La guerra contra los accidentes de tráfico: ¿Estamos venciendo al enemigo número 1?

La cifra, aunque sigue sien­do dramáti­ca, es históri­ca: En los pasa­dos meses de julio y agos­to murieron en España 377 per­sonas en acci­dentes de trá­fi­co, 70 menos que el ver­a­no pasa­do.

Hay que remon­tarse has­ta 1963 para encon­trar otro ver­a­no con menos de 400 víc­ti­mas mor­tales en la car­retera, y eso tenien­do en cuen­ta que por entonces el par­que de vehícu­los era la déci­ma parte del actu­al, que el cen­so de con­duc­tores era más de seis veces menor y que tam­bién era mucho más pequeño el número total de desplaza­mien­tos esti­vales, por más que la cri­sis haya deja­do a muchos en casa este año.

¿Esta­mos ganan­do al fin la guer­ra a la san­gría de muertes por acci­dentes de trá­fi­co? ¿A qué se debe esta reduc­ción, que no es ais­la­da, sino para­lela a las reduc­ciones que se vienen con­statan­do tam­bién en las cifras anuales de muer­tos de los últi­mos años?

Aten­di­en­do al número de víc­ti­mas mor­tales, la sinies­tral­i­dad en la car­retera bien podría ser el prob­le­ma número uno de nue­stro país, a pesar de que no aparece nun­ca como una de las prin­ci­pales pre­ocu­pa­ciones de los españoles, cuya lista encabezan siem­pre el paro y el terrorismo.

Cualquier otra cir­cun­stan­cia que pro­du­jese un bal­ance de más de 3.000 muer­tos al año (a los que hay que sumar los cien­tos de heri­dos, muchos de ellos de por vida) sería abso­lu­ta­mente inaceptable.

Con los fal­l­e­ci­dos por trá­fi­co, sin embar­go, parece que nos hemos acos­tum­bra­do a con­vivir, como si se tratase de algo imposi­ble de evi­tar. No en vano seguimos hablan­do de “acci­dentes”, a pesar de que, en la may­oría de los casos, las causas tienen poco de acci­den­tales y mucho de pre­vis­i­bles y repetidas.

La bue­na noti­cia es que las medi­das pues­tas en prác­ti­ca en estos últi­mos años (penas más duras, carné por pun­tos, cam­pañas de con­cien­ciación, radares) pare­cen estar dan­do al fin sus fru­tos. Es el momen­to de com­pro­bar si somos capaces de seguir avan­zan­do o, como opinan algunos exper­tos, ya no es posi­ble lograr resul­ta­dos mucho mejores.

Un repa­so a los datos y a las causas de esos datos.

LOS DATOS

Dos formas de medir

La Direc­ción Gen­er­al de Trá­fi­co (DGT) uti­liza dos tablas dis­tin­tas a la hora de con­tabi­lizar las víc­ti­mas por acci­dentes de trá­fi­co. En una recoge sólo los fal­l­e­ci­dos en car­retera den­tro de las 24 horas pos­te­ri­ores al acci­dente, sin incluir en esta cat­e­goría los sinie­stros que se pro­ducen en zonas urbanas. En la otra, suma ya a esas cifras las víc­ti­mas que fal­l­e­cen en los 30 días sigu­ientes al acci­dente (una media de 335 en los últi­mos cua­tro años) y los muer­tos en vías urbanas (792 anuales entre 2004 y 2007).

La segun­da estadís­ti­ca, la con­sid­er­a­da glob­al, o «con­sol­i­da­da», es la que ofrece el número real de víctimas.

Un verano histórico

Con­tan­do sólo los muer­tos en las 24 horas pos­te­ri­ores al acci­dente, y en car­retera, 377 per­sonas perdieron la vida este ver­a­no (julio y agos­to) en las car­reteras españo­las. Son 70  menos que en el peri­o­do vaca­cional de 2008.
No había habido un ver­a­no con menos de 400 muer­tos des­de 1963, cuan­do había 4 mil­lones de con­duc­tores cen­sa­dos frente a los 25,5 mil­lones actuales.

Y ello tenien­do en cuen­ta, además, que, según infor­mó el min­istro del Inte­ri­or, Alfre­do Pérez Rubal­ca­ba, los desplaza­mien­tos han aumen­ta­do un 2,2% respec­to al ver­a­no pasa­do, alcan­zan­do los 65,8 millones.

En total han tenido lugar 327 acci­dentes mor­tales en julio y agos­to, 62 menos que el año pasa­do. El mes de julio reg­istró un total de 177 fal­l­e­ci­dos en 156 acci­dentes mor­tales y agos­to ha ter­mi­na­do con 200 muertes en 171 acci­dentes mortales.

El prome­dio diario de víc­ti­mas mor­tales en acci­dente durante el ver­a­no, para el peri­o­do 2003 a 2009, ha descen­di­do de 13,5 a 6,1. Es decir, se reg­is­tran 7 muer­tos diar­ios menos que en 2003.

En 1989 hubo un total de 1.378 fal­l­e­ci­dos en el peri­o­do vaca­cional, lo que sig­nifi­ca que ha habido 1.000 fal­l­e­ci­dos menos en 20 años.

Menos víctimas jóvenes

El per­fil de las víc­ti­mas está cam­bian­do: El número de muer­tos de entre 15 y 24 años de edad ha descen­di­do en ver­a­no un 70,3% entre 2003 y 2009 (182 fal­l­e­ci­dos en 2003 y 54 en 2009). El de víc­ti­mas entre 25 y 34 años ha baja­do un 58%.

Menos motoristas fallecidos

Este ver­a­no murieron en la car­retera 61 motoris­tas (el 16% del total de víc­ti­mas mor­tales), un 14% menos que el ver­a­no pasa­do, cuan­do perdieron la vida 71. El dato es más rel­e­vante aún si se tiene en cuen­ta que el par­que de moto­ci­cle­tas es el que más ha aumen­ta­do, superan­do en 2008, por ter­cer año con­sec­u­ti­vo, el 8 % de incre­men­to respec­to al año anterior.

Otros datos

  • Las sal­i­das de vía siguen sien­do el tipo de acci­dente más fre­cuente, con el 44,6% de los fallecidos.
  • La dis­trac­ción del con­duc­tor fue, una vez más,  la prin­ci­pal causa de los sinie­stros mor­tales (fue el fac­tor deter­mi­nante en 143 de los 327 acci­dentes con muer­tos ocur­ri­dos en verano).
  • La may­oría de las víc­ti­mas (195) fal­l­ecieron en turismos.
  • El número de fal­l­e­ci­dos en fur­gone­ta ha aumen­ta­do este ver­a­no al pasar de 28 muer­tos el año pasa­do a 35. Las víc­ti­mas mor­tales en fur­gone­ta han pasa­do de rep­re­sen­tar el 3,9% del total en el año 2004 al 9,3% en 2009.

Descenso continuado

El descen­so de la mor­tal­i­dad en la car­retera con­tabi­liza­do este ver­a­no coin­cide con el que se viene reg­is­tran­do en gen­er­al, año a año, des­de 2004, cuan­do las cifras comen­zaron al fin a bajar.

Así, hemos pasa­do de los 7.188 muer­tos totales de 1989, el peor año de la his­to­ria, a los 3.100 de 2008, con­tan­do, en ambos casos, las víc­ti­mas fal­l­e­ci­das den­tro de los 30 días pos­te­ri­ores al sinie­stro, y tan­to en car­retera como en zona urbana.

AÑOMUERTOSHERIDOS GRAVES
19805.01731.621
19854.90338.695
19865.41942.443
19875.85848.298
19886.34851.124
19897.18852.418
19906.94852.385
19916.79750.978
19926.01442.185
19936.37836.828
19945.61533.991
19955.75135.599
19965.48333.899
19975.60433.915
19985.95734.664
19995.73831.889
20005.77627.764
20015.51726.566
20025.34726.156
20035.39926.305
20044.74121.805
20054.44221.859
20064.10421.382
20073.82319.295
20083.10016.488

El descen­so en la sinies­tral­i­dad se pro­du­jo durante el pasa­do año en todas las comu­nidades autóno­mas. La may­or baja­da en cuan­to al número de acci­dentes mor­tales se reg­istró en Canarias, con una reduc­ción del 40% respeto a 2007, segui­da de Cantabria (-32,1) y de Balear­es (-31).

Respeto a la edad, los con­duc­tores de 25 a 34 años impli­ca­dos en acci­dente mor­tal con­tin­uaron sien­do en 2008 los que pre­sen­taron una cifra más alta (738 de un total de 3.132), pero fueron menos de la mitad de la cifra que se reg­istró en 2003 (1.528 de 5.595).

Más coches pero menos desplazamientos

La reduc­ción del número de acci­dentes se pro­duce a pesar de que cada vez hay más vehícu­los en cir­cu­lación: El Par­que Nacional a 31 de diciem­bre de 2008 esta­ba com­puesto por 30.969.224 vehícu­los (el 71,5% de ellos, tur­is­mos), lo que supone un aumen­to del 2,15 % con respec­to a 2007.

Sí ha habido, no obstante, una reduc­ción del número de desplaza­mien­tos de vehícu­los, que ha bajó en 2008 un 5% como con­se­cuen­cia, según el min­istro del Inte­ri­or, «del pre­cio de la gasoli­na y de la situación económica».

Objetivo europeo

De seguir la ten­den­cia actu­al, España podría ser uno de los seis país­es de la Unión Euro­pea que logren cumplir el obje­ti­vo de la UE de haber reduci­do en un 50% para el año 2010 el número de muertes en acci­dentes de tráfico.

LAS CAUSAS

A par­tir de 2004, y después de una déca­da en la que había habido un retro­ce­so en la seguri­dad vial, la DGT puso en mar­cha una gran estrate­gia de con­cien­ciación públi­ca que se mantiene has­ta aho­ra, recu­peran­do cam­pañas más duras en tele­visión y apelando a la respon­s­abil­i­dad de los conductores.

Ello vino acom­paña­do, al mar­gen del pro­gre­si­vo incre­men­to en los sis­temas de seguri­dad de los vehícu­los, de una serie de cam­bios en la nor­ma­ti­va y en las leyes, con un endurec­imien­to de las mul­tas, las san­ciones y las penas judi­ciales, que en muchos casos no han esta­do exen­tos de polémi­ca y debate.

Entre las prin­ci­pales que­jas de los con­duc­tores sigue estando el mal esta­do de muchas car­reteras, con la per­ma­nen­cia de numerosos pun­tos negros. Tam­bién ha habido críti­cas ref­er­entes al supuesto afán recauda­to­rio de algu­nas de las nuevas normas.

Éstas son las prin­ci­pales medi­das adop­tadas en los últi­mos años:

  • 1992. Cin­turón de seguri­dad y cas­co, oblig­a­to­rios tam­bién en zonas urbanas.
  • 1999. Todos los vehícu­los deben lle­var trián­gu­los señalizadores.
  • 1999. La tasa máx­i­ma de alco­holemia se reba­ja de 0,8 a 0,5 miligramos (un total de 1.250 con­duc­tores están en prisión en la actu­al­i­dad por rein­cidir en el con­sumo de alco­hol, que sigue sien­do, jun­to al exce­so de veloci­dad, la prin­ci­pal causa de los accidentes).
  • 2004. Oblig­a­to­riedad de lle­var chale­cos reflec­tantes en el vehículo.
  • 2004. Las sil­li­tas infan­tiles, oblig­a­to­rias para todos los niños de entre 0 y 12 años.
  • 2006. Carné por pun­tos: El sis­tema, que entró en vig­or el 1 de julio de 2006, san­ciona con pér­di­da de pun­tos las infrac­ciones cometi­das. Cada con­duc­tor posee un crédi­to de 12 pun­tos, que irá per­di­en­do según vaya come­tien­do infrac­ciones. Por cada una, según su gravedad, se restan entre 2 y 6 pun­tos. Los con­duc­tores que no sean san­ciona­dos en tres años reciben dos pun­tos extra.
    Un año después de entrar en vig­or, la mor­tal­i­dad en la car­retera ya se redu­jo un 14,3%, por­centa­je que ascendió has­ta el 15% cuan­do la DGT real­izó un bal­ance sobre la efi­ca­cia del sis­tema, el 13 de mar­zo de 2008.
  • 2007. Refor­ma del Códi­go Penal: El nue­vo tex­to con­tem­pla penas de tres a seis meses de prisión o mul­tas de seis a doce meses y tra­ba­jos en ben­efi­cio de la comu­nidad para los que con­duz­can con una tasa de alco­hol supe­ri­or a 0,60 miligramos por litro de aire espi­ra­do o una tasa en san­gre supe­ri­or a los 1,2 gramos por litro.
    La refor­ma tam­bién establece penas de has­ta seis meses de cár­cel para los con­duc­tores que super­en en 60 kilómet­ros por hora la veloci­dad máx­i­ma en vía urbana o en 80 en vía interurbana.
  • 2008. Más radares fijos: La DGT tenía insta­l­a­dos a finales de 2008 un total de 500, y se pre­vé que ese número llegue a los 1.500 para 2011.
    En el primer semes­tre de 2008 estos radares ‘cazaron’ a tan­tos vehícu­los como en todo 2007; 575.024 denun­cias por exce­so de veloci­dad frente a las 576.202 infrac­ciones detec­tadas en el con­jun­to del año pasado.