El nuevo censo: cuántos latinos hay en Canadá, de dónde vienen, cómo llegan, dónde viven…

Miguel Máiquez, 29/10/2017
El 16% de los lati­nos en Canadá son menores de 14 años, y  el 14% tienen entre 15 y 24. Foto: CC0 Pub­lic Domain

Según el nue­vo cen­so ofi­cial de Canadá, recién pub­li­ca­do, en 2016 residían en el país un total de 447.320 per­sonas que se iden­ti­f­i­can a sí mis­mas como «lati­noamer­i­canos», frente a las 381.280 reg­istradas en la últi­ma encues­ta, del año 2011. Este dato supone un incre­men­to del 17,3% entre 2011 y 2016, frente al crec­imien­to del 25,3% detec­ta­do entre 2006 y 2011, y cer­ti­fi­ca la ten­den­cia a la baja ini­ci­a­da a medi­a­dos de la pasa­da déca­da, tras la gran subi­da del 40,2% que se pro­du­jo entre 2001 y 2006, un por­centa­je que casi duplicó el incre­men­to del 22,6% con­tabi­liza­do entre 1996 y 2001.

En resumen: la comu­nidad lati­na en Canadá sigue cre­cien­do de for­ma con­sid­er­able, pero cada vez lo hace a un rit­mo más lento.

Pasa­da ya la gran olea­da migra­to­ria de finales del siglo pasa­do —y, espe­cial­mente, la de los años seten­ta, cuan­do cer­ca del 18% de los recién lle­ga­dos a Canadá eran de ori­gen lati­noamer­i­cano—, y a pesar del fuerte empu­je debido al TLCAN (el trata­do de libre com­er­cio entre Canadá, Méx­i­co y Esta­dos Unidos), los datos refle­jan que el número de lati­noamer­i­canos que lle­gan cada año a Canadá va descen­di­en­do ligeramente.

Lejos pare­cen quedar ya las desta­cadas cifras que orig­i­naron en su día las migra­ciones de cubanos opuestos al cas­tris­mo, de chilenos escapan­do de la dic­tadu­ra de Pinochet, de sal­vadoreños dejan­do atrás la guer­ra civ­il, de colom­bianos ponién­dose a sal­vo de la vio­len­cia orig­i­na­da por el con­flic­to con las FARC, o, más recien­te­mente, de mex­i­canos huyen­do de la bru­tal­i­dad del nar­cotrá­fi­co y la ‘guer­ra con­tra las drogas’.

En cualquier caso, no hay que descar­tar que esta ten­den­cia a la baja en el crec­imien­to de la inmi­gración lati­na se invier­ta en los próx­i­mos años, de con­tin­uar las restric­ciones migra­to­rias que tiene en su agen­da el pres­i­dente de Esta­dos Unidos, Don­ald Trump, unas restric­ciones que pueden lle­var a muchos lati­noamer­i­canos, espe­cial­mente de Méx­i­co, a ele­gir Canadá como des­ti­no en lugar del veci­no del sur.

De hecho, el número de mex­i­canos que solici­ta refu­gio en Canadá está cre­cien­do de for­ma impor­tante, según los datos facil­i­ta­dos por la Comisión de Inmi­gración y Refu­gio de Canadá (IRBC). En el primer semes­tre de este año, el número de peti­cionar­ios de ori­gen mex­i­cano ya dobló el reg­istra­do en todo 2016, que fue de 257. Solo en la primera mitad de 2017 un total de 566 mex­i­canos pidieron asi­lo en Canadá.

Minoría visible

Los lati­nos, la may­oría de los cuales emi­gran actual­mente a Canadá por motivos de carác­ter fun­da­men­tal­mente económi­co, rep­re­sen­tan aho­ra en torno al 1,3% de la población total cana­di­ense. En 2011 eran el 1,2%, y en 2006, el 1%.

De estos 447.320 iden­ti­fi­ca­dos como lati­noamer­i­canos, 348.340 son primera gen­eración de inmi­grantes (naci­dos fuera de Canadá y que emi­graron al país en algún momen­to de sus vidas); 95.125, segun­da gen­eración (hijos de inmi­grantes); y 3.860, ter­cera gen­eración o pos­te­ri­or (naci­dos en Canadá de padre y madre naci­dos tam­bién en Canadá).

Aten­di­en­do a los cri­te­rios emplea­d­os por Estadís­ti­cas Canadá para la cat­e­go­rización por los gru­pos de población que incluyen a las denom­i­nadas minorías vis­i­bles, entre 2006 y 2016 la población de ori­gen lati­noamer­i­cano en Canadá cre­ció en aprox­i­mada­mente un 48%, lo que supone el sex­to may­or incre­men­to de entre estas minorías.

La leg­is­lación cana­di­ense define «minorías vis­i­bles» como aque­l­los colec­tivos, excep­to los pueb­los aborí­genes, que son «de raza no caucási­ca o de col­or no blan­co», e incluye en ellas, entre otras, las cat­e­gorías de «chi­nos», «negros», «fil­ipinos», «lati­noamer­i­canos», «árabes», «del sud­este asiáti­co», «de Asia Occi­den­tal», «core­anos» y «japone­ses».

Cat­e­go­riza­da de esta man­era, a lo largo de la últi­ma déca­da la comu­nidad lati­na ha cre­ci­do más que la core­ana, la chi­na, o la del sud­este asiáti­co, pero bas­tante menos que la árabe, que casi se ha dupli­ca­do, y la fil­ip­ina, y algo menos que la de Asia Occi­den­tal, la negra (afro­cana­di­ense), o la de Asia del Sur.

Hispanoablantes, jóvenes, mujeres

Agru­pa­dos por idioma, el número total de his­panoh­ab­lantes en Canadá es de 495.090. De ellos, 453.530 tienen además el español como lengua mater­na. El dato no incluye, obvi­a­mente, a los lati­noamer­i­canos que hablan otro idioma (los proce­dentes de Brasil, pero tam­bién los de Haití o Guyana, por ejem­p­lo), pero sí, en cam­bio, a los españoles (un total de 10.695 en Canadá) y a otros his­panoh­ab­lantes no latinoamericanos.

El por­centa­je de his­panoh­ab­lantes en Canadá sobre la población total del país, un 1,4%, es, por tan­to, lig­era­mente supe­ri­or al de lati­noamer­i­canos. Con respec­to al con­jun­to de «lenguas inmi­grantes», el español lo habla un 6,4% de los que hablan un idioma que no es ni el inglés ni el francés ni una lengua abori­gen. Esto sitúa al español en la quin­ta posi­ción en esta cat­e­goría, por detras del man­darín (7,9%), el can­tonés (7,7%), el pun­jabi (7%), y el taga­lo o fil­ipino (6,6%), y por delante del árabe (6,3%), el ital­iano (5,3%), el alemán (5,2%), o el por­tugués (3,1%).

Idiomas mater­nos de los inmi­grantes en Canadá. En rojo, los his­panoh­ab­lantes. Fuente: Sta­tis­tics Cana­da, 2016 Cen­sus – Pro­por­tion of moth­er tongue in Canada.

Divi­di­dos por gen­era­ciones, en 2016 había un total de 379.355 his­panoh­ab­lantes de primera gen­eración con el español como lengua mater­na; 71.860 de segun­da gen­eración; y 2.315 de ter­cera gen­eración o posterior.

En cuan­to a las edades, la comu­nidad lati­noamer­i­cana en Canadá es rel­a­ti­va­mente joven. De los 447.320 que se definen como lati­nos, 70.870 (el 16%) son menores de 14 años; 63.580 (el 14%) tienen entre 15 y 24; 238.930, entre 25 y 54 (de ellos, 81.375, entre 25 y 34; 89.640, entre 35 y 44; y 67.915, entre 45 y 54); 43.435, entre 55 y 64; y 30.500, más de 65. Es decir, 305.465 (más del 68%) tienen menos de 44 años, sien­do el grupo may­ori­tario el de edades com­pren­di­das entre los 35 y los 44 años.

Por sex­os, el número de mujeres (231.865) aven­ta­ja lig­era­mente al de hom­bres (215.460).

Mexicanos, colombianos, salvadoreños

Con respec­to al país de proce­den­cia, y según los datos del cen­so cor­re­spon­di­entes a la población inmi­grante de acuer­do a su lugar de nacimien­to, el prin­ci­pal ori­gen de los inmi­grantes lati­noamer­i­canos en Canadá sigue sien­do Méx­i­co, segui­do de Colom­bia y, a may­or dis­tan­cia, El Sal­vador, Perú, Chile, Venezuela y Argenti­na.

En Canadá res­i­den actual­mente un total de 80.585 inmi­grantes naci­dos en Méx­i­co (frente a los 69.695 de 2011), 70.035 naci­dos en Colom­bia (60.555 en 2011), 48.075 en El Sal­vador (43.655 en 2011), 29.620 proce­dentes de Perú (26.715 en 2011), 26.705 de Chile (25.195 en 2011), 20.775 de Venezuela (16.005 en 2011), y 19.425 de Argenti­na (18.870 en 2011).

Frente a los incre­men­tos reg­istra­dos en el número de inmi­grantes proce­dentes de los país­es tradi­cional­mente con más pres­en­cia en Canadá (un 15% más en el caso de los mex­i­canos, otro 15% en el de los colom­bianos, un 10% en el de los sal­vadoreños), lla­ma la aten­ción la subi­da exper­i­men­ta­da por el colec­ti­vo de vene­zolanos, del 30%, un hecho prob­a­ble­mente atribuible a la inesta­bil­i­dad políti­ca y la cri­sis exis­tente en el país sudamericano.

Trabajo, familia, refugio

La sigu­iente tabla mues­tra los datos cor­re­spon­di­entes a la cat­e­goría por la que fueron admi­ti­dos en Canadá los inmi­grantes de los país­es lati­noamer­i­canos con una may­or pres­en­cia en el país (no incluye el aparta­do «otros» ni el de los lle­ga­dos antes de 1980).

Como puede obser­varse en la tabla, la may­oría de los mex­i­canos, chilenos y vene­zolanos lle­garon a Canadá patroci­na­dos por famil­iares, mien­tras que los colom­bianos y los sal­vadoreños lo hicieron sobre todo como refu­gia­dos. Los peru­anos y argenti­nos entraron en Canadá, prin­ci­pal­mente, a través de pro­gra­mas de trabajo.

La suma total de la población lati­na en esta cat­e­goría, denom­i­na­da «Población inmi­grate», y que incluye a los proce­dentes de Méx­i­co, Améri­ca Cen­tral y Sudaméri­ca (con Brasil, Guyana y otros país­es no his­panoh­ab­lantes), pero excluye a los del Caribe, es de 490.345 per­sonas. Esta cifra es algo dis­tin­ta al dato glob­al recogi­do en el aparta­do de «Minorías vis­i­bles» cor­re­spon­di­ente a «Lati­noaméri­ca» (los men­ciona­dos 447.320), debido a que se tra­ta de una dis­tin­ción más geográ­fi­ca que iden­ti­taria, y tam­bién por la dis­pari­dad de cri­te­rios a la hora de incluir o no a deter­mi­na­dos país­es del Caribe, así como por otras difer­en­cia­ciones cor­re­spon­di­entes al esta­tus migra­to­rio en sí.

Suman­do los inmi­grantes de los dos país­es his­panoh­ab­lantes del Caribe, Cuba (17.850) y la Repúbli­ca Domini­cana (10.605), y con­tan­do asimis­mo tan­to a los que tienen el español como lengua mater­na como a los que no, el número total de lati­noamer­i­canos en Canadá super­aría el medio mil­lón, en con­cre­to, 518.800.

La gran may­oría de los lati­noamer­i­canos en Canadá res­i­den en Ontario (251.875), provin­cia a la que sigue Que­bec (110.595), y Alber­ta (56.535). En gen­er­al, los lati­nos se siguen con­cen­tran­do espe­cial­mente en las grandes áreas met­ro­pol­i­tanas de Toron­to, Mon­tre­al y, en menor medi­da, Van­cou­ver, Cal­gary y Ottawa, con un crec­imien­to desta­ca­do en las provin­cias de Alber­ta, Man­i­to­ba y Nue­va Escocia.

Inmi­grantes en Canadá en 2016, según su lugar de nacimien­to y su lugar de res­i­den­cia en Canadá. En rojo, en el grá­fi­co de la izquier­da, los proce­dentes de Lati­noaméri­ca, el Caribe y EEUU. Fuente: Sta­tis­tics Cana­da, 2016 Cen­sus – Immi­grant pop­u­la­tion by select­ed places of birth, places of res­i­dence, admis­sion cat­e­go­ry, and peri­od of immigration.

Récord de inmigrantes

Más allá de la comu­nidad lati­noamer­i­cana, el nue­vo cen­so de Canadá, pub­li­ca­do por Sta­tis­tics Cana­da el pasa­do miér­coles, rev­ela que casi el 22% (un 21,9%) de los cana­di­ens­es son inmi­grantes, lo que supone el may­or por­centa­je en 85 años. Según las proyec­ciones de Stat­Can, este por­centa­je puede lle­gar a entre un 25% y un 30% para el año 2036.

El cen­so refle­ja asimis­mo un impor­tante crec­imien­to en el número de cana­di­ens­es que se iden­ti­f­i­can como miem­bros de minorías vis­i­bles, y en el de quienes lo hacen como aborí­genes, o pertenecientes a pueb­los indígenas.

La macroen­cues­ta se ha cen­tra­do esta vez en destacar los datos de población rela­ciona­dos con la inmi­gración, la diver­si­dad etno­cul­tur­al, la vivien­da y los pueb­los indí­ge­nas. A con­tin­uación, otros datos clave:

  • El cen­so con­tabi­liza 1,67 mil­lones de indí­ge­nas en Canadá en 2016, el 4,9% del total de la población, frente al 3,8% en 2006, y con una tasa de crec­imien­to del 42,5% a lo largo de los últi­mos 10 años.
  • Un total de 979.230 per­sonas se iden­ti­f­i­can como pertenecientes a las Primeras Naciones, un 39,3% más que en 2006. Los métis suman 587.545 (un 51,2% más en ese mis­mo peri­o­do), y los inu­it, 65.025 (29,1% más).
  • De los 1,2 mil­lones de nuevos inmi­grantes que se establecieron per­ma­nen­te­mente en Canadá entre 2011 y 2016 (el 3,5% del total de la población cana­di­ense el año pasa­do), el 60% entraron en el país bajo per­misos económi­cos, el 26,8% por motivos famil­iares (ya tenían pari­entes en Canadá), y el 11,6% como refu­gia­dos. Durante los primeros cua­tro meses de 2016, los refu­gia­dos supusieron el 25% del total de inmi­grantes admi­ti­dos en Canadá, debido a la lle­ga­da de los refu­gia­dos sirios.
  • Asia, incluyen­do Ori­ente Medio, sigue sien­do la región de la que pro­cede el may­or número de inmi­grantes (61,8%), segui­da de África (13,4%), y Europa (11,6%, cuan­do en 1971 era la región dom­i­nante, con un 61,6%).
  • Cer­ca de 1,9 mil­lones declararon ser de ori­gen surasiáti­co, lo que supone un cuar­to de toda la población perteneciente a las lla­madas minorías vis­i­bles. El segun­do grupo son los chi­nos, con 1,6 mil­lones, el 20,5% de las minorías vis­i­bles, segui­dos de los negros, que pasan la bar­rera del mil­lón por primera vez, con 1,2 mil­lones, el 15,6%. En el quin­to lugar apare­cen fil­ipinos y árabes.
  • En cuan­to a cómo han evolu­ciona­do estos gru­pos entre 2006 y 2016, el may­or incre­men­to se ha pro­duci­do entre la población de ori­gen árabe, que casi se ha dupli­ca­do (97,5%), segui­da por los fil­ipinos (89,5%), asiáti­cos occi­den­tales —Ori­ente Próx­i­mo y Medio— (69%), negros (51,9%), asiáti­cos del sur —India, Pak­istan, Bangladesh…— (51,7%), lati­noamer­i­canos —incluyen­do el Caribe— (48,4%), core­anos (30,5%), chi­nos (29%), asiáti­cos del sud­este —Viet­nam., Cam­boya, Laos…— (26,8%), y ban­cos y aborí­genes (2,5%).
  • En más de 9,5 mil­lones del total de 14.1 mil­lones de hog­a­res de Canadá la vivien­da se posee en propiedad, lo que supone un 67,8%, algo menos que el 69% reg­istra­do 2011. Este pro­cen­ta­je varía mucho depen­di­en­do de la edad: el 70% de los propi­etar­ios de vivien­das en 2016 tenían entre 35 y 54 años, mien­tras que en el seg­men­to de entre 20 y 34 años el por­centa­je baja al 43,6%.

El mejor censo de la historia

El Cen­so de Canadá de 2016 es la enu­meración detal­la­da de la población cana­di­ense a par­tir del mes de mayo de ese año. Se tra­ta del sép­ti­mo cen­so quin­que­nal real­iza­do en el país, y su elab­o­ración ha mar­ca­do el restablec­imien­to del cen­so oblig­a­to­rio de for­ma larga, que se había deja­do de realizar en favor de la Encues­ta Nacional de Hog­a­res (en inglés, Nation­al House­hold Sur­vey) del cen­so de 2011. Por su tasa de respues­ta, un 98.4%, el cen­so de 2016 es con­sid­er­a­do el más com­ple­to y rep­re­sen­ta­ti­vo de la his­to­ria (la primera encues­ta de población se llevó a cabo en el año 1666, en los ter­ri­to­rios de la entonces Nue­va Francia).

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