Los frutos contra viento y marea de la ciencia médica española

Miguel Máiquez, 29/4/2012

Fuga de cere­bros, recortes, suel­dos bajos, con­tratos pre­car­ios… Las condi­ciones para la inves­ti­gación en España no son pre­cisa­mente ejem­plares, y la cosa va a peor. De momen­to, los Pre­supuestos Gen­erales del Esta­do para 2012 pre­sen­ta­dos por el Gob­ier­no del PP con­tem­plan una reduc­ción del 33,46% en el gas­to des­ti­na­do a I+D (Inves­ti­gación y Desar­rol­lo) e Inno­vación Civ­il, en lo que supone el últi­mo capí­tu­lo has­ta aho­ra de un goteo a la baja que ha sido con­stante en los últi­mos años, tam­bién con gob­ier­nos del PSOE.

Una de las prin­ci­pales víc­ti­mas de esta pre­cariedad, con­se­cuen­cia de la cri­sis económi­ca, pero tam­bién de las pri­or­i­dades de los dis­tin­tos ejec­u­tivos a la hora de hac­er­le frente, es, inevitable­mente, la inves­ti­gación san­i­taria. Aunque los recortes pre­supues­tar­ios no han sido tan espec­tac­u­lares como en otras par­tidas, el gas­to que des­ti­na el Esta­do a los dis­tin­tos cen­tros e insti­tu­ciones españoles que tra­ba­jan para encon­trar curas a las enfer­medades más ter­ri­bles y de las que menos sabe­mos aún, o para hac­er mejores las vidas de quienes las pade­cen, no ha deja­do de bajar en los últi­mos años. Des­de 2008, casi un 30%.

En con­cre­to, ese año se des­ti­naron a Inves­ti­gación San­i­taria un total de 417,2 mil­lones de euros, que se quedaron en 369,7 en 2009, 332,4 en 2010 y 300 en 2011. Para 2012 se han pre­vis­to 293,4 mil­lones. Y esta­mos hablan­do de una par­ti­da que incluye sub­ven­ciones a insti­tu­ciones tan impor­tantes como los cen­tros nacionales de inves­ti­ga­ciones oncológ­i­cas, car­dio­vas­cu­lares y neu­rológ­i­cas, o los Cen­tros de Inves­ti­gación Bio­médi­ca en Red (CIBER), con­sor­cios que tra­ba­jan de man­era coor­di­na­da en proyec­tos de bioin­ge­niería y nanomed­i­c­i­na, en epi­demi­ología y salud públi­ca, en tratamien­tos para la dia­betes, en obesi­dad y nutri­ción, enfer­medades hep­áti­cas y diges­ti­vas, salud men­tal, enfer­medades raras…

Y, pese a todo, los cien­tí­fi­cos y médi­cos españoles siguen dan­do pasos ade­lante y apor­tan­do a la cien­cia inter­na­cional impor­tantes avances en numerosos pro­gra­mas pun­teros de lucha con­tra las enfer­medades. Hace tan solo unos días, por ejem­p­lo, un equipo del Insti­tu­to de Inves­ti­gación del Sida Irsi­Caixa anun­cia­ba que han con­segui­do iden­ti­ficar la molécu­la que uti­liza el VIH para propa­garse por el organ­is­mo, un hal­laz­go que facil­i­tará la creación de nuevos fár­ma­cos más efi­caces para fre­nar la acción del virus, y que supone tam­bién un paso más en el desar­rol­lo de la vac­u­na para erradicar el sida. La finan­ciación de este insti­tu­to, sin embar­go, está en la cuer­da flo­ja, tras la decisión del Gob­ier­no de reducir has­ta un 30% la dotación del Plan Nacional de Inves­ti­gación, según advir­tió el pro­pio direc­tor del Irsi­Caixa, Bonaven­tu­ra Clotet. «La exce­len­cia en la inves­ti­gación que aún mantiene España no se ha hecho en dos días, pero se puede echar por tier­ra en dos días», dijo.

Estos son, a modo de car­ta de pre­sentación, o de razones para no bajar la guardia en el apoyo a la inves­ti­gación san­i­taria, algunos de los prin­ci­pales avances con­segui­dos por cien­tí­fi­cos españoles en los últi­mos años, cen­tra­dos en tres de las enfer­medades donde la cien­cia sigue libran­do su batal­la más dura: el sida, el cáncer y el Alzheimer.

I. SIDA

De for­ma para­lela al desar­rol­lo de fár­ma­cos para el tratamien­to de la enfer­medad, el gran reto de los cien­tí­fi­cos que tra­ba­jan en todo el mun­do con­tra el sida es con­seguir una vac­u­na efi­caz, una labor espe­cial­mente com­pli­ca­da, ya que el VIH muta ráp­i­da­mente, lo que sig­nifi­ca que adquiere difer­entes for­mas y no es homogé­neo en todas las per­sonas ni en todos los momen­tos. Así, el virus logra esqui­var cualquier vac­u­na y cualquier reac­ción inmunológ­i­ca del organ­is­mo, porque las célu­las encar­gadas de atacar­lo no lo reconocen.

Los estu­dios que se real­izan actual­mente a niv­el mundi­al todavía se encuen­tran en fas­es pre­clíni­cas y a un niv­el muy incip­i­ente. Cien­tí­fi­cos y exper­tos de var­ios país­es tra­ba­jan coor­di­nada­mente en la creación de un fár­ma­co que sea capaz de blo­quear la entra­da del VIH en las células.

Blo­quear la entra­da del virus

Un impor­tante paso en ese sen­ti­do fue anun­ci­a­do en julio de 2010 por un equipo de inves­ti­gadores españoles de la Uni­ver­si­dad del País Vas­co, el Cen­tro Nacional de Biotec­nología, el Insti­tu­to de Quími­ca Avan­za­da de Cataluña, Irsi­Caixa, el Depar­ta­men­to de Salud de la Gen­er­al­i­tat y el Hos­pi­tal 12 de octubre de Madrid. Los cien­tí­fi­cos demostraron que, mod­i­f­i­can­do la rigidez de la mem­brana plas­máti­ca de los lin­foc­i­tos T, se podría lle­gar a impedir la entra­da del virus del sida en el inte­ri­or de las célu­las, lo que posi­bil­i­taría el desar­rol­lo nuevos fár­ma­cos que podrían reducir el gra­do de infección.

En diciem­bre de ese mis­mo año, un equipo inter­na­cional de inves­ti­gadores, españoles inclu­i­dos, pre­sen­tó el dis­eño de un nue­vo fár­ma­co capaz de blo­quear con efi­ca­cia la entra­da del virus del sida en las célu­las, basa­do en una pequeña pro­teí­na (denom­i­na­da VIRIP y des­cu­bier­ta en 2007) que pro­duce el pro­pio organ­is­mo. El fár­ma­co fue proba­do con éxi­to en 18 pacientes infec­ta­dos, pero aún resul­ta muy caro, su fab­ri­cación es muy labo­riosa y debe ser admin­istra­do por vía intra­venosa. El equipo tra­ba­ja aho­ra en la búsque­da de una molécu­la pequeña que imite el fun­cionamien­to de VIR-576 (una de las vari­antes de la pro­teí­na) y que pue­da admin­is­trarse oralmente.

En bus­ca de una vacuna

Pero el avance más impor­tante tal vez sea la denom­i­na­da MVA‑B, una posi­ble vac­u­na con­tra el sida que fue pre­sen­ta­da en sep­tiem­bre de 2011 por un grupo de inves­ti­gación español del Con­se­jo Supe­ri­or de Inves­ti­ga­ciones Cien­tí­fi­cas (CSIC). Esta vac­u­na se encuen­tra en la fase I de desar­rol­lo y ha demostra­do ya una alta seguri­dad y efi­ca­cia. Un 90% de los vol­un­tar­ios vac­u­na­dos con MVA‑B han gen­er­a­do una respues­ta inmu­ni­taria defen­si­va con­tra el VIH, y el 85% de ellos la ha man­tenido, al menos durante un año.

Para el desar­rol­lo de la vac­u­na MVA‑B  se han intro­duci­do cua­tro genes del VIH (Gag, Pol, Nef y Env) en la secuen­cia genéti­ca de uno de los sub­ti­pos del virus Vac­cinia Mod­i­fi­ca­do de Ankara (MVA), el más preva­lente en Europa. Si el sis­tema inmune está sano reac­ciona frente al MVA, y los genes de VIH inser­ta­dos en su secuen­cia no son capaces de infec­tar a los humanos, lo que garan­ti­za la seguri­dad del ensayo clíni­co. No obstante, pese a estos resul­ta­dos esper­an­zadores, la vac­u­na todavía no puede ser com­er­cial­iza­da, ya que ha de con­cluir con éxi­to todas las fas­es de desar­rol­lo del ensayo clíni­co para poder salir al mercado.

El CSIC ha per­di­do cer­ca de un ter­cio de su pre­supuesto des­de 2008.

El frente catalán

Tam­bién en sep­tiem­bre de 2011, los cien­tí­fi­cos que tra­ba­jan en el proyec­to catalán de inves­ti­gación de la vac­u­na del sida Hiva­cat lograron iden­ti­ficar una prom­ete­do­ra vac­u­na con­tra el VIH, tras obten­er resul­ta­dos pos­i­tivos en ensayos clíni­cos con ratones. El Hiva­cat, un con­sor­cio públi­co-pri­va­do que está inte­gra­do por el Irsi­Caixa y el Hos­pi­tal Clínic de Barcelona, en coor­di­nación con Lab­o­ra­to­rios Esteve y con el apoyo de la Fun­dación La Caixa y la Gen­er­al­i­tat de Cataluña, con­sigu­ió ais­lar difer­entes frag­men­tos de pro­teí­nas capaces de estim­u­lar la respues­ta inmu­ni­taria, tras estu­dios con un mil­lar de pacientes.

Durante los últi­mos años, los inves­ti­gadores del Hiva­cat ya han encon­tra­do algunos can­didatos a vac­u­na ter­apéu­ti­ca que están en fas­es avan­zadas de desar­rol­lo (ensayos clíni­cos en fas­es I y II). Su obje­ti­vo prin­ci­pal para los próx­i­mos cua­tro años es dis­eñar nuevas estrate­gias de can­didatos a vac­u­na ter­apéu­ti­ca y pro­filác­ti­ca. Los cien­tí­fi­cos están amplian­do actual­mente la inves­ti­gación a más país­es, con la par­tic­i­pación de clíni­cas de Suráfrica, var­ios país­es de África Cen­tral y Perú.

Los respon­s­ables del Hiva­cat insis­ten en que la finan­ciación rep­re­sen­ta a menudo un obstácu­lo más en su tarea, y en que la opción de des­ti­nar dinero para el desar­rol­lo de vac­u­nas con­tra el VIH rep­re­sen­ta «una necesi­dad cru­cial y actu­al, que ten­drá un ben­efi­cio muy direc­to en los país­es en vías de desarrollo».

Molécu­la clave

El hal­laz­go mas reciente con­segui­do por cien­tí­fi­cos españoles tam­bién tiene una impor­tan­cia cap­i­tal. El pasa­do 25 de abril, cien­tí­fi­cos del Irsi­Caixa pub­li­caron un estu­dio en la revista inter­na­cional Plos Biol­o­gy que demues­tra que el virus del VIH tiene en su cubier­ta unas molécu­las, lla­madas gan­gliósi­dos, que uti­liza para pen­e­trar en las célu­las dendríticas.

Los inves­ti­gadores no sólo han iden­ti­fi­ca­do la fun­ción de esta molécu­la, clave en la propa­gación del virus, sino que han demostra­do tam­bién que elim­i­nan­do los gan­gliósi­dos del VIH se evi­ta que las célu­las den­dríti­cas puedan inter­nalizar­lo. Sigu­ien­do esta nue­va diana ter­apéu­ti­ca, los inves­ti­gadores del Irsi­Caixa, insti­tu­to impul­sa­do por la Obra Social La Caixa y por la Gen­er­al­i­tat, y que recibe fon­dos europeos y del Esta­do, tra­ba­jarán aho­ra en fór­mu­las para crear fár­ma­cos que blo­queen la inter­ac­ción entre el virus y las célu­las den­dríti­cas, y que serían com­ple­men­tar­ios a los tratamien­tos ya existentes.

Los datos

Des­de que en 1981 se declarara la epi­demia de sida, en España se han noti­fi­ca­do un total de 77.953 casos de VIH, según datos del Reg­istro Nacional de Casos de Sida pub­li­ca­dos el 30 de junio de 2009.

Con estas cifras, España es uno de los país­es con may­or inci­den­cia del sida en Europa Occi­den­tal, pese a que en 2008 los casos diag­nos­ti­ca­dos en nue­stro país descendieron un 16,6% entre varones y un 8,6% entre las mujeres.

La vía más fre­cuente de con­ta­gio, con ten­den­cia a la baja, es entre usuar­ios de dro­gas por vía par­enter­al. De los 1.170 casos de sida diag­nos­ti­ca­dos en 2008, el 34,4% se debió al uso com­par­tido de jeringuil­las, tan­to en hom­bres (37,6%), como en mujeres (24,4%). Le siguen las rela­ciones het­ero­sex­u­ales no pro­te­gi­das (al 34,9%, con espe­cial rel­e­van­cia entre las mujeres, que rep­re­sen­tan más del 65,4% en esta modal­i­dad), y, en ter­cer lugar,  las rela­ciones homo­sex­u­ales no pro­te­gi­das entre hom­bres (un 20,3%).

En los últi­mos años, se ha detec­ta­do un pro­gre­si­vo aumen­to de la trans­misión sex­u­al del VIH, en detri­men­to de los supuestos debidos a la inyec­ción de dro­gas con mate­r­i­al contaminado.

II. CÁNCER

El primer oncogén (gen humano muta­do que causa cáncer) fue des­cu­bier­to hace 25 años, y des­de entonces las inves­ti­ga­ciones  se han cen­tra­do en el estu­dio de los mecan­is­mos des­en­ca­denantes de los tumores. En 1982, el bio­quími­co y oncól­o­go español Mar­i­ano Bar­bacid, que entonces lid­er­a­ba un equipo de inves­ti­gación en Esta­dos Unidos, logró ais­lar por primera vez un gen humano muta­do, el H‑RAS, impli­ca­do en el tumor de veji­ga. A este hal­laz­go con­tribuyeron tam­bién los equipos de Robert Wein­berg, Geofrey Coop­er y Robert Wigler. En los años sigu­ientes fue aumen­tan­do la lista de onco­genes iden­ti­fi­ca­dos, has­ta lle­gar a los 360 actuales.

Las inves­ti­ga­ciones de los últi­mos años han puesto de relieve la com­ple­ji­dad del estu­dio mol­e­c­u­lar del cáncer. Pese a ello, los exper­tos pre­vén que a medi­da que avance el conocimien­to de las alteraciones genéti­cas en cada tipo de cáncer, e inclu­so en cada indi­vid­uo, se podrán dis­eñar fár­ma­cos per­son­al­iza­dos y dianas ter­apéu­ti­cas que per­mi­tirán atacar de for­ma más efi­ciente los teji­dos enfer­mos y afec­tar en menor medi­da a los sanos.

Nan­otec­nología y magnetismo

En febrero de 2011, inves­ti­gadores del Cen­tro Nacional de Biotec­nología del CSIC hicieron públi­co el desar­rol­lo de unas nanopartícu­las mag­néti­cas que, dirigi­das con unos imanes a la zona del tumor, son capaces de elim­i­nar las célu­las can­cerí­ge­nas sin ape­nas afec­tar al teji­do sano. El hal­laz­go supone un avance muy impor­tante con­tra los efec­tos secun­dar­ios de los tratamien­tos con­tra el cáncer, que se deben esen­cial­mente a que tan­to la radioter­apia como la quimioter­apia ata­can por igual a las célu­las can­cerí­ge­nas y a las sanas.

Tam­bién basa­da en la nan­otec­nología, una nue­va ter­apia con­tra el cáncer fue anun­ci­a­da ese mis­mo mes por cien­tí­fi­cos de las uni­ver­si­dades de Grana­da y Edim­bur­go. En este caso, la reduc­ción de los efec­tos secun­dar­ios de la quimioter­apia se basa en la encap­su­lación de un catal­izador den­tro de las lla­madas microes­feras. De ese modo, se puede acti­var fár­ma­cos den­tro de las célu­las humanas evi­tan­do su tox­i­ci­dad, al no alter­ar sus fun­ciones bási­cas. La téc­ni­ca, en la que se sigue tra­ba­jan­do, es capaz de «crear» fár­ma­cos anti­cancerígenos den­tro de la célu­la, con lo que podría usarse para el tratamien­to especí­fi­co de tumores y mejo­raría dramáti­ca­mente los actuales tratamien­tos quimioterápicos.

Fár­ma­cos ‘made in Spain’

En ese mis­mo mes de febrero de 2011, un fár­ma­co paten­ta­do por la Uni­ver­si­tat de Barcelona, que en 2004 llegó a un acuer­do con la far­ma­céu­ti­ca Advan­cell, superó con éxi­to la fase ini­cial de un ensayo clíni­co. La empre­sa y el equipo inves­ti­gador anun­cia­ron que el medica­men­to había dado resul­ta­dos pos­i­tivos en un estu­dio real­iza­do en pacientes de leucemia lin­fáti­ca cróni­ca resistentes a la ter­apia actu­al. El fár­ma­co, lla­ma­do Acadra, fue el primer medica­men­to surgi­do de una uni­ver­si­dad públi­ca españo­la en lle­gar a la fase de ensayos clíni­cos (prue­bas en pacientes).

Por otra parte, en mar­zo de 2011, cien­tí­fi­cos del Insti­tut de Recer­ca Bio­mèdi­ca de Bel­lvitge (Idi­bell) iden­ti­fi­caron una sus­tan­cia, la enoxaci­na, que inhibe el crec­imien­to de los tumores can­cerígenos medi­ante la acti­vación del lla­ma­do «geno­ma oscuro» (o ADN no-cod­i­f­i­cante) y de las molécu­las de micro-ARN. El direc­tor del equipo, Manel Esteller, explicó que «es como si a un coche de segun­da mano le ponemos un motor acaba­do de salir de la fábri­ca». El des­cubrim­ien­to aún no se ha proba­do en humanos, pero, según Esteller, «aunque pue­da no lle­gar a apro­barse el uso de esta molécu­la en tratamien­tos oncológi­cos, el hal­laz­go mues­tra a la indus­tria far­ma­céu­ti­ca una nue­va direc­ción hacia dónde diri­gir sus esfuer­zos en la ter­apia antitumoral».

Ataque foto­voltaico

Un estu­dio pub­li­ca­do en abril de 2011, en el que par­tic­i­paron biól­o­gos y físi­cos de la Uni­ver­si­dad Autóno­ma de Madrid, demostró que es posi­ble destru­ir célu­las tumorales humanas, en condi­ciones de lab­o­ra­to­rio, uti­lizan­do un mate­r­i­al con propiedades foto­voltaicas. Los inves­ti­gadores hicieron cre­cer célu­las tumorales humanas sobre cristales espe­ciales de nio­ba­to de litio dopa­do con hier­ro (LiNbO3:Fe), un mate­r­i­al que se emplea des­de hace años en el cam­po de la Fotóni­ca, pero que has­ta aho­ra no había sido usa­do en Bio­med­i­c­i­na. Mien­tras estos cul­tivos celu­lares se man­tu­vieron en la oscuri­dad, las célu­las pro­lif­er­aron per­fec­ta­mente sobre el mate­r­i­al durante días. Sin embar­go, al ilu­mi­nar­los se pro­du­jo una muerte celu­lar en cuestión de minutos.

Los resul­ta­dos exper­i­men­tales del estu­dio han dado lugar a dos solic­i­tudes de patente para el desar­rol­lo de un medica­men­to de fototer­apia con­tra el cáncer. En la actu­al­i­dad, las inves­ti­ga­ciones se cen­tran en estable­cer el mecan­is­mo de induc­ción de muerte celu­lar por el cam­po eléc­tri­co del mate­r­i­al y en el efec­to de nanopartícu­las de LiNbO3:Fe sobre las célu­las tumorales.

La esper­an­za está en los genes

Inves­ti­gadores del Hos­pi­tal Clínic, la Uni­ver­si­dad de Barcelona y la Uni­ver­si­dad de Oviedo pub­li­caron en junio de 2011 la secuen­cia del geno­ma com­ple­to de pacientes con leucemia lin­fáti­ca cróni­ca, iden­ti­f­i­can­do muta­ciones que apor­tan nuevas claves sobre esta enfer­medad, el tipo de leucemia más común en país­es occidentales.

El tra­ba­jo con­tó con la par­tic­i­pación de más de 60 inves­ti­gadores del Con­sor­cio Español del Geno­ma de la Leucemia Lin­fáti­ca Cróni­ca, y rep­re­sen­tó la primera con­tribu­ción de España al Con­sor­cio Inter­na­cional del Geno­ma del Cáncer  (ICGC), el may­or proyec­to de inves­ti­gación con­tra el cáncer de la his­to­ria, en el que par­tic­i­pan cien­tí­fi­cos de 11 país­es para secuen­ciar los 50 tipos de cáncer más importantes.

El hal­laz­go, fru­to de varias décadas de inves­ti­gación, per­mi­tirá desar­rol­lar estrate­gias ter­apéu­ti­cas dirigi­das conc­re­ta­mente a las muta­ciones des­cu­bier­tas, y se espera que en dos o tres años este equipo haya con­segui­do secuen­ciar 500 geno­mas de este tipo de leucemia. El reto aho­ra es con­seguir desar­rol­lar una apli­cación clíni­ca de lo que se ha inves­ti­ga­do has­ta el momen­to, tal y como se ha hecho con otros tipos de cáncer.

En diciem­bre de 2011, este mis­mo equipo de inves­ti­gadores dio nuevos pasos en el conocimien­to de la leucemia lin­fáti­ca cróni­ca al iden­ti­ficar más de mil nuevos genes muta­dos en el desar­rol­lo de esta enfer­medad, y al uti­lizar para ello una téc­ni­ca más sen­cil­la y menos costosa.

Un mes antes, en sep­tiem­bre del año pasa­do, un grupo inter­na­cional de inves­ti­gadores, con par­tic­i­pación españo­la, secuen­ció por primera vez el geno­ma com­ple­to de nueve tumores col­or­rec­tales y el teji­do sano ady­a­cente, lo que per­mi­tirá ahon­dar en el conocimien­to de este com­ple­jo cáncer y dar un paso más en la fab­ri­cación en un futuro de nuevos fármacos.

Por últi­mo, el pasa­do 13 de mar­zo, cien­tí­fi­cos del Cen­tro Nacional de Inves­ti­ga­ciones Oncológ­i­cas (CNIO) anun­cia­ron el des­cubrim­ien­to de un gen que puede pro­te­ger con­tra el cáncer, pero que tam­bién es capaz de pro­mover su crec­imien­to, un efec­to de doble filo que podría darse en otros muchos tipos de gen. «Se tra­ta de un gen que actúa como Doc­tor Jekyll o como Mis­ter Hyde, ya que puede pro­te­gernos de la apari­ción de tumores o favore­cer su crec­imien­to», explicó el jefe del grupo autor del tra­ba­jo, Óscar Fer­nán­dez Capetillo.

Acción selec­ti­va

Frente al cáncer, a la hora de elim­i­nar célu­las es bási­co poder difer­en­ciar las bue­nas de las malas (las tumorales), para poder acabar con estas últi­mas sin afec­tar al resto. Es el reto de toda quimioter­apia. Inves­ti­gadores españoles e ital­ianos anun­cia­ron en noviem­bre de 2011 un nue­vo méto­do que per­mite «matar selec­ti­va­mente» célu­las tumorales, cuan­do éstas pre­sen­tan «estrés replica­ti­vo», que se pro­duce cada vez que una de ellas dupli­ca su genoma.

El Grupo de Inesta­bil­i­dad Genómi­ca del CNIO tra­ba­ja­ba des­de hacía tiem­po en la idea de que quizás estos tumores sean muy sen­si­bles al tratamien­to con fár­ma­cos que inhiban las pro­teí­nas que las célu­las tienen para pro­te­gerse de este tipo de estrés. El estu­dio del CNIO per­mite definir un uso más efi­caz de estos fár­ma­cos (inhibidores de pro­teí­nas), al describir una estrate­gia para iden­ti­ficar a aque­l­los pacientes que se ben­e­fi­cia­rían espe­cial­mente de este tipo de tratamiento.

Los datos

En España se diag­nos­ti­can cada año unos 200.000 nuevos casos de tumores can­cerígenos y se reg­is­tran unos 100.000 fal­l­ec­imien­tos por cáncer. Hay tam­bién en torno a 100.000 pacientes que sobre­viv­en a la enfer­medad cada año y las pre­vi­siones indi­can que el número de lar­gos super­vivientes ‑aque­l­los que han pasa­do al menos cin­co años des­de el diag­nós­ti­co libres de la enfer­medad- se incre­men­tará un 50% en los próx­i­mos cin­co años.

El cáncer col­or­rec­tal es el más fre­cuente cuan­do se cuen­tan ambos sex­os con­jun­ta­mente, segui­do de los tumores de pul­món y mama.

Según datos del Cen­tro Nacional de Epi­demi­ología, en 2008 murieron en España 100.439 per­sonas por un cáncer, de las que 62.440 eran hom­bres y 37.999 mujeres.

La inci­den­cia del cáncer va en aumen­to, aunque la super­viven­cia ha mejo­ra­do sig­ni­fica­ti­va­mente en las dos últi­mas décadas. El diag­nós­ti­co pre­coz y la lle­ga­da de nuevos tratamien­tos han per­mi­ti­do que la tasa de super­viven­cia (cin­co años después del diag­nós­ti­co) alcance el 55%: un 60% en mujeres y un 50% entre los varones.

III. ALZHEIMER

Todavía hoy se descono­cen las causas que provo­can la enfer­medad del Alzheimer, y como curar­la o evi­tar su apari­ción, si bien exis­ten tratamien­tos far­ma­cológi­cos capaces de aliviar los sín­tomas ‑mejo­ran la capaci­dad cog­ni­ti­va y per­miten con­tro­lar los trastornos de con­duc­ta- y ralen­ti­zar su evolu­ción, espe­cial­mente cuan­do se apli­can en las primeras fas­es de la enfer­medad, razón por la cual los exper­tos insis­ten en la impor­tan­cia del diag­nós­ti­co precoz.

Los fár­ma­cos más uti­liza­dos actual­mente son antiox­i­dantes, como la vit­a­m­i­na E, y otros como la meman­ti­na, la galan­t­a­m­i­na, el donepezil y la rivastig­mi­na. Las prin­ci­pales esper­an­zas para hac­er frente al Alzheimer están pues­tas en el desar­rol­lo de nuevos fár­ma­cos, las inves­ti­ga­ciones con célu­las madre y en el desar­rol­lo de una vacuna.

Tam­bién se están inves­ti­gan­do nuevos méto­dos que per­mi­tan detec­tar la enfer­medad en su fase ini­cial, se han iden­ti­fi­ca­do var­ios genes rela­ciona­dos con su desar­rol­lo, y hay abier­tas varias líneas de inves­ti­gación que rela­cio­nan la enfer­medad con el virus del her­pes común o con el colesterol.

En febrero de 2012 un equipo de la Uni­ver­si­dad de Har­vard (Boston, EEUU) pub­licó un estu­dio que rev­eló que la pro­teí­na Tau, pre­sente en el Alzheimer, se propa­ga a través de los cir­cuitos cere­brales trans­mi­tién­dose de neu­rona a neu­rona, lo que abrió una nue­va vía para dis­eñar ter­apias que fre­nen ese pro­ce­so de expansión.

En cualquier caso, inves­ti­gadores sobre la enfer­medad advierten de que en los próx­i­mos diez años no habrá avances sig­ni­fica­tivos en el tratamien­to de esta patología, y piden pru­den­cia ante las fal­sas expec­ta­ti­vas que gen­er­an en pacientes y famil­iares los hal­laz­gos que se hacen públi­cos des­de al ámbito científico.

Las primeras vacunas

Entre los últi­mos avances en inves­ti­gación desta­ca la primera posi­ble vac­u­na pre­ven­ti­va con­tra la enfer­medad, desar­rol­la­da por un grupo de cien­tí­fi­cos del cen­tro gal­lego de inves­ti­gación bio­médi­ca Euroe­spes, y anun­ci­a­da en sep­tiem­bre de 2011. La vac­u­na, EE-AD-SP1, la primera pre­ven­ti­va y ter­apéu­ti­ca, fue tes­ta­da en ratones trans­géni­cos y per­mite inter­cep­tar el pro­ce­so de muerte cere­bral ‑ini­ci­a­do una vez alcan­za­da la madurez cere­bral a los 30 años‑, evi­tan­do que la enfer­medad se repro­duz­ca en la vejez. Esta vac­u­na, no obstante, ha sido paten­ta­da en Esta­dos Unidos y será desar­rol­la­da clíni­ca­mente fuera de España.

Por otra parte, cien­tí­fi­cos de Cen­tro de Inves­ti­gación Bio­médi­ca de La Rio­ja (CIBIR) pre­sen­taron en sep­tiem­bre de 2010 una vac­u­na capaz de estim­u­lar el sis­tema inmu­ni­tario en ani­males y lle­gar a neu­tralizar y destru­ir la pro­teí­na beta-amiloide, impli­ca­da en el Alzhéimer y una de sus posi­bles causas.

La inves­ti­gación demostró su éxi­to en ani­males y esta­ba pre­vis­to que fuese proba­da en humanos en Aus­tria, país sede de la Ofic­i­na para la Inves­ti­gación Clíni­ca del Alzheimer. En prin­ci­pio, la vac­u­na iba a admin­is­trarse a per­sonas que están en una fase mod­er­a­da de la enfer­medad para cor­rob­o­rar que no les pro­duce efec­to tóx­i­co alguno. Pos­te­ri­or­mente, se apli­cará a per­sonas que pre­sen­tan un dete­ri­oro cog­ni­ti­vo leve y si en este grupo de población no es efec­ti­va, se admin­is­trará con ante­ri­or­i­dad a per­sonas que no pre­sen­ten síntomas.

Los respon­s­ables de la com­pañía Ara­clon Biotech, propi­etaria de la patente, y con sede en Zaragoza, esper­an que para el pre­sente año 2012 pue­da comen­zarse una fase II de ensayos clíni­cos mul­ti­cén­tri­cos en var­ios país­es europeos, entre los que se encon­traría España.

Mejo­ras en los pacientes

Un tratamien­to exper­i­men­tal frente al Alzheimer ha demostra­do su seguri­dad y efi­ca­cia para mejo­rar el rendimien­to cog­ni­ti­vo en pacientes en esta­dios leves y mod­er­a­dos de la enfer­medad, según un estu­dio pre­sen­ta­do en julio del año pasa­do por inves­ti­gadores del CSIC.

El tratamien­to se basa en una molécu­la que ha sido desar­rol­la­da por la far­ma­céu­ti­ca Nosci­ra y que se conoce como tideglusib. Se admin­is­tra por vía oral y es respon­s­able de la hiper­fos­fo­ri­lación de la pro­teí­na Tau, un pro­ce­so anó­ma­lo pre­sente en varias enfer­medades neurodegenerativas.

El sigu­iente paso será un estu­dio más amplio, con más de 100 pacientes, ya aproba­do por la Agen­cia Esta­dounidense del Medica­men­to (FDA, en sus siglas en inglés) y la Agen­cia Euro­pea del Medica­men­to (EMEA, tam­bién en inglés), en el que par­tic­i­paran 25 cen­tros de var­ios países.

Célu­las microen­cap­su­ladas y ter­apias auditivas

En abril de 2011, el grupo NanoBio­Cel de la Fac­ul­tad de Far­ma­cia de la Uni­ver­si­dad del País Vas­co  recibió el Pre­mio de Inves­ti­gación de la Sociedad Españo­la de Far­ma­cia Indus­tri­al y Galéni­ca por su inves­ti­gación sobre el Alzheimer, pub­li­ca­da en la revista Bio­ma­te­ri­als. Los resul­ta­dos de este tra­ba­jo, basa­do en la uti­lización de célu­las microen­cap­su­ladas como una ter­apia avan­za­da, abren tam­bién nuevas expec­ta­ti­vas en el tratamien­to de la enfermedad.

La microen­cap­su­lación de célu­las con­siste en cubrir célu­las especí­fi­cas con diver­sos bio­ma­te­ri­ales, de man­era que for­man micropartícu­las. Estas lib­er­an pro­teí­nas ter­apéu­ti­cas de for­ma con­tro­la­da y con­tin­ua en el organ­is­mo en el que han sido implan­tadas. Resul­tan muy ben­efi­ciosas en enfer­medades cróni­cas que requieren ser tratadas con una inges­ta fre­cuente de medicamentos.

Por otro lado, inves­ti­gadores del Insti­tu­to de Neu­ro­cien­cias de la Uni­ver­si­dad de Sala­man­ca han con­stata­do la efi­ca­cia de la ter­apia de estim­u­lación sen­so­r­i­al en el tratamien­to de la enfer­medad de Alzheimer, sobre todo audi­ti­va y visu­al, por la que se estim­u­la el cere­bro del enfer­mo por medio de sonidos y de música.

El estu­dio PACID for­ma parte de un pro­gra­ma de inter­ven­ción en las áreas de fun­cionamien­to psi­cológi­co del paciente, tales como cog­ni­ti­vo, neu­rológi­co, emo­cional, fun­cional y social. La expe­ri­en­cia, que se ha lle­va­do a cabo en el Cen­tro de Ref­er­en­cia Estatal de Aten­ción a Per­sonas con Enfer­medad de Alzheimer y otras Demen­cias (CREA), se ha desar­rol­la­do durante dos años,en los que se ha tra­ba­ja­do con más de una trein­te­na de pacientes de entre 60 y 80 años de edad.

Los datos

En España hay, según la Con­fed­eración Españo­la de Famil­iares de Enfer­mos de Alzheimer (CEAFA), unos 600.000 enfer­mos diag­nos­ti­ca­dos de alzheimer y otros 200.000 sin diagnosticar.

El 95% de las per­sonas con Alzheimer reside en sus casas, por lo que la car­ga asis­ten­cial recae en las famil­ias. En total se cal­cu­la que esta enfer­medad afec­ta en España a 3,5 mil­lones de per­sonas, incluyen­do famil­iares y cuidadores.

El per­fil del cuidador suele ser el de una mujer, de entre 45 y 65 años, casa­da, con estu­dios medios y que ded­i­ca más de 700 horas al mes al cuida­do del enfermo.

El coste económi­co de la aten­ción, según cal­cu­la la CEAFA, supone unos 30.000 euros de media por enfer­mo y año, cifra que incluye los costes direc­tos como med­i­c­i­nas, pañales o aten­ción domi­cil­iaria y costes indi­rec­tos, como los suel­dos que los famil­iares dejan de percibir por dedi­carse al cuida­do de los enfermos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *