La justicia internacional enseña los dientes

En ape­nas una sem­ana, la jus­ti­cia inter­na­cional ha con­segui­do apun­tarse dos tan­tos muy impor­tantes. El pasa­do lunes, tras doce años en bus­ca y cap­tura, y en lo que se con­sid­era un claro gesto de acer­camien­to a la Unión Euro­pea, Ser­bia detenía al fin a uno de los pre­sun­tos crim­i­nales de guer­ra más persegui­dos, el líder de los ser­bios de Bosnia, Radovan Karadz­ic, que pasará aho­ra a manos del Tri­bunal Penal Inter­na­cional para la Antigua Yugoslavia. Tan sólo unos días antes, el 15 de julio, por primera vez en la his­to­ria una corte inter­na­cional imputa­ba a un jefe de Esta­do en acti­vo, el pres­i­dente de Sudán, Omar al Bashir, por geno­cidio, crímenes de guer­ra y crímenes con­tra humanidad. Bashir ha sido acu­sa­do de ser el orga­ni­zador de la trage­dia de Dar­fur.

Este paso ade­lante dado por la Corte Penal Inter­na­cional puede supon­er un hito históri­co, pero tam­bién un prece­dente. Has­ta los años noven­ta los jefes de Esta­do y de Gob­ier­no tenían la impunidad prác­ti­ca­mente ase­gu­ra­da, y, si bien des­de entonces son var­ios los man­datar­ios que, como el ex pres­i­dente de Fran­cia Jacques Chirac, han tenido que com­pare­cer ante la jus­ti­cia de sus pro­pios país­es, has­ta aho­ra tan sólo ex gob­er­nantes, como el ser­bio Milo­se­vic o el ex pres­i­dente de Liberia Charles Tay­lor, habían lle­ga­do a ser juz­ga­dos en tri­bunales inter­na­cionales, en un camino que con­tribuyó a abrir de man­era defin­i­ti­va el auto del juez español Bal­tasar Garzón con­tra el ex dic­ta­dor chileno Augus­to Pinochet.

Aunque lenta­mente, y aún esca­sos, la jus­ti­cia inter­na­cional empieza a dar resul­ta­dos y a ir ponien­do pun­to y final, poco a poco, a la impunidad que car­ac­ter­izó la may­or parte del siglo pasa­do, el siglo de geno­ci­das como Hitler, Stal­in, Pol Pot o Idi Amin, un siglo en el que se cal­cu­la que 115 mil­lones de los 235 mil­lones de per­sonas que murieron en guer­ras fal­l­ecieron a manos de sus pro­pios gobernantes

¿Has­ta dónde puede lle­gar la jus­ti­cia inter­na­cional? ¿Cómo está orga­ni­za­da y des­de cuán­do? ¿Qué es un crimen de guer­ra? ¿Qué pro­ce­sos hay abier­tos, dónde y con­tra quién? ¿Cuáles son los crim­i­nales de guer­ra más bus­ca­dos en la actu­al­i­dad? ¿Podría un tri­bunal inter­na­cional lle­gar a juz­gar, por ejem­p­lo, a Cas­tro, a Mugabe, a Sharon, a Bush…?

1. ¿Qué es un crimen de guerra?

Es la vio­lación de las pro­tec­ciones que estable­cen las leyes y las cos­tum­bres durante un con­flic­to arma­do, leyes que están definidas en el dere­cho inter­na­cional, incluyen­do la Con­ven­ción de Gine­bra. Se incluye des­de los mal­os tratos a pri­sioneros has­ta el genocidio.

Conc­re­ta­mente, la Con­ven­ción de Gine­bra cita como infrac­ciones graves que pueden ser con­sid­er­adas como crímenes de guer­ra el homi­cidio inten­cional, la tor­tu­ra o los tratos inhu­manos, inclu­i­dos los exper­i­men­tos biológi­cos; causar delib­er­ada­mente grandes sufrim­ien­tos o aten­tar grave­mente con­tra la inte­gri­dad físi­ca o la salud; la deportación o el trasla­do ile­gal, la deten­ción ile­gal; forzar a una per­sona pro­te­gi­da a servir en las fuerzas armadas de la poten­cia ene­mi­ga, o el hecho de pri­var­la de su dere­cho a ser juz­ga­da legí­ti­ma e impar­cial­mente; la toma de rehenes y la destruc­ción y la apropiación de bienes no jus­ti­fi­cadas por necesi­dades mil­itares y real­izadas a gran escala de modo ilíc­i­to y arbitrario.

Por su parte, el Tri­bunal Penal Inter­na­cional para la Antigua Yugoslavia (TPIY) men­ciona como crímenes de guer­ra la destruc­ción de pobla­ciones no jus­ti­fi­ca­da por necesi­dades mil­itares, el ataque a pobla­ciones inde­fen­sas, la destruc­ción de insti­tu­ciones ded­i­cadas a la cari­dad, la religión, la edu­cación, las artes y las cien­cias, así como la destruc­ción de mon­u­men­tos históricos.

2. ¿Es una definición exacta?

No. De hecho, aún está suje­ta a con­tro­ver­sia. El desplaza­mien­to de civiles, por ejem­p­lo, no siem­pre es con­sid­er­a­do como crimen de guer­ra, ya que se puede aludir que se hizo para pro­te­gerles. Sólo se con­sid­era crimen de guer­ra cuan­do se hace como parte de una limpieza étni­ca o de un cas­ti­go colectivo.

Los ataques con­tra infraestruc­turas del Esta­do –car­reteras, puentes, esta­ciones eléc­tri­c­as– tam­poco serían con­sid­er­a­dos crímenes de guer­ra por la Con­ven­ción de Gine­bra, pese a sus efec­tos sobre la población civil.

3. ¿Cuándo se empezó a hablar de crímenes de guerra?

Hace rel­a­ti­va­mente poco tiem­po. Has­ta la Segun­da Guer­ra Mundi­al, las atro­ci­dades cometi­das durante un con­flic­to eran, por lo gen­er­al, con­sid­er­adas como parte con­sus­tan­cial de la guer­ra. Sin embar­go, el geno­cidio de mil­lones de per­sonas –sobre todo, judíos– por parte de los nazis, o los abu­sos per­pe­tra­dos por el Ejérci­to japonés con­tra la población civ­il y los pri­sioneros, lle­varon a los vence­dores de esta con­fla­gración a juz­gar y con­denar a los que fueron con­sid­er­a­dos como respon­s­ables de estos crímenes.

4. ¿Cuándo se juzgaron por primera vez?

Tras la Segun­da Guer­ra Mundi­al, en los juicios de Nurem­berg y Tokio. En los primeros, cel­e­bra­dos entre 1945 y 1946, se eje­cutó a 12 líderes nazis; en los segun­dos, lle­va­dos a cabo en 1948, fueron ahor­ca­dos siete man­dos japone­ses, incluyen­do el primer min­istro japonés durante la guer­ra, Tojo Hide­ki, si bien los ali­a­dos deci­dieron no proce­sar al emper­ador Hiro­hi­to. Tojo fue el primer ex jefe de Esta­do o de Gob­ier­no acu­sa­do de crímenes de guerra.

El segun­do fue el ex pres­i­dente yugosla­vo Slo­bo­dan Milo­se­vic, en el año 2002.

5. ¿Qué es un crimen contra la humanidad?

Son los crímenes con­tra la población civ­il cometi­dos durante un con­flic­to arma­do. Se incluye des­de el asesina­to a la vio­lación, pasan­do por la tor­tu­ra, la esclav­ización, la deportación o el encarcelamiento.

6. ¿Qué se entiende por genocidio?

De acuer­do con el TPIY, geno­cidio es el «con­jun­to de actos cometi­dos con la inten­ción de destru­ir, en parte o en su total­i­dad, un grupo nacional, étni­co, racial o religioso».

La Real Acad­e­mia Españo­la de la Lengua (RAE) lo define como «exter­minio o elim­i­nación sis­temáti­ca de un grupo social por moti­vo de raza, de etnia, de religión, de políti­ca o de nacionalidad».

7. ¿Cuál fue la primera condena internacional por genocidio?

El 2 de sep­tiem­bre de 1998, el Tri­bunal Penal Inter­na­cional para Ruan­da emi­tió la primera con­de­na mundi­al por el crimen definido como geno­cidio, después de un juicio ante un tri­bunal inter­na­cional. Jean-Paul Akayesu fue declar­a­do cul­pa­ble de geno­cidio y crímenes con­tra la humanidad por no haber evi­ta­do una vio­lación cuan­do era alcalde de la ciu­dad ruan­desa de Taba, durante la olea­da de vio­len­cia per­pe­tra­da por fac­ciones de hutus sobre tut­sis y hutus mod­er­a­dos que, en 1994, dejó en el país africano entre 800.000 y un mil­lón de muertos.

La sen­ten­cia, basa­da en que las vio­la­ciones forma­ban parte de una acción geno­ci­da en ese con­tex­to, en una sociedad donde la perte­nen­cia a un grupo se deter­mi­na por la iden­ti­dad del padre, supu­so tam­bién un hito por el hecho de recono­cer la vio­len­cia sex­u­al como acto con­sti­tu­ti­vo de genocidio.

8. ¿Qué es la Corte Penal Internacional?

La Corte Penal Inter­na­cional (CPI), lla­ma­da tam­bién Tri­bunal Penal Inter­na­cional, es un tri­bunal de jus­ti­cia inter­na­cional, de carác­ter per­ma­nente. Se tra­ta de un órgano inde­pen­di­ente, y no nació de la ONU sino de la vol­un­tad de los país­es que la con­sti­tuyeron, entre los que hay ausen­cias tan nota­bles como Esta­dos Unidos, Rusia, India, Cuba, Chi­na o Israel.

Su fun­ción es juz­gar a las per­sonas que hayan cometi­do crímenes de geno­cidio, crímenes de guer­ra y crímenes con­tra la humanidad. Tiene su sede en La Haya (Holan­da), y fue estable­ci­da en 1998 por el Trata­do de Roma (fir­ma­do has­ta aho­ra por un total de 106 país­es), entran­do en fun­cionamien­to en el año 2002.

9. ¿Qué casos juzga?

Actual­mente tiene pro­ce­sos abier­tos en la Repúbli­ca Democráti­ca del Con­go, Ugan­da, la Repúbli­ca Cen­troafricana y Sudán. En el mar­co de este últi­mo es en el que ha sido imputa­do, por el geno­cidio de Dar­fur, el pres­i­dente sudanés, Omar al Bashir. Tam­bién está acu­sa­do Ahmad Harun, min­istro de Asun­tos Human­i­tar­ios de Sudán, respon­s­able de Darfur.

En Ugan­da, la Corte bus­ca a Joseph Kony, líder del Ejérci­to de Resisten­cia del Señor, un grupo que com­bate al Gob­ier­no des­de 1987, y al que se respon­s­abi­liza del secue­stro de más de 100.000 menores que son usa­dos como esclavos y soldados.

10. ¿Qué limitaciones tiene?

La Corte Penal Inter­na­cional no puede actu­ar con­tra crímenes cometi­dos antes de su creación. Por otro lado, al no recibir apoyo de los país­es no fir­mantes, su cam­po de actuación sobre los ciu­dadanos y gob­er­nantes de estos país­es es muy limitado.

Hoy en día, las posi­bil­i­dades de que pros­peren hipotéti­cos autos incul­pa­to­rios con­tra, por ejem­p­lo, el pres­i­dente de EE UU, George W. Bush, por la guer­ra de Irak; el actu­al primer min­istro de Rusia, Vladimir Putin, por su actuación en la guer­ra de Cheche­nia; el ex primer min­istro israelí Ariel Sharon, por las matan­zas de Sabra y Shati­la; o el ex dic­ta­dor cubano Fidel Cas­tro, son remotas.

11. ¿Cómo se opone Estados Unidos?

Alu­di­en­do el ries­go de que sus ciu­dadanos sean juz­ga­dos por motivos mera­mente políti­cos, el Con­gre­so de EE UU aprobó en 2002 una ley según la cual se pro­híbe a los organ­is­mos fed­erales, estatales y locales esta­dounidens­es (inclu­i­dos los tri­bunales) la asis­ten­cia a la Corte. Por tan­to, se pro­híbe la extradi­ción de cualquier esta­dounidense a la Corte, así como que los agentes del tri­bunal inter­na­cional real­i­cen inves­ti­ga­ciones en EE UU.

Además, se autor­iza al pres­i­dente de EE UU a uti­lizar todos los medios nece­sar­ios y ade­cua­dos para lograr la lib­eración de cualquier esta­dounidense detenido o encar­ce­la­do en nom­bre de la Corte Penal Internacional.

12. ¿Es lo mismo la Corte Penal Internacional que la Corte Internacional de Justicia?

No. La Corte Inter­na­cional de Jus­ti­cia es un organ­is­mo de la ONU (el órgano judi­cial prin­ci­pal) que se encar­ga de dirim­ir las dis­putas entre los Esta­dos miem­bros (nun­ca entre per­sonas) y de emi­tir recomen­da­ciones que hayan sido solic­i­tadas por la Asam­blea Gen­er­al o el Con­se­jo de Seguridad.

13. ¿Qué son los tribunales penales internacionales?

Son tri­bunales no per­ma­nentes, crea­d­os por la ONU espe­cial­mente para casos con­cre­tos. En la actu­al­i­dad hay dos: el Tri­bunal Penal Inter­na­cional para la Antigua Yugoslavia (TPIY), crea­do en 1993 para inves­ti­gar y juz­gar los crímenes de geno­cidio, de guer­ra y con­tra la humanidad cometi­dos durante las guer­ras en la ex Yugoslavia des­de 1991, y el Tri­bunal Penal Inter­na­cional para Ruan­da (TPIR), crea­do en 1994 con el fin de perseguir, arrestar, juz­gar y con­denar a los autores y pro­mo­tores del geno­cidio ruandés, per­pe­tra­do ese mis­mo año.

El TPIY tiene su sede en La Haya (al igual que la Corte Penal Inter­na­cional), y el TPIR, en Arusha (Tan­za­nia), con salas tam­bién en Kigali (Ruan­da) y en La Haya.

14. ¿Qué frutos ha dado hasta ahora el TPIY?

Has­ta la deten­ción de Radovan Karadz­ic por parte de la policía ser­bia, no tan­tos como se esper­a­ba. Pese a sus 1.100 emplea­d­os (de 82 país­es), y a un pre­supuesto de 200 mil­lones de euros, este tri­bunal ha pre­sen­ta­do car­gos con­tra 161 per­sonas, pero no había logra­do deten­er a ningún peso pesa­do, excep­tuan­do el ex pres­i­dente Milo­se­vic, que murió en prisión antes de ser juz­ga­do. Actual­mente hay un total de 46 pro­ce­sos en mar­cha, que afectan a otros tan­tos acusados.

El tri­bunal ha con­clu­i­do ya 115 pro­ce­sos con el resul­ta­do, entre otros, de diez acu­sa­dos absuel­tos, tres en espera de ser trans­feri­dos a otros tri­bunales, 29 trans­feri­dos ya, 22 que han cumpli­do ya su con­de­na, dos que han muer­to mien­tas la cumplían (Milan Babic, primer Pres­i­dente de la Repúbli­ca Ser­bia de Kra­ji­na, con­de­na­do a 13 años en prisión y hal­la­do muer­to en su cel­da, al pare­cer por sui­ci­do, el 5 de mar­zo de 2006, y Miroslav Deron­jic, ex políti­co ser­bo bosnio que fal­l­e­ció en un hos­pi­tal de Sue­cia, donde cumplía 10 años de cár­cel), diez que han muer­to antes de ser lle­va­dos ante el tri­bunal y seis, inclu­i­do Slo­bo­dan Milo­se­vic (que murió en la mis­ma cel­da que ocu­pará aho­ra Karadz­ic), que han fal­l­e­ci­do una vez trans­feri­dos al tri­bunal, pero antes de ser juzgados.

15. ¿Cuántos presuntos criminales de guerra tiene aún el TPIY en busca y captura?

Tras la cap­tura de Karadz­ic, sólo quedan dos: Ratko Mladic y Goran Hadz­ic. Mladic, líder mil­i­tar ser­bo bosnio, es aho­ra el prin­ci­pal obje­ti­vo. Como Karadz­ic, está acu­sa­do de la masacre de Sre­breni­ca y de crímenes de guer­ra con­tra civiles en Sara­je­vo. Según algu­nas infor­ma­ciones, Mladic podría encon­trarse muy enfer­mo y estar nego­cian­do su ren­di­ción con Bel­gra­do. Hadz­ic, ex líder de los ser­bios de Croa­cia está acu­sa­do tam­bién de crímenes de guer­ra. Fue pres­i­dente de la rebelde Repúbli­ca Ser­bia de Kra­ji­na des­de 1992 has­ta 1993.

16. ¿De qué se acusa a Radovan Karadzic?

El ex pres­i­dente de los ser­bios de Bosnia se enfrenta a un total de once acusa­ciones por crímenes de guer­ra, exter­minio, com­pli­ci­dad con geno­cidio, per­se­cu­ciones y toma de rehenes. Se le con­sid­era el respon­s­able del geno­cidio de Sre­breni­ca, donde fueron asesina­dos 8.000 musul­manes en julio de 1995, tras la toma de la ciu­dad por las tropas ser­bo bosnias, y del ase­dio a Sara­je­vo (10.000 muer­tos, entre ellos, unos 1.500 niños), entre abril de 1992 y noviem­bre de 1995.

17. ¿Qué frutos ha dado el Tribunal de Ruanda?

El TPIR ha ini­ci­a­do pro­ce­sos con­tra más de 500 acu­sa­dos, sien­do el caso más impor­tante has­ta aho­ra la men­ciona­da con­de­na a Jean-Paul Akayesu.

Actual­mente hay 28 per­sonas en la cár­cel y otras 14 están a la espera de juicio. Entre los detenidos se encuen­tran altas per­son­al­i­dades políti­cas y mil­itares, pre­sun­ta­mente respon­s­ables de los acon­tec­imien­tos de 1994.

El Tri­bunal tiene bajo su cus­to­dia a algu­nas de las máx­i­mas autori­dades del antiguo gob­ier­no ruandés pre­sun­ta­mente impli­cadas en el geno­cidio, inclu­i­do el ex primer min­istro, así como peri­odis­tas e int­elec­tuales incul­pa­dos por haber desem­peña­do activi­dades propagandísticas.

Cin­co arresta­dos han sido absuel­tos y tres han muer­to durante el pro­ce­so judi­cial. Per­manecen fuga­dos 13 acu­sa­dos, entre ellos, el con­sid­er­a­do como uno de los prin­ci­pales encar­ga­dos de finan­ciar el geno­cidio ruandés, Feli­cien Kabuga.

Un juez español, Fer­nan­do Andreu, ha dic­ta­do una orden de deten­ción con­tra 40 mil­itares ruan­deses vin­cu­la­dos al actu­al gob­ier­no de este país.

18. ¿Qué se le reprocha?

Según un informe de Amnistía Inter­na­cional, la escasa expe­ri­en­cia en el fun­cionamien­to del TPIR ha provo­ca­do «inefi­ca­cia y con­fusión, retra­sos ina­cept­a­bles y, en al menos un caso, una peli­grosa fil­tración de datos confidenciales».

Este informe denun­ció asimis­mo «defi­cien­cias de las nor­mas y prác­ti­cas del Tri­bunal que han per­ju­di­ca­do los dere­chos de los detenidos y cier­tos aspec­tos del dere­cho a recibir un juicio jus­to, y que han debil­i­ta­do la efi­ca­cia del Tri­bunal para juz­gar a los criminales».

19. ¿Hay otros tribunales internacionales?

No, pero exis­ten los lla­ma­dos «tri­bunales inter­na­cional­iza­dos», órganos que oper­an en el país afec­ta­do con el apoyo de la comu­nidad inter­na­cional, com­bi­nan­do el sis­tema judi­cial local con el inter­na­cional. No existe un mod­e­lo para este tipo de tri­bunales, por lo que cada uno se ha crea­do con car­ac­terís­ti­cas propias.

Actual­mente hay dos en fun­cionamien­to: el Tri­bunal Espe­cial para Sier­ra Leona, crea­do por la ONU y el gob­ier­no sier­ra­le­onés para inves­ti­gar y proce­sar a los prin­ci­pales respon­s­ables de los crímenes de lesa humanidad, crímenes de guer­ra y otros deli­tos tip­i­fi­ca­dos por la leg­is­lación nacional cometi­dos en Sier­ra Leona des­de el 30 de noviem­bre de 1996, y las Salas Espe­ciales de los Tri­bunales de Cam­boya, creadas tam­bién con­jun­ta­mente por la ONU y el Gob­ier­no cam­boy­ano para proce­sar a los máx­i­mos diri­gentes de los Jemeres Rojos y a los prin­ci­pales respon­s­ables de geno­cidio cometi­do en este país entre 1975 y 1979. Los prin­ci­pales líderes de este geno­cidio están detenidos o han fallecido.

Tam­bién se han crea­do otros tri­bunales bilat­erales en país­es como Tim­or Oriental.

20. ¿Quién está juzgando a Charles Taylor?

El ex pres­i­dente de Liberia, acu­sa­do de insti­gar la guer­ra civ­il en Sier­ra Leona que, entre 1991 y 2001, se cobró al menos 120.000 muer­tos, fue arresta­do en 2006 en Nige­ria, donde vivía en el exilio. Está sien­do juz­ga­do en La Haya por un tri­bunal crea­do tras un acuer­do entre la ONU y el Gob­ier­no de Sier­ra Leona.

De los 13 acu­sa­dos de crímenes de guer­ra por este tri­bunal sólo uno, John­ny Paul Koro­ma, no ha sido detenido todavía.