¿Abocados a un nuevo rescate? La crisis de la banca italiana, en 10 preguntas y respuestas

Miguel Máiquez, 15/7/2016

Miles de mil­lones de euros com­pro­meti­dos en prés­ta­mos dudosos o direc­ta­mente irrecu­per­a­bles (empre­sas en ban­car­ro­ta, par­tic­u­lares insol­ventes, morosi­dad) han puesto a la ban­ca ital­iana al bor­de del colap­so, en una situación que se ha venido coci­nan­do a fuego lento a lo largo de los últi­mos años, y que ha explota­do aho­ra como un nue­vo frente de batal­la en la ya de por sí mal­trecha Europa post brex­it.

Pese a las estric­tas medi­das aprobadas hace aprox­i­mada­mente un año por la Unión Euro­pea para evi­tar nuevos rescates ban­car­ios con dinero públi­co, la posi­bil­i­dad de hac­er la primera excep­ción con Italia (la cuar­ta economía de la UE, y la ter­cera de la Euro­zona, es decir, «demasi­a­do grande para caer») está cada vez más cerca.

Has­ta aho­ra, el país ha elu­di­do las grandes inyec­ciones de fon­dos públi­cos que, acom­pañadas de impor­tantes pro­ce­sos de reestruc­turación ban­car­ia bajo tutela euro­pea, reci­bieron en su día España, Irlan­da, Gre­cia y Por­tu­gal. Pero, tenien­do en cuen­ta, entre otros fac­tores, la abul­tadísi­ma deu­da públi­ca ital­iana (una de las may­ores de la UE), y la con­se­cuente inca­paci­dad del Esta­do para tapar el agu­jero, la cuestión parece ser no tan­to si podrá seguir evitán­do­lo, como de qué for­ma se hará esta vez.

En 10 pre­gun­tas y respues­tas, las claves de los fac­tores que han des­en­ca­de­na­do la cri­sis y de lo que está pasan­do ahora:

1. ¿Qué problema tienen los bancos italianos?

La Autori­dad Ban­car­ia Euro­pea (ABE) cal­cu­la que los ban­cos ital­ianos tienen prés­ta­mos irrecu­per­a­bles por val­or de 200.000 mil­lones de euros. Otras fuentes ele­van esta cifra a 360.000 mil­lones, lo que equiv­ale a la quin­ta parte de la activi­dad económi­ca anu­al del país.

Según datos de la propia ABE, los «crédi­tos dete­ri­o­ra­dos» en Italia ascien­den al 16,7% del total de los prés­ta­mos, frente al 3,4% de los ban­cos ale­manes, el 2,9% de los holan­deses, el 4,3% de los france­ses y el 7,1% de los españoles.

Las coti­za­ciones de la ban­ca ital­iana han caí­do en lo que lle­va­mos de año en torno a un 60% de media.

2. ¿Cómo se ha llegado a esta situación?

Tras var­ios años sin una ver­dadera recu­peración económi­ca, algu­nas empre­sas, y muchos hog­a­res, ya no están en condi­ciones de pagar las amor­ti­za­ciones ni los intere­ses de los prés­ta­mos a los que accedieron. Cer­ca de dos décadas de mala coyun­tu­ra económi­ca (el Pro­duc­to Inte­ri­or Bru­to –PIB– ital­iano sigue sien­do un 8% menor de lo que era al prin­ci­pio de la cri­sis financiera) han retraí­do asimis­mo la inver­sión, en lo que supone un autén­ti­co cír­cu­lo vicioso: empre­sas que pidieron prés­ta­mos no pueden devolver­los, y los ban­cos no reciben nue­vo cap­i­tal porque cada vez se invierte menos. En el actu­al sis­tema financiero, las empre­sas nece­si­tan ban­cos fuertes, y vicev­er­sa. Y sin cap­i­tal pro­pio, var­ios ban­cos ital­ianos acabarán quebrando.

3. ¿Hubo también una burbuja inmobiliaria?

A difer­en­cia de otros país­es europeos, el prob­le­ma de la ban­ca ital­iana no tiene un ori­gen tan claro en la cri­sis hipote­caria de 2008, o en la bur­bu­ja inmo­bil­iaria que, jun­to con irre­spon­s­ables prác­ti­cas ban­car­ias, dis­paró la cri­sis financiera en España. Aparte de la mala gestión de algu­nas enti­dades financieras, y de una reg­u­lación estatal poco efec­ti­va, las causas se encuen­tran más bien en la gran morosi­dad de las empre­sas, fru­to de una situación cer­cana a la rece­sión que se ha man­tenido durante años.

Para algunos exper­tos, la leg­is­lación ital­iana sobre ban­car­ro­ta tam­bién agravó la situación, ya que estip­u­la­ba tiem­pos de espera muy lar­gos antes de que los prestamis­tas pud­iesen recu­per­ar su dinero tras una quiebra. El actu­al primer min­istro ital­iano, Mat­teo Ren­zi, mod­i­ficó la ley en su refor­ma financiera, pero los efec­tos se siguen sufriendo.

4. ¿Cuáles son los bancos mas afectados?

Una de las enti­dades más cas­ti­gadas por la cri­sis es la Ban­ca Monte dei Paschi di Siena (MPS), con­sid­er­a­do el ban­co más antiguo del mun­do (fue fun­da­do en 1472 como monte de piedad), y el ter­cero más grande de Italia. Es el que pre­sen­ta un may­or déficit. A prin­ci­p­ios de julio, su coti­zación en la Bol­sa de Milán llegó a caer más de un 13%, y el Ban­co Cen­tral Europeo (BCE) le urgió a reducir en 10.000 mil­lones de euros el vol­u­men de sus crédi­tos morosos. A cierre del primer trimestre, el MPS esta­ba expuesto a más de 47.000 mil­lones de activos tóx­i­cos (17.000 en prés­ta­mos de dudoso cobro y 27.000 impa­ga­dos), cuan­do su cap­i­tal­ización ape­nas lle­ga a los 1.000 millones.

Por su parte, Uni­cred­it, el úni­co ban­co ital­iano entre las 29 enti­dades financieras con­sid­er­adas demasi­a­do grandes para per­mi­tir­las que­brar, ha per­di­do cer­ca del 60% de su val­or en Bol­sa des­de prin­ci­p­ios de este año.

En otoño de 2014, un total de nueve ban­cos ital­ianos no pasaron las prue­bas de estrés (sim­u­la­ciones para deter­mi­nar la capaci­dad de resisten­cia de una enti­dad ban­car­ia) europeas.

5. ¿Cómo está estructurada la banca italiana?

La par­tic­u­lar estruc­tura del sis­tema financiero ital­iano y su con­stante recon­ver­sión es parte del prob­le­ma. Como expli­ca en el blog Finan­zas a las 9 Daniel Man­zano, con­se­jero del­e­ga­do de Anal­is­tas Financieros Inter­na­cionales, tras las fusiones y adquisi­ciones lle­vadas a cabo en las últi­mas dos décadas, cuan­do se pri­va­tizó el grue­so de los ban­cos estatales, y las cajas de ahor­ro se trans­for­maron en ban­cos com­er­ciales ges­tion­a­dos por fun­da­ciones, dos grandes enti­dades, Uni­cred­it e Inte­sa San­pao­lo, aca­paran aho­ra el 47% de todos los activos bancarios.

El resto de enti­dades sig­ni­fica­ti­vas, incluyen­do el MPS, con­cen­tra otro 25%, y el 28% restante se dis­tribuye entre unas 500 enti­dades pequeñas: «En un extremo hay dos grandes enti­dades de ámbito nacional y, en el otro, una larga cola de enti­dades que oper­an a niv­el region­al o local, y que dan for­ma a lo que es el cuar­to sis­tema ban­car­io (tras el español) por vol­u­men de activos ges­tion­a­dos de la euro­zona», señala el anal­ista, aña­di­en­do que, por más que se con­cen­tre espe­cial­mente en algu­nas enti­dades, la cri­sis afec­ta de man­era gen­er­al­iza­da al con­jun­to del sistema.

6. ¿Qué ha propuesto el primer ministro?

Tras cono­cerse los resul­ta­dos del refer­én­dum sobre la sal­i­da del Reino Unido de la UE (el brex­it), los tres ban­cos más impor­tantes de Italia (Uni­cred­it, Ban­ca Popo­lare y MPS) cayeron en bol­sa más de un 20%. Con el argu­men­to de que la decisión británi­ca de aban­donar la Unión ha crea­do una situación excep­cional de ries­go financiero, que se vería agrava­da por un empe­o­ramien­to de la cri­sis ban­car­ia ital­iana, Mat­teo Ren­zi pre­sen­tó a la UE un plan para rescatar a los ban­cos ital­ianos con dinero públi­co. En con­cre­to, pidió 40.000 mil­lones de euros.

7. ¿Es posible?

Si se apli­ca estric­ta­mente la nue­va nor­ma­ti­va euro­pea con­tem­pla­da en el mar­co común sobre res­olu­ción y reestruc­turación ban­car­ia (direc­ti­va BRRD), la respues­ta es no.

Impul­sa­da prin­ci­pal­mente por Ale­ma­nia tras la cade­na de rescates ban­car­ios con dinero públi­co que sigu­ió a la cri­sis financiera de 2008, esta direc­ti­va, aproba­da ini­cal­mente en 2013, endure­ci­da en 2015, y en vig­or des­de prin­ci­p­ios del pre­sente año, tiene como obje­ti­vo que no vuel­van a ser los con­tribuyentes quienes ten­gan que rescatar a los ban­cos en quiebra. Antes que los Esta­dos, deberán respon­der por el cap­i­tal per­di­do los propi­etar­ios y los acree­dores. Es decir, se supedi­ta la inyec­ción de dinero públi­co a un plan de imposi­ción de pér­di­das entre los acree­dores, los accionistas y los tit­u­lares de deu­da no garan­ti­za­da de la enti­dad rescatada.

8. ¿Se hará una excepción?

La impor­tan­cia de la economía ital­iana, y el efec­to que su caí­da podría ten­er en el con­jun­to de la Euro­zona, ha lle­va­do a muchos anal­is­tas a pen­sar que sí, aunque sea medi­ante otras fór­mu­las, «más flex­i­bles». La direc­ti­va BRRD admite que se haga una excep­ción a la imposi­ción de pér­di­das cuan­do la inyec­ción de dinero públi­co sea úni­ca­mente «para hac­er frente al déficit de cap­i­tal estable­ci­do en las prue­bas de resisten­cia», y siem­pre y cuan­do el apoyo «sea de carác­ter tem­po­ral y cautelar».

En el caso ital­iano, un prob­le­ma de aplicar estric­ta­mente la nor­ma­ti­va euro­pea es que ello supon­dría impon­er pér­di­das no solo a inver­sores pro­fe­sion­ales, quienes, en teoría, están mejor preper­a­dos para hac­er­les frente, sino a muchas pequeñas y medi­anas empre­sas, así como a par­tic­u­lares, que poseen una gran can­ti­dad de bonos ban­car­ios. Un ter­cio de los bonos ban­car­ios ital­ianos está en manos de par­tic­u­lares y pequeños inver­sores, que se jue­gan casi 200.000 mil­lones de euros en pequeñas inversiones.

Rescatar ban­cos con dinero públi­co es impop­u­lar, pero, en este caso, impon­er pér­di­das a pequeños inver­sores tam­bién puede ser­lo. Y ello supon­dría un prob­le­ma para el Gob­ier­no de Ren­zi, en un con­tex­to donde alter­na­ti­vas políti­cas (como el Movimien­to Cin­co Estrel­las), tienen cada vez más apoyo, y más votos.

9. ¿Qué se está barajando?

Fun­da­men­tal­mente, dos medi­das. La primera, cono­ci­da como «rescate suave», con­si­s­tiría en una «recap­i­tal­ización pre­ven­ti­va» de los ban­cos, asum­ien­do que la may­oría de las enti­dades afec­tadas son viables, y que no nece­si­tarían más ayudas.

Esta opción ten­dría ya el vis­to bueno de la Comisión Euro­pea (CE), y, aunque con condi­ciones, tam­bién de Ale­ma­nia y del BCE, que pre­side el exgob­er­nador del Ban­co de Italia, Mario Draghi. La UE estaría dis­pues­ta a acep­tar que Italia invoque las cláusu­las de excep­cional­i­dad inclu­idas en la leg­is­lación comu­ni­taria, y que per­miten inyec­tar dinero públi­co para fre­nar el con­ta­gio de una cri­sis o para no impon­er una car­ga exce­si­va sobre accionistas y acreedores.

De hecho, el pasa­do 1 de julio la CE ya autor­izó, bajo las nor­mas de ayu­das de Esta­do y has­ta finales de año, un sis­tema de garan­tías públi­cas para la ban­ca ital­iana sol­vente que cubre medi­das de liq­uidez, y que está pen­sa­do como «medi­da pre­ven­ti­va». Bruse­las pre­cisó, no obstante, que no se espera que las garan­tías ten­gan que uti­lizarse, y negó que exista vín­cu­lo alguno entre este sis­tema de garan­tías y una recap­i­tal­ización de ban­cos ital­ianos en toda regla.

La segun­da opción es per­mi­tir direc­ta­mente que el Gob­ier­no ital­iano inyecte dinero a los ban­cos de man­era tem­po­ral, bajo condi­ciones muy estric­tas, y con el úni­co obje­ti­vo de que los con­tribuyentes puedan recu­per­ar sus fon­dos. No sería fácil, ya que la deu­da públi­ca ital­iana supone actual­mente el 132% del PIB del país.

En este sen­ti­do, y según infor­mó el Finan­cial Times, Ren­zi estaría preparan­do lo que el diario denom­inó «un desafío» a las autori­dades de Bruse­las, medi­ante la inyec­ción «uni­lat­er­al» de miles de mil­lones de euros en el caso de que Italia pre­sen­tase «señales de una cri­sis sistémi­ca». Según el primer min­istro, las medi­das que su Gob­ier­no pre­tende para la ban­ca tienen como objetivo«defender a los tit­u­lares de los depósi­tos y no a los banqueros».

10. ¿Cuándo habrá una decisión?

La nego­ciación es com­pli­ca­da, y podría alargarse durante meses. En cualquier caso, no parece prob­a­ble que vaya a haber un acuer­do defin­i­ti­vo has­ta que, a finales del pre­sente mes de julio, se lleven a cabo las prue­bas de estrés de la Autori­dad Ban­car­ia Euro­pea. Este exa­m­en será esen­cial para saber qué ban­cos podrían recibir ayu­das públi­cas sin ten­er que acti­var los sis­temas de rescate pre­vis­tos en las nor­mas europeas.

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