Los embarazosos negocios de España con las dictaduras árabes

Miguel Máiquez, 26/2/2011

En noviem­bre del año pasa­do España nego­cia­ba la ven­ta de más de 200 car­ros de com­bate, en un con­tra­to de 3.000 mil­lones de euros que será el may­or real­iza­do has­ta aho­ra por nues­tra indus­tria arma­men­tís­ti­ca. El des­ti­natario: Ara­bia Saudí, un país en el que la opo­si­ción polí­tica está prohi­bida, la prác­tica abier­ta de cual­quier otra fe que no sea el islam es ile­gal, hay gra­ves res­tric­cio­nes en prác­ti­ca­mente todos los aspec­tos de la vida de las mujeres y se con­tem­pla la pena de muerte para casos de ase­si­nato, apos­ta­sía, dro­gas, «bru­je­ría» y «com­por­ta­miento sex­u­al inadecuado».

Algo más de dos años antes, España pre­veía fac­turar 1.500 mil­lones de euros medi­ante la ven­ta de mate­r­i­al mil­i­tar al mis­mo rég­i­men libio cuyo ejérci­to está reprim­ien­do aho­ra a san­gre y fuego las protes­tas de sus pro­pios ciudadanos.

Las revueltas pop­u­lares que están sacu­d­i­en­do los país­es de Ori­ente Medio y el Magreb tienen, además del efec­to con­ta­gio y de los prob­le­mas económi­cos de la población, una causa fun­da­men­tal: La fal­ta de lib­er­tad y de democ­ra­cia exis­tente en todos los esta­dos afec­ta­dos. Monar­quías abso­lutis­tas, repúbli­cas dic­ta­to­ri­ales, fal­sas democ­ra­cias… Cada uno a su esti­lo, los país­es de la región lle­van décadas sum­i­dos en cor­rup­tas autoc­ra­cias con el intere­sa­do bene­plác­i­to de Occidente.

Durante años, la may­oría de los país­es europeos, y espe­cial­mente los más cer­canos a la zona, España inclu­i­da, han antepuesto sus intere­ses económi­cos y geoes­tratégi­cos a la exi­gen­cia de val­ores democráti­cos y de respeto a los dere­chos humanos. La idea era hac­er la vista gor­da (los informes de las orga­ni­za­ciones pro dere­chos humanos y otros organ­is­mos inter­na­cionales han esta­do siem­pre sobre la mesa) a cam­bio de ase­gu­rarnos tres cues­tiones con­sid­er­adas pri­or­i­tarias: El freno al islamis­mo rad­i­cal, el con­trol de la inmi­gración y el man­ten­imien­to del sum­in­istro de gas y petróleo.

En este sen­ti­do, y según reconoce el pro­pio Min­is­te­rio de Asun­tos Exte­ri­ores, la políti­ca españo­la con los país­es del Norte de África y de Ori­ente Próx­i­mo tiene como ejes pri­or­i­tar­ios la seguri­dad («La activi­dad de gru­pos ter­ror­is­tas islamis­tas próx­i­mos a Al Qae­da rep­re­sen­ta una ame­naza direc­ta a estos país­es y a los intere­ses españoles»), la inmi­gración («La necesi­dad de ges­tionar esos flu­jos migra­to­rios ha impul­sa­do la fir­ma de acuer­dos con los país­es del Magreb, ori­gen, trán­si­to y cada vez más des­ti­no de flu­jos migra­to­rios hacia Europa») y las rela­ciones económi­cas («España adquiere una parte impor­tante de sus sum­in­istros energéti­cos de la región:  el 14% del petróleo –prin­ci­pal­mente de Lib­ia–, y  el 33% del gas nat­ur­al –de Argelia en particular–»).

Todo ello, sin olvi­dar, espe­cial­mente en estos tiem­pos de cri­sis, la necesi­dad de favore­cer tan­to la pres­en­cia de nues­tras empre­sas en estos país­es, como las inver­siones de estos país­es en nue­stro ter­ri­to­rio: Según datos del Min­is­te­rio de Indus­tria, Tur­is­mo y Com­er­cio, las inver­siones en España de los país­es de la Liga Árabe alcan­zaron los 445,59 mil­lones de euros entre 1993 y mar­zo de 2008. Los que más invirtieron fueron Lib­ia (189,36 mil­lones de euros), Ara­bia Saudí (71,68), Mar­rue­cos (38,71), Omán (38,05), Kuwait (31,34), Jor­da­nia (24,46), Emi­ratos Árabes Unidos (20,22) y Argelia (14,09).

¿Doble moral o interés legítimo?

Trata­dos de amis­tad y de coop­eración, grandes con­tratos com­er­ciales, vis­i­tas ofi­ciales, restablec­imien­to de rela­ciones diplomáti­cas… Los gob­ier­nos occi­den­tales se defien­den argu­men­tan­do los men­ciona­dos intere­ses nacionales pri­or­i­tar­ios y desta­can­do los ben­efi­cios que las rela­ciones com­er­ciales pueden traer a la población, o los efec­tos con­trapro­du­centes de medi­das rad­i­cales como embar­gos y sanciones.

Otros, sin embar­go, denun­cian que los prin­ci­pales ben­e­fi­ci­a­dos de estas políti­cas no son los ciu­dadanos, sino las empre­sas inter­na­cionales y las oli­gar­quías locales, y crit­i­can una doble moral que, si bien no se limi­ta a esta región del mun­do (EE UU, por ejem­p­lo, mantiene el embar­go sobre la dic­tadu­ra cubana, pero com­er­cia con Chi­na y es ali­a­do de Ara­bia Saudí), es pre­cisa­mente en ella donde ha sali­do a la luz aho­ra con más clar­i­dad que nunca.

En este sen­ti­do, las víc­ti­mas, los pueb­los oprim­i­dos del Magreb y Ori­ente Medio, no sólo están dicien­do a sus tira­nos «has­ta aquí hemos lle­ga­do»; tam­bién están lanzán­donos un claro men­saje: No hay seguri­dad ni pro­gre­so económi­co real si se dejan a un lado las lib­er­tades y los dere­chos humanos.

Estas son, esta­do por esta­do, las rela­ciones que ha man­tenido España con los país­es afec­ta­dos has­ta aho­ra por las revueltas pop­u­lares en el mun­do árabe.

LIBIA: Nece­si­dad de hidro­car­bu­ros y armas para Gadafi

En los últi­mos 20 años, España se ha man­tenido invari­able­mente como el ter­cer cliente de Lib­ia, con un vol­u­men de importa­ciones –alrede­dor del 11% del total– sólo lig­era­mente infe­ri­or al del segun­do (Ale­ma­nia) y casi el doble que el del cuar­to (Fran­cia o Turquía, según los años).

Las prin­ci­pales importa­ciones se cen­tran en el sec­tor de los hidro­car­buros (gas y petróleo), desta­can­do la pres­en­cia de Rep­sol-YPF, que, has­ta el estal­li­do de las revueltas actuales, esta­ba pro­ducien­do cer­ca de 280.000 bar­riles de petróleo al día.

Rep­sol y la Com­pañía Nacional de Petróleos de Lib­ia fir­maron en 2008 un nue­vo acuer­do por el que se ampli­a­ban los con­tratos has­ta 2032, ase­gu­ran­do a Rep­sol la explotación de los cuan­tiosos recur­sos des­cu­bier­tos por la petrol­era españo­la, cuyas reser­vas ascendían a 765 mil­lones de barriles.

Del ter­ror­is­mo a la «amis­tad»

España y Lib­ia establecieron rela­ciones diplomáti­cas en 1961 (Gadafi llegó al poder en 1969), pero a par­tir de 1986 quedaron blo­queadas a raíz de la expul­sión del entonces jefe de la diplo­ma­cia lib­ia en Madrid, acu­sa­do de ten­er con­tac­tos con un grupo ter­ror­ista árabe. No fue has­ta 1989 cuan­do las rela­ciones comen­zaron a desbloquearse.

El pres­i­dente español José María Aznar via­jó a Lib­ia en sep­tiem­bre de 2003 y habló con Gadafi sobre la cri­sis de Irak y el lev­an­tamien­to de las san­ciones a Lib­ia por parte de la ONU.

El ante­ri­or min­istro español de Asun­tos Exte­ri­ores, Miguel Ángel Morati­nos, vis­itó Lib­ia en julio de 2008 y entregó a Gadafi sendas car­tas del Rey Juan Car­los y del pres­i­dente del Gob­ier­no, José Luis Rodríguez Zap­a­tero, en las que se reafirma­ba «la amis­tad» con el país magre­bí. El via­je perseguía con­sol­i­dar la relación bilat­er­al, tras la visi­ta que el líder libio hizo a España en diciem­bre de 2007, su primer via­je ofi­cial a nue­stro país en sus, por entonces, 39 años de mandato.

Fue pre­cisa­mente tras la visi­ta de Gadafi cuan­do las exporta­ciones de armas españo­las a Lib­ia se dis­pararon: Las exporta­ciones en mate­r­i­al de defen­sa aumen­taron un 7.700% en 2008. Durante el primer semes­tre de 2010, según datos de Indus­tria, España vendió al Gob­ier­no libio com­po­nentes de aeron­aves por val­or de 3,5 mil­lones de euros, y en 2008 esper­a­ba fac­turar 1.500 mil­lones en la ven­ta de mate­r­i­al de defen­sa a Lib­ia, según rev­ela un cable de la legación esta­dounidense envi­a­do a Wash­ing­ton. Lib­ia fue el segun­do des­ti­no de las ven­tas españo­las de mate­r­i­al de doble uso –civ­il o mil­i­tar– en 2009, con 12,7 mil­lones de euros, lo que rep­re­sen­tó un 12,8% del total.

Tras las últi­mas revueltas en Lib­ia y la bru­tal repre­sión del rég­i­men de Gadafi, el Gob­ier­no español ha ini­ci­a­do los trámites para sus­pender la ven­ta de arma­men­to.

Dere­chos humanos y libertades

La situación en Lib­ia, donde la expre­sión políti­ca inde­pen­di­ente y las activi­dades en grupo están pro­hibidas, y donde el Gob­ier­no impi­de des­de hace décadas cualquier man­i­festación de disiden­cia, era ya pre­ocu­pante antes de que el rég­i­men ini­ci­ase la repre­sión de las protestas.

El Gob­ier­no de Gadafi anun­ció en 2009 su inten­ción de expul­sar a todos los «inmi­grantes ile­gales» y, según Amnistía Inter­na­cional, llevó a cabo deporta­ciones masi­vas de ciu­dadanos de Nige­ria, Ghana y otros países.

Por otra parte, y según denun­cia Human Rights Watch, dos cárce­les de Lib­ia, Abu Sal­im y Ain Zara, son recono­ci­das por la deten­ción arbi­traria de pri­sioneros políti­cos, y las autori­dades lle­van años arre­stando a per­sonas sin car­gos, que mantienen en rég­i­men de inco­mu­ni­cación durante meses.

EGIPTO: Un con­trato histórico

Los inter­cam­bios com­er­ciales de España con Egip­to despe­garon en 1982, con la fir­ma del may­or con­tra­to de exportación suscrito has­ta entonces por nue­stro país: A través de las empre­sas públi­cas Bazán y Enasa, España se com­pro­metió a sum­in­is­trar al Gob­ier­no de Hos­ni Mubarak (recién ascen­di­do al poder) mate­r­i­al béli­co por val­or de 1.000 mil­lones de dólares. Egip­to se con­vertía así en el sép­ti­mo cliente com­er­cial español.

En los noven­ta, España fig­ura­ba como la quin­ta nación en vol­u­men de importa­ciones efec­tu­a­do por Egip­to (1,3%), y la sex­ta en exporta­ciones (1,8%).

Las exporta­ciones españo­las a Egip­to en 2006 alcan­zaron los 410 mil­lones de euros, mien­tras que las importa­ciones super­aron los 1.500 mil­lones. Maquinar­ia, aparatos eléc­tri­cos, pin­turas y automóviles con­sti­tuyen las prin­ci­pales ven­tas que las empre­sas españo­las real­izan al país árabe. Por su parte Egip­to vende a España com­bustibles, pro­duc­tos siderúr­gi­cos y cemento.

Unión Fenosa Gas se encuen­tra a la cabeza de la inver­sión españo­la, con los 1.400 mil­lones de dólares que des­ti­nará a una plan­ta de licue­fac­ción en Dami­et­ta (noreste de Egip­to). Rep­sol, que durante años lid­eró los flu­jos inver­sores, aban­donó Egip­to en 2000. Tam­bién están pre­sentes, entre otras, FCC, Indi­tex y Cepsa.

«Bue­nas relaciones»

España y Egip­to han man­tenido, des­de tiem­pos del fran­quis­mo, lo que el Min­is­te­rio de Exte­ri­ores define en su pági­na web como unas «bue­nas rela­ciones bilat­erales», en el mar­co de lo que reit­er­ada­mente se ha venido en lla­mar «nues­tra tradi­cional amis­tad con el mun­do árabe».

En 1989, Aznar via­jó a El Cairo y ofre­ció a Mubarak su apoyo para com­bat­ir el ter­ror­is­mo islámi­co, des­blo­quear el pro­ce­so de paz entre israelíes y palesti­nos, e impul­sar el diál­o­go euromediterráneo.

En 2008 los Reyes realizaron su ter­cera visi­ta a Egip­to y fir­maron el Trata­do de Amis­tad y Coop­eración para «for­t­ale­cer la lucha con­tra el ter­ror­is­mo y la defen­sa de los dere­chos humanos». Un año después, Zap­a­tero se entre­vistó con Mubarak en El Cairo.

Mubarak, por su parte, ha vis­i­ta­do España en seis ocasiones.

Dere­chos humanos y libertades

El Gob­ier­no egip­cio ha ejer­cido has­ta aho­ra una auto­ri­dad total, con un férreo con­trol sobre la pren­sa, los sin­di­ca­tos y las aso­cia­cio­nes pro­fe­sio­na­les. Las acu­sa­cio­nes de fraude elec­to­ral han sido con­stantes y las denun­cias de tor­tu­ra, que Human Rights Watch denom­i­na «mal endémi­co» en el país, continuas.

El man­ten­imien­to durante años de las leyes de emer­gen­cia ha per­mi­ti­do, además, innu­mer­ables deten­ciones arbi­trarias. La ley egip­cia pre­veía san­ciones penales que sofo­ca­ban las activi­dades legí­ti­mas de las ONG, incluyen­do el «par­tic­i­par en activi­dades políti­cas o sindi­cales». El gob­ier­no tam­bién uti­liz­a­ba la fuerza letal con­tra inmi­grantes y solic­i­tantes de refu­gio que trata­ban de cruzar a Israel.

TÚNEZ: Ayu­das y beneficios

España, Fran­cia e Italia están entre los may­ores donantes de ayu­da al desar­rol­lo de Túnez, pero tam­bién entre quienes más se ben­e­fi­cia­ban de las conex­iones con el rég­i­men de Ben Alí. De las 3.500 empre­sas extran­jeras en Túnez –la may­oría, con ben­efi­cios fis­cales–, unas 60 son españo­las, desta­can­do las cementeras, que con­trolan casi la mitad del mer­ca­do local.

Una bue­na parte de la fru­ta que expor­ta Túnez es propiedad de empre­sas españo­las como Loli­ta o Agroli­to, pero es en el aceite de oli­va donde se cen­tran los intere­ses españoles en el país norteafricano. Túnez es el ter­cer país pro­duc­tor y el grupo español Borges es el primer trans­for­mador y expor­ta­dor del aceite tunecino.

Otras empre­sas españo­las afin­cadas en Túnez son Iso­fotón (energía solar), Solu­ciona (fil­ial de Fenosa), y Teoin­sa (fer­ro­car­riles).

La tasa de cober­tu­ra de las exporta­ciones españo­las a Túnez supera el 155%, con un superávit de 350 mil­lones de euros en 2009.

«Ais­lar a los violentos»

En 2003 el Ejec­u­ti­vo de Aznar acordó con el Gob­ier­no tune­ci­no pro­mover un mar­co insti­tu­cional que aumen­tase las inver­siones y el com­er­cio bilat­er­al, y en 2004 Zap­a­tero abogó en Túnez por un aumen­to de las rela­ciones y la coop­eración «para ais­lar a los vio­len­tos», extrem­is­tas e integristas.

La últi­ma visi­ta por parte españo­la a Tunez fue la que real­izó el min­istro Morati­nos, en mayo de 2009.

Dere­chos humanos y libertades

El rég­i­men de Ben Alí, der­rib­a­do por la rev­olu­ción pop­u­lar del pasa­do mes de enero tras más de 20 años en el poder, se car­ac­ter­i­z­a­ba por la corrup­ción y el nepo­tismo, con las gran­des empre­sas del país en manos de la fami­lia del presidente.

Túnez era un Esta­do poli­cial de con­fi­den­tes, con cár­ce­les secre­tas, des­a­pa­re­ci­dos y regis­tros domi­ci­lia­rios sin orden judi­cial, donde se con­trolaba has­ta el últi­mo correo elec­tró­nico, y en el que la cen­sura esta­ba a la orden del día.

ARGELIA: La ley del gas

Los intere­ses de las empre­sas españo­las en Argelia están rela­ciona­dos prin­ci­pal­mente con la indus­tria del gas. España impor­ta gas argeli­no, del que es alta­mente depen­di­ente, por unos 3.900 mil­lones de euros al año, y expor­ta indus­tria aux­il­iar mecáni­ca, tec­nología indus­tri­al, man­u­fac­turas, medica­men­tos y otros pro­duc­tos por unos 2.000 mil­lones de euros anuales.

En 2006 España y Argelia fir­maron un acuer­do para pro­mover las inver­siones españo­las en este país, y se con­sti­tuyó un comité de seguimien­to sobre los flu­jos migra­to­rios. Ese mis­mo año el Gob­ier­no español aprobó el proyec­to para la con­struc­ción del gaseo­duc­to que, a través de Almería, unirá Argelia con España para sum­in­is­trar a toda la zona sur de Europa.

En 2007, no obstante, la com­pañía estatal argeli­na Sonatra­ch rescindió el con­tra­to suscrito con Rep­sol-YPF y Gas Nat­ur­al para desar­rol­lar el gran proyec­to inte­gra­do de gas nat­ur­al de Gas­si Touil, que las dos empre­sas españo­las se adju­di­caron en 2004 en un con­cur­so inter­na­cional y que suponía su may­or con­tra­to, val­o­rado en 1.600 millones.

Entre los proyec­tos más ambi­ciosos de las empre­sas españo­las en Argelia se encuen­tra la ter­cera fábri­ca Amo­ni­a­co, de Fert­iberia, donde el Grupo Vil­lar Mir ha inver­tido cer­ca de 117 mil­lones de dólares.

Dere­chos humanos y libertades

En Argelia, las per­sonas sospe­chosas de activi­dades sub­ver­si­vas o ter­ror­is­tas son fre­cuente­mente juz­gadas en pro­ce­sos que no cumplen el dere­cho inter­na­cional sobre juicios justos.

Amnistía Inter­na­cional denun­cia asimis­mo que el Gob­ier­no de Boute­fli­ka no ha toma­do medi­das sig­ni­fica­ti­vas para abor­dar los graves y gen­er­al­iza­dos abu­sos con­tra los dere­chos humanos cometi­dos por gru­pos arma­dos y por las fuerzas de seguri­dad del Esta­do durante la guer­ra de los años noven­ta, y que peri­odis­tas y defen­sores de dere­chos humanos sufren hostigamien­to y han sido proce­sa­dos, acu­sa­dos de difamación y otros deli­tos, por criticar a insti­tu­ciones o car­gos públicos.

MARRUECOS: Obje­tivo prioritario

España es el segun­do cliente provee­dor e inver­sor en Mar­rue­cos, después de Fran­cia. Actual­mente exis­ten en el país veci­no más de 600 empre­sas españo­las, estable­ci­das en difer­entes sec­tores (ban­ca, energía, tele­co­mu­ni­ca­ciones, tur­is­mo), con un vol­u­men total cer­cano a los 5.000 mil­lones de euros.

La cre­ciente implantación españo­la en Mar­rue­cos no sólo se debe a la cer­canía geográ­fi­ca, sino tam­bién a sus reduci­dos costes de pro­duc­ción, a las ven­ta­jas fis­cales para la exportación y a los trata­dos de libre com­er­cio con la Unión Euro­pea.

En 2008 se fir­mó del may­or acuer­do financiero suscrito entre ambos país­es, con una ayu­da españo­la de 520 mil­lones de euros durante tres años, de los que 420 mil­lones quedarán en manos de empre­sas españolas.

Entre las com­pañías españo­las con inver­siones en Mar­rue­cos, desta­can Tele­fóni­ca, Gas Nat­ur­al, Aben­goa, Alsa, SOS y el Grupo Barceló.

Colab­o­ración «esen­cial»

Pese a los fre­cuentes con­flic­tos diplomáti­cos con Mar­rue­cos, el Gob­ier­no cal­i­fi­ca las rela­ciones españo­las con el país magre­bí de «exce­lentes».

Aparte del con­ten­cioso por Ceu­ta y Meli­lla, y de que Rabat con­trola el flu­jo migra­to­rio de sus ciu­da­da­nos hacia España, la cola­bo­ra­ción con el Eje­cu­tivo marro­quí se con­si­dera esen­cial para luchar con­tra el nar­co­trá­fico (Marrue­cos es la base prin­ci­pal del trá­fico de dro­gas hacia la Penín­sula), para com­ba­tir a Al Qae­da en el Magreb y por la impor­tante inver­sión espa­ñola en el país veci­no, aparte de por los acuer­dos eco­nó­mi­cos (en mate­ria de pesca, sobre todo) fir­ma­dos entre Rabat y la UE.

Dere­chos humanos y libertades

La may­oría de las denun­cias por vio­la­ciones de los dere­chos humanos en Mar­rue­cos están rela­cionadas con el con­flic­to saha­raui, e incluyen deten­cio­nes arbi­tra­rias, tor­tura y desapariciones.

Los man­i­fes­tantes que se echaron a la calle el pasa­do día 21 exigían refor­mas que garan­ti­za­sen un fun­cionamien­to más democráti­co de las insti­tu­ciones, may­ores garan­tías sociales, económi­cas y políti­cas, y el fin de la pre­sión a los medios de comu­ni­cación y de la censura.

Por otra parte, y aunque la situación políti­ca en Mar­rue­cos no sea tan opre­si­va como en la Lib­ia de Gadafi, el Túnez de Ben Alí, la Siria de Asad o el Egip­to de Mubarak, los informes de la Emba­ja­da de EE UU en Rabat fil­tra­dos por Wik­ileaks sac­aron a la luz una situación de grave cor­rup­ción en torno a la casa real. Según la revista Forbes, los nego­cios de Mohamed VI le han lle­va­do a con­ver­tirse en el sép­ti­mo monar­ca más rico del mun­do, con un pat­ri­mo­nio per­son­al esti­ma­do en 2.500 mil­lones de dólares.

BAHRÉIN: Pre­sen­cia modesta

La pres­en­cia españo­la en Bahréin no es tan impor­tante como en otros país­es de la región (el pequeño país árabe ocu­pa el puesto número 100 como cliente de pro­duc­tos españoles y el 93 como provee­dor a España), pero existe. Las exporta­ciones están diver­si­fi­cadas, resul­tan atrac­ti­vas para var­ios sec­tores y en 2010 super­aron los 50 mil­lones de euros (70 mil­lones en 2009).

Las com­pras, por su parte, ron­daron en 2010 los 67 mil­lones de euros, y se cen­tran en el sec­tor del alu­minio. Entre las empre­sas españo­las con pres­en­cia en el país del Gol­fo se encuen­tran Mapfre, Zara y Mango.

En 2008 España y Bahréin fir­maron un acuer­do para reforzar las rela­ciones en mate­ria indus­tri­al, turís­ti­ca, de tele­co­mu­ni­ca­ciones, infraestruc­turas y energía.

Dere­chos humanos y libertades

En Bahréin ape­nas hay repre­sen­ta­ción ciu­da­dana o ins­ti­tu­cio­nes polí­ti­cas. No se con­siente ni la disi­den­cia ni las pro­tes­tas. La opo­si­ción está suje­ta a arres­tos arbi­tra­rios, con acu­sa­cio­nes de tor­tura y depor­ta­cio­nes, según el informe de Amnis­tía Inter­na­cio­nal de 2009.

La mayo­ría chií exige una may­or repre­sen­ta­ción a la clase gober­nante (suní), y las muje­res, aunque tienen acce­so a una may­or edu­cación y dis­fru­tan de una mejor cali­dad de vida que en algu­nos paí­ses veci­nos del Gol­go Pér­si­co, no tie­nen dere­chos polí­ti­cos ni representación.

El gob­ier­no es una monar­quía here­di­ta­ria. La fami­lia Jali­fah gob­ier­na el país des­de 1783.

YEMEN: Alto riesgo

Según el Min­is­te­rio de Indus­tria, Tur­is­mo y Com­er­cio, la bal­an­za com­er­cial bilat­er­al con Yemen se car­ac­ter­i­za por la diver­si­dad de las exporta­ciones españo­las y por importa­ciones con­sti­tu­idas fun­da­men­tal­mente por pescado.

En 2007 (últi­mo año con­tabi­liza­do), nues­tras exporta­ciones a Yemen ascendieron a 21,3 mil­lones de euros, mien­tras que el val­or de nues­tras importa­ciones se situ­a­ba en 13,4 mil­lones. Esto arro­jó un sal­do com­er­cial pos­i­ti­vo de 7,9 mil­lones de euros y una tasa de cober­tu­ra favor­able del 158,9%.

Pena de muerte

España mantiene rela­ciones diplomáti­cas con Yemen des­de 1990, cuan­do se reunifi­caron Yemen del Norte y Yemen del Sur.

El país, uno de los más pobres del mun­do, está cat­a­lo­ga­do de alto ries­go por el Min­is­te­rio de Asun­tos Exte­ri­ores des­de que ocho tur­is­tas españoles fal­l­ecieron en un aten­ta­do cometi­do por Al Qae­da en julio de 2007.

La visi­ta más impor­tante de un rep­re­sen­tante español al país árabe fue la real­iza­da por el min­istro Morati­nos en abril de 2006, cuan­do el jefe de la diplo­ma­cia españo­la sub­rayó el interés común en explo­rar proyec­tos empre­sar­i­ales con­jun­tos para los sec­tores de la pesca y el turismo.

El pres­i­dente de Yemen, Alí Abdu­la Saleh, vis­itó España en enero de 2008, cuan­do anun­ció la con­mutación de la con­de­na a la pena de muerte y la extradi­ción a España que pesa­ba sobre un ciu­dadano español de ori­gen sirio sen­ten­ci­a­do en Yemen por activi­dades terroristas.

Durante esta visi­ta las dos del­e­ga­ciones fir­maron además cua­tro acuer­dos de coop­eración en el ámbito del tur­is­mo, de la edu­cación, de la sanidad y de la pro­tec­ción de las inversiones.

Dere­chos humanos y libertades

En Yemen no existe plu­ra­lismo polí­tico real y hay gra­ves res­tric­cio­nes a la liber­tad de reunión y expre­sión. En su Informe 2009, Ami­nis­tía Inter­na­cio­nal denun­cia deten­cio­nes ile­ga­les y por moti­vos de con­cien­cia, jui­cios injus­tos, repre­sio­nes vio­len­tas por parte del Esta­do y casos de tor­tura y bru­ta­li­dad poli­cia­les, deri­va­dos prin­ci­pal­mente de la lucha antiterrorista.

El sis­tema políti­co es, en la prác­ti­ca, uni­par­tidista, ya que el Con­greso Gene­ral del Pue­blo dom­i­na la vida polí­tica del país.

Existe pena de muerte para casos de ase­si­nato, adul­te­rio y homo­se­xua­li­dad, y aun­que aún no ha habido eje­cu­cio­nes por ello, la apos­ta­sía es con­si­de­rada un cri­men capital.

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