La derecha empieza a pagar también el precio de la crisis

Miguel Máiquez, 2/10/2011

Cuan­do a prin­ci­p­ios del pasa­do mes de junio los con­ser­vadores de Pedro Pas­sos Coel­ho ganaron las elec­ciones en Por­tu­gal, apartan­do del poder al social­ista José Sócrates, solo quedaron en la Unión Euro­pea cin­co país­es con gob­ier­nos de izquier­da o cen­troizquier­da, y de ellos, tres con esca­so peso políti­co (Aus­tria, Chipre y Eslove­nia) y dos seri­amente cas­ti­ga­dos (España, donde los social­is­tas acaba­ban de sufrir una gran der­ro­ta en las elec­ciones munic­i­pales y autonómi­cas, y Gre­cia, al bor­de de la ban­car­ro­ta y en pleno estal­li­do social).

Las razones del fra­ca­so de la izquier­da en Europa son com­ple­jas y vari­adas, e incluyen des­de la evolu­ción demográ­fi­ca y socioe­conómi­ca de la población en las últi­mas décadas has­ta la propia división de su elec­tora­do, pero la may­oría de los exper­tos coin­ci­den en señalar a la cri­sis económi­ca, a sus efec­tos y al modo en que se ha reac­ciona­do con­tra ellos, como la prin­ci­pal respon­s­able. No en vano, la may­or parte de los mal­os resul­ta­dos elec­torales logra­dos por la izquier­da se han pro­duci­do a par­tir de 2008, el año en que que­bró Lehman Broth­ers y la rece­sión glob­al se hizo oficial.

Pero el efec­to dev­as­ta­dor de la cri­sis, sin embar­go, parece ir más allá de ide­ologías, y después de la der­ro­ta de la izquier­da en Por­tu­gal y de las próx­i­mas elec­ciones españo­las del 20 de noviem­bre, en las que todo son mal­os augu­rios para los social­is­tas, podría lle­gar­le el turno tam­bién a la derecha,a tenor de los resul­ta­dos elec­torales de los últi­mos meses.

En Ale­ma­nia, los con­ser­vadores de la can­ciller Angela Merkel han cosecha­do der­ro­ta tras der­ro­ta en las elec­ciones locales; en Fran­cia, la izquier­da ha con­segui­do una históri­ca may­oría en el Sena­do; en Dina­mar­ca la socialdemócra­ta Helle Thorn­ing-Schmidt ha acaba­do con una déca­da de gob­ier­nos de dere­chas; en Italia, Berlus­coni, en medio de con­stantes escán­da­los judi­ciales y extra­ju­di­ciales, ya ha recibido un serio avi­so en su bastión de Milán, donde el cen­troizquier­da arrasó en las munic­i­pales; y en el Reino Unido, una encues­ta pub­li­ca­da en julio señal­a­ba que, a pesar de que el primer min­istro británi­co ha logra­do aguan­tar el tipo, la mitad de sus con­ci­u­dadanos con­sid­era que Cameron no ha hecho un buen tra­ba­jo. Los votantes cas­ti­gan a quien ocu­pa el poder y con­fían en encon­trar sal­i­das a través del cam­bio político.

Así están las cosas aho­ra mis­mo para los cua­tro prin­ci­pales líderes con­ser­vadores europeos:

Nicolas Sarkozy

Los par­tidos de izquier­da y ecol­o­gis­tas france­ses, encabeza­dos por el Par­tido Social­ista, lograron hace una sem­ana la may­oría abso­lu­ta en el Sena­do, por primera vez des­de la fun­dación de la V Repúbli­ca en 1958, y siete meses antes de las próx­i­mas elec­ciones pres­i­den­ciales, pre­vis­tas para abril y mayo de 2012.

La vic­to­ria, has­ta cier­to pun­to pre­vis­i­ble, tenien­do en cuen­ta el tri­un­fo de la izquier­da sobre la guber­na­men­tal y con­ser­vado­ra UMP en las últi­mas elec­ciones locales, ha hecho que el pres­i­dente, Nico­las Sarkozy, empiece a prepararse para lo peor. Para col­mo, el Gob­ier­no francés tiene prepara­dos para los próx­i­mos meses una serie de recortes y medi­das de aus­teri­dad que no es prob­a­ble que se traduz­can en votos para la may­oría de cen­troderecha que dom­i­na actual­mente la Asam­blea Nacional.

Sarkozy cuen­ta todavía, sin embar­go, con algu­nas bazas. Por un lado, ha sabido labrarse un pro­tag­o­nis­mo inter­na­cional que muchos votantes podrían val­o­rar en unas elec­ciones pres­i­den­ciales, cuyas car­ac­terís­ti­cas no siem­pre coin­ci­den con el resto de los comi­cios. Por otro, las elec­ciones al Sena­do se lle­varon a cabo con un sis­tema indi­rec­to, medi­ante el voto de 71.000 denom­i­na­dos «grandes elec­tores» ‑diputa­dos, con­se­jeros regionales y provin­ciales, alcaldes y concejales‑, algo que puede no refle­jar con exac­ti­tud el voto popular.

De momen­to, en cualquier caso, la izquier­da va por delante en las encues­tas, con François Hol­lande como el mejor situ­a­do en el Par­tido Social­ista (PS) para enfrentarse a Sarkozy. Según un son­deo reciente pub­li­ca­do por el diario Le Monde, Hol­lande, en el caso de resul­tar vence­dor en las pri­marias del PS, cuen­ta actual­mente con una inten­ción de voto del 30%frente al 22% de Sarkozy, y con la líder del ultra­derechista Frente Nacional, Marine Le Pen, en ter­cer lugar (17%).

Las posi­bil­i­dades de vic­to­ria, eso sí, no son tan grandes para los otros dos posi­bles can­didatos social­is­tas: La primera sec­re­taria del PS, Mar­tine Aubry, lograría un 27% frente al 23% del pres­i­dente, y la antigua rival de Sarkozy, Ségolène Roy­al, sería der­ro­ta­da de nue­vo con un 19% de los votos, frente al 23% del actu­al inquili­no del Elíseo, de acuer­do con otra encues­ta, elab­o­ra­da por Ipsos.

Angela Merkel

La can­ciller ale­m­ana, Angela Merkel, tam­poco las tiene todas con­si­go. El 18 de sep­tiem­bre, su par­tido, la con­ser­vado­ra coali­ción Unión Cris­tian­odemócra­ta (CDU), sufrió en las elec­ciones de la ciu­dad-esta­do de Berlín la sex­ta der­ro­ta region­al de este año, en unos comi­cios cuya may­or novedad la pro­tag­o­nizó la for­ma­ción rebelde anti sis­tema Los Piratas, que obtu­vo el 8,9% de los votos y logró por primera vez en la his­to­ria rep­re­sentación par­la­men­taria en una cámara region­al ale­m­ana, refle­jan­do el éxi­to del voto joven y des­en­can­ta­do.

La der­ro­ta del par­tido de Merkel en Berlín se sum­a­ba a una serie de fra­ca­sos ante­ri­ores en los län­der (esta­dos fed­er­a­dos), con vic­to­rias de los socialdemócratas del SPD en Meck­lem­bur­go-Antepomera­nia, Ham­bur­go, Rena­nia-Palati­na­do y Bre­men, y de Los Verdes en Baden-Würt­tem­berg. En un autén­ti­co annus hor­ri­bilis elec­toral para la can­ciller, la CDU sólo ha logra­do man­ten­er su lid­er­az­go en Sajonia-Anhalt.

Merkel, al igual que Sarkozy, va por detrás en las encues­tas, y ha per­di­do pop­u­lar­i­dad en los últi­mos meses, a la par que ha ido recu­peran­do apoyo la oposi­ción socialdemócra­ta (SPD), que aho­ra podría for­mar una alian­za de may­oría en el Bun­destag (Par­la­men­to fed­er­al) con Los Verdes.

Eso es, al menos, lo que se desprende de un son­deo del insti­tu­to demoscópi­co For­sa hecho públi­co hace dos sem­anas, que con­cedía al SPD un 29% de inten­ción de voto, el mejor val­or des­de febrero de 2008. En esta encues­ta, la CDU cedía un pun­to, has­ta un 31%, y los lib­erales (FDP), socio menor de la coali­ción guber­na­men­tal, se man­tenían en un 4%, insu­fi­ciente para rebasar la bar­rera del 5% nece­saria para obten­er rep­re­sentación par­la­men­taria. Los Verdes tam­bién se man­tenían esta­bles con un 19% de votos poten­ciales, al igual que La Izquier­da, for­ma­da por los post­co­mu­nistas de la extin­ta Repúbli­ca Democráti­ca Ale­m­ana y un ala disidente del SPD, que no varía­ban su inten­ción de voto del 9%.

De este modo, el SPD y Los Verdes suman un 48% de votos poten­ciales, 13 pun­tos más que los par­tidos de la coali­ción de Gob­ier­no de Merkel, con un 35%, y la oposi­ción con­taría con una may­oría sufi­ciente en el Bun­destag de cel­e­brarse comi­cios leg­isla­tivos anticipados.

A modo de balón de oxígeno, sin embar­go, el Gob­ier­no de coali­ción de Merkel se vio reforza­do el pasa­do jueves tras la aprobación por una gran may­oría en el Par­la­men­to de la ampliación del Fon­do Europeo de Esta­bi­lización Financiera, una decisión que, además, tra­jo tran­quil­i­dad a los mercados.

Tras sem­anas de dudas sobre el respal­do que Merkel ten­dría entre sus propias filas, y en lo que muchos val­ora­ban como una encu­bier­ta moción de con­fi­an­za, la can­ciller logró impon­er la dis­ci­plina y tan solo 15 diputa­dos de la Unión (CDU/CSU) y los lib­erales (FDP) no dieron su voto favor­able en la votación parlamentaria.

Esta vic­to­ria, no obstante, puede ser un arma de doble filo elec­toral para la can­ciller, tenien­do en cuen­ta que tres de cada cua­tro ale­manes están en con­tra de que Ale­ma­nia aporte más dinero a los fon­dos de rescate europeos para los país­es en dificultades.

Silvio Berlusconi

Según una encues­ta real­iza­da en sep­tiem­bre y pub­li­ca­da en el diario Le Monde, la cuo­ta de pop­u­lar­i­dad del primer min­istro ital­iano, Sil­vio Berlus­coni, no supera el 24%, en com­para­ción con el 64% de que goz­a­ba en junio de 2008, y la inten­ción de voto se sitúa actual­mente en un 44% para la izquier­da y un 37,5% para la derecha.

Esta ten­den­cia ha sido con­fir­ma­da por dos der­ro­tas con­sec­u­ti­vas: El 30 de mayo, la derecha perdió en Milán, el gran feu­do del primer min­istro, y dos sem­anas más tarde, el Gob­ier­no fue reproba­do durante un ref­er­en­do cuá­dru­ple, uno de ellos sobre la inmu­nidad penal del pro­pio Berlusconi.

A esta difí­cil situación políti­ca se agre­garon los escán­da­los sex­u­ales que impli­can per­sonal­mente al primer min­istro y la cri­sis financiera. Pre­sion­a­da por los mer­ca­dos como con­se­cuen­cia de su enorme deu­da (más de 1.900 mil­lones de euros), y reba­ja­da en un escalón por la agen­cia cal­i­fi­cado­ra Stan­dard & Poor’s, Italia sigue sin lograr tran­quil­izar a los inver­sion­istas, a pesar de la adop­ción de dos severos planes de ajuste.

Así, Berlus­coni se enfrenta aho­ra a una doble cri­sis de con­fi­an­za: la de los ital­ianos frente a su gob­ier­no, y la de los mer­ca­dos y las insti­tu­ciones euro­peas frente a Italia. La con­se­cuen­cia es que, a las habit­uales críti­cas que recibe des­de la izquier­da empiezan a sumarse tam­bién reproches des­de la derecha. Los per­iódi­cos con­ser­vadores Cor­riere del­la Sera y La Stam­pa han señal­a­do que «Italia merece algo mejor» y empre­sar­ios y ban­queros empiezan a pedir tam­bién abier­ta­mente su «reti­ra­da».

De momen­to, y des­de que en diciem­bre de 2010 saliera airoso de una moción de cen­sura, Berlus­coni sigue disponien­do de una may­oría, y tiene a su favor el hecho de que la oposi­ción no ten­ga aún un lid­er­az­go fuerte.

David Cameron

Pese a que de los cua­tro grandes líderes con­ser­vadores europeos, David Cameron es, prob­a­ble­mente, el menos ‘toca­do’, el primer min­istro británi­co tam­poco se libra de la pre­sión. El Par­tido Con­ser­vador que dirige ini­ció este domin­go su con­gre­so anu­al con una pop­u­lar­i­dad prác­ti­ca­mente intac­ta tras 16 meses en el poder, pero muy crit­i­ca­do por los mal­os resul­ta­dos económi­cos y en medio de una escal­a­da del euroescepticismo.

Aún así, y con­trari­a­mente a los lib­er­aldemócratas, sus socios en la coali­ción guber­na­men­tal, los con­ser­vadores han logra­do man­ten­er sus apoyos entre la opinión públi­ca británi­ca. Y ello a pesar de un ver­a­no ver­dadera­mente difí­cil en el que que Cameron se ha tenido que enfrentar primero al escán­da­lo de las escuchas tele­fóni­cas ile­gales del tabloide News of the World, y después a los peo­res dis­tur­bios vivi­dos en el Reino Unido en más de 30 años, sin con­tar con la pues­ta en mar­cha de un duro plan de ajuste que incluye drás­ti­cos recortes en todos los aparta­dos del gas­to público.

Aunque la oposi­ción laborista dom­ina­ba los son­deos des­de octubre, movién­dose en una horquil­la de entre el 40% y el 42% de inten­ción de voto, con los con­ser­vadores entre un 34% y un 36% (en 2010 ganaron con el 37% de los votos), el par­tido de Cameron aparecía nue­va­mente en cabeza en una últi­ma encues­ta de la agen­cia Com­Res, con el 37% de la inten­ción de voto frente al 36% de los laboristas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *