida. El hambre voraz. La inmensa paz, casi inconsciente, una vez saciada. No sé lo que es matar, no como una vez lo supe, al menos. Matar no es ya poner fin a otra vida. Es absorberla, unirme a ella, confundirme en otra existencia, que, a la vez, se funde conmigo para ser en mí, tal vez, algo distinto, o algo más.

Pero la memoria me turba, me saca de mí mismo, me sitúa en un paisaje extraño de ecos e imágenes difusas. Como cuando doy con los restos de una hoguera en el bosque y me acerco con cuidado a las brasas, fascinado, precavido, temeroso, y algo, desde lo más profundo de mi ser, me envía la intuición de encontrarme ante el gran misterio. Y me embriago con las huellas de otro tiempo, un tiempo de hombres y de lobos, otros lobos, un tiempo de palabras, pero vuelvo después a adentrarme en la espesura y el olvido.

Corro colina arriba, hasta la cumbre, sin parar, y al llegar mis pulmones apenas pueden contener el ritmo salvaje de mi respiración. Es entonces cuando más cerca estoy de entender quién fui, si es que fui otro. Fui bueno, amé cada rincón de esta tierra y a todas las criaturas que la habitan; fui un apóstol… Y tuve un nombre, mi nombre… Pero entonces me invade el aullido y ya no importa. Porque sigo vivo, tremendamente vivo.

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Foto: Fundación Félix Rodríguez de la Fuente

Publicado el 10/2/2009
En el relato: Félix Rodríguez de la Fuente
Imagen superior: «El hombre y la tierra», capítulo 55: «El lobo» (TVE, 1977)

Comentarios

4 comentarios

  • denkraum dice:

    hay historias de extraterrestres y tb de intraterrestres, que en lugar de traspasar las fronteras del espacio, cruzan las fronteras entre especies, entre lenguajes, entre el hombre y la naturaleza… y tú lo has escrito como si hubieras estado en ambos lados para contarlo! ; )

  • Miguel dice:

    Gracias, pero es Félix quien estuvo (está) en los dos lados. Por eso se me sigue erizando la piel cuando escucho esa sintonía…

    PD. Lo que tiene pertenecer a la gloriosa generación de los ochenta, también… 🙂

  • javier dice:

    CUIDADO!: MIGUEL POU HACE USO ILEGAL DE LA OBRA DE FÉLIX
    Quiero llamar la atenció sobre esta persona que se presenta como director del llamado “Proyecto Félix” y que constantemente aparece en internet vinculado a la vida y
    obra de Félix Rodríguez de la Fuente y su equipo.
    Miguel Pou Vazquez es, en efecto un extraño sujeto que vive de explotar el esfuerzo de los demás. Desde hace años se ha autonombrado “biógrafo oficial” de nuestro recordado Félix Rodríguez de la Fuente, pese a la oposición manifiesta de la familia de Félix. Y se dedica a vender grabaciones de programasde radio de los que no tiene adquirido ningún derecho de radiodifusión ni de nada. No es más que un caradura que se aprovecha de la buena fe que admiramos la obra de Félix, amparándose en el hecho de haber publicado una biogarfía sobre Félix bastante discutible.
    Como ya han mencionado otras personas yo también me he sentido estafado por Miguel Pou , y me sumo al llamamiento para desenmascarar a este impostor que se dedica a cobrar cuotas de un supuesta “Asociación de Amigos de Félix” que ni lleva balances contables ni se le conoce actividad alguna que no sea la de sufragar la holgada vida de su “presidente”.
    Mientras hay idiotas que mantengamos a esta clase de listillos, la imagen de Félix seguirá manchada por alguien que no tuvo NADA QUE VER con su vida, su obra ni mucho menos con su TRABAJO.

  • Luis Gallego dice:

    Sí, subscribo lo que dices: tiene un ego que le llega hasta las antípodas, y además parece transmitir la idea de que es «el elegido» para preservar el acervo de Félix. Pensar en cualquier relación entre el espíritu y el mensaje de Félix y el proceder de este sujeto es pura fantasía. Yo estuve en su Proyecto varios años y me siento estafado y engañado en ingenuidad: por lo menos, hasta que lo conocí personalmente y ví a una persona sólo preocupada por alimentar su ego, por vender sus libros y que nos trataba a los demás como personas situadas a un escalón inferior al del suyo. Han pasado años pero me siento obligado a dejar este mensaje para todas las personas de buena fe y admiradoras de la obra de Félix para que tengan la mayor de las prevenciones y alerta si entran en contacto con Miguel Pou, su «ONG» y sus actividades. Buscad información en Internet y no caigáis en la trampa de las mezquindades de aquellos que sólo usan a Félix para engordar su ego y su cuenta bancaria

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