Los aspirantes republicanos a la Casa Blanca, más a la derecha que nunca

Miguel Máiquez, 8/1/2012

«¿Cuán­do dejaron los repub­li­canos de pre­ocu­parse por el dinero y empezaron a pre­ocu­parse por Jesu­cristo, los homo­sex­u­ales y las teorías de Dar­win?». La bro­ma del pop­u­lar cómi­co y pre­sen­ta­dor esta­dounidense Bill Maher ilus­tra el per­fil cada vez más con­ser­vador, en el sen­ti­do moral e ide­ológi­co, que ha ido adop­tan­do el Par­tido Repub­li­cano de EE UU a lo largo de estos últi­mos años, refle­ja­do en los can­didatos que aca­ban de comen­zar la car­rera para enfrentarse a Oba­ma en las próx­i­mas elec­ciones presidenciales.

Del ultra­l­ib­er­al­is­mo al fun­da­men­tal­is­mo cris­tiano, entre los seis aspi­rantes repub­li­canos a sen­tarse en el Despa­cho Oval hay mor­mones, acér­ri­mos defen­sores de la pena de muerte, ene­mi­gos rad­i­cales de la inter­ven­ción del Gob­ier­no, mil­i­tantes con­tra el abor­to y los mat­ri­mo­nios gays, par­tidar­ios de bom­bardear Irán, aban­donar la ONU, pro­hibir los anti­con­cep­tivos o lev­an­tar más muros en la fron­tera con Méx­i­co, y has­ta creyentes en el crea­cionis­mo. Más allá del común denom­i­nador de ser ajenos a Wash­ing­ton y a su «cul­tura del gas­to públi­co» y la inter­ven­ción estatal, los seis luchan por difer­en­ciar sus prop­ues­tas ante un elec­tora­do divi­di­do, rad­i­cal­iza­do, gol­pea­do por la cri­sis, pro­fun­da­mente anti Oba­ma, y en el que el Tea Par­ty ha logra­do ganar una gran influencia.

La apues­ta ide­ológ­i­ca, sin embar­go, puede salir­le cara al par­tido, si al final aca­ba favore­cien­do a can­didatos que, en prin­ci­pio, tienen menos posi­bil­i­dades de der­ro­tar al actu­al inquili­no de la Casa Blan­ca. Mitt Romey, por ejem­p­lo, el aspi­rante que, según la may­oría de los anal­is­tas, podría situ­arse mejor en un cuer­po a cuer­po con el pres­i­dente, por su exi­toso cur­rícu­lum como políti­co y empre­sario, le sacó tan solo ocho votos de ven­ta­ja al ultra Rick San­to­rum en las asam­bleas pop­u­lares (cau­cus) de Iowa. Y el más mod­er­a­do, Jon Hunts­man, se mantiene invari­able­mente en el fon­do de los son­deos de inten­ción de voto.

La encues­ta más reciente, real­iza­da por la Uni­ver­si­dad de Suf­folk y el canal local 7/News, sobre la inten­ción de voto en New Hamp­shire, donde los can­didatos se volverán a enfrentar este martes, da a Mitt Rom­ney un apoyo del 39%, segui­do de Ron Paul (17%), Newt Gin­grich (10%), Rick San­to­rum y Jon Hunts­man (ambos con el 9%), y Rick Per­ry (1%).

No obstante, según un son­deo del diario Chris­t­ian Sci­ence Mon­i­tor, uno de cada tres votantes está todavía inde­ciso. La batal­la parece cen­trarse en una elec­ción entre el corazón y el cere­bro. La cabeza acon­se­jaría apos­tar por el can­dida­to con más posi­bil­i­dades, pero Rom­ney sigue sin con­vencer al ala más derechista del par­tido, a pesar de que ha procu­ra­do dejar muy atrás los tiem­pos en los que defendía la ley del abor­to y las refor­mas san­i­tarias. El corazón repub­li­cano, sin embar­go, se incli­na por can­didatos que rep­re­sen­tan mejor el alma más con­ser­vado­ra del par­tido, ya sea ésta moral y reli­giosa (San­to­rum), o anti gob­ier­no y lib­er­taria (Paul).

Estos son los per­files bási­cos de los seis can­didatos repub­li­canos a enfrentarse a Barack Oba­ma para lle­gar a la Casa Blanca:

Mitt Romney

Quién es. Willard Mitt Rome­ny nació en Detroit, Míchi­gan, hace 64 años, en el seno de una famil­ia mor­mona e involu­cra­da en la políti­ca y en los nego­cios (su padre fue gob­er­nador y pres­i­dente de Amer­i­can Motors). Durante dos años y medio sirvió en Fran­cia como misionero de la Igle­sia de Jesu­cristo de los San­tos de los Últi­mos Días. A su regre­so, se graduó cum laude en Dere­cho en la Uni­ver­si­dad de Har­vard y en Admin­is­tración de Empre­sas en la Har­vard Busi­ness School. Rom­ney fundó y dirigió un fon­do pri­va­do de inver­sión, y ges­tionó con éxi­to las olimpiadas de invier­no de Salt Lake City en 2002. Está casa­do con Anne des­de hace 42 años y tiene cin­co hijos, que le apoy­an acti­va­mente en la cam­paña. Su mujer padece escle­ro­sis múlti­ple y ha habla­do de su enfer­medad en diver­sos actos elec­torales, enfa­ti­zan­do que su mari­do la ha ayu­da­do a atrav­es­ar los momen­tos más duros. Mul­ti­mil­lonario y empre­sario desta­ca­do, Rom­ney es el peso pesa­do del ban­do republicano.

Qué pro­pone. Rom­ney ha dado un gran giro hacia la derecha des­de sus tiem­pos como gob­er­nador de Mass­a­chu­setts, aunque sigue procu­ran­do no rad­i­calizar demasi­a­do su dis­cur­so. Durante la cam­paña ha reit­er­a­do la fal­ta de lid­er­az­go en EE UU y ha pre­sen­ta­do un plan de empleo basa­do en reducir impuestos, pro­ducir más energía y aplicar san­ciones a Chi­na por sus prác­ti­cas com­er­ciales «injus­tas», si bien, según un estu­dio del Cen­tro de Políti­ca Trib­u­taria, su plan con­ll­e­varía may­ores ben­efi­cios para los ricos y las cor­po­ra­ciones y aumen­taría el déficit. Rom­ney acusa a Oba­ma de haber cau­sa­do el declive del país al tratar de con­stru­ir «un esta­do del bien­es­tar europeo» y, en políti­ca exte­ri­or, defiende la per­ma­nen­cia de las tropas esta­dounidens­es en Afgan­istán y una escal­a­da de las san­ciones con­tra Irán. Ase­gu­ra que, de ser elegi­do, su primer via­je como pres­i­dente sería a Israel.

Qué posi­bil­i­dades tiene. Tras perder las pri­marias ante John McCain en 2008, Rom­ney inten­tará por segun­da vez con­seguir la nom­i­nación, con la difi­cul­tad de con­vencer a la parte más derechista del par­tido de que su religión mor­mona y sus políti­cas pro­gre­sis­tas en Mass­a­chu­setts, donde implan­tó una refor­ma san­i­taria sim­i­lar a la lle­va­da a cabo por Oba­ma y no blo­queó la aprobación de los mat­ri­mo­nios homo­sex­u­ales, no lo hacen menos repub­li­cano. De momen­to es el que más dinero ha recau­da­do para su cam­paña, y lid­era las últi­mas encues­tas, aunque el mar­gen es todavía insu­fi­ciente. Los resul­ta­dos de los cau­cus de Iowa, en los que se impu­so por tan solo ocho votos a Rick San­to­rum, demostraron que ten­drá que tra­ba­jar duro si quiere acabar imponién­dose a sus rivales.

Ron Paul

Quién es. Ronald Ernest Paul nació en Pitts­burgh, Pen­sil­va­nia, hace 76 años. Se ha pos­tu­la­do dos veces para la pres­i­den­cia de los Esta­dos Unidos, primero en 1988 como can­dida­to del Par­tido Lib­er­tario y de nue­vo en 2008 como repub­li­cano. Des­de 1997 es con­gre­sista por el Esta­do de Texas, en la Cámara de Rep­re­sen­tantes. Médi­co de pro­fe­sión, se casó en 1957 con Car­ol Wells, con quien tiene cin­co hijos y 18 nietos. Uno de sus hijos pertenece al movimien­to derechista Tea Par­ty, es senador por Ken­tucky des­de 2010 y jue­ga un papel fun­da­men­tal en el éxi­to que tiene su padre entre los votantes jóvenes.

Qué pro­pone. Paul es un purista con­sti­tu­cional, un ultra­l­ib­er­al con­ven­ci­do, par­tidario de reducir al mín­i­mo el tamaño del Gob­ier­no y de una políti­ca exte­ri­or no expan­sion­ista. Quiere volver al patrón oro, abolir los impuestos sobre la renta, elim­i­nar la Reser­va Fed­er­al e implan­tar la lib­er­tad total de mer­ca­do. Se le tiene por uno de los padres espir­i­tuales del Tea Par­ty, que abo­ga por la mín­i­ma inter­ven­ción estatal y por la aus­teri­dad fis­cal, y es un antibelicista que ha crit­i­ca­do dura­mente la ocu­pación de Irak y defiende la reti­ra­da total de las tropas esta­dounidens­es de Afgan­istán. Sus pun­tos de vista han cal­a­do en muchos jóvenes, no solo de dere­chas, seduci­dos por la rad­i­cal­i­dad de sus prop­ues­tas ide­al­is­tas y anti­sis­tema. En políti­ca migra­to­ria rec­haza una amnistía, defiende aumen­tar el con­trol de las fron­teras y abo­ga por elim­i­nar el dere­cho a la ciu­dadanía por nacimiento.

Qué posi­bil­i­dades tiene. Las últi­mas encues­tas le sitúan en una frágil segun­da posi­ción, pero del apoyo de las bases repub­li­canas al de la cúpu­la del par­tido hay un gran tre­cho, espe­cial­mente para un can­dida­to como Paul, que es vis­to por la vie­ja guardia como un políti­co demasi­a­do excén­tri­co. Logra­do el obje­ti­vo de atraer la aten­ción en Iowa, donde se hizo con el 21% de los votos, su reto aho­ra es obten­er más apoyo financiero para poder seguir en la car­rera elec­toral. Está respal­da­do por un ejérci­to de vol­un­tar­ios que pro­mueven la denom­i­na­da «Ron Paul Rev­o­lu­tion», y que le han lle­ga­do a con­ver­tir en uno de los per­son­ajes más cita­dos en los motores de búsque­da de Inter­net y en foros políticos.

Newt Gingrich

Quién es. Naci­do hace 68 años en el seno de una famil­ia humilde en Har­ris­burg (Pen­sil­va­nia), New­ton Leroy Gin­grich es doc­tor en his­to­ria y ha escrito una vein­te­na de libros, la may­oría sobre his­to­ria y políti­ca, pero tam­bién de fic­ción. Gin­grich encabezó la «rev­olu­ción» con la que, por primera vez en cua­tro décadas, los con­ser­vadores retomaron, en 1994, el con­trol de la Cámara de Rep­re­sen­tantes, insti­tu­ción que pre­sidió entre 1995 y 1999. En esa época, se con­vir­tió en una autén­ti­ca pesadil­la para el pres­i­dente Bill Clin­ton, a quien fustigó por el caso Lewin­sky, pese a que él mis­mo tenía por entonces una relación extra­mat­ri­mo­ni­al con la que es hoy su mujer, Cal­lista. Tiene dos hijas, fru­to de su primer matrimonio.

Qué pro­pone. Con­fer­en­ciante pro­lí­fi­co y amante de la retóri­ca y de hablar sin pelos en la lengua, entre sus políti­cas más polémi­cas Gin­grich ha prop­uesto reg­u­larizar a parte de la población indoc­u­men­ta­da de Esta­dos Unidos, a sabi­en­das de que es una idea ina­cept­able en el ala derechista de su par­tido. Por otra parte, recien­te­mente dijo en una entre­vista con un canal judío que los palesti­nos son «un pueblo inven­ta­do» y crit­icó la políti­ca exte­ri­or de Oba­ma en la región. Además, ha lle­ga­do a pedir la abol­i­ción de las leyes que pro­híben el tra­ba­jo infan­til para sacar a los niños des­fa­vore­ci­dos de la pobreza, y es par­tidario de per­mi­tir las per­fora­ciones petrolíferas en el Ártico.

Qué posi­bil­i­dades tiene. Gin­grich se pre­sen­ta como un líder políti­co proba­do y, sobre todo, con firmes cre­den­ciales con­ser­vado­ras acu­mu­ladas a lo largo de más de tres décadas. No obstante, su larga car­rera políti­ca no es sufi­ciente para los más con­ser­vadores, que ven una inco­heren­cia entre sus val­ores (defiende que se fomenten las expre­siones reli­giosas en la esfera públi­ca, por ejem­p­lo) con su vida per­son­al, mar­ca­da por infi­del­i­dades mat­ri­mo­ni­ales. Además, está casa­do en ter­ceras nup­cias con la que fue su amante, algo que la rigidez moral de muchos de sus poten­ciales elec­torales no le per­dona. Aún así, el desplome en la pop­u­lar­i­dad de sus adver­sar­ios le hizo despe­gar el pasa­do mes de noviem­bre, si bien la eufo­ria se enfrío en Iowa, con un modesto cuar­to puesto. Los últi­mos son­deos le colo­can en ter­cera posi­ción, y tiene posi­bil­i­dades en las impor­tantes pri­marias de Car­oli­na del Sur y Florida.

Rick Santorum

Quién es. Hijo y nieto de inmi­grantes irlan­deses e ital­ianos, Richard John San­to­rum nació en Win­ches­ter, Vir­ginia, hace 53 años. Abo­ga­do de for­ma­ción y comen­tarista oca­sion­al en la cade­na de tele­visión Fox, ésta es la segun­da vez que se pre­sen­ta a unas pri­marias del Par­tido Repub­li­cano. La primera, en la que no logró ganar en ningún Esta­do, fue en 2008. San­to­rum fue senador por Pen­sil­va­nia entre 1995 y 2007 y llegó a ser elegi­do pres­i­dente de la Con­fer­en­cia Repub­li­cana del Sena­do. Está casa­do des­de hace 21 años con Karen Garv­er y tiene siete hijos. Su hija más pequeña, Bel­la, sufre una rara enfer­medad genéti­ca (sín­drome de Edwards). San­to­rum la men­ciona en muchas de sus inter­ven­ciones y dice que le da fuerza para con­tin­uar en la contienda.

Qué pro­pone. Además de un fer­viente par­tidario de un con­ser­vaduris­mo social y fis­cal, San­to­rum es un católi­co fun­da­men­tal­ista. Se opone al abor­to y al mat­ri­mo­nio homo­sex­u­al y defiende las teorías crea­cionistas del «dis­eño inteligente», cuyos par­tidar­ios recla­man que en las escue­las públi­cas se enseñe, jun­to con la teoría de la evolu­ción, la noción de que el Uni­ver­so tiene un dis­eño y, en con­se­cuen­cia, un autor (Dios). A San­to­rum le gus­ta pre­sen­tarse como la esen­cia del con­ser­vaduris­mo, se refiere con­stan­te­mente a la impor­tan­cia de la famil­ia tradi­cional y defiende el dere­cho de todo esta­dounidense a ten­er un arma. En 2003 apoyó la invasión de Irak, y en 2006 se opu­so en el Sena­do a una prop­ues­ta de refor­ma inte­gral de la ley de inmi­gración. Con­sid­era que los indoc­u­men­ta­dos ten­drían que ser depor­ta­dos y pro­pone la con­struc­ción de más bar­reras en la fron­tera de EE UU con Méx­i­co. Nie­ga el cam­bio climáti­co, recu­per­aría el veto del Ejérci­to a los homo­sex­u­ales, y está a favor de per­mi­tir a los Esta­dos leyes que crim­i­nal­i­cen la sodomía.

Qué posi­bil­i­dades tiene. Después de haber esta­do últi­mo en las encues­tas durante mucho tiem­po, San­to­rum dio la sor­pre­sa en Iowa, al quedar prác­ti­ca­mente empata­do en el primer puesto con Mitt Rom­ney («Dios nos ha dado este gran país para per­mi­tir a su ciu­dadanía que sea libre. Le doy las gra­cias públi­ca­mente a Dios», dijo, tras cono­cer los resul­ta­dos). Tiene a su favor el haberse cri­a­do en Pen­sil­va­nia, un esta­do clave para enfrentarse a Oba­ma en las elec­ciones de noviem­bre, pero, pese a su reciente pop­u­lar­i­dad, le fal­ta mucho apoyo a niv­el nacional, y muchos en el seno del par­tido le con­sid­er­an demasi­a­do extrem­ista. Los últi­mos son­deos le sitúan cuar­to, igual­a­do a Jon Huntsman.

Jon Huntsman

Quién es. Naci­do hace 51 años en Red­wood City, Cal­i­for­nia, e hijo de un hom­bre de nego­cios mul­ti­mil­lonario y filán­tropo, Jon Meade Hunts­man Jr. se crió en una famil­ia de varias gen­era­ciones de mor­mones, religión de la que fue misionero en Tai­wan durante dos años. Licen­ci­a­do en Políti­ca Inter­na­cional por la Uni­ver­si­dad de Pen­sil­va­nia, Hunts­man cuen­ta con una amplia car­rera empre­sar­i­al, políti­ca y diplomáti­ca. Ha servi­do en las admin­is­tra­ciones de cua­tro pres­i­dentes de Esta­dos Unidos: Comen­zó en la Casa Blan­ca de Ronald Rea­gan cuan­do era muy joven y luego se involu­cró en los gob­ier­nos de George Bush padre y George Bush hijo; fue emba­jador en Sin­ga­pur, bajo el manda­to de George Bush padre, y después en Chi­na, nom­bra­do por la Admin­is­tración Oba­ma. Con su políti­ca económi­ca como gob­er­nador de Utah, este esta­do se con­vir­tió en uno de los prin­ci­pales creadores de empleo del país. Hunts­man está casa­do des­de 1983 con Mary Kaye Coop­er y tiene siete hijos, los dos menores, adop­ta­dos en Chi­na y la India. Sus tres hijas may­ores se han hecho famosas por sus par­o­dias en YouTube y tienen una cuen­ta en Twit­ter con más de 18.000 seguidores.

Qué pro­pone. Hutsman se define a sí mis­mo como un políti­co de cen­tro derecha, y está con­sid­er­a­do como la alter­na­ti­va más mod­er­a­da del cam­po repub­li­cano, pese a que defiende pos­turas con­ser­vado­ras en cues­tiones económi­cas. Ha apoy­a­do los recortes de emi­siones de gas­es con­t­a­m­i­nantes y fue uno de los gob­er­nadores que se pro­nun­ció a favor de la refor­ma migra­to­ria cuan­do el Con­gre­so inten­tó impul­sar­la, final­mente sin éxi­to, en 2007. Su pro­gra­ma es el más con­sis­tente en políti­ca internacional.

Qué posi­bil­i­dades tiene. La base repub­li­cana no le per­dona que en los últi­mos dos años haya sido el emba­jador del Gob­ier­no de Oba­ma en Pekín, y ha esta­do con­stan­te­mente en la parte más baja de las encues­tas. Ante la fal­ta de opciones en Iowa, optó por con­cen­trar sus fuerzas en las pri­marias de New Hampshire.

Rick Perry

Quién es. James Richard Per­ry nació hace 61 años en Paint Creek, un pequeño pueblo de Texas, esta­do del que es gob­er­nador des­de diciem­bre de 2000 (el manda­to más largo en la his­to­ria de este ter­ri­to­rio), cuan­do susti­tuyó en el car­go a George W. Bush. Fue pilo­to de la Fuerza Aérea de EE UU entre 1972 y 1977, y se retiró con el gra­do de capitán. Después se dedicó a los nego­cios con una gran­ja de algo­dón. Está casa­do con Ani­ta Thig­pen y tiene dos hijos. Su esposa colab­o­ra acti­va­mente en la cam­paña electoral.

Qué pro­pone. Fer­viente cris­tiano evangéli­co y ultra­con­ser­vador, Per­ry con­sid­era que el Gob­ier­no debe abrir camino a una may­or pro­duc­ción nacional de energía, abo­ga por «desechar las reg­u­la­ciones que están estran­gu­lan­do al espíritu empre­sar­i­al» y pro­pone un may­or con­trol en las fron­teras para deten­er la inmi­gración ile­gal, a pesar de que sus rivales le acu­san de haber real­iza­do políti­cas favor­ables a los sin pape­les en su esta­do. Nie­ga la teoría de la evolu­ción y la influ­en­cia humana en el cam­bio climáti­co; está en con­tra de la sep­a­ración de fe y Esta­do, y ha lle­ga­do a orga­ni­zar sesiones de rezo para pedir el final de una sequía o de la cri­sis económi­ca. Acusa al pres­i­dente Oba­ma de encabezar una guer­ra con­tra la religión y, en un vídeo elec­toral, dijo: «Algo fal­la cuan­do los gays pueden servir en el Ejérci­to y nue­stros hijos no pueden cel­e­brar abier­ta­mente la Navi­dad o rezar en las escue­las. La fe hizo fuerte a Améri­ca y la hará fuerte de nue­vo». Rick Per­ry osten­ta el «récord» de haber aproba­do el may­or número de eje­cu­ciones fir­madas en EE UU, un total de 234, 82 más que las que fir­mó su ante­cesor, George W. Bush. Per­ry, que ha explota­do su ima­gen de granjero y de pilo­to mil­i­tar, dos per­files muy del gus­to de la may­oría de los votantes repub­li­canos, se pre­sen­ta como el úni­co de los aspi­rantes real­mente ale­ja­do de las políti­cas de Wash­ing­ton que tan­to han indig­na­do este año a los elec­tores de su partido.

Qué posi­bil­i­dades tiene. Su ascen­so en las encues­tas fue tan ful­gu­rante como ha sido abrup­ta su caí­da. Favorito tras el ver­a­no, su pop­u­lar­i­dad se ha desin­fla­do ráp­i­da­mente por sus lap­sus ver­bales (fue inca­paz de citar los tres min­is­te­rios que ase­gu­ra que elim­i­naría si resul­ta elegi­do, llamó varias veces a Kim Jong-il «Kim Jong Segun­do», cam­bió el apel­li­do a la jueza aso­ci­a­da del Tri­bunal Supre­mo, Sonia Sotomay­or, por el de Mon­temay­or…), su fal­ta de un dis­cur­so con­vin­cente en caso de lle­gar a la Casa Blan­ca y el ascen­so de sus rivales. Las encues­tas le sitúan en el últi­mo lugar.

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