Un mormón más empresario que político, en busca de tirón popular: Mitt Romney, de la A a la Z

Miguel Máiquez, 2/9/2012

La Con­ven­ción Nacional del Par­tido Repub­li­cano de EE UU aca­ba de nom­i­nar ofi­cial­mente al exgob­er­nador Mitt Rom­ney como can­dida­to pres­i­den­cial para enfrentarse al actu­al man­datario demócra­ta, Barack Oba­ma, en las elec­ciones del próx­i­mo 6 de noviem­bre. Rom­ney, mil­lonario, de ideas pro­fun­da­mente con­ser­vado­ras, con fama de buen gestor, de efi­caz y de per­se­ver­ante, pero tam­bién de poco caris­máti­co, de ten­er esca­so gan­cho pop­u­lar y de ser demasi­a­do ambiguo en políti­ca, se ha con­ver­tido así en el primer can­dida­to mor­món a la Casa Blan­ca.

Estas son las claves del hom­bre que aspi­ra a apartar a Oba­ma del Despa­cho Oval, orde­nadas de la A a la Z.

Accidente

El 16 de junio de 1968, Mitt Rom­ney, por entonces un joven misionero mor­món de 21 años, con­ducía por una car­retera secun­daria en Fran­cia, en direc­ción a Bur­deos (un sitio com­pli­ca­do para predicar la absti­nen­cia del alco­hol, como recono­cería él mis­mo años más tarde). En el coche via­ja­ban var­ios líderes de su igle­sia. A la sal­i­da de una cur­va, un Mer­cedes que venía ade­lan­tan­do a un camión se empotró frontal­mente con­tra ellos. La esposa del pres­i­dente de la mis­ión mor­mona murió en el acto; Rom­ney, que llegó a ser dado errónea­mente por fal­l­e­ci­do, y los demás pasajeros quedaron grave­mente heri­dos. El suce­so mar­có al actu­al can­dida­to repub­li­cano a la Casa Blan­ca. Tras el acci­dente se pro­du­jo un rele­vo en la mis­ión, y Rom­ney se hizo car­go de la tarea de atraer a nuevos miem­bros. Para finales de ese año había con­segui­do reclu­tar la cifra récord de 178 nuevos mor­mones. Fue el primer ejem­p­lo impor­tante de su efi­ca­cia como gestor, y tam­bién la expe­ri­en­cia que le afi­anzó en su fé, clave para enten­der tan­to su con­duc­ta per­son­al (no fuma ni bebe, no se le cono­cen deslices infieles, tiene unos pro­fun­dos val­ores con­ser­vadores y es devo­to de su famil­ia de cin­co hijos), como su trayec­to­ria profesional(su éxi­to en los nego­cios es, en bue­na parte, fru­to de los mod­os de actu­ar que defiende y pro­mueve la dis­ci­plina mormona).

Bloomfield Hills

Willard Mitt Rom­ney nació el 12 de mar­zo de 1947 (tiene 65 años) en un hos­pi­tal de Detroit (Michi­gan, EE UU), pero se crió en la local­i­dad de Bloom­field Hills, tam­bién en Michi­gan, donde pasó su infan­cia y su ado­les­cen­cia, en el seno de una fami­la de pro­fun­das raíces reli­giosas, con varias gen­era­ciones de promi­nentes miem­bros de la Igle­sia de Jesu­cristo de los San­tos de los Últi­mos Días (mor­mones). Los otros dos pilares del clan eran la políti­ca y los nego­cios: Su padre, George Rom­ney, fue gob­er­nador de Michi­gan en los años sesen­ta y, ante­ri­or­mente, pres­i­dente de la com­pañía Amer­i­can Motors; su madre, Lenore Rom­ney, fue can­di­da­ta a senado­ra por ese mis­mo estado.

Carrera universitaria

En 1965, Rom­ney comen­zó sus estu­dios uni­ver­si­tar­ios en la Uni­ver­si­dad de Stan­ford, Cal­i­for­nia, donde, en ple­na efer­ves­cen­cia estu­di­antil antibéli­ca, par­ticipó en actos de apoyo a la guer­ra de Viet­nam. Un año después se mar­charía a Fran­cia para ejercer como misionero mor­món durante más de dos años, y a su vuelta reanudaría sus estu­dios, pero esta vez en la Uni­ver­si­dad Brigham Young, una insti­tu­ción mor­mona y cul­tural­mente con­ser­vado­ra en Utah (el esta­do mor­món por exce­len­cia), y después, en Har­vard, donde se graduó bril­lante­mente en las pres­ti­giosas escue­las de Dere­cho y de Negocios.

Davies, Ann

Rom­ney se casó a los 21 años con Ann Davies (hoy, Ann Rom­ney) a quien había cono­ci­do en el insti­tu­to. El mat­ri­mo­nio tiene cin­co hijos (Tagg, Matt, Josh, Ben y Craig), de entre 31 y 42 años de edad, y diez nietos. Ann, que se con­vir­tió al mor­monis­mo durante su novi­az­go, es ama de casa («tomé la decisión de estar en casa y cri­ar a cin­co chicos, créan­me, es un tra­ba­jo duro», ha dicho). En 1968 se le diag­nos­ticó escle­ro­sis múlti­ple, y en 2007 superó un cáncer de mama.

Éxitos…

Acaba­dos sus estu­dios, Rom­ney entró a tra­ba­jar en la empre­sa Bain & Com­pa­ny, que llegó a pre­sidir, y a la que sacó de sus prob­le­mas económi­cos. Pos­te­ri­or­mente fue uno de los cofun­dadores y respon­s­ables de la com­pañía Bain Cap­i­tal, una fir­ma pri­va­da de inver­siones que se con­vir­tió en una de las más impor­tantes del país. De su expe­ri­en­cia como gestor desta­ca tam­bién su labor pos­te­ri­or como pres­i­dente del Comité Orga­ni­zador de los Jue­gos Olímpi­cos de Invier­no de 2002 en Salt Lake City. Rom­ney, que había sido lla­ma­do para pre­sidir el organ­is­mo en un momen­to de pro­fun­da cri­sis del proyec­to, con­sigu­ió dar la vuelta a la situación económi­ca y acabar con superávit. Además, super­visó una mov­i­lización de seguri­dad sin prece­dentes tan solo unos meses despúes de los aten­ta­dos del 11 de sep­tiem­bre de 2001.

… Fracasos

Su vida políti­ca, sin embar­go, no empezó con buen pie. Tras com­pag­i­nar su car­rera en los nego­cios con activi­dades cívi­cas y comu­ni­tarias en el área de Boston, en 1994 hizo un primer inten­to fal­li­do por ser elegi­do a un car­go públi­co, al pre­sen­tarse como can­dida­to al Sena­do por el Par­tido Repub­li­cano. Rom­ney perdió la con­tien­da por el escaño de Mass­a­chu­setts frente al aho­ra fal­l­e­ci­do senador demócra­ta Ted Kennedy. Años más tarde, en 2008, perdería tam­bién la can­di­datu­ra pres­i­den­cial repub­li­cana frente al senador de Ari­zona, John McCain, tras una pro­lon­ga­da con­tien­da en la que invir­tió 110 mil­lones de dólares, incluyen­do 45 mil­lones de su pro­pio bolsillo.

Tam­poco en el ámbito financiero fue todo de col­or de rosa: Durante su labor en Bain Cap­i­tal, cua­tro de las diez com­pañías que más ingre­sos pro­por­cionaron a la fir­ma acabaron cer­ran­do, y cien­tos de tra­ba­jadores perdieron su empleo en Car­oli­na del Sur.

Gobernador

Final­mente, y empu­ja­do por su éxi­to en la gestión de los Jue­gos Olímpi­cos, Rom­ney logró ser elegi­do en 2003 gob­er­nador del esta­do de Mass­a­chu­setts. Des­de este car­go, que ocupó has­ta el año 2007, logró reducir un déficit de 3.000 mil­lones de dólares y pro­mul­gó una ley que garan­tizó la cober­tu­ra médi­ca a la may­oría de la población del esta­do, lo que le val­ió fama de mod­er­a­do y de poco orto­doxo entre las filas repub­li­canas. Su políti­ca san­i­taria, en cualquier caso, parece ser cosa del pasa­do, o de tiem­pos en que los gru­pos más con­ser­vadores, como el Tea Par­ty, no eran tan promi­nentes en su par­tido: Rom­ney ya ha afir­ma­do que revo­cará la refor­ma san­i­taria pro­mul­ga­da por Oba­ma tan pron­to como llegue (si lle­ga) a la Casa Blanca.

Homosexuales

Tam­bién como gob­er­nador de Mass­a­chu­setts, Rom­ney se opu­so al mat­ri­mo­nio entre homo­sex­u­ales, y llegó a fir­mar una ini­cia­ti­va para pedir a los leg­is­ladores del esta­do la aprobación de una enmien­da para que el asun­to fuera someti­do a votación entre los elec­tores. Actual­mente, y a difer­en­cia de Oba­ma, quien ha mostra­do su apoyo expre­so a que los homo­sex­u­ales puedan casarse, Rom­ney ase­gu­ra que sigue estando en con­tra de los mat­ri­mo­nios entre per­sonas del mis­mo sexo, pero que apoya la con­viven­cia y la adop­ción de niños por pare­jas gays. Tam­bién está de acuer­do con que los homo­sex­u­ales puedan ingre­sar en el ejército.

Ideas

Rom­ney, un con­ser­vador prag­máti­co, muy patri­o­ta, reser­va­do, de fuertes creen­cias reli­giosas y con una pro­fun­da fe en los val­ores de la famil­ia tradi­cional, admite haber con­stru­i­do su car­rera políti­ca sobre la base del ejem­p­lo de su padre. Estas son, aparte de las ya men­cionadas sobre la sanidad públi­ca y el mat­ri­mo­nio homo­sex­u­al, algu­nas de sus ideas y prop­ues­tas fundamentales:

  • Empleo, gas­to públi­co e impuestos. Rom­ney pien­sa que «Esta­dos Unidos debería ser una máquina de crear empleos». Ha prometi­do gener­ar 12 mil­lones de puestos de tra­ba­jo (el paro en EE UU es del 8,3%), y para ello pre­tende reducir el gas­to públi­co a un 20% del PIB y reducir los impuestos a la renta de las empre­sas de un máx­i­mo del 35% al 25% (Oba­ma pre­sen­tó hace un año al Con­gre­so la Ley para el Empleo en Améri­ca, una nor­ma, par­al­iza­da en el Capi­to­lio, con la que espera ampli­ar el mer­ca­do de tra­ba­jo en dos mil­lones de per­sonas). Rom­ney apues­ta por trasladar su expe­ri­en­cia empre­sar­i­al al Gob­ier­no, y ase­gu­ra, como el Tea Par­ty, que la fór­mu­la «recor­ta, limi­ta, y equi­li­bra» es la mejor opción para fre­nar los gas­tos del déficit federal.
  • Inmi­gración. El can­dida­to repub­li­cano ha sido muy crit­i­ca­do por sus cam­bios de opinión sobre la inmi­gración ile­gal. A prin­ci­p­ios de enero abo­ga­ba por la ‘tol­er­an­cia cero’ y dijo que si lle­ga­ba a la pres­i­den­cia vetaría la Dream Act (una refor­ma migra­to­ria que posi­bil­i­taría la ciu­dadanía a estu­di­antes indoc­u­men­ta­dos que hubiesen lle­ga­do a sue­lo esta­dounidense sien­do menores de edad), de ser aproba­da por el Con­gre­so. Aho­ra afir­ma que podría con­sid­er­ar dar un esta­tus legal a aque­l­los jóvenes que se alis­ten en el ejérci­to, aunque no a los estu­di­antes. Rom­ney cuen­ta con el apoyo del sec­re­tario de Esta­do de Kansas, Kris Kobach, uno de los autores de las polémi­cas leyes anti­in­mi­grantes de Ari­zona y Alaba­ma, y defiende el sis­tema E‑Verfiy, medi­ante el que los empleadores pueden com­pro­bar si una per­sona es apta para tra­ba­jar en EE UU legalmente.
  • Políti­ca exte­ri­or y seguri­dad. Rom­ney está en con­tra de elim­i­nar las san­ciones hacia Cuba y ha lle­ga­do a afir­mar que se ale­graría de la muerte de Fidel Cas­tro. En cuan­to a Ori­ente Medio, es par­tidario de lle­var a cabo opera­ciones sec­re­tas en Irán para sabotear el avance del pro­gra­ma nuclear de este país, e insiste en que EE UU debe aumen­tar la ayu­da mil­i­tar a Israel. Rom­ney apoyó la guer­ra en Afgan­istán y el cam­po de deten­ción de Guan­tá­namo.  Con respec­to a las fron­teras, cree que es nece­sario con­stru­ir un muro entre Esta­dos Unidos y México.
  • Energía y medio ambi­ente. El can­dida­to repub­li­cano ase­gu­ra que en 2020 EE UU puede lograr la inde­pen­den­cia energéti­ca, medi­ante el aprovechamien­to pleno de sus recur­sos de petróleo, car­bón y gas, y de la energía nuclear y ren­ov­able. Se opone a los actuales límites oblig­a­to­rios a las emi­siones de car­bono y, pese a que pre­vi­a­mente había afir­ma­do que la activi­dad humana está con­tribuyen­do al calen­tamien­to glob­al, aho­ra afir­ma que no se sabe. Está a favor de aumen­tar las per­fora­ciones petrol­eras en EE UU y de la con­struc­ción de plan­tas nucleares.
  • Pena de muerte. A favor.
  • Abor­to. En 1994 Rom­ney retó a su entonces rival, el demócra­ta Ted Kennedy, al afir­mar que el abor­to debería ser legal. Sin embar­go, durante su cam­paña para la pres­i­den­cia en 2008, mod­i­ficó su pos­tu­ra dicien­do que el abor­to solo debe ser una alter­na­ti­va en casos de vio­lación, inces­to o cuan­do la vida de la madre esté en ries­go (Oba­ma apoya la decisión del Supre­mo que en 1973 legal­izó la inter­rup­ción del embarazo).

Jerusalén, Londres, Varsovia

La reciente gira inter­na­cional de Rom­ney no ha sido pre­cisa­mente un éxi­to diplomáti­co: Comen­zó en Lon­dres, donde, en vísperas del comien­zo de los Jue­gos Olímpi­cos, crit­icó públi­ca­mente la orga­ni­zación del even­to; con­tin­uó en Jerusalén, ciu­dad a la que cal­i­ficó de cap­i­tal de Israel, para indi­gnación de los palesti­nos (tam­bién dijo que «cuan­do vienes aquí y ves el PIB per cápi­ta en Israel, com­para­do con las áreas que ges­tiona la Autori­dad Palesti­na, uno nota el difer­ente gra­do de vital­i­dad económi­ca»), y acabó en Varso­via, donde su jefe de pren­sa espetó a una peri­odista que le pre­gunt­a­ba sobre sus deslices ante­ri­ores: «¡Bésame el culo!».

Kennedy, Ted

El famoso senador demócra­ta y Mitt Ron­mey han sido grandes rivales a lo largo de sus car­reras políti­cas, una rival­i­dad que, según algunos anal­is­tas, ha influ­i­do poderosa­mente en la trayec­to­ria y la estrate­gia del actu­al can­dida­to repub­li­cano. Cal­i­fi­ca­dos en oca­siones de ene­mi­gos ínti­mos, y con per­son­al­i­dades clara­mente opues­tas (Kennedy, el campechano de ori­gen irlandés y pasa­do lib­erti­no; Rom­ney, el respetable hom­bre de nego­cios y vida intach­able), ambos lle­garon inclu­so a aunar sus fuerzas en deter­mi­nadas oca­siones, como durante la aprobación de la refor­ma san­i­taria en Massachusetts.

‘Look’

Rom­ney pre­sen­ta una cuida­da ima­gen de hom­bre pul­cro y bien pare­ci­do, algo que sus críti­cos inter­pre­tan como fri­al­dad, o rigidez, pero que tiene un gran tirón entre bue­na parte de su elec­tora­do. Su impeca­ble y clási­co corte de pelo, creación de un pelu­quero ital­iano, ha cobra­do tal pop­u­lar­i­dad que los clientes del exclu­si­vo salón al que acude en un bar­rio de de Boston ya piden «el esti­lo Mitt».

Millonario

La revista Forbes cal­cu­la que la for­tu­na del exgob­er­nador de Mass­a­chu­setts supera los 230 mil­lones de dólares, fru­to de su gestión al frente de la fir­ma de inver­sión Bain Cap­i­tal. El grue­so de los activos de Rom­ney, quien nun­ca ha ocul­ta­do su condi­ción de rico, todo lo con­trario, está retenido en un fon­do fidu­cia­rio, pero el año pasa­do sigu­ió percibi­en­do emol­u­men­tos por sus dis­cur­sos, y la fir­ma hotel­era Mar­riott le pagó 260.389 dólares como parte de una com­pen­sación por su posi­ción, en el pasa­do, como direc­tor de la com­pañía. En 2011 Rom­ney percibió 189.975 dólares por sus dis­cur­sos en la Uni­ver­si­dad Emory, la fir­ma Gold­en­tree de Geren­cia de Activos, el Ban­co Bar­clays y la Aso­ciación Inter­na­cional de Fran­qui­cias. Tam­bién ganó entre 50.000 y 100.000 dólares por dere­chos de su libro No Apol­o­gy: The Case for Amer­i­can Great­ness, dinero que donó a una orga­ni­zación de benef­i­cen­cia. Rom­ney con­tro­la asimis­mo entre 250.000 y 500.000 dólares en oro.

Nominación

Tras unas com­peti­das pri­marias en las que, poco a poco, fueron cayen­do sus rivales (Ron Paul, Newt Gin­grich, Rick San­to­rum, Jon Hunts­man y Rick Per­ry), Mitt Rom­ney acep­tó final­mente el pasa­do jueves por la noche la can­di­datu­ra pres­i­den­cial del Par­tido Repub­li­cano, con un dis­cur­so en el que lanzó mor­daces ataques con­tra el pres­i­dente Barack Oba­ma. «Acep­to su nom­i­nación para pres­i­dente de Esta­dos Unidos. Lo hago con humil­dad, pro­fun­da­mente con­movi­do por la con­fi­an­za que han deposi­ta­do en mí», dijo ante miles de del­e­ga­dos en la Con­ven­ción Nacional Repub­li­cana, que se cele­bró en Tam­pa (Flori­da). Su dis­cur­so, elo­gia­do por con­ser­vadores y dura­mente crit­i­ca­do por los demócratas, sirvió sobre todo para car­gar con­tra las políti­cas de Oba­ma, en par­tic­u­lar su gestión económi­ca que, según Rom­ney, ha «estru­ja­do a la clase media».

Obama, Barack

Rom­ney ten­drá enfrente a un Oba­ma que encara la cam­paña elec­toral con el des­gaste que supo­nen la cri­sis económi­ca y la lenti­tud con que van vien­do la luz sus prome­sas de hace cua­tro años, pero con la rel­a­ti­va ven­ta­ja de la fal­ta de gan­cho de Rom­ney entre los votantes repub­li­canos, muchos de los cuales pare­cen basar su voto más en con­tra del pres­i­dente que a favor del can­dida­to de su pro­pio partido.

Este fin de sem­ana Oba­ma ha via­ja­do a Iowa en el ini­cio de una gira que le lle­vará a cua­tro esta­dos que, según los son­deos, están entre los que cuen­tan con más inde­cisos. En su men­saje radiofóni­co del sába­do, el pres­i­dente destacó los esfuer­zos de su Admin­is­tración para pon­er fin a las guer­ras en Irak y Afgan­istán, y las medi­das que ha toma­do para brindar ayu­da a los excom­bat­ientes que vuel­ven a EE UU, en bus­ca de empleos o afec­ta­dos físi­ca y psi­cológi­ca­mente por las cam­pañas. El viernes, en Fort Bliss, Texas, Oba­ma con­mem­o­ró los dos años des­de que su Admin­is­tración puso fin a las opera­ciones de com­bate de las tropas esta­dounidens­es en Irak.

En políti­ca exte­ri­or, el pres­i­dente puede atribuirse además el comien­zo de la reti­ra­da de Afgan­istán y, sobre todo, la muerte del jefe de Al Qae­da, Osama bin Laden. El énfa­sis de Oba­ma en su políti­ca exte­ri­or bus­ca, asimis­mo, respal­dar el argu­men­to de su expe­ri­en­cia en la con­duc­ción del Gob­ier­no de la may­or poten­cia del mun­do, un área en la cual Rom­ney tiene poco bagaje.

Predicciones

Habit­ual­mente, y dada la aten­ción de los medios, las con­ven­ciones for­t­ale­cen la posi­ción de los can­didatos en las encues­tas. No obstante, las más recientes no señalan una mejoría notable para Rom­ney. El sitio de inter­net Real­Clear­Pol­i­tics, que elab­o­ra un prome­dio de las may­ores encues­tas del país, mues­tra que aún incluyen­do los son­deos de opinión real­iza­dos tras la Con­ven­ción Repub­li­cana, Oba­ma mantiene una ven­ta­ja, aunque muy pequeña. Los anal­is­tas esper­a­ban que, al menos por unos días, la can­di­datu­ra del repub­li­cano luciese más atrac­ti­va que la de Oba­ma. Según una encues­ta de Gallup real­iza­da el viernes, Oba­ma cuen­ta con el 47% de la inten­ción de voto y Rom­ney, con el 46%.

Qué ha dicho

Algu­nas fras­es pro­nun­ci­adas por Mitt Romney:

  • «La lib­er­tad requiere de la religión, tan­to como la religión requiere de lib­er­tad […]. La lib­er­tad y la religión per­du­ran jun­tas, o mueren juntas».
  • «Estoy con­ven­ci­do de que a menos que Esta­dos Unidos cam­bie su cur­so, nos con­ver­tire­mos en la Fran­cia del siglo XXI, que es aún una gran nación, pero ya no el líder del mundo».
  • «Las empre­sas son per­sonas, ami­go mío … Por supuesto que lo son».
  • «El pres­i­dente Oba­ma prometió comen­zar a desacel­er­ar el aumen­to de los océanos y sanar el plan­e­ta. Mi prome­sa es ayu­dar­les a ust­edes y sus familias».
  • «Los empre­sar­ios y hom­bres de nego­cios de todo el mun­do y aquí en casa pien­san que en algún pun­to Esta­dos Unidos se va a con­ver­tir en Gre­cia, o España o Italia, o en California».
  • «En el insti­tu­to hice muchas ton­terías. Si hice daño a alguien o le ofendí, sin duda pido dis­cul­pas por ello» (en ref­er­en­cia a las acusa­ciones de haber par­tic­i­pa­do durante sus años en el insti­tu­to en una novata­da que con­sis­tió en cor­tar el pelo a un com­pañero de clase supues­ta­mente homosexual).

Ryan, Paul

El elegi­do por Mitt Rom­ney como can­dida­to a la vicepres­i­den­cia (su número dos), Paul Ryan es, además de 20 años más joven que él, una de las voces más influyentes en temas económi­cos den­tro del Par­tido Repub­li­cano. Ryan, católi­co, exper­to en déficit y favorito del movimien­to derechista Tea Par­ty, es el arqui­tec­to de la lla­ma­da «hoja de ruta» de los repub­li­canos para lograr la reduc­ción del déficit. El plan pro­pone, entre otras cosas, reducir las ayu­das a las famil­ias más pobres y pon­er fin a la refor­ma san­i­taria pro­movi­da por Oba­ma. Con la prop­ues­ta, los repub­li­canos quieren acabar además con las reduc­ciones pre­supues­tarias en Defen­sa y com­pen­sar­las con recortes en pro­gra­mas guber­na­men­tales educa­tivos, de salud e infraestruc­turas, al tiem­po que se plantean elim­i­nar impuestos a las ganan­cias y div­i­den­dos. Los demócratas han crit­i­ca­do dura­mente a Ryan por este plan, al con­sid­er­ar que pri­va­ti­zaría el sis­tema de Seguro Social, del que depen­den la may­oría de ancianos, jubi­la­dos y dis­capac­i­ta­dos en el país.

Silla vacía

El momen­to más comen­ta­do de la Con­ven­ción Repub­li­cana no fue el dis­cur­so de Rom­ney ni las pal­abras que pro­nun­cia­ron, entre otros, la exsec­re­taria de Esta­do Con­doleez­za Rice o el excan­dida­to John McCain. La estrel­la fue el vet­er­a­no actor y direc­tor Clint East­wood, quien arrancó aplau­sos de los repub­li­canos con un monól­o­go pun­zante (y exten­sa­mente par­o­di­a­do ya en pro­gra­mas de tele­visión y redes sociales) dirigi­do con­tra la sil­la vacía de un pres­i­dente Barack Oba­ma imag­i­nario. East­wood, de 82 años, sin­te­tizó en unas pocas bro­mas todo el men­saje de la opción repub­li­cana. «El país es nue­stro, los políti­cos son nue­stros emplea­d­os, y cuan­do alguien no hace el tra­ba­jo hay que echar­lo, así que es hora de que otro ven­ga y resuel­va el prob­le­ma», dijo. En un men­saje en Twit­ter, el equipo de Oba­ma respondió con una foto del sil­lón pres­i­den­cial y el sigu­iente men­saje: «Esta sil­la está ocupada».

Tea Party

Los anal­is­tas desta­can que el Tea Par­ty, con su gran influ­en­cia en el Par­tido Repub­li­cano y su peso en el Con­gre­so, es el prin­ci­pal respon­s­able del abon­dono por parte de Rom­ney de sus orig­i­nales posi­ciones más mod­er­adas. En este sen­ti­do, la pre­sión del ala más con­ser­vado­ra habría oblig­a­do a Rom­ney, nece­si­ta­do del apoyo de la may­oría de su par­tido, a ten­er que decantarse por Ryan como can­dida­to a vicepres­i­dente, o a rec­haz­ar de plano la refor­ma san­i­taria de Oba­ma. Se tra­ta, en cualquier caso, de un mat­ri­mo­nio de con­ve­nien­cia para inten­tar con­seguir el poder, ya que el Tea Par­ty, muy críti­co con Rom­ney, ha tenido a su vez que acep­tar al exgob­er­nador tras haber sido inca­paz de pro­ducir un can­dida­to pres­i­den­cial con posibilidades.

Si quiere cap­tar votos entre las minorías (sobre todo, los his­panos), los inmi­grantes, la clase media y las mujeres, Rom­ney deberá saber nadar entre dos aguas, evi­tan­do asun­tos como el abor­to, el mat­ri­mo­nio homo­sex­u­al, la reli­gion o la inmi­gración ile­gal, y cen­trán­dose en el ter­reno más neu­tral (y con más con­sen­so entre los repub­li­canos) de la economía y las críti­cas a Obanma.

Últimos Días

La Igle­sia de los San­tos de los Últi­mos Días, a la que pertenece Mitt Rom­ney, y cuyos miem­bros son cono­ci­dos pop­u­lar­mente como mor­mones, es una agru­pación reli­giosa cuyos fieles ase­gu­ran que acep­tan las enseñan­zas de Jesu­cristo, pero tal como fueron «restau­radas» por el esta­dounidense Joseph Smith en el siglo XIX. La base de su doc­t­ri­na la con­sti­tuyen la Bib­lia, el Libro de Mor­món, Doc­t­ri­na y Con­ve­nios y La Per­la de Gran Pre­cio, estos dos últi­mos tex­tos basa­dos en las «rev­ela­ciones» que exper­i­men­tó su pro­fe­ta. En el Libro del Mor­món, pub­li­ca­do en 1830, se expli­ca que una tribu per­di­da de Israel sur­có el Atlán­ti­co 600 años antes de la era cris­tiana, habitó en Améri­ca y se le apare­ció Jesu­cristo resuci­ta­do. En la tribu se enfrentaron dos cas­tas, nefi­tas y laman­i­tas, y estos últ­mos fueron «cas­ti­ga­dos» con ten­er «la piel oscura».

En EE UU hay unos siete mil­lones de mor­mones. Históri­ca­mente se les ha acu­sa­do de ser secretis­tas, con­spir­a­tivos, políg­amos e inclu­so racis­tas, unos rece­los que aún se mantienen. En noviem­bre de 2011, una encues­ta del Insti­tu­to de Inves­ti­gación de la Religión Públi­ca rev­eló que un 40% de los ciu­dadanos de EE UU no apro­baría a un pres­i­dente mormón,y un 49% de esta­dounidens­es afir­ma que no tiene claro si la religión mor­mona es cris­tiana o no, según un informe del cen­tro Pew.

La Igle­sia de Jesu­cristo de los San­tos de los Últi­mos Días se car­ac­ter­i­za por su fér­rea defen­sa de la famil­ia tradi­cional. Sus líderes no reciben remu­neración por sus ser­vi­cios y ase­gu­ran que el movimien­to no dis­tingue ni etnias, ni clases sociales, ni pro­fe­siones. La poligamia fue desautor­iza­da en 1890, y en 1978 los negros empezaron a poder ser admi­ti­dos como sacerdotes.

Vida privada

En los últi­mos días, y, espe­cial­mente, en su dis­cur­so de aceptación de la can­di­datu­ra, Rom­ney ha comen­za­do a hablar más de sí mis­mo y de su vida pri­va­da, rela­tan­do recuer­dos famil­iares y expe­ri­en­cias per­son­ales, en un inten­to por darse a cono­cer mejor ante el elec­tora­do y por proyec­tar una ima­gen de con­fi­an­za, más allá de las ref­er­en­cias pos­i­ti­vas hechas has­ta aho­ra por ter­ceros, como su esposa o sus colab­o­radores más directos.

«We Can Do Better»

«Podemos hac­er­lo mejor»: El lema de los repub­li­canos en la Con­ven­ción Nacional cel­e­bra­da en Tampa.

Yahoo!

La com­pañía Yahoo! des­pidió el pasa­do jueves al respon­s­able de su ofic­i­na en Wash­ing­ton, David Chalian, por haber dicho, sin saber que su micró­fono esta­ba abier­to, que Mitt Rom­ney y su esposa esta­ban «felices de ten­er una fies­ta mien­tras afroamer­i­canos se ahoga­ban», en ref­er­en­cia a las inun­da­ciones por el huracán Isaac. «La declaración de David Chalian fue inade­cua­da y no rep­re­sen­ta los pun­tos de vista de Yahoo!. Ha sido des­pe­di­do inmedi­ata­mente. Ya hemos con­tac­ta­do con la cam­paña de Rom­ney, y le ped­i­mos dis­cul­pas, así como a su per­son­al, sus seguidores y todo aquel que se sin­tiese ofen­di­do», dijo un por­tavoz de la empre­sa en un comunicado.

Zurdos

Des­de 1974, Esta­dos Unidos ha tenido cin­co pres­i­dentes zur­dos: Ger­ald Ford, Ronald Rea­gan, George Bush padre, Bill Clin­ton y Barack Oba­ma. Mitt Rom­ney es diestro.

 
 
 
 

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