Un planeta en crisis

Miguel Máiquez, 3/7/2015

Miles de per­sonas se agol­pan en una calle dev­as­ta­da, en la que no es posi­ble dis­tin­guir un solo edi­fi­cio que no haya sido com­ple­ta­mente destru­i­do por las bom­bas. La masa humana ocu­pa toda la fotografía, y es tan den­sa que a primera vista parece un mon­ta­je: no que­da libre ni un metro cuadra­do de sue­lo. La ima­gen remite direc­ta­mente a otro tiem­po, a la pesadil­la euro­pea de hace 70 años, cuan­do mil­lones de super­vivientes del infier­no béli­co vaga­ban sin techo al ter­mi­nar la Segun­da Guer­ra Mundi­al. Pero está toma­da hace solo unos meses. Y es real, tan real como el sufrim­ien­to que refle­ja: son refu­gia­dos sirios en el cam­po de Yarmuk, a las afueras de Dam­as­co, y están esperan­do la ración de comi­da que les per­mi­tirá sub­si­s­tir un día más. Ais­la­dos por el rég­i­men y a merced del fuego cruza­do de las diver­sas fac­ciones com­bat­ientes, estos hom­bres, mujeres y niños reciben la ayu­da inter­na­cional con cuentagotas.

El desam­paro de estos refu­gia­dos es extremo, pero está muy lejos de ser excep­cional. A finales de 2013 el número de desplaza­dos en todo el mun­do alcan­z­a­ba ya los 51 mil­lones. Para cuan­do acabe 2015 habrá, al menos, dos mil­lones más. Es una cifra récord en la his­to­ria de la humanidad, una cifra que, uni­da a la de los con­flic­tos arma­dos que siguen cas­ti­gan­do el plan­e­ta (una doce­na ple­na­mente activos), a la de los 44 mil­lones de per­sonas que, según el Ban­co Mundi­al, viv­en en la abso­lu­ta pobreza, a la de los 27 mil­lones que pade­cen aún situa­ciones de esclav­i­tud, a la de los 800.000 que son víc­ti­mas del trá­fi­co de seres humanos (incluyen­do los miles que se ahogan en el Mediter­rá­neo inten­tan­do alcan­zar una Europa blinda­da), o a la de los tam­bién cien­tos de miles que se ven afec­ta­dos por las con­se­cuen­cias del cam­bio climáti­co (algunos desas­tres nat­u­rales inclu­i­dos), no per­mite dibu­jar un cuadro muy opti­mista a la hora de abor­dar la evolu­ción del mun­do en lo que lle­va­mos de siglo.

El año 2000 arrancó con la esper­an­za, irra­cional, pero humana, de que el nue­vo mile­nio traería al fin algo más de paz, un poco más de jus­ti­cia social, más pros­peri­dad, pro­gre­so. Y es cier­to que el mun­do ha exper­i­men­ta­do grandes cam­bios en estos quince años, pero los más pos­i­tivos cues­ta encon­trar­los más allá de las fron­teras de los país­es desar­rol­la­dos. Según denun­ció en 2009 Jean Ziegler, rela­tor espe­cial de la ONU para el Dere­cho a la Ali­mentación, cada día mueren 24.000 per­sonas de ham­bre y otras 100.000 por causas rela­cionadas con la desnu­tri­ción, lo que supone 35 mil­lones de muertes al año.

Hablam­os de un mun­do total­mente conec­ta­do, de rev­olu­ción dig­i­tal, del uso masi­vo de las redes sociales, de vide­ol­la­madas gratis, libr­erías vir­tuales infini­tas, via­jes baratos y tur­is­mo glob­al, pero, aún sien­do todos ellos fac­tores que han mar­ca­do estos últi­mos quince años, la real­i­dad es que de los 7.000 mil­lones de per­sonas que com­po­nen actual­mente la población mundi­al, úni­ca­mente unos 2.200 mil­lones (un ter­cio del total) tienen acce­so a la Red, y tan solo una pequeña parte puede per­mi­tirse no ya com­prar un bil­lete de avión, sino salir de su país.

En el primer mun­do, entre tan­to, y sal­van­do las dis­tan­cias, tam­poco todo son bue­nas noti­cias. La democ­ra­ti­zación de la comu­ni­cación y el poten­cial acce­so casi ilim­i­ta­do a la infor­ma­ción que ha supuesto la rev­olu­ción tec­nológ­i­ca, con los telé­fonos inteligentes e Inter­net como pun­tas de lan­za, han per­mi­ti­do unos nive­les de conex­ión entre las per­sonas y de desafío al poder sin prece­dentes. Movimien­tos pop­u­lares como el 15‑M y ‘occu­py’, las reac­ciones ante las rev­ela­ciones de Wik­ileaks o de Edward Snow­den, las protes­tas con­tra la glob­al­ización, con­tra la cor­rup­ción políti­ca, con­tra la destruc­ción del Esta­do del bien­es­tar como úni­ca respues­ta a la cri­sis, y con­tra un sis­tema financiero y económi­co cuyos planteamien­tos hedo­nistas pare­cen haber hecho aguas; el cues­tion­amien­to de los prin­ci­p­ios neolib­erales dom­i­nantes; la may­or con­cien­ciación sobre el cam­bio climáti­co (poco efi­caz aún, pero ya irreversible)… 

Todo ello rev­ela una sociedad menos indifer­ente y más com­pro­meti­da, en un mun­do donde, sin embar­go, han cre­ci­do tam­bién los miedos y se han ido menosca­ban­do las lib­er­tades en aras de la seguri­dad; donde brotes de esper­an­za como los gen­er­a­dos por la lla­ma­da ‘pri­mav­era árabe’, en la per­ife­ria del desar­rol­lo, pero de con­se­cuen­cias plan­e­tarias, han acaba­do frus­trán­dose; y donde el con­sum­is­mo alen­ta­do por el uso de la propia tec­nología se tra­duce a menudo en un efec­to nar­co­ti­zante y en la preser­vación de un mod­e­lo medioam­bi­en­tal insostenible.

Uno de los prin­ci­pales pun­tos de inflex­ión se haya, sin duda, en los bru­tales aten­ta­dos del 11 de sep­tiem­bre de 2001 en Esta­dos Unidos, y en cómo reac­cionaron el entonces pres­i­dente, George W. Bush, y su gob­ier­no neo­con­ser­vador. Los ataques con­tra el corazón mis­mo del país más poderoso del plan­e­ta sus­ci­taron una respues­ta que acabó tra­ducién­dose en la lla­ma­da guer­ra glob­al con­tra el ter­ror­is­mo, una batal­la nece­saria pero plantea­da de un modo con­trapro­du­cente, que olvidó las autén­ti­cas causas de la vio­len­cia y con­tribuyó al auge del inte­gris­mo rad­i­cal y al empan­tanamien­to de con­flic­tos cuya res­olu­ción parecía más cer­cana hace quince años. Las con­se­cuen­cias, además, no se han lim­i­ta­do a los cam­pos de batalla. 

Espe­cial­mente en Esta­dos Unidos, pero tam­bién en muchos otros país­es, los ciu­dadanos han vis­to recor­ta­dos sus dere­chos y lib­er­tades fun­da­men­tales, con ataques a su pri­vaci­dad, restric­ciones a la lib­er­tades de movimien­to y aso­ciación, pér­di­da de dere­chos legales en deten­ciones, y con­troles que muchos con­sid­er­an abu­sivos en lugares como los aerop­uer­tos, donde, en algunos casos, no resul­ta fácil dis­tin­guir entre la nece­saria seguri­dad y la psi­co­sis antiter­ror­ista. Los aten­ta­dos del 11‑S y los ataques que sufrieron tam­bién después otras ciu­dades (Madrid, Lon­dres, Bom­bay), fueron asimis­mo un cal­do de cul­ti­vo, o una excusa, para el crec­imien­to de acti­tudes xenó­fobas e inclu­so fascis­tas entre las pobla­ciones occi­den­tales, con los inmi­grantes como prin­ci­pales víctimas.

Mien­tras, el afi­an­za­mien­to de Esta­dos Unidos como primera poten­cia mundi­al sin con­trape­so, y el nue­vo orden uni­lat­er­al que se aven­tura­ba tras el final de la Guer­ra Fría, se ha vis­to desafi­a­do en los últi­mos años por una nue­va y cre­ciente ten­sión, esta vez más económi­ca y geoes­tratég­i­ca que ide­ológ­i­ca, entre Rusia y Occi­dente, y por las deses­ta­bi­lización que gen­era el auge de los con­flic­tos reli­giosos, sec­tar­ios y nacional­is­tas, espe­cial­mente en Ori­ente Medio; Chi­na, con­ver­ti­da ya en segun­da poten­cia económi­ca, por delante de Japón y Ale­ma­nia, avan­za en su com­pli­ca­da com­bi­nación de cap­i­tal­is­mo y comu­nis­mo dic­ta­to­r­i­al, y extiende disc­re­ta­mente su influ­en­cia por Asia y África; los lla­ma­dos país­es emer­gentes (Brasil, India, los cua­tro ‘tigres’ asiáti­cos), rel­e­ga­dos has­ta aho­ra del poder deciso­rio, piden sitio empu­ja­dos por su poten­cial económi­co y la fuerza de sus pobla­ciones; bue­na parte de Lati­noaméri­ca gira hacia una izquier­da a ratos esper­an­zado­ra e ilu­sio­n­ante, a ratos pop­ulista y con déficit democráti­co; se abren vías de diál­o­go en des­en­cuen­tros de décadas (Cuba, Irán) y per­manecen cer­ra­dos a cal y can­to casos cróni­cos como Corea del Norte.

Entre las razones para la esper­an­za se encuen­tran, no obstante, y además de esa may­or toma de con­cien­cia ciu­dadana, desta­ca­dos logros con­segui­dos o con­sol­i­da­dos a lo largo de estos quince años. En el ter­reno social, se ha avan­za­do, aunque muy lenta­mente y solo en algunos país­es, hacia una may­or igual­dad de la mujer, con más puestos de respon­s­abil­i­dad, políti­cos y empre­sar­i­ales, en manos femeni­nas, y con medi­das encam­i­nadas, al menos en teoría, a lograr una may­or con­cil­iación entre la vida famil­iar y la lab­o­ral. Tam­bién, con lagu­nas, en la pro­tec­ción jurídi­ca uni­ver­sal de la infan­cia, en el reconocimien­to de los dere­chos de los homo­sex­u­ales, y en la fal­ta de tol­er­an­cia legal con­tra acti­tudes dis­crim­i­na­to­rias, racis­tas o de vio­len­cia de género.

En el ter­reno de la jus­ti­cia inter­na­cional se han dado asimis­mo pasos impor­tantes que, como expli­ca la pro­fe­so­ra de Dere­cho Públi­co y Filosofía Jurídi­ca Jes­si­ca Almqvist, exper­ta en Rela­ciones Inter­na­cionales de la Uni­ver­si­dad Autóno­ma de Madrid, «pueden con­ducir, con el tiem­po, a una mejor pro­tec­ción de los dere­chos humanos, sobre todo en tiem­pos de con­flic­to y post­con­flic­to, medi­ante instru­men­tos más efi­caces, equi­li­bra­dos e impar­ciales para que se haga jus­ti­cia con las víc­ti­mas de los crímenes más graves».

Almqvist desta­ca, en este sen­ti­do, «la creación de nuevas insti­tu­ciones y órganos inter­na­cionales como la Corte Penal Inter­na­cional (en mar­cha des­de 2002), el Con­se­jo de Dere­chos Humanos de las Naciones Unidas (estable­ci­do en 2006), y la Comisión de Con­sol­i­dación de la Paz de las Naciones Unidas (tam­bién en 2006), así como el esfuer­zo por parte de la ONU de avan­zar en la coop­eración inter­na­cional con orga­ni­za­ciones regionales, como la Unión Africana y la Unión Euro­pea, con la final­i­dad de man­ten­er, restau­rar o con­stru­ir la paz y la seguri­dad». «El prob­le­ma ‑reconoce- es que todavía no vemos resul­ta­dos deci­sivos. Entien­do que la per­cep­ción gen­er­al es que cada vez esta­mos peor, pero no deberíamos perder la esper­an­za en la posi­bil­i­dad de cam­bio y de mejora».

De momen­to, en cualquier caso, mil­lones de famil­ias están más pre­ocu­padas por lle­gar a fin de mes que por la evolu­ción de la políti­ca inter­na­cional: el mun­do desar­rol­la­do se ha vis­to sacu­d­i­do en esta últi­ma déca­da por una cri­sis económi­ca y financiera de unas dimen­siones descono­ci­das des­de los años trein­ta del siglo pasa­do, cuyas con­se­cuen­cias pueden acabar redefinien­do los pilares de la economía mundi­al, y que ha trans­for­ma­do pro­fun­da­mente la vida cotid­i­ana de las sociedades occidentales.

Así, en España, el pin­c­ha­zo de la bur­bu­ja inmo­bil­iaria y los efec­tos de la cri­sis mundi­al hicieron que los ban­cos endure­ciesen sus prés­ta­mos, lo que per­ju­dicó tan­to a las famil­ias (cas­ti­gadas ya por un paro galopante) como al mer­ca­do inmo­bil­iario, has­ta entonces, el prin­ci­pal motor de un crec­imien­to tan espec­tac­u­lar como endeu­da­do y espec­u­la­ti­vo. Las inmo­bil­iarias no obtenían crédi­tos para seguir con­struyen­do y empezaron a sus­pender pagos y a con­tratar menos.

La respues­ta de la may­oría de los gob­ier­nos europeos ha sido inten­tar reducir el déficit para san­ear las arcas públi­cas, garan­ti­zar la super­viven­cia del sis­tema (acor­ral­a­do por ataques espec­u­la­tivos con­tra el euro) y evi­tar más rescates como los de Gre­cia, Irlan­da y Por­tu­gal, con sus con­se­cuentes políti­cas impues­tas de aus­teri­dad y recortes, tan­to económi­cos como sociales. Los gob­ier­nos no han duda­do en hac­er lla­madas al sac­ri­fi­cio, entre denun­cias de que al final son los ciu­dadanos quienes están pagan­do años de malas políti­cas económi­cas, un sis­tema descon­tro­la­do, y los mil­lones en dinero públi­co con que se ha rescata­do a los bancos.

El resul­ta­do es que la incer­tidum­bre por el futuro y una real­i­dad diaria que a menudo recuer­da más a la de país­es en vías de desar­rol­lo que a la del primer mun­do (desem­pleo, suel­dos bajos, tra­ba­jo pre­cario, nue­va emi­gración económi­ca, come­dores sociales, desahu­cios, famil­ias que pasan ham­bre) se ha adueña­do en muchos casos de un esce­nario en el que has­ta hace tan solo unos años el Esta­do de bien­es­tar parecía eter­no y la bur­bu­ja con­sum­ista, indestructible.

El día en que todo cambió

Esta­dos Unidos sufrió el 11 de sep­tiem­bre de 2001 el aten­ta­do más grave de su his­to­ria. En una operación coor­di­na­da, un grupo de extrem­is­tas islámi­cos pertenecientes a la orga­ni­zación ter­ror­ista Al Qae­da atacó las Tor­res Geme­las, en Nue­va York, y el Pen­tá­gono, en Wash­ing­ton, estrel­lan­do tres aviones de pasajeros que habían secuestra­do pre­vi­a­mente. Una cuar­ta aeron­ave fue der­rib­a­da antes de alcan­zar su obje­ti­vo. Según los datos del informe elab­o­ra­do por la Comisión crea­da en 2002, el número de muer­tos ascendió a 2.973, cifra a la que hay que sumar los 19 secuestradores. Tras el aten­ta­do, EE UU declaró una guer­ra glob­al al ter­ror­is­mo que comen­zó con la invasión de Afgan­istán y cuyas con­se­cuen­cias lle­gan has­ta nue­stros días.

El colapso financiero

El engrana­je financiero mundi­al se ha vis­to desafi­a­do des­de 2008 por la explosión de una grave cri­sis que comen­zó con las ‘hipote­cas basura’ en EE UU, hundió dos de los prin­ci­pales ban­cos de inver­siones de este país, causó caí­das históri­c­as en las bol­sas, ero­sionó la con­fi­an­za en el sis­tema y extendió el páni­co entre los inver­sores. La lla­ma la prendió el des­cubrim­ien­to de que en EE UU se habían con­ce­di­do masi­va­mente hipote­cas a con­sum­i­dores sin sol­ven­cia, finan­ciadas con activos que afecta­ban ya a insti­tu­ciones de medio mun­do. Las autori­dades reac­cionaron inyectan­do grandes can­ti­dades de dinero a los ban­cos para ayu­dar­les a resi­s­tir los impa­gos, pero empezaron las quiebras. En un esce­nario mar­ca­do por la subi­da de los pre­cios del petróleo y de los ali­men­tos, por el der­rumbe de la indus­tria auto­movilís­ti­ca, por el estal­li­do de la bur­bu­ja inmo­bil­iaria y por la espec­u­lación, la cri­sis se trasladó del mun­do financiero a la economía real, y de EE UU al resto de los país­es desarrollados.

Lo que lle­va­mos de siglo, paso a paso

De los aten­ta­dos del 11‑S a la pri­mav­era árabe, pasan­do por la elec­ción de Oba­ma, la cri­sis económi­ca mundi­al, el tsuna­mi en el sureste asiáti­co, el desas­tre de Fukushi­ma o los nuevos papas, un breve repa­so cronológi­co a los acon­tec­imien­tos mundi­ales más desta­ca­dos en estos quince años.

2000

Acce­den al poder George W. Bush (EE UU), Vladimir Putin (Rusia), Vicente Fox (Méx­i­co) y Bashar al Asad (Siria). Aznar es reelegi­do pres­i­dente del Gob­ier­no español. La visi­ta de Sharon a la Explana­da de las Mezquitas con­tribuye al estal­li­do de la Segun­da Intifa­da palesti­na. Fuji­mori renun­cia como pres­i­dente en Perú y Chile proce­sa a Pinochet. La UE aprue­ba el Trata­do de Niza. Mueren 113 per­sonas al estrel­larse un Con­corde.

2001

Aten­ta­dos de Al Qae­da en Wash­ing­ton y Nue­va York, el 11 de sep­tiem­bre, y pos­te­ri­or invasión angloes­ta­dounidense de Afgan­istán (cae el rég­i­men tal­ibán). El Tri­bunal de La Haya detiene y proce­sa a Milo­se­vic. El pres­i­dente de la R. D. del Con­go, Lau­rent Kabi­la, es asesina­do. Berlus­coni (Italia) y Ariel Sharon (Israel), elegi­dos primeros min­istros. Dis­tur­bios entre la policía y gru­pos antiglob­al­ización durante la reunión del G‑8 en Géno­va, y cri­sis económi­ca en Argenti­na (cor­ral­i­to). Un ter­re­mo­to en Gujarat (India) deja 12.000 muer­tos. Holan­da, primer país del mun­do en legalizar el mat­ri­mo­nio entre homo­sex­u­ales. La estación espa­cial Mir final­iza su servicio.

2002

Entra en cir­cu­lación el euro. Comien­za a actu­ar la Corte Penal Inter­na­cional. Aca­ban las guer­ras civiles de Sier­ra Leona y Argelia. Tim­or Ori­en­tal se inde­pen­diza de Indone­sia. Fra­casa un golpe de Esta­do con­tra Chávez en Venezuela. Israel comien­za a con­stru­ir el muro en Cisjor­da­nia. Aten­ta­dos de Al Qae­da en Bali dejan 202 muer­tos. El petrolero Pres­tige se hunde frente a las costas gal­le­gas. Primeros casos del Sín­drome Res­pi­ra­to­rio Agu­do Grave, SARS (más de 700 muer­tos has­ta julio de 2003).

2003

La coali­ción lid­er­a­da por EE UU invade Irak y der­ro­ca a Sadam Husein. Yugoslavia se con­vierte en la Unión de Ser­bia y Mon­tene­gro. Comien­za el con­flic­to de Dar­fur. Lula da Sil­va, pres­i­dente de Brasil. El trans­bor­dador espa­cial Colum­bia se desin­te­gra al entrar en la atmós­fera. Sur­gen en Asia los primeros brotes de gripe aviar. Un ter­re­mo­to en Ban (Irán) deja más de 40.000 muer­tos. Final­iza la secuen­ciación del Geno­ma Humano,

2004

Tsuna­mi en el sureste asiáti­co: más de 200.000 muer­tos. Masacre ter­ror­ista del 11‑M en Madrid (191 muer­tos), y secue­stro en la escuela rusa de Beslán (335 muer­tos). Amplia­ciones de la UE y de la OTAN a los país­es del Este, Rev­olu­ción Naran­ja en Ucra­nia y golpe de Esta­do en Haití. Muere Arafat. Salen a la luz las tor­turas de la cár­cel iraquí de Abu Ghraib. Zap­a­tero, pres­i­dente del Gob­ier­no en España. La son­da Mars Express explo­ra la super­fi­cie de Marte, cien­tí­fi­cos core­anos extraen por primera vez célu­las madre de embri­ones humanos clon­a­dos, y Mark Zucker­berg fun­da Face­book.

2005

Muere el papa Juan Pablo II y le sucede Joseph Ratzinger como Bene­dic­to XVI. Múlti­ple aten­ta­do ter­ror­ista en Lon­dres (56 muer­tos). Siria se reti­ra del Líbano tras el asesina­to del primer min­istro libanés, Rafik Hariri. Ángela Merkel es elegi­da can­ciller de Ale­ma­nia; Evo Morales, pres­i­dente de Bolivia, y Mah­mud Ahmadineyad, pres­i­dente de Irán. El IRA final­iza su lucha arma­da. El huracán Kat­ri­na dev­as­ta el sur de EE UU (un mil­lar de muer­tos) y un ter­re­mo­to en Cachemi­ra deja 80.000 fal­l­e­ci­dos. Primer trans­plante par­cial de cara, y primer vue­lo de prue­ba del avión gigante Air­bus A380. Entra en vig­or el Pro­to­co­lo de Kioto.

2006

Guer­ra en el Líbano entre Israel y Hizbulá. Hamás gana las elec­ciones en Gaza. Sadam Husein es eje­cu­ta­do. Felipe Calderón, elegi­do pres­i­dente de Méx­i­co; Michelle Bachelet, de Chile y Rafael Cor­rea, de Ecuador. Reelegi­dos Lula en Brasil y Uribe en Colom­bia. Fidel Cas­tro deja la pres­i­den­cia de Cuba a su her­mano Raúl. Matan­za ter­ror­ista en Bom­bay (190 muer­tos). Se inde­pen­diza Mon­tene­gro. Golpe de Esta­do en Tai­lan­dia y recrudec­imien­to del con­flic­to en Soma­lia. Plutón deja de ser con­sid­er­a­do un planeta.

2007

Comien­zo de la cri­sis financiera mundi­al, primeras quiebras y escán­da­lo de las hipote­cas en EE UU. Gor­don Brown, elegi­do primer min­istro británi­co; Nico­las Sarkozy, pres­i­dente de Fran­cia y Cristi­na Fer­nán­dez, de Argenti­na. Benazir Bhuto es asesina­da en Pak­istán. Hamás con­tro­la Gaza e Israel blo­quea la Fran­ja. Chi­na reconoce la propiedad pri­va­da. Un estu­di­ante mata a una trein­te­na de per­sonas en la uni­ver­si­dad de Vir­ginia Tech. La UE se amplía a Rumanía y Bul­gar­ia. Comien­za el boom de las redes sociales y Apple com­er­cial­iza el iPhone.

2008

Se agra­va la cri­sis económi­ca y financiera. Quiebra Lehman Broth­ers. Estal­la la bur­bu­ja inmo­bil­iaria en España. Israel ata­ca Gaza (Operación Plo­mo Fun­di­do, más de 1.400 muer­tos). Una serie de aten­ta­dos en Bom­bay deja 175 muer­tos. La Corte Penal Inter­na­cional acusa al pres­i­dente de Sudán, Omar Bashir, de geno­cidio. Koso­vo se inde­pen­diza de Ser­bia, y Berlus­coni es reelegi­do primer min­istro en Italia. El ciclón Nar­gis deja 140.000 muer­tos en Bir­ma­nia. Se com­ple­ta la con­struc­ción del gran acel­er­ador y col­i­sion­ador de partículas.

2009

La may­oría de los país­es occi­den­tales entran en rece­sión por la cri­sis. Bernard Mad­off es con­de­na­do por el may­or fraude fis­cal cometi­do por una sola per­sona. La pan­demia glob­al cau­sa­da por la Gripe A (H1N1) aca­ba cau­san­do más de 18.000 muer­tos. Entra en vig­or en la UE el Trata­do de Lis­boa. Aca­ba la guer­ra civ­il en Sri Lan­ka. Un golpe de Esta­do depone al pres­i­dente Manuel Zelaya en Hon­duras. Grandes protes­tas en Irán tras el fraude elec­toral. En L’Aquila (Italia), un ter­re­mo­to deja 308 muer­tos. Muere Michael Jack­son.

2010

Un ter­re­mo­to causa 225.000 muer­tos en Haití y deja el país dev­as­ta­do. Estal­la la cri­sis económi­ca y social en Gre­cia y se extiende la cri­sis de la deu­da en Europa. Un aten­ta­do en el metro de Moscú se sal­da con 40 muer­tos. Un total de 33 mineros son rescata­dos en Chile tras pasar 70 días atra­pa­dos. Wik­ileaks pub­li­ca 250.000 doc­u­men­tos con­fi­den­ciales que cues­tio­nan la diplo­ma­cia de EE UU y la éti­ca de muchos gob­ier­nos. Dil­ma Rouss­eff, primera mujer en acced­er a la pres­i­den­cia de Brasil; David Cameron, primer min­istro británi­co. Desas­tre ecológi­co por un ver­tido de petróleo de BP en el Gol­fo de Méx­i­co. España gana el Mundi­al de fútbol.

2011

Estal­la la ‘pri­mav­era árabe’ con revueltas pop­u­lares en todo Ori­ente Medio y el Magreb. Caen los pres­i­dentes de Túnez (Ben Ali) y Egip­to (Mubarak). Gadafi es asesina­do tras un con­flic­to civ­il en Lib­ia, y comien­za la guer­ra en Siria. Coman­dos de EE UU matan a Bin Laden en Pak­istán. En España, ETA anun­cia el cese de su activi­dad arma­da, Mar­i­ano Rajoy es el nue­vo pres­i­dente del Gob­ier­no y surge el movimien­to del 15‑M. Las protes­tas Occu­py se extien­den por Occi­dente. Un ter­re­mo­to y un tsuna­mi dev­as­tan el nordeste de Japón (19.000 muer­tos) y provo­can el grave acci­dente de la cen­tral nuclear de Fukushi­ma. El ultra Anders Breivik mata a 77 per­sonas en Norue­ga. Muere el líder nor­core­ano Kim Jong-il. Berlus­coni, proce­sa­do, deja el poder. La NASA pone fin a la era de los trans­bor­dadores, y anun­cia que en Marte pudo haber agua.

2012

Mohamed Mur­si, elegi­do pres­i­dente de Egip­to; François Hol­land, de Fran­cia; Barack Oba­ma, reelegi­do en EE UU. El expres­i­dente liberi­ano Charles Tay­lor, con­de­na­do por crímenes con­tra la humanidad. Golpe de Esta­do y rebe­lión tuareg en Mali. Naufra­ga en Italia el crucero Cos­ta Con­cor­dia (32 muer­tos). El huracán Sandy causa más de 200 muer­tos en el Caribe y Norteaméri­ca. La Con­fer­en­cia del Cli­ma extiende el Pro­to­co­lo de Kioto has­ta 2020. Los cien­tí­fi­cos del CERN detectan el bosón de Hig­gs. El robot Curios­i­ty ater­riza en Marte. What­sapp irrumpe en la men­sajería instantánea.

2013

Bene­dic­to XVI renun­cia al papa­do. Le sucede el argenti­no Jorge Mario Bergoglio, con el nom­bre de Fran­cis­co. Mueren el pres­i­dente vene­zolano Hugo Chávez (le sucede Nicolás Maduro), Nel­son Man­dela y Mar­garet Thatch­er. Mur­si, despuesto por un golpe de Esta­do en Egip­to. Se agra­va la cri­sis nuclear con Corea del Norte. Acci­dente fer­roviario en San­ti­a­go de Com­postela (79 muer­tos). Edward Snow­den rev­ela el espi­ona­je dig­i­tal masi­vo del Gob­ier­no de EE UU a sus ciu­dadanos. La son­da Voy­ager 1, primer obje­to de fab­ri­cación humana que sale del Sis­tema Solar.

2014

El rey Juan Car­los I abdi­ca en favor de su hijo: Felipe VI, nue­vo rey de España. EE UU y Cuba empiezan a nor­malizar sus rela­ciones diplomáti­cas. En Ucra­nia, el pres­i­dente Yanukóvich es des­ti­tu­i­do ante el tri­un­fo de la rev­olu­ción, y estal­la después el enfrentamien­to entre pro y anti rusos. Crimea procla­ma su anex­ión a Rusia. Vic­to­ria del ‘No’ en el refer­én­dum para la inde­pen­den­cia de Esco­cia. Protes­tas pop­u­lares en Hong Kong. Asesina­dos 43 estu­di­antes en Méx­i­co. 2.200 muer­tos (2.141 palesti­nos y 69 israelíes) en una nue­va operación israelí con­tra Gaza. Desa­parece un vue­lo com­er­cial de Malaysia Air­lines. Comien­za la epi­demia de ébo­la. La son­da Phi­lae se posa sobre un cometa.

2015

Más de 8.000 muer­tos por un ter­re­mo­to en Nepal. Los yihadis­tas extrem­is­tas de Esta­do Islámi­co se extien­den por Irak y Siria, que entra en su quin­to año de guer­ra. Masacres de Boko Haram en Nige­ria. Una cade­na de aten­ta­dos yihadis­tas en París deja 17 muer­tos, la may­oría en la sede de la revista Char­lie Heb­do. Alex­is Tsipras (Syriza), primer min­istro de Gre­cia; David Cameron, reelegi­do en el Reino Unido. Un pilo­to de Ger­man­wings estrel­la un avión en los Alpes france­ses, matan­do a las 150 per­sonas que iban a bordo.


Pub­li­ca­do en el Espe­cial 15 aniver­sario de 20Minutos «Así éramos, así somos»
Ver tam­bién: La guer­ra que no cesa, Bares sin humos y bodas gays

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