Quién es Richard Wagner, el nuevo presidente de la Corte Suprema de Canadá

El nue­vo pres­i­dente de la Corte Supre­ma de Canadá. el juez Richard Wag­n­er. Foto: Andrew Bal­four Pho­tog­ra­phy – Supreme Court of Cana­da / Wiki­me­dia Commons

El primer min­istro cana­di­ense, Justin Trudeau, pro­pu­so el pasa­do martes al juez que­be­qués Richard Wag­n­er como nue­vo pres­i­dente de la Corte Supre­ma de Canadá, uno de los car­gos más impor­tantes en el sis­tema judi­cial del país. Wag­n­er, naci­do en Mon­tre­al hace 60 años, tomará pos­esión el próx­i­mo día 17, en susti­tu­ción de Bev­er­ley McLach­lin, quien se reti­ra este viernes tras 28 años de ser­vi­cio en el más alto tri­bunal canadiense.

Con el nom­bramien­to de Richard Wag­n­er, Trudeau rompe con una tradi­ción, la de pro­pon­er para el puesto al miem­bro de más edad de la corte (en este caso, Ros­alie Abel­la), pero recu­pera otra, la de alternar entre un mag­istra­do de la parte angló­fona de Canadá exper­to en la jurispru­den­cia y el dere­cho anglosajones (com­mon law) que rige en esa parte del país, y uno de Que­bec espe­cial­ista en la leg­is­lación y los códi­gos civ­il y penal de raigam­bre con­ti­nen­tal (civ­il law), vigentes en la provin­cia francó­fona. Tan­to el Cole­gio de Abo­ga­dos de Que­bec como la leg­is­latu­ra de esta provin­cia habían acor­da­do por una­n­im­i­dad solic­i­tar al primer min­istro el nom­bramien­to de un mag­istra­do que­be­qués como nue­vo pres­i­dente de la Corte Suprema.

La apues­ta por Wag­n­er deja a un lado, por otra parte, el obje­ti­vo de Trudeau de nom­brar a mujeres en car­gos ‘senior’ siem­pre que sea posi­ble. Ros­alie Abel­la, de 71 años de edad y con 13 de expe­ri­en­cia en el alto tri­bunal, es una mag­istra­da recono­ci­da inter­na­cional­mente por su altura int­elec­tu­al y por su com­pro­miso en defen­sa de los dere­chos humanos, por lo que habría sido una opción total­mente pausible.

Con un suel­do total de 405.400 dólares, y aparte de pre­sidir la Corte Supre­ma, Wag­n­er será asimis­mo el pres­i­dente del Con­se­jo Judi­cial Cana­di­ense (el esta­men­to que reúne a los jue­ces fed­erales), y del con­se­jo del Insti­tu­to Judi­cial Nacional, encar­ga­do de la edu­cación jurídi­ca. Tam­bién ejercerá como con­se­jero para la con­ce­sión de la Orden de Canadá, y como posi­ble susti­tu­to de la Gob­er­nado­ra Gen­er­al, Julie Payette.

Centrista

Hijo del senador del Par­tido Con­ser­vador Claude Wag­n­er, Richard Wag­n­er es con­sid­er­a­do un juez cen­trista, no espe­cial­mente ale­ja­do de, aunque tam­poco espe­cial­mente cer­cano a, las posi­ciones del Par­tido Lib­er­al, y que en prin­ci­pio se siente cómo­do con el voto may­ori­tario en el seno del Tri­bunal. Se ha descrito a sí mis­mo como un seguidor con­ven­ci­do de los prin­ci­p­ios de impar­cial­i­dad y despoli­ti­zación de la jus­ti­cia. En 2012 afir­mó que veía la Car­ta de Dere­chos y Lib­er­tades como «un doc­u­men­to vivo y en evolu­ción». Miem­bro de la Corte Supre­ma des­de 2012, votó a favor en muchas de las deci­siones aprobadas por una­n­im­i­dad por el alto tri­bunal en con­tra de leyes prop­ues­tas por el ante­ri­or primer min­istro, el con­ser­vador Stephen Harp­er, si bien se ha incli­na­do más de una vez a favor de medi­das más duras en asun­tos rela­ciona­dos con la criminalidad.

Entre los momen­tos polémi­cos de su car­rera se encuen­tra su decisión, toma­da el año pasa­do, de dejar fuera de las audi­en­cias a gru­pos rep­re­sen­tantes de la comu­nidad LGBTQ, en una apelación rela­ciona­da con un caso de dis­crim­i­nación por ori­entación sex­u­al en el que esta­ba impli­ca­da la uni­ver­si­dad cris­tiana Trin­i­ty West­ern, y que afe­cata­ba a los cole­gios legales de Ontario y Colum­bia Británi­ca. En aque­l­la ocasión, Wag­n­er defendió la medi­da (en una expli­cación ante la pren­sa, algo poco común entre los mag­istra­dos de la Corte Supre­ma), ase­gu­ran­do que no esta­ba inten­tan­do excluir a ningu­na de las voces en el debate. La decisión de Wag­n­er fue final­mente rever­ti­da por la entonces pres­i­den­ta de la Corte Supre­ma, Bev­er­ley McLachlin.

No obstante, su trayec­to­ria en la Corte Supre­ma no se ha car­ac­ter­i­za­do por pre­sen­tar un per­fil espe­cial­mente desta­ca­do, por lo que muchos exper­tos coin­ci­den en señalar que es difí­cil pre­de­cir cuál será su ori­entación. La may­oría val­o­ra, en cualquier caso, su alta preparación, su total bil­ingüis­mo, su bue­na mano con los abo­ga­dos y su talante «amable».

Wag­n­er, cuyos abue­los emi­graron a Canadá des­de Bavaria (Ale­ma­nia), es católi­co (edu­ca­do con los jesuitas) y padre de dos hijos (un hijo y una hija), ambos tam­bién abo­ga­dos. Está casa­do con la jueza de la Corte Supe­ri­or de Que­bec Cather­ine Man­dev­ille. La may­or parte de su car­rera pro­fe­sion­al la ejer­ció como abo­ga­do de empre­sas en Mon­tre­al, has­ta que fue elegi­do juez de la Corte Supe­ri­or de Que­bec en 2004, y después, en 2011, de la Corte de Apela­ciones de esta mis­ma provincia.

La cúspide del sistema judicial

La Corte Supre­ma de Canadá, con sede en Ottawa, está for­ma­da por un total de nueve jue­ces, inclu­i­do el pres­i­dente. Todos los mag­istra­dos son des­ig­na­dos por el Gabi­nete de Min­istros a prop­ues­ta del primer min­istro, y aproba­dos, de for­ma sim­bóli­ca, por el Gob­er­nador Gen­er­al. Situ­a­da en la cúspi­de de la pirámide judi­cial, la Corte es el últi­mo recur­so para las apela­ciones proce­dentes de los tri­bunales provin­ciales y de la Corte Fed­er­al de Apela­ciones, si bien en algunos casos las apela­ciones se real­izan direc­ta­mente des­de los tri­bunales de primera instan­cia. La Corte Supre­ma puede ser con­sul­ta­da tam­bién por el Gob­ier­no sobre impor­tantes cues­tiones jurídi­cas, incluyen­do la con­sti­tu­cional­i­dad o no de una prop­ues­ta de ley, ya sea provin­cial o fed­er­al, o cues­tiones rel­a­ti­vas a la división de poderes.