Haití, un mes después de la catástrofe

Miguel Máiquez, 12/2/2010

Este viernes se cumple un mes des­de que un potente ter­re­mo­to de 7 gra­dos causó en Haití, la nación más pobre del con­ti­nente amer­i­cano, una de las may­ores catástro­fes en lo que lle­va­mos de siglo. 

El trági­co bal­ance has­ta aho­ra es de cer­ca de 250.000 muer­tos, tres mil­lones de desplaza­dos, dece­nas de miles de heri­dos, un Gob­ier­no prác­ti­ca­mente inex­is­tente… Y un país dev­as­ta­do por com­ple­to (humana, físi­ca, social y políti­ca­mente), al que la comu­nidad inter­na­cional tra­ta de sacar a flote entre enormes difi­cul­tades, con grandes dosis de sol­i­dari­dad y tam­bién con no pocas críti­cas, y en el mar­co de un tra­ba­jo que deberá ser, en cualquier caso, a muy largo plazo.

Un mes después, la situación del país sigue sien­do deses­per­a­da, pero tam­bién empiezan a notarse algu­nas mejo­ras, gra­cias, prin­ci­pal­mente, a una may­or coor­di­nación en la gestión de la ayu­da recibida.

HACE UN MES

El terremoto

El seís­mo que dev­astó Haití el pasa­do 12 de enero fue reg­istra­do a las 16.53 h, hora local, con epi­cen­tro a 15 Km de la cap­i­tal del país, Puer­to Príncipe. Tuvo una inten­si­dad de 7 gra­dos en la escala de Richter y duró unos 40 segun­dos. Se sin­tió tam­bién en la Repúbli­ca Domini­cana, Cuba y Jamaica, aunque en estos país­es no causó daños.

El ter­re­mo­to, que fue segui­do de tres répli­cas de 5,9, 5,5 y 5,1 gra­dos, se pro­du­jo en una zona de impor­tante activi­dad tec­tóni­ca, entre las pla­cas de Norteaméri­ca y el Caribe. El hecho de que se orig­i­nase a sólo 8 Km de pro­fun­di­dad (muy cer­ca de la super­fi­cie) lo hizo espe­cial­mente cat­a­stró­fi­co, en un país cuyas con­struc­ciones e infraestruc­turas son extremada­mente precarias.

Pos­te­ri­or­mente sigu­ieron otras répli­cas de entre 4,5 y 5,9 gra­dos, y el día 20 de enero se pro­du­jo un nue­vo seís­mo de 6,1 grados.

El últi­mo gran ter­re­mo­to en Haití había ocur­ri­do hace 150 años, pero el país ha sido azo­ta­do recien­te­mente por numerosos desas­tres nat­u­rales que entre 2001 y 2007 se cobraron más de 18.000 muer­tos. En 2008 sufrió cua­tro grandes hura­canes, con 800 muertos.

Las víctimas

La últi­ma cifra ofi­cial de muer­tos por el ter­re­mo­to, dada a cono­cer a prin­ci­p­ios de esta sem­ana por el pres­i­dente de Haití, René Gar­cía Pré­val, es de 250.000. El número de per­sonas sin hog­ar supera el mil­lón, hay unos 300.000 heri­dos y más de 3 mil­lones de per­sonas afectadas.

Entre los muer­tos fig­u­ran cua­tro españoles: el mat­ri­mo­nio for­ma­do por María Jesús Plaza y su mari­do, de ori­gen haitiano, Yves Bal­troni; la subin­spec­to­ra de la Polícía Nacional Rosa Cre­spo, y la fun­cionar­ia de la Comisión Euro­pea Pilar Juárez.

El seís­mo causó la muerte de var­ios min­istros, de todo el per­son­al que se encon­tra­ba en el edi­fi­cio de la ONU en Puer­to Príncipe (tam­bién del jefe de la mis­ión de Naciones Unidas) y del arzo­bis­po de la cap­i­tal, entre otras personalidades.

Los daños

La ciu­dad de Puer­to Príncipe quedó arrasa­da, sin agua ni luz eléc­tri­ca y con el 20% de los edi­fi­cios der­rum­ba­dos, incluyen­do dece­nas de miles de vivien­das, la cat­e­dral, el pala­cio pres­i­den­cial, la men­ciona­da sede de la ONU, hote­les, escuelas…

Según el Gob­ier­no haitiano, el 60% del Pro­duc­to Inte­ri­or Bru­to del país quedó destruido.

DÍA A DÍA

  • 12 de enero. Un ter­re­mo­to de 7 gra­dos de mag­ni­tud en la escala abier­ta de Richter sacude Haití.
  • 13 de enero. La ONU señala que tres mil­lones de haitianos, una ter­cera parte de la población, han resul­ta­do afec­ta­dos. Una vein­te­na de país­es anun­cian el envío urgente de ayu­da. El Ban­co Mundi­al anun­cia la donación de 100 mil­lones de dólares y lle­gan los primeros aviones con ayu­da inter­na­cional al aerop­uer­to de Puer­to Príncipe, cuyas opera­ciones asume EE UU, al quedar la torre de con­trol inservi­ble tras el seísmo.
  • 14 de enero. El aerop­uer­to sus­pende algunos per­misos de ater­riza­je ante la avalan­cha de ayu­da human­i­taria inter­na­cional. Se empiezan a enter­rar los cadáveres en fos­as comunes.
  • 15 de enero. La ONU pide a la comu­nidad inter­na­cional 560 mil­lones de dólares (390 mil­lones de euros) en ayu­da urgente. Comien­zan los saque­os y algunos afec­ta­dos for­man bar­ri­cadas en las calles con cadáveres, ante las difi­cul­tades en la dis­tribu­ción de ali­men­tos, que sólo lle­gan a 8.000 afec­ta­dos. Lle­ga un por­taaviones esta­dounidense con 19 helicópteros a bor­do, tres salas de opera­ciones y una plan­ta pota­bi­lizado­ra de agua. Wash­ing­ton otor­ga el Esta­tus de Pro­tec­ción Tem­po­ral a los haitianos que esta­ban en EE UU de for­ma ile­gal antes de la tragedia.
  • 16 de enero. Nue­vo tem­blor de 4,5 gra­dos y más saque­os. El min­istro haitiano de Inte­ri­or estu­dia evac­ua­ciones masi­vas para evi­tar prob­le­mas san­i­tar­ios en Puer­to Príncipe. Su cole­ga de Salud no descar­ta la que­ma de los cadáveres.
  • 17 de enero. El sec­re­tario gen­er­al de la ONU, Ban Ki-moon, lle­ga a Puer­to Príncipe, donde ase­gu­ra que «todo el país está dev­as­ta­do» y que «es el peor desas­tre human­i­tario al que se enfrenta la comu­nidad inter­na­cional des­de hace varias décadas». La Policía empieza a desple­garse en la cap­i­tal ante los saque­os y el Gob­ier­no  dec­re­ta el esta­do de emer­gen­cia has­ta finales de enero y un due­lo nacional de 30 días.
  • 18 de enero. EE UU prepara la lle­ga­da de 7.500 sol­da­dos, que se sumarán a los 5.800 ya desplaza­dos a Haití, pese a las críti­cas exter­nas, incluyen­do a las de la Unión Euro­pea, por su fuerte pres­en­cia mil­i­tar. La UE aprue­ba una ayu­da de 430 mil­lones de euros.
  • 19 de enero. Rescatan el cadáver de la subin­spec­to­ra de la Policía Nacional españo­la Rosa Cre­spo, ter­cera víc­ti­ma españo­la. La ayu­da human­i­taria empieza a fluir mejor. Hay 52 equipos de rescate de todo el mun­do, con 1.820 tra­ba­jadores y 175 per­ros. Se ha encon­tra­do a 90 per­sonas con vida bajo los escom­bros. El Pro­gra­ma Mundi­al de Ali­men­tos entre­ga raciones a 200.000 personas.
  • 20 de enero. Otro ter­re­mo­to, de 6,1 gra­dos, der­rum­ba edi­fi­cios ya afec­ta­dos. Equipos de socor­ro sacan vivas a cua­tro per­sonas. La cre­ciente pres­en­cia mil­i­tar de EE UU sus­ci­ta nuevas críti­cas de país­es como Venezuela, Cuba, Bolivia o Nicaragua. España anun­cia que enviará a Haití un buque con 450 mil­itares, var­ios quiró­fanos y 80 camas, y que con­tribuirá con 1,3 mil­lones de euros. El alza de los pre­cios hace inac­ce­si­bles los alimentos.
  • 21 de enero. Local­izan el cuer­po sin vida de la fun­cionar­ia de la del­e­gación de la UE Pilar Juárez, desa­pare­ci­da en el edi­fi­cio de la ONU. El Gob­ier­no haitiano anun­cia que evac­uará a 400.000 per­sonas sin vivien­da a cam­pa­men­tos a las afueras de Puer­to Príncipe. La ONU recibe dona­ciones de 195 mil­lones de dólares y prome­sas de otros 112 millones.
  • 22 de enero. El Gob­ier­no español autor­iza el envío de una mis­ión human­i­taria a Haití. Rescatan con vida a una mujer de 84 años y a un hom­bre de 22. La Cruz Roja detec­ta enfer­medadesUNICEF denun­cia que al menos 15 niños han sido secuestra­dos en hos­pi­tales. Puer­to Príncipe mues­tra sig­nos de una como diar­reas, infec­ciones res­pi­ra­to­rias, prob­le­mas der­ma­tológi­cos, tétanos y menin­gi­tis, y tími­da nor­mal­ización con brigadas de limpieza, la reanudación del com­er­cio y la rea­pari­ción de patrul­las de la ONU.
  • 23 de enero. Rescatan con vida a un hom­bre de 24 años.Ya son 500 los cam­pa­men­tos impro­visa­dos, donde se apiñan 610.000 per­sonas. La OMS no detec­ta brotes de enfer­medades trans­mis­i­bles como el cólera, la rube­o­la o el sarampión.
  • 24 de enero. Las prin­ci­pales necesi­dades son agua ali­mentación, mate­r­i­al ortopédi­co, anestési­cos y anal­gési­cos. Las autori­dades haitianas temen las epi­demias que pueden lle­gar con las llu­vias, en abril.
  • 25 de enero. La Con­fer­en­cia Inter­na­cional de Mon­tre­al sien­ta las bases para con­stru­ir «un nue­vo Haití» tras recono­cer que todo ha cam­bi­a­do tras el ter­re­mo­to y que se nece­si­tarán 10 años para recu­per­arse. Se con­sti­tuye el Grupo de Ami­gos de Haití, con la Repúbli­ca Domini­cana, España, la UE , Japón, la OEA, el Ban­co Mundi­al, el FMI, el BID, Cari­com y la ONU, que se com­pro­m­ete a for­t­ale­cer las insti­tu­ciones democráti­cas, fomen­tar el desar­rol­lo económi­co y social sostenible y pro­mover la esta­bil­i­dad y el respeto por el Esta­do de dere­cho. Unas 235.000 per­sonas han aban­don­a­do Puer­to Príncipe hacia Gonaïves, Port-de-Paix y Jere­mie, según el Gob­ier­no y entre 800.000 y un mil­lón viv­en en lugares temporales.
  • 26 de enero. En Puer­to Príncipe se ven algunos sig­nos de recu­peración com­er­cial y ban­car­ia. Fun­ciona la recogi­da de basura y hay brigadas de obreros desescom­bran­do edi­fi­cios, pero la elec­t­ri­ci­dad es un lujo en muchos bar­rios, que depen­den de gen­er­adores. Las agen­cias inter­na­cionales no han logra­do estable­cer un mecan­is­mo de dis­tribu­ción de comi­da y agua reg­u­lar para toda la población nece­si­ta­da, que tiene que ali­men­ta­rse con la ayu­da de sus vecinos.
  • 27 de enero. Gru­pos de la UE rescatan a dos per­sonas y sol­da­dos esta­dounidens­es a otra más, dos sem­anas después del ter­re­mo­to. Ya son 134 per­sonas las rescatadas con vida . Cien­tos de miles de per­sonas con­tinúan sin techo en Puer­to Príncipe. El FMI aprue­ba dos prés­ta­mos para Haití por 114 mil­lones de dólares.
  • 28 de enero. El primer min­istro de Haití reconoce que está habi­en­do trá­fi­co de niños y órganos. El Gob­ier­no inten­ta reg­is­trar a los niños desplaza­dos para devolver­los a sus famil­ias y evi­tar la sal­i­da ile­gal de los menores del país.
  • 31 de enero. Diez esta­dounidens­es son detenidos por tratar de sacar del país a 33 niños sin los pape­les reglamen­tar­ios. Los detenidos ase­gu­ran que pre­tendían dar un hog­ar a los menores que han queda­do huér­fanos tras el seís­mo. Médi­cos esta­dounidens­es en Haití mues­tran su pre­ocu­pación por el hecho de que el Ejérci­to de EE UU haya sus­pendi­do las evac­ua­ciones médi­cas debido a la fal­ta de acuer­do sobre quién ha de costear sus cuidados.
  • 1 de febrero. EE UU anun­cia que reanudará los vue­los mil­itares para el trasla­do de heri­dos graves de Haití a ter­ri­to­rio estadounidense.
  • 2 de febrero. El Gob­ier­no haitiano con­tabi­liza 200.000 muer­tos. Las aso­cia­ciones locales de plan­i­fi­cación famil­iar denun­cian que miles de haitianas no pueden acced­er ni a los ser­vi­cios de salud repro­duc­ti­va ni a sus méto­dos habit­uales de plan­i­fi­cación famil­iar, por lo que afrontan un may­or ries­go de vio­len­cia y de explotación sex­u­al.
  • 3 de febrero. Var­ios cien­tos de haitianos se man­i­fes­tan por las calles de Pétion Ville, en Puer­to Príncipe, y acu­san a la alcalde­sa de ese sec­tor, Claire Lydie Par­ent, de com­er­ciar con la ayu­da internacional.
  • 6 de febrero. Los min­istros de Economía del G‑7, reunidos en Canadá, acuer­dan com­pro­m­e­terse a can­ce­lar las deu­das bilat­erales de Haití.
  • 8 de febrero. El pres­i­dente de Haití cal­cu­la que la cifra de muer­tos es de 250.000 per­sonas, y afir­ma que hay en torno a un mil­lón de haitianos sin hog­ar, cer­ca de un octa­vo de la población del país caribeño.
  • 9 de febrero. Un joven de 28 años es hal­la­do con vida entre los escom­bros de un edi­fi­cio, casi cua­tro sem­anas después del terremoto.

UN MES DESPUÉS

Las víctimas

Un mil­lón de per­sonas sigue vivien­do en la calle, en 492 cam­pa­men­tos impro­visa­dos. Hay unas 250.000 casas destru­idas y sólo 272.000 afec­ta­dos han recibido has­ta aho­ra mate­ri­ales de construcción.

Miles de haitianos con­tinúan hacien­do cola en las puer­tas de las emba­jadas occi­den­tales en bus­ca de un visa­do que les per­mi­ta salir de la isla y otros cien­tos bus­can sin éxi­to cruzar a pie la fron­tera a la Repúbli­ca Dominicana.

Las escue­las per­manecen cer­radas y sigue habi­en­do graves prob­le­mas de infraestructuras.

La comida

El Pro­gra­ma Mundi­al de Ali­men­tos está dis­tribuyen­do raciones a unos 2 mil­lones de haitianos en 16 pun­tos de repar­to, pero miles de per­sonas siguen pasan­do ham­bre. El pre­cio del arroz impor­ta­do ha subido un 25%, y el de la hari­na, un 65%.

La condiciones sanitarias

La Cruz Roja ha pro­por­ciona­do tratamien­to médi­co a 13.000 per­sonas y ha dis­tribui­do 15 mil­lones de litros de agua potable. Cer­ca de 800.000 damnifi­ca­dos reciben raciones diarias de agua, pero la per­ma­nen­cia de aguas insalu­bres puede crear prob­le­mas san­i­tar­ios.
Unas 37.000 famil­ias han recibido man­tas, útiles de coci­na y kits de higiene. Médi­cos sin Fron­teras ha trata­do a 13.000 pacientes y ha prac­ti­ca­do más de 1.400 operaciones.

Violencia

La vio­len­cia en las calles con­tinúa sien­do un gran obstácu­lo para la recon­struc­ción del país. Los saque­os se han reduci­do pero siguen pro­ducién­dose, y muchas ONG que oper­an en la zona han denun­ci­a­do un notable incre­men­to de vio­la­ciones a mujeres.

Limpieza

La ONU cal­cu­la que todavía fal­ta por reti­rar unas 63 mil­lones de toneladas de escom­bros y basura.

La ayuda

La sol­i­dari­dad inter­na­cional, con dinero apor­ta­do por gob­ier­nos, insti­tu­ciones, ONG y par­tic­u­lares de todo el mun­do, así como a través de numerosos actos bené­fi­cos de todo tipo, ha bati­do récords y ha super­a­do a la ayu­da apor­ta­da para socor­rer a los damnifi­ca­dos por el tsuna­mi de 2004 en el Índi­co. El lla­mamien­to real­iza­do por la ONU se ha cubier­to ya en un 95%.

España ocu­pa el cuar­to puesto en la lista de donantes, con unos 34 mil­lones de euros. Por delante están sólo Esta­dos Unidos (378 mil­lones de euros), Canadá (59 mil­lones) y Ara­bia Saudí (36 mil­lones). En el caso de EE UU, que tiene 13.000 sol­da­dos en Haití, se tra­ta de uno de los may­ores despliegues human­i­tar­ios de su his­to­ria reciente.

Presencia española

La min­is­tra de Defen­sa, Carme Chacón, explicó que la agru­pación tác­ti­ca españo­la de 450 efec­tivos desple­ga­da en Haití en la Operación His­pan­io­la ‑a través del buque Castil­la- estará en este país «por un peri­o­do máx­i­mo de tres meses, has­ta el 4 de mayo», si bien pun­tu­al­izó que este pla­zo «podría ser pror­ro­ga­do si las cir­cun­stan­cias lo hicier­an nece­sario». El despliegue español en Haití cues­ta 18,8 mil­lones de euros.

Avances

Un mes después del ter­re­mo­to ha mejo­ra­do notable­mente, a través de la ONU, la coor­di­nación entre las 900 agen­cias de ayu­da que oper­an en el país. Las condi­ciones de recep­ción en el aerop­uer­to tam­bién son mejores, y algunos ser­vi­cios han comen­za­do ya a fun­cionar en la capital.

Por otro lado, hay menos fal­l­e­ci­dos en las calles, lo que empieza a hac­er más res­pirable el ambi­ente, y existe un may­or con­trol poli­cial en algu­nas zonas. Además, se ha restable­ci­do parte de la cober­tu­ra de telé­fonos móviles y han sido reabier­tas algu­nas gasolineras.

La reconstrucción

La emba­jado­ra de Haití en España, Yolette Azor-Charles, ha ele­va­do recien­te­mente a 25 años la cifra ini­cial de 10 que se cal­culó hace unas sem­anas como el tiem­po nece­sario para la recon­struc­ción del país.

Susana Arroyo, por­tavoz region­al de Inter­món-Oxfam, destacó que «lo que se bus­ca después de un desas­tre es que la población pue­da lle­gar a ten­er las condi­ciones de vida que tenía antes de la catástrofe, pero en un país donde ya el 76% de la población vivía ya bajo la línea de la pobreza, la recu­peración adquiere otras dimen­siones y los desafíos a que nos obliga son inmensos».

ZOOM SOBRE HAITÍ

Los datos básicos

Con una exten­sión de 27.750 km2, un cli­ma trop­i­cal y un ter­ri­to­rio muy mon­tañoso, Haití es el país más pobre del Hem­is­fe­rio Occi­den­tal y uno de los más pobres del mundo.

Com­parte la isla La Españo­la con la Repúbli­ca Domini­cana y tiene una población de 8,5 mil­lones de habi­tantes, el 95% de los cuales son de raza negra, descen­di­entes de esclavos africanos. En la cap­i­tal, Puer­to Príncipe, viv­en 2,3 mil­lones de personas. 

Los idiomas prin­ci­pales son el francés y el criol­lo y la may­oría de la población es de religión católica.

Una historia de inestabilidad y violencia

Haití fue colo­nia españo­la has­ta 1697 y, después, france­sa. En 1804 se con­vir­tió en la primera repúbli­ca inde­pen­di­ente de Améri­ca Lati­na y tuvo la primera rev­olu­ción exis­tosa de esclavos. Entre 1915 y 1934 estu­vo bajo ocu­pación mil­i­tar de EE UU, y de 1957 a 1986 el poder estu­vo en manos del bru­tal dic­ta­dor François Duva­lier y luego de su hijo Jean-Claude.

En 1990, el sac­er­dote Jean Bertrand Aris­tide fue elegi­do pres­i­dente en las primeras elec­ciones libres con sufra­gio uni­ver­sal, pero fue der­ro­ca­do en 1991 por un golpe de Esta­do mil­i­tar y se exil­ió. Volvió en 1994 tras una inter­ven­ción mil­i­tar de EE UU.

René Gar­cía Pré­val llegó a la jefatu­ra de Esta­do en 1996 y Aris­tide volvió a ganar en febrero del 2001, en unos comi­cios boicotea­d­os por la oposi­ción. Tras una nue­va insur­rec­ción arma­da, y bajo pre­sión de EE UU, Fran­cia y Canadá, dim­i­tió en febrero del 2004 y se exil­ió a Sudáfrica. Des­de junio de ese año se desplegó una Mis­ión de la ONU para la Esta­bi­lización de Haití (Minus­tah), con 7.000 cas­cos azules y 2.000 agentes inter­na­cionales, de los que unos 40 son españoles. En 2006 fue reelegi­do pres­i­dente Gar­cía Préval.

Miseria, analfabetismo y desigualdad

El 76% de la población vive bajo el umbral de la pobreza, y el 54%, con menos de un dólar al día. Sólo sabe leer el 45% y existe una gran brecha entra la empo­bre­ci­da may­oría negra y los mulatos francó­fonos, el 1% de los cuales es dueño de casi la mitad de las riquezas. La esper­an­za de vida es de 52 años y el 2,2% de la población tiene el virus del sida.

Una economía en números rojos

Haití tiene una deu­da exte­ri­or de más de 1.300 mil­lones de dólares. El paro afecta­ba antes del ter­re­mo­to al 65% de la población, y el PIB per cápi­ta era de 450 dólares. Su débil economía se basa en la pesca, la ganadería y la indus­tria tex­til y de ensam­bla­do de com­po­nentes electrónicos.

El país depende de la importación de ali­men­tos y de las ayu­das exte­ri­ores. Expor­ta man­u­fac­turas, café, caña de azú­car, aceites y mango.

Problemas medioambientales y sus consecuencias

Como sal­i­da a la pobreza, la población ha con­tribui­do a defor­estar el país cor­tan­do árboles para vender leña y car­bón, lo que ha provo­ca­do la erosión del sue­lo y una gran escasez de agua potable. Según infor­ma la BBC, tres cuar­tas partes de la deman­da energéti­ca se sat­is­face con madera, y la erosión del sue­lo afec­ta ya a la mitad del país.

Esta defor­estación hace que las tor­men­tas trop­i­cales sean aún más dev­as­ta­do­ras. Por otro lado, tam­bién ha reduci­do la pro­duc­ción agrí­co­la, provo­can­do un éxo­do masi­vo a las ciu­dades, con la con­se­cuente pro­lif­eración de chabolas.

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