La nueva semana laboral de 65 horas en la Unión Europea

Miguel Máiquez, 14/6/2008

Los detalles del acuer­do de la UE para que se pue­da aumen­tar la jor­na­da de tra­ba­jo. Quién apoya la medi­da y por qué; quién se opone y con qué motivos. Cómo nos afec­taría la nue­va nor­ma: quiénes tra­ba­jan más y quiénes menos.

1. ¿Qué es la Directiva del Tiempo de Trabajo?

Una nor­ma intro­duci­da por la Comisión Euro­pea en 1993 con el obje­ti­vo de sal­va­guardar los dere­chos de los tra­ba­jadores, en la que se pone un límite al número de horas que se puede tra­ba­jar a la sem­ana y se especi­f­i­can tam­bién los tiem­pos de des­can­so y las car­ac­terís­ti­cas del tra­ba­jo nocturno.

2. ¿Qué derechos contempla actualmente esta directiva?

  • Un máx­i­mo de 48 horas sem­anales de tra­ba­jo. Once horas seguidas de des­can­so al día.
  • Una pausa cuan­do la jor­na­da es may­or de seis horas.
  • Un día de des­can­so como mín­i­mo a la semana.
  • Cua­tro sem­anas de vacaciones.

3. ¿Qué es la cláusula ‘opt-out’?

Un aña­di­do a esta direc­ti­va que per­mite a los esta­dos miem­bros que lo deseen autor­izar a los tra­ba­jadores pactar con sus empre­sas jor­nadas sem­anales por enci­ma de las 48 horas. Has­ta aho­ra, tan sólo se ha apli­ca­do en el Reino Unido.

4. ¿Qué se ha aprobado ahora?

El pasa­do día 9, y tras 12 horas de dis­cu­siones, la UE aprobó una nue­va direc­ti­va que mod­i­fi­caría la actu­al, y que establece que, si bien, como regla gen­er­al, la sem­ana de tra­ba­jo en la UE debe seguir tenien­do 48 horas como máx­i­mo, en vir­tud de acuer­dos indi­vid­uales se per­mi­tirá que empre­sario y tra­ba­jador puedan alargar la jor­na­da has­ta 60 horas sem­anales, cal­cu­ladas como media durante un peri­o­do de tres meses, e inclu­so has­ta 65 horas en el caso de guardias médi­cas y otros colec­tivos con­sid­er­a­dos espe­ciales. Esta medi­da, pues, con­sagraría en toda la Unión la lla­ma­da free choice (lib­er­tad de elec­ción) del tra­ba­jador, al esti­lo británi­co, es decir, el opt-out.

5. ¿Quién la ha aprobado?

El Con­se­jo de Min­istros de Tra­ba­jo de la UE, es decir, el órgano en el que están pre­sen­ta­dos los min­istros de Tra­ba­jo de los 27 país­es de la Unión. La prop­ues­ta fue pre­sen­ta­da por Eslove­nia –esta­do que ocu­pa actual­mente la pres­i­den­cia de turno del Con­se­jo- , conc­re­ta­mente, por la min­is­tra de Tra­ba­jo de este país, Mar­je­ta Cotman.

6. ¿Es definitivo?

Aún no. El acuer­do debe recibir todavía el vis­to bueno del Par­la­men­to Europeo. Por otro lado, en el caso de ser aproba­do, cua­tro años después de la entra­da en vig­or de la nor­ma, el Ejec­u­ti­vo comu­ni­tario deberá elab­o­rar un informe sobre la apli­cación de las excep­ciones a la jor­na­da de 48 horas, informe que podrá ir acom­paña­do de «prop­ues­tas para reducir el exce­so de horas trabajadas».

7. ¿Será obligatorio?

No. De ser aproba­do, este acuer­do no impone la nue­va sem­ana lab­o­ral, sino que la per­mite. Es decir, no será oblig­a­to­rio apli­car­la, aunque si se apli­ca, ya no será ile­gal. La apli­cación de la nor­ma en los esta­dos miem­bros depen­derá de la leg­is­lación inter­na de cada uno y de la nego­ciación de los con­ve­nios colec­tivos con los sindicatos.

8. ¿Qué garantías tendrán los trabajadores?

La nue­va direc­ti­va con­tem­pla una serie de sal­va­guardas para garan­ti­zar, en teoría, que los tra­ba­jadores acep­tan el opt-out vol­un­tari­a­mente y no forza­dos por temor al despi­do. El empre­sario deberá obten­er un con­sen­timien­to por escrito del tra­ba­jador para tra­ba­jar más de 48 horas. La validez del con­sen­timien­to no podrá ser supe­ri­or a un año y será ren­ov­able. El acuer­do entre empre­sario y tra­ba­jador no podrá fir­marse en el momen­to de la rúbri­ca del con­tra­to ni durante las cua­tro primeras sem­anas de la relación laboral.

9. ¿Qué pasará si en unos países se aplica y en otros no?

Es prob­a­ble que la nor­ma no se llegue a aplicar de for­ma gen­er­al en país­es con más tradi­ción de dere­chos sociales en mate­ria lab­o­ral, como España. Pero el hecho de que sí se haga en otros esta­dos tam­bién puede afec­tarnos, ya que supon­drá un dese­qui­lib­rio en los costes lab­o­rales por tra­ba­jador, lo que puede implicar una may­or deslo­cal­ización indus­tri­al. Es decir, las grandes empre­sas multi­na­cionales se plantearán inver­tir más donde sus emplea­d­os puedan tra­ba­jar más horas y per­mi­tan más flexibilidad.

10. ¿Cuántas horas supone al día esta nueva jornada semanal?

Has­ta aho­ra, la leg­is­lación se movía entre 40 horas sem­anales (8 horas al día) y 48 (algo más de 9 horas y media). Tra­ba­jar 60 horas a la sem­ana supone una media de 12 horas diarias. Con esta medi­da, la UE super­aría en más de un 35% lo que la Orga­ni­zación Inter­na­cional del Tra­ba­jo (OIT) con­sid­era una jor­na­da «exce­si­va».

11. ¿Se podrían superar incluso las 60–65 horas?

Sí, si hay un acuer­do en ese sen­ti­do entre los inter­locu­tores sociales, o si así lo establece el con­ve­nio colec­ti­vo del sec­tor en cuestión.

12. ¿Se aplicaría la norma a todos los contratos?

No. Los con­tratos de menos de diez sem­anas de duración no quedarían cubier­tos por estas disposiciones.

13. ¿Cómo afectaría a las guardias médicas?

Varias sen­ten­cias del Tri­bunal de Jus­ti­cia de la UE ha dic­t­a­m­i­na­do que las guardias deben con­sid­er­arse tiem­po de tra­ba­jo, por lo que la direc­ti­va actu­al se quiere refor­mar pre­cisa­mente para evi­tar los ele­va­dos costes que ten­dría la apli­cación de estas sen­ten­cias (según la Comisión, 23 esta­dos miem­bros incumplen esta jurispru­den­cia). Con la nue­va nor­ma­ti­va, el peri­o­do inac­ti­vo de las guardias (cuan­do los médi­cos duer­men en el hos­pi­tal, por ejem­p­lo) podrá ser con­sid­er­a­do tiem­po de tra­ba­jo. Tam­bién en este caso se deberá lle­gar a un acuer­do con la Eurocá­mara, que pide que las guardias se con­sid­eren tiem­po de trabajo.

14. ¿Quiénes están a favor de esta nueva directiva?

Además de Eslove­nia, la ini­cia­ti­va cuen­ta con el apoyo de los país­es par­tidar­ios de una may­or flex­i­bil­i­dad en el mer­ca­do de tra­ba­jo, encabeza­dos por el Reino Unido, y entre los que aho­ra se encuen­tran tam­bién Fran­cia e Italia, así como Ale­ma­nia, Aus­tria y la may­oría de los país­es que se incor­po­raron a la UE en mayo de 2004.

15. ¿Quiénes se oponen?

España, que ha sido uno de los país­es más críti­cos con esta prop­ues­ta, se abstu­vo en la votación por con­sid­er­ar el tex­to «un retro­ce­so social». El Gob­ier­no español quería que las excep­ciones (opt-out) a las 48 horas se elim­i­naran por com­ple­to tras un peri­o­do tran­si­to­rio. Tam­bién se opusieron Bél­gi­ca, Chipre, Gre­cia y Hun­gría, y pre­sen­taron reser­vas asimis­mo Por­tu­gal y Mal­ta. Los prin­ci­pales sindi­catos europeos han expre­sa­do igual­mente su rechazo.

16. ¿Por qué se ha aprobado ahora?

Prin­ci­pal­mente, porque Fran­cia e Italia, dos de los país­es con más peso de entre los que se oponían, han deja­do de opon­erse. La prop­ues­ta, que ha sido aproba­da al sex­to inten­to, esta­ba par­al­iza­da des­de hacía cua­tro años por el rec­ha­zo de un frente común for­ma­do prin­ci­pal­mente por España y estas dos naciones, que ejer­cían la lla­ma­da minoría de blo­queo. Italia fue, con la vuelta de Sil­vio Berlus­coni al poder, la primera en aban­donar este frente. Le sigu­ió la Fran­cia de Nico­las Sarkozy, tras pactar con el Reino Unido el apoyo para otra direc­ti­va que se nego­cia para­le­la­mente (la refor­ma de las agen­cias de tra­ba­jo temporal).

17. ¿Qué argumentan los que están a favor?

La min­is­tra eslove­na de Tra­ba­jo, Mar­je­ta Cot­man, ase­guró que el acuer­do alcan­za­do «ofrece pro­tec­ción para los tra­ba­jadores y flex­i­bil­i­dad en la orde­nación del tiem­po de tra­ba­jo». John Hut­ton, min­istro británi­co de Economía, indicó que este acuer­do ase­gu­ra la lib­er­tad de los tra­ba­jadores para poder ganar más con más horas de tra­ba­jo, y que las empre­sas puedan estar cubier­tas durante peri­o­dos de may­or activi­dad, recor­dan­do que en el Reino Unido, donde existe una may­or flex­i­bil­i­dad lab­o­ral, el paro se mantiene en el 5% frente al 6,7% de media de los 27. En gen­er­al, los que están a favor de la medi­da desta­can el efec­to pos­i­ti­vo que un aumen­to de la com­pet­i­tivi­dad y de la flex­i­bil­i­dad lab­o­ral puede ten­er para la economía.

18. ¿Qué argumentan quienes están en contra?

Los país­es que rec­haz­an el acuer­do y los sindi­catos coin­ci­den en señalar que la lib­er­tad que se otor­ga al tra­ba­jador es sólo teóri­ca, ya que, al suprim­irse este aspec­to de la nego­ciación colec­ti­va y dejar­lo al arbi­trio de un pacto indi­vid­ual, se abo­ca a los tra­ba­jadores a asumir en la prác­ti­ca cualquier exi­gen­cia del empre­sario. Asimis­mo, desta­can que la medi­da supone renun­ciar a un dere­cho (las 48 horas) obtenido hace casi un siglo (en 1917) tras años de com­bat­es sindicales.

19. ¿Qué ha dicho el Gobierno español?

El min­istro de Tra­ba­jo, Celesti­no Cor­ba­cho, con­sid­era que la nue­va direc­ti­va rep­re­sen­ta «una regre­sión en la agen­da social»: «Nos acer­camos más al siglo XIX que al XXI», añadió, indi­can­do que la nor­ma impi­de «la con­cil­iación de la vida lab­o­ral y famil­iar» y no pro­tege ade­cuada­mente la salud de los trabajadores.

20. ¿Qué han dicho los sindicatos?

UGT señaló que la medi­da supone «un retro­ce­so y un aten­ta­do», y que puede des­en­ca­denar «una situación de con­frontación muy seria». CC OO man­i­festó que se tra­ta del «may­or ataque al dere­cho lab­o­ral des­de la creación de la UE».

21. ¿Qué otras reacciones se han producido en España?

  • El PSOE cal­i­ficó el acuer­do de «retró­gra­do».
  • El PP acusó al Gob­ier­no de «con­fundir» a la opinión públi­ca porque la direc­ti­va «no es oblig­a­to­ria» y «se ciñe a un prob­le­ma pun­tu­al rela­ciona­do con el cóm­puto de las horas de las guardias médi­cas». Recuer­da que en España la Ley establece 40 horas.
  • IU habló de «un escán­da­lo que nie­ga la his­to­ria políti­ca y social de la UE».
  • Para UpyD se tra­ta de un «retro­ce­so histórico».
  • El PNV tachó la medi­da de «ver­dadera agre­sión a los dere­chos de los trabajadores».
  • La Patronal del met­al destacó que la apli­cación de este acuer­do en España «es prác­ti­ca­mente imposi­ble» y abogó por bus­car la com­pet­i­tivi­dad en otros fac­tores dis­tin­tos del coste salar­i­al y de los precios.

22. ¿Trabajar más horas supone más productividad?

No. Los país­es europeos con may­or pro­duc­tivi­dad son aque­l­los en los que se tra­ba­ja menos horas, tal y como han rev­e­la­do numerosos informes recientes, entre ellos, uno de la OIT, y el Euroíndice de Adec­co y la escuela de nego­cios IESE. Al tra­ba­jar más horas, tiende a dis­minuir el aprovechamien­to que se hace de cada una de ellas. Una mejo­ra en la efi­cien­cia puede lle­var a reducir la jor­na­da de tra­ba­jo, sin que se pro­duz­ca una caí­da en la producción.

23. ¿Cómo es la relación entre productividad y horas trabajadas en España y en Europa?

Polo­nia tiene la jor­na­da lab­o­ral más pro­lon­ga­da (40,1 horas por sem­ana) y la menor pro­duc­ción por hora (19 dólares inter­na­cionales). En segun­do lugar se encuen­tra Por­tu­gal, con la segun­da jor­na­da más larga (39,1 horas) y el segun­do menor aprovechamien­to de cada hora tra­ba­ja­da (24,6 dólares).

España, con una de las may­ores jor­nadas, es el ter­cer país que menos rendimien­to obtiene por hora tra­ba­ja­da: de cada una de las 38,3 horas por sem­ana que tra­ba­ja de media cada ocu­pa­do español se obtiene un val­or aña­di­do de 33,7 dólares.

Por otra parte, los tres país­es con jor­nadas medias más breves (Holan­da, Ale­ma­nia y Bél­gi­ca) se encuen­tran entre los cua­tro en los que la pro­duc­tivi­dad por hora tra­ba­ja­da es may­or. La pro­duc­tivi­dad de Bél­gi­ca es un 54% más ele­va­da que la de España y casi el triple que la de Polonia.

24. ¿Cuánto se trabaja en otros países?

Según datos de la OIT , una de cada cin­co per­sonas en el mun­do tra­ba­ja un número exce­si­vo de horas. Perú encabeza la lista, con un 50,9% de emplea­d­os tra­ba­jan­do más de 48 horas a la sem­ana. Le siguen Corea del Sur (49,5%), Tai­lan­dia (46,7%) y Pak­istán (44,4%). En gen­er­al, se tra­ba­ja más horas en los país­es en vías de desar­rol­lo, debido a la pro­gre­si­va «ter­cia­rización» de sus economías (la expan­sión del sec­tor de ser­vi­cios) y al empleo sumergi­do, así como al hecho de que los bajos salarios hacen nece­sarias jor­nadas más largas para lle­gar a fin de mes.

En los país­es desar­rol­la­dos, la pro­por­ción es del 25,7% en el Reino Unido, 25,5% en Israel, 20,4% en Aus­tralia, 19,2% en Suiza, y 18,1% en EE UU. Los datos son del año pasado.

25. ¿Nos acercamos al modelo estadounidense?

Sí, aunque todavía esta­mos lejos. En EE UU los emplea­d­os tra­ba­jan de media 41 horas sem­anales y sólo tienen dos sem­anas de vaca­ciones al año. En 2005 el número total de horas tra­ba­jadas en el país norteam­er­i­cano fue un 15% supe­ri­or a la media de la UE. A medi­a­dos de los 70, los europeos tra­ba­ja­ban más horas que los esta­dounidens­es, pero la ten­den­cia empezó a cam­biar en los 80. En EE UU, al igual que en Japón o en Aus­tralia, el tiem­po límite de tra­ba­jo más allá del cual hay que empezar a pagar horas extra no está reglamen­ta­do especí­fi­ca­mente en la ley.

26. ¿Qué consecuencias negativas puede tener una semana laboral de 60 ó 65 horas para el trabajador?

Aparte de una posi­ble reduc­ción en la pro­duc­tivi­dad, las jor­nadas lab­o­rales exce­si­vas incre­men­tan el ries­go de acci­dentes lab­o­rales y enfer­medades, así como el coste que ello oca­siona a los tra­ba­jadores, a los empleadores y a la sociedad en gen­er­al. Tam­bién puede supon­er una menor cal­i­dad en el ser­vi­cio, debido al can­san­cio del trabajador.

Por otra parte, la posi­bil­i­dad legal de tra­ba­jar más horas incide en una may­or difi­cul­tad a la hora de con­cil­iar la vida lab­o­ral con la famil­iar, y aumen­ta la brecha entre hom­bres y mujeres: los hom­bres tien­den a tra­ba­jar una may­or can­ti­dad de horas que las mujeres, ya que éstas siguen sien­do las prin­ci­pales respon­s­ables de realizar un tra­ba­jo no remu­ner­a­do en los hogares.

27. ¿Cómo puede afectar a la salud?

Un estu­dio de la Agen­cia de Salud Públi­ca del Ayun­tamien­to de Barcelona señala que tra­ba­jar más de 40 horas sem­anales per­ju­di­ca la salud. El prin­ci­pal efec­to es la fal­ta de sueño, pero tam­bién se obser­van otros sín­tomas como insat­is­fac­ción lab­o­ral, ansiedad y depre­sión, hiperten­sión arte­r­i­al, may­or prob­a­bil­i­dad de fumar y seden­taris­mo. La encues­ta rev­ela que las con­se­cuen­cias son peo­res en mujeres que en hombres.

28. ¿Cómo se sienten los trabajadores españoles?

Según una encues­ta pub­li­ca­da esta mis­ma sem­ana, el 49% con­sid­era que su tra­ba­jo les deman­da mucho esfuer­zo y resul­ta ago­ta­dor con la jor­na­da actu­al. El dato sitúa a España a la cabeza de la UE en este sen­ti­do, segui­da de Sue­cia y Dinamarca.

29. ¿Dónde queda ahora la jornada de 35 horas?

Más lejos. En prin­ci­pio, el nue­vo acuer­do de la UE supone pasar de la lucha por con­seguir una jor­na­da de 35 horas sem­anales a la defen­sa del mod­e­lo actu­al de 48. Inclu­so en Fran­cia, que adop­tó las 35 horas sem­anales en 1998, bajo un Gob­ier­no social­ista, el mod­e­lo de 35 horas vuelve a ser cues­tion­a­do aho­ra por el Ejec­u­ti­vo con­ser­vador de Nico­las Sarkozy, quien, aunque después se echó atrás , llegó a anun­ciar una refor­ma de la sem­ana lab­o­ral con las con­sigu­ientes protes­tas ciudadanas.

30. ¿Qué medidas relacionadas con el tiempo de trabajo pueden contribuir a mejorar la calidad de vida de los empleados?

Además de reducir las jor­nadas lab­o­rales exce­si­vas, la OIT recomienda:

  • Adop­tar medi­das que favorez­can la vida famil­iar (flex­i­bil­i­dad en la jor­na­da, licen­cias de emer­gen­cia por motivos famil­iares, tra­ba­jo a tiem­po parcial).
  • Pro­mover el desar­rol­lo de tra­ba­jo a tiem­po par­cial de alta cal­i­dad, pro­movien­do la igual­dad de sexos.
  • Estable­cer un número reglamen­tario de horas razon­able y que a la vez con­tribuya a ele­var la pro­duc­tivi­dad de las empre­sas, rompi­en­do el cír­cu­lo vicioso de largas jor­nadas y baja remuneración.

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Más pro­duc­tivi­dad. En 2004, y según repor­ta­je pub­li­ca­do en El País, las 500 tra­ba­jado­ras de la sucur­sal españo­la de la fir­ma Louis Vuit­ton deci­dieron exi­gir a sus jefes un nue­vo horario lab­o­ral: entrar a las siete y salir a las tres, con una hora para com­er y sin reuniones por las tardes. La empre­sa accedió y, dos años después, la pro­duc­tivi­dad había aumen­ta­do en más de un 20% y se había reduci­do un ter­cio el absen­tismo lab­o­ral. El jefe de per­son­al fue ascendido.

La patronal. En 2006, el Gob­ier­no español hizo una lla­ma­da a las empre­sas para que redu­jer­an el tiem­po de tra­ba­jo sigu­ien­do el mod­e­lo europeo, y afir­man­do que la jor­na­da lab­o­ral en España es una de las más largas de Europa. La patronal (CEOE) respondió que para reducir la jor­na­da es nece­sario reforzar la pro­duc­tivi­dad, y destacó que los tra­ba­jadores españoles tienen más horas de las nece­sarias para com­er, lo que reduce el tiem­po de tra­ba­jo neto en cóm­puto anu­al más que en otros país­es de la UE. Tam­bién señal­a­ba que España encabeza la clasi­fi­cación euro­pea por número de días festivos.

Británi­cos. En el Reino Unido, donde los emplea­d­os pueden pactar indi­vid­ual­mente con los empre­sar­ios jor­nadas lab­o­rales may­ores a las estable­ci­das por la nor­ma­ti­va euro­pea, alrede­dor de 3,3 mil­lones de per­sonas tra­ba­jan más de 48 horas a la semana.

Esta­dos Unidos. La difer­en­cia entre la media de horas tra­ba­jadas sem­anal­mente en Europa y en EE UU se debe, en un 40%, a la may­or pro­por­ción de tra­ba­jadores a tiem­po par­cial exis­tente en Europa (en Holan­da, por ejem­p­lo, son un 45% del total). Pero si miramos los datos por sex­os, en el caso de los hom­bres la difer­en­cia en la sem­ana lab­o­ral entre los tra­ba­jadores esta­dounidens­es (41,3 horas) y europeos (40,7) es muy poca, mien­tras que es bas­tante may­or en el caso de las mujeres (36,1 horas en EE UU, 32,3 en Europa). Es decir, las euro­peas, tan­to si tra­ba­jan a tiem­po com­ple­to como si lo hacen a tiem­po par­cial, tra­ba­jan menos horas que las estadounidenses.

Hora de com­er. Has­ta los tiem­pos de la Segun­da Repúbli­ca, en España se comía y se cen­a­ba con horario europeo. La jor­na­da par­ti­da tiene uno de sus posi­bles orí­genes en la necesi­dad del pluriem­pleo en la pos­guer­ra. La jor­na­da inten­si­va, o con una pausa mucho más breve para com­er, propia de la may­oría de los país­es europeos, choca con la tradi­ción españo­la de dedicar mucho tiem­po a la hora de la comi­da y la sies­ta, y cenar más tarde.

Casos prác­ti­cos. En la empre­sa de seguros San­i­tas se instau­ró un horario de tra­ba­jo de 8.30 h a 18 h (los viernes, has­ta las 13:50), con pausa para com­er. Según la propia empre­sa, sal­vo excep­ciones, pocas per­sonas están en su puesto de tra­ba­jo más allá de esta hora, y si lo hacen, se estu­dia el moti­vo. MRW (empre­sa de men­sajería y envíos) tiene des­de hace más de 11 años una jor­na­da de 8.00 a 16.00 para los 500 emplea­d­os que tra­ba­jan en la sede cen­tral de la fran­qui­cia. BTSA, Biotec­nologías Apli­cadas, tam­bién apues­ta por una jor­na­da con­tin­ua (de 9.00 a 18.00 h), con pausa de una hora para com­er. Microsoft, sin embar­go, pre­fiere la flex­i­bil­i­dad y que los tra­ba­jadores organ­i­cen su propia jor­na­da lab­o­ral en la medi­da de lo posible.

Domin­gos y noches. Uno de cada siete ocu­pa­dos en España (el 13,7%) ase­gu­ra tra­ba­jar habit­ual­mente en domin­go, una pro­por­ción más ele­va­da que la de otros país­es europeos, como Italia (13,2%), Polo­nia (13,1%), Reino Unido (12%), Por­tu­gal (11,1%), Bél­gi­ca (10,8%) o Sue­cia (10,8%). Por enci­ma se sitúan Aus­tria (18%) y Fran­cia (14%). El horario noc­turno, sin embar­go, está menos exten­di­do en España: 5% en nue­stro país frente al 11,5% del Reino Unido, el 8,4% de Italia o el 8,1% de Austria.

Tra­ba­jar menos. El down­shift­ing es un movimien­to que nació a finales de los años ochen­ta en Esta­dos Unidos, en pleno auge de la cul­tura yup­pie. Muchos ejec­u­tivos comen­zaron a ver que gan­a­ban mucho dinero pero tra­ba­ja­ban demasi­adas horas, con la con­se­cuente pér­di­da de salud, vida famil­iar, tiem­po de sueño… El movimien­to (del ingles down, bajar) pre­coniza el prin­ci­pio de tra­ba­jar menos para vivir mejor y con menos dinero, renun­cian­do a deter­mi­na­dos gas­tos y cam­bian­do la filosofía de vida. Ha sido segui­do des­de entonces por un número cada vez may­or de per­sonas, la may­oría ex ejec­u­tivos o ex adic­tos al tra­ba­jo. Un ejem­p­lo: Joe Domínguez tra­ba­ja­ba en Wall Street has­ta que a los 31 años se jubiló. Aban­donó su empleo para vivir sola­mente con unos 4.500 euros anuales (de hace 30 años), orig­i­na­dos por los intere­ses de sus ahorros.

La deman­da de tra­ba­jar menos para vivir mejor es razon­able y deseable en el con­tex­to de la sociedad del bien­es­tar, siem­pre y cuan­do incluya a todas las per­sonas con inde­pen­den­cia de su clase social, género y etnia. Un hor­i­zonte difí­cil de alcan­zar, pero posi­ble si esta­mos dis­puestos a romper con algunos de los val­ores imper­antes en nues­tra sociedad. Para que todo el mun­do pue­da tra­ba­jar menos para vivir mejor no bas­ta un sim­ple cam­bio de horar­ios. Es pre­ciso un cam­bio de acti­tudes que per­mi­ta el reconocimien­to social y económi­co del tra­ba­jo domés­ti­co y de cuida­dos, rompa con la disponi­bil­i­dad lab­o­ral abso­lu­ta y abra la puer­ta a un con­sumo más responsable.

S. Moreno Colom, sociólo­ga y pro­fe­so­ra de la UAB, en La Van­guardia

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