Las claves de la subida del petróleo

Sólo en lo que va de año, el pre­cio del petróleo se ha incre­men­ta­do en un 60%. El jueves pasa­do, día en que se clausuró en Madrid el 19 Con­gre­so Mundi­al del Petróleo, alcanzó la cifra récord de 146 dólares por bar­ril (hace cin­co años ape­nas pasa­ba de los 30), y lo peor es que, según los exper­tos, seguirá subi­en­do durante años, mien­tras mil­lones de ciu­dadanos de todo el mun­do sufren el encar­ec­imien­to de pro­duc­tos bási­cos y combustibles.

De momen­to, los gigantes del crudo no logran pon­erse de acuer­do ni en las causas de esta escal­a­da de pre­cios ni en cómo fre­narla. El men­ciona­do Con­gre­so de Madrid, que ha reunido a más de 4.300 del­e­ga­dos de 50 país­es pro­duc­tores de petróleo, así como a rep­re­sen­tantes de todas las grandes com­pañías petrol­eras y de la Agen­cia Inter­na­cional de la Energía (AIE), se cer­ró sin con­clu­siones claras.

¿Qué está pasan­do? ¿A qué se debe la carestía del lla­ma­do oro negro? ¿Qué con­se­cuen­cias tiene? ¿Cuáles son las per­spec­ti­vas de futuro? ¿Hay solu­ción? Éstas son las prin­ci­pales claves para enten­der la subi­da de los pre­cios del petróleo.

LAS CAUSAS

No existe con­sen­so sobre las causas del incre­men­to con­tin­u­a­do del pre­cio del petróleo, entre otras cosas, porque las partes impli­cadas se cul­pan entre sí, en defen­sa de sus pro­pios intere­ses, y tam­bién porque son muchos los ele­men­tos que se descono­cen, incluyen­do cuán­to petróleo que­da exac­ta­mente, la can­ti­dad exac­ta de crudo que está extrayen­do la indus­tria, el niv­el real de con­sumo o cuán­to guardan los gob­ier­nos como reser­vas de emer­gen­cia. Las petrol­eras cul­pan a los país­es pro­duc­tores, y los país­es pro­duc­tores a los espec­u­ladores. La expli­cación reside, muy prob­a­ble­mente, en la inter­ac­ción de var­ios fac­tores. Éstos son los más importantes:

Crecimiento de la demanda mundial

El con­sumo de petróleo ha cre­ci­do en los últi­mos años un 15%. Des­de 2005 la deman­da de petróleo se ha ido incre­men­tan­do en cer­ca de 3 mil­lones de bar­riles al día, y se cal­cu­la que este crec­imien­to será de has­ta 32 mil­lones de bar­riles diar­ios en las próx­i­mas dos décadas. A may­or deman­da de un bien lim­i­ta­do, como el crudo, éste se vuelve más esca­so y, por tan­to, más caro.

El temor a que la deman­da esté cre­cien­do por enci­ma de la ofer­ta y el hecho de que el petróleo sea un pro­duc­to esen­cial en nue­stro modo de vida (un pro­duc­to que ni Europa ni Japón poseen de man­era sufi­ciente, por lo que tienen que impor­tar­lo) hace que este­mos dis­puestos a pagar cada vez más.

El prin­ci­pal con­sum­i­dor sigue sien­do EE UU, si bien una parte impor­tante de lo que con­sume se pro­duce en su pro­pio sue­lo (en cualquier caso, no lo sufi­ciente para ser inde­pen­di­ente, lo que ha lle­va­do al pres­i­dente Bush a realizar su polémi­ca prop­ues­ta de que se per­mi­tan las extrac­ciones de petróleo en alta mar y en las reser­vas nat­u­rales de Alaska).

India y Chi­na, con una población en con­stante crec­imien­to y un con­sumo cada vez may­or de petróleo (por el desar­rol­lo indus­tri­al y por el uso cre­ciente de vehícu­los), aca­pararán el 40% del crec­imien­to total de la deman­da de petróleo para el año 2030. En 2003 Chi­na ade­lan­tó a Japón como segun­do may­or con­sum­i­dor de petróleo del mundo.

Especulación

Para los país­es pro­duc­tores, las leyes fun­da­men­tales de la ofer­ta y la deman­da no son sufi­cientes para explicar las altas subidas de los pre­cios, y acu­san de éstas a los espec­u­ladores exis­tentes en el mer­ca­do del petróleo, ase­gu­ran­do que son muchos los que están amasan­do grandes can­ti­dades de dinero invir­tien­do en fon­dos de futuro (con­tratos de com­pra-ven­ta real­iza­dos para una fecha deter­mi­na­da y con pre­cios estable­ci­dos de ante­mano: cuan­to may­ores sean estos pre­cios, may­or es el ben­efi­cio para el inversor).

Ésta es una de las teorías defen­di­das por el Gob­ier­no español, tal y como indicó el min­istro de Indus­tria, Tur­is­mo y Com­er­cio, Miguel Sebastián, en el 19 Con­gre­so Mundi­al del Petróleo. Sebastián ase­guró que sólo las opera­ciones en los mer­ca­dos de futuro han supuesto un incre­men­to de la deman­da del crudo de 850.000 bar­riles. Medio cen­te­nar de activis­tas se colaron la sem­ana pasa­da en la Bol­sa de Madrid para protes­tar por los efec­tos de la vin­cu­lación entre las finan­zas y el petróleo.

Tan­to las autori­dades de EE UU como el Fon­do Mon­e­tario Inter­na­cional (FMI) están lle­van­do ya a cabo inves­ti­ga­ciones encam­i­nadas a encon­trar prue­bas de una relación entre los mer­ca­dos de futuro y la escal­a­da de los precios.

Restricciones en la oferta

Para las grandes com­pañías petrol­eras, sin embar­go, la cul­pa es de los país­es pro­duc­tores. La indus­tria entiende que el prob­le­ma no está en que haya pocas reser­vas, sino en las condi­ciones que impo­nen los Gob­ier­nos de los país­es con mod­e­los de pro­duc­ción estatal (la gran may­oría) en los que éstas se encuen­tran. En con­cre­to, se que­jan de las restric­ciones a la inver­sión pri­va­da extran­jera y de los altos impuestos con que gra­van la extrac­ción del crudo.

Tam­bién crit­i­can el hecho de que el mer­ca­do del petróleo no sea libre, ya que, al menos en teoría, los país­es de la OPEP (orga­ni­zación que con­tro­la el 55% de las exporta­ciones mundi­ales) sólo pueden alter­ar los pre­cios de común acuer­do y todos a la vez.

Las petrol­eras nie­gan que el prob­le­ma esté en la espec­u­lación, y mantienen que los inver­sores sólo están hacien­do patente el hecho de que en un futuro habrá prob­le­mas serios de ofer­ta. Para BP, por ejem­p­lo, la idea de que los inver­sores financieros inflan los pre­cios es «un mito».

Inestabilidad política

Una bue­na parte del petróleo mundi­al se encuen­tra en regiones con­flic­ti­vas, lo que pone en peli­gro con­stante la ofer­ta, un temor que con­ll­e­va subi­da de pre­cios. Algunos ejem­p­los: el cli­ma de con­tin­ua vio­len­cia e inesta­bil­i­dad en Ori­ente Próx­i­mo (la zona que más petróleo pro­duce –un ter­cio del total mundi­al– y que más influye en el mer­ca­do), y, conc­re­ta­mente, en Irak (las exporta­ciones se han reduci­do des­de la invasión, hacien­do dis­minuir la ofer­ta glob­al de crudo, con la con­sigu­iente pre­sión alcista en los pre­cios); los ataques a insta­la­ciones petrol­eras en Nige­ria; la ten­sión pre­béli­ca con IránEstre­cho de Ormuz (por donde pasan el 40% de los bar­cos petroleros de todo el mun­do), así como la ame­naza de san­ciones por parte de EE UU; los recientes dis­tur­bios en Kenia… y sus posi­bles efec­tos en el

Debilidad del dólar

La escal­a­da de los pre­cios se ini­ció en 2005, año en el que tam­bién comen­zó la caí­da en pic­a­do del val­or del dolar esta­dounidense. La debil­i­dad de esta mon­e­da se tra­duce en un bajón del poder adquis­i­ti­vo de los país­es pro­duc­tores de petróleo para los pro­duc­tos que com­pran fuera de la zona dólar, como Europa. Los país­es del Gol­fo, por ejem­p­lo, son grandes impor­ta­dores de pro­duc­tos europeos, sobre todo de equipamien­tos y bienes de lujo, y estas com­pras las hacen en dólares. Para com­pen­sar esta pér­di­da, tien­den a man­ten­er alto el pre­cio al que venden su petróleo.

Por otra parte, el hecho de que el petróleo cotice en dólares ha lle­va­do a muchos inver­sores a mirar aho­ra al crudo como alter­na­ti­va a la mon­e­da esta­dounidense a la hora de inver­tir. Les resul­ta más rentable com­prar petróleo que com­prar dólares y, al inver­tir más en crudo, reval­orizan su precio.

Gasto tecnológico

A medi­da que las reser­vas se van agotan­do, el petróleo hay que bus­car­lo cada vez a una may­or pro­fun­di­dad o en lugares más com­pli­ca­dos, como el fon­do del mar. Ello requiere una tec­nología más sofisti­ca­da y, por lo tan­to, más cara. Para finan­ciar esta tec­nología los pro­duc­tores suben los precios.

LAS CONSECUENCIAS

El direc­tor del FMI, Dominique Strauss-Kahn, no ha duda­do en afir­mar que «el mun­do está en cri­sis» debido al alza de los pre­cios del petróleo: «Si los pre­cios de los ali­men­tos suben aún más y los del petróleo se mantienen, algunos gob­ier­nos ya no podrán ali­men­tar a su población y, al mis­mo tiem­po, man­ten­er la esta­bil­i­dad de sus economías».

Vida más cara

La escal­a­da del pre­cio del crudo se tra­duce en un incre­men­to del coste de muchos de los pro­duc­tos más bási­cos y cotid­i­anos, des­de los car­bu­rantes (en junio, en España, el pre­cio de la gasoli­na batió récords –1,251 euros el litro, un 12,29% de subi­da des­de enero– y el del gasóleo –1,296 euros por litro, 20% de subi­da– se acer­có a máx­i­mos históri­cos) a los ali­men­tos (subidas de entre el 23,13% y el 46,28% en limones, aceite de gira­sol, hari­na de tri­go o leche ester­il­iza­da), pasan­do por los bil­letes de avión.

Crisis alimentaria

La carestía de la energía (obteni­da fun­da­men­tal­mente del petróleo) ha aumen­ta­do los costes de los fer­til­izantes y del trans­porte, dan­do lugar al men­ciona­do encar­ec­imien­to de los ali­men­tos y alen­ta­do la pro­duc­ción de bio­com­bustibles (una cuar­ta parte de las cose­chas de maíz, el 10% de la pro­duc­ción glob­al, se des­tinó a la pro­duc­ción de bio­com­bustibles el año pasado).

Ello, unido a las sequías y al aumen­to de la deman­da, han provo­ca­do en todo el mun­do una subi­da media del 75% en los pre­cios de los ali­men­tos bási­cos des­de 2005, según datos del Ban­co Mundi­al.

El direc­tor ger­ente de esta insti­tu­ción, Graeme Wheel­er, recuer­da que «al igual que los más pobres del plan­e­ta son los más expuestos a los efec­tos del cam­bio climáti­co, tam­bién son muy vul­ner­a­bles a los efec­tos de los incre­men­tos en los pre­cios de los com­bustibles y los alimentos».

Déficit

La UNCTAD (Orga­ni­zación de las Naciones Unidas sobre Com­er­cio y Desar­rol­lo) ha aler­ta­do de que el alza de los pre­cios del petróleo está obligan­do a los país­es en desar­rol­lo a sobrell­e­var un may­or gas­to en importa­ciones de petróleo y ejer­cien­do una gran pre­sión en las reser­vas de divisas, aumen­tan­do el déficit de la bal­an­za de pagos (28 país­es africanos des­ti­nan a las importa­ciones de petróleo más del 10% de su gas­to total en importa­ciones) y, con ello, la inflación y el desempleo.

Aparte de África, que es el con­ti­nente más ame­naza­do, y donde están en peli­gro mejo­ras económi­cas con­seguidas en los últi­mos años, el FMI con­sid­era espe­cial­mente vul­ner­a­bles a Haití, Nicaragua, Hon­duras, Mon­go­lia, Pak­istán y Bangladesh, ya que todos ellos depen­den de las importa­ciones tan­to de petróleo como de comida.

Coste social

La depen­den­cia del petróleo en Occi­dente y la necesi­dad de ase­gu­rarse esta fuente de energía, cada vez más escasa y más cara, con­ll­e­va asimis­mo graves con­se­cuen­cias sociales, según denun­cian numerosas ONG. Ecol­o­gis­tas en Acción, por ejem­p­lo, señala que «la lóg­i­ca de la espec­u­lación económi­ca, que tan­to inten­tan ocul­tar las multi­na­cionales energéti­cas, supone guer­ras por petróleo, desplaza­mien­tos de pobla­ciones autóc­tonas y campesinas de las tier­ras con yacimien­tos, pri­va­ti­zación de empre­sas energéti­cas estatales con el coste social que ello con­ll­e­va, aumen­to del pre­cio de los ali­men­tos, impacto medioam­bi­en­tal, sobre todo en las pobla­ciones más empobrecidas…».

LAS PERSPECTIVAS

Pesimismo

La may­oría de los exper­tos y respon­s­ables de la indus­tria petrol­era coin­ci­den en sus mal­os augu­rios. El petróleo no va a bajar de pre­cio. Seguirá por enci­ma de los 125 dólares durante bas­tante tiem­po y, prob­a­ble­mente, nun­ca volverá a estar por deba­jo de los 100. La AIE, por su parte, vatic­i­na que, si bien las ten­siones de los últi­mos meses pueden reducirse en el próx­i­mo año, éstas no van a desa­pare­cer por lo menos has­ta 2013, y eso siem­pre y cuan­do se elim­i­nen las sub­ven­ciones al con­sumo –lo que con­tribuiría a fre­nar la deman­da– y se exploten nuevos yacimien­tos, como los des­cu­bier­tos en Rusia o Brasil.

Países en desarrollo

La AIE pre­vé tam­bién que la deman­da de los país­es en desar­rol­lo y emer­gentes seguirá cre­cien­do has­ta igualar a la de los país­es desar­rol­la­dos en 2015. Asia, Ori­ente Medio y Lati­noaméri­ca aca­pararán el 90% de la deman­da glob­al den­tro de cin­co años.

LAS SOLUCIONES

Menos consumo

La reduc­ción del pre­cio del petróleo requiere, entre otras cosas, una caí­da fuerte y con­tin­u­a­da de la deman­da en todo el mun­do. Para ello es nece­sario que dis­min­uya el con­sumo del crudo, lo que impli­ca un cam­bio rad­i­cal en nue­stro modo de vida (menor uso del coche y de la energía eléc­tri­ca, por ejem­p­lo, o del aire acondi­ciona­do), prin­ci­pal­mente en Occi­dente, y cada vez más en país­es como Chi­na e India.

Energías alternativas

Par­tien­do de la base de que un cam­bio en las necesi­dades y los hábitos energéti­cos de la población resul­ta alta­mente improb­a­ble, la solu­ción pasa nece­sari­a­mente por el desar­rol­lo de energías alter­na­ti­vas y ren­ov­ables . Ello choca, no obstante, con los intere­ses de la indus­tria petrol­era, así como con la difi­cul­tad de encon­trar y uti­lizar energías lo sufi­cien­te­mente seguras, baratas y de uso masi­vo, para lo cual es nece­saria una may­or apues­ta tan­to por parte de los gob­ier­nos (con más inver­sión en inves­ti­gación y desar­rol­lo) como de los sec­tores implicados.

Aparte de la polémi­ca energía nuclear (cuyo uso defendió esta sem­ana el pres­i­dente francés, Nico­las Sarkozy , en el Con­gre­so Mundi­al del Petróleo), y del con­tro­ver­tido uso del biodiésel como car­bu­rante, las prin­ci­pales energías ren­ov­ables con las que se tra­ba­ja actual­mente son la eóli­ca (fuerza del vien­to), la hidráuli­ca (saltos de agua), la mare­o­motriz (mar­eas, olas), la solar (calor del sol), la geot­ér­mi­ca (calor del sub­sue­lo) y la bio­masa (descom­posi­ción de resid­u­os o su que­ma direc­ta como combustible).

Precios aún más altos

Algunos defien­den que la solu­ción a la cri­sis pasa, paradóji­ca­mente, por man­ten­er los pre­cios ele­va­dos. Es la tesis del sec­re­tario gen­er­al de la Orga­ni­zación para la Coop­eración y el Desar­rol­lo Económi­co (OCDE), Ángel Gur­ría, para quien sólo se podrá reducir el con­sumo de crudo (y, por tan­to, la deman­da) medi­ante unos pre­cios altos que ejerzan un efec­to disuasorio.

LOS DATOS

Reservas

Es imposi­ble deter­mi­nar con exac­ti­tud cuán­to petróleo que­da en el mun­do. Con­tin­u­a­mente se des­cubren nuevos yacimien­tos, los más recientes en aguas de Brasil (des­cu­bier­to por Rep­sol) y en Rusia, pero tam­bién en país­es africanos como Guinea Ecu­a­to­r­i­al, y ello sin con­tar con lo que poten­cial­mente puede haber aún en el Cas­pio o con la polémi­ca explotación (por su coste ecológi­co) en Canadá de las reser­vas de are­nas bitu­mi­nosas.

No obstante, diver­sos estu­dios señalaron que en 2002 qued­a­ban entre 990.000 mil­lones y 1,1 bil­lones de bar­riles de crudo por extraer, lo que sig­nifi­ca que, al rit­mo actu­al de con­sumo, estas reser­vas se ago­tarían hacia el año 2043, o inclu­so antes si el con­sumo sigue aumen­tan­do, sobre todo en los país­es en vías de desar­rol­lo. Estas pre­vi­siones, en cualquier caso, no incluían el hal­laz­go de nuevos pozos o la posi­bil­i­dad de extraer petróleo de zonas que en la actu­al­i­dad son con­sid­er­adas reser­vas nat­u­rales y, por lo tan­to, no perforables.

En noviem­bre del año pasa­do, la AIE advir­tió de que en 2015 se pro­ducirá una cri­sis de sum­in­istro de petróleo si los gob­ier­nos de todo el mun­do no toman medi­das urgentes para reducir la deman­da energética.

En 1880 la pro­duc­ción mundi­al, local­iza­da casi por com­ple­to en EE UU, era infe­ri­or al mil­lón de toneladas. Hoy supera los 3.500 millones.

Exis­ten 160 tipos de crudo coti­zan­do en el mer­ca­do inter­na­cional de petróleo. Todos ellos coin­ci­den en que no han deja­do de subir en todo el año y han roto máximos.

La for­ma­ción de una reser­va de petróleo lle­va cien­tos de miles de años.

Productores

Las tres zonas que con­cen­tran la pro­duc­ción mundi­al de petróleo, con el 70% del crudo, son Ori­ente Medio (la más impor­tante), la antigua Unión Soviéti­ca y Esta­dos Unidos. Ara­bia Saudí, con unos 9.475.000 bar­riles al día y casi el 12% de la pro­duc­ción total, es el may­or pro­duc­tor del mun­do. A con­tin­uación se sitúan Rusia (9.400.000 bar­riles diar­ios en 2005), Esta­dos Unidos (7.610.000), Irán (3.979.000), Chi­na (3.631.000), Méx­i­co (3.420.000), Norue­ga (3.220.000), Canadá (3.135.000) y Venezuela (3.081.000).

Consumidores

El prin­ci­pal con­sum­i­dor del mun­do es Esta­dos Unidos (20.730.000 bar­riles diar­ios en 2004). Le siguen Chi­na (6.534.000 bar­riles al día), Japón (5.578.000), Ale­ma­nia (2.650.000), Rusia (2.500.000), India (2.450.000), Canadá (2.294.000) y Corea del Sur (2.149.000). En la Unión Euro­pea se con­sum­ieron en 2004 14.680.000 bar­riles diarios.

España con­sume cada año el 2% de todo el petróleo mundi­al, lo que gen­era unas emi­siones per cápi­ta de dióx­i­do de car­bono supe­ri­ores al 263% de la media mundi­al, según datos del Obser­va­to­rio del Petróleo de WWF/Adena, que cal­cu­la asimis­mo que para el año 2100 la tem­per­atu­ra glob­al habrá aumen­ta­do entre 4 y 5 gra­dos cen­tí­gra­dos de man­ten­erse el rit­mo actu­al de con­sumo de petróleo

Según la plan­i­fi­cación de los sec­tores de la elec­t­ri­ci­dad y el gas para el peri­o­do 2008–2016, aproba­da este mis­mo viernes por el Con­se­jo de Min­istros, España con­sumirá en 2016 más de 56,9 mil­lones de toneladas de petróleo para la pro­duc­ción de energía, tras haber reg­istra­do un rit­mo anu­al de crec­imien­to del 0,5% des­de 2006.

La industria petrolera

Las tres may­ores empre­sas petrol­eras (Exxon, Shell y BP) con­trolan una cuo­ta de mer­ca­do del 50% de la pro­duc­ción mundi­al de petróleo, emplean a unas 300.000 per­sonas y, en 2005, obtu­vieron ven­tas cer­canas al bil­lón de dólares.

La petrol­era his­pano-argenti­na Rep­sol YPF obtu­vo un ben­efi­cio neto de 1.212 mil­lones de euros, 1.878 mil­lones de dólares, en el primer trimestre de este año, un 36,5% más que en 2007.

VOCABULARIO BÁSICO

AIE. Orga­ni­zación Inter­na­cional de la Energía, crea­da por la Orga­ni­zación para la Coop­eración y el Desar­rol­lo Económi­co (OCDE) tras la cri­sis del petróleo de los años 70. Su obje­ti­vo es coor­di­nar las políti­cas energéti­cas de sus esta­dos miem­bros, con la final­i­dad de «ase­gu­rar energía con­fi­able, adquiri­ble y limpia» a sus respec­tivos habitantes.

Bar­ril. Nom­bre de la unidad de vol­u­men con que se mide el petróleo. Un bar­ril equiv­ale a 158,9873 litros, o 42 galones estadounidenses.

Biodiésel. Bio­com­bustible sin­téti­co líqui­do que se obtiene a par­tir de aceites veg­e­tales o grasas ani­males, nuevos o usa­dos, medi­ante diver­sos pro­ce­sos indus­tri­ales, y que se apli­ca en la preparación de susti­tu­tos totales o par­ciales del petrodiésel o gasóleo obtenido del petróleo.

Brent. Tipo de petróleo, de bajo con­tenido en azufre, que se extrae prin­ci­pal­mente del Mar del Norte. Aunque su pro­duc­ción va en declive, es todavía el prin­ci­pal ref­er­ente para los mer­ca­dos de Europa y África. El pre­cio que se divul­ga en el mer­ca­do es en real­i­dad la com­bi­nación de 15 vari­antes de petróleo, extraí­das de otros tan­tos yacimien­tos marinos.

Deriva­dos. Un deriva­do del petróleo es un pro­duc­to proce­sa­do en refin­erías usan­do como mate­ria pri­ma el petróleo. Entre los más impor­tantes: los car­bu­rantes y los com­bustibles, los lubri­cantes, las para­fi­nas, el asfal­to… La may­or parte del crudo se usa como mate­ria pri­ma para la obten­ción de energía. La naf­ta es un deriva­do del petróleo extraí­do por des­ti­lación direc­ta, y uti­liza­do prin­ci­pal­mente como mate­ria pri­ma de la indus­tria petroquímica.

OPEP. Orga­ni­zación de País­es Expor­ta­dores de Petróleo, con sede en Viena (Aus­tria). Fue fun­da­da en Bag­dad en 1960. Sus miem­bros inte­grantes son Argelia, Ango­la, Nige­ria, Emi­ratos Árabes Unidos, Lib­ia, Qatar, Irak, Irán, Kuwait, Ara­bia Saudí, Venezuela y Ecuador.

Petrodólar. Nom­bre con que se conoce al dólar esta­dounidense que se obtiene medi­ante la ven­ta de petróleo.

Petróleo. El petróleo es un com­puesto de ori­gen orgáni­co for­ma­do por hidro­car­buros (car­bono e hidrógeno) insol­ubles en agua. Su ori­gen está en la descom­posi­ción de microor­gan­is­mos mari­nos que se fueron acu­mu­lan­do en capas sed­i­men­ta­rias en la corteza ter­restre. Es un recur­so nat­ur­al no ren­ov­able, y apor­ta la may­or parte de la energía (un 40%) que se con­sume en el mundo.

WTI. West Texas Inter­me­di­ate. Prome­dio de la cal­i­dad del petróleo pro­duci­do en los cam­pos del Medio Oeste y Texas (EE UU) y el Gol­fo de Méx­i­co. Se emplea como pre­cio de ref­er­en­cia en Esta­dos Unidos. El crudo ligero West Texas es uno de los de más cal­i­dad del mun­do, con un por­centa­je de azufre del 0,24%, frente al 0,37% del Brent, por lo que su coti­zación suele estar uno o dos dólares por enci­ma del crudo del Mar del Norte.