En la madrugada de este viernes, la Policía tuvo que intervenir para evacuar a varios profesores de la Universidad de Valencia que se encontraban retenidos en la Facultad de Derecho. Unos 50 estudiantes les impedían salir tras haber bloqueado todas las salidas del edificio. Los jóvenes formaban parte de un grupo que permanecía acampado desde hacía varias semanas en el centro para protestar por la aplicación del denominado Plan Bolonia.
Como ellos, cientos de estudiantes más, sobre todo en Barcelona y en la propia Valencia, pero también en otras ciudades, han protagonizado estos días protestas, ocupaciones y encierros, en un clima de tensión que no ha dejado de crecer.
Las protestas, no obstante, vienen de lejos y se extienden por toda la comunidad universitaria, prácticamente desde que se firmó la reforma, hace ya nueve años, y especialmente desde que la ratificó el Gobierno español, el año pasado.
¿Qué es el proceso de Bolonia? ¿Qué supone para las universidades europeas? ¿Por qué protestan? ¿Qué dicen sus defensores y sus detractores? Las claves, en 20 preguntas y respuestas.
1. ¿Qué es la declaración de Bolonia?
La Declaración de Bolonia es una iniciativa para reformar el sistema educativo europeo, que fue suscrita en esta ciudad del norte de Italia, el 19 de junio de 1999, por 29 países de Europa: todos los que conformaban entonces la Unión Europea, España incluida, y otros pertenecientes al Espacio Europeo de Libre Comercio y del este y el centro del continente.
Con la firma de esta Declaración se dio paso al llamado Proceso de Bolonia, o Plan Bolonia, que ha ido perfilándose posteriormente, con diversos cambios y la inclusión de más estados, a través de cuatro nuevos acuerdos, especificados en los Comunicados de Praga (República Checa, 2001), Berlín (Alemania, 2003), Bergen (Noruega, 2005) y Londres (Reino Unido, 2007). La próxima conferencia de seguimiento se celebrará el año que viene en Lovaina (Bélgica).
2. ¿Dónde tiene su origen?
El origen de la Declaración de Bolonia se encuentra en la Carta Magna de Universidades suscrita por varios rectores de universidades europeas en 1988. Pero el paso previo determinante no se dio hasta diez años después, cuando, el 25 de mayo de 1998, los ministros de Educación de Alemania, Italia, el Reino Unido y Francia (es decir, los cuatro países de la UE que pertenecen al G7, el grupo que conforman las naciones más ricas del mundo) firmaron en París la llamada Declaración de La Sorbona.
3. ¿Quién la elaboró?
Los gobiernos de los países firmantes, con la participación de representantes estudiantiles, de la Comisión Europea y de otras organizaciones.
4. ¿Cuáles son sus objetivos?
El objetivo del Proceso de Bolonia es llevar a cabo una profunda reforma del sistema universitario en Europa, mediante la construcción del denominado Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), diseñado a partir del modelo anglosajón y organizado, según el propio tratado, teniendo en cuenta principios de calidad, movilidad, diversidad y competitividad.
En este sentido, el Plan pretende conseguir, entre otras cosas, la total movilidad estudiantil dentro del continente y la homogeneización de los estudios superiores en Europa, acabando con el actual laberinto de convalidaciones.
Se pretende asimismo lograr un sistema de educación superior competitivo, atractivo para el resto del mundo, y que atraiga a estudiantes e investigadores de otros países, así como adecuar las enseñanzas a las necesidades del mercado laboral.
En general, se busca el concepto de «educación a lo largo de toda la vida» (lifelong learning, en inglés), en un proceso permanente de interacción entre formación y trabajo, y un cambio en los métodos de enseñanza, con una atención más individualizada al alumno (más tutorías y trabajo personal, menos clases tradicionales).
El fin último es incrementar el empleo en la Unión Europea.
5. ¿Qué cambios introduce?
Fundamentalmente, habrá un nuevo sistema de créditos y de titulaciones, una nueva financiación de los estudios y más movilidad para estudiantes, docentes, investigadores y personal de administración y servicios.
6. ¿Cómo es el nuevo sistema de créditos?
El crédito se constituye en la unidad de medida académica en las enseñanzas universitarias oficiales, junto con el llamado Suplemento al Título (o Suplemento de Diploma, SD), un documento adjunto al título que facilita el reconocimiento académico y profesional de las calificaciones obtenidas.
En general, todas las carreras tendrán una formación inicial de 240 créditos, equivalentes en España a cuatro años (más tiempo en el caso de algunas carreras, como Arquitectura o Medicina). Con este primer nivel de estudios se obtendrá el título de Licenciado, Ingeniero o Arquitecto.
7. ¿Cómo se obtienen los créditos?
Cuentan no sólo las horas de clases teóricas (las impartidas por el profesor y las horas de examen), sino también el trabajo que debe ser realizado por el alumno (elaboración de trabajos, seminarios, horas de estudio).
En términos generales, los estudiantes deberán hacer más prácticas y tener un papel más activo. Cada crédito ECTS (Sistema Europeo de Transferencia de Créditos, por sus siglas en inglés) corresponde a entre 25 y 30 horas semanales, de las cuales tan sólo 10 serán lectivas.
Los créditos se anexan al título, describiendo los estudios cursados para hacer posible la homologación a nivel europeo. Con ello, y partiendo de la experiencia del actual Programa Erasmus, se pretende favorecer la movilidad estudiantil y laboral.
8. ¿Cómo son las nuevas titulaciones?
El sistema de titulaciones está estructurado en dos ciclos: Grado, de educación más generalista, y Postgrado, de educación especializada. El acceso al segundo ciclo requiere haber completado con éxito el primer ciclo en un periodo mínimo de tres años (en España, salvo excepciones, cuatro). Con el segundo ciclo se obtiene el grado de maestría (Master) y/o doctor (Doctorado).
9. ¿Desaparecerán las diplomaturas?
Sí. Ya no habrá ni diplomaturas ni licenciaturas, sino, como en el sistema anglosajón, las mencionadas titulaciones de Grado (el bachelor inglés) y Postgrado.
10. ¿Qué implicaciones económicas tiene esto?
Importantes. La especialización (el segundo ciclo) tendrá un precio de entre 1.400 y 2.000 euros por curso.
El Gobierno español está elaborando un plan de financiación para la Universidad, del que no se descarta el modelo mixto, mezcla de fondos públicos y privados
11. ¿Cuáles son las principales críticas?
Los detractores del Plan Bolonia destacan que, en la práctica, el sistema de créditos introducido equipara el horario estudiantil a un horario laboral, debido al aumento de horas obligatorias, e impide compaginar los estudios con un trabajo.
Con respecto a las nuevas titulaciones, quienes se oponen al Plan denuncian que el incremento del gasto económico necesario para obtener las de segundo ciclo se traducirá en una elitización de la Universidad, ya que no todos los estudiantes podrán permitírselo.
En este sentido, señalan que dejarán de existir las actuales becas, que serán sustituidas por las llamadas becas-préstamos (préstamos bancarios a devolver con intereses). También critican que el título de Grado será comparable a la actual FP y que supondrá una formación básica y poco especializada encaminada a la obtención de trabajadores precarios.
Se critica también que las carreras que se impartan en las universidades estarán a partir de ahora basadas en criterios de pura rentabilidad, establecidos por la Agencia de Evaluación Nacional de Calidad y Acreditación (ANECA), lo que conllevará la marginación de las carreras menos técnicas o «prácticas».
Algunos críticos han señalado también el hecho de que, más allá de disfrutar de una beca Erasmus de un año, en España el número de alumnos que desea estudiar, o trabajar después, en otros países no es lo suficientemente grande como para justificar una reforma de estas dimensiones.
También se ha denunciado que el Plan se aprobó sin el necesario debate público previo.
12. ¿Cuál es la crítica de fondo?
La mayoría de las críticas contra el Plan Bolonia denuncian que las reformas introducidas tienden a la mercantilización del mundo universitario y se han hecho atendiendo más a los intereses económicos de los grandes conglomerados empresariales que a los de la comunidad educativa.
Los detractores del Proceso señalan que el pretendido objetivo positivo de crear un espacio común educativo esconde la idea de convertir la universidad europea en tan sólo una cantera para las grandes empresas, dejando a un lado su papel como lugar de formación y desarrollo humanos, y pasando a ser una mera fábrica de individuos válidos para el mercado laboral.
13. ¿Qué argumentan sus defensores?
Los defensores del Plan Bolonia sostienen que éste mejorará las salidas laborales de los universitarios, ya que sus títulos estarán reconocidos en todos los países firmantes, y los nuevos planes de estudios estarán más orientados a la formación de profesionales demandados por la sociedad, con una mayor especialización.
Con respecto al sistema de créditos, consideran que organiza de un modo más real el tiempo de los estudiantes, estableciendo límites de horas y creando la posibilidad de estudiar a tiempo parcial para poder trabajar, matriculándose en menos créditos. También defienden que se valore más el trabajo global del alumno y su iniciativa que el hecho de simplemente asistir a clases magistrales.
Argumentan asimismo que el sistema de Grado y Postgrado es el que funciona actualmente en la mayoría de los países del mundo.
Básicamente, los defensores del Plan entienden que se trata de una apuesta estratégica a medio y largo y plazo para mejorar la sociedad europea en su conjunto a través de la creación de empleo, y mediante un sistema universitario más racional y universal. La nueva sociedad europea, entienden, necesita universitarios formados más en consonancia con las necesidades laborales actuales, más adaptables y más dispuestos a cambiar de lugar y de puesto.
Esta misma semana, el consejero de Universidades de la Generalitat de Cataluña, Josep Huguet, advirtió a los estudiantes contrarios al Plan que «la alternativa no es nada más que la autarquía» y «el regreso a un modelo de universidad franquista».
14. ¿Es un tratado de cumplimiento inmediato?
No. Se trata de una declaración política realizada en torno a diversos acuerdos y compromisos, que establece un plazo, hasta el año 2010, para la consecución del EEES. Contempla fases bienales de ejecución, cada una de las cuales finaliza mediante la correspondiente Conferencia Ministerial, que revisa lo conseguido y establece directrices para el futuro.
15. ¿Qué países lo han firmado?
La Declaración de Bolonia ha sido firmada, hasta el momento, por 47 países. En 1999 lo hicieron Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Hungría, Islandia, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Polonia, Portugal, el Reino Unido, la República Checa, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, España, Suecia y Suiza. Croacia, Chipre, Turquía y Liechtenstein la suscribieron en 2001. Albania, Andorra, Bosnia-Herzegovina, el Vaticano, Macedonia, Rusia y Serbia lo hicieron en 2003; Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Moldavia y Ucrania, en 2005 y, finalmente, Montenegro, en 2007.
Kirguistán, Israel, Kosovo y la República Turca del Norte del Chipre han solicitado ser incluidos en el Proceso, pero han sido rechazados, los tres primeros, por no firmar parte de la Convención Cultural Europea del Consejo de Europa, y el cuarto, por no ser reconocido como entidad política independiente por ninguno de los firmantes de la Declaración.
16. ¿Cómo se está aplicando en España?
La Ley Orgánica 4/2007 de 12 de abril, que modificó la Ley Orgánica de Universidades (LOU), de 2001, sentó las bases en nuestro país de cara a la plena integración del sistema universitario español en el EEES. Antes, en septiembre de 2003, el Consejo de Ministros ya había aprobado el nuevo Sistema Europeo de Créditos y el de Calificaciones en las titulaciones universitarias, y en octubre del año pasado hizo lo propio con el de Ordenación de las Enseñanzas Universitarias, que fija la nueva estructura europea de títulos.
En España, la aplicación del Proceso de Bolonia, cuya primera experiencia piloto se llevó a cabo en la Universidad de Murcia, en el curso 2005-2006, tenía previsto que a partir del presente curso 2008-2009 empezasen a desaparecer las licenciaturas y diplomaturas actuales. No obstante, hasta 2015 los universitarios que cursen estudios anteriores al Plan Bolonia podrán elegir entre continuar en el régimen en el que comenzaron u optar por el nuevo modelo.
Los estudios de Grado se completarán en nuestro país en cuatro cursos lectivos y 240 créditos, excepto Arquitectura, con 300 créditos y Medicina, con 360.
Para acceder a los estudios de Master, que decide cada universidad, será imprescindible el título de Grado y haber superado un mínimo de 60 créditos y un máximo de 120.
El tercer ciclo, o estudios de Doctorado (entre 3 ó 4 años), incluye un periodo de formación y otro de investigación, requiere la presentación de la tesis doctoral y es imprescindible haber superado un mínimo de 300 créditos entre el primer y segundo ciclo, con el requisito de que un mínimo de 60 correspondan a enseñanzas de Postgrado.
17. ¿Qué carreras habrá en España?
Para el presente curso 2008-2009 estaba previsto que pudieran cursase en España un total de 162 carreras, correspondientes a las ramas de Artes y Humanidades, Ciencias, Ciencias de la Salud, Ciencias Sociales y Jurídicas e Ingeniería y Arquitectura, todas ellas adaptadas a la UE y validadas por la mencionada Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), con el visto bueno del Consejo de Universidades.
De las 162 carreras diseñadas por las universidades, 92, es decir, el 57%, las impartirán 17 universidades privadas y de la Iglesia, y 16 públicas impartirán el resto.
18. ¿Qué es la ANECA?
La Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación depende del Ministerio de Ciencia e Innovación, fue creada en 2002 y tiene la misión de evaluar, certificar y acreditar las enseñanzas superiores, los profesores y las instituciones.
19. ¿Cuáles han sido y son las principales protestas?
Manifestaciones, huelgas, encierros… Estudiantes de toda España han salido a la calle en contra del nuevo modelo universitario, si bien las mayores protestas, que han explotado en las últimas semanas, se han centrado, sobre todo, en Granada, Barcelona, Murcia, Sevilla y Madrid.
En abril y mayo de este año un grupo de estudiantes de la Universidad Autónoma de Barcelona fueron expedientados tras asaltar el despacho del rector durante las protestas. Podrían ser expulsados de la Universidad por un periodo de hasta once años.
En Madrid, en la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense, 200 estudiantes permanecieron encerrados entre abril y junio. En la Universidad de Barcelona más de 300 estudiantes seguían durmiendo hasta este viernes en pasillos y aulas de seis facultades. En la Autónoma de Barcelona 160 alumnos de Filosofía y Letras y de Comunicación realizaban «piquetes informativos» y prácticamente habían paralizado la actividad en los centros. En Valencia, esta semana había todavía encierros en siete centros de la Universidad: Historia, Filosofía, Filología, Medicina y Psicología.
En algunas de estas manifestaciones se han producido duros enfrentamientos entre los estudiantes y la Policía.
Fuera de España también ha habido numerosas protestas, las más importantes, en Grecia, donde el Gobierno se ha llegado a plantear una revisión a fondo de la reforma.
Contra el Proceso de Bolonia se han manifestado no sólo los estudiantes, sino también profesores y políticos.
20. ¿Qué postura tiene el Gobierno?
El Gobierno, al igual que los principales partidos políticos, apoya el Plan. No obstante, y según informó el diario El País, el Ejecutivo ha accedido a revisar las «cuestiones que no estén funcionando bien» y «está abierto a realizar ciertos cambios», como la eliminación del exceso de documentación que pide a los centros la ANECA para aprobar las nuevas titulaciones, o la revisión de los equipos de evaluación que las realizan.
Por su parte, y según señaló el mencionado diario, la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, mantendrá en los próximos días un encuentro con los rectores de los cinco centros universitarios más afectados, y el día 4 se ha convocado, además, una sesión extraordinaria de Consejo de Universidades para abordar el problema.
Garmendia afirmó el pasado día 17 que la implantación del EEES en España, «no supondrá la mercantilización de las universidades». «Yo les preguntaría a los estudiantes: ¿Te gustaría tener que estar dos años para homologar tu título en un país diferente al tuyo?», dijo.